SUMMERSON, John (1963) - El Lenguaje Clásico en La Arquitectura - Caps. 1 y 2
SUMMERSON, John (1963) - El Lenguaje Clásico en La Arquitectura - Caps. 1 y 2
John Summerson
El lenguaje clásico
t
de la arquitectura
5 De L. B. Albert! a Le Corbusler
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2."ed.e\Ófi 1916 (Col •Pu11io y Unuo")
3 ," flC'fcrll'lo 1979 (Col •Punto y Unen-.) Gfosano 153
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~ • o<loeláll tunph0"'11004 (COL ,f\,noo y L1,>oc1•) Olbllog111Ua 165
6 • e<!oci6n 1985 (Col •Pllnoo y lil\ea-o)
I • fKticl611 l fl08 (Col P\11HOy l lnt11•) Origen do loa lluair"clonoo 171
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Prlmed In Sfl8Jn
ISBN: 84•252-1644~
OcpM!IO IOOflj: 8 . 16.266 1996
lmpreslón: Grálicas 92, S.A.• San AdrlJ!n de Besos
5
Introducción
J. s.
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1. Lo esencial del clasicismo
10 11
proporciones. A mi juicio, la respuesta debe ser co órdenes de la arquitectura». Todo el mundo ha
negativa. Al dosorl blr 101 odlficlo, ustodes pueden oído hablar do ellos, pero ¿qué son exactamonto ?
decir que sus proporciones son ctésloas pero aflr• ¿Por qué son cinco, y no cuatro, dieciséis o tres-
mar que ol edificio es cléslco serla sim plemente cientos veintiséis?
Inducir a la conluslón y caer en un abuso termino• Cada cosa a su tiempo. En primer
lógico. Las portadas de la catedral de Chartres son, lugar, ¿qué son los órdenes? Vemos un dlegroma
por su distribución y sus proporcionas, todo lo 0111· mu y claro dol orden dórico. Como pueden ver,
sicas que ustedes quieran, pero a nadie ae le ocu- consta de una columna de templo que so alza so-
rrlrla llamarlas otro coso que góti cas. Podrla ollar bre un pedestal y sostiene por su parto suporlor llg. 120
muchos más ejemplos. del sistema gótico que guar- el arquitrabe, el friso y la cornísa, conjunto de
dan una estrecha ana logla con el clásico. Por otra tres olemen los que reolbe el nombre oolecllvo de
parte, es una gran equivocación pensar que lo entablamen to. Sigue luego una xllograffa que re-
gótico y lo cl{lslco son cosas opuestas; son muy presenta los cinco órdenes: toscano, dórico, Jóni- 1/gs. 1-4
cJlferontes, si, poro no opuestas, y tampoco absolu- co, corlnllo y compuesto. Un , orden» es la unidad
tamente irrelacionadas. Fue el romanticismo del de «columna y superestructura» de la columna-
siglo XIX quien tos situó on campos psicológicos lo de un tertiplo. No lleno por quO haber un pedes-
• 1 totalmente distintos. Sospecho que las personas tal y a menudo no lo hay. En cambio tiene que ha-
quo dicen , proferir• 01gótico al clóslco. o al revés, ber un on loblomonto (las co1umni1s corocon de son•
son en general 11íotlmas de esta falsa Interpretación tldo a menos que sostengan algo) ; la cornisa
decimonónico. Lo cierto es que to esenolal de la roproeenln los ol eros on que oooban los vorllonlos
arquitectu ra - tal como fue expuesto por loa teó• de la cubierta de un edificio.
ricos del Renacimiento- está expresado, conscien-
te o lnconsclontomonto, en todas los arqultecturos Ahora blon, ¿por qué hay cinco ór•
del mundo, Y aunqu e debemos incorporar estos denes? Esta pregunta es un poco más dificil y su
ospeotos osenclolos 111 nuestro ldoa do lo que os rospuosto oxlgo que nos romonltomos o los orlgo-
clásico, debemos aceptar también el hecho de que nes. La primera descripción escrita de los órdenes
la orc:¡ullec tu ro olásloo aolomonto os ldontlllcablo osté on Vl truvlo. Et nombro de oste au tor romano
como tal cuando contiene alguna alusión, por ligera apareceré con frecuencia en estas charlas, por lo
y marglnol que seo, n loe «órdenes. antiguos. Eeta quo éste os 01 moJor momento para prosontérsolo.
aiuslón puede no ser más que una acamdadura o 1-'ue un arquiteoto de cierta Importancia en el rel•
algún saledizo que sugiero la Idea de una cornisa, r1odo de Augusto y escribió un t ratado dividido en
o Incluso una dlsposl clón de ventanas quo sugiera diez libros, De Archltecturs. que dedicó al empero•
la razón del pedestal a la columna, o de ta columna clor. Es el único tratado de su género que nos ha
al entoblomen1o. Algunos edificios modernos -es• llegado de la Antl gOodad, razón por la cual siempre
pecialmente los del fallecido Auguste Perret y sus ha sido mirado con tremendo respeto. Vltruvlo no
11(1, 111 lmlt11doros- son olásloos en esto sen tido, es decir, fuo un hombre genial, ni do gran talento ll torarlo,
están concebidos con, materiales modernos, pero en ni siqui era -por lo que sabemos- de notable ta-
ol espíritu clóslco y su sello clásico estriba única• tonto arquitectón ico. Pero su tratado tlono gran lm•
mente en estos minúsculos gestos alusivos. En la portnncla porque ha preservado para nosotros una
últlma charla de esta serle me ocuparé con más tnrnensa cantidad de conocimientos sobre el edi-
detalle de todo esto. Entre tan to. es fundamental Uclo 1rodlcionol: es el código préclico de un orq ul•
para nosotros que comprendamos, antes de segulr lllcto romano del siglo I d. C., enriquecido con
ndolonto, esto cuost16n do los órdenos, de loa «oln• 11111mplos y notas históricas.
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En el 1ercero y cuarto libros, Vllruvlo cia bajo el palroclnlo de Francisco l. Estos libros·
describe tres órdenes -el Jónico, el dórico y el ae convirtieron en la biblia arqullectónice del mun-
corinllo- y dn olgunoa notas &obre otro, el tosca· do clvllizodo, Los utilizaron los ltall11noa; loa frnn•
no. Nos dice, además, en qué parte del mundo sur- ceses lo copiaron oasi todo de Serlio y sus libros;
gió cado uno. Loa rolaclono con sus doacripolono& ios otomanos y flomonooa bosoron sus propios lro•
de lomplos y especlllca los dioses y diosos paro todos on el suyo; y los arquitectos isabelinos do
qulenM os apropiado codo ordon. Sus doacrlpolo• Inglaterra lo tuvieron muy on ouonto. Todovro en
nea no aon exhausUvoa ni mucho monos: no mon• 1663, Sir Chrlstopher Wron onconlró en Serllo uno
clona el quinto orden ni presente los olros cuatro vali osa fuente de Inspiración cuando construyó el
en lo que nosotros consideramos secuencio cedo• Sholdonlon do Oxford.
cuada• (toscano, dórico, lónlco y corintio). Pero
lo más l mporlonto os que no los presenta como un El libro de Serllo sobre los órdenes
cuerpo do fórmulas canónicas que encarnen todas oom,enza con un grabado - el primero de su r;la•
las virtudes arquitectónicas. Esta tarea so la doló so- en el que se representan los cinco órdenes 1/g I
o roa teóricos dol Ronaclmlenlo. nllnondos eugún su dolg11do1 rolotlva, oa decir, se-
gun el coclonto entro el dil'lmotro rnferíor y lo olluro.
