Inventario Bienes Muebles Templo Popayán
Inventario Bienes Muebles Templo Popayán
JULIO 2014
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CONTENIDO
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EQUIPO DE TRABAJO CORPORACIÓN PROYECTO PATRIMONIO
Dirección de Proyecto
CLAUDIA MILENA LEIVA PINZÓN
Restauradora de Bienes Muebles
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I. CONTEXTO HISTÓRICO GENERAL Y RESEÑA DEL TEMPLO DE
SANTO DOMINGO1
La historia y el contexto espacial, cultural y social de la arquitectura de la ciudad de
Popayán tienen la particularidad de ser el resultado de los avatares sísmicos que la
han afectado profundamente, desde el terremoto de 1566 primero del que se tiene
noticia que afecta la primigenia construcción de la catedral y los reiterados sismos con
sus efectos destructores de templos y conventos en 1736, 1817 y 1827, por mencionar
los más referenciados en la historiografía que afectaron la arquitectura de la ciudad. A
estos se respondió con las dinámicas propias que imponen las repetidas
reconstrucciones en manos de actores sociales privados e institucionales. Las
intervenciones a causa de los sismos que se presentaron en la colonia, y en especial la
última en respuesta, al terremoto devastador de 1983, han dejado su sello en las que
se destacó la injerencia institucional en cuanto a los delineamientos técnicos para la
reconstrucción y restauración tanto de los inmuebles como de los muebles albergados
en ellos, por ser considerados todos en su conjunto como bienes del patrimonio
cultural.
1Este capítulo fue elaborado por la investigadora Luz Guillermina Sinning Téllez con el apoyo de
revisión bibliográfica y suministro de datos de la antropóloga Sandra López y en especial con los
aportes de la restauradora coordinadora del proyecto Claudia Milena Leiva.
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y sus diversos poderes sobre los bienes en el transcurso de la historia: comunidades
religiosas, cofradías, élites locales, personajes políticos e intelectuales, instituciones
religiosas y civiles.
Por el carácter de ser desde el siglo XVI una arquitectura dispositivo de poder y
control territorial español en su función de catequización, evangelización, y eje central
de una construcción cultural fundamentada en la religión católica – Popayán fue una
de las primeras diócesis del Nuevo Mundo, erigida el 22 de agosto de 1546 por el
papa Pablo III y Arquidiócesis el 20 de junio de 1900; su construcción se vinculó con
las distintas comunidades religiosas muy apoyadas por las familias españolas
asentadas y sus descendientes criollos.
Es así que, de la misma manera en toda la américa colonial, las Iglesias y conventos se
constituirán en centros de educación, escenarios de poder ideológico, social y
económico que serán afectados por los diversos acontecimientos políticos muy
particularmente desde el siglo XVIII hasta el siglo XIX en los que las comunidades
religiosas como actores fundacionales de gran importancia tendrán momentos
protagónicos tanto por su presencia como por su ausencia y de los que se resaltan:
Sin embargo los acontecimientos antes mencionados que afectaron a las comunidades
religiosas y a su vez implicaron todos sus bienes y la continuidad de sus funciones
fueron subsanados por la presencia de las cofradías. Estas ya se habían constituido
entre los siglos XVII y XVIII no solo en Popayán sino en todas las poblaciones de la
Gobernación de Popayán y era usual en el proceso de colonización que la construcción
de una iglesia o de una capilla tuviese el respaldo de una cofradía.
El poder que lograron se respaldó en su actividad crediticia; es así como cofradías del
Santísimo Sacramento, de San José y de Nuestra Señora del Rosario, en Popayán, entre
otras, eran auténticos emporios locales que tenían una actividad crediticia intensa.
Con una iglesia ya construida, podían surgir distintas cofradías que rendían culto a las
diferentes advocaciones de santos que allí se encontraban. Ya en el transcurso del
siglo XVIII no solamente el Cabildo, la jerarquía eclesiástica, el cuerpo militar eran las
instituciones que ostentaban el poder sino las cofradías que de igual manera se
convirtieron en escenarios de exhibición de privilegios, de ratificación de calidad y de
promoción de los ideales hispánicos católicos con un representativo número de
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miembros civiles pertenecientes a familias locales de prestancia social, económica y
política.
De lo anterior dan ejemplo familias payanesas como la de los Mosquera y los Arboleda
entre otras más, que con el paso del tiempo serán los actores y agentes protagónicos
por tradición de la custodia y cuidado de los bienes muebles relacionados con sus
advocaciones, incidiendo de manera determinante tanto en su trayectoria de
conservación, de transformación física y de usos; sin olvidar que muchos de sus
integrantes fueron también los constructores de la historia oficial local con sus
diversas publicaciones, y que hasta hoy en día son fuentes de información obligada,
pese a la enorme dificultad que brindan ante la contradicción de sus datos y
aseveraciones, por el escaso rigor de sus referencias bases de la información ofrecida
y por sus cargas emocionales de pertenencia regional.
