La violencia no tiene género
Violencia en el noviazgo disfrazado de amor
¨Muchos creen que por ser tu pareja no te va a hacer daño, que lo único que quiere es
cuidarte, pero en muchas ocasiones no es así¨
Por: Abigaíl Benavides y Allison Chavarría
La emoción de salir de la secundaria y tener nuevas experiencias en la universidad, hacen
que Huete. L, una chica de 17 años, alta, guapa, cabello largo y negro, de tez blanca, con un
cuerpo muy trabajado; tenga sus aspiraciones en tener una relación muy bonita con un
chico que pretende conocer en su aula de clases, o en los pasillos de un recinto
universitario. La ilusión de ésta chica luego de un tiempo de estar en clases, se vuelve
realidad; conoce a un chico muy apuesto y amable con quien quiere compartir todos sus
momentos. Parecen estar muy enamorados, cualquiera que los ve, diría eso; buscan estar
siempre juntos y mostrarle al mundo que son la pareja perfecta presumiendo su gran amor.
Lo que nadie ve, es cuando están en privado, reclamándose mutuamente cuando alguno
habla con otra persona, cuando se controlan los likes o comentarios de las redes sociales,
las salidas con amigos o amigas; y más allá de eso cuando se insultan o incluso se bofetean
estando enojados por algún acontecimiento y al rato se manifiestan amor y repitan la misma
frase: - ¡No fue nada mor, sólo contigo quiero estar! Cayendo nuevamente al ciclo de
violencia que están llevando.
En el primer año de Comunicación para el Desarrollo de la UNAN Managua, Arguello
(2020) se refiere a la violencia en el noviazgo como ¨el no darle paz a tu pareja, si le causas
molestias con escenas de celos, control, maltrato verbal; lo que llaman "tóxico" al no darle
su espacio, al no escucharlo. Para mí eso es violencia, no necesariamente es sólo cuando se
recurre a los golpes¨. Así como él, algunos jóvenes manifestaron lo mismo, ya que muchos
de ellos opinan que en la actualidad el controlar las redes sociales de tu pareja, es una
prueba de fidelidad y está siendo normalizado por las mismas personas que lo practican,
aduciendo que es simplemente para poder confiar en la relación. Sin embargo, ésta práctica
no es más que una conducta de violencia que puede tomarse como costumbre, para luego
dar paso a otras acciones más peligrosas que se desarrollan por no respetar la autonomía del
otro individuo.
Destruida por amor
Muchos creen que por ser tu pareja no te va a hacer daño, que lo único que quiere es
cuidarte, pero en muchas ocasiones no es así. Sofía, nos cuenta su historia con el que ahora
es su expareja. "Al principio todo fue lindo, pero al final me hizo mucho daño" dice ella
comenzando a relatar lo que pasó con Marcos. Se conocieron en secundaria, él era un año
mayor que ella, comenzaron con pláticas casuales en los pasillos del colegio, después se
agregaron a Facebook y las conversaciones casuales se volvieron una rutina; hablaban
desde que se levantaban hasta que se iban a dormir. Ella pensaba que había conocido a su
príncipe azul, pero más adelante se dió cuenta que no. Comenzó sexualizando todas las
fotos que le mandaba, incluso las más normales, eso causó constantes pleitos entre ellos.
Después comenzaron las manipulaciones para tener relaciones, Sofía pensaba que no debía
decirle que no "era mi novio, tenía que hacer lo que él quería¨. Yo pensaba que a veces
debemos hacer cosas que no nos gustan por los demás, la insistencia era tanta que decía que
sí, sólo para que me dejara tranquila.
Otro tema que los afectaba eran los celos, ella nos cuenta una pelea que tuvieron en una
ocasión por una foto que subió a twitter en la que salía la parte superior de su pecho, nada
más. Ella recuerda las palabras de Marcos "si algo es mío, no entiendo por qué el resto del
mundo tiene que verlo". Sofía también nos dice que cuando la relación terminó, ella quedó
muy mal, dependía tanto de él que sentía que no iba a poder estar sola, llegó a buscarlo en
muchas ocasiones y como ella estaba muy vulnerable él usaba eso para complacer sus
deseos sexuales. "Reconstruirme ha sido difícil, empecé de cero, y me di cuenta que aquello
fue abuso no sólo sexual, sino emocional y psicológico". Actualmente sigue trabajando en
su autoestima, su amor propio e intentando salir adelante, pero ella misma afirma, que,
aunque sea poco a poco y sea un trabajo largo, no se va a detener hasta que lo logre.
Alerta roja
La violencia en el noviazgo puede presentarse de distintas formas, así lo confirma el Centro
de Promoción de la Mujer Gregoria Apaza – CPMGA, que en colaboración con el Fondo de
Población de las Naciones Unidas– UNFPA divulga los tipos de violencia más reconocidos
que se ejercen en las relaciones de noviazgo. La violencia física se manifiesta como daño
corporal por acciones como pellizcos, jalones, patadas, cachetadas, hasta golpes; la
violencia psicológica que se refiere a todo acto que produzca la perturbación emocional,
disminución de la autoestima provocados por insultos, comparaciones, amenazas o
rechazos; del mismo modo la violencia sexual se presenta como cualquier acto que daña el
cuerpo y/o la sexualidad de la víctima, atentando contra su libertad dignidad e integridad
física, emocional y sexual.