A mediados del elglo XV, mil cuotro- Todos llenon podealolea. El rechoncho toacono esl4
clontos anos dospuós do Vltruvio, ot arq uitecto y o la l zqulorda; vlono dospuós ol dórico, similor, poro
humanista florentino Loon Battlslll Alberli describió ligeramente mds esbelto; el elegante fónico; el
también los órdenes bOJ1óndoae en pnrlo on Vllr uvlo olllvo y reflnodo corlnllo, y flnolmente, el aun més
y en parle en sus propias observaciones de las alargado y decorado compueslo. Serllo se explica
ruinas romanas. Fue él quien allodió, a parllr do en ol texto que acornp¡¡/lo a esla lámina. Dice que,
ostas observaciones, un qulnlo orden -el com- del mismo modo que los anliguos dramalurgos utl•
puesto-- que combina rasgos del Jónico y al corln• !Izaban el prefacio de sus obras para contar al pú·
tlo. Pero In actilud do Albertl segula siendo perfec- blico lodo lo quo Iba o ocurrir, 61 coloco do ontrndo
lamenle obleliva y vilruvlana. Fue Sebastiano Serllo on le nosotros los principales prolagonlslas do su
quien, casi un siglo despu0a, Inició roalmenlo la trolodo sobro orqultoclum. Y lo hoce do un modo
largo carrero do lo cononizoclón do los órdenes rnn cal ogórlco quo los órdonos porecon ocupar en
convlrlléndolos en una outorldad lndlscullblo, slm• 111 gramática do la arquitectura un lugar tan lnamo-
bólioa y casi IQgendarlo. No osloy seguro do que vlblo como, digamos, loa cuatro oonjugaclonos on
ésla fuera la Intención ele Serllo, pero el caso es la gramétlca latina.
que to hizo.
Los sucesores de Serllo no echaron
Serllo vivió en el Alto Renac,mlonlo, en saco roto este gesto 1ea1ral, pero muy ofect,vo. y
fuo contomporéneo do Miguel Angol, casi conlom- totolmonro lltororlo; y loa cinco órdenes pasaron
poráneo de Rafael y colaborador del arquitecto • de mano en mano como un «luego completo• res•
pintor Bnldossore Perruul, ouyoG dlsolloa horadó. pecto al cu111, lodat1 los desviaciones oran dlsoult•
Construyó pocos edificios verdaderamente Impor- bles. Casi todos los monuelas de 11rq1,1ilootur11 de
tantes. poro su mayor servicio a le arqu1too1uro con• los siglos XVII y XVIII empezaban do la misma me•
slstl0 en compilar la primero gromdllca orqultecló- nero, con uno lémlna de las cinco columnas y los
nlca completa y plenamente Ilustrada del Renacl• cinco entablamentos alineados: Bloom en Sulz.o,
miento. Publicó una serle de libros. Los dos prime- De Vrles en Flandes, Dlenerlln en Alemania, Fréarl
ros aparecieron en Venecia, y los ultimas en Fran- y Perrault en Francia y Shule, Glbbs y Sir Wllllam
,~ 16
Chomboro on Inglaterra. La edición de George dlda, realmente) del modo en que esos órdenes
Gwllt aobro la obre de Chambera llega hasta 1825, sean desplegados¡ pero esto es tema de oIra
y si uatodoa poaon do esto obro o la Enoyclop/Jdi11 charla,
o/ Archltocture dol mismo autor y lo atguon hasta
su ulllma edición (1801), oomproborlln quo so sigue Entro tonto, conviene que, no1 quedo
diciendo que con la oompronalón y aplicaolón ode• muy claro hasta quó punto son variables o invario•
cuadas de tos órdenes está el lundomonto da lo bles loa órdenes. Sorno toa planta onto noaotroe
arquitectura oomo ar to,. Hooe sólo cuoronto onoa, con un tromondo olro do au toridad, ospoclllcondo
cuando yo era un estudiante de la Bartlett School loa dlmonalones do cada una de los portes, como si
del Unlveralty College de Londres, se daba por su- porlllos Y proporolonos hubieron quedado estabt&-
puesto que la primera tarea del alumno era dlbuJar cldas de una vez por todas. Pero en realidad los
con el máximo detalle tres órdenes cléslcos. órdenes de Sertlo, aunque reflejan obviamente los
de Vl truvlo en olerlo grado, estén basados también
En todo osto hay dos aspectos a des• en sus propias observaciones de tos monumentos
tacar. El primero os quo los romonoo, ounquo ncep- antiguos y por tnnto eon también, y on grado oon-
taron sin rosorvos lo tndlvidualldod del dórico, el sldorable, productos de su propia Invención obt&-
jónico y el corintio, aunque oonoclon sus orlganos nldos modlonto un procoso do aetooclón porsonat.
