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Estrategias de Lectura Efectiva

El documento presenta diferentes estrategias para mejorar la comprensión lectora. Explica que las estrategias varían según el tipo de texto, como leer con calma textos científicos o usar la imaginación para historias. Luego enumera 21 estrategias universales como volver a leer, usar conocimientos previos, leer entre líneas, hacer resúmenes, preguntas y visualizaciones.

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Estrategias de Lectura Efectiva

El documento presenta diferentes estrategias para mejorar la comprensión lectora. Explica que las estrategias varían según el tipo de texto, como leer con calma textos científicos o usar la imaginación para historias. Luego enumera 21 estrategias universales como volver a leer, usar conocimientos previos, leer entre líneas, hacer resúmenes, preguntas y visualizaciones.

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ESTRATEGIAS DE LECTURA

Leer es leer. Entendiendo que cada letra


emite un sonido y que estos pueden mez-
clarse para hacer sonidos enteros, esto es
precisamente lo que da forma al significa-
do de las palabras que luego intercambia-
mos entre nosotros.

Cuando tratamos con contenido científico


lo normal es que nos encontremos un
vocabulario mucho más específico que
probablemente no veamos en otro tipo de
escritos.

En cuanto al contenido de estudios sociales, este puede ser una interesante


mezcla de información detallada y los tradicionales párrafos seguidos por imá-
genes. Por su parte, los textos literarios dependen de si se refieren a la forma flexi-
ble de la poesía, a la estructura duradera de una novela o a la escritura propia de
la literatura digital emergente que combina múltiples modalidades a la hora de
contar una historia.

Es por eso que las estrategias de lectura son diferentes para cada área. Por ejem-
plo los textos científicos se deben leer con calma y volver a leerlos, mientras que
imaginar o visualizar y la conexión de textos tendría más sentido cuando trabaja-
mos con historias.

Algunas de las estrategias de lectura que funcionan en todo tipo de texto son:

1. Vuelve a leer el texto:


Al leer un texto por primera vez nos quedaremos con la idea principal. Volver a
leerlo es una de las mejores opciones para profundizar cuando sabemos de qué
trata, los detalles que en un principio pudimos pasar por alto serán mucho más
obvios tras la segunda lectura.

2. Usa tu conocimiento previo:


La información que vamos aprendiendo en el trancurso de nuestra vida puede
resultarnos de mucha ayuda para afrontar nuevas situaciones. De igual modo,
cuando vayamos a leer un texto, estos conocimientos previos son de suma im-
portancia pues pueden facilitar la comprensión del mismo.

3. Lee entre lineas, usa las pistas del contexto:


Cuando nos encontramos inmersos en la lectura de un texto y tenemos proble-
mas con el significado de una palabra pero no disponemos de herramientas para
averiguar su significado, debemos fijarnos en las partes del texto que la rodean.
De esto precisamente es de lo que hablamos cuando nos referimos a ‘las pistas del con-
texto’. Este método consiste en la comprensión de una palabra cuyo significado descono-
cemos ubicándola en contexto con el resto del texto. Debemos ser capaces de leer entre
líneas, al final todo se basa en emplear la lógica.

4. Piensa en voz alta:


Todo adquiere mayor sentido cuando lo decimos en voz alta puesto que es mucho más
sencillo entender algo cuando se explica mediante la voz en lugar de leyendo para uno
mismo. Si leemos algo y resulta que no lo hemos comprendido por completo, repetirlo en
voz alta es una idea a tener en cuenta.

5. Haz un resumen:
Cuando terminamos de leer puede que alguno de los detalles no hayan quedado del todo
claros. En este caso reunir los datos más importantes del texto tales como los personajes,
el motivo, los problemas, los resultados… puede servir como ayuda para llenar esos peque-
ños huecos argumentales que no quedaron completamente claros durante la primera
lectura.

6. Ubica las palabras claves:


Afrontar un texto no es una tarea fácil. Ponerse a escribir sin seguir ningún tipo de estructu-
ra o sin tener en cuenta los elementos que forman parte del relato narrativo sería un error.
Normalmente los escritores colocan palabras claves, palabras que se repiten a lo largo del
texto y que ayudan al lector a prestar mayor atención de manera inconsciente en eso que
el autor quiere remarcar. Ubicar esas palabras clave puede resultar de gran ayuda para la
comprensión del texto.

7. Haz predicciones:
Algo que siempre está en nuestra mente es la expectativa, expectativa ante cualquier
cosa. Hacer predicciones de cómo terminará el texto nos ayudará a involucrarnos en el
mismo.

8. Visualiza:
Una idea que verdaderamente puede ayudarnos a la
hora de comprender un texto es crear nuestras propias
imágenes mentales de eso que estamos leyendo.

