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Rendimientos de los distintos sistemas de siembra utilizados en
el cultivo del ajo
Sistema de Siembra Rendimiento
Completamente manual 60-80 hTH/ha
Sembradora de discos(*) 4-5 hTH/ha
Sembradora neumática(*) 4-6 hTH/ha
(*) Con cinco cuerpos a 50 cm. entre ellos.
Nota:
Es necesario considerar una eficiencia entre el 0.7 para la plantadora de discos y
el 0.8 para la neumática. Está comprobado que entre el 80 y el 90% de los
bulbillos está hundido o, lo que es peor, invertido en la línea. Se debe hacer una
evaluación de costos, comparando la disminución del rendimiento del cultivo con
plantación mecánica frente al costo superior de la manual. Sólo de esta forma
podrán llegar a imponerse a la plantación tradicional.
Sembradora
La máquina es transportada y está constituida por una viga de 3, 4 ó 5 elementos
y 2 ruedas de arrastre. Cada elemento está fijado a la tolva. Comprende: un
chasis, una reja, un plato con 16 piezas, una tolva, dos ruedas de madera y un
agitador. Los platos están sincronizados con las ruedas de arrastre, cada pinza se
cierra cuando pasa por la tolva y se abre cuando pasa por encima del surco. Un
agitador facilita la evacuación de los ajos en la tolva.
Siembra manual
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La siembra manual no sólo es crítica por su costo, sino también por la
disponibilidad de mano de obra durante la época adecuada. La principal causa de
la escasez de este recurso radica en que la operación es muy cansada y se
realiza en condiciones climatológicas adversas (se planta en pleno invierno). Los
sistemas por completo mecanizados reducen el número de operarios a dos: el
tractorista y un peón. El sistema manual es la base de las explotaciones familiares
de tipo medio, ya que el empresario no suele contabilizar las jornadas de su propia
familia. De esta forma no es capaz de determinar con exactitud el costo de la
operación. Explotaciones con mayor dimensión necesitan organizar un sistema de
cuadrillas para realizar la siembra. El número de operarios es variable
distribuyéndose en hilera de forma perpendicular a las líneas de siembra.
Cada individuo (generalmente mujeres) se encarga de una línea colocando los
dientes a intervalos regulares según el marco de plantación. A la cintura se ata un
pequeño recipiente, una bolsa o paño doblado, donde almacena una pequeña
cantidad de bulbillos, que el capataz o el responsable de la cuadrilla le va
suministrando. El diente se localiza en el interior del pequeño surco realizado por
el marcado. El operario lo coloca, clavándolo ligeramente, con el extremo más
afilado -punta- hacia la superficie del terreno. Esta disposición es importante en
extremo por facilitar la brotación y emergencia de la plántula.
La siembra manual del ajo es costosa, pero en recompensa es muy homogénea y
garantiza, si los operarios son expertos, un cultivo en perfectas condiciones
iniciales. Al mismo tiempo que coloca el diente en el surco un plantador
experimentado puede realizar una selección sanitaria visual complementaria, si
bien esto no es frecuente por reducir el rendimiento global de la operación.
Preparación de los dientes para la siembra
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Una vez seleccionada el lote de ajos de acuerdo con los objetivos de la empresa,
se procede al desgrane o desgranado de los dientes o bulbillos. Estas son las
unidades de plantación propiamente dichas. El desgranado de los bulbos de ajo
de siembra se puede realizar de dos formas fundamentalmente: manual y
mecánica. La primera, más común en explotaciones de pequeño o mediano
tamaño familiares en gran medida, se basa en un desgarro manual del bulbo con
una selección visual por parte del operario. La segunda, corriente en grandes
explotaciones y en la producción para la industria, emplea maquinaria especial
para separar y cribar los dientes. La operación manual de desgrane de los bulbos
de ajo tiene grandes ventajas. Por un lado, permite una selección unidad por
unidad de los dientes que se van a plantar con posterioridad. De esta forma se
eliminan todos aquellos que manifiesten algún tipo de síntoma indeseable.
Por otro, las túnicas que lo protegen permanecen intactas si el operario es lo
suficientemente cuidadoso. La desventaja es evidente: su alto costo.