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bienes muebles se requiere de una revisión y elección exhaustiva de fuentes primarias
de archivo que implica otros alcances a los previstos en este proyecto.
Las iglesias casos de estudio que custodian los bienes muebles objeto de la
elaboración del inventario propuesto en el proyecto tienen como antecedente el
informe entregado junto con las listas preliminares realizadas en 2012 (Contrato de
Consultoría No 1765 suscrito entre el Ministerio de Cultura y Funcores). Este informe
contiene reseñas históricas muy generales de cada uno de los bienes inmuebles que
albergan los bienes muebles y de éstos, informaciones muy básicas y poca claridad en
torno a criterios para su selección.
Con base en lo anterior es importante partir que aludir a las iglesias o templos casos
de estudio es comprenderlos no como inmuebles aislados sino como elementos
constructivos que conformaron conjuntos arquitectónicos religiosos urbanos de una
gran importancia después de las catedrales entre mediados del siglo XV y el siglo XVIII
en el Nuevo Reino de Granada (Carvajal Jaramillo, 2013). Estos conjuntos se
concibieron según las comunidades religiosas que los fundaron como agustinos,
carmelitas, mercedarios, franciscanos y dominicos y sus características estuvieron
muy vinculadas por ser masculinos o femeninos y por ende, con unas finalidades y
funciones específicas que marcarán tanto la concepción misma de los espacios como la
forma de abordarse por la historiografía (Dianich, 2013). Es importante anotar que los
jesuitas no construyen conventos sino colegios ya que su función particular fue la
educación.
En cuanto a las iglesias de los conventos femeninos sean espacios concebidos con una
sola nave, es porque inicialmente eran sólo para asistir las monjas a los oficios
litúrgicos que realiza el sacerdote. Al ser de una sola nave no son altares los que la
revisten sino retablos ofrecidos a las advocaciones de santos, ya que no ofician liturgia
como las iglesias de los conventos o colegios masculinos que si poseen altares
laterales y ello implica una razón más para ser de tres naves. Cuando se abren a la
comunidad estos templos de los conventos femeninos de clausura por los
delineamientos de la contrarreforma, las monjas sólo tendrán las celosías laterales
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para asistir a los oficios. También es importante anotar que las entradas son laterales
y no frontales a la nave y no las enmarcan grandes fachadas e igualmente carecen de
plazas o espacios públicos que si poseen los templos de conventos masculinos
concebidos desde su inicio para el encuentro de la feligresía antes y después de los
actos litúrgicos (Tenorio Gnecco, 2012)
Cabe decir que las construcciones también contaron con las condiciones de la región o
ciudades donde se llevaron a cabo. Es así que:
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Popayán 2 , con el fin de protegerlas después de los diferentes avatares ya
mencionados, sufridos por la ciudad.
Por último cabe recordar que los templos de los conjuntos arquitectónicos religiosos
correspondientes al presente estudio se encuentran ubicados dentro del centro
histórico de Popayán, declarado como Monumento Nacional en el año de 1959 y
cuentan además, con la declaratoria como Bien de Interés Cultural del ámbito nacional
promulgada mediante el Decreto 2248 de diciembre 11 de 1996, que contempló entre
otros, el Templo de San José, el Templo El Carmen, el Templo Santo Domingo, el
Templo La Encarnación y sus colecciones de bienes muebles.
Según Germán Téllez, la actual iglesia es la tercera que se construye en ese lugar: la
primera fue en bahareque y paja en 1552, año en el que llega la comunidad de los
dominicos, la segunda data a fines del siglo XVI, parece ser entre 1575 a 1606, fechas
en la el Padre Fray Francisco Miranda hace la fundación del convento de dominicos en
2El Museo Arquidiocesano de Arte Religioso de Popayán fue creado y reglamentado por los decretos
arzobispales 386 del 10 de octubre de 1972 y 026 del 12 de julio de 1977, con el fin de proteger,
conservar, catalogar, restaurar y exhibir las numerosas obras de propiedad de la Arquidiócesis de
Popayán
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Popayán. Esta segunda iglesia junto con el convento fue arrasada por el terremoto de
1736.
Al interior se encuentra el retablo mayor cuyo autor fue Marcelino Pérez de Arroyo a
finales del siglo XVIII, por ello tiene rasgos ya neoclásicos y el púlpito siguiendo los
delineamientos del retablo fue diseñado, sin ser arquitecto, por Francisco José de
Caldas, quien lo doró y pintó fue el maestro José Caicedo, aproximadamente de 1825.
Tanto de José Caicedo como de José Antonio Rojas Rengifo se dice fueron discípulos
del maestro pintor quiteño Pedro Tello y fueron quienes tuvieron a su cargo las
pinturas al óleo y los dorados del templo.