históricos, no los ombalaomoron y aantlllcoron dol Y difícilmonto pocfrlo sor do otro modo. Las des•
modo arbitrarlo y llmltallvo quo nos es lamlllar. El crlpclones de Vllruvlo preaenlt1n lagunas quo sólo
segundo os la enorme Importancia quo tuvo eslo ol conocimiento directo do loa monumento, roma-
procoso de embalsamlenlo y canonización para nos supervlvionlos permltla llenar. Y tos órdenes,
loda la arquitectura, del Renacimiento on adelante. tot como tos e)omplllfcon estos monumentos. varlon
So llagó a considerar los órdenes como la mismí- considerablemente de una obra a otra y son sus-
sima piedra angular de la arquitectura, como Ins- ceptibles, por tanto, de Qua cada cual abstraiga
trumentos arquitootónlcoa do In máximo finura po• de ellos tos rasgos quo considera más Idóneos para
alble, en tos quo encarnaba loda la sabldurla de la oa~a orden a fin de configurar su corintio Ideal, su
humanidad on ol arte do construir; en roatldod, so Jónico Ideal, etc. Los espeou1aclones sobro los
loa vela coal como productos do 1a naturaleza tipos Ideales do cada orden se han desarrollado
misma. Y es aqul donde el ojo moderno debo con- lnlntorrumpldamonlo a lo largo do toda lo historia
l osar n menudo au derrolo. A menos quo uno co- do In arquitectura ch\slco, oscilando entre una re-
nozca realmente sus órdenes y sea capaz de reco- verencia de entlcuarlo en un extremo y una agudo
nooor at primer vlslazo un ordan loscano eagún lnvonllva personal en ol o tro. Los llpoa compuestos
Vltruvlo, un corintio tomado del templo de Vespa• publicados por tos grandes teóricos se han situado
slano, un jónico del templo de Saturno, o ese extra• alompro on olgun punto Intermedio: Serllo en 1537,
no orden compuesto urdido por Serllo o partir del Vignola en 1562, Patladlo on 1570 y Scamoul en /Ir, ~
Collsoo, uno no podré apreciar todos los rellna- 1615. Estos han propagado una clertiinormallzaclón /Ir,. 3
mlentoa y varlontoa que on toa dletlntas épooos se por todo al mundo, pero en todo11 los slgto11 se han
tes hnn opllcodo omorosa y as1du1tmente. Con todo, dado casos de arquitectos que hen lenido a orgullo
Incluso un nivel de comprensión .coro• de los ór• copiar 11tor11tmon10 obras nntl91111s co11cre1os, Por
denos es ya algo, pues et coréotar do to orqui toc- ejemplo, Jonn Bullonl on t:couon, to gron mnnslón
tura cléslca ni mucho menos radica oxctuslvamento próximo o Parla, copió et corintio del Templo do
en la manipulación do los órdenes mismos. oopon• Veapaalano aln doJarao un aoto 01 nomonlo: oato
de también en mayor medida (en mucha mayor me• ocurrió en 1!>40, tnlgo Jonos reconstruyó on 1630
17
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tia ◄~ ol orden toscano en el Covont Gardon basándose (indudablemente aquellos especialmente venerados
en el tex to do Vltruvlo, casi un ejercicio orqueoló· y que atraían mayores riquezas). Serla, pues, un
gfco, Oospuós, on l 70J, Sir John Sonno plngló 1110- Imperativo preservar en la versión más permanente
rolmonto of Tomplo ele Vestn on Tívoll porn su Ban- do lo piedra las formas que t1-111ta veneración ha•
co do lnglotorru. Por olto lodo. tomblón hubo stom- blon d011portado. De ohl quo ao copiaron en plodro
pre audacoa innovodo1os. Phllíbor t de L'Ormo In• o mármol los procedimientos carpinteros del ento•
ventó un nuevo 01don lranoós, prun ol Palacio do blomonto de modera, aunque, cloro ost4, algo os•
los Tullorlas: los órdenes que presenta Wondol tlllzadoa yo, Sin duda, los templos en plodro que
Dletterlln en su libro de 1594 son variaciones lan- se aJzoron posteriormente on nuevos emplozomlen•
,11~magórlcas de los de Serllo; los órdenes de Bo• toa copiaron a estos ooplos, y el proceso continuo-
IIJ1 6 rromlnl son lnvencrones desaforadas y extraordina- ria así hasta que el .conjunto quedó converhdo en
riamente expresivas, totalmente suyas, Por ello es una fórmula estática y aceptada.
un error pensar en los cinco órdonos de In arqui-
tectura como on uno especie de cartilla escolar Miren de nuevo el entablamento dó-
utilizado por los orqultoctoll pom nhorrorse el os• rico o la lu:r: do lo que noobo de doclr y vorén como
fuerzo do idoor cosos nuevos. Es mucho mojor se exptrco por al mismo hasta oierto punto. Los
considororloe expresiones gromollcnlos que lmpo• m1ítulos porecon las cabezos de loa vlgoa en vola-
nen uno dlsolpllno rormldnblo, si, poro uno dfaol• dizo que sostienen los oleros, cuyo misión os que
pllna en la que la sensibilidad peI sonaJ líene slem• la lluvia caigo lejos de las columnas. Los trlgllfos
pre cierta llbo1tnd do ooción; una disciplino, odo• podrlon sor los exlremoa da loa vigas transvoreolos
más, que a veces puede sallar por los aires ba lo que descansan sobre el arquitrabe. Las tenlos lle•
o! Impacto dol genio poéti co. non (lspecto do juntura y apor'ocon aseguradas o los
triglifos por los gotos. que naturalmente no son
Llegados a este punto, voy a pedl,tes borlas, sino clavijas. V digo . parecen•, «podrlan
quo mlron do nu¡ivo lm, llustrnclones donde opnro- ser , •llenen nspecto do• porquo todo esto son sim-
1/fl, 1 ~ ca dibujado ol orderi dórico, porque es muy posible ples suposiciones mios. Algunos arqueólogos han
que se slen1on parploJos ante oso enloblQmon to conoogrado muchos enorglllll o lnlentar determinar
con tantas plecacitas y divisiones, con tnnlos nom• con dotollo la ovolucl6n quo lleva desdo el primer
bres cuyo valor decorativo y simbólico qulzé no prototipo en madera al dóri co yo lormollzodo, Sus
esté nodo cloro. ¿Por qu0 los mt:11ulos? ¿Por quó suposiciones ostán mAs lundamentodos que los
los triglifos y las metopas? ¿Por qué las tenlas y mfas, poro siguen siendo eso, suposiciones, y lo
osos oxtrollos boI lltas llomodos gotas?, puodon pro• més probable os que so queden slompre en toles.