Explotaciones de tipo familiar o empresas agrarias que destinan una superficie
moderada utilizan, en gran medida, el desgranado de tipo manual. Se emplean
miembros de la propia familia u operarios que, por las fechas de siembra, en ese
momento se encuentran desocupados. Por lo tanto, el cultivo del ajo se utiliza
como alternativa para los meses, invernales, donde se reducen mucho las
operaciones culturales principales de la pequeña empresa agraria. Cuando el
volumen de la explotación o el área de cultivo es considerable, el desgranado
mecánico es fundamental. Las desventajas de estos sistemas son: daños
mecánicos en las túnicas de los dientes y la falta de selección sanitaria. La
ventaja, su costo mínimo. El sistema de desgranado mecánico de los bulbos más
extendido es el de rodillos de compresión a contragiro. La alimentación puede ser
por caída libre y, en este caso, los rodillos se colocan por pares en un bastidor
vertical.
La distancia entre ellos va disminuyendo de forma progresiva.
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Cuando la alimentación es horizontal, se utiliza una cinta transportadora que
conduce a los bulbos hacia una serie simple de rodillos que los aplasta sobre la
propia cinta.
Aunque los rodillos están acolchados es inevitable que durante el proceso de
desgranado se dañen, en mayor o menor medida, las túnicas de protección de los
dientes. La regulación de las distancias entre rodillos o entre rodillos y cinta es
fundamental para minimizar estos daños.
Si la plantación va a ser mecanizada es muy importante seleccionar con especial
cuidado los bulbos de forma que, a ser posible, tengan dientes de tamaño regular.
Los desgranadores podrán así ser regulados con mayor facilidad y los inevitables
daños serán minimizables.
Otro sistema de desgranado más evolucionado, desarrollado en California
(EEUU), utiliza chorros de aire comprimido dirigidos a la punta de los bulbos para
desgranarlos limpiamente. Este sistema, que no se encuentra con la información
disponible, puede ser el principio de la solución de la problemática de los daños en
los dientes provocados por este proceso. Es normal que las máquinas
desgranadoras lleven incorporadas cribas oscilatorias por lo que sólo se obtienen
los dientes más adecuados, respecto a sus dimensiones. En este caso, suele ser
una buena práctica el repasar los dientes de forma manual para eliminar los
defectuosos, dañados o enfermos. De hecho, si el lote es heterogéneo o si la
operación se ha realizado con prisas este repaso visual es absolutamente
necesario para no implicar problemas en la germinación y el posterior estado
sanitario del cultivo. Téngase en cuenta que hay que garantizar el natural
desarrollo de la planta por ser el ajo una actividad agrícola económicamente
delicada. El cribado manual o mecánico es necesario si la plantación va a
realizarse con máquina ya sea de accionamiento mecánico o neumático. Dado
que los cangilones, en el primer caso, o los alvéolos, en el segundo, tienen un
tamaño regular la morfología de los dientes tiene que estar acorde con los
mismos. También, por supuesto, puede realizarse la operación al revés: dadas las
características de los dientes.
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Marcos de plantación
El marco de plantación más extendido en las zonas ajeras es el de 50 cm y 15 cm
entre golpes, lo que proporciona una densidad de 133.333 pl/ha. La planta de ajo
es exigente en iluminación, ensayos encaminados a optimizar el marco de
plantación han concluido que una distancia entre golpes inferior a 10-12 cm. no es
aconsejable. A pesar de ello (Niel y Zunino, 1974), en las condiciones climáticas
francesas, recomiendan un marco de 60-80 cm. por 7-10 cm. En la práctica, sin
embargo, los agricultores prefieren marcos más amplios. La siembra en suelos
francos es la más frecuente, con independencia del marco. En realidad siempre
existe un ligero acaballonado en la fila debido a la labor cultural de aporque
mecánico. Cultivos de tipo hortícola, en pequeñas extensiones y con riego a pie,
es frecuente el cultivo en caballones verdaderos o en lomos. Con este sistema se
evita que el agua llegue a mojar la base de las plantas lo que provocaría
problemas sanitarios de importancia. La distancia entre caballones oscila entre
0.5 – 0.8 m y 0.1 – 0.15 m entre plantas en dos filas, paralelas o tresbolillo, a
ambas caras del caballón. Menos frecuentes son las plantaciones a 0.20 – 0.30 m
entre filas y 0.10 – 0.15 entre plantas, marco que recuerda al de la cebolla.
