“Año de lA UniversAlizAción de
lA sAlUd”
FACULTAD:
DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS
ALUMNA:
TAVARA MARIÑAS JACLIN MARIANELLA DEL ROSARIO
DOCENTE:
PEÑA PUESCAS JORGE ALBERTO
CURSO:
ACTO JURÍDICO
TEMA:
LOS VICIOS DEL ACTO JURÍDICO
SECCIÓN:
B
CICLO:
III
2020-01
SULLANA
El presente trabajo está dedicado a nuestros compañeros y
profesores de la carrera de Derecho, ya que en medio de la
situación que estamos viviendo por la pandemia que azota
a nuestro país, seguimos adelante con fe y esperanza por
seguir en nuestra casa de estudios Universidad Católica –
Los Ángeles de Chimbote.
En primer lugar queremos agradecer a, nuestros profesores
quienes con sus conocimientos y apoyo nos guían a través
de cada una de las etapas de este proyecto para alcanzar
los resultados o metas a pesar de los momentos críticos
que pasando nuestro país.
A nuestra Universidad Católica – Los Ángeles de
Chimbote quien nos brinda sus recursos y herramientas
para seguir esforzándonos.
Muchas gracias a todos.
INTRODUCCION:
En el siguiente trabajo hablaremos de la información recopilada de distintos contenidos
que nos ayudarán a conocer los VICIOS DEL ACTO JURIDICO.
Este monográfico se quiere recalcar y precisar cada uno de sus significados ya que
hablaremos acerca de:
El error
El dolo
La violencia
La intimidación
Vicios de los actos jurídicos son la lesión, el fraude y la simulación, y se diferencian de
los vicios de la voluntad (error, dolo y violencia) porque no atacan directamente la
voluntad, ni constituyen vicio de ella, sino que son circunstancias que la ley ha creído
conveniente erigir en causas de nulidad del acto.
VICIOS DEL ACTO
JURIDICO
Vicios de los actos jurídicos son la lesión, el fraude y la simulación, y se diferencian de
los vicios de la voluntad (error, dolo y violencia) porque no atacan directamente la
voluntad, ni constituyen vicio de ella, sino que son circunstancias que la ley ha creído
conveniente erigir en causas de nulidad del acto.
Los vicios de la voluntad vienen a ser pues los factores perturbadores o distorsionadores
que impiden que la voluntad interna se forme de manera sana. Pueden presentarse en el
sujeto de manera consciente, como en la violencia o en la intimidación, o inconsciente,
como en el error o el dolo, impidiéndoles la necesaria correlación entre lo que se quiere
y lo que se manifiesta.
El Error
"Consiste en una representación subjetiva contraria a la verdadera realidad
objetiva, y cuando esa falsa representación ha tenido tal importancia en la génesis
del negocio que haya sido capaz de determinar la voluntad, constituye un vicio de
la misma".
El error es un factor perturbador inconsciente que distorsiona el proceso formativo de la
voluntad jurídica, ya en el aspecto relativo a la voluntad interna, en cuyo caso se
configura el denominado error-vicio, o ya en lo que se refiere a la exteriorización de la
voluntad interna, en cuyo caso se configura el denominado error en la declaración, que
el Código Civil legisla claramente diferenciados en el articulado, pero bajo el título
común de Vicios de la Voluntad.
El error-vicio como está referido a la función cognoscitiva del sujeto comprende dentro
de su ámbito conceptual la ausencia de conocimiento, que es la ignorancia, y el
conocimiento equivocado, que es propiamente el erros. De ahí que jurídicamente la
ignorancia se equipare en el error y, como sostiene Ospina y Ospina, que el error
provenga de la ignorancia pues el concepto falso encuentra su origen en el
desconocimiento de la realidad.
o Error-vicio
Se produce espontáneamente como consecuencia de la ausencia de conocimiento, que es
la ignorancia, o de conocimiento equivocado, que es el error propiamente dicho del
errante.
Clasificación del error-vicio:
1. El error esencial
2. El error indiferente
3. El error de hecho:
El error en la esencia o en las cualidades esenciales del objeto
El error en las cualidades esenciales de la persona
El error de cálculo o de cuenta
El error en la cantidad
El error en el motivo
4. El error de derecho
Clasificación del error en el manifestación de la voluntad:
El error en la naturaleza del acto
El error en el objeto principal de la declaración
El error en la identificación de la persona
El error en la transmisión de la declaración
5. La conocibilidad del error
6. El perjuicio del errante
El Dolo
El dolo es también un factor perturbador inconsciente del proceso formativo de la
voluntad jurídica que afecta a la función cognoscitiva del sujeto y, por tanto,
distorsiona su voluntad interna. Pero, a diferencia del error-vicio, que es espontáneo,
el dolo es una inducción al error, un engaño para provocar el error, y por eso se
caracteriza por la mala fe, por el designio de perjudicar a otro: dolus est consillium
alteri nocendi.
