UNIVERSIDAD DE QUINTANA ROO
DIVISIÓN DE CIENCIAS SOCIALES Y DERECHO.
ENSAYO
Materia: Derecho romano II
Alumna: Alexandra Guadalupe Solis Alvarez
Matricula: 2026717
Docente: Elizabeth Cruz Hernández
Turno: Vespertino
DE404
Fecha: 2 de septiembre del 2021
El contrato como fuente de obligación
En el desarrollo del presente ensayo se aborda el contrato y su aportación en las
obligaciones. Se inicia por el origen del contrato, al mismo tiempo el surgimiento
del contrato en las fuentes de obligaciones; proseguiremos con sus elementos de
básicos y esenciales, con lo cuales tendrá vida en el mundo jurídico y contractual;
proseguiremos con el convenio, comprender su naturaleza en al acto jurídico,
abordando el tema de convención, después las diferencias que existen entre
contrato y convenio, seguiremos con características requeridas por todas las
partes involucradas en la creación de consensus, después la aportación que el
derecho romano brindó a la fuente de obligación, por ultimo con unas conclusiones
y una oportuna bibliografía con la que se soportará en el presente ensayo.
El presente ensayo se espera que fomente el desarrollo del contrato a otros
estudiantes del derecho, para seguir profundizando del tema en vías a un
desarrollo y comprensión de la materia, así como su importancia que ha
presentado a través del tiempo y el impacto que ha tenido en la actualidad.
Para comenzar, en el contrato es necesario que las partes del procedimiento
pactado tengan capacidad jurídica suficiente, en este sentido, deben mirarlo desde
un punto de vista jurídico, "es un acto en el que una de las partes está obligada a
proporcionar, hacer o no hacer algo a la otra parte”, este término aparece en
varios ordenamientos jurídicos nacionales. En cuanto a convenio, tiene dos
significados: el primero es el "procedimiento", en el que diferentes voluntades
coinciden y afectan a la abogacía, el segundo es el "producto" del procedimiento
citado, es decir, el reglamento.
El origen del contrato se encontró en el nexum, que estableció una especie de
derecho de propiedad del acreedor al deudor, este trámite se llevó a cabo
mediante los trámites de cinco clases de cobre y saldos, libripens y cinco testigos.
La población de Roma está dividida. Luego apareció un método de contrato
alternativo, que consistía en las preguntas planteadas por el acreedor y la
respuesta del deudor; en una primera etapa, solo los ciudadanos pueden prometer
con estas palabras solemnes, pues para ello deben usar la palabra spondere; por
lo tanto; se llama sponsio. Posteriormente, aunque se utilizaron otros verbos, se
permitió a los peregrinos utilizar esta forma de contrato porque spondere era
exclusivamente para ciudadanos. De esta forma, se han cumplido las reglas o
regulaciones.
De las fuentes de las obligaciones debe advertirse que, por fuente, en el
significado particular que aquí interesa, debe entenderse como el acto o la
situación jurídicos, de la que trae su origen la relación obligatoria, desde el punto
de vista jurídico. El concepto de obligación se remonta a Roma, ya en las
Instituciones de Justiniano se definía como: "La obligación es un vínculo jurídico
por el que somos constreñidos con la necesidad de pagar alguna cosa según las
leyes de nuestra ciudad." También en la actualidad se ha conceptualizado, como
obligación, al vínculo jurídico entre una persona llamada "acreedor" y quien puede
exigir a otra denominada "deudor" a una prestación, que puede consistir en un dar,
un hacer o no hacer:" A mayor abundamiento de lo mencionado y en particular, del
contrato como fuente principal de obligación que se ha definido como el: "Acuerdo
de voluntades por el cual las partes crean, transfieren derechos y obligaciones”.
(Artículo 1793 CCF).