La densidad es muy elevada, 333.000 Pl/Ha, el cultivo debe realizarse en regadío
y no son de esperar grandes calibres en los bulbos. La bibliografía más antigua
sigue insistiendo en este tipo de marco. El mercado del ajo se inclina más por los
bulbos de gran tamaño que por las grandes producciones en kilos por hectárea,
por tanto los marcos tradicionales 0.5 x 0.15 m son los más adecuados.
La Universidad de California a través de sus servicios de extensión agraria,
recomienda una distancia entre filas del mismo tipo; sin embargo, dependiendo de
la variedad, una distancia entre golpes entre 0.08 – 0.13 m, lo que parece una
densidad demasiado elevada. La bibliografía más moderna recomienda un marco
de 0.35 – 0.50 m entre líneas y 0.10 – 0.15 m entre golpes.
Los nuevos cultivos brasileños del ajo adoptan un marco que varía entre 0.20 –
0.30 m de distancia entre filas y 0.075 – 0.10 m entre plantas. Los marcos de
plantación más bajos incrementan el calibre de bulbos producidos y, por
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consiguiente, su valor comercial. Cuando su destino sea el procesamiento
industrial (deshidratación, en gran medida) se deben elegir los más tupidos. Las
explotaciones de regadío admiten los marcos pesados, siempre y cuando la
iluminación sea suficiente, mientras que el secano impone los bajos. Superficies
con riego de auxilio los intermedios. Hay que tener una consideración muy
importante en cuenta a la hora de la elección de los marcos de alta densidad.
Distancias entre líneas que oscilan sobre los 25 cm. imposibilitan las labores entre
líneas y el control de malezas debe realizarse a base de herbicidas. La
profundidad más adecuada para la plantación de los dientes oscila entre los 4-6
cm, no debiéndose superar por ninguna circunstancia. Los suelos más ligeros
admiten las profundidades más grandes mientras que, en caso contrario, en
suelos arcillosos es preferible situarlos más superficialmente. La cantidad de
dientes necesaria para la plantación varía sobremanera en función del peso
unitario de los dientes, variable, a su vez, según el ecotipo o variedad elegida y el
calibre de los bulbos seleccionados. El porcentaje de dientes aptos para la
plantación oscila entre el 70-85% siempre y cuando sean lotes seleccionados
cuidadosamente.
Labores Culturales
Cuando la tierra dé punto, a los ocho o diez días después de aplicar el primer
riego, conviene dar una rastrillada en el lomo del surco para quitar unos 2 o 3 cm
de tierra con la finalidad de tumbar y desmoronar los terrones, emparejar el lomo
del surco, eliminar la maleza recién nacida, arropar la humedad y conseguir una
emergencia uniforme. Además, se sugiere dar de tres a cuatro cultivos durante el
ciclo para eliminar la maleza, arropar la humedad, mantener el suelo mullido y
lograr una mejor infiltración del agua de riego.
Procure que las rejas de la cultivadora se coloquen al centro del caño del surco
para no dañar las raíces.
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Los cultivos se pueden realizar con tractor o con yunta, pero con rejas pequeñas y
solamente en el último paso de la cultivadora se debe levantar el surco y "aporcar"
bien la planta.
Control de malezas
La eliminación de malezas se puede hacer por medio de control mecánico o
químico, o bien, hacer una combinación de ambos, con el fin de disminuir la
competencia por luz, agua y nutrimentos.
La población de malezas que aparecen durante el ciclo de cultivo es baja, debido
a las bajas temperaturas invernales que se presentan en la región, la cual puede
ser controlada con la rastrillada que se realiza después del primer riego y con unos
dos deshierbes manuales posteriores, para mantener el cultivo libre de malezas
hasta la cosecha. En el siguiente cuadro, se presentan los herbicidas utilizados
para el control de malezas, así como épocas de aplicación.