gunlarse ustedes. V yo sólo puedo darles una ros• Pero lo que (!hora nos Importa a nosotros es que,
puesta muy general. Es seguro que el orden dórico mediante esta proceso evolutivo, un sistema de
dorlvn sus formas do un tipo primitivo do construc- construcción on mndoro fue copiado en piedra y
• ción en madera. Vitruvlo Insiste mucho en ello. llegó a cristalizar en esa fórmula llng0fstíca que
Cunndo ustedes miren un orden dórico e¡ocu111do Vll1uvlo y nosotros llomamos ordon dórico. Estn
' . on piodro están viendo on realidad la represonta· cristalización tiene un paralelo muy cloro en el len-
clón labrada de un orden dórico construido en ma• guaje. Las palobroa, las expresiones, les oonstruc•
doro. Noturolrnon te, no os uno roprcsontaclón 11· clones gromotloales se hon lnvontodo todos on do•
toral, sino un equivalente escultórico.,. Los primeros terminado momento para satisfacer neoesidades
templos del mundo antiguo eran do madera. Gro• concretas da la comunicación, Estas neoesldodes
dualmente. algunos fueron reconstruidos on piedra Inmediatas se han olvidado hace mucho tiempo,
18 19
pero las palabras y tas estructuras que con ellas se es totalmente Innecesario preguntarse, por ejem-
forman siguen oonstltuyendo un lenguaje que uti- plo. el el Lord Mayor de Londres estaba pensando
lizamos para mil fines, incluida la poesla. Lo mismo en el carácter virginal del orden corintio, o en otra
ocurre con los cinco órdenes de la arquitectura. cosa, cuando encargó las columnas corintias de
la Manslon House. Lo cierto es que los órdenes se
Sólo una palabra m4s sobre los ór- han utilizado casi siempre on función dol gusto
/ J denes. Siempre se les ha atribuido una personan- reinante, do los circunstoncl os y, muy o menudo,
dad «humana•; Vltruvlo es seguramente el respon- de los medios financieros disponibles: construir un
11ablo. Vola en el dórico un arquetipo de «las pro- sobrfo toecono o dórico oa cloromonto mlls borato
porciones, lo fuerza y la elegancia del cuerpo del quo construir un corintio rlcamonto labrodo. Hoy
hombre• presumlblementa do un varón medio con cosos on loa quo ol uso do un ordon tlono una alg-
buon tlp~. Para él, la «oaboltez fomoninth cnroctorl- nHl caoión dollboradomonte almbólica. Por o)omplo,
zaba al Jóni co, y el corintio Imitaba to cllgora figu• seguramente Wren eligió el dórico para el Chelsea
ra do uno muchacho• , lo cuot no auonn muy die• Hospital por su carácter soldadesco. Tenemos tam-
ti nto de lo anterior. Pero lo cierto as quo Vltruvlo bién el caso fascinante de lnlgo Jones y su edificio
abrió las puertas a ese personellzaclón de los ór- toscano de Covent Garden pero esto lo comentaré
denes que el Renaci miento abrazó con entusles· en otra charla. El toscano y al dórico son los dos
mo... y a menudo contradiciéndose. Asl, mientras órdenes más primitivos y los arquitectos se han
Scamozzl es como un eoo da Vltruvlo cuando ca• Inclinado o usarlos cuando quorlan expraaor tono-
llflca el corlntio de . virginal•, Sir Henry Wotton le cldod y fuerza, o, on el coso del dórico, lo quepo-
enmienda la piona allos después llamándolo • las· drlamos llamar , connotación militar•. En al otro
olvoo y «ongnlanado como una romorn cortesana,, oxtromo do lo oscala, o vocos ostll muy claro
y afiada qua la moral da Corinto da)ó si empre mu- que el orden compuesto ha sido elegido para de-
cho quo dosoor. Sin omborgo, ol oorlntlo so ha con• mostrar lujo, opulencia y ol deseo do no ahorrar
sldorado sl ompro un ordon fomonino, y el dórico, gastos.
masculino: el Jónico ha ocupado una posición In•
tormedla, bostonto osoxuoda, algo osl como lo de En cualquier ca.so, lo fundamentol as
un sabio anciano o una matrona serena y afable. esto: los órdenes ofrecon una especie de gama da
Las rocomendoclonos de Sorllo en orto sontldo son caracteres erqultootónlcos que van desda lo rudo
quizá las más detalladas y coherentes. El dórico, y fuerto e lo dolicado y bollo. En un dlsoi'lo ganul•
nos dice, dobe usarse on iglesias consagradas a namento cl4slco, la elección del orden es algo
los s11ntos més oxtrovarll dos: San Pablo, san Pe- vital: os dolormlner el osplritu de lo obra. Esplrltu
dro, San Jorge, y en general a los caracteres mlli- o talante que viene definido lomblén por lo que
tentea; ol Jónico II los sontoo y santos matronales so hago con eso orden, por las proporciones que se
- ni demasiado duros ni demasiado tiernos- Y Ilion entre las dilorontoa partos, por las ornamenta-
también o tos hombros cultos: et corintio o los vlr· ciones que se pongan o se quiten.
ganes, y muy espociolmonto a lo Vlrgon Maria. En
cuanto al compuesto, Serllo no le atribuye ca• Hasta aqui los cinco órdenes de la
ractorlsticas especlalos. mientras que considera rirqultoctura, los cinco olernenlos bósIco, do IR gro-
el toscano muy adecuado para fortalezas Y prl· mállca orqultoclónlco do lo AnligOedod. Poro ¿qutl
slones. podemos hacer con esos órdenes? ¿COmo luncio-
NI que decir tlano que no hoy que on oso gram6tlco? Esto es lo que lnten111r6 oxplicor
tomarse lodo esto demasiado en serlo. Desde luego on mi próxima chorla.
20 21
1 l'f";,;rA,
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va<laclones. 2, Las versiones de
Vlgn011 tuoron 111 ¡,11mora1 en 1a1
gr lbOdo. on coble 1603. LI ••·
po1lclon de Pallndlo en 1570 no
º"
d11ó nlngun grabado qua mosl1ase
101 alnco rudllnes Junto,. S. La talla
on madera do Scamoul de 1016 11·
gue 01 ,aplrllu do Palfadlo, , . El
1,nno61 c11uda Ponaull con■ulló
todas las lin,ntes ,tallanas y prodlolo
•~• propina verelono, on plancl\A do
ccbto e,, 1670, con unn oecul•
dular a pnnlr Lle la ounl po<llan 101
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propo«:lon8' do las dileron1es p.,r•
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11
2. La gramática
de la Antigüedad
24 7 .. . .. . 25
puede ser el moderno sentido común, pero no es lumnas separadas», que son casi tangentes a un
lo que ha ocurrido siempre, y desde luego no fue muro situado detrás, que es el verdadero soporte
la actitud adoptado por loa romanos cuªndo apll• de su entablamento, Tenemo3 tílmblén 111ª cO!Ymna1;
caron el arco y la bóveda a sus edifi cios públicos. adosadas, embebidas o «de tres cuartos,, una cuar·
Lelos de abandonar los Ordenes ;¡I construir ~mmea- ta parte de 111s cuales está embu tida en el muro, o
tros, baslllcas y arcos de triunfo 1:1boveclaclos, los las medias columnas, con la mitad embuti da en el
aplicaron del modo más explicito posible, como si muro. Por último, tenemos las «píl astras» que son
pensaran (y seguramente lo pensaban) que ningún representaciones planas de las col umnas, labradas
edificio podía comunicar algo a menos que estu- como en relieve sobre el muro (o si lo prefieren,
vieran presentes los órdenes. Para ellos, lós órde- como columnas de sección cuadrada que se hu•
nes eran la arquitectura. Quizá se tratase, en pri· bieran empotrado en el muro), Tenemos, pues, cua·
mera Instancia, de dotar a los grandes proyectos tro grados de Integración de un orden en una es-
civiles con el prestigio de la arq uit ectura religiosa. tructura, cuatro grados de relieve, cuatro lntensl•
No lo sé. De todos modos, los romanos tomaron este dadas de sombra, Los romanos nunca aprendieron
tipo de arquitectura, altamente estll lzacl a pero es- a explotar plenamente todas las posibilidades de
tructuralmente muy primitiva, y la casaron con tos esta escala, aunque fueron los que Indicaron el
