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57 Prohibido soñar

57

Carlos Marianidis

Carlos es un niño que va a la escuela,


juega con sus amigos, conversa con
su tío, pasa el tiempo con su perro
Ringo y su sapo Braulio. Al mismo
tiempo, observa el mundo, escucha
fragmentos de la realidad que lo

• Carlos Marianidis
rodea y busca entender qué sucede.
Carlos es niño en la década del 70,
mientras la Argentina transita la
última dictadura militar. Esta novela
recibió una Mención en el Premio

Prohibido soñar
Literario Casa de las Américas 2012.

Carlos Marianidis

Cód. 46621 Prohibido


ISBN 978-950-01-2416-4

soñar
9 789500 124164
Ilustraciones de María Jesús Álvarez
Prohibido soñar
Carlos Marianidis

Ilustraciones
de María Jesús Álvarez
Coordinadora de Literatura: Karina Echevarría
Editora: Pilar Muñoz Lascano
Autora de secciones especiales: María Victoria Ramos
Corrector: Mariano Sanz
Coordinadora de Arte: Natalia Otranto
Diagramación: Ana G. Sánchez

Marianidis, Carlos
Prohibido soñar / Carlos Marianidis ; ilustrado por María Jesús Álvarez. -
2a ed . - Boulogne : Estrada, 2019.
208 p. : il. ; 19 x 14 cm. - (Azulejos. serie roja ; 57)

ISBN 978-950-01-2416-4

1. Literatura. 2. Narrativa Infantil Argentina. I. Álvarez, María Jesús, ilus.


II. Título.
CDD A863.9282

Colección Azulejos - Serie Roja 57

© Editorial Es­tra­da S. A., 2019.


Editorial Estrada S. A. forma parte del Grupo Macmillan.
Avda. Blanco Encalada 104, San Isidro, provincia de Buenos Aires, Argentina.
Internet: www.editorialestrada.com.ar
Queda he­cho el de­pó­si­to que mar­ca la Ley 11.723.
Impreso en Argentina. / Printed in Argentina.
ISBN 978-950-01-2416-4

No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o


la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o
mecánico, mediante fotocopias, digitalización y otros métodos, sin el permiso previo y escrito
del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

Segunda edición.
Esta obra se terminó de imprimir en xxxxxxxxx de 2019, XXXXXXXX
Prohibido soñar
Carlos Marianidis
El autor
y la obra
Carlos Marianidis nació en Buenos Aires. En
un hospital público, los médicos le diagnostica-
BIO- ron meningitis y, al tercer mes de incubadora y
GRAFÍA
respirador artificial, lo desahuciaron. Pero a él
no pareció importarle demasiado y siguió ade-
lante con su vida.
Inclinado a la literatura desde muy tempra-
no, publicó sus primeros poemas a los catorce años. Estudió teatro en la Es-
cuela Nacional de Arte Dramático, violín en el Conservatorio Municipal de Mo-
rón y psicología en la Universidad de Buenos Aires. Pero se hizo tiempo para
cantar como tenor en varios coros desconocidos, realizar unipersonales en
lugares extraños como la bodega del Café Tortoni, diseñar un telescopio para
recibirse en la carrera de Óptica Técnica y practicar sus deportes preferidos:
tenis y ciclismo. En tres palabras... un espíritu inquieto. Actualmente, escribe
poesía, cuento, teatro, novela y dicta talleres literarios.
Ha recibido, entre otros, los siguientes premios: Educar para la Paz
(UNESCO, 1981), Pablo Neruda de poesía (1992) y Ariel Bufano de teatro
(2000, 2001 y 2002). En 2002, ganó el Premio Literario Casa de las Américas,
en la categoría Literatura para Niños y Jóvenes, por su novela Nada detiene a
las golondrinas. En 2008 fue distinguido por las Naciones Unidas. Prohibido
soñar recibió una mención en el Premio Literario Casa de las Américas 2012.

Prohibido soñar | 7
El contexto de esta historia
Cada cuatro años, la Argentina elige presidente, gobernadores de pro-
vincia e intendentes de ciudad. Y, cada dos, renueva sus representantes en
el Congreso. La decisión la tomamos nosotros mismos, es decir, gente común
que poblamos la patria y cumplimos los requisitos para ser ciudadanos. De
esto se trata la democracia. Pero no siempre fue así.
Durante mi infancia, yo creía que la manera normal en que cambiaban las
autoridades era por la fuerza. Cada tanto, un hombre de uniforme verde saca-
ba al que estaba gobernando y se proclamaba él mismo como nuevo presiden-
te. Esta costumbre se llamó Golpe de Estado y duró mucho tiempo, hasta el
10 de diciembre de 1983. Ese día volvió a sentarse en el sillón más importante
de la Casa Rosada alguien elegido por el pueblo. Desde entonces, los argenti-
nos decidimos nuestro destino mediante el voto en las urnas. Con pensamien-
tos diferentes y hasta con fuertes discusiones. Pero siempre en libertad.
Al crecer, descubrí que no solo nuestro país había sufrido tristeza e injus-
ticia. Mientras el hombre volaba por primera vez a la Luna, en Europa, los es-
tudiantes se lanzaban a las calles a reclamar su futuro. Y, en casi toda América
Latina, los pueblos luchaban por elegir libremente sus gobiernos y una vida
digna. Fue un tiempo de dolor.
Un día decidí escribir sobre eso. Pero quise contar lo que no aparece en
los libros de Historia. Son pequeñas cosas que nos marcaron a los que creci-
mos en aquellos días difíciles, cuando estaba prohibido soñar.

Carlos Marianidis

8 | Carlos Marianidis
Prohibido soñar
Carlos Marianidis
“Nous entrerons dans la carrière
quand nos aînés n’y seront plus”.
(Nosotros entraremos al camino
cuando nuestros mayores ya no estén).

“La Marsellesa”, Himno Nacional de Francia


Aviso

Te pido disculpas por el modo en que escribí todo. Cuan-


do uno crece, olvida un poco qué cosa pasó antes y qué cosa
pasó después.
Lo que sigue sucedió cuando yo era niño, en un país que
ya no existe. Mejor dicho, un país que cambió tanto después
de esto que te voy a contar... que ahora parece imposible que
alguna vez haya existido.
Es cierto. No había celulares ni Internet. Tampoco pro-
gramas por cable. Y muchos veíamos la TV nomás a dos
colores: blanco y negro. Sin embargo, faltaba algo más im-
portante que todo eso.

Aún hoy, cuando ando por estas calles, de pronto mi ca-


mino se oscurece como si un nubarrón se cruzara delante
del sol. Enormes sombras me envuelven. Entonces –nun-
ca sé por qué lo hago, pero siempre es en el mismo lugar–,
miro hacia abajo y leo, en algunas baldosas de las veredas,
esas palabras doradas. Están escritas así para que su reflejo
atraiga la mirada de los turistas y de tanta gente que no co-
noció aquellos tiempos.

Prohibido soñar | 11
Luego, cuando miro hacia arriba, no veo ningún sapo vo-
lador. Tampoco veo a mi tío, riendo con los brazos abiertos.
Pero están sus sombras.
Fue hace muchos años. Todo sucedió tan rápido, que ni
ellas tuvieron tiempo de huir. Y allí quedaron.
Tal vez, para que nadie olvide lo que pasó...

12 | Carlos Marianidis
1 | Ringo

En mi casa se quejan. Dicen que me sigo portando


como si tuviera menos años de los que tengo. Ayer cum-
plí siete. Pero también dicen que, a veces, pregunto co-
sas en las que no tendría que pensar —al menos— hasta
los doce.
No sé. De lo único que estoy seguro es que pedí un perro
y no me lo quisieron comprar.
—A tu edad, yo tenía que trabajar —bufó mi padre—. Da
gracias que tenés zapatos nuevos.

En fin... Aquí estoy. Aburrido como todas las mañanas.


Por eso hoy me inventé el río.
De repente, muevo la cabeza a un costado y veo sus oja-
zos tristes. Es verano.
Yo vivo en el campo. Mi casa es pequeña, de color blanco,
y está en una esquina. Las calles son de tierra y cada man-
zana está encerrada entre cuatro zanjas.
¿Sabés qué es una zanja? Te leo lo que dice mi
diccionario.

Prohibido soñar | 13
Zanja: franja larguísima cavada en la tierra, llena de
agua transparente. Es de color esmeralda por el mus-
go y las algas que se juntan en el fondo. En invierno
sirve para echarle barcos de madera e imitar grandes
combates navales entre flores azules y violetas. En ve-
rano te sorprende con peces de colores. Y en las inun-
daciones es genial; un mar fabuloso, con olas y todo.

O sea que yo vivo en una casa blanca, con una zanja de


cada lado. Lo que se dice, un paraíso.
De algún modo, los vecinos ven las cosas de otra manera
y se quejan todo el tiempo. Por ejemplo, reniegan de las llu-
vias y las inundaciones. ¿Quién entiende a los adultos?
Hoy es sábado. Estoy jugando al pescador, a la orilla de
la zanja que hoy no es mi zanja. Es el río Sena que pasa por
París. El tiempo está bastante fresco, pero no me importa.
Nadie diría que pronto, en un día igual a este, la vida de
mucha gente va a cambiar para siempre.
Pero yo apenas sé lo que sucede por encima y alrededor
del agua. Nada más.
Tengo todo lo que necesito: una caja de zapatos vacía,
cuatro frascos limpios y una lupa.
A las siete de la mañana guardo mi primer renacuajo. Es
gordito, bocón y mueve la cola como si fuera la llama de una
vela gris. No parpadea nunca.

14 | Carlos Marianidis
Estoy solo, parado bajo el Arco del Triunfo. Tengo un
pino de tronco enorme a mi derecha y otro igual a mi iz-
quierda. Entre los dos, cuelga una enredadera con racimos
de campanillas que me hacen cosquillas en la frente. Podría
moverme a un costado, o sentarme en la hierba. Sin em-
bargo me quedo, porque me gusta sentir esa caricia azu-
lada. Solamente me cambio de lugar si aparecen ellas. Una
vez me picaron en la cara y aprendí a no molestarlas cuando
trabajan dentro de sus flores.
—Las flogues son di las abejas —me dijo un día Lilí, en un
castellano casi perfecto.
A esta hora, mis vecinos aún duermen. Podría contar
muchas cosas sobre ellos. Pero mejor vuelvo al principio,
que es cuando sucede lo más importante.
De repente, muevo la cabeza a un costado y veo sus oja-
zos tristes... Parece que tiene hambre, porque mira el pa-
quete de galletitas y me mira a mí. Yo como una y él mira
cómo mastico. Me mira hasta que termino. Quisiera darle,
pero si me ve mamá por la ventana, se va a enojar conmigo.
Así que entro. Voy a la cocina, saco un pedazo de pan a es-
condidas y se lo llevo.
Él se sienta a comer a mi lado. Después se acuesta panza
abajo sobre la orilla y vigila el fondo. A veces, cuando ve un
renacuajo entre los juncos, me avisa con los ojos. Es inteli-
gente: ni siquiera ladra, para no espantarlo. Entonces aga-
rro el frasco, le pongo adentro unas migas de pan y lo meto
despacio en el agua.

Prohibido soñar | 15
Índice

El autor y la obra 5
Biografía 7
El contexto de esta historia 8

La obra 9
Aviso 11
1| Ringo 13
2| Sueños de escritor 19
3| Los días tranquilos 23
4| Diplomacia 27
5| Metamorfosis 37
6| Versos prohibidos 43
7| Perro alumno 49
8| En el centro de las risas 55
9| ¿Cómo será el futuro? 63
10| Mesié Dodó 71
11| Balada de otoño 79
12| La germinación 83
13| Viaje en colectivo 95
14| Con acento francés 103
15| De cara al viento 111
16| Cena, Sena, senadores 123
17| Una larga espera 129
18| Soñando con el mejor lugar 135
19| Mañana de terror 137
20| Palabras peligrosas 149
21| Combate 159
22| Mi tío Juan 169
23| Conversación en la hierba 173
24| Braulio, el sapo volador 183
25| El mensaje 189
Mirando hacia atrás por el espejo 191

Actividades 195
Actividades para comprender la lectura 196
Actividades de producción de escritura 199
Actividades de relación con otras asignaturas 203
57 Prohibido soñar
57

Carlos Marianidis

Carlos es un niño que va a la escuela,


juega con sus amigos, conversa con
su tío, pasa el tiempo con su perro
Ringo y su sapo Braulio. Al mismo
tiempo, observa el mundo, escucha
fragmentos de la realidad que lo

• Carlos Marianidis
rodea y busca entender qué sucede.
Carlos es niño en la década del 70,
mientras la Argentina transita la
última dictadura militar. Esta novela
recibió una Mención en el Premio

Prohibido soñar
Literario Casa de las Américas 2012.

Carlos Marianidis

Cód. 46621 Prohibido


ISBN 978-950-01-2416-4

soñar
9 789500 124164
Ilustraciones de María Jesús Álvarez

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