Derivado del convenio en el cual se crean, transfieren, modifican y extinguen
obligaciones, por lo que en el sentido estricto positivo equivale al contrato. Existen
muchas clases de contratos, traslativos de uso, de garantía, de representación, de
dominio, por mencionar algunos, sin embargo la compraventa ha sido uno de los
contratos más importantes a lo largo de la historia, desde que se inventó el dinero,
a través de la moneda o el papel llamado billete se ha utilizado para dichos efectos
de transmisión de propiedad de una cosa, de un modo práctico, su estudio
siempre ha estado presente, como un medio de cambio necesario en las
operaciones del día a día.
Con respecto a convencional, un estudio integral del acuerdo significa un análisis
del binomio rutina y procedimientos tradicionales, especificaciones
convencionales, se estudia el proceso genético del nacimiento de las normas
tradicionales y los factores que interfieren en su formación, así pues, se analiza el
impacto de las obligaciones creadas, su alcance de vigencia y su relación con
otros ordenamientos jurídicos.
Ahora bien, el convenio como norma jurídica, la tradición jurídica germánica
romana, la convención tiene dos funciones, una es positiva, crea o transmite
derechos y obligaciones, y la otra es negativa, que consiste en modificarlos o
extinguirlos; esta tradición deja el término contrato a la función positiva y llama al
acuerdo en sentido estricto una función negativa. Según esta tradición, los
elementos básicos del contrato son: elemento subjetivo, objetivo y normativo.
En cambio, en los Estados Unidos de América, según la tradición jurídica
anglosajona, un contrato se define como uno o más compromisos que violan la ley
para proporcionar remedios, o la ley reconoce su cumplimiento como una
obligación. Para los teóricos estadounidenses, los elementos esenciales del
contrato son: capacidad legal de las partes para contratar, objeto o materia
apropiada, mutualidad de acuerdo/obligaciones y consideración.
Las normas convencionales se alcanzan por la voluntad de dos o más
instituciones del sistema legal, cuando estas instituciones se unen para formar otra
institución legal, el sistema legal básico debe reconocer que el consenso anterior
es la causa de ciertas consecuencias legales, no todos los acuerdos de voluntad
son consensuados, es decir, pueden producir reglas consuetudinarias. Como
resultado del consensus, la convención es una herramienta mediante la cual el
individuo convergerá hacia intereses comunes, el consensus refleja los intereses
comunes o generales de las partes; un interés puede incluso entrar en conflicto
con los intereses de cada una de ellas, pero es consistente con su interés en
participar de las normas tradicionales como miembros del sistema tradicional, el
consensus debe parecer estar dirigido a los objetivos de la convención.
En este sentido, los deseos individuales de todas las partes deben concentrarse
en un mismo objeto para llegar a un consensus, el objetivo de la convención
siempre ha sido establecer una conducta obligatoria por parte del ordenamiento
jurídico pactado y que se integre a su vez para su regulación y consideración; los
deseos expresados por una de las partes no solo deben ajustarse a sus propios
intereses, sino que también deben considerar los intereses de la otra parte, y
viceversa. Es en este sentido que los deseos expresados por las partes al asistir o
acordar sus intereses forman un consensus, por pertenecer al mismo objeto,
cuando se produce el consensus, el proceso de creación de normas tradicionales
termina. Por tanto, en cualquier procedimiento de creación de una norma pactada,
se distingue entre dos comportamientos preparatorios y dos actos constitutivos de
una norma pactada, la etapa de la acción preparatoria se denomina tratado y
constituye la etapa de acción y la etapa de celebración.
Sobre el convenio, es un fenómeno legal inmaterial y debe entenderse de esta
manera, es importante distinguir entre las propias obligaciones que pertenecen al
mundo ontológico y el cumplimiento de las obligaciones que ocurren en el mundo
fenoménico, también es importante no olvidar que la solemnidad (fenómeno) es
solo evidencia de consensus (ontología).