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Foto 3. Retablo mayor Templo de Santo Domingo Foto 4. Púlpito de Santo Domingo
Del año de 1930, se encuentra la siguiente descripción del retablo: está compuesto de
seis columnas estriadas de orden corintio, con un hermoso cornisamento, cuatro
estatuas en sus remates representando las cuatro (4) virtudes cardinales, rematando
en un bello ático coronado por dos (2) ángeles de talla que llevan coronas y palmas y
en el centro se encuentra un lienzo de San Sebastián Mártir, titular del convento. Y se
dice que la obra es toda de madera de cedro y fue trabajada por el maestro ebanista
Camilo Guevara bajo la dirección del arquitecto sacerdote Marcelino Arroyo (Aragón,
1930).
Lo anterior está relacionado con la advocación misma del convento e iglesia de Santo
Domingo a la Virgen del Rosario, patrona de la orden de los dominicos predicadores.
Esta virgen también es llamada la Virgen del Topo a quien por testamento en el año de
1728 Matheo de Castrillón Bernaldo de Quiroz, Deán de la catedral y para la
celebración de su fiesta, manda erigir un altar en la iglesia ya mencionada en la capilla
del santo Cristo para ello y da dineros para la celebración de su fiesta. Los dineros
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para el altar se los dan a Melchor de Arboleda y Gonzalo de
Arboleda para que se labre el retablo y se dore, y será
Francisco Joseph de Arboleda, mayordomo mayor de la
Cofradía de la Virgen del Rosario, el patrón del altar
elegido cuando Mateo de Castrillón muera.
Hasta el año de 1945 el presbítero Manuel Antonio Bueno afirma “Esta santa imagen
se halla hoy colocada en el camarín principal del altar mayor, en medio de los
patriarcas San Francisco y Santo Domingo”.
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De otras imágenes se tiene noticia como es el caso de la imagen de Santo Tomás de
Aquino, de la que se informa que el 14 de mayo de 1793, el doctor don Lorenzo de
Mosquera hizo donación a los padres de Santo Domingo de una imagen del angélico
doctor Santo Tomas de Aquino (Bueno y Quijano, 1945). En la donación manifiesta
haber traído de Quito la imagen, y que por conducto del señor Francisco Antonio
Arboleda, se le trajo de España la túnica bordada de oro, el manto y capilla de
terciopelo negro y un bonete de lo mismo, bordado todo de oro. Con un valor todo
esto de 600 pesos. El Fray Juan Albán, prior del convento de esa época, acepto la
donación.
Foto 6. Santo Domingo de Guzmán Foto 7. Santo Tomás de Aquino Foto 8. Virgen de la Soledad
Es a partir del proceso independista, el dislocamiento del orden colonial y en este caso
la extinción del convento de los padres dominicos que las cofradías más importantes
pasaron a manos de las familias hegemónicas locales, quienes “mantuvieron y
realzaron el esplendor de las fiestas, así como el funcionamiento de tales instituciones
a cambio de mantener en alguna mediada la vigencia de su privilegiada posición”
(Hartmann & Velásquez, 2004).
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La cofradía de los dominicos tuvo, particularmente miembros laicos entre ellos la
familia Arboleda como ya se aludió a sus personajes mencionados por el Deán de la
catedral en 1728. Por esto es que con la desaparición del convento en 1826, Ley de
extinción de los conventos menores, la cofradía pasa totalmente al poder de esta
familia. En el año de 1832 fue restablecida por el vicario general de la orden de
predicadores hasta mediados del siglo XIX, cuando definitivamente la retoma la
familia Arboleda extinguiéndose la cofradía a comienzos del presente siglo.
Es importante anotar que los bienes muebles que conforman la actual colección
responden a cambios en los que algunos no coinciden en presencia, con los que han
sido reseñados por la bibliografía consultada.
A esta colección pertenecen varias imágenes que hacen parte de los pasos
procesionales del viernes santo denominada como Procesión del Santo Entierro de
Cristo. Algunas de esta imágenes son del siglo XVIII (ángel del paso de “La Muerte”,
María Salome, Varón del Martillo, Varón de las Tenazas, El Santo Cristo, Santo
Sepulcro, San Juan Evangelista y la virgen de la Soledad) y las otras, más recientes son
del siglo XX (La Verónica, La Magdalena, Cristo Yacente, La Piedad, El Cristo del
Descendimiento), este último es obra del artista ecuatoriano Alcides Montesdeoca de
quien se identificaron además, esculturas que se encuentran en otros templos de la
ciudad de Popayán como el aludido anteriormente templo de La Encarnación. La
Piedad es una talla payanesa de Alfonso de los Reyes P.
