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Las Reliquias

El documento habla sobre las reliquias en la Iglesia Católica. Explica que una reliquia es cualquier resto o objeto relacionado con un santo, y que las reliquias han tenido una veneración especial a lo largo de la historia de la Iglesia. También establece normas para la autenticación y conservación de reliquias, así como para prevenir abusos en su uso.

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Las Reliquias

El documento habla sobre las reliquias en la Iglesia Católica. Explica que una reliquia es cualquier resto o objeto relacionado con un santo, y que las reliquias han tenido una veneración especial a lo largo de la historia de la Iglesia. También establece normas para la autenticación y conservación de reliquias, así como para prevenir abusos en su uso.

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Las reliquias

Exposición para el taller de


periodistas, organizado desde la
Comisión Episcopal de
comunicación de la Conferencia
Episcopal venezolana
Pbro. Antonio Arocha
Ig. @padrearocha

Venezuela, 06 de marzo de 2021


fuente
CONGREGACIÓN PARA LAS CAUSAS DE LOS
SANTOS

INSTRUCCIÓN
LAS RELIQUIAS EN LA IGLESIA:
AUTENTICIDAD Y CONSERVACIÓN
8 de diciembre de 2017
1- La definición
Una reliquia es aquel
resto de algún santo o
algún objeto relacionado
con él, mediante el cual
rendimos el honor debido
a dicha persona por sus
santos méritos.
A lo largo de la historia
de la Iglesia Católica, las
muestras de amor y
admiración de los fieles
hacia sus Santos y
Héroes de la Fe han sido
innumerables.
Desde el principio
de nuestra vida
eclesial, la oración
y la vida
comunitaria ha
estado alrededor
del recuerdo de los
Santos.
No podemos ignorar
como los primeros
cristianos oficiaban la
Santa Misa desde las
tumbas mismas de estos
santos, cumpliendo así el
anuncio profético de san
Juan en el libro de las
Revelaciones:
Apoc 6
9 Cuando el Cordero
abrió el quinto sello, vi
debajo del altar las
almas de los que habían
sido inmolados a causa
de la Palabra de Dios y
del testimonio que
habían dado.
Las reliquias en la Iglesia
han recibido siempre una
especial veneración y
atención porque el
cuerpo de los Beatos y de
los Santos, destinado a la
resurrección, ha sido en
la tierra el templo vivo
del Espíritu Santo
y el instrumento de su
santidad, reconocida por
la Sede Apostólica
mediante la beatificación
y la canonización.
Las reliquias de los
Beatos y de los Santos no
pueden ser expuestas a la
veneración de los fieles
sin el correspondiente
certificado de la
autoridad eclesiástica
que garantice su
autenticidad.
Incluso hoy en día, es
santa costumbre de la
Santa Iglesia Católica el
adornar y consagrar los
altares de sus templos
con las sagradas reliquias
de los Santos, de acuerdo
al Canon 1237 del CIC
CIC 1237
§ 1. Se deben dedicar los
altares fijos, y dedicar o
bendecir los móviles, según
los ritos prescritos en los
libros litúrgicos.

§ 2. Debe observarse la
antigua tradición de colocar
bajo el altar fijo reliquias de
Mártires o de otros Santos,
según las normas litúrgicas
Como testimonio de
estos eventos históricos,
podemos visitar las
Catacumbas de Santa
Priscila o la de San
Calixto en Roma,
las cuales no solo
guardan los restos de los
Santos, sino que además
son fuente de enseñanza
de la vida litúrgica de la
iglesia naciente.
Tradicionalmente son
consideradas reliquias
insignes el cuerpo de los
Beatos y de los Santos o
partes considerables de
los propios cuerpos o el
volumen completo de las
cenizas derivadas de su
cremación.
A estas reliquias los
Obispos diocesanos,
cuantos a ellos son
equiparados por el
derecho, y la
Congregación de las
Causas de los Santos
reservan un especial
cuidado y vigilancia
para asegurar su
conservación y su
veneración y para evitar
los abusos. Por lo tanto,
deben custodiarse en
específicas urnas
selladas y colocadas en
lugares que garanticen
su seguridad,
respeten su carácter
sagrado y favorezcan el
culto.
Son
consideradas reliquias
no insignes los
pequeños fragmentos
del cuerpo de los Beatos
y de los Santos o incluso
objetos que han estado
en contacto directo con
sus personas.
A ser posible deben ser
custodiadas en tecas
selladas. En cualquier
modo, deben ser
conservadas y honradas
con espíritu religioso,
evitando cualquier
forma de superstición y
de comercialización.
Una disciplina similar se
aplica también a los restos
mortales (exuviae) de los
Siervos de Dios y de los
Venerables, cuyas Causas de
beatificación y canonización
están en proceso.
Hasta que no sean
elevados al honor de los
altares por medio de la
beatificación o de la
canonización, sus restos
mortales no pueden
gozar de ningún culto
público
ni de esos privilegios
que están reservados
solo para el cuerpo de
quien ha sido
beatificado o
canonizado.
Tradicionalmente en la
Iglesia se ha hablado de
tres grados de reliquias

1º Grado – Son
fragmentos del cuerpo
mismo del Santo.
2º Grado – Son objetos,
partes de las prendas de
vestir o utensilios de uso
común del Santo, como
lo pueden ser su Biblia
personal, su rosario, sus
hábitos, etc.
3º Grado – Son objetos
que han estado en
contacto con reliquias
de 1º Grado de los
santos
2- Teología de la reliquia
No es la intención de
este tema hacer una
extensa teología
respecto al hecho claro
de que algunos objetos,
y sobre todo el cuerpo
humano, son sagrados.
Ex 3, 5
Bastará recordar como
Dios Padre le indica a
Moisés que se quite las
sandalias al estar parado
sobre un terreno sagrado
ante la presencia de la
Zarza ardiente,
o cómo el Arca de la
Alianza solo podía ser
tocado por alguien
consagrado bajo pena de
muerte.
Cuanto más entonces es
sagrado el cuerpo
humano, que está
formado a Imagen y
Semejanza de Dios y es
el templo del Espíritu
Santo.
Por ese motivo, ya desde
la vida del pueblo judío,
las reliquias han cobrado
un gran significado y
sobre todo, un valor
central como símbolos
de la alianza de Dios
con los hombres.
Ya desde el anuncio del
Reino de Dios, se
presentaron diversos
sucesos milagrosos
obrados a través de
objetos que estaban o
estuvieron en contacto
con Jesucristo o con los
apóstoles.
Mateo 9
20 Entonces de le acercó por
detrás una mujer que padecía de
hemorragias desde hacía doce
años, y le tocó los flecos de su
manto, 21 pensando: «Con sólo
tocar su manto, quedaré curada».
22 Jesús se dio vuelta, y al verla,
le dijo: «Ten confianza, hija, tu
fe te ha salvado». Y desde ese
instante la mujer quedó curada.
Este suceso bíblico nos
muestra como la mujer no
toca a Jesús, toca su manto.
¿El manto le ha curado? No,
le curó Jesucristo, poseedor
del manto. ¿La mujer
necesitaba tocar el manto
para quedar curada?
No, no necesitaba
hacerlo. Jesucristo sanó
a muchos son necesidad
del contacto físico.
Entonces, ¿qué es lo que
curó a esta mujer al
tocar el manto?
Su fe, que la lleva a
confiar en que un signo
sensible de devoción
(tocar el manto) es
prueba suficiente de esa
Fe y Confianza en Jesús.
Y así fue.
En la vida apostólica,
después de la Ascensión
del Señor a los cielos, los
objetos y prendas
utilizadas por los
apóstoles cobraban
especial importancia,
pues el poder de Dios
actuaba a través de ellos
en recompensa la Fe de
cristianos.
Debemos ser muy
enfáticos al decir que las
reliquias no tienen
poder en sí mismas, no
son talismanes ni
amuletos, son
Sacramentales,
es decir, “…son signos
sagrados con los que,
imitando de alguna
manera a los
sacramentos, se
expresan efectos, sobre
todo espirituales,
obtenidos por la
intercesión de la Iglesia.
Por ellos, los hombres se
disponen a recibir el
efecto principal de los
sacramentos y se
santifican las diversas
circunstancias de la vida"
(SC 60; CIC can 1166;.
CIC 1667
3- Elementos normativos
Sin embargo, la devoción
mostrada a los Santos y sus
reliquias no han carecido de
abuso y errores, por ese
motivo la Santa Iglesia se ha
visto en la necesidad de
regular y resguardar
debidamente el uso de las
reliquias sagradas.
Actualmente su uso está
debidamente reglamentado
en el canon 1190 del Código
de Derecho Canónico:

CIC 1190
§ 1. Está terminantemente
prohibido vender reliquias
sagradas.
§ 2. Las reliquias insignes así
como aquellas otras que
gozan de gran veneración del
pueblo no pueden en modo
alguno enajenarse
válidamente o trasladarse a
perpetuidad sin licencia de la
Sede Apostólica.
Competente para realizar
todas las eventuales
operaciones sobre las reliquias
o sobre los restos mortales es
el Obispo de la diócesis,
donde son custodiados, con el
consentimiento previo de la
Congregación de las Causas de
los Santos.
Artículo 21
§ 1. Cuando la canonización
de un Beato o la beatificación
de un Venerable Siervo de
Dios sea inminente, o por
otros motivos justificados en
la instancia a la que se refiere
el art. 3 § 1 de la presente
Instrucción,
en el contexto de un legítimo
reconocimiento canónico, se
puede proceder, siguiendo las
instrucciones del perito
anatómico, a la extracción de
algunas partes pequeñas o de
fragmentos, ya separados del
cuerpo
§ 2. Dichos fragmentos deben
ser entregados por el Obispo o
por el Delegado Episcopal al
Postulador o al Vicepostulador
de la Causa para la
elaboración de las reliquias.
El Obispo, habiendo
escuchado la opinión
del Postulador de la
Causa, decida el lugar
donde serán custodiados
los fragmentos
extraídos.
Artículo 30
Las imágenes y las
informaciones, obtenidas de los
tratamientos anatómicos y de
todas las operaciones realizadas,
no deben ser divulgadas ni
hacerse públicas sin la
autorización escrita del Obispo
competente y del posible
heredero.
4- Datos curiosos de la
historia.
Durante algunos siglos se
presentaron abusos, algunos
excéntricos, con respecto a
las reliquias de los Santos e
incluso de María Santísima y
de Nuestro Señor Jesucristo.
Por ejemplo, podemos
mencionar que a lo largo de
la historia se han contado
varias cabezas de San Juan
Bautista, prepucios de
Nuestro Señor Jesucristo,
plumas del Arcángel Gabriel,
gotas de leche del pecho de
María Santísima
e incontables número de
huesos, cabellos, prendas y
demás falsas reliquias que
han sido obsesión de muchos
por coleccionarlas.
Ya en el siglo XIII,
durante el IV Concilio
de Letrán, se
estableció en el
canon 62 una regla
con respecto al uso
de las reliquias :
IV CONCILIO DE LETRAN
1215
Cap. 62. De las reliquias de los Santos
Como quiera que frecuentemente se ha
censurado la religión cristiana por el hecho de
que algunos exponen a la venta las reliquias
de los Santos y las muestran a cada paso, para
que en adelante no se la censure, estatuimos
por el presente decreto que las antiguas
reliquias en modo alguno se muestren fuera
de su cápsula ni se expongan a la venta. En
cuanto a las nuevamente encontradas, nadie
ose venerarlas públicamente, si no hubieren
sido antes aprobadas por autoridad del
Romano Pontífice...
Hoy en día tenemos el
grandísimo don de poder
visitar y rendir honor
incuso a los Santos
cuerpos Incorruptos de
varios santos incorruptos
Beata Madre María de San José
San Juan Bosco

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