Para comprender la naturaleza del acto jurídico y su expresión en sí, es decir, el
contrato, es necesario distinguir entre el consenso (la voluntad de crear un
contrato con normas pactadas) y la solemnidad (la manifestación externa del
consensus). Asimismo, es necesario distinguir entre las normas tradicionales y
cumplir con sus regulaciones, existe una gran diferencia entre la perfección del
contrato de compraventa (la formulación de las especificaciones, el final de los
procedimientos para formular las especificaciones) y el cumplimiento de las
especificaciones convencionales, la entrega de la mercancía y los precios
pactados. Esta distinción hizo posible el desarrollo del capitalismo, por ejemplo,
permitiendo el desarrollo de contratos en la bolsa de valores, donde se compraban
y vendían productos de café en innumerables ocasiones, mientras que el barco
que los transportaba no se movía ni un ápice. La diferencia entre posesión física
de objetos (posesión física de objetos) y ontología (posesión puramente legal y
comprensible) es una contribución fundamental de la teoría de Kant a la ciencia
jurídica.
Acerca de las diferencias entre contrato y convenio, el contrato tiene soporte
legal, se encuentra sujeto a la legislación, generalmente se realiza en los negocios
y en el ambiente laboral, debe ser de aceptación mutua dentro del marco legal
para tener validez. Por ejemplo, contrato de trabajo, contrato de compraventa y
contrato para establecer una asociación. En cambio, convenio se hace por medio
de oferta o aceptación por las partes, no crea ningún tipo de compromiso legal,
normalmente se da en un contexto social o familiar y en el ámbito educacional y
solo necesita de la aceptación mutua para ser válido. Por ejemplo, convenio entre
dos países, convenio entre universidades, convenio entre amigos.
El siguiente punto trata de las características requeridas por todas las partes
involucradas en la creación de consensus, la primera, la personalidad, a partir de
este esquema, la teoría jurídica estableció el concepto de "persona" o "sujeto
jurídico". En las teorías tradicionales, el ser humano como concepto filosófico
precede a la "persona jurídica", y una persona es una persona vestida de persona
jurídica y con derechos otorgados. La segunda, órgano del sistema jurídico, los
órganos del ordenamiento jurídico pueden estar integrados por una o más
personas, por lo que las figuras del presidente de la República y los miembros del
Congreso, o las figuras de la voluntad del contrato, son ejemplos de los órganos
del ordenamiento jurídico, el primero está compuesto por una persona y el
segundo está compuesto por varias personas; el cuerpo principal del sistema legal
no solo formula regulaciones legales generales o especiales, sino que también
aplica regulaciones legales. La tercera, Libertad e igualdad, son supuestos
legales, no fenómenos. Estas hipótesis han sido ampliamente criticadas por no
haber sido probadas en la realidad, en particular, se han criticado la libertad de
comercio y la igualdad, por ejemplo, en el mundo real, existe una falta de igualdad
en la negociación entre trabajadores y empleadores. En el caso de contrato
adjunto, su contenido será determinado unilateralmente por una de las partes.
Por último, la aportación que el derecho romano brindó a la fuente de obligación
fueron las obligaciones nacidas de contrato en Derecho romano, fueron contratos
consensuales, contratos consensuales son aquéllos para cuya validez no se
requiere ni la observancia de una forma, ni la datio rei, sino únicamente el
consentimiento de las partes, tanto presentes, cuantos ausentes, y ya lo
manifiesten de modo expreso o tácito, de palabra, per epistulam o per nuntium;
compraventa, arrendamiento, sociedad y mandato integran la categoría de los
contratos consensuales, dominados por el principio de la buena fe, libres de
embarazos formales y accesibles a los extranjeros. Nacidos dentro de la corriente
del ius gentium, en la hora de la expansión romana, responden a las nuevas
necesidades del comercio mundial. A continuación, se describirán uno por uno.
La compraventa es un contrato consensual por el que una de las partes vendedor
se obliga a transmitir la posesión de una cosa, y a asegurar su pacífico goce, en
tanto que la otra compradora asume la obligación de entregar en propiedad una
suma de dinero. La compraventa romana es un negocio meramente obligacional:
crea obligaciones para vendedor y comprador, en cumplimiento de las cuales uno
y otro entregan la cosa y el precio. De ella no nace un derecho real a favor del
adquirente, ya que la obligación de transmitir y la efectiva transmisión se producen
con independencia.