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la segunda mitad del siglo XIX, fundando la Casa Raffl en París3, desde donde se
exportaron especialmente las imágenes en yeso y artículos de uso religioso a distintos
lugares. Esta imagen pudo haber llegado entre 1857 y 1903, auge comercial de la casa
mencionada, ya que ésta entra en crisis y desaparece, parece ser, antes de la mitad del
siglo XX. Cabe señalar que las obras firmadas por Raffl son hoy muy apetecidas en las
casas de subastas por coleccionistas. También se resaltan las pinturas de Nuestra
Señora de Chiquinquirá, con su marco, y la del Sagrado Corazón.
Foto 9. Nuestra
Foto 10. Nuestra Señora de Chiquinquirá Foto 11. Sagrado Corazón
Señora de Lourdes
3 http://www.e-monumen.net/index.php?option=com_nomen&nomenTask=nomenDetails&nomenId=462
consultada el 12 de mayo de 2014
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Foto 13. Lámpara central y Foto 14. Vitral donado por la familia
artesonado del siglo XX Ayerbe González a mediados del siglo XX
Se identifican otros bienes, que poco son citados en la bibliografía consultada y que se
consideran de gran importancia por su carácter utilitario como elementos
relacionados con el culto. Dentro de este grupo se encuentran cinco (5) campanas,
distinguiéndose una de ellas, de forma japonesa, con una característica especial y es
que el badajo es en madera, pero tiene un recubrimiento metálico para acentuar el
sonido y carece de masa en el extremo inferior. Lo interesante de una campana como
la de Popayán radica en el ejemplo de las campanas que había en los templos jesuitas
en Japón, de los cuales pocos
ejemplos se conservan. Estas
campanas son una
interesante mezcla, pues
tienen el cuerpo tradicional
de las tsurigane4, pero tienen
labio, como las católicas, así
mismo tienen inscripciones o
símbolos católicos y la
presencia de un badajo
interior.
Foto 16. Campana de forma
Foto 15. Típica campana católica
japonesa
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Las campanas tradicionales japonesas asociadas al culto del budismo zen se denominan Bonsho o tsurigane, son
campanas en las que el cuerpo baja recto y carecen de labio, diferentes a las típicas campanas católicas en las
cuales el cuerpo se abre paulatinamente hasta el labio, de mayor extensión aún y con badajo metálico en el interior
con terminación en masa. Así mismo las tsurigane carecen de badajo y son tañidas mediante un tronco de madera
desde la parte exterior.
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Otro de los bienes registrados de carácter utilitario y que
se encuentra marcado y fechado fue un confesionario
ubicado en la nave norte y contiguo a la torre-campanario,
que presenta una lámina con la siguiente inscripción: C.E.
CAÑAR / DE POPAYAN / 1955.
Santiago F. Wood
La sagrada Biblia
Impreso, 1882
32 x 27 x 11 cm
Reg. 5854
Donada por Lucila
González Guerrero
y María Cecilia
González de Gómez
(7.9.2006) Foto 18. La Sagrada Biblia (Templo de Foto 19. La Sagrada Biblia (Museo
Santo Domingo, Popayán) Nacional)
5http://www.museonacional.gov.co/colecciones/pieza-del-mes/pieza-del-mes-
2007/Paginas/Diciembre%2007.aspx consultada en marzo de 2014
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2.1. Lista preliminar de bienes identificados
A continuación se relacionan los bienes incluidos en las listas preliminares y sobre los
cuales se realizaron los inventarios. En la columna de la izquierda se han numerado
consecutivamente los bienes, solamente como referencia para contabilizar y
relacionarlos con las fotografías (aplica solo para aquellos sobre los cuales no se
realizó inventario); en la columna central se encuentra el título o nombre de los
bienes y en la columna de la derecha, se encuentra el código de identificación nacional
asignado a los bienes sobre los que se levantó el inventario. El levantamiento de los
inventarios incluye actividades de marcación, fotografías, mediciones, descripción
formal, entre otros.
