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Compendio Unidad 3

Este documento presenta la unidad 3 de una asignatura sobre derechos del buen vivir. Incluye 4 temas: 1) Principios de aplicación de los derechos humanos según la Constitución ecuatoriana, 2) Sujetos de derechos como personas, comunidades y la naturaleza, 3) Clasificación de derechos como económicos, sociales, culturales y de grupos, y 4) Derechos como fines del Estado. También incluye una bibliografía y una tabla de contenido detallando los objetivos de aprendiz
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Compendio Unidad 3

Este documento presenta la unidad 3 de una asignatura sobre derechos del buen vivir. Incluye 4 temas: 1) Principios de aplicación de los derechos humanos según la Constitución ecuatoriana, 2) Sujetos de derechos como personas, comunidades y la naturaleza, 3) Clasificación de derechos como económicos, sociales, culturales y de grupos, y 4) Derechos como fines del Estado. También incluye una bibliografía y una tabla de contenido detallando los objetivos de aprendiz
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Asignatura

Educación en valores y derechos ciudadanos

Profesor Autor
Mg. Mario Rivas Alemán
Profesor Tutor
Ab. Edgar Poggi Cedeño

Este compendio recoge textualmente documentos e información de varias


fuentes debidamente citadas, así como referencias elaboradas por el
autor y tutor para conectar los diferentes temas.
Se lo utiliza únicamente con fines educativos.

Periodo Académico 2021 – S2


Índice

Tabla de contenido
Resultado de aprendizaje de la asignatura ........................................................................................ 0
Resultado de aprendizaje de la unidad .............................................................................................. 0
Unidad 3: Derechos del buen Vivir en la Constitución de la República del Ecuador. ...................... 0
Tema 1: Principios de aplicación de los DDHH. ............................................................................. 0
Tema 2: Sujetos de derechos. ......................................................................................................... 0
Tema 3: Clasificación y catálogo de los derechos del Buen Vivir: Derechos económicos, sociales
y culturales (agua y alimentación, salud, educación…) derechos de los grupos de atención
prioritaria, derechos de los pueblos y comunidades, derechos de la naturaleza, derechos de
participación, derechos de libertad, derechos de protección. ...................................................... 0
Tema 4: Derechos como fines del Estado. ..................................................................................... 0
Bibliografía .......................................................................................................................................... 0
Resultado de aprendizaje de la asignatura
Asumir el ejercicio responsable de los deberes y derechos como ciudadanos con conciencia moral y
principios éticos cotejando el conocimiento de los fenómenos ético-morales y sus interrelaciones
con el entorno natural y humano a favor del desarrollo humano sostenible, la transparencia y la
ética pública del país, región y cantón.

Resultado de aprendizaje de la unidad


Identificar los derechos de buen vivir y garantías estipulados en la Constitución del Ecuador, para
practicar de manera oportuna los derechos y garantías constitucionales.

Unidad 3: Derechos del buen Vivir en la Constitución de la República del


Ecuador.

Tema 1: Principios de aplicación de los DDHH.

TITULO II
DERECHOS
Capítulo primero
Principios de aplicación de los derechos
Art. 10.- Las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos son titulares y gozarán de
los derechos garantizados en la Constitución y en los instrumentos internacionales.
La naturaleza será sujeto de aquellos derechos que le reconozca la Constitución.
Art. 11.- El ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes principios:

1. Los derechos se podrán ejercer, promover y exigir de forma individual o colectiva ante las
autoridades competentes; estas autoridades garantizarán su cumplimiento.
2. Todas las personas son iguales y gozarán de los mismos derechos, deberes y oportunidades.
Nadie podrá ser discriminado por razones de etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de
género, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, filiación política, pasado judicial,
condición socio-económica, condición migratoria, orientación sexual, estado de salud, portar VIH,

1
discapacidad, diferencia física; ni por cualquier otra distinción, personal o colectiva, temporal o
permanente, que tenga por objeto o resultado menoscabar o anular el reconocimiento, goce o
ejercicio de los derechos. La ley sancionará toda forma de discriminación.
El Estado adoptará medidas de acción afirmativa que promuevan la igualdad real en favor de los
titulares de derechos que se encuentren en situación de desigualdad.
3. Los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los instrumentos internacionales
de derechos humanos serán de directa e inmediata aplicación por y ante cualquier servidora o
servidor público, administrativo o judicial, de oficio o a petición de parte.
Para el ejercicio de los derechos y las garantías constitucionales no se exigirán condiciones o
requisitos que no estén establecidos en la Constitución o la ley.
4. Ninguna norma jurídica podrá restringir el contenido de los derechos ni de las garantías
constitucionales.
5. En materia de derechos y garantías constitucionales, las servidoras y servidores públicos,
administrativos o judiciales, deberán aplicar la norma y la interpretación que más favorezcan su
efectiva vigencia.
6. Todos los principios y los derechos son inalienables, irrenunciables, indivisibles,
interdependientes y de igual jerarquía.
7. El reconocimiento de los derechos y garantías establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales de derechos humanos, no excluirá los demás derechos derivados
de la dignidad de las personas, comunidades, pueblos y nacionalidades, que sean necesarios
para su pleno desenvolvimiento.
8. El contenido de los derechos se desarrollará de manera progresiva a través de las normas, la
jurisprudencia y las políticas públicas. El Estado generará y garantizará las condiciones
necesarias para su pleno reconocimiento y ejercicio. Será inconstitucional cualquier acción u
omisión de carácter regresivo que disminuya, menoscabe o anule injustificadamente el ejercicio
de los derechos.
9. El más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer respetar los derechos garantizados en
la Constitución. El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona que actúe en ejercicio
de una potestad pública, estarán obligados a reparar las violaciones a los derechos de los
particulares por la falta o deficiencia en la prestación de los servicios públicos, o por las acciones
u omisiones de sus funcionarias y funcionarios, y empleadas y empleados públicos en el
desempeño de sus cargos. El Estado ejercerá de forma inmediata el derecho de repetición en
contra de las personas responsables del daño producido, sin perjuicio de las responsabilidades
civiles, penales y administrativas. El Estado será responsable por detención arbitraria, error
judicial, retardo injustificado o inadecuada administración de justicia, violación del derecho a la
tutela judicial efectiva, y por las violaciones de los principios y reglas del debido proceso
Cuando una sentencia condenatoria sea reformada o revocada, el Estado reparará a la persona
que haya sufrido pena como resultado de tal sentencia y, declarada la responsabilidad por tales
actos de servidoras o servidores públicos, administrativos o judiciales, se repetirá en contra de
ellos.

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Tema 2: Sujetos de derechos.

Antecedentes:
El artículo 6 de la Constitución de la República del Ecuador establece que “Todas las ecuatorianas y
los ecuatorianos son ciudadanos y gozarán de los derechos establecidos en la Constitución.
La nacionalidad ecuatoriana es el vínculo jurídico político de las personas con el Estado, sin perjuicio
de su pertenencia a alguna de las nacionalidades indígenas que coexisten en el Ecuador
plurinacional.”

El artículo 10 CRE, por su parte, estipula: “Las personas, comunidades, pueblos, nacionalidades y
colectivos son titulares y gozarán de los derechos garantizados en la Constitución y en los
instrumentos internacionales.
La naturaleza será sujeto de aquellos derechos que le reconozca la Constitución.”
Por otro lado, el primer inciso del artículo 426 CRE determina que: “Todas las personas, autoridades
e instituciones están sujetas a la Constitución.”

LOS SUJETOS DE LOS DERECHOS.


