I.
- LA HISTORIA DE LA CIENCIA ¿QUÉ ES Y
PARA QUÉ ES?
INTRODUCCION.-
Por lejanas o distantes que parezcan, la historia y la ciencia tienen una
conexión indisoluble que nace en el momento mismo en que estos
campos del saber se constituyen. Es por ello que en las siguientes líneas
aspiro a que el lector encuentre claridad respecto a esta interesante
relación, misma que se halla en el quehacer del científico. Para
comenzar debemos entender qué es la historia.
La historia como una disciplina del campo de las ciencias sociales
reconstruye el pasado a partir de documentos y evidencias (de tipo
material y oral) que son clasificadas, valoradas, interpretadas,
cuestionadas y conectadas con otros hechos, mismas que se someten a
un análisis crítico con la intención de comprender y explicar las
dinámicas de las sociedades del pasado. La intención del historiador al
ejecutar esta tarea, es responder preguntas muy concretas que surgen
desde el presente y se plantean a partir de las necesidades de su tiempo.
Por lo tanto, la historiografía (que es la historia escrita desde la
indagación y la reflexión del pasado) narra, describe y explica el pasado
a la luz del presente.
¿QUÉ ES LA HISTORIA DE LA CIENCIA?
La historia de la ciencia no es un relato de hechos relacionados
cronológicamente, tampoco es una dialéctica de problemas y soluciones
de la práctica experimental, tampoco es la descripción de conjeturas y
refutaciones, o del reemplazo de prácticas, teorías, conceptos o
métodos. Se trata de una narrativa historiográfica que describe el
proceso de transformación y evolución de la acción cognitiva humana.
En ella se detalla la historicidad detrás de la experimentación y las
teorías que buscan comprender, aprehender e intervenir el mundo desde
los criterios de la racionalidad científica. En ese sentido, la historia de
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la ciencia explica la trayectoria que los seres humanos han seguido para
hallar soluciones a problemas concretos y conocer aspectos de la
realidad.2
En la narrativa de la historia de la ciencia, se detallan interconexiones
epistémicas y sociales que constituyen un contenido diacrónico donde
las transformaciones científicas y tecnológicas sólo se explican por una
red de relaciones y sucesiones causales de orden económico, político,
material, ambiental, cultural, religioso, espacial y epistémico.
En el carácter explicativo de la historia de la ciencia, la epistemología
(que es el estudio del conocimiento) incorpora una experiencia histórica
sobre la construcción, institucionalización y legitimidad de los
elementos normativos de la ciencia, su contexto de justificación, su
pretensión de verdad y los elementos prácticos, teóricos y
metodológicos. Sin dejar de lado la explicación sociocultural del
destierro o permanencia de nuevos criterios conceptuales. Por lo tanto,
la historia de la ciencia es, en sentido amplio, la ciencia misma.
HISTORIA DE LA CIENCIA, ¿PARA QUÉ?
De manera consciente o no, el científico usa a la historia de la ciencia
para situarse en un punto específico del desarrollo de determinado
conocimiento, para luego partir de ahí hacia nuevos postulados que le
conduzcan a resultados novedosos y, eventualmente, cambios de
paradigma. Por lo tanto, la historia de la ciencia tiene la capacidad de
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revelar procedimientos que devienen en confrontaciones que
desencadenan el avance de la ciencia.
En el siglo XXI, ante el desenfreno del desarrollo científico y
tecnológico, la sociedad experimenta incertidumbre y desorientación
ante la capacidad ilimitada de la ciencia y la tecnología para intervenir,
modificar y rediseñar el mundo natural. Incluso hoy en día es claro que
las innovaciones tecno científicas (de orden médico, de
telecomunicaciones, de producción de alimentos y de bienes de
consumo en general) están causando severos daños ambientales, sobre
todo ante la vulnerabilidad para controlar innovaciones
biotecnológicas. Ante esta preocupación del presente, la historia de la
ciencia llega para exponer –desde el pasado– las razones o las causas
culturales, políticas, económicas, espaciales y materiales por las que la
ciencia y la tecnología no sólo se impusieron como un conocimiento
válido para comprender y explicar el mundo, sino además, para
transformarlo y comercializarlo. De manera que el presente exige a la
historia análisis y explicaciones críticas que cuestionen el
posicionamiento del conocimiento tecno científico en el mundo actual.