Consecutivo Titulo o nombre del bien, conjunto o juego Código Nacional Inventario
00001 Nuestra Señora de Chiquinquirá (pintura) 01-02-03-01-19-001-000553
00002 Marco de Nuestra Señora de Chiquinquirá 01-02-03-01-19-001-000553-ER-001
00003 Sagrado Corazón de Jesús (pintura) 01-02-03-01-19-001-000557
00004 Marco del Sagrado Corazón de Jesús 01-02-03-01-19-001-000557-ER-001
00005 San Joaquín 01-02-03-02-19-001-000429
00006 Santa Ana 01-02-03-02-19-001-000431
00007 Nuestra Señora de Lourdes 01-02-03-02-19-001-000435
00008 Cristo Resucitado 01-02-03-02-19-001-000436
00009 Cristo Resucitado 01-02-03-02-19-001-000437
00010 Santo Domingo Guzmán 01-02-03-02-19-001-000439
00011 Virgen del Rosario 01-02-03-02-19-001-000440
00012 Virgen del Rosario 01-02-03-02-19-001-000458
00013 Peana 01-02-03-02-19-001-000458-ER-001
00014 San José 01-02-03-02-19-001-000463
00015 San Vicente Ferrer 01-02-03-02-19-001-000465
00016 Santo Tomás de Aquino 01-02-03-02-19-001-000467
00017 Cristo Crucificado 01-02-03-02-19-001-000469
00018 Cruz 01-02-04-01-19-001-000167
00019 Retablo Mayor 01-02-04-03-19-001-000513
00020 Sagrario 01-02-04-03-19-001-000515
00021 Retablo de San José 01-02-04-03-19-001-000517
00022 Retablo de San Vicente Ferrer 01-02-04-03-19-001-000519
00023 Retablo de Cristo Resucitado 01-02-04-03-19-001-000531
00024 Retablo Santo Tomás de Aquino 01-02-04-03-19-001-000532
00025 Retablo Santo Domingo de Guzmán 01-02-04-03-19-001-000533
00026 Juego de Candelabros (2) 01-02-04-03-19-001-000534
00027 Juego de sillas Fraileras (3) 01-02-04-03-19-001-000535
00028 Conjunto de reclinatorios con sillas (8 juegos) 01-02-04-03-19-001-000537
00029 Retablo Santo Cristo 01-02-04-03-19-001-000540
00030 Retablo de Nuestra Señora de Lourdes 01-02-04-03-19-001-000542
00031 Retablo La Piedad 01-02-04-03-19-001-000544
00032 Púlpito 01-02-04-03-19-001-000545
00033 Juego de Confesionarios 01-02-04-03-19-001-000564
00034 Confesionario 01-02-04-03-19-001-000564-ER-001
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00035 Confesionario 01-02-04-03-19-001-000566
00036 Confesionario 01-02-04-03-19-001-000567
00037 Campana 01-02-04-14-19-001-000515
00038 Campana 01-02-04-14-19-001-000516
00039 Campana 01-02-04-14-19-001-000517
00040 Campana 01-02-04-14-19-001-000520
00041 Campana 01-02-04-14-19-001-000521
00042 Pila Bautismal 01-02-04-15-19-001-000518
00043 Artesonado 01-02-04-15-19-001-000519
00044 Sagrada Biblia 01-02-05-05-19-001-000534
00045 Paso procesional “El Varón del Martillo”
01-02-08-01-19-001-000405
(escultura Varón del Martillo)
00046 Paso procesional “El Varón de las Tenazas”
01-02-08-01-19-001-000406
(Varón de las Tenazas)
00047
Paso procesional “El Santo Sepulcro”
00048 01-02-08-01-19-001-000407
(Sepulcro, escultura Cristo Yacente y Anda)
00049
00050 Paso procesional “El Descendimiento”
01-02-08-01-19-001-000408
(escultura Cristo y cruz)
00051 Paso procesional “La Virgen de la Soledad”
01-02-08-01-19-001-000409
(escultura Virgen de la Soledad)
00052 Paso procesional “El Santo Cristo”
01-02-08-01-19-001-000410
(escultura Cristo y cruz en el retablo)
00053 Paso procesional “La Piedad”
01-02-08-01-19-001-000411
(esculturas Virgen y Cristo)
00054 Paso procesional “La Muerte” (escultura
01-02-08-01-19-001-000414
ángel)
00055 Paso procesional “El Traslado de Cristo al
00056 Sepulcro” (esculturas de Cristo del Traslado, 01-02-08-01-19-001-000415
00057 José de Arimatea y Nicodemo)
00058 Dragón No se incluyó en inventario
00059 Esqueleto No se incluyó en inventario
00060 Aureola No se incluyó en inventario
00061 La Verónica No se incluyó en inventario
00062 San Juan Evangelista No se incluyó en inventario
00063 La Magdalena No se incluyó en inventario
00064 Ornamentación Cielo Raso No se incluyó en inventario
00065 Cancel No se incluyó en inventario
00066 Vitral (Torre-campanario) No se incluyó en inventario
00067 Vitral (Capilla lateral norte) No se incluyó en inventario
00068 Rejas No se incluyó en inventario
00069 Retablo No se incluyó en inventario
00070 Ciriales No se incluyó en inventario
00071 Cruz de la sacristía No se incluyó en inventario
00072 Candelabros No se incluyó en inventario
00073 Portada No se incluyó en inventario
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00074 Puertas (3) No se incluyó en inventario
00075 Escudo No se incluyó en inventario
00076 Placa No se incluyó en inventario
00077 Peana No se incluyó en inventario
00078 Lámparas No se incluyó en inventario
00079 Lavabo No se incluyó en inventario
00080 Esculturas (x8) No se incluyó en inventario
00081 Secreter No se incluyó en inventario
Al respecto es preciso aclarar que los bienes que fueron incluidos en el inventario
levantado en el año 2014, son el resultado de la selección de bienes propuesto en las
listas preliminares del 2012, las decisiones tomadas en conjunto con el Ministerio de
Cultura y las facilidades de acceso que se tuvo frente a algunos de los bienes
propuestos. Con respecto a los pasos procesionales, se contemplaron únicamente los
bienes que se encontraban al interior de los templos objeto de este proyecto (Templo
de Santo Domingo y Templo de la Encarnación).