Características del dolo
El dolo como vicio de la voluntad reviste las siguientes características:
a) Es intencional
b) Su empleo es un engaño para inducir a error
c) Es contrario a las reglas de la buena fe
Clasificación del dolo
a) El dolo bueno y el dolo malo
b) El dolo causante
c) El dolo incidente
Modalidades del dolo
a) El dolo por acción
b) El dolo por omisión
c) El dolo directo
d) El dolo recíproco
e) El dolo indirecto
La Violencia Física
La violencia, entendida como violencia física también llamada violencia absoluta,
consiste en una fuerza irresistible, apabullante, incontenible, por la cual físicamente se
doblega al sujeto de manera tal que, en realidad, se elimina su voluntades decir, es la
coacción física ejercida sobre un individuo para realizar un acto jurídico.
Modalidades de la violencia
El Código Civil considera dos modalidades de la violencia: La que es empleada por una
de las partes y la que sea empleada por un tercero. Ambas son causales de anulación.
Efectos de la violencia
El Art. 214° del CC., establece: "La violencia o la intimidación son causas de anulación
del acto jurídico, aunque hayan sido empleadas por un tercero que no intervenga en él".
Irrenunciabilidad de las acciones en la violencia
Según el Art. 218° del CC., al igual que en el caso del error y del dolo, es nula la
renuncia anticipada de las acciones fundadas en la violencia.
La vía procesal
El Código Civil, como tampoco el Código Procesal Civil, al igual que en el caso del
error y del dolo, han señalado la vía procesal para el trámite de las acciones, tanto
anulatoria así como indemnizatoria fundadas en la violencia. Por ello, al igual que en los
casos anteriores, consideramos que la vía es la del proceso de conocimiento y que
corresponde al órgano jurisdiccional fijarla en definitiva.
La prueba de la violencia
La violencia tiene que ser probada por quien la alegue como causal de nulidad del acto:
onus probandi incumbit actori. No hay restricción, por lo que el actor podrá recurrir a
cualquier medio probatorio idóneo. Si el actor acumula una acción indemnizatoria, debe
también probar el daño.
Prescriptibilidad de las acciones
La acción de anulación fundada en la violencia es prescriptible y se extingue en un
plazo de 2 años, conforme a lo establecido por el inciso 4 del Art. 2001° del CC.
La violencia en el matrimonio
El Código Civil en el inciso 3 del Art. 277° prescribe que es anulable el matrimonio
realizado por el raptor con la raptada o a la inversa o el matrimonio realizado con
retención violenta.
La violencia en el acto testamentario
En el Art. 809° del CC., también ha previsto a la violencia como causal de anulación del
acto testamentario, sin que haya lugar a la duda pues, además, menciona a la
intimidación , al dolo y al error. Sin embargo, se cree que obtener una declaración
testamentaria por medio de la violencia es poco menos que imposible por las
formalidades que debe revestir el acto testamentario.
La Intimidación
La intimidación consiste en infundir temor en un sujeto para obtener por ese medio una
manifestación de voluntad forzada, en cuanto es consecuencia de haber cedido ante la
amenaza que le infunde el temor y, por eso, constituye un genuino vicio de la voluntad.
La noción legal
La intimidación por ser un fenómeno subjetivo que se produce al interior de cada sujeto
y frente al cual no todos pueden reaccionar de la misma manera, la codificación civil ha
adoptado una noción con caracteres de definición, de lo que no ha sido ajena nuestra
codificación civil.
El Art. 215° del CC. "Hay intimidación cuando se inspira al agente el fundado temor de
sufrir un mal inminente y grave en su persona, su cónyuge, o sus parientes dentro del
cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad o en los bienes de unos u otros.
Tratándose de otra personas o bienes, corresponderá al juez decidir sobre la anulación,
según las circunstancias".
Elementos de la intimidación
Para configurarse la intimidación se requiere de los siguientes elementos:
La amenaza: La intimidación debe ser consecuencia de una amenaza, la cual
debe estar dirigida a obtener una manifestación de voluntad en un determinado
sentido, que es el impuesto por quien la utiliza. Si no existe amenaza no se
configura la intimidación. Así, por ejemplo, el sujeto atemorizado sin que medie
amenaza de alguien, si celebra el acto jurídico no podrá alegar que su voluntad
estaba viciada.
El mal: El mal en que consiste la amenaza debe ser tal que, coloque al
amenazado en situación de violencia, tiene que ser considerable y grave.
El temor: El mal que conlleva a la amenaza debe producir temor, es decir como
una conmoción del espíritu ante la presencia de un mal y al que con dificultad se
puede resistir.
El criterio para calificar la intimidación: El Art. 216° del CC., señala: "Para
calificar la violencia o la intimidación debe atenderse a la edad, al sexo, a la
condición de la persona y a las demás circunstancias que puedan influir sobre su
gravedad". Es pues la reiteración del criterio subjetivo para la calificación de la
intimidación, ya que al referirse a los factores y circunstancias que han de
tenerse en cuenta para apreciarla ha tomado consideración factores adecuados,
toda vez que para apreciar la intimidación no hay que situarse ni ante un héroe ni
ante un pusilánime, sino ante un ser humano.
Intimidación proveniente de tercero: La intimidación puede de una de la partes o
de un tercero. La doctrina y la codificación le dan igual trato y le señala los
mismos efectos: la anulabilidad del acto. La solución viene desde el Derecho
romano.