La historia de la ciencia también cumple la función de resguardar el
patrimonio de los saberes locales. Esto quiere decir que cuando el
pasado científico de una región o de un país se pulveriza o desaparece,
la historia de la ciencia recupera y encuentra prácticas, teorías,
propuestas y obras de momentos y lugares con la intención de ubicar
originalidad, innovación e historicidad de los saberes en un tiempo y
espacio específico.
En esta misma dirección sucede que en la historia de la ciencia se
desentraña el proceso de construcción de una comunidad profesional y
científica, por ello tiene la capacidad de despertar reconocimiento e
identidad gremial. Ésa es la razón por la que en la historia de la ciencia
se encuentra el ethos (conducta, carácter, identidad) del científico, ya
que en la historia de la ciencia, como sucede con la historia en general,
se esboza un paisaje donde los seres humanos encuentran
reconocimiento e identidad. Este aspecto también se relaciona con el
hecho de que la historia de la ciencia sea un espejo que refleja los
términos con los que la ciencia construye las imágenes del futuro que
desea alcanzar en el universo de la naturaleza y los seres humanos, de
ahí que sirva para crear y administrar nuevas instituciones de educación
superior y mostrar los contenidos propios de cada profesión científica y
donde se encuentra, precisamente, uno de los usos de la memoria
científica.
Por otra parte, la historia de la ciencia sirve para visibilizar la forma en
que los seres humanos hemos establecido nuestra relación con el mundo
natural a partir de los criterios que establece la racionalidad científica,
así que en ella pueden hallarse las resignificaciones teóricas, prácticas,
discursivas e incluso ontológicas que la producción de conocimiento
otorga, en tiempo y espacio, a los seres vivos. De manera que la historia
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de la ciencia da cuenta de cómo es que los seres humanos hemos
capitalizado y administrado la naturaleza desde la producción de
conocimiento.
A MANERA DE CONCLUSIÓN
La historia de la ciencia es, en suma, la ciencia misma y la construcción
de su campo como disciplina y profesión. En ella se explica cómo es
que ésta llegó a ser lo que es, qué papel juega el científico en la
sociedad, cómo es que la ciencia y los científicos han cambiado al
mundo y cuáles han sido los factores por los que la ciencia se volvió un
instrumento válido para comprenderlo y medirlo.
La historia de la ciencia no sólo da cuenta de la evolución cognitiva,
conceptual y experimental de la ciencia, sino además, en ella se
manifiesta la capacidad para explicar cómo es que la ciencia se ha ido
insertando en la sociedad. En ese sentido no se divorcia de una mirada
crítica a los factores que condicionan la trayectoria de la ciencia, pero
tampoco deja de narrar las proezas de hombres y mujeres que han hecho
del conocimiento científico la herramienta más eficaz para resolver
muchos de los grandes problemas que enfrenta la sociedad.
II.- DEFINICION DE HISTORIA
La historia es la ciencia social que se encarga de estudiar
el pasado de la humanidad. Por otra parte, la palabra se utiliza para
definir al periódico histórico que se inicia con la aparición de la
escritura e incluso para referirse al pasado mismo.
Algunos ejemplos
Algunos ejemplos donde aparece el término: «Un experto en historia
aseguró que los primeros habitantes estables de la isla fueron
contrabandistas», «Mi relación con Johanna ya es historia», «El
jugador español hizo un gol que quedará en la historia de la
competencia».
