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Resumen Sobre La Maternidad Virginal de María

El documento resume las creencias de los Padres de la Iglesia sobre la virginidad de María. Argumentan que María concibió a Jesús virginalmente por el Espíritu Santo y le dio carne humana real. También creían en su virginidad perpetua, incluso después del parto. El documento luego discute el desarrollo posterior de la mariología y cómo la devoción a María creció a través del culto y la piedad popular. Finalmente, contrasta las creencias en el este, donde se daba por sentado el primado de la gracia en María, con las
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Resumen Sobre La Maternidad Virginal de María

El documento resume las creencias de los Padres de la Iglesia sobre la virginidad de María. Argumentan que María concibió a Jesús virginalmente por el Espíritu Santo y le dio carne humana real. También creían en su virginidad perpetua, incluso después del parto. El documento luego discute el desarrollo posterior de la mariología y cómo la devoción a María creció a través del culto y la piedad popular. Finalmente, contrasta las creencias en el este, donde se daba por sentado el primado de la gracia en María, con las
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Resumen sobre la Maternidad virginal de María

En este capítulo séptimo el autor no hace ver que, Jesús no es hijo de un milagro sino, un
de Spiritu Sancto ex Maria virgine. No habla también que según los Padres del siglo II
Ignacio de Antioquia, Ireneo, Hipólito, Tertuliano, María ha engendrado a Cristo Jesús y le
dio una carne verdadera y real, pasible, capaz de sufrir y morir. Así pues, quedan en total
acuerdo que María lo engendro virginalmente. Por otro lado, nos menciona que el
segundo Adán nació de una tierra no cultivada ni labrada, todavía virgen y fue plasmado
por la mano de Dios, sin semilla de hombre del mundo, como el primer Adán. Y dice
después muy preciso y verdadero: esta tierra no fue de barro, si no la carne virginal de
María, para que así fuera posible la recapitulación de todo lo humano. Pues así fue
necesaria una nueva semilla no corrompida y una nueva tierra no violada ni sembrada. La
virginidad de María no se deduce de una visión hostil a la sexualidad, si no a la necesidad
de un nuevo comienzo según el principio. Otro de los puntos que se destaca es la creencia
de la virginidad en el parto tiene su base documental en el Protoevangelio de Santiago.
Algunos Padres la contradicen, porque le sonaba a docetismo.

Por otro lado, se habla de la virginidad de María después del parto, en la cual la mayoría
de los Padres, defendieron la virginidad permanente de María. Se decía que los que de
verdad aman a Cristo no toleran que se diga que la Theotókos cesó de ser virgen en un
determinado momento. Los Padres no pretendían privilegiar a María, sino dar cuenta de
su fe cristológica que era afirmar y confesar que el Hijo de Dios nació de mujer y fue
verdadero hombre. Asi pues, la Virgen no perfecciona al logos, por hacerlo Hijo, sino por
manifestarlo en su identidad de Hijo.
En el capítulo Octavo

La mariología de los Padres tuvo un desarrollo fuera de lo común en la etapa post-


patrística. Aquí se ha visto que el mismo desarrollo mariológico tiene su primer lugar en el
culto, en la misma celebración de los misterios cristianos y también en la piedad popular.
Por un lado, el origen de los dogmas marianos no se encuentra en un estado de leyendas
apócrifas o simples cuentos. Estos son sin duda alguna, elementos que sirven para
despertar un nuevo interés sobre María. Lo que en realidad estaba e importaba era una
necesidad de entrar en contacto vital, sacramental, simbólico con la Theotókos, con la
misma Madre de Dios.

Ahora bien, la santidad de María era algo común en toda la Iglesia. En oriente se da por
supuesto el primado absoluto de la gracia en la vida de María, no hay escrúpulos, por
parte de algunos Padres, en contemplar en María ciertas deficiencias históricas que
definen sus acercamientos progresivos y más intenso a la gracia. Y ahora en occidente el
gran problema no es precisamente ese. Aquí se afirma sin cuestionamientos que María
nunca cometió un pecado personal, pero en ese momento resulto algo complicado
comprender que no estuviera, como todos, sometida al pecado original. Nos habla
también del dogma de la inmaculada, que el dogma, en su tiempo, emergía sobre todo
como proclamación de un privilegio de María, estrechamente vinculada a su Hijo
Jesucristo. Y respecto a la asunción de María, todo se inicia por una preocupación pastoral
de Epifanio. Este dogma de la Asunción estaba estrechamente ligado, vinculado al dogma
de la inmaculada, se trata en realidad de un solo dogma con dos rostros o perspectivas
diferentes, una que es la proctología y la utopía, el origen y el fin. Para enfatizar algo que
sobresale y que importa a la piedad del pueblo y a la importancia que le da a la Madre de
Dios, en Oriente María era celebrada como la panaghía, la toda santa, la mujer en la que
no hubo menor rastro del pecado. Muchas veces era denominada como sin mancha,
gloriosa, los himnos litúrgicos la demonizaban la santa, la santísima, inmaculada,
irreprochable, sin tacha, sin defecto.

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