La categoría “sujeto de derecho” fue, por mucho tiempo, punto de controversia en el Derecho entre
quienes afirman la existencia de derechos subjetivos y quienes la niegan.
Para los defensores, (Gény, Ross, Thon y los realistas) el término tiene una utilidad práctica, sea
porque no existe otro término más eficiente que lo reemplace o porque representa una facultad
para hacer posible la protección de intereses jurídicos; se asume, además, como un elemento
unificador entre individuos o entre situaciones jurídicas. Para quienes niegan los derechos
subjetivos (Duguit, Kelsen y los funcionalistas), es admisible únicamente la existencia de
obligaciones jurídicas y no de derechos; se reconoce el derecho subjetivo solo en función del
Derecho objetivo, o se aboga por la eliminación de términos vacíos.
Este debate sufre un giro en la segunda mitad del siglo XX, cuando se toma distancia del debate de
si es o no el derecho subjetivo parte del Derecho para proclamar a la dignidad humana como centro
del Derecho. Es, desde entonces, que la noción de Derechos Humanos adquiere una dimensión de
derecho fundamental con bases históricas, morales y jurídicas, que tiene como eje y como fin la
protección y la realización de los derechos de las personas.
El concepto de derechos humanos que opera en el ámbito espacial de los Estados reconoce, además,
una dimensión internacional, en una suerte de protección reforzada de su núcleo esencial.
Desde el punto de vista del derecho internacional de los derechos humanos, dice German

3
Bidart Campos23, el hombre es un sujeto investido de personalidad internacional que opera dentro
de los Estado, superando la noción de que solo el Estado y algunas entidades sui generis, como el
Vaticano, podían ser sujeto de derecho internacional.
El respeto de los derechos humanos es ante todo responsabilidad de los Estados. La tarea de
protegerlos derechos humanos representa para el Estado la exigencia de proveer y mantener las
condiciones necesarias para que las personas puedan gozar realmente de todos sus derechos.
En la actualidad, como resultado de los procesos de globalización, el desarrollo de la ciencia y la
tecnología, la reestructuración del papel de los Estados, existen condiciones sociales, políticas,
económicas y culturales paradójicas y trasformadoras que abren nuevos problemas y grandes
desafíos.
Con el desarrollo de la biotecnología, la robótica y la nanotecnología, por ejemplo, la idea de ser
humano, que únicamente admitía una legítima diferencia entre géneros, edades y situaciones
jurídicas, estaría poniéndose en entredicho, frente a la dificultad de distinguir a las personas de las
cosas, los sexos, el hombre del animal, el hombre de las máquinas, lo que podría tener repercusiones
en la idea de “ser humano” como objeto y fin del Derecho.
Más allá de estas nuevas y complejas realidades, como puede observarse en los artículos antes
citados, para la Constitución vigente, son titulares de derechos cuatro tipos de sujetos:
1) las personas;
2) las comunidades, pueblos y nacionalidades;
3) los colectivos; y,
4) la naturaleza. Como principio general, todos los derechos pueden ser ejercidos de manera
individual y colectiva, por parte de los sujetos de derechos.
Las personas.
El concepto persona física (o persona natural) se discute desde los griegos y es el derecho romano
que lo formula como concepto jurídico. En términos generales, es todo miembro de la especie
humana susceptible de adquirir derechos y contraer obligaciones. En algunos casos se puede hacer
referencia a éstas como personas de existencia visible, de existencia real, física o natural.
Desde un punto de vista jurídico, todo ser con capacidad, razón y voluntad es persona, y por tanto,
titular de derechos apto para contraer obligaciones. El concepto de persona, quedó, de esta manera,
desde el derecho romano, atado a tres elementos básicos: razón, voluntad y capacidad.
Por tanto, el concepto de persona es una categoría que crea el Derecho para poner en
funcionamiento el sistema de derechos y obligaciones y que se refiere tanto al ser humano como a
las personas ficticias o personas jurídicas colectivas.
Partiendo de esto, y luego de transcurrir etapas históricas en las que se negaba tal calidad a
determinados seres humanos, o se otorgaban dicha calidad a ciertos animales o cosas26, nos
encontramos en un momento en que se asume que toda persona es sujeto de derecho, o lo que es
lo mismo, se cuenta con un mecanismo jurídico, los derechos subjetivos, para operar el Derecho.

4
Las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades.
Otra categoría de sujeto de derechos reconocido en la Carta Constitucional son las comunas,
comunidades, pueblos y nacionalidades. En esta categoría de sujetos entran las comunidades,
pueblos y nacionalidades indígenas, los pueblos afroecuatorianos asentados en distintas regiones
del país, y el pueblo montubio y las comunas como forma organizativa tradicional de este pueblo.
Los derechos de los pueblos y nacionalidades del Ecuador son reconocidos por la Constitución
vigente de una manera integral, transversal y multidimensional.
Los derechos de los pueblos y nacionalidades no solo son de naturaleza individual o colectiva: hacen
parte de la estructura del Estado (arts. 1,4,6 y 57 CRE), representan principios de optimización de
las políticas públicas (arts. 85, 416 y 423 CRE), del régimen de desarrollo (arts. 275, 286, 277, 283,
340, 281, 282, 284 CRE), del manejo de recursos naturales (arts. 57: 6 y8, 71, 74, 317, 318, 395, 403,
405, 407 CRE), del desarrollo intelectual y cultural de la nación (arts. 57: 12, 281:6, 322, 385, 387,
388, 402). En este sentido, son dispositivos constitucionales para superar la histórica segregación,
marginación y exclusión vivida por los pueblos y nacionalidades dentro de las fronteras del Estado
ecuatoriano, desde la época colonial.
Un fuerte componente de los derechos de las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades del
Ecuador es su naturaleza colectiva. Los derechos colectivos se apartan del paradigma político liberal
de acuerdo al cual los derechos son prerrogativas de los individuos y solo de los individuos y en
donde los derechos humanos colectivos son considerados absurdos y los colectivos son vistos como
amenazas al principio de soberanía, a la supervivencia del Estado nacional, y como combustible de
las tensiones domésticas.
Considerar el ejercicio colectivo de los derechos implicó el desarrollo de las denominadas “políticas
de la diferenciación”, que asumen la existencia de desigualdades económicas, pero, además, ponen
en evidencia el hecho de que entre las personas efectivamente hay diferencias. En vista de estas
diferencias se justifica que el Estado trate de manera diferente a los distintos, si es el caso,
adoptando medidas de protección especiales que no toma respecto de otros grupos de la población.
A partir de esto se entiende que, mientras la igualdad formal es herramienta para que el Estado
ejerza su poder de manera imparcial y neutra, la igualdad proporcional o igualdad diferenciada, es
herramienta para un Estado interventor, no indiferente a las diferencias existentes.
Los derechos colectivos de los pueblos y nacionalidades, al decir del ex Magistrado de la Corte
Constitucional de Colombia, Ciro Angarita, “no pueden equipararse con simples organizaciones,
pues son una realidad histórica y dinámica, caracterizada por elementos objetivos y subjetivos que
no se reducen simplemente a un ámbito de asociación. Se nace indígena y se pertenece a una
cultura. Esto conlleva a que la comunidad, como sujeto, puede ser titular de derechos humanos”.

En este sentido, es posible identificar ciertas características de los derechos colectivos de los
pueblos y nacionalidades: 1) su titular es un sujeto colectivo autónomo, no una sumatoria de
intereses y voluntades individuales; 2) los derechos colectivos dotan a la colectividad de facultades

5
que les permiten defender su existencia como grupo y su autonomía tanto en relación con otros
individuos y colectividades ajenos al grupo, como también respecto de sus propios miembros.
En el ejercicio de derechos colectivos de comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades, existen
dos modalidades básicas de ejercicio de los derechos: la primera, mediante la cual solo pueden ser
reivindicados por el grupo (derechos de autonomía, autogobierno, defensa territorial,…); la
segunda, que pueden ser reivindicados por miembros individuales del grupo (derechos que
comprometen prácticas de subsistencia, actividades religiosas o culturales, lengua propia,…).
Las colectividades.
Otra categoría de sujetos de derechos reconoce la Constitución cuando menciona de manera
expresa a las colectividades. A partir de esto, se entiende la existencia de dos tipos de sujetos
colectivos: las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades o entidades colectivas de carácter
étnico-históricas; y, los colectivos o agregados de intereses individuales, grupos asociativos,
colectividades difusas y organizaciones de tipo general.
El reconocimiento de derechos colectivos implica una transformación y reformulación del concepto
clásico de igualdad. En el Ecuador, la Constitución de 1998 ya asumió un concepto de igualdad
amplio que abarcaba por lo menos, tres niveles:
a) la igualdad como generalidad, o igualdad ante la ley para efectos de los derechos, deberes y
procedimientos;
b) la igualdad como equiparación o igualdad entre hombres y mujeres o igualdad de derechos
y deberes de la pareja;
c) la igualdad como diferencia o igualdad proporcional, que representa trato diferente para los
distintos.
Para impulsar la igualdad proporcional, la Constitución del 98, estableció principios y normas que
sustentaron tratos diferentes para los grupos vulnerables (niños, discapacitados, tercera edad,
mujeres embarazadas) y para los pueblos indígenas. Ciertamente que el trato diferente que se daba
en uno y otro caso era distinto.
La diferenciación en el primer caso tenía que ver con lo que se denomina política de discriminación
positiva, mientras que la diferenciación en el segundo caso tenía que ver con el otorgamiento de
facultades autonómicas como medio para garantizar la diferencia cultural y étnica.
Esta noción de igualdad proporcional no solo queda refrendada y fortalecida en la Constitución
vigente, sino que, adicionalmente, reconoce derechos a la naturaleza.
La naturaleza como sujeto de derecho.
¿Y la naturaleza? En cierto modo, se podría decir, los derechos humanos abarcan a la naturaleza,
porque ella no es una tarjeta postal para ser mirada desde afuera; pero bien sabe la naturaleza que
hasta las mejores leyes humanas la tratan como objeto de propiedad y nunca como sujeto de
derecho.

6
Aunque aún no se encuentra delimitado (mediante jurisprudencia), ni desarrollado (mediante
norma secundaria), la Constitución ecuatoriana es claramente innovadora al concebir a la
naturaleza como sujeto de derechos.
En 1886, la Suprema Corte de Estados Unidos, modelo de la justicia universal, extendió los derechos
humanos a las corporaciones privadas. La ley les reconoció los mismos derechos que a las personas,
derecho a la vida, a la libre expresión, a la privacidad y a todo lo demás, como si las empresas
respiraran. Más de ciento veinte años han pasado y así sigue siendo. A nadie le llama la atención.
La legislación nacional e internacional del derecho ambiental configuró, desde sus inicios, un
derecho de tipo subjetivo, esto es, un derecho atinente a las personas a vivir en un ambiente sano
y libre de contaminación. Este modelo de protección ambiental acaba de ser superado en la
Constitución de Montecristi al reconocer derechos intrínsecos a la naturaleza, transformando al
derecho subjetivo en un derecho objetivo para ser garantizado por el Estado, esto es, por la sociedad
entera.
De acuerdo con la Constitución, los derechos de la naturaleza constituyen:
1) un deber primordial del Estado (art. 3:7 CRE);
2) un principio de aplicación de los derechos (art. 10, segundo inciso CRE);
3) un conjunto de reglas para garantizar el derecho a un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado, las preservación, prevención y recuperación de espacios naturales degradados,
el uso de tecnologías ambientalmente limpias, y la prohibición del uso de tecnologías
riesgosas (arts. 14 y 15 CRE); principios de optimización de las políticas públicas para
garantizar su integridad, su restauración, la adopción de medidas de precaución y restricción
de actividades, y las condiciones de aprovechamiento (arts. 71 al 74 CRE).
Los derechos de la naturaleza, por su titularidad, pueden ser ejercidos de manera individual o
colectiva; y, por su finalidad, pueden favorecer a un colectivo determinable, a una colectividad
difusa, esto es, no determinable o a la naturaleza, de manera intrínseca.
Los derechos colectivos se caracterizan porque frente a un daño, todos son titulares de derechos,
no como individuos aislados sino como miembros de una colectividad. Este tipo de derechos
colectivos también se conocen como derechos difusos, cuando se trata de una colectividad difícil de
identificar o individualizar.
Los sujetos legitimados para accionar los derechos de la naturaleza son las personas, comunas,
comunidades, pueblos, nacionalidades y colectivos. Por su parte, el Estado asume tanto la capacidad
reguladora de las actividades que pueden causar daño ambiental o a la naturaleza, como la facultad
de protección, defensa, supervisión y control.
Con esta base constitucional, la naturaleza es sujeto de derechos en tanto cualquier persona,
comunidad, pueblo, nacionalidad o colectivo la ponga en acción mediante actos de defensa que
involucren o no, un interés directo. Por su parte, al Estado le corresponde la protección de la
naturaleza a través de cualquier mecanismo garantista previsto en la Carta Constitucional o
mediante la acción patrocinadora que pudiera llevar la Defensoría del Pueblo o cualquier órgano
de control social, en su defensa.

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Tema 3: Clasificación y catálogo de los derechos del Buen Vivir:
Derechos económicos, sociales y culturales (agua y alimentación,
salud, educación…) derechos de los grupos de atención prioritaria,
derechos de los pueblos y comunidades, derechos de la naturaleza,
derechos de participación, derechos de libertad, derechos de
protección.

CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR

Capítulo segundo
Derechos del buen vivir
Sección primera
Agua y alimentación
Art. 12.- El derecho humano al agua es fundamental e irrenunciable. El agua constituye patrimonio
nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para la
vida.
Art. 13.- Las personas y colectividades tienen derecho al acceso seguro y permanente a alimentos
sanos, suficientes y nutritivos; preferentemente producidos a nivel local y en correspondencia con
sus diversas identidades y tradiciones culturales.

El Estado ecuatoriano promoverá la soberanía alimentaria.


Sección segunda
Ambiente sano
Art. 14.- Se reconoce el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen vivir, sumak kawsay.
Se declara de interés público la preservación del ambiente, la conservación de los ecosistemas, la
biodiversidad y la integridad del patrimonio genético del país, la prevención del daño ambiental y la
recuperación de los espacios naturales degradados.
Sección quinta
Educación
Art. 26.- La educación es un derecho de las personas a lo largo de su vida y un deber ineludible e
inexcusable del Estado. Constituye un área prioritaria de la política pública y de la inversión estatal,

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garantía de la igualdad e inclusión social y condición indispensable para el buen vivir. Las personas,
las familias y la sociedad tienen el derecho y la responsabilidad de participar en el proceso
educativo.
Art. 27.- La educación se centrará en el ser humano y garantizará su desarrollo holístico, en el marco
del respeto a los derechos humanos, al medio ambiente sustentable y a la democracia; será
participativa, obligatoria, intercultural, democrática, incluyente y diversa, de calidad y calidez;
impulsará la equidad de género, la justicia, la solidaridad y la paz; estimulará el sentido crítico, el
arte y la cultura física, la iniciativa individual y comunitaria, y el desarrollo de competencias y
capacidades para crear y trabajar.
La educación es indispensable para el conocimiento, el ejercicio de los derechos y la construcción
de un país soberano, y constituye un eje estratégico para el desarrollo nacional.
Art. 28.- La educación responderá al interés público y no estará al servicio de intereses individuales
y corporativos. Se garantizará el acceso universal, permanencia, movilidad y egreso sin
discriminación alguna y la obligatoriedad en el nivel inicial, básico y bachillerato o su equivalente.
Es derecho de toda persona y comunidad interactuar entre culturas y participar en una sociedad
que aprende. El Estado promoverá el diálogo intercultural en sus múltiples dimensiones.
El aprendizaje se desarrollará de forma escolarizada y no escolarizada.
La educación pública será universal y laica en todos sus niveles, y gratuita hasta el tercer nivel de
educación superior inclusive.
Sección séptima

Salud
Art. 32.- La salud es un derecho que garantiza el Estado, cuya realización se vincula al ejercicio de
otros derechos, entre ellos el derecho al agua, la alimentación, la educación, la cultura física, el
trabajo, la seguridad social, los ambientes sanos y otros que sustentan el buen vivir.
El Estado garantizará este derecho mediante políticas económicas, sociales, culturales, educativas y
ambientales; y el acceso permanente, oportuno y sin exclusión a programas, acciones y servicios de
promoción y atención integral de salud, salud sexual y salud reproductiva. La prestación de los
servicios de salud se regirá por los principios de equidad, universalidad, solidaridad,
interculturalidad, calidad, eficiencia, eficacia, precaución y bioética, con enfoque de género y
generacional.
Capítulo tercero
Derechos de las personas y grupos de atención prioritaria
Art. 35.- Las personas adultas mayores, niñas, niños y adolescentes, mujeres embarazadas, personas
con discapacidad, personas privadas de libertad y quienes adolezcan de enfermedades catastróficas
o de alta complejidad, recibirán atención prioritaria y especializada en los ámbitos público y privado.
La misma atención prioritaria recibirán las personas en situación de riesgo, las víctimas de violencia

9
doméstica y sexual, maltrato infantil, desastres naturales o antropogénicos. El Estado prestará
especial protección a las personas en condición de doble vulnerabilidad.
Art. 36.- Las personas adultas mayores recibirán atención prioritaria y especializada en los ámbitos
público y privado, en especial en los campos de inclusión social y económica, y protección contra la
violencia. Se considerarán personas adultas mayores aquellas personas que hayan cumplido los
sesenta y cinco años de edad.
Art. 37.- El Estado garantizará a las personas adultas mayores los siguientes derechos: 1. La atención
gratuita y especializada de salud, así como el acceso gratuito a medicinas. 2. El trabajo remunerado,
en función de sus capacidades, para lo cual tomará en cuenta sus limitaciones. 3. La jubilación
universal. 4. Rebajas en los servicios públicos y en servicios privados de transporte y espectáculos.
5. Exenciones en el régimen tributario. 6. Exoneración del pago por costos notariales y registrales,
de acuerdo con la ley. 7. El acceso a una vivienda que asegure una vida digna, con respeto a su
opinión y consentimiento.
Art. 38.- El Estado establecerá políticas públicas y programas de atención a las personas adultas
mayores, que tendrán en cuenta las diferencias específicas entre áreas urbanas y rurales, las
inequidades de género, la etnia, la cultura y las diferencias propias de las personas, comunidades,
pueblos y nacionalidades; asimismo, fomentará el mayor grado posible de autonomía personal y
participación en la definición y ejecución de estas políticas. En particular, el Estado tomará medidas
de: 1. Atención en centros especializados que garanticen su nutrición, salud, educación y cuidado
diario, en un marco de protección integral de derechos. Se crearán centros de acogida para albergar
a quienes no puedan ser atendidos por sus familiares o quienes carezcan de un lugar donde residir
de forma permanente. 2. Protección especial contra cualquier tipo de explotación laboral o
económica. El Estado ejecutará políticas destinadas a fomentar la participación y el trabajo de las
personas adultas mayores en entidades públicas y privadas para que contribuyan con su
experiencia, y desarrollará programas de capacitación laboral, en función de su vocación y sus
aspiraciones. 3. Desarrollo de programas y políticas destinadas a fomentar su autonomía personal,
disminuir su dependencia y conseguir su plena integración social. 4. Protección y atención contra
todo tipo de violencia, maltrato, explotación sexual o de cualquier otra índole, o negligencia que
provoque tales situaciones. 5. Desarrollo de programas destinados a fomentar la realización de
actividades recreativas y espirituales. 6. Atención preferente en casos de desastres, conflictos
armados y todo tipo de emergencias. 7. Creación de regímenes especiales para el cumplimiento de
medidas privativas de libertad. En caso de condena a pena privativa de libertad, siempre que no se
apliquen otras medidas alternativas, cumplirán su sentencia en centros adecuados para el efecto, y
en caso de prisión preventiva se someterán a arresto domiciliario. 8. Protección, cuidado y asistencia
especial cuando sufran enfermedades crónicas o degenerativas. 9. Adecuada asistencia económica
y psicológica que garantice su estabilidad física y mental. La ley sancionará el abandono de las
personas adultas mayores por parte de sus familiares o las instituciones establecidas para su
protección.

10
Sección segunda
Jóvenes
Art. 39.- El Estado garantizará los derechos de las jóvenes y los jóvenes, y promoverá su efectivo
ejercicio a través de políticas y programas, instituciones y recursos que aseguren y mantengan de
modo permanente su participación e inclusión en todos los ámbitos, en particular en los espacios
del poder público. El Estado reconocerá a las jóvenes y los jóvenes como actores estratégicos del
desarrollo del país, y les garantizará la educación, salud, vivienda, recreación, deporte, tiempo libre,
libertad de expresión y asociación. El Estado fomentará su incorporación al trabajo en condiciones
justas y dignas, con énfasis en la capacitación, la garantía de acceso al primer empleo y la promoción
de sus habilidades de emprendimiento.
Sección tercera
Movilidad humana
Art. 40.- Se reconoce a las personas el derecho a migrar. No se identificará ni se considerará a ningún
ser humano como ilegal por su condición migratoria. El Estado, a través de las entidades
correspondientes, desarrollará entre otras las siguientes acciones para el ejercicio de los derechos
de las personas ecuatorianas en el exterior, cualquiera sea su condición migratoria: 1. Ofrecerá
asistencia a ellas y a sus familias, ya sea que éstas residan en el exterior o en el país. 2. Ofrecerá
atención, servicios de asesoría y protección integral para que puedan ejercer libremente sus
derechos. 3. Precautelará sus derechos cuando, por cualquier razón, hayan sido privadas de su
libertad en el exterior. 4. Promoverá sus vínculos con el Ecuador, facilitará la reunificación familiar
y estimulará el retorno voluntario. 5. Mantendrá la confidencialidad de los datos de carácter
personal que se encuentren en los archivos de las instituciones del Ecuador en el exterior. 6.
Protegerá las familias transnacionales y los derechos de sus miembros.
Art. 41.- Se reconocen los derechos de asilo y refugio, de acuerdo con la ley y los instrumentos
internacionales de derechos humanos. Las personas que se encuentren en condición de asilo o
refugio gozarán de protección especial que garantice el pleno ejercicio de sus derechos. El Estado
respetará y garantizará el principio de no devolución, además de la asistencia humanitaria y jurídica
de emergencia. No se aplicará a las personas solicitantes de asilo o refugio sanciones penales por el
hecho de su ingreso o de su permanencia en situación de irregularidad. El Estado, de manera
excepcional y cuando las circunstancias lo ameriten, reconocerá a un colectivo el estatuto de
refugiado, de acuerdo con la ley.
Art. 42.- Se prohíbe todo desplazamiento arbitrario. Las personas que hayan sido desplazadas
tendrán derecho a recibir protección y asistencia humanitaria emergente de las autoridades, que
asegure el acceso a alimentos, alojamiento, vivienda y servicios médicos y sanitarios. Las niñas,
niños, adolescentes, mujeres embarazadas, madres con hijas o hijos menores, personas adultas
mayores y personas con discapacidad recibirán asistencia humanitaria preferente y especializada.
Todas las personas y grupos desplazados tienen derecho a retornar a su lugar de origen de forma
voluntaria, segura y digna.

11
Sección cuarta
Mujeres embarazadas
Art. 43.- El Estado garantizará a las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia los derechos a:
1. No ser discriminadas por su embarazo en los ámbitos educativo, social y laboral. 2. La gratuidad
de los servicios de salud materna. 3. La protección prioritaria y cuidado de su salud integral y de su
vida durante el embarazo, parto y posparto. 4. Disponer de las facilidades necesarias para su
recuperación después del embarazo y durante el periodo de lactancia. Sección quinta Niñas, niños
y adolescentes
Art. 44.- El Estado, la sociedad y la familia promoverán de forma prioritaria el desarrollo integral de
las niñas, niños y adolescentes, y asegurarán el ejercicio pleno de sus derechos; se atenderá al
principio de su interés superior y sus derechos prevalecerán sobre los de las demás personas. Las
niñas, niños y adolescentes tendrán derecho a su desarrollo integral, entendido como proceso de
crecimiento, maduración y despliegue de su intelecto y de sus capacidades, potencialidades y
aspiraciones, en un entorno familiar, escolar, social y comunitario de afectividad y seguridad. Este
entorno permitirá la satisfacción de sus necesidades sociales, afectivo-emocionales y culturales, con
el apoyo de políticas intersectoriales nacionales y locales.
Art. 45.- Las niñas, niños y adolescentes gozarán de los derechos comunes del ser humano, además
de los específicos de su edad. El Estado reconocerá y garantizará la vida, incluido el cuidado y
protección desde la concepción. Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a la integridad física
y psíquica; a su identidad, nombre y ciudadanía; a la salud integral y nutrición; a la educación y
cultura, al deporte y recreación; a la seguridad social; a tener una familia y disfrutar de la convivencia
familiar y comunitaria; a la participación social; al respeto de su libertad y dignidad; a ser
consultados en los asuntos que les afecten; a educarse de manera prioritaria en su idioma y en los
contextos culturales propios de sus pueblos y nacionalidades; y a recibir información acerca de sus
progenitores o familiares ausentes, salvo que fuera perjudicial para su bienestar. El Estado
garantizará su libertad de expresión y asociación, el funcionamiento libre de los consejos
estudiantiles y demás formas asociativas.
Art. 46.- El Estado adoptará, entre otras, las siguientes medidas que aseguren a las niñas, niños y
adolescentes: 1. Atención a menores de seis años, que garantice su nutrición, salud, educación y
cuidado diario en un marco de protección integral de sus derechos. 2. Protección especial contra
cualquier tipo de explotación laboral o económica. Se prohíbe el trabajo de menores de quince años,
y se implementarán políticas de erradicación progresiva del trabajo infantil. El trabajo de las
adolescentes y los adolescentes será excepcional, y no podrá conculcar su derecho a la educación
ni realizarse en situaciones nocivas o peligrosas para su salud o su desarrollo personal. Se respetará,
reconocerá y respaldará su trabajo y las demás actividades siempre que no atenten a su formación
y a su desarrollo integral. 3. Atención preferente para la plena integración social de quienes tengan
discapacidad. El Estado garantizará su incorporación en el sistema de educación regular y en la
sociedad. 4. Protección y atención contra todo tipo de violencia, maltrato, explotación sexual o de
cualquier otra índole, o contra la negligencia que provoque tales situaciones. Las acciones y las
penas por delitos contra la integridad sexual y reproductiva cuyas víctimas sean niñas, niños y
adolescentes serán imprescriptibles. 5. Prevención contra el uso de estupefacientes o psicotrópicos

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y el consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias nocivas para su salud y desarrollo. 6. Atención
prioritaria en caso de desastres, conflictos armados y todo tipo de emergencias. 7. Protección frente
a la influencia de programas o mensajes, difundidos a través de cualquier medio, que promuevan la
violencia, o la discriminación racial o de género. Las políticas públicas de comunicación priorizarán
su educación y el respeto a sus derechos de imagen, integridad y los demás específicos de su edad.
Se establecerán limitaciones y sanciones para hacer efectivos estos derechos. 8. Protección y
asistencia especiales cuando la progenitora o el progenitor, o ambos, se encuentran privados de su
libertad. 9. Protección, cuidado y asistencia especial cuando sufran enfermedades crónicas o
degenerativas. Nota: Segundo inciso de numeral 4. Agregado por reforma aprobada en el
referéndum y consulta popular de 4 de Febrero del 2018, dada por Resolución del Consejo Nacional
Electoral No. 1, publicada en Registro Oficial Suplemento 180 de 14 de Febrero del 2018.
Sección sexta
Personas con discapacidad
Art. 47.- El Estado garantizará políticas de prevención de las discapacidades y, de manera conjunta
con la sociedad y la familia, procurará la equiparación de oportunidades para las personas con
discapacidad y su integración social. Se reconoce a las personas con discapacidad, los derechos a: 1.
La atención especializada en las entidades públicas y privadas que presten servicios de salud para
sus necesidades específicas, que incluirá la provisión de medicamentos de forma gratuita, en
particular para aquellas personas que requieran tratamiento de por vida. 2. La rehabilitación integral
y la asistencia permanente, que incluirán las correspondientes ayudas técnicas. 3. Rebajas en los
servicios públicos y en servicios privados de transporte y espectáculos. 4. Exenciones en el régimen
tributario. 5. El trabajo en condiciones de igualdad de oportunidades, que fomente sus capacidades
y potencialidades, a través de políticas que permitan su incorporación en entidades públicas y
privadas. 6. Una vivienda adecuada, con facilidades de acceso y condiciones necesarias para atender
su discapacidad y para procurar el mayor grado de autonomía en su vida cotidiana. Las personas
con discapacidad que no puedan ser atendidas por sus familiares durante el día, o que no tengan
donde residir de forma permanente, dispondrán de centros de acogida para su albergue. 7. Una
educación que desarrolle sus potencialidades y habilidades para su integración y participación en
igualdad de condiciones. Se garantizará su educación dentro de la educación regular. Los planteles
regulares incorporarán trato diferenciado y los de atención especial la educación especializada. Los
establecimientos educativos cumplirán normas de accesibilidad para personas con discapacidad e
implementarán un sistema de becas que responda a las condiciones económicas de este grupo. 8.
La educación especializada para las personas con discapacidad intelectual y el fomento de sus
capacidades mediante la creación de centros educativos y programas de enseñanza específicos. 9.
La atención psicológica gratuita para las personas con discapacidad y sus familias, en particular en
caso de discapacidad intelectual. 10. El acceso de manera adecuada a todos los bienes y servicios.
Se eliminarán las barreras arquitectónicas. 11. El acceso a mecanismos, medios y formas alternativas
de comunicación, entre ellos el lenguaje de señas para personas sordas, el oralismo y el sistema
braille.
Art. 48.- El Estado adoptará a favor de las personas con discapacidad medidas que aseguren: 1. La
inclusión social, mediante planes y programas estatales y privados coordinados, que fomenten su

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participación política, social, cultural, educativa y económica. 2. La obtención de créditos y rebajas
o exoneraciones tributarias que les permita iniciar y mantener actividades productivas, y la
obtención de becas de estudio en todos los niveles de educación. 3. El desarrollo de programas y
políticas dirigidas a fomentar su esparcimiento y descanso. 4. La participación política, que
asegurará su representación, de acuerdo con la ley. 5. El establecimiento de programas
especializados para la atención integral de las personas con discapacidad severa y profunda, con el
fin de alcanzar el máximo desarrollo de su personalidad, el fomento de su autonomía y la
disminución de la dependencia. 6. El incentivo y apoyo para proyectos productivos a favor de los
familiares de las personas con discapacidad severa. 7. La garantía del pleno ejercicio de los derechos
de las personas con discapacidad. La ley sancionará el abandono de estas personas, y los actos que
incurran en cualquier forma de abuso, trato inhumano o degradante y discriminación por razón de
la discapacidad.
Art. 49.- Las personas y las familias que cuiden a personas con discapacidad que requieran atención
permanente serán cubiertas por la Seguridad Social y recibirán capacitación periódica para mejorar
la calidad de la atención. Sección séptima Personas con enfermedades catastróficas
Art. 50.- El Estado garantizará a toda persona que sufra de enfermedades catastróficas o de alta
complejidad el derecho a la atención especializada y gratuita en todos los niveles, de manera
oportuna y preferente.
Sección octava
Personas privadas de libertad

Art. 51.- Se reconoce a las personas privadas de la libertad los siguientes derechos: 1. No ser
sometidas a aislamiento como sanción disciplinaria. 2. La comunicación y visita de sus familiares y
profesionales del derecho. 3. Declarar ante una autoridad judicial sobre el trato que haya recibido
durante la privación de la libertad. 4. Contar con los recursos humanos y materiales necesarios para
garantizar su salud integral en los centros de privación de libertad. 5. La atención de sus necesidades
educativas, laborales, productivas, culturales, alimenticias y recreativas. 6. Recibir un tratamiento
preferente y especializado en el caso de las mujeres embarazadas y en periodo de lactancia,
adolescentes, y las personas adultas mayores, enfermas o con discapacidad. 7. Contar con medidas
de protección para las niñas, niños, adolescentes, personas con discapacidad y personas adultas
mayores que estén bajo su cuidado y dependencia.
Sección novena
Personas usuarias y consumidoras
Art. 52.- Las personas tienen derecho a disponer de bienes y servicios de óptima calidad y a elegirlos
con libertad, así como a una información precisa y no engañosa sobre su contenido y características.
La ley establecerá los mecanismos de control de calidad y los procedimientos de defensa de las
consumidoras y consumidores; y las sanciones por vulneración de estos derechos, la reparación e
indemnización por deficiencias, daños o mala calidad de bienes y servicios, y por la interrupción de
los servicios públicos que no fuera ocasionada por caso fortuito o fuerza mayor.

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Art. 53.- Las empresas, instituciones y organismos que presten servicios públicos deberán
incorporar sistemas de medición de satisfacción de las personas usuarias y consumidoras, y poner
en práctica sistemas de atención y reparación. El Estado responderá civilmente por los daños y
perjuicios causados a las personas por negligencia y descuido en la atención de los servicios públicos
que estén a su cargo, y por la carencia de servicios que hayan sido pagados.
Art. 54.- Las personas o entidades que presten servicios públicos o que produzcan o comercialicen
bienes de consumo, serán responsables civil y penalmente por la deficiente prestación del servicio,
por la calidad defectuosa del producto, o cuando sus condiciones no estén de acuerdo con la
publicidad efectuada o con la descripción que incorpore. Las personas serán responsables por la
mala práctica en el ejercicio de su profesión, arte u oficio, en especial aquella que ponga en riesgo
la integridad o la vida de las personas. Art. 55.- Las personas usuarias y consumidoras podrán
constituir asociaciones que promuevan la información y educación sobre sus derechos, y las
representen y defiendan ante las autoridades judiciales o administrativas. Para el ejercicio de este
u otros derechos, nadie será obligado a asociarse.

Capítulo cuarto
Derechos de las comunidades, pueblos y nacionalidades
Art. 56.- Las comunidades, pueblos, y nacionalidades indígenas, el pueblo afroecuatoriano, el
pueblo montubio y las comunas forman parte del Estado ecuatoriano, único e indivisible.
Art. 57.- Se reconoce y garantizará a las comunas, comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas,
de conformidad con la Constitución y con los pactos, convenios, declaraciones y demás
instrumentos internacionales de derechos humanos, los siguientes derechos colectivos:
1. Mantener, desarrollar y fortalecer libremente su identidad, sentido de pertenencia, tradiciones
ancestrales y formas de organización social.
2. No ser objeto de racismo y de ninguna forma de discriminación fundada en su origen, identidad
étnica o cultural.
3. El reconocimiento, reparación y resarcimiento a las colectividades afectadas por racismo,
xenofobia y otras formas conexas de intolerancia y discriminación.
4. Conservar la propiedad imprescriptible de sus tierras comunitarias, que serán inalienables,
inembargables e indivisibles. Estas tierras estarán exentas del pago de tasas e impuestos.
5. Mantener la posesión de las tierras y territorios ancestrales y obtener su adjudicación gratuita.
6. Participar en el uso, usufructo, administración y conservación de los recursos naturales
renovables que se hallen en sus tierras.
7. La consulta previa, libre e informada, dentro de un plazo razonable, sobre planes y programas
de prospección, explotación y comercialización de recursos no renovables que se encuentren en
sus tierras y que puedan afectarles ambiental o culturalmente; participar en los beneficios que
esos proyectos reporten y recibir indemnizaciones por los perjuicios sociales, culturales y
ambientales que les causen. La consulta que deban realizar las autoridades competentes será
obligatoria y oportuna.

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Si no se obtuviese el consentimiento de la comunidad consultada, se procederá conforme a la
Constitución y la ley.
8. Conservar y promover sus prácticas de manejo de la biodiversidad y de su entorno natural. El
Estado establecerá y ejecutará programas, con la participación de la comunidad, para asegurar
la conservación y utilización sustentable de la biodiversidad.
9. Conservar y desarrollar sus propias formas de convivencia y organización social, y de generación
y ejercicio de la autoridad, en sus territorios legalmente reconocidos y tierras comunitarias de
posesión ancestral.
10. Crear, desarrollar, aplicar y practicar su derecho propio o consuetudinario, que no podrá
vulnerar derechos constitucionales, en particular de las mujeres, niñas, niños y adolescentes.
11. No ser desplazados de sus tierras ancestrales.
12. Mantener, proteger y desarrollar los conocimientos colectivos; sus ciencias, tecnologías y
saberes ancestrales; los recursos genéticos que contienen la diversidad biológica y la
agrobiodiversidad; sus medicinas y prácticas de medicina tradicional, con inclusión del derecho
a recuperar, promover y proteger los lugares rituales y sagrados, así como plantas, animales,
minerales y ecosistemas dentro de sus territorios; y el conocimiento de los recursos y
propiedades de la fauna y la flora.
Se prohíbe toda forma de apropiación sobre sus conocimientos, innovaciones y prácticas.
13. Mantener, recuperar, proteger, desarrollar y preservar su patrimonio cultural e histórico como
parte indivisible del patrimonio del Ecuador. El Estado proveerá los recursos para el efecto.
14. Desarrollar, fortalecer y potenciar el sistema de educación intercultural bilingüe, con criterios
de calidad, desde la estimulación temprana hasta el nivel superior, conforme a la diversidad
cultural, para el cuidado y preservación de las identidades en consonancia con sus metodologías
de enseñanza y aprendizaje.
Se garantizará una carrera docente digna. La administración de este sistema será colectiva y
participativa, con alternancia temporal y espacial, basada en veeduría comunitaria y rendición
de cuentas.
15. Construir y mantener organizaciones que los representen, en el marco del respeto al pluralismo
y a la diversidad cultural, política y organizativa. El Estado reconocerá y promoverá todas sus
formas de expresión y organización.
16. Participar mediante sus representantes en los organismos oficiales que determine la ley, en la
definición de las políticas públicas que les conciernan, así como en el diseño y decisión de sus
prioridades en los planes y proyectos del Estado.
17. Ser consultados antes de la adopción de una medida legislativa que pueda afectar cualquiera de
sus derechos colectivos.
18. Mantener y desarrollar los contactos, las relaciones y la cooperación con otros pueblos, en
particular los que estén divididos por fronteras internacionales.
19. Impulsar el uso de las vestimentas, los símbolos y los emblemas que los identifiquen.
20. La limitación de las actividades militares en sus territorios, de acuerdo con la ley.

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21. Que la dignidad y diversidad de sus culturas, tradiciones, historias y aspiraciones se reflejen en
la educación pública y en los medios de comunicación; la creación de sus propios medios de
comunicación social en sus idiomas y el acceso a los demás sin discriminación alguna.
Los territorios de los pueblos en aislamiento voluntario son de posesión ancestral irreductible e
intangible, y en ellos estará vedada todo tipo de actividad extractiva. El Estado adoptará medidas
para garantizar sus vidas, hacer respetar su autodeterminación y voluntad de permanecer en
aislamiento, y precautelar la observancia de sus derechos. La violación de estos derechos constituirá
delito de etnocidio, que será tipificado por la ley.
El Estado garantizará la aplicación de estos derechos colectivos sin discriminación alguna, en
condiciones de igualdad y equidad entre mujeres y hombres
Art. 58.- Para fortalecer su identidad, cultura, tradiciones y derechos, se reconocen al pueblo
afroecuatoriano los derechos colectivos establecidos en la Constitución, la ley y los pactos,
convenios, declaraciones y demás instrumentos internacionales de derechos humanos.
Art. 59.- Se reconocen los derechos colectivos de los pueblos montubios para garantizar su proceso
de desarrollo humano integral, sustentable y sostenible, las políticas y estrategias para su progreso
y sus formas de administración asociativa, a partir del conocimiento de su realidad y el respeto a su
cultura, identidad y visión propia, de acuerdo con la ley.
Art. 60.- Los pueblos ancestrales, indígenas, afroecuatorianos y montubios podrán constituir
circunscripciones territoriales para la preservación de su cultura. La ley regulará su conformación.
Se reconoce a las comunas que tienen propiedad colectiva de la tierra, como una forma ancestral
de organización territorial.

Capítulo séptimo
Derechos de la naturaleza
Art. 71.- La naturaleza o Pacha Mama, donde se reproduce y realiza la vida, tiene derecho a que se
respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales,
estructura, funciones y procesos evolutivos.
Toda persona, comunidad, pueblo o nacionalidad podrá exigir a la autoridad pública el
cumplimiento de los derechos de la naturaleza. Para aplicar e interpretar estos derechos se
observarán los principios establecidos en la Constitución, en lo que proceda.
El Estado incentivará a las personas naturales y jurídicas, y a los colectivos, para que protejan la
naturaleza, y promoverá el respeto a todos los elementos que forman un ecosistema.
Art. 72.- La naturaleza tiene derecho a la restauración. Esta restauración será independiente de la
obligación que tienen el Estado y las personas naturales o jurídicas de indemnizar a los individuos y
colectivos que dependan de los sistemas naturales afectados.

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En los casos de impacto ambiental grave o permanente, incluidos los ocasionados por la explotación
de los recursos naturales no renovables, el Estado establecerá los mecanismos más eficaces para
alcanzar la restauración, y adoptará las medidas adecuadas para eliminar o mitigar las
consecuencias ambientales nocivas.
Art. 73.- El Estado aplicará medidas de precaución y restricción para las actividades que puedan
conducir a la extinción de especies, la destrucción de ecosistemas o la alteración permanente de los
ciclos naturales.
Se prohíbe la introducción de organismos y material orgánico e inorgánico que puedan alterar de
manera definitiva el patrimonio genético nacional.

Capítulo quinto
Derechos de participación
Art. 61.- Las ecuatorianas y ecuatorianos gozan de los siguientes derechos:
1. Elegir y ser elegidos.
2. Participar en los asuntos de interés público.
3. Presentar proyectos de iniciativa popular normativa.
4. Ser consultados.
5. Fiscalizar los actos del poder público.
6. Revocar el mandato que hayan conferido a las autoridades de elección popular.
7. Desempeñar empleos y funciones públicas con base en méritos y capacidades, y en un sistema
de selección y designación transparente, incluyente, equitativo, pluralista y democrático, que
garantice su participación, con criterios de equidad y paridad de género, igualdad de
oportunidades para las personas con discapacidad y participación intergeneracional.
8. Conformar partidos y movimientos políticos, afiliarse o desafiliarse libremente de ellos y
participar en todas las decisiones que éstos adopten.
Las personas extranjeras gozarán de estos derechos en lo que les sea aplicable.
Art. 62.- Las personas en goce de derechos políticos tienen derecho al voto universal, igual, directo,
secreto y escrutado públicamente, de conformidad con las siguientes disposiciones:
1. El voto será obligatorio para las personas mayores de dieciocho años. Ejercerán su derecho al
voto las personas privadas de libertad sin sentencia condenatoria ejecutoriada.
2. El voto será facultativo para las personas entre dieciséis y dieciocho años de edad, las mayores
de sesenta y cinco años, las ecuatorianas y ecuatorianos que habitan en el exterior, los
integrantes de las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, y las personas con discapacidad.
Art. 63.- Las ecuatorianas y ecuatorianos en el exterior tienen derecho a elegir a la Presidenta o
Presidente y a la Vicepresidenta o Vicepresidente de la República, representantes nacionales y de
la circunscripción del exterior; y podrán ser elegidos para cualquier cargo.

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Las personas extranjeras residentes en el Ecuador tienen derecho al voto siempre que hayan
residido legalmente en el país al menos cinco años.
Capítulo sexto
Derechos de libertad
Art. 66.- Se reconoce y garantizará a las personas:
1. El derecho a la inviolabilidad de la vida. No habrá pena de muerte.
2. El derecho a una vida digna, que asegure la salud, alimentación y nutrición, agua potable,
vivienda, saneamiento ambiental, educación, trabajo, empleo, descanso y ocio, cultura física,
vestido, seguridad social y otros servicios sociales necesarios.
3. El derecho a la integridad personal, que incluye:
a) La integridad física, psíquica, moral y sexual.
b) Una vida libre de violencia en el ámbito público y privado. El Estado adoptará las medidas
necesarias para prevenir, eliminar y sancionar toda forma de violencia, en especial la ejercida
contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes, personas adultas mayores, personas con
discapacidad y contra toda persona en situación de desventaja o vulnerabilidad; idénticas
medidas se tomarán contra la violencia, la esclavitud y la explotación sexual.
c) La prohibición de la tortura, la desaparición forzada y los tratos y penas crueles, inhumanos
o degradantes.
d) La prohibición del uso de material genético y la experimentación científica que atenten
contra los derechos humanos.
4. Derecho a la igualdad formal, igualdad material y no discriminación.
5. El derecho al libre desarrollo de la personalidad, sin más limitaciones que los derechos de los
demás.
6. El derecho a opinar y expresar su pensamiento libremente y en todas sus formas y
manifestaciones.
7. El derecho de toda persona agraviada por informaciones sin pruebas o inexactas, emitidas por
medios de comunicación social, a la correspondiente rectificación, réplica o respuesta, en forma
inmediata, obligatoria y gratuita, en el mismo espacio u horario.
8. El derecho a practicar, conservar, cambiar, profesar en público o en privado, su religión o sus
creencias, y a difundirlas individual o colectivamente, con las restricciones que impone el
respeto a los derechos.
El Estado protegerá la práctica religiosa voluntaria, así como la expresión de quienes no profesan
religión alguna, y favorecerá un ambiente de pluralidad y tolerancia.
9. El derecho a tomar decisiones libres, informadas, voluntarias y responsables sobre su
sexualidad, y su vida y orientación sexual. El Estado promoverá el acceso a los medios necesarios
para que estas decisiones se den en condiciones seguras.
10. El derecho a tomar decisiones libres, responsables e informadas sobre su salud y vida
reproductiva y a decidir cuándo y cuántas hijas e hijos tener.
11. El derecho a guardar reserva sobre sus convicciones. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre
las mismas. En ningún caso se podrá exigir o utilizar sin autorización del titular o de sus legítimos

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representantes, la información personal o de terceros sobre sus creencias religiosas, filiación o
pensamiento político; ni sobre datos referentes a su salud y vida sexual, salvo por necesidades
de atención médica.
12. El derecho a la objeción de conciencia, que no podrá menoscabar otros derechos, ni causar daño
a las personas o a la naturaleza.
Toda persona tiene derecho a negarse a usar la violencia y a participar en el servicio militar.
13. El derecho a asociarse, reunirse y manifestarse en forma libre y voluntaria.
14. El derecho a transitar libremente por el territorio nacional y a escoger su residencia, así como a
entrar y salir libremente del país, cuyo ejercicio se regulará de acuerdo con la ley. La prohibición
de salir del país sólo podrá ser ordenada por juez competente.
Las personas extranjeras no podrán ser devueltas o expulsadas a un país donde su vida, libertad,
seguridad o integridad o la de sus familiares peligren por causa de su etnia, religión,
nacionalidad, ideología, pertenencia a determinado grupo social, o por sus opiniones políticas.
Se prohíbe la expulsión de colectivos de extranjeros. Los procesos migratorios deberán ser
singularizados.
15. El derecho a desarrollar actividades económicas, en forma individual o colectiva, conforme a los
principios de solidaridad, responsabilidad social y ambiental.
16. El derecho a la libertad de contratación.
17. El derecho a la libertad de trabajo. Nadie será obligado a realizar un trabajo gratuito o forzoso,
salvo los casos que determine la ley.
18. El derecho al honor y al buen nombre. La ley protegerá la imagen y la voz de la persona.
19. El derecho a la protección de datos de carácter personal, que incluye el acceso y la decisión
sobre información y datos de este carácter, así como su correspondiente protección. La
recolección, archivo, procesamiento, distribución o difusión de estos datos o información
requerirán la autorización del titular o el mandato de la ley.
20. El derecho a la intimidad personal y familiar.
21. El derecho a la inviolabilidad y al secreto de la correspondencia física y virtual; ésta no podrá ser
retenida, abierta ni examinada, excepto en los casos previstos en la ley, previa intervención
judicial y con la obligación de guardar el secreto de los asuntos ajenos al hecho que motive su
examen. Este derecho protege cualquier otro tipo o forma de comunicación.
22. El derecho a la inviolabilidad de domicilio. No se podrá ingresar en el domicilio de una persona,
ni realizar inspecciones o registros sin su autorización o sin orden judicial, salvo delito flagrante,
en los casos y forma que establezca la ley.
23. El derecho a dirigir quejas y peticiones individuales y colectivas a las autoridades y a recibir
atención o respuestas motivadas. No se podrá dirigir peticiones a nombre del pueblo.
24. El derecho a participar en la vida cultural de la comunidad.
25. El derecho a acceder a bienes y servicios públicos y privados de calidad, con eficiencia, eficacia
y buen trato, así como a recibir información adecuada y veraz sobre su contenido y
características.
26. El derecho a la propiedad en todas sus formas, con función y responsabilidad social y ambiental.

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El derecho al acceso a la propiedad se hará efectivo con la adopción de políticas públicas, entre
otras medidas.
27. El derecho a vivir en un ambiente sano, ecológicamente equilibrado, libre de contaminación y
en armonía con la naturaleza.
28. El derecho a la identidad personal y colectiva, que incluye tener nombre y apellido, debidamente
registrados y libremente escogidos; y conservar, desarrollar y fortalecer las características
materiales e inmateriales de la identidad, tales como la nacionalidad, la procedencia familiar, las
manifestaciones espirituales, culturales, religiosas, lingüísticas, políticas y sociales.
29. Los derechos de libertad también incluyen:
a) El reconocimiento de que todas las personas nacen libres.
b) La prohibición de la esclavitud, la explotación, la servidumbre y el tráfico y la trata de seres
humanos en todas sus formas. El Estado adoptará medidas de prevención y erradicación de
la trata de personas, y de protección y reinserción social de las víctimas de la trata y de otras
formas de violación de la libertad.
c) Que ninguna persona pueda ser privada de su libertad por deudas, costas, multas, tributos,
ni otras obligaciones, excepto el caso de pensiones alimenticias.
d) Que ninguna persona pueda ser obligada a hacer algo prohibido o a dejar de hacer algo no
prohibido por la ley.
Capítulo octavo
Derechos de protección

Art. 75.- Toda persona tiene derecho al acceso gratuito a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial
y expedita de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios de inmediación y celeridad; en
ningún caso quedará en indefensión. El incumplimiento de las resoluciones judiciales será
sancionado por la ley.
Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos y obligaciones de cualquier orden, se
asegurará el derecho al debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:
1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el cumplimiento de las
normas y los derechos de las partes.
2. Se presumirá la inocencia de toda persona, y será tratada como tal, mientras no se declare su
responsabilidad mediante resolución firme o sentencia ejecutoriada.
3. Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un acto u omisión que, al momento de cometerse,
no esté tipificado en la ley como infracción penal, administrativa o de otra naturaleza; ni se le
aplicará una sanción no prevista por la Constitución o la ley. Sólo se podrá juzgar a una persona
ante un juez o autoridad competente y con observancia del trámite propio de cada
procedimiento.
4. Las pruebas obtenidas o actuadas con violación de la Constitución o la ley no tendrán validez
alguna y carecerán de eficacia probatoria.
5. En caso de conflicto entre dos leyes de la misma materia que contemplen sanciones diferentes
para un mismo hecho, se aplicará la menos rigurosa, aún cuando su promulgación sea posterior

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a la infracción. En caso de duda sobre una norma que contenga sanciones, se la aplicará en el
sentido más favorable a la persona infractora.
6. La ley establecerá la debida proporcionalidad entre las infracciones y las sanciones penales,
administrativas o de otra naturaleza.
7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes garantías:
a) Nadie podrá ser privado del derecho a la defensa en ninguna etapa o grado del
procedimiento.
b) Contar con el tiempo y con los medios adecuados para la preparación de su defensa.
c) Ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de condiciones.
d) Los procedimientos serán públicos salvo las excepciones previstas por la ley. Las partes
podrán acceder a todos los documentos y actuaciones del procedimiento.
e) Nadie podrá ser interrogado, ni aún con fines de investigación, por la Fiscalía General del
Estado, por una autoridad policial o por cualquier otra, sin la presencia de un abogado
particular o un defensor público, ni fuera de los recintos autorizados para el efecto.
f) Ser asistido gratuitamente por una traductora o traductor o intérprete, si no comprende o
no habla el idioma en el que se sustancia el procedimiento.
g) En procedimientos judiciales, ser asistido por una abogada o abogado de su elección o por
defensora o defensor público; no podrá restringirse el acceso ni la comunicación libre y
privada con su defensora o defensor.
h) Presentar de forma verbal o escrita las razones o argumentos de los que se crea asistida y
replicar los argumentos de las otras partes; presentar pruebas y contradecir las que se
presenten en su contra.
i) Nadie podrá ser juzgado más de una vez por la misma causa y materia. Los casos resueltos
por la jurisdicción indígena deberán ser considerados para este efecto.
j) Quienes actúen como testigos o peritos estarán obligados a comparecer ante la jueza, juez
o autoridad, y a responder al interrogatorio respectivo.
k) Ser juzgado por una jueza o juez independiente, imparcial y competente. Nadie será juzgado
por tribunales de excepción o por comisiones especiales creadas para el efecto.
l) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en
la resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica
la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos,
resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos.
Las servidoras o servidores responsables serán sancionados.
m) Recurrir el fallo o resolución en todos los procedimientos en los que se decida sobre sus
derechos.

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Tema 4: Derechos como fines del Estado.

El presente compendio es una recopilación del libro Constitución para Servidores Públicos:
Según Gina Chávez y Juan Montoña, el concepto de responsabilidad del Estado ha evolucionado a
lo largo del tiempo. En la antigüedad, la organización estatal, entendida como el aparato por medio
del cual el rey gobernaba, era totalmente irresponsable de los perjuicios que causara a las personas
en razón de su actividad (Chávez & Montoña, 2011)
En el Imperio Romano, surgió por primera vez la institución del Fisco, que era una especie de
persona moral, diferente al Estado y al gobernante, integrada por los bienes públicos contra la que
se podían ejercer acciones indemnizatorias por los perjuicios causados a las personas. Esta figura,
aunque importante, no prosperó históricamente. Ya en el siglo XV, y como consecuencia del Estado
absolutista, todo el poder estatal se radicó en cabeza del rey o soberano.
En el marco de las revoluciones burguesas del siglo XVIII, la soberanía pasó de estar en cabeza del
rey hacia el pueblo, con lo que se entendía la organización estatal como un aparato puesto al servicio
de la Nación, quedándole prohibido causar daño a los particulares.
En este momento, el funcionario pasaba a ser responsable por los actos ilegales que cometiera en
ejercicio de sus funciones, por lo que un particular podía ejercer una acción contra el funcionario
responsable.
A finales del siglo XIX, las altas cortes francesas, identificando que era función esencial del Estado
prestar a la comunidad los servicios públicos que requería para la satisfacción de las necesidades
más importantes, fijaron la responsabilidad directa del Estado frente a cualquier daño causado por
irregularidades o deficiencias en la prestación de esos servicios. A partir de la teoría de la falla en el
servicio, las cortes francesas asumieron que es el Estado el directamente responsable y no sus
agentes, el que estaba llamado a reparar los daños causados.
En la actualidad, por efectos de las obligaciones asumidas ante la comunidad internacional respecto
de la protección de los derechos humanos, el concepto de responsabilidad del
Estado pasa por el establecimiento de fines estatales, esto es, por la obligación que asume el Estado
de ser el garante de los derechos fundamentales. Por esta vía, el Estado asume la responsabilidad
directa por las violaciones que se comentan dentro de su territorio, más aún, los derechos
fundamentales tienen eficacia hasta entre particulares.
Como se puede observar, de ser representante de la Nación, el Estado pasa a asumir como fin
primordial el resguardo y la garantía de los derechos humanos; con lo que, de un tipo de
responsabilidad estatal por defectos en la provisión de servicios públicos, el Estado adopta la
responsabilidad frente a cualquier tipo de violación de los derechos humanos.

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La Constitución ecuatoriana, asume como deber primordial del Estado, garantizar, sin
discriminación alguna, el efectivo goce de los derechos establecidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales, en particular la educación, la salud, la alimentación, la seguridad
social y el agua para sus habitantes (art. 3.1 CRE).
Complementariamente, estableciendo que el más alto deber del Estado consiste en respetar y hacer
respetar los derechos garantizados en la Constitución, asume la responsabilidad de reparar las
violaciones a los derechos de los particulares por la falta o deficiencia en la prestación de los
servicios públicos o por las acciones u omisiones de sus funcionarias/os y empleadas/os públicos en
el desempeño de sus cargos. Se adjudica también responsabilidades por detención arbitraria, error
judicial, retardo injustificado o inadecuada administración de justicia, violación del derecho a la
tutela judicial efectiva y por las violaciones de los principios y reglas del debido proceso. En cualquier
caso, el Estado ejerce el derecho de repetición contra el funcionario o servidor público responsable
(art. 11.9 CRE).
Una característica de los derechos humanos es que la responsabilidad estatal, centrada en las
obligaciones de promover, proteger, garantizar y reparar los derechos no se agota en sus fronteras
sino que es la comunidad internacional la que también asume el compromiso de preservar la
autonomía y la integridad de las personas con respecto de acciones u omisiones del Estado en
materia de respeto y garantía de los derechos inalienables.
Las violaciones más dramáticas a los derechos humanos son calificadas por el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos como crímenes de lesa humanidad. Dentro del listado de este tipo de
violaciones de los derechos humanos, tenemos: el asesinato, el exterminio, la esclavitud, la
deportación o traslado forzoso de población, la encarcelación u otra privación grave de la libertad
física en violación de normas fundamentales de derecho internacional; la tortura, la violación, la
persecución, la ejecución extrajudicial, la desaparición forzada de personas y el apartheid.
Las violaciones de los derechos humanos no considerados como delitos de lesa humanidad, aunque
no alcanzan el dramatismo de estos para el conjunto de la sociedad, implican también graves
responsabilidades para quien las comete. En este sentido, la discriminación en cualquiera de sus
formas, distintas manifestaciones de racismo o sexismo, la violencia intrafamiliar, las deficiencias
graves en el ofrecimiento de los servicios públicos, las violaciones al debido proceso, entre otros,
acarrean serias responsabilidades constitucionales.
Tanto el derecho público internacional como el derecho público interno establecen dos obligaciones
básicas con respecto a los derechos humanos: la de respetarlos y la de garantizarlos. La obligación
de respetar los derechos humanos es obligación de todos.
Respetar el derecho a la vida es abstenerse de privar de ella, arbitrariamente. Respetar el derecho
a la integridad personal es abstenerse de torturar, de inferir tratos crueles, inhumanos o
degradantes o de causar daño en el cuerpo o en la salud. Respetar el derecho a la libertad individual
es abstenerse de incurrir en detenciones ilegales o arbitrarias, en desapariciones forzadas, en
secuestros y en toma de rehenes.
Por su lado, la obligación de garantizar los derechos humanos esto es, de protegerlos en todo tiempo
para asegurar su plena vigencia atañe exclusivamente a la estructura institucionalizada del poder

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estatal. Es, en consecuencia, una obligación privativa de las personas físicas que ejercen los poderes
públicos. Para la doctrina de los Derechos Humanos, el Estado es el garante único de los derechos
humanos porque solo la institución estatal en virtud de la autonomía y de la exclusividad de su
competencia ejerce “el monopolio de la coerción material”.

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Bibliografía

Asamblea Nacional Constituyente. (2008). Constitución de la Republica del Ecuador [Constitution


of the Republic of Ecuador]. Registro ofcial 449 de 20 Oct. 2008, 1-222. https://n9.cl/zy5f
Chávez, G., & Montaña, J. (2011). Constitución para servidores públicos.

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