En el aula de clases de Comunicación para el desarrollo, 15 estudiantes de 37 han sido
víctimas de violencia en el noviazgo, y aunque sea menor que la media, se evidencia que el
problema está presente. La psicóloga, Elba Martínez nos comenta lo peligroso de la serie de
elementos que genera el origen de la violencia, trayendo consigo comportamientos que los
jóvenes deben estar alertas para prevenir cualquier acto de éste tipo; ya que el agresor no
comenzará de inmediato con los golpes. Inicia de forma degradada, como el control que los
individuos ejercen a sus víctimas. Luego, siempre siguiendo niveles bajos de agresión,
desarrollan diferentes insultos, progresando lentamente a jalones, pasando a golpes hasta
llegar a la violencia sexual.
En la encuesta que se hizo a los estudiantes para éste reportaje, se les preguntó cuáles
creían que serían las razones por las que se de violencia en el noviazgo, 18 de cada 37
encuestados, indicaron que se debía a la inseguridad y desconfianza que desarrollaban
estando en una relación; y del mismo modo 15 individuos de 37, piensan que se debe a la
falta de amor propio. También 8 de cada 37 encuestados contestaron que se debía a temas
de problemas familiares (violencia) en la niñez, y que ahora que están grandes repiten el
patrón, y es que realmente el hogar, juega un papel muy importante en la formación de los
niños del mañana, ya que muchos padres normalizan el maltrato afirmando ¨si te pego es
porque te amo y quiero lo mejor para ti¨; es ahí donde se encuentran los orígenes de los
comportamientos violentos hacia la pareja. Así mismo se les hizo el cuestionamiento a los
estudiando si creen que la violencia en el noviazgo está siendo normalizada, confirmando
24 personas de 37 que creen que sí es así.
Violencia silenciosa
Uno de los pocos hombres quien se atreve a contarnos su historia, ya que otros se
avergüenzan pensando en que se cuestionará su virilidad, es.Mauro; un chico de 17 años,
alto, ojos negros, su distintiva cabellera colocha, de tez blanca, quien cursa su primer año
de la carrera. Relata que al principio de su relación de noviazgo todo era color rosa, pero a
raíz de tener más convivencia y confianza con su novia, ella se molestaba mucho por cosas
que él no consideraba malas, a tal punto que lo sofocaba. Con el tiempo esos enojos se
convirtieron en control e inseguridad, ella lo llamaba para todo, revisaba su última vez en
whatsapp y si no le contestaba al instante ella ya decía que le estaba siendo infiel. En una
ocasión nos cuenta que salió con unos amigos, al regresar a casa le informó a su novia que
ya iba a descansar; y la muchacha llegó a verificar si lo que decía era cierto. En otras
situaciones también cuenta que su novia le molestaba que tomara y saliera con sus amigos,
y le decía que mejor no lo hiciera; en varias ocasiones por la misma toxicidad de la relación
terminaron, pero regresaban a la semana porque la muchacha lo convencía que cambiaría.
Las historias mostradas en éste espacio, evidencian que no es necesario vivirlo para darse
cuenta que la problemática existe y que por la falta de información que se le da al tema, los
jóvenes están normalizando éste tipo de conductas. Llama la atención el caso de Huete. L,
quien aún es una joven que está sumergida en el mundo del ¨perfecto amor¨, aun sabiendo
que las acciones que ella y su pareja realizan no son correctas y que dañan su bienestar
emocional y físico; pero que ambos no están dispuestos a dejar por la dependencia que
tienen entre sí. Sofía, la chica quien expuso a Mateo, es un ejemplo para muchas mujeres,
porque está en su proceso de recuperación para amarse a ella misma para no volver a caer
en una relación de violencia. Y aunque muchos aún no lo crean, porque tienen la errónea
idea que a un hombre no le puede pasar un evento de violencia en su noviazgo, por ser el
¨sexo fuerte¨; Mauro nos ayuda a quitar esa percepción, ya que la violencia no tiene género.
El ciclo de la violencia en el noviazgo, refleja un patrón de abuso, dominio y manipulación
a las víctimas que pasan por esto. El agresor presenta un ciclo en el cual hace que su pareja
se encuentre atrapado, iniciando por la fase de acumulación de tensión, en donde pretende
cuestionar a su víctima sobre actos que considerada inapropiados, ejerce un maltrato
psicológico que evidencia pequeños incidentes como menosprecios, sarcasmos; el objetivo
de esta fase es desestabilizar a la víctima. La siguiente fase se destaca por la descarga de
tensiones acumuladas en la fase anterior, caracterizándose por ser la fase más corta pero la
que es más intensa, causando diferentes consecuencias en el individuo violentado. Cerrando
el ciclo nos acercamos a la fase de ¨luna de miel¨, como bien su nombre lo expresa, se trata
de una serie de conductas compensatorias por parte del agresor que tratan de prometer que
lo sucedido no pasará jamás, haciendo que la víctima lo perdone.
Los jóvenes de hoy en día están muy concientizados sobre lo que pasa en la sociedad y los
problemas que ésta presenta, pero a pesar de eso el acompañamiento y divulgación de
información por parte de la sociedad incide en el desarrollo de las¨¨ buenas relaciones
interpersonales que los mismos realicen. Para lograr ser un agente de cambio se necesita
valentía y esperanzas de poder tener un mundo mejor; no nos convirtamos en parte del
problema. Recordemos que la violencia no se expresa sólo en daños físicos, y que muchas
veces las palabras duelen más que los golpes. El noviazgo es una etapa de convivencia que
te ayuda a experimentar nuevas emociones y que se debe vivir con alegría; si sientes que tu
relación conlleva sufrimientos estudia si te conviene continuar. Cuando se calla la violencia
en el noviazgo nos volvemos cómplices y sicarios de nuestra propia felicidad.