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3.1. Los espacios de almacenamiento
A. Iglesia
Foto 20. Filtraciones en el techo afectando los tirantes que Foto 21. Filtraciones sobre el muro testero. Desprendimientos
forman la artesa de la nave central de revoques
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Camarín: este espacio presenta filtraciones por el
techo y las ventanas, ocasionando pérdida de cielo
raso, que se incrementa por la presencia de
deterioro biológico afectando la madera. Se
almacenan allí materiales y objetos de diferentes
naturaleza.
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Foto 27. Filtraciones sobre mezzanine Foto 28. Estado de las esculturas de farol ubicadas en el mezzanine
Por último, al llegar al campanario desde el coro, se observa que no se cuenta con un
acceso adecuado (escaleras) y el mantenimiento y limpieza de este lugar es mínimo,
situación que se agrava por la incidencia de las palomas que llegan a este espacio,
afectando el espacio en general, y en particular, las campanas.
Foto 29. Acceso al primer nivel del Foto 30. Escaleras de acceso a la parte alta
campanario desde el coro del campanario
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Foto 31. Estado actual del campanario, segundo nivel Foto 32. Acumulación de excrementos de paloma
B. Biblioteca
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Foto 36. Restos de palomas al interior de la
biblioteca (plumas) Foto 37. Almacenamiento del
Foto 35. Almacenamiento de la
cuadro del Sagrado Corazón de
Sagrada Biblia
Jesús
3.2. La colección
En este templo los bienes se pueden dividir en cuatro grandes grupos de acuerdo a su
naturaleza: madera, caballete, metal y papel. Evidentemente los bienes que mejor
estado de conservación presentan son los que están relacionados con las procesiones
de Semana Santa.
Un conjunto amplio de bienes en madera son las esculturas, las cuales en general se
encuentran en buen estado de conservación, pues la estabilidad del soporte es
bastante buena, a pesar del paso del tiempo y de la presencia puntual de ataque
biológico, solo presentándose casos puntuales que se consideran graves. Es bastante
probable que el tipo de madera y de los procesos de secado e inmunización sean de
muy alta calidad, pero también se han de considerar las intervenciones que se han
realizado sobre las imágenes, principalmente las de carácter procesional, algunas de
ellas, modificadas a partir de otras imágenes, como el caso de las esculturas
correspondientes a José de Arimatea y Nicodemo. El ataque de xilófagos sobre las
esculturas se hace evidente en las que se encuentran en el mezzanine hacia el coro y
una imagen de Cristo Resucitado, esta última presenta debilitamiento del soporte por
ataque de insectos.
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Foto 38. Faltantes en pie y peana
Foto 39. Faltantes y debilitamiento del soporte por ataque de insectos.
de Cristo Resucitado por ataque de
Imagen de Cristo Resucitado
insectos
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Aunque muchas de las esculturas son de vestir o llevan vestuario (aun siendo de bulto
redondo policromadas), estos se han cambiado y es bastante probable que no sean los
originales, por lo que estos vestidos no son tenidos en cuenta en el diagnóstico, por la
naturaleza contemporánea y cambiante de los mismos. Al respecto se debe aclarar
que las imágenes pertenecientes a los pasos procesionales llevan un vestuario
diferente al que generalmente presentan en su emplazamiento en el templo. El cambio
constante en los vestidos ha generado intervenciones en el soporte mediante
puntillas, tornillos, armellas, ganchos y chinches, que son utilizados para sostener los
vestidos y otras vestiduras como mangas, cuellos y túnicas. Se debe evaluar
puntualmente la pertinencia de emplear estos elementos, ya que debido a su
naturaleza metálica, oxidan el soporte, pero además generan puertas de entrada a
xilófagos y otros insectos.
Foto 41. Espalda de San Vicente de Ferrer. Se observan las intervenciones que ha sufrido en la
policromía y los diferentes agujeros generados para sostener el vestuario que lleva
Otro grupo muy importante de madera son los retablos, que se pueden dividir en los
retablos laterales y el retablo mayor. En el primer caso, los retablos se encuentran en
regular estado de conservación, pues además de tener gran suciedad, presentan
ataque biológico (aunque de desarrollo lento y en zonas puntuales) y pérdida de
elementos decorativos como apliques y molduras, además de intervenciones
anteriores (estructurales y de dorados). Es importante anotar que los retablos
laterales se encuentran estables7, probablemente por la calidad de la madera y de los
procesos de secado e inmunizado. Al respecto también se debe mencionar que
7Se aclara que solo se hizo una revisión general de estos bienes, pero para confirmar esta información
se deberán realizar los estudios correspondientes.