9. Organizadores de texto:
A la hora de estudiar o comprender un texto de mayor
extensión, los organizadores de texto pueden convertir-
se en nuestros mayores aliados. Puede que los conoz-
camos como mapas conceptuales, algo muy parecido
a un resumen del texto pero más ordenado. En estos
mapas tomaríamos los datos más relevantes los
cuales uniríamos mediante conexiones con sus res-
pectivos conceptos. Si existe alguna relación entre un
concepto y otro, resulta muy positivo hacer una cone-
xión entre ellos o una jerarquía que ayude a ver de una
manera gráfica cómo uno afecta al otro y viceversa.
10. Evalúa lo aprendido:
Una vez hayamos leído el texto en
cuestión, verificar si lo hemos enten-
dido todo o si por el contrario existen
partes que nos hayan costado más,
es muy importante para lograr una
total comprensión del texto. Si existe
algo que no haya quedado del todo
claro y somos conscientes de ello
desde un principio, es mucho mejor
percatarse de ello a tiempo para
poder corregirlo.

11. Cuestiona el texto:


A medida que vayamos leyendo debemos tomarnos el tiempo que sea necesario para
cuestionar el contenido. Realizar preguntas acerca de lo que estamos leyendo nos
ayudará a comprender su planteamiento al mismo tiempo que puede proporcionarnos
una nueva perspectiva. Si nos cuestionamos eso que hemos leído, seremos capaces de
interpretar mucho mejor el relato.

12. ¡Para!:
No somos máquinas por lo que de la misma manera que nuestros músculos se cansan
después de realizar una actividad física, nuestros ojos y nuestra mente también pueden
sentir ese cansancio. Tras largos periodos de tiempo leyendo sin apenas descanso, lo
más probable es que nuestra compresión y atención disminuyan considerablemente.
Lo más aconsejable en estos casos es parar y tomar un descanso realizando otro tipo
de actividad que nada tenga que ver con la lectura.

13. Monitorea y repara tu entendimiento:


Como lectores tenemos que estar concentrados en eso que estamos leyendo poniendo
toda nuestra atención en el relato para poder comprender su argumento. Si se diese el
caso de que no acabamos de entender lo que hemos leído, debemos parar e intentar
reparar esa falta de entendimiento. Podemos comenzar por releer eso que no ha que-
dado del todo claro y si todavía tenemos dificultades siempre podemos buscar solucio-
nes alternativas como pedir ayuda a alguien que sí entienda el contenido del texto.

14. Parafrasea:
Una excelente idea que podemos llevar a cabo cuando no tenemos muy claro algún
concepto de un texto, es tratar de repetir eso que acabamos de leer pero empleando
nuestras propias palabras.

15. Toma apuntes:


Los apuntes son una parte importante del aprendizaje puesto que nos sirven de repaso.
Sirven para ubicar los puntos importantes del texto y para organizar la estructura del
mismo. Unas notas realizadas a mano nos ayudarán a tener las ideas mucho más
claras y ordenadas.
16. Ajusta el ritmo en el que lees:
Es muy probable que cuando comencemos a leer un texto vayamos mucho más
rápido pero conforme avancemos en el relato el ritmo de lectura disminuya ya
que nuestra mente se cansa antes. Llegados a este punto no debemos agobiar-
nos, la comprensión es más importante que la velocidad. Aquí el que comprende
gana.

17. Ten prioridad por alguna información:


Este es un punto importante ya que en algunas ocasiones los autores además de
dar a conocer la idea principal de su relato también mencionan una serie de
detalles que de una forma u otra sirven para complementar la idea principal
aunque no sean del todo relevantes para su comprensión. Esto puede terminar
confundiendo al lector y para evitar que esto suceda, cuando nos encontremos
ante un texto bastante extenso y lleno de información, lo más aconsejable es que
nos centremos en buscar lo que nos interesa y una vez hayamos comprendido la
idea principal pasemos a prestar mayor atención a los pequeños detalles.

18. Proponte un objetivo como lector:


Para muchos leer resulta apasionante y para otros es simplemente una actividad
más. Lo que sí que es un hecho que puede afectar tanto a ávidos lectores como a
personas que dediquen menos tiempo a la lectura, es que a la larga leer por leer
no resulta nada placentero. Lo mejor que podemos hacer para no acabar hastia-
dos por la lectura es marcarnos una serie de objetivos, escoger temas que nos
interesen y saber cuándo tomar un descanso.

19. Conexiones textuales:


Para tener una mayor comprensión del texto no es suficiente con leerlo. También
es necesario detectar relaciones dentro del propio relato en el caso de que éste
fuera bastante extenso. Los conectores ayudan mucho para llevar a cabo esta
labor puesto que nos pueden resultar muy útiles a la hora de obtener una com-
prensión integral de lo que estamos leyendo.

20. Haz una lectura rápida:


Una manera sencilla de interpretar y conocer la idea principal de un texto en un
primer momento, es realizando una lectura rápida y superficial que sirva para
obtener una idea general de lo que ocurre en la historia.

21. Para, Resume, Pregunta:


Una vez hayamos concluido la lectura, debemos hacer tres cosas que nos servi-
rán para averiguar si hemos entendido el texto en cuestión. Estos tres pasos con-
sisten en detenerse a reflexionar lo que acabamos de leer, hacer un pequeño
resumen del contenido y finalmente pasar a plantearnos una serie de preguntas
en relación al argumento. Esto se traduce en una mejor comprensión del texto
puesto que durante su lectura hemos buscado soluciones para entender eso que
un principio no acabábamos de ver con claridad.

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