complejos edificios arqueados, abovedados y de camino para hacerlo, Para que vean con más cla•
numerosas plantas. Y al hacerlo elevaron el len- rldad lo que estoy diciendo echen una ojeada a las
guaje arquitectónico a un nuevo nivel. Idearon pro· iglesias de II Gesú y Santa Susanna, Roma y a la del
cedimientos para utilizar los órdenes, no simple· Val de Grace, París, tres fachadas de otras tantas llgs. 72.73.74.75
mente como enriquecimientos ornamentales de sus iglesias de los síglos XVI y XVII. Las pilastras pre-
nuevos tipos de estructuras, !\lno co mo un contro_l dominan en 11 Gesu de Roma. Santa Susanna
de tas mismas. En muchos edificios romanos, lol! llene pilastras arriba y pilastras, medias columnas
Ordenes son absolutamente Inútiles desdo un punto y columnas de tres cuartos abajo. El Val do GrAce
do vista estructural pero hocen expresivos a los de París tiene un pórllco con columnas exentas,
edilicios, les hacen hablar; llevan el edifloio, con medios columnas, columnas de tres cuartos y pi-
sentido y ceremonia, con gran elegancia a veces, lastras. Más adelan te volveré a hablar do estos tres
hasta la mente del espectador. Dominan y contro- edificios. Pero ahora sólo me interesa que vean
lan visualmente los edificios a Tos que han sido con sus propios ojos los tipos de combinaciones
- agregados. · posibles con los órdenes, combinaciones qui, sun
el resultado a largo plazo del proceso Iniciado por
¿Cómo so conslguo esto? Desde lue• los romanos. Y mien tras miran esas tres Iglesias
go no so logro slmplomonte prendiendo con alflle• observen otrn cosa. Cada vez que un ordon aumenta
ros, columnoa, en tublornontos y frontones a una os• ol grado do su rollovo (posando, por ojomplo, do lo
tructuro, de otro modo dosnuda. El conJunlo -es• pilastra a lo media columna, y de ésta a la columna
tructura y expresión arquitectónica- debe consll• de tres cuartos) el entablamento experimenta una
tulr un todo Integrado y esto Implica Introducir las ruptura y da también un paso hacia adelan le. Y es
columnas de muy diversas maneras. Y es que hay que no so puede Jugar con las columnas y mantener
col umnas y columnas. Las columnas autoportantes Invariable el entablamen to. Esta es una de las re-
o exentas han de sostener algo. La mayoría sopor• glas.
tan su propio en tablamento y quizás un muro o a lo
mejor solamente los aleros de la c ubierto que tienen Espero que ahora comprenderán me-
onclm(l, Poro tnrnblón tenemos llls ll omodos «oo• ¡or lo que quorlo doclr cuando afirmaba que on el
20 27
lenguaje de la arquitectura clásica los órdenes no es tan senci llo ni mucho menos. En el Coliseo te•
se prenden con alfileres a la estructura, sino que nemos cuatro órdenes: dórico en la planta baja,
están lnleg rados en ell a. Unas veces penetran di· Jónico en la siguiente, corintio en la tercera, y en
rectamente en ell a, otros salen a darse un paseo la ültlma y ciega, un orden Indeterminado qu e al-
por un pórti co autoportante o una columnata. Pero gunos han Iden ti ficado oon el compul!sto pero que
siempre el control del conjunto está en sus manos. en realidad sólo se da en el Coliseo. Centremos
ahora nuestra atención en uno de los arcos de las
Volvamos ahora a la antigua Roma. plantas abiertas, por ejemplo en la de en medio,
Ya recalqué que todos los edificios romanos de im- que es jónica, reproducido en un dibujo a escala. lig. 16
portancia, a excepción de los templos, estaban di- Tenemos aquí una construcción gramatical comple-
señados sobre la base de arcos y bóvedas, mlen• ta, Está controlada por un orden jónico que sólo
tras que los órdenes pertenecen eh rigor a un sis• obedece a sus propias reglas estéticas tradiclona-
toma más primitivo: la arquitectu ra adintelada, El les. La form a y las dimensiones del arco y de los
maridaje de los dos en al sentido de asignar a los estribos qu o hay detrás de las columnas vienen
viejos tipos de columnas la tarea de sostener arcos determinadas en oambio por las exigencias de la
podla dar resultado hasta cierto punto, pero nunca construcción y la conveniencia. Ha sido preciso
fue del todo satisfactorio por dos razones. En pri- lograr una convergencia armoniosa de ambas dis•
mer lugar, la asociación de las columnas y sus en• ciplinas, cosa que, en mi opinión, se ha consegu i-
tablamentos había sido tan prolongada que su di- do. Las molduras del pedestal de las columnas
vorcio hubiera supuesto una especie de mutilación. están alineadas con la peana de ta galería arquea-
En seg undo lugar, los edificios arqueados o abo• da. Las impostas del arco cortan a. las columnas
vedados do cualquier tamaílo no necesitan colum• un poco por encima de la mitad de su altura y el
nas sino robustos con trafuertes para soportar los arco so lnstola conrortablemente entre las colum-
cargas. Las columnas son demasiado delgados. nas y el arqulirobo de encima. Esta sall sraotorle
¿Qué hicieron los romanos entonces ? El Coliseo disposición se ha logrado gracias a un equíllbrlo
flg. r2 de Roma su ministra en seguida una respuesta en el muy cuidadoso entre las diversas necesidades: la
lado menos danado de este asombrnso edificio. dictadura estética del orden jónico y las exigencias
Vemos sus tres interminables galerías abiertas, prácticas de la construcción. La menor alteración ¡
arco sobre arco, con una maciza planta adicional de·cualquier elemento hubiese echado a perder el 1
arriba. Y vemos qu e cada hilera de arcos está en- conjunto. Por ejemplo, si ensanchamos el hueco /
marcada por una columnata contin ua. La finalidad en 30 cm, ¿qué ocurriría? Pues qu e la corona del
estructuro! do eslAs columnatas os nula o lnslgnl• arco se elevarla unos 15 cm¡ y suponiendo que
tlconto. Son roprosontoolonoa do la orqultoctura dol qulsléromos consorvar la dlstonola oxletonto entro
tomplo, toltodas como on rollovo sobro un edificio ol arco y ol ontoblomonto, óst0 aG olovarlo otros
que no ea un templo, que llene varias plan las y esté 15 cm, con lo cual las columnas tendrlan que ser
construido con'lo sistema de aroos y bóvedas. 15 cm más altas y las reglas del orden jónico obll•
garlan a lncromentar las dlmensiories dé todos los
SI este modo de combinar el sistema demás elementos que In tegren el todo. El pedestal
arqueado con el adintelado - uti lizando este último crecerla y sus molduras dejarían de estar alineadas
como simple medio de expresión- nos parece ab- con la peana y, lo que es peor, el en tablamento, que
surdamente senoi l lo es sobre todo porque estamos ya hablamos elevado 15 cm, crecerla ahora en al-
muy acostumbrados a él , Es sencillo, pero cuando tura y probablemente orearla problemas con el
lo empezomoe u oxomlnar més detalladomento, no auolo do la, planta Inm ediata superior, por no hablor
28 29
de lo que ocurriria con el orden de arriba, el co• y orcos superpuestos; el Palazzo Ducale, Mantua, 1/g, 49
rintlo. 1lc111de Giulio Romano eta una versión romántica del
111101110 tema, y la villa Farnese en Caprarola, con /19, §Q
Hablando con franqueza, creo que
111'1 pilt1stras de la última planto a lo manera del Co•
este hueco del Coliseo tiene un grodo de • toleren•
ele » mayor del quo he dado a entender con mi lltwo. En realidad, se trata de edlllclos muy dls-
ejemplo. Pero espero que empiecen a comprender ltntos, pero los tres utilizan expresiones gramallca-
111:i cuyo ejemplo más conspicuo es el Coliseo.