El arrendamiento es un contrato consensual, por el que, a cambio de una merced
o remuneración, un sujeto se obliga a procurar a otro el uso o el uso y disfrute de
una cosa o a prestarle determinados servicios o a realizarse una obra. Esta
definición, comprensiva de tres figuras de arrendamiento, se muestra conforme
con la doctrina moderna, antes que con el propio Derecho romano.
La sociedad es un contrato consensual por virtud del cual dos o más personas se
obligan recíprocamente a poner en común bienes o actividades de trabajo, para
alcanzar un fin lícito de utilidad común.
Mandato es un contrato consensual, bilateral imperfecto, por virtud del cual una
persona mandatario, se obliga a efectuar gratuitamente el encargo o gestión
encomendados por otra mandante, mandans, mandator, dominus negotii, y que
atañe al interés de esta o de un tercero.
Lo mencionado anteriormente fue la aportación que el derecho romano brindó a
la fuente de obligación, asimismo fue la elaboración y dictado de la ley de las XII
tablas, con ello se originó una fuente de obligaciones, la cual poseía una clara
certeza jurídica. Pues bien, la ley como fuente de obligaciones se considera una
de las fuentes más importantes, dado que es la propia ley que establece las
obligaciones reciprocas que intervenían en ese acto jurídico. En consecuencia,
mediante la creación de nuevas leyes en roma, se fueron creando fuentes de
obligaciones consagradas en el ordenamiento jurídico romano, que establecían
cuales eran las obligaciones que iban a regir ese acto, con ello la doctrina
moderna considera como fuente de obligaciones la ley.
En resumen, el Derecho de Obligaciones constituye una de las ramas más
importantes del Derecho, pues su utilidad se ve reflejada en la mayoría de los
actos que realiza el hombre, desde los más cotidianos hasta los más complejos,
nuestras necesidades son tan numerosas y limitadas nuestras fuerzas, que sin
cesar nos vemos obligados a recurrir unos a otros, y es en esa necesidad en la
que surgen nuevas relaciones obligacionales. Los contratos como fuente de
obligaciones más significativa en el mundo jurídico han evolucionado en lo que se
refiere a la manera de llevarlos a cabo, es decir, por medio tecnológico, lo que ha
permitido dar rapidez a los actos jurídicos y adaptarlos a las necesidades sociales
actuales, en el mundo digital y virtual en que vivimos en la sociedad del Siglo XXI.
También el mundo digital al que nos referiremos es abordado en lo que respecta a
su uso en el consentimiento como un elemento de existencia de los contratantes y
la trascendencia que ha tenido en el mundo jurídico y debido a su masificación ha
representado vulnerabilidad por los medios tecnológicos. El contrato es
considerado la fuente de obligación de mayor trascendencia en el mundo social y
jurídico, ya que la mayoría de los actos jurídicos se realizan a través de él; es un
medio por el cual se da movimiento a la economía del país e incluso activa los
mercados internacionales en el mundo global en que vivimos.
Se concluye, que para que exista una norma tradicional, se debe acordar en el
proceso de creación de esta. Para llegar a un consensus, las partes involucradas
en los procedimientos ordinarios deben tener suficiente capacidad jurídica, en este
sentido deben ser igualmente libres desde el punto de vista jurídico, sistemas
legales, procedimientos y reconocimiento de convenciones, es decir, la creación
de convenciones. Las convenciones se rigen por una combinación de
disposiciones legales reglamentarias (grundlegung) y otras disposiciones legales
contractuales (consenso), la norma convencional es una norma hipotética porque
surge de la aplicación de hipótesis, contrario a las normas teóricas, se asume que
las normas producen desigualdad y exclusión entre los miembros del sistema
legal, y la desigualdad es el resultado inevitable de negociar la autonomía.
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