Después De La Siembra
Presiembra Antes que emerge la maleza Después que emerge El
Cultivo
Metam Sodium Bensulide Bromoxynil
Paraquat Pendimethalin Oxyfluorfen
Glyfosato Pendimethalin Y Oxyfluorfen Sethoxydim
Fluazifop-P-Butyl
Clethodim
Estos se encuentran en el mercado con diferentes nombres comerciales.
Anacuat
Dragocson
Fuego
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Gramoxone
Herbipol paraquat
Lucaquat
Paraquat Paraquat 200
Pardy
Secaquat
Secazones 25 SC
Tacsaquat
Thunder
Transquat
Velquat 25%
Arraza
Defensa
Faena
Faxone
Fiero
Glifogan 48 LS
Glyf 360
Herbipol Glifosato
Hopper
Labor 360
Glifosato Lafam
Lider
Machete
Newcap
Noble
Rival
Roundup 4AS
Rudo 43% LS
Sanfosato 360
Sankill
Velfosato
Bensulide Prefar 4-80 E
Pendimetalin Prowl 400
Prowl 330
Oxifluorfen Galigan 240 C.E.N.A
Goal 2XL
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Bromoxinil Brominal 240 CE
Buctril
Sethoxidim Poast
Fluazifop-Butil Fusilade BIW
Clethodim Prism
Select
Malezas Comunes En El Cultivo Del Ajo
Fuente: UC Pest Management Guidelines - Onion and Garlic
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Hordeum murinum ssp. leporinum Cebada liebre
Echinochloa crus-galli Zacate de agua
Cynodon dactylon Zacate bermuda
Convolvulus arvensis Enrredadera de campo
Poa annua Pasto azul
Phalaris canariensis Alpiste
Stellaria media Cola de zorra
Rumex spp. Lengua de vaca
Cuscuta spp. Enredadera o Fideillo
Erodium spp. Alfilerillo, agujas de pastor
Conyza canadensis Cola de caballo mantecosa
Conyza bonariensis Cola de caballo
Setaria spp. Pegajosa o Pegarropa
Chenopodium spp. Cola de zorra
Physalis spp. Pata de gallo
Sorghum halepense Zacate johnson
Polygonum arenastrum Oreja de ratón
Chenopodium album Quelite ceniso
Lactuca serriola Lechuga espinosa
Eragrostis spp. Zacate casamiento
Malva parviflora Malva silvestre
Ipomoea spp. Correhuela
Brassica spp. Mostaza
Urtica spp. Ortigas
Cyperus rotundus Coquillo
Cyperus esculentus Coquito o Zacate de agua
Avena fatua Avena loca
Panicum dichotomiflorum Zacate carricillo
Amaranthus spp. Quelite
Tribulus terrestris Cadillo, cabeza de toro
Portulaca oleracea Verdolaga
Raphanus raphanistrum Rabano silvestre
Sisymbrium irio Colea, colesilla
Sonchus spp. Falso diente de león
Helianthus spp. Girasol silvestre
Salsola tragus Rodadora o Maromera
Disminución del rendimiento de un cultivo de ajos en función de la
eliminación de malezas
( Agamalian Y Kurtz, 1989 )
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Periodo de tiempo entre la siembra y la % De disminución apreciado en el
eliminación de malezas rendimiento del cultivo
( días )
0 0
60 11.8
90 31.8
120 48.2
230 52.7
Herbicidas utilizados para el control de malezas en ajo.
Herbicida Dosis Época de aplicación
Dacthal W-75% (Clortal-dimetil) 10.0-12.0 kg/ha Al sembrar o posteriormente
Faena (Glifosato) 2.0-4.0 lt/ha Presiembra
Goal (Oxifluoren) 1.0-1.5 lt/ha Preemergente
Stomp-330 (Pendimetalin) 4.0 lt/ha Preemergente
Herbicidas de presiembra en el cultivo del ajo
I.Activo S. S. S. Dosis Observaciones
Ligeros Medios Pesados
Benfluralin Preemergencia de las