la clase de disciplina inherente al
·r- '
lenguaje
.
clásico,
Y esta disciplina puede endurecerse. Míremos aho-
ra el mismo tema, interpretado por Vignola, arqui- Los arcos de triunfo de Roma y otras
/ig 17
tecto del sig lo XVI. Estamos en principio ante la pnrtes de Italia son quizá más instructivos que los
misma conllguraci6n . Es obvio que Vignola eslaba l11,1tros desde u~ punto de vistª gnimªticªI, Serlio
decidido a obtener oigo en que todas las partes 111111mera once. Es tos arcos, obras puramente cqre-
ruasen absolutamente dependientes de tas otras. 111onlofes, son una rica ruante de detall es E1rqultec-
No hay aqul tolerancia otguna. Los estribos llenen i611lcos y escullórlcos. En Roma, los mayores y més
Justo la onchura suficiente para rf)clblr la orqulvot- llnportantes eran y siguen siendo los arcos de
ta y las vueltas de las molduras del pedestal. Todo 'loptlmlo Severo y Constantino, este último aqul
está aqul tan atado como un nudo. Si este diseño, 1uproducldo. Observémoslo. ¿En qué consiste? Es 1/g. 19
interpretado sobre nuestro tablero de dibujo a fa un voluminoso bloque rectangular de mampostería
escala elegida por nó$óltos, no lleg-a a satisfacer c;o11 lre$ huecos; el hueco central es el arco prin·
olpal, los otros dos son arcos auxiliares, más bajos
las ·necesidades estr ucturales y de planificación,
no habrá más remedio que jugar el juego de otro y estrechos. Colocadas contra los cuatro estribos
que sostienen los arcos hay cuatro columnas sobre
modo. Y naturalmente hay otros modos, muchos
modos, slo1n pro que seamos capaces de pensar podestalos que se atzun hasta un en tablamento
quo Irrumpe hacia aluera sobro codo columna y
en ellos.
nostlene una osto lua erecto en cado uno ele es-
El Coliseo, que nos ha servido de tos puntos de tuptura. Encima del entablamento
punto de partida para esta cuestión de la combl· lioy una superestructura llamada áti oo, Constituye
nación arco- orden, fue, como podrán imaginar, ol rondo de las estructuras y presenta letreros y
uno de los edificios más estudiados por los hom- relieves.
bres del Renacimiento. Cjemplifica no 3ólo 8310
combinación pa rticular, sino también la superpo- Observemos ahora Ia disposición de
sición de órdenes y, en la última planta, el uso de tocios estos elemen tos. La clave del nrco central
pllastras poro hooor més exproslvo un muro liso ,Jlltá empotroda en lo llnoa lnlorlor dol entabl8·
y casi eln ven tonus. Hay otros ocJlllclos do este tipo: 111 onto. Las clavos do los orcos lotoratos' están si·
por ejemplo, el tootro de Marcelo; y ruuro do Roma tt¡udos sobro lo lineo de Impostas del arco control
los teatros de Varona y Pola, en Istria. Todos fue- y los tres arcos presentan la misma relación altura -
ron estudiados atentamente y de lodos se extraje- 1mchura. La alturn del entoblamento es exactamente
ron elementos gramallcales muy útiles; los ropro• lr1 necesol'ia para que la columna ap ropiada y su
dujo Serllo y un siglo después, Pa lladio. En tre tas podestal cubran la distancia que separa el suelo
ilustraciones de este libro hay tres ejemplos, ele- <lol entablamento. Estamos ante una disposición
gidos más o menos al azar, de obras de maestros interesante, compacta y armoniosa que cumple
renacentistas que reflejan los temas del Coliseo: ndmirablemente su función simbólica. Este arco y
110, 36 ol Palazzo Cornor, on Vonocla, con sus oolumnos fl)n <lomés oroos romanos oforoloron 011 ol slglo XV
30 31
una poderosa atracción sobre la imaginación de Podrían decirse muchas més cosas
los pintores y de los arquitectos (que a menudo "nbre los arcos de tri unfo y su contribución al 1en-
eran también pin tores) y en consecuencia encon- 1JI01jo clásico, Poro el aspoQto más elemental de /
tramos una y otra voz rasgos y combinaciones de l•!rloo -ta división de un espacio en tres partes
rasgos que se originaron en los arcos trlunfalos y ,i,,nlguoles (estrecha, ancha, estrecha) mediante
se utllliaron en edificios de tipo tot.ilmeme distinto ,;olumnas- es quizás el más Importan te también.
y en todo tipo de edificios, y usadas una vez más i II Porta Ciltadella nos muestra el diseño de una
como expresion es gramaticales que controlan la puerta urbana, reali zado por Giulio Romano, ob- fig , 50
estructura. viamente basada en el modelo del arco de triunfo.
l'oro también en el Palazzo Ducale y el Palazzo del fig. 48
El caso más impresionante con mu- 1o, ambos en Mimtua, y reall.redos por el mismo /ig. 49
cho de esto es la conversrón del arco de triunfo en 111 lista vemos que el ritmo def arco de triunfo -es-
Iglesia cristi ana, Su artífice fue Leon Battista Al· 11,1cho, ancho, est1·echo- esté taml, lén lm~lícito.
bertl. Cuando diseñó en Rimlnl lo que conocemos 1 11 locha muy pos terior se descubrió qua el ético
1/g, 20 como Templo Malatestinno, Alberli proyectó uno 1111rlf11 ser a menudo un elemento utll y un buen
fachada oeste obviamente besada en el arco de lundo para esculturas. En la S0111erset House hay flg. 38
triunfo romano que se alza justo a las puertas de 11110, aunque francamente no creo qu e este caso
la ciudad. Pero aquello fue sólo el primer paso. ~1)11 de mucha ayuda para el diseño. El edificio
Mucho después, hacia el final de· su vida, diseñó la l\~hmolean ge Oxtord, obra de e, R. Cockerell, sí f/g , 63
, iglesia de Sant' Andrea en Mantua y aquí no sólo 1•rosenta un bello tratamiento del ático con figuras.
