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Etapas de La Enfermeria

Este documento resume la evolución del conocimiento en enfermería a través de la historia. Comienza con las contribuciones de Florence Nightingale en el siglo XIX y continúa describiendo el desarrollo de la enfermería en los períodos medieval, moderno y contemporáneo, incluidos hitos como la transición a profesión en la década de 1970 y el surgimiento de teorías en la década de 1950. Finalmente, destaca algunos desafíos actuales en el desarrollo teórico de la enfermería.

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Etapas de La Enfermeria

Este documento resume la evolución del conocimiento en enfermería a través de la historia. Comienza con las contribuciones de Florence Nightingale en el siglo XIX y continúa describiendo el desarrollo de la enfermería en los períodos medieval, moderno y contemporáneo, incluidos hitos como la transición a profesión en la década de 1970 y el surgimiento de teorías en la década de 1950. Finalmente, destaca algunos desafíos actuales en el desarrollo teórico de la enfermería.

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Introducción

Enfermería es una disciplina que está en constante evolución, tanto en su desarrollo como
ciencia, como en su práctica profesional, al mismo tiempo tiene una rica historia de pensamiento
iniciado por Florence Nightingale quien concibió a las enfermeras como un colectivo de mujeres
formadas.
La transición de vocación a profesión en 1970 fue un giro de gran importancia para la
enfermería, desde entonces surgen con mayor fuerza los cuestionamientos referentes a la esencia
de enfermería y la necesidad de aumentar el conocimiento para sustentar la práctica, así entonces
comienzan a elaborarse teorías y modelos conceptuales con el fin de guiar el pensamiento crítico
que se requiere para la práctica profesional.

El presente artículo tiene como objetivo reflexionar respecto a la evolución del conocimiento de
enfermería y los factores que han intervenido en su desarrollo, desde perspectivas diferentes. El
propósito es dejar en evidencia algunas visiones sobre las dificultades que tenemos para la
selección, utilización y desarrollo de la teoría de enfermería que respalde la práctica autónoma y
los obstáculos para el desarrollo teórico.
Etapa Media: Desarrollo de la Enfermería

El cristianismo y su organización tu vo vínculos históricos importantes con las prácticas de


cuidados de enfermería desde los monasterios a través de las Órdenes Religiosas, así como desde
la conquista de Tierra Santa con las cruzadas. Como consecuencia del pensamiento medieval
relacionado con la Reconquista de Santos Lugares, surgió un movimiento organizado, que
cristalizó con el fenómeno histórico de las cruzadas, las cuales dieron lugar a la aparición de tres
tipos de figuras: el guerrero, el religioso y el enfermero. La demanda de hospitales y sanitarios en
las rutas seguidas por los cruzados propició la aparición de las Órdenes Militares dedicadas a la
enfermería: los Caballeros Hospitalarios de San Juan de Jerusalén, los Caballeros Teutónicos, y
los Caballeros de San Lázaro. En España, la primera institución destinada a acoger enfermos fue
el Hospital del Obispo Masona, en Mérida, en el siglo VI, según Domínguez Alcón y el
Diccionario Eclesiástico de España.

Entre los hospitales medievales donde se desarrollaban actividades de enfermería, se encuentran


El Hôtel-Dieu de París y Lyon, el Santo Spirito de Roma, el Hospital de la Seo de Tortosa, el
Hospital de Mérida, y el Hospital d'en Clapers de Valencia, de los cuales, según datos recogidos
por Domínguez Alcón, los dos primeros perduran en la actualidad.10 El llamado
movimiento Beguino, constituido por «mujeres santas» que cuidaban enfermos, se diferencia
dentro del entramado histórico-cristiano-caritativo ligado a los cuidados de enfermería
fundamentalmente en no asumir los votos preceptivos de las órdenes religiosas.

Las denominaciones de las personas encargadas de proporcionar cuidados de Enfermería han


variado a lo largo de la historia en función de la época y el contexto donde éstos se desarrollaban
(hospitales, leproserías, órdenes militares, órdenes religiosas y ámbitos domésticos): macipa,
mossa, clavera, donado, donada, hospitaler, hospitalera, enfermero, enfermera.

Según la historiografía estudiada hasta ahora, los administradores o procuradores de los


hospitales eran varones, salvo en el Hospital del Rey de Burgos.
Etapa Moderna: Desarrollo de la Enfermería

Hasta el año 1500, la escasa atención en cuanto a la reglamentación de los cuidados de


enfermería, practicados en ámbitos domésticos, propició una variedad de grupos que ejercían
estas actividades fuera de los ámbitos institucionales: Nodrizas (didas). parteras o comadronas,
grupos dedicados al cuidado a domicilio y grupos dedicados a otras prácticas sanadoras.

En el siglo XVI, la Reforma Protestante tuvo graves consecuencias para los cuidados de salud,
debido a la supresión de las instituciones de caridad. La filosofía protestante indica que «no son
necesarias las obras de caridad para obtener la salvación». Esto se traduce en un abandono de la
consideración del cuidado de enfermería que continuaba existiendo en el ámbito católico.

Entre los años 1500 y 1860, la enfermería tuvo su peor momento, debido a que la idea
predominante era que la enfermería constituía más una ocupación religiosa que intelectual, por lo
que su progreso científico se consideraba innecesario. Además, tras la Reforma Protestante se
produjo una desmotivación religiosa para dedicarse al cuidado de enfermos entre las personas
laicas y una relegación a antiguas pacientes, presas y otras personas de los estratos más bajos de
la sociedad de la actividad de aplicar cuidados. M. Patricia Donahue denominó a este período la
«Época oscura de la Enfermería».

Los avances en otras ciencias, como el invento del microscopio, proporcionaron a todas las hoy
llamadas ciencias de la salud, incluida la enfermería, la posibilidad de procurar a las personas
una mayor nivel de bienestar.

El Instituto de Diaconisas de Kaiserwerth, creado en 1836 por el pastor protestante Theodor


Fliedner (1800-1864), supuso para la enfermería el inicio de una formación reglada, para
enfermeras. Este hecho, acaecido en el ámbito protestante, puede suponer en un análisis
superficial una contradicción; sin embargo, el propio caos y desorganización de los cuidados de
enfermería protestantes fue lo que exