Filosofia Moderna
Filosofia Moderna
En ese sentido, esta manifestación planteó que los seres eran sujetos racionales con la habilidad
de desarrollar sus conocimientos y establecer sus propias opiniones sobre la realidad que los
rodeaba.
Este fue un aspecto de gran relevancia, ya que anteriormente se consideraba que la verdad solo la
poseían los reyes y la institución eclesiástica, quienes tenían una relación directa con Dios.
Una de las preguntas que generó cierto rechazo hacia la ideología que dominaba en la época fue
por qué Dios se comunicaría solo con los reyes o sacerdotes y no con todos los hombres por igual.
Así mismo, esta pregunta representó el motivo por el cual surgió la idea de que los razonamientos
hasta ese momento realizados no tenían bases científicas, motivo por el que se buscó realizar un
análisis desde cero.
Sin embargo, en este período no se cuestionó la existencia de Dios, solo se repudió el rol que
ejercían la Iglesia y el Estado (gobernado por una monarquía) para beneficiarse a través de su
imagen. La relevancia de la filosofía moderna fue proclamar al hombre como un ente capaz de
renovar el mundo mediante su visión subjetiva.
De igual modo, esta disciplina impulsó la creencia de que solo debía haber una ciencia que
abarcara todos los campos del saber humano, razón por la cual se constituyó un método.
Este último no tenía que funcionar como vía para alcanzar el conocimiento, sino como
herramienta que iba a descifrar la clave para revelar la estructura del pensamiento y la realidad.
Finalmente, el ideal de este movimiento filosófico fue edificarse como la única ciencia que se
enfocaba en la razón y los sentidos, distanciándose de la autoridad y la tradición.
Historia
La filosofía (término que deriva del griego y que significa “amor a la sabiduría”) se puede
conceptualizar como una doctrina que tiene por objeto de estudio la búsqueda de una posible
veracidad de los sucesos e ideas que giran en torno al individuo.
De esta forma, la filosofía moderna se identifica por la diversidad de argumentos que nacen de
una única verdad.
Entre estos movimientos fueron fundamentales la escolástica, que tuvo su auge desde el siglo XI
hasta el XV; y las primeras manifestaciones renacentistas, que se localizaron alrededor de los siglos
XV y XVI.
Esas manifestaciones se caracterizaron porque los seres ya no justificaban sus ideas para
convencer, sino para mostrar la relación causal que había entre las acciones y decisiones. Por
tanto, fue necesario despojar los pensamientos de los prejuicios que transmitió el conocimiento
medieval.
Antecedentes
A partir del siglo XV, en el continente europeo se reflejó un nuevo estilo de vida impulsado por el
ansia de libertad. Una libertad que no tenía un propósito material sino mental, ya que se buscaba
el conocimiento y la verdad; por esto surgió una pluralidad de planteamientos. Este hecho generó
la ruptura de la unidad que imperaba en la Edad Media.
Esta ruptura se llevó a cabo principalmente debido a la separación del dogma y la razón, pues se
rechazaban las hipótesis que solo se centraban en la fe porque no tenían bases lógicas ni
evidencias físicas. Esto no hubiese ocurrido si no se hubiese cambiado el método universitario.
Ese cambio tuvo por objeto que el razonamiento fuese sistematizado, o dicho de otra forma, que
cada argumento se consignara en un ensayo o tratado, los cuales constituían el valor científico de
las ideas.
A la vez, esta técnica de estudio ocasionó que la obra Suma teológica (1265) de santo Tomás de
Aquino no se volviese a revisar como el texto que poseía todas las respuestas a las preguntas de
los aprendices.
Por otro lado, no solo los cleros enseñaban las materias, puesto que a partir del siglo XVII se
incorporaron en las universidades profesores que eran políticos, diplomáticos e incluso laicos. Tal
transformación en el ámbito estructural se asoció con el descubrimiento científico y con los
movimientos protestantes.
LA CRISIS RELIGIOSA
La institución eclesiástica se encontraba en conflicto desde el cisma de 1378. Aun así había
conseguido conservar la unidad, hasta que en el transcurso del siglo XVI emergió en Alemania una
ideología restauradora que recibió el nombre de reforma protestante.
Dicho movimiento, que inauguró Martín Lutero (1483-1546), tuvo como propósito transmitir que
la salvación del alma era posible si el ser se alejaba del espíritu mercantilista y de los organismos
centralizados. La aspiración de este fraile católico-agustino fue mostrarle al hombre que su
supuesta autosuficiencia era solo una ilusión.
Para Lutero, los seres eran mínimos ante la presencia de un ente superior. Con el fin de
demostrarlo tradujo la Biblia, para que así esta fuese accesible y todos los ciudadanos pudiesen
interpretarla siguiendo sus conciencias.
Por tanto, el albedrío de los individuos estaba limitado por la voluntad de Dios, ya que la bondad
divina sobrepasaba las fuerzas humanas.
Al igual que Lutero, Juan Calvino (1509-1564) manifestó que la salvación se conquistaba a través
de la fe y no de los actos. Sin embargo, para Calvino la libertad de conciencia no existía porque el
hombre ya se hallaba predestinado: su futuro ya estaba escrito más allá de su elección.
De ese modo se puede apreciar que ambas doctrinas fueron fundamentales para el desarrollo del
pensamiento moderno, porque de cierta forma proclamaron el libre conocimiento del individuo.
Florencia en el Renacimiento
El pensamiento moderno no solo se forjó mediante los cambios religiosos sino también a través de
la organización estatal, ya que se formaron los primeros estados; estos proyectaron una estrecha
unión social, política y económica. Así mismo, en Francia, España y Alemania se configuraron las
nacionalidades.
Esas nacionalidades se identificaron con un total absolutismo, motivo por el que tiempo más tarde
comenzaron las luchas para conquistar la libertad. Tales luchas fueron una fuente para el
desarrollo de los planteamientos filosóficos que, al final, condujeron el crecimiento de los ideales
revolucionarios.
En esta época también se incrementó el comercio. Los comerciantes obtuvieron más influencia y
poder porque transportaban mercancías que se no encontraban en algunos países: había
pequeñas regiones que tenían más recursos que las antiguas naciones. Por tal razón el
descubrimiento de América tuvo un rol primordial.
Otro hecho elemental fue la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg (1400-1468), que
posibilitó la difusión de la cultura y el progreso intelectual de las elites universitarias. Todas las
manifestaciones mencionadas tuvieron un papel radical porque fueron partícipes e instrumentos
para la evolución de la filosofía moderna.
CARACTERÍSTICAS
La filosofía moderna se caracterizó porque sus representantes orientaron sus ideas y estudios en
tres áreas: la naturaleza física (o el mundo), Dios y el hombre; estos últimos no se comprendían
como objetos reales, sino como imágenes de la razón.
La razón era la primicia de esta corriente de reflexión, ya que se exponía como elemento que
encerraba toda certeza. De esa forma, durante la modernidad el pensamiento racional adquirió
una dinámica reflexiva en la que no era tan necesario conocer los hechos, sino conocerse a sí
mismo.
Se destacaba el vínculo que había entre el individuo y la naturaleza, que pasó a ser de una quieta
contemplación a un dominio activo. En este sentido, el mundo fue el medio que se utilizó para
originar una ciencia experimental.
Etapas de la filosofía moderna
La historia de la filosofía moderna tiene estrecha relación con la exposición de una definición
distinta sobre la verdad, que se precisó como certeza. Esta era la compresión plena de los
contenidos que no debían originar ninguna duda.
RACIONALISMO
Bajo la designación de racionalismo surgió una teoría epistemológica cuyo principio era el
conocimiento.
Esa teoría se refería solo al conocimiento que se desarrollaba mentalmente y no a través de los
sentidos, pues este último era de inferior categoría.
En una época de transformaciones científicas y nuevas leyes físicas, René Descartes optó por
dudar tanto de Dios como de la sociedad con el objetivo de recrear la realidad a través de sus
conocimientos, pues era lo único que aseguraba un verdadero entendimiento. De ahí surgió su
norma conocida como duda metódica.
Al crear ese método, el filósofo explicó que solo se podía conocer si se pensaba y pensar
significaba existir, pero esta existencia no era física sino racional.
La base del racionalismo era un sujeto pensante. Por ello, el pensamiento de Descartes enfatizaba
el mundo de las ideas, que podían ser exteriores, imaginarias e innatas, pero que buscaron
construir el saber.
Descartes padeció toda su vida, ya que tenía una salud muy frágil.
Murió en Suecia en el año 1650 a la edad de 54 años por un
problema pulmonar.
Baruch Spinoza
Malebranche tiene una idea tan alta de la verdad que la considera absoluta. Si algo es
verdad lo es eternamente. En consecuencia, todas las verdades que la razón adquiere,
como las matemáticas, por ejemplo, son indicio del acceso que la razón tiene al Ser
absoluto.
EMPIRISMO
Si para el racionalismo fueron primordiales las ideas, para el empirismo lo relevante era la
experiencia —ya fuese sensible o fáctica— para obtener el verdadero conocimiento.
Thomas Hobbes fue uno de los representantes de la filosofía moderna. Fuente: John Michael
Wright [Public domain]
Thomas Hobbes estuvo gran parte de su vida rodeado de familias nobles, razón por la cual
aprendió a desenvolverse en las cortes. Además, elaboró una filosofía acerca de las ideas políticas
a través de la que rechazó que la democracia fuese un sistema ineficaz, planteamiento en el que
se apoyó el absolutismo.
Aparte del argumento político, Hobbes estableció que solo había una realidad sustancial y esa era
el cuerpo, ya que se podía observar como un recipiente que absorbía lo sensible, lo experimental,
lo divisible y lo compuesto. Entonces, el cuerpo era el motor del conocimiento.
La importancia de su pensamiento radicó en que expuso que la mayor cualidad del hombre era el
egoísmo, pues siempre buscaba poder y placer. Así mismo, instauró una especie de materialismo
cuando manifestó que lo ontológico se reducía ante lo corpóreo.
John Locke
F rancis Bacon
Voltaire
Denis Diderot
Rousseau
Nació en Suiza en 1712 y fue uno de los más reconocidos
representantes de la Ilustración. Su pensamiento fue precursor del
Romanticismo y de la Revolución francesa, y fue uno de los
creadores de la pedagogía. Murió en Francia en el año 1778 a la
edad de 66 años.
En cambio, el idealismo fue la expresión en la que se manifestó que las ideas eran el principio del
conocer y el ser.
El idealismo es la familia de teorías filosóficas que afirman la primacía de las ideas o incluso
su existencia independiente. Afirman que la realidad, o la realidad que podemos conocer, es
fundamentalmente un constructo de la mente o inmaterial. El idealismo supone que los objetos
no pueden tener existencia sin que haya una mente que esté consciente de ellos. Para poder
conocer las cosas, se debe tomar en cuenta la consciencia, las ideas, el sujeto y el
pensamiento.
Además se enfrentó al materialismo porque, según su teoría, los objetos no podían existir si no
eran imaginados por una mente que estuviese consciente de su tangibilidad. Entre sus precursores
en la modernidad estuvo Immanuel Kant.
Immanuel Kant, hombre de carácter escrupuloso, tuvo el objetivo de forjar una teoría a través
de la que explicara el valor de la ética, la estética y la metafísica. A pesar de que enfocó la
mayoría de sus estudios en la ciencia, realizó un tratado en el cual intentó exponer que todos los
elementos del mundo eran complementarios.
En su juicio —aparte de separar la ética del estudio del hombre— giraba la idea de que la
naturaleza del conocimiento era ser una síntesis. Es decir, el fundamento de toda investigación
era el sujeto con su intelecto, lógica y sensibilidad.
c) Malebranche (1638-1715)
Malebranche tiene una idea tan alta de la verdad que la considera absoluta. Si algo es
verdad lo es eternamente. En consecuencia, todas las verdades que la razón adquiere,
como las matemáticas, por ejemplo, son indicio del acceso que la razón tiene al Ser
absoluto.
d) Leibniz (1646-1716)
Empirismo
a) Locke (1632-1704)
La teoría del conocimiento se convierte con Locke en una rama independiente de la
filosofía. Su método es, lo que el denomina "método histórico", o un análisis descriptivo de
lo que hay en la mente, semejante a la enumeración y clasificación que podría hacer un
biólogo. El cometido de este análisis será el de comprender en alcance de nuestro
conocimiento. Efectivamente, a diferencia de la posición racionalista, Locke partirá de la
convicción respecto a la limitación del conocimiento humano. Esto no implica que no deba
confiarse en la capacidad cognitiva del hombre, sino tan solo, limitar las pretensiones de
conocimiento universal. Toda idea procede de la experiencia. A propósito de este tópico,
debemos señalar que Locke distingue dos clases experiencias:
1. Experiencia externa: las ideas del hombre surgen cuando este tiene las primeras
sensaciones que provienen de la experiencia externa. 2. Experiencia interna: cuando la
mente reflexiona sobre las sensaciones derivadas de la experiencia externa (recuerdo,
raciocinio) se produce la experiencia interna generando las ideas de reflexión. Ambos
tipos de ideas son consideradas por Locke como ideas simples porque son producidas
por la experiencia directa. Cuando la mente las recibe, se comporta pasivamente, pero
luego, estas ideas se transforman en nuevas ideas, la mente se activa y las combina
hasta elaborar ideas complejas las cuales no son otra cosa que combinaciones de ideas
simples. Surgen así, tres categorías de ideas complejas:
1. Modos o propiedades
3. Relaciones
Las ideas son signos de las cosas en sentido en que son útiles para comunicar ideas los
demás. Al parecer, Locke consideraba que las ideas eran independientes de las palabras
puesto que sostenía que se pueden tener ideas y pensar sin necesidad de palabras.
b) Hume (1711-1776)
El término empirismo viene de la voz griega "empeiría" que se puede traducir como
"experiencia". Cuando hablamos de "experiencia" en este contexto nos referimos más
exactamente a la experiencia sensible o conjunto de percepciones. En un sentido amplio
llamamos empirista a toda teoría filosófica que considera los sentidos como las facultades
cognoscitivas adecuadas para la adquisición del conocimiento. A lo largo de la historia de
la filosofía se han dado muchas formas de empirismo, unas radicales y otras moderadas;
por ejemplo en la filosofía griega se puede citar la filosofía aristotélica y la filosofía
atomista como filosofías más empiristas que la de Platón o la de Parménides. En el
pensamiento medieval también encontramos autores muy inclinados al empirismo, como
Guillermo de Occam, en la filosofía moderna el empirismo clásico, y en el siglo XX el
neopositivismo.
1. Los autores más importantes nacieron en las Islas Británicas, entre los siglos XVII y
XVIII (Edad Moderna) y sus representantes más destacados son John Locke (1632-1704),
George Berkeley (1685-1753) y David Hume (1711-1776), a quien se considera su
máximo y más radical representante. 2. El objeto del conocimiento son las ideas, no el
mundo exterior.
7. Acepta la deducción sólo para la lógica y las matemáticas, y cree que para el
conocimiento del mundo sólo es adecuada la inducción.
Berkeley dirá que la causa de todos los errores es suponer que la mente puede elaborar
ideas abstractas (como las de "cuerpo" o "existencia" entonces critica así, la teoría de
Locke sobre las ideas generales y propone un nominalismo absoluto: las ideas no son
sino nombres de manera tal que toda idea o representación es individual, habiendo que
tener mucho cuidado al usar las palabras.
Para Berkeley, solo conocemos ideas y además de las ideas no existe sino la mente que
las percibe y Dios (que las hace percibir). Afirmar que existe un mundo material es la
consecuencia de dejarse llevar por las falacias de la abstracción, considerando al "ser" de
las cosas independientemente de su "ser percibidas".
Ilustración
a) Voltaire (1694-1778)
El carácter contradictorio de Voltaire se refleja tanto en sus escritos como en las opiniones
de otros. Parecía capaz de situarse en los dos polos de cualquier debate, y en opinión de
algunos de sus contemporáneos era poco fiable, avaricioso y sarcástico. Para otros, sin
embargo, era un hombre generoso, entusiasta y sentimental. Esencialmente, rechazó
todo lo que fuera irracional e incomprensible y animó a sus contemporáneos a luchar
activamente contra la intolerancia, la tiranía y la superstición. Su moral estaba fundada en
la creencia en la libertad de pensamiento y el respeto a todos los individuos, y sostuvo
que la literatura debía ocuparse de los problemas de su tiempo. Estas opiniones
convirtieron a Voltaire en una figura clave del movimiento filosófico del siglo XVIII
ejemplificado en los escritores de la famosa Enciclopedia francesa. Su defensa de una
literatura comprometida con los problemas sociales hace que Voltaire sea considerado
como un predecesor de escritores del siglo XX como Jean-Paul Sartre y otros
existencialistas franceses.
Todas las obras de Voltaire contienen pasajes memorables que se distinguen por su
elegancia, su perspicacia y su ingenio. Sin embargo, su poesía y sus obras dramáticas
abusan a menudo de un exceso de atención a la cuestión histórica y a la propaganda
filosófica. Cabe destacar, entre otras, las tragedias Brutus (1730), Zaire (1732), Alzire
(1736), Mahoma o el fanatismo (1741), y Mérope (1743); el romance filosófico Zadig
(1747); el poema filosófico Discurso sobre el hombre (1738); y el estudio histórico Carlos
XII (1730).
b) Diderot (1713-1784)
En 1746, tres años después de contraer un matrimonio que pronto fracasaría, aparecieron
sus Pensées philosophiques (1746), y en 1749 sufrió tres meses de arresto por Lettre sur
les aveugles (Carta sobre los ciegos). En ambas obras, Diderot exponía su pensamiento,
basado en un materialismo ateo que enfatizaba la dependencia del hombre respecto a los
datos de sus sentidos. Desde 1745, Diderot venía trabajando, junto al matemático Jean
Le Rond d´Alembert, por encargo de André Le Breton, en la traducción de la Cyclopaedia
inglesa de Ephraim Chambers. Este trabajo lo llevó a concebir la idea de una gran
enciclopedia que fuese el vehículo de las nuevas ideas contra las que consideraba
fuerzas reaccionarias de la iglesia y el estado, y que sacase a la luz los principios
esenciales de las artes y las ciencias. El fondo ideológico sería el racionalismo y la fe en
el progreso de la humanidad. En 1750, después de cumplir el arresto, dio a la luz su
Prospectus, que D´Alembert convertiría al año siguiente en el Discours préliminaire de la
Enciclopedia. La publicación de la obra se fue realizando entre 1751 y 1772 con acogida
variable, pero con un indudable éxito final. De los artículos publicados en la Enciclopedia,
compuesta de 17 volúmenes de texto, Diderot escribió un buen número, pero, sobre todo,
su tarea fue la de director y supervisor de la magna empresa, en la que además de los
nombres citados intervinieron intelectuales como Charles de Montesquieu y Rousseau
-que rompió su amistad con Diderot en 1758, el año en que D´Alembert dimitió y aquél
quedó como director único de la obra-.
c) Rousseau (1712-1786)
"Con Voltaire termina un mundo. Con Rousseau comienza otro" Goethe Rousseau, pese
a ser colaborador de la Enciclopedia, fue el gran disidente. En 1749, en el concurso de la
Academia de Dijon sobre el tema ¿Ha contribuido al mejoramiento de las costumbres el
progreso de las ciencias y de las artes?, su respuesta fue que no, puesto que las ciencias
y las artes se originan en los vicios, los alimentan y son el origen de la desigualdad entre
los hombres. Esta problemática fue la desencadenante de su pensamiento. Las ideas de
Rousseau se oponían abiertamente a las de la ilustración francesa puesto que
desvalorizaba la cultura, la razón y la sociedad en favor del hombre en estado natural. Su
valorización del sentimiento resultaba además, escandalosa. Del mismo modo, eran
polémicos sus ideales políticos. Sin embargo, sus ideas tuvieron un enorme éxito y fue el
ilustrado que más influyó en los futuros revolucionarios.
Construido sobre la estructura del paso del estado natural al estado de sociedad, el
pensamiento de Rousseau propone un regreso utópico al primer estadio sin abandonar el
segundo en tanto que abandonarlo ya no es posible.
Estado de naturaleza
El hombre 'natural' (primitivo) vivía aislado. Rousseau especula que carecía de una
sociabilidad natural. A diferencia de Hobbes, tampoco cree que viviese en guerra contra
todos. Introduce así la imagen del "buen salvaje", una suerte de inocencia natural (no
existe el pecado original), la bondad es innata así como la igualdad absoluta. Tampoco
hay moral. Pero esta condición natural, pertenece a un estado que ya no existe (quizá
nunca haya existido, improbablemente vaya a existir alguna vez) pero resulta útil para
reflexionar sobre la situación actual. El concepto de naturaleza sirve como punto de
referencia y concepto directivo.
El paso al estado de sociedad
El hombre se vuelve menos feliz, menos libre y menos bueno. La idea del progreso es
claramente atacada. Al aparecer la sociedad, el hombre comienza a perder la libertad y
las desigualdades comienzan a ganar terreno cuando se establece el derecho de
propiedad y la autoridad para salvaguardarlo. Entonces, la sociedad es un engaño, los
hombres se unen supuestamente para defender a los débiles pero en realidad lo que
hacen, es defender los intereses de los más ricos. Las diferencias son claras: ricos-
pobres; poderosos-débiles; amos-esclavos. La coincidencia es el único reducto incólume,
aunque casi ignorado. El hombre, fuera de sí, está alienado. Regreso a una sociedad de
acuerdo a las exigencias "naturales" El primer paso es la transformación del individuo
mediante la educación. En El Emilio el niño es educado con su mentor como el "buen
salvaje" reproduciendo la experiencia de Robinson (novela de 1719) descubriendo por sí
mismo, lo mejor de la cultura. A través de su programa educativo utópico, Rosseau critica
a la educación ilustrada. El Contrato Social
Este pacto, crea la voluntad general que ni es arbitraria ni se confunde con las con la
suma de las voluntades egoístas de las voluntades individuales de los particulares.
Entonces aparece el concepto de soberanía, el soberano es la voluntad general, la cual
es inalienable (no se delega, el gobierno no es sino un ejecutor de la ley que emana de la
voluntad general, y puede ser siempre substituido), es indivisible (no hay división de
poderes, como postulan Locke y Montesquieu.
- Primer período precrítico, hasta 1760. Prevalece el interés por las ciencias naturales,
durante el cual sigue las huellas del pensamiento dominante en los primeros decenios del
siglo XVIII.
- Segundo período crítico, hasta 1781, año en que se publica su obra principal "Crítica de
la razón pura". Prevalece el interés filosófico y se determina su orientación hacia el
empirismo inglés y el criticismo. Esta obra, que contiene la crítica a la que Kant somete a
la razón humana, producirá, pese al escaso interés que despierta inicialmente, un giro
total, que marcaría un nuevo estilo de pensamiento, un cambio radical en la orientación de
la filosofía. Se evidencia una tendencia a evitar el error, más que el descubrimiento de la
verdad, siguiendo la tónica de Descartes y de Locke y Hume, quienes ponen en duda
diversas posibilidades de conocimiento. Esto lleva a Kant a concentrarse sobre los objetos
de razón y sus límites, sus posibilidades, es decir, la crítica de la razón pura. Se inclina
por una concepción de la metafísica como la ciencia de los límites de la razón humana, y
no como un sistema de saber.
La filosofía crítica de Kant se halla en sus tres obras fundamentales: "Crítica de la razón
pura", "Crítica de la razón práctica" y "Crítica del juicio". Los elementos de este sistema
los denomina Kant "filosofía trascendental" o examen al que hay que someter a la razón
humana para investigar las condiciones que hacen posible el conocimiento a priori. Kant
afirma que para entender la experiencia (conocimiento a posteriori), es necesario tener
conocimientos que no provengan de la experiencia (conocimiento a priori); aunque todo
nuestro conocimiento empiece con la experiencia, no por eso procede todo él de la
experiencia. Lejos del "sueño dogmático", sólo así el conocimiento empírico puede
disponer de aquellas condiciones que exige el verdadero conocimiento (universalidad y
necesidad) y que la sola experiencia no puede otorgar. Esto equivale a un cambio de
método y a afirmar que no es el entendimiento el que se deja gobernar por los objetos,
sino que son éstos los que se someten a las leyes del conocimiento, impuestas por el
entendimiento humano.
Dando por sentado que son posibles la matemática y la física puras, se pregunta Kant si
es posible la metafísica, a lo que concluye que todavía no se ha encontrado un camino
seguro. Esto le llevará a la reflexión de que el pensamiento no conoce las cosas tal como
son, pues "las cosas en sí" no se pueden conocer, lo que se conoce es "las cosas en mí"
o fenómeno, en oposición al noúmeno o "cosa en sí". Esto es justamente lo que explora la
Crítica de la razón pura.
Kant se encuentra con el problema de la metafísica, las grandes cuestiones que exceden
a la experiencia: Dios, la libertad y la inmortalidad entre otros.
Ante la pregunta de por qué causa la razón pura puede convertirse en razón práctica,
donde se mezclan los dos mundos, el nouménico y el fenoménico, responde Kant que es
porque todo concepto moral dimana de la razón, y porque las representaciones puras del
deber y de la ley moral le llegan al hombre a través de la razón.
A los principios objetivos que constituyen la voluntad, Kant los llama mandatos, los cuales
se expresan a través de la fórmula del imperativo, que es un deber ser sin inclinación. El
imperativo categórico es aquel que ordena actuar sólo según una máxima que pueda
tornarse ley universal.
La clave para la autonomía de la voluntad, propia de los seres dotados de razón práctica,
es la libertad; cuando el hombre se concibe como dueño de su libertad se incluye en el
mundo inteligible, conociendo así la autonomía de la voluntad con su consecuencia: la
moralidad.