' adaptó la idea del arco de triun fo a la fachada
1/gs. 21-22 oeste sino que la llevó al Interior y la tomó como Hasta ahora hemos ex1;1minado dos
modelo para las arcadas de lias naves; además llI1oi: do edificio romano -el anfiteatro con galo•
dlse/16 ta fnchada y las arcadas R la misma escala 1/,is, efempltllcado por el Coliseo, y el orco do
do modo quo toda la Iglesia, por dentro y por fuera, 11fllrifo- y hemos visto la Intensidad do su oxp10-
era como la ampliación lógica a tres dimensiones t,11:lón como fuen tes de expresión gramatl c.il. Hay
de ta Idea del arco de triunfo. He reproducido deli- ,,wchos otros tipos de arquitectura romana poro
beradamente el exterior de Sant' Andrea en pe- 1tlnguno, creo yo, ha sido asimilado tan completa•
queño porque dudo mucho de que Alberti fuese t11onte ni se ha convertido en un integrante tan orgá-
responsable de sus rasgos, ya q\Ie murió antes cte ,uoo del lenguaje clásico. Naturalmente, están las
que se construyera. Pero la Idea central está lo 1111 mas que en ocasiones han sido fuente de Inspira- ligR, 24-25
bastan te clara y ustedes pod rán comprobar que , 1i'in por su planlíloaclón grandiosa y sus orondas
oncuenlro eco en ol Interior, aunquo ho do provo- 1lns y cámoros abovoclodos, Tornpooo hoy que
nlrlos 0011Iro esa reoargodo docoroolón murot dol •llvl dor el Pontoón, ojomplar único do su ospeclo y 1/g, 21
siglo XVIII quo on las lotog raflao robo siempre al ¡11 otollpo de todos las grundes cúpu las olóslcas; nr
edlllclo buena parte de su fuerza. Fue un verdadero l I vnsta Basllica de Constantino, auténtico reto para
triunfo ... y una conquista de la gramática romana, Indos los construclores do grandes naves above-
la creación' de una oslruotu ra constantemente ló- ,i idos. Y, por supuesto, estén los tomplos. Es cu-
gica que ha servido de modelo a no sé cuantas 111I~0 que el templo romano lfpico - un edificio rec- f/g , 8
iglesias clásicas durante los cuatro siglos siguien- 1,mnular con pórtico abierto y frontón delante, y
tes. Sant' Andrea de Mantua es el primer gran paso , 1m columnas y pilastras alrededor o sin ellas (es
en el camino que llevaría a San Pedro de Roma Y 1h11 ir, un edificio que pera le mayorla de nosotros
St. Paul de Londres, 1; ni simbolo m{ra obvio do la orqultecturo roma-
32 33
na)- nunca fuera utilizado como modelo para las rh1 el díástl/o con el «adagio», el éustllo con el
Iglesias en Italia, como tampoco lo fue en Europa •mdnnte, , y el «allegro~ con el s/s//lo; pero no
110, 3t tlO$lll !11 $IQIQ XVIII. En Q;\ffil:/lo ol tomplQ circular n1t1 gusI11 el «presto, para el p/onóstllo, y monos
1/g. 32 desempeñó un papel Importan te. Qulzé se doblero 111111 el «largo. para ol oreósfllo. Como ocurre con
osto a la bolllslma rocrot1ci611 clo BramanIe que des• ludoe las analogías de este tipo no ti ene sentido lle•
crlblré mas adelanto. vnrlns demasiado lejos. Sin embargo, la importan-
• 1.1 dol intercolumnio como sistema de <marcar el
Pero el gran logro del Renacimiento • ompás• de la arquitectura es, naturalmente, in-
no fue la imitación estricta de los edificios roma- hrunsa, En San Pietro in Montorio y en el Mausoleo
nos (eso quedó para los siglos XVIII y XIX) sino la ,tul Castle Howard se aprecia un elocuente con-
reformulación ae la gramática de la Antígúeóad tt,mte qu0 ejemplifica perlectamen te este punto.
como una disciplina universal, 111 disclpflna, here- !,on edificios de la misma forma global y aproxl-
dada de un pasado remoto y opllcabla a todas las InrIrfnmente la misma finalidad conmemorativa, y
• empresas constructivas honorables. De esa gra- ~In ombergo, qué emociones tan dlstl ntas suscitan:
mállca, do esa di sciplina, espero h~ber dicho ya lo 111 f//6stllo de Bramante (3 diámetros), augusto, so•
sullolente para convencerlos da su realidad y tam• , 11110, reflexivo; el picnóstl/o de Hawksmoor (1 ,5 dlá•
bién de su sencillez, pero hay algo más que deben I111Jtros), tenso y prohibitivo, como una empalizada
saber. Por efemplo, la cuestión realmente sencilla . 1 uramonial. Y si miran las restantes ilustraciones
del espaciado de la columnas, lo que técnicamente , un esta cuestión del dempoi en la mente estoy
se llama «intercolumnio». EI intercolumnio marca ·irIouro de que al fi nal no les quedará duda alguna
el «tempo» de un edificio, y una vez establecido n11tJre la importancia del «intercolumnio». Empeza-
ese tempo no se le puede olvidar. Son posibles. sí, 1~11 lamblén a ver la clase de variaciones que pue-
ciertos vari aciones dentro de un tempo dado, poro Ih,n Introducirse - columnas pareados. pares espa-
variaciones de una clase muy específica y signi- ' l11tlos de columnas, columnas con el ritmo estro-
ficativo. ' hn • ancho • estrecho del arco de triunfo, y los
11I1110s realmente intrincados que pu eden lograrse
Los romanos concedlan tanta lropor• 1tlnndo se Juega simultánaamente con Cóli.Jmnas,
tanela al espaciado de las colu mnas que establecie" lllt1dias columnas y columnas de tres cuartos (como
ron cinco lípos fíjos, f!ledidos en diámetros de co- un tas fachadas de las iglesias que ya hemos co-
tu11111a, 4u"' Jt,Jt;Og"' Vitruvío. Llamaron picnóstilo mI•ntndo), hasta el punto de que a veces resulta
al de espaciado menor, de 1,5 diámetros. Después muy dudoso cuál es el verdadero <lempo, básico.