La Gran Esfinge de Giza y las Pirámides de Giza, un lugar lleno de
historia
Estudio de la Historia
Las formas en la que la historia estudia los hechos trascendentes de
la vida de la humanidad pueden ser sincrónica (de la misma época),
relacionando hechos de la misma época con evoluciones o
consecuencias en la especie humana, o diacrónica (de épocas
diferentes), analizando hechos anteriores que puedan ser causas o
posteriores que sean consecuencia de un hecho o algo concerniente
a la propia especie. Los científicos que se especializan en historia,
son llamados historiadores.
Pueden mencionarse además dos enfoques en el campo de estudio
de la historia: el clásico (que toma a la historia como el periodo
surgido a partir del desarrollo de la escritura) y
el multiculturalista (que considera que la historia abarca las etapas
en las que es posible lograr una reconstrucción confiable de los
sucesos que inciden en el devenir social).
Según la historia clásica, los acontecimientos que tuvieron lugar
antes del periodo histórico pertenecen a la prehistoria, mientras que
aquellos hechos situados en el periodo de transición entre la
prehistoria y la historia son parte de la protohistoria.
Como en las ciencias sociales las cosas no se muestran de una
forma determinista, a causa de una falta de comprobación sólo
posible en las ciencias exactas, los fenómenos de la historia pueden
analizarse desde múltiples perspectivas y mostrar incluso hechos
contradictorios entre sí. Y, así como la historia no puede analizar el
pasado de forma determinista, tampoco puede predecir el futuro de
la humanidad a partir de datos empíricos. Con todo esto podemos
decir que para realizar un análisis histórico debe tenerse en cuenta
la libertad de cada individuo dentro del grupo social al que se estudia.
Otros conceptos relacionados
Es importante aclarar que pese a que ciertos conceptos que se
encuentran implicados en al historia, son absolutamente diferentes a
ella y no deben confundirse entre sí, estos son: la historiografía (que
abarca los procedimientos y las técnicas que permiten realizar una
descripción de un hecho ya sucedido), la historiología (destinada a
explicar cómo sucedieron los acontecimientos históricos) y
la historia en sí misma (o sea, los hechos que realmente tuvieron
lugar). En estos tres conceptos (historia, historiografía e
historiología), encontramos a los sucesos pasados, a la ciencia que
se dedica a analizarlos y a la epistemología correspondiente.
Tipos de fenómenos históricos
Los fenómenos que analiza la historia pueden ser de
tipo económico, político, social, artístico, cultural o religioso y se
diferencian entre sí por ser de corta, media o larga duración. Los
de corta duración son hechos puntuales, llamados también
acontecimientos, que se producen en unas horas o días, la caída de
las torres gemelas (11-S). Se considera un fenómeno de media
duración, los que son coyunturales y se desarrollan en un período de
pocos años, como la I Internacional. Por último, los de larga duración,
son los estructurales y su desarrollo puede durar hasta siglos, tal es
el caso del conflicto entre Palestina e Israel.
La Historia y su conexión con otras ciencias
Se considera que la historia es una ciencia porque intenta ser lo más
objetiva posible, dar un conocimiento demostrativo de los
hechos, buscando pruebas que respalden sus conclusiones. Dichas
pruebas se recogen a través de diferentes métodos, los cuales
pueden ser de alta especialización (tecnología de punta desarrollada
para extraer información de determinada fuente) o procedimientos
matemáticos (estadísticas, y datos que se extraen de la sociedad y
permiten analizar de la forma más empírica posible un fenómeno).
La sociología considera que el análisis de los fenómenos de la
historia debe tener presente algunos factores para desarrollarse,
como los sociales y los económicos, los cuales influyen no sólo en la
sociedad sino en cada individuo en particular. Además de
los factores geográficos, demográficos, sociales y políticos.
La Filosofía de la Historia es una especialización de la filosofía que
reflexiona sobre la significación de los hechos que forman parte
de la historia de la humanidad. Esta disciplina analiza la posible
existencia de un diseño, propósito o finalidad en el proceso histórico.