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después del terremoto de 1983, el templo de Santo Domingo fue intervenido y es
factible que algunos elementos hayan sido modificados. Actualmente los retablos
laterales se ven más deteriorados por cuestiones estéticas que por cuestiones del
soporte, aunque se debe prestar atención al ataque biológico (insectos) y humedad de
los muros (ambiente propicio para el desarrollo arañas en la parte posterior de la
mayoría de los retablos).
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Foto 47. Intervención en el sotabanco, banco y guardapolvos
Foto 46. Intervención en el sotabanco y sagrario
laterales (pintura dorada en esmalte). Retablo Nuestra Señora de
(pintura dorada en esmalte). Retablo San José
Lourdes
Foto 48. Parte interna del retablo mayor, hacia muto Foto 49. Ensambles y sistema de unión del retablo mayor
testero con el muro testero
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Foto 51. Reverso de la imagen de San Sebastián en al remate del
Foto 50. Parte interna del retablo mayor, retablo mayor. Presenta intervenciones en las zonas de fisuras
hacia muto testero
Otro bien mueble de madera es el púlpito, que presenta deterioro biológico, desajuste
de piezas y faltantes de elementos en el tornavoz.
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El grupo de caballete se encuentra conformado por dos pinturas; una corresponde al
cuadro del Sagrado Corazón de Jesús, que se
encuentra en mal estado, debido a los
deterioros del soporte textil, el bastidor y a las
intervenciones anteriores (ver fotos 11 y 54).
Este bien debe ser objeto de intervención
prioritaria, pues además se encuentra
descontextualizado de su función original y en
la actualidad está mal almacenado. Por su parte,
el marco tiene estabilidad estructural, pero
tiene mucha suciedad y ataque biológico. La
otra obra de caballete es la imagen de Nuestra
Señora se Chiquinquirá que presenta regular
estado de conservación, debido a la
deformación del plano, el oscurecimiento de la
capa de protección y la pérdida de elementos Foto 55. Reverso del cuadro del Sagrado
(corona niño, luna, cetro), sin representar un Corazón de Jesús, se observan manchas,
parches y desprendimiento del bastidor
deterioro grave a nivel estructural (ver foto 10).
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Foto 56. Estado del campanario de Santo Domingo después del terremoto de 19839
Foto 57. Fractura en campana y oxidación Foto 58. Fractura en campana y oxidación
Foto 59. Acumulación de excrementos de paloma Foto 60. Acumulación de excrementos de paloma
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Finalmente se encuentra el grupo de papel (bienes documentales), dentro del que
registró la Sagrada Biblia. Este bien presenta deterioro biológico sobre el cuerpo del
libro, en las tapas y lomo se presenta deformación y abrasiones en la superficie,
además se encontró un código adhesivo sobre la tapa anterior.
Foto 61. Deterioro biológico en la Sagrada Biblia Foto 62. Adhesivo sobre tapa anterior
Conceptualmente se parte que los valores marco son el valor histórico, el estético y el
simbólico que como atribuciones, apreciaciones otorgadas por un sujeto entendido
como individual o colectivo según un contexto histórico cultural, logran tener una
representatividad de pertenencia, identitaria o de memoria para una o más
comunidades.
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bien o práctica por su capacidad de manifestar maneras de ver y sentir el mundo, de
ser un vinculante social que reactiva, renueva y actualiza emociones, deseos e ideales
construidos en el tiempo e interiorizados como formas de memoria.
Si bien estos valores parten de unos criterios como los de: antigüedad, autoría,
autenticidad, constitución del bien, forma, estado de conservación, contexto
ambiental, contexto urbano, contexto físico, representatividad y contextualización
sociocultural, en el caso de las colecciones estudiadas e inventariadas, como ya se
había manifestado en los aspectos y consideraciones, no pueden ser aplicados
literalmente en especial en cuanto a una homogeneidad en la antigüedad o
autenticidad ya que con estos criterios la apreciación de los bienes en su conjunto de
cada inmueble implicaría desconocer precisamente su realidad en la trayectoria de
sus producciones, temporalidad constituida precisamente por los diversos aspectos ya
señalados y que agregan valores por ellos mismos.
Se consideran que tanto los bienes tipificados como antiguos – periodo colonial hasta
1920- como los bienes recientes que conforman la colección documentan y
testimonian diferentes épocas y acontecimientos; constituyen la importancia y
significación del templo a lo largo del tiempo, siendo aún un lugar de referencia en los
procesos sociales y prácticas de religiosidad.