~onia11 ol slsl//o, ol óustllo y ol dlást//o, y flnalmen to
01 ,mis ornpllo, ol oro6slilo, do 4 cllémotroe. Los Mo ho posado todo ol tlompo habl nn-
mós oorrlontes son el slstllo y el 6ustllo. Podrl amo~ ,t,, tto gromélloo y do regios, y es poslbíe que hoyan
califloor al s/sl/lo de marcho rápldn, y al c!ust/lo de 01r111ozado o ver el lenguaje clásico como algo ln-
paso digno y stJave. Los lntercolumnlos extremos tr 1t11ble y espantosamento Impersonal, algo que
ni marchan ni caminan. El picn6stilo me ha prod u- ,1,. nlia al arq uitec to 1.1 cado paso, que ahoga sus
cido siempre la Impresión do un «alto•, de una lr1lulclones y sólo le permite un minúsculo margen
empalizada de soldados en posición de firmes. El •111 llbertad a la hora de elegir esto en lugar de
areóstl/o presenta una zancada realmente exce• n•tllello. Si han tenido esta impresión, no lo lamento
siva, casi como avanzar dando lentos saltos. Y si ~,, 11bsoluto porque esto es parte del juego. Pero
prelieren establecer una analog ia en tre los inter• h,1y oigo más: lia ictonlllicaclón del arqulleoto con
columnloo y IA tormlnologla mu sical, yo comp1.1r O• , 111 mismos elementos que lo desaflon , de tal
34
modo que él está intensamente a favor de los ór- I,nllou. Inalterabl es como formas vegetales .. . Le partee-
denes que uti liza y al mismo ti empo está contra ' li\11 dol orden est á mucho mós corco do la naturaleza
ellos, puea casi se cree el tllseñªdºr del orden cuya lf'"' 1:uolqulor coa~ producida por Impul so o soblo occt•
,l,11110.'
manipulación le da tantos Quebraderos de cabeza.
Posiblemente, la mejor manero de Ilustrar esto es
ollar algunos comentarlos de un gran arquitecto
clásico de la última generación, Sir Edward Lutyeris. Era un arquitecto que sabia realmen-
Se formó en la tradición del Tu dor pintoresco de 1,,, porque lo había aprendido por sí mismo, lo que
final es del sig lo XIX y a esa tradición se ajustan ~l11nlflcaba el lenguaje clásico. Amaba, obedecía
todas sus pri meras casas. Sin embargo, en 1903, V desafiaba a los órdenes al mismo tiempo. La
cuando tenla treinta y cinco años, empezó a adqui- , nmprensión de fa regla es un factor básico en la
rir esa comprensión profunda de la naturaleza del , 11111ción de los grandes edificios c lásicos, pero el
clasicismo que le convertirla en uno de los maes- tlf!sofío a la regla es otro. Sobre esto hablaré ex-
lros de la arqui tectura de su ti empo. Estaba pro- h111aomente més adelanto.
yectando una casa pare un rico fabricante de llkloy
cuando le cautivó el esplendor de la disciplina clá· , . Chrl1topt1er Hussoy, Tho LIie ot Sir Ed-
slca; en una carta que escribió a su amigo Herbert wm l.utyono (1950), p. 133.
Baker expresa con maravillosa nitidez lo que pen-
saba entonces:
•
10
El tomplo
J
11
23
2 1. En Sant'llodron, Manlua {1472), npllccl ol misma otquomn on In In•
.-r,001 oceldon111l. pmo rocmplnundo el lllleo por un rron16rr. 22. en or
lnlerior do lo mlame lglcsla, 101 arcos y lat p,lo1lr•1 nparocen on uno
,uces,ón de nr®- de lrlunfo. 23. La loaolnAolcln POr lo orqultoc1u1a roma•
El Arco do Triunfo n• tn ol Ronaclmlo,110 M rnanlfloata 1omblón en aua p1n11.,11: oot1ll0 dol
Mat1/rio do San Snbllllldn, da Manlogno. on ol louvre.
Oomo llpo, ~I arco de lrlunto rómano fuo uno do laa prlnclp•loa luonlu
do uproalcln d•I Ronaclrnlenlo, oon au dlvl1lón tr1par1110 do cuatro co-
lumnas deslguelmante espaciadas. 19, El Arco da Conslanllno, el mayor
do 111<1 flUPOrv1,•1tn10•, Jn11odu)O la ldOn do In, oolumnu "tepnradnt• con
vuoltn a l 1n1ab1amen10 y al lnov11able "ético•. 20. La Jachada de Albetll
dol Templo Molo1oot1ano, on Almlnl, 0114 OIM•monlo ln1p;1ado en <ti o.-
quOff)a dol orco 111un1al.
~o
46
.' ~..
~
.. - ..:n I"'~ n
11
. .......,. l
1 "
.,
• ''" restos de los blaílOt romar,os (tarma$J con••ltuían uno vata horonola
lo matorlol orqulleclónlco. Su. compllcodoR plonoo augorfan una dfatrf•
~11clón onpocfoI mu~ variad~. y 10, roolnto• abOve<ladOe ao convlrtloron
n protollpos do ••llflcfos Póbhcos en lo ora dol ferroca11il. 24. El tepfds-
llO de 10, Oo~o, do OIQcloclano, noma. convo11ldo POI ~Igual Angel
11583) on la Iglesia do Sta. Marln de los AngeleL 25. Plano d& los Baftos
dn Tito 10111urndo, por Pollodoo ouyoa dlbujoa luoron rocogld~ par Lord
11,1r11gn1on y publicado• on 1730.
e. u asttclón <le lorrocan 11 Ponn,yfvnnla Rollroad Stallon. Nueva Yor~
11908-1910, domolldft on 1985), proy,,clndn por Mcl<im, Mand y Whlto
1111,,1<10 ol roolnto control do lot Oo~oa do Oaracalln.
1 toma dol Panteón
11 P1n110n eo un IM1plo romano do forma Onloa d~bldo • lu ospeelolos
i1sun11ant111 qué lnoldltron en au con,uucclon durMlt un 11190 pGtlodo.
1 , comblnulc)n de un cuerpo olllndrloo 1bovootdo con un pc)rtlco ••·
rolo oncu0111rn 1u1 ocoa un al 11g10 XVII y anos p0•1ortoro1
ti. Aguoluot1a do Plranesl dol Panto6t1 lal como 011 on 1780. 28, lntor•
ro1ackln do llorntnl llol ml ■ mo lama tn la Slo 114erln doll'Auunln, Arlccln,
••ce ele Romo (16841. 29. Panteón m1nla1wo parucular en una isla de Leke
~11101,moro · Oort. 111,. proyec,l"do p0r John Plow, 1n~•1775, 30. lldi·
~lo do 11• blbllolOCll que domino In Unlv011ld11d de Vlrplnlo, ChnrlOllo.vlllo,
1rnyoel.ldo por 1homaa Jo11or110n y con11ruldo "" 1817•16:!G