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Chicles, Cuento Corto

Sebastián era un niño sordo que no podía oír ni hablar claramente. Su mamá ignoraba que era sordo profundo. En la escuela, los maestros y niños no entendían a Sebastián y se burlaban de él, haciéndolo sentir mal. Más tarde, el doctor examinó a Sebastián y le dijo a su familia que era sordo, aunque su mamá ya lo sabía pero tenía vergüenza de admitirlo.

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Chicles, Cuento Corto

Sebastián era un niño sordo que no podía oír ni hablar claramente. Su mamá ignoraba que era sordo profundo. En la escuela, los maestros y niños no entendían a Sebastián y se burlaban de él, haciéndolo sentir mal. Más tarde, el doctor examinó a Sebastián y le dijo a su familia que era sordo, aunque su mamá ya lo sabía pero tenía vergüenza de admitirlo.

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Chicles, la luz que ilumina el mar

Antonio Benjamín Martínez Retana Esc. Sec. Ricardo Flores Magón, Torreón.

El 5 de mayo nació Sebastián, un niño sordo al que le decían Chicles, pero su mamá ignoraba
que era sordo profundo. A los 5 años Sebastián empezó a medio hablar o mejor dicho a
balbucear. Su mamá le hablaba y Sebastián no le hacía caso, todo lo decía con señas. Su mamá
y papá empezaron a discutir por el dinero y se divorciaron. Su mamá se fue a vivir a la casa de
sus papás. Un día su mamá les dice: “Los voy a llevar a la escuela”. Cuando lo llevaron, la
maestra le preguntó por su nombre pero no dijo nada, sólo se sonrió, pensó que estaban
jugando adivinanzas. Lo castigó sin recreo. Los niños se burlaban de él porque no entendía y se
sintió muy mal. Lloró porque todos se reían de él. La maestra le manda hablar a su mamá y se
lo lleva a la casa. Sebastián dormía mucho. Una vez, en su sueño mira una luz en el mar y se
quedó pensando qué era eso… se miraba un sendero de luz sobre el agua y se metió al mar. Se
estaba ahogando pero lo rescató su abuelo. Despertó con mucha temperatura, su abuelo lo
llevó al doctor porque le dio gripa. El doctor revisó sus oídos, fue entonces que le dijeron que
su nieto era sordo. El abuelo discutió con la mamá, que cómo no sabía que era sordo. Pero sí
sabía, sólo que ella tenía vergüenza de decírselos.

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