Aunque, y es común para este tipo de colecciones, solo se identifican algunos de los
autores que elaboraron y produjeron los bienes de carácter religioso y asociados a
éste, unos pertenecen al periodo colonial y otros a épocas recientes. Es así que se
identificaron nombres como el clérigo arquitecto Marcelino Pérez de Arroyo (1764-
1883) y, el artista quiteño Pedro Tello (entre finales del siglo XVIII y el siglo XIX) y sus
discípulos Antonio Rojas y José Caicedo, como autores del altar mayor. Este último,
también se identifica como el artista que doró y pintó el púlpito diseñado por
Francisco José de Caldas siguiendo el modelo del retablo mayor.
De la colección de bienes muebles se destacan los retablos por sus valores estéticos,
así como las esculturas de Santo Domingo de Guzmán, Santo Tomás de Aquino, San
Joaquín, Santa Ana, en los que se aprecia buena técnica de escultura, aunque estas dos
últimas puedan ser reproducciones, están bien logradas. También se resaltan obras
como la pintura de Nuestra Señora de Chiquinquirá junto con su marco -tal vez de las
obras más antiguas que se conservan en el mismo lugar de la época colonial; y la
mencionada imagen en yeso de Nuestra Señora de Lourdes imagen francesa entre
1857 y 1903.
Por el papel de difusión del santoral católico que cumplían los retablos para la época
su elaboración es muy esmerada en el trabajo de talla, policromía y dorado, cabe
anotar en especial el retablo de la Piedad. Esta idea se mantiene y renueva con el
excelente trabajo logrado en el confesionario ya mencionado del siglo XX (Cañar
1955) ubicado en la nave norte, contigua a la torre-campanario, en donde este nuevo
bien se relaciona armónicamente con los retablos laterales que allí se encuentran.
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Es importante mencionar la campana japonesa que presenta características de diseño
distintivas y se resalta su forma y su badajo.
En general la Iglesia de Santo Domingo cuenta con un valor simbólico muy importante
junto con sus bienes muebles por tratarse del lugar desde donde se da inicio a la
procesión del Viernes Santo, denominada como “La Muerte”. En este sentido, el valor
simbólico radica principalmente y con énfasis en las imágenes asociadas a esta
procesión, pero en general con la iglesia y los bienes que allí se encuentran, ya que es
un espacio de encuentro para la organización y armado de los pasos, adornándolos e
imprimiendo un significado especial a esta celebración.
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4.1.4. Significación cultural
Para la comunidad, las imágenes que allí se conservan, son representativas de las
tradiciones que se mantienen en la ciudad, hablan de su historia y de su cultura.
Cuentan con reconocimiento por parte de los pobladores locales, pero también de los
turistas, que año tras año llegan a la ciudad y visitan este templo.
RECOMENDACIONES
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cuentan con una declaratoria especial, se reconocen como colección y su conservación
requiere de la definición de proyectos especiales y concretos.
Uno de los puntos más relevantes que se deberán incluir dentro de los PEMP en esta
colección será el de acciones en casos de emergencia y se plantearán en concordancia
con las situaciones que se han presentado previamente, con el fin de estar preparados.
La conservación de los bienes identificados y almacenados en el Templo de Santo
Domingo, inicia con adecuados programas de preservación y contando con
almacenamientos adecuados.
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LISTADO DE FOTOGRAFÍAS
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BIBLIOGRAFÍA
Trabajos citados
Arboleda Llorente, J. M. (1966). Popayán a través del arte y la historia (Vol. I).
Popayán: Universidad del Cauca.
Junta Pro Semana Santa. (2002). Procesiones de Popayán. Arte y Tradición. . Popayán:
Ed. López.
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Guatemala, 2002 (págs. 896-903). Guatemala: Museo Nacional de Arqueología y
Etnología.
Ortiz, F. (18 de 06 de 2014). Restauración del Teatro Municipal Guillermo Valencia. (C.
Leiva, & S. López, Entrevistadores)
Téllez, G., & Castrillón, D. (1996). Popayán Colombia: Guía ciudad histórica. Picasa.
Velasco Mosquera, J. (06 de Mayo de 2014). Restauración Templo de San José. (C.
Leiva, & S. López, Entrevistadores)
Textos complementarios
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Morais Vallejo, E. (2005). La introducción de las formas barrocas de los conventos
femeninos de la provincia de León (España). Ed. Universidad de León, España.
Prensa / Internet
Los conventos femeninos en Hispoamérica. En:
http://132.248.9.195/pdtestdf/0312151/A4.pdf
Entrevistas
Manuel Tovar /Síndico del paso del Cristo de la Angustias, miembro de la Junta Pro
Semana Santa. Entrevista realizada el 14/03/2014.
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