La historia se relaciona con otras ciencias para llevar a cabo sus
conclusiones. Necesita de la geografía para analizar las
consecuencias que ciertos fenómenos geográficos pueden obrar en
las decisiones de una sociedad, la arqueología para analizar el
pasado y entender a partir de él la actualidad y las matemáticas y
las estadísticas para contrastar datos que hayan juntado en sus
investigaciones.
III.- INTRODUCCION A LA HISTORIA.-
CONTENIDOS:
1. Concepto de Historia.
2. La Historia como ciencia: objeto de estudio y metodología de la
investigación histórica.
3. La Historia en el contexto de las ciencias sociales. La Historia y las
ciencias auxiliares
4. Concepto y clasificación de fuentes históricas.
5. El tiempo histórico: pasado, presente y futuro. Cronología y
periodización.
6. Edades de la Historia.
7. Conceptos de cultura y civilización.
DESARROLLO.-
1. Concepto de Historia
Se ha dicho alguna vez: “la Historia es la ciencia del pasado”, ahora
nos preguntamos, ¿de qué pasado? ¿De todo el pasado? No, del
pasado específicamente humano, porque la Historia como ciencia
implica a los humanos. Esta ciencia busca comprender a los
hombres.
El historiador no piensa sólo en lo humano, piensa en lo humano en
el tiempo. LA HISTORIA ES “LA CIENCIA DE LOS HOMBRES EN
EL TIEMPO”.
El pasado no explica todo nuestro presente, pero sí gran parte de él.
Quien quiera estudiar y comprender el presente, no puede quedarse
en él, sino que tiene que recurrir al pasado. La clave del estudio
histórico es descubrir la relación entre el pasado y el presente, puesto
que conociendo mejor el pasado se entiende mejor el presente y, de
esa forma, se puede actuar con mayor compromiso con lo que nos
rodea. La incomprensión del presente nace de la ignorancia del
pasado.
Es decir, la Historia interroga el pasado para comprender el presente
y plantear posibilidades para el futuro.
2. La Historia como ciencia: objeto de estudio y metodología de
la investigación histórica.
Para considerar a la Historia como “ciencia” ésta debe tener un objeto
de estudio propio (es decir, qué cosa estudia) y una metodología de
investigación (es decir, cómo lo estudia).
Por un lado, en cuanto al objeto de estudio, ya hemos dicho que la
Historia estudia a los hechos humanos del pasado. Y no a cualquier
hombre y no en cualquier tiempo; estudia los actos realizados por
hombres en un tiempo pasado que tienen importancia o influencia en
nuestro presente.
Por otro lado, en cuanto a la metodología de la investigación histórica,
los historiadores siguen ciertos pasos:
LA HISTORIA ES UNA CIENCIA SOCIAL QUE
ESTUDIA LOS HECHOS HUMANOS DEL
PASADO QUE INFLUYEN EN EL PRESENTE.
- Selección del problema que se va a investigar. A partir de la elección
del tema se formularán preguntas más precisas sobre cómo, dónde,
por qué sucedieron los hechos que se van a investigar.
- Elaboración de hipótesis. Las hipótesis son suposiciones que, a
través de la investigación, serán sometidas a la comprobación o a la
reformulación.
- Investigación. Las fuentes son todas las huellas que han dejado las
sociedades pasadas.
Pueden ser primarias o secundarias. Las fuentes primarias son los
testimonios (escritos, orales, materias, etc.) de los testigos directos
de los hechos que estudiamos. Las fuentes secundarias son las
investigaciones que los historiadores realizaron sobre el tema.
Elhistoriador utiliza tantos fuentes primarias como secundarias. [Ver
punto 4: concepto y clasificación de fuentes históricas]
En este paso el historiador analiza el contenido de las fuentes, las
compara y relaciona los datos extraídos con la hipótesis que se
planteó en un principio para comprobar si es verdadera o falsa.
- Elaboración de conclusiones y publicación. El historiador realiza una
síntesis de su trabajo con todo el material seleccionado y lo divulgará
mediante publicaciones de libros, conferencias, etc.
3. La Historia en el contexto de las ciencias sociales.
La Historia y las ciencias auxiliares La Historia integra el grupo de las
llamadas ciencias sociales, es decir, las ramas del saber humano que
se refieren al hombre como integrante de la sociedad, junto con la
sociología, la economía, el derecho, la geografía, etc. La mayoría de
las ciencias sociales no pueden establecer leyes de alcance
universal, a diferencia de las ciencias naturales que sí pueden. El
motivo por el cual las ciencias sociales no pueden formular leyes
universales reside en que al estudiar al hombre, y éste al ser libre es
impredecible en sus acciones. Es decir, no podemos decir “todos los
hombres actúan de determinada manera”.
Todas las ciencias buscan llegar a la verdad. En el caso de la
Historia, se busca llegar a la verdad con referencia a los hechos del
pasado humano.
¿Se puede reconstruir en su totalidad algo que sucedió en el pasado?
No, no se puede. Porque los rastros que llegan a nosotros son
incompletos, y sólo podemos reconstruir una parte de lo sucedido en
el pasado; por eso la verdad histórica se va modificando a medida
que van surgiendo nuevas investigaciones por parte de historiadores.
Además, las fuentes primarias no siempre son claras y precisas, es
por esto que la Historia requiere la colaboración de otras disciplinas,
consideradas ciencias auxiliares. Algunas son:
- Geografía: ayuda a reconocer el espacio donde se producen los
hechos del pasado.
- Antropología: estudia los restos humanos calificándolos de acuerdo
a sus caracteres más importantes.
- Arqueología: investiga los monumentos, ruinas, utensilios y demás
objetos materiales empleados en la antigüedad.
- La filología o la lingüística: compara y estudia idiomas para
comprender el contenido de fuentes escritas en idiomas antiguos ya
desaparecidos.
- La numismática: estudia monedas y medallas antiguas para
determinar su significado social y económico.
4. Concepto y clasificación de fuentes históricas
Como los acontecimientos del pasado no se pueden abordar de
forma directa, los historiadores buscan las huellas que ese pasado
ha dejado. Esas huellas son las fuentes de la Historia y se clasifican
en fuentes primarias y secundarias.
Las fuentes primarias son testimonios producidos en la época que
estamos estudiando.
Pueden ser:
Orales: relatos de los protagonistas.
Escritas: testimonios escritos como cartas personales, documentos
oficiales, publicaciones en diarios o revistas, etc.
Materiales: construcciones arquitectónicas, objetos usados en esa
época, monedas, pinturas, etc.
Gráficas o audiovisuales: imágenes, películas, grabaciones, música.
Biológicas: huesos, fósiles, etc.
Las fuentes secundarias son los trabajos realizados por otros
historiadores. Por ejemplo, un libro publicado sobre el tema que se
investigará, o el libro de Historia con el que trabajamos en clase.
5. El tiempo histórico: pasado, presente y futuro. Cronología y
periodización Cicerón decía que la historia era “maestra de
vida”.
No cabe duda de que la historia puede resultar una eficaz enseñanza;
el conocimiento del pasado sirve para entender la realidad actual y,
así como las personas aprenden de los errores cometidos en sus
vidas, la historia ayuda a tomar mejores decisiones para el futuro.
En resumen, la Historia estudia el pasado humano para comprender
el presente y encarar con mayor seguridad el porvenir. Así, cuando
hablamos de “tiempo histórico” no nos referimos sólo al pasado, lo
cual suele ser un error muy común, ya que en el estudio de la Historia
el pasado, el presente y el futuro se entrelazan.
La Historia necesita ubicar los sucesos en el tiempo. Para esto se
utiliza la cronología, ciencia que tiene por objeto determinar el orden
y las fechas de los acontecimientos históricos. Para medir la Historia
no se utilizan días o meses, tal como lo hacemos con los
acontecimientos de nuestra vida. En la Historia son necesarios
períodos más prolongados: años, siglos o milenios.
En la actualidad, la cronología más utilizada es el calendario cristiano
cuyo punto de partida es el nacimiento de Cristo. Todos los
acontecimientos anteriores a este hecho se ubican cronológicamente
descendentes; cuanto más alto es el número, más antigua es esa
fecha. A estas fechas se agrega la expresión “antes de Cristo”. Por
ejemplo, la aparición de la escritura data del año 3200 a.C.
aproximadamente.
Todos los acontecimientos ocurridos con posterioridad al nacimiento
de Cristo son ubicados en forma ascendente: cuanto mayor es el
número más cercano a nuestros días ocurrió el suceso. Estas fechas
pueden identificarse con la expresión “después de Cristo” o
solamente con la referencia al año.
Por ejemplo, podemos decir que la caída del Imperio Romano de
Occidente ocurrió en el 476 d.C. o en el 476.
Ejemplo representado en línea de tiempo
3200 a.C 0 476 d.C.
Primeros Nacimiento Caída del
documentos de Cristo Imperio
escritos Romano de
Occidente
Se conoce como periodización al campo de las ciencias sociales que
trata de dividir la Historia en distintos periodos. En historia la
periodización más amplia da periodos denominados edades,
mientras que la denominada época designan divisiones más breves
o locales. En el campo de la geología se utiliza la expresión eras (eras
geológicas).
No hay un acuerdo universal sobre la periodización en Historia,
aunque sí un consenso sobre las edades de la Historia de la
Civilización Occidental.
6. Edades de la Historia
Los historiadores han dividido la Historia en sucesivos períodos que
facilitan su estudio. Esta periodización que se conoce con el nombre
de edades de la historia fue formulada por historiadores europeos y
comprende una serie de etapas desde la prehistoria hasta la
actualidad. Los límites temporales de cada uno de estas edades
están determinados por acontecimientos considerados relevantes
que marcan el final de una etapa y el comienzo de otra.
Las edades de la Historia no deben entenderse como moldes rígidos
sino como períodos flexibles para facilitar el estudio. La periodización
de la Historia en edades es la siguiente:
PREHISTORIA: es el período que abarca desde la aparición de los
primeros hombres (hace aproximadamente 3 millones de años) hasta
la invención de la escritura (en torno al 3200 a.C.). Dentro de la
Prehistoria las dos edades principales son: Paleolítico y Neolítico.
EDAD ANTIGUA: comienza con la aparición de los primeros
documentos escritos (3200 a.C.), y finaliza con la caída del Imperio
Romano Occidental (476 d.C.). A este período corresponde el estudio
de las primeras civilizaciones como Egipto, Mesopotamia, Grecia y
Roma.
EDAD MEDIA: es el período de mil años transcurridos desde la caída
del Imperio Romano Occidental (476), hasta la caída del Imperio
Romano Oriental (1453). En este período tuvo lugar el sistema
político y social conocido como feudalismo.
EDAD MODERNA: se inicia con la caída del Imperio Romano
Oriental (1453), y finaliza con el estallido de la Revolución Francesa
(1789). En este período se produce el debilitamiento de las relaciones
feudales, el surgimiento de monarquías absolutas y la transición al
capitalismo.
EDAD CONTEMPORÁNEA: comienza con el estallido de la
Revolución Francesa (1789) y se extiende hasta la actualidad.
7. Conceptos de cultura y civilización
El término cultura refiere a todo aquello realizado por el ser humano.
Cuando se habla de una cultura específica, por ejemplo la cultura en
la Prehistoria, se hace referencia a las construcciones, costumbres y
otras características del período.
El concepto de civilización también se refiere a lo que hacen los seres
humanos, pero es más específico que el término cultura, ya que se
refiere a una cultura que haya desarrollado una organización política
compleja. Todas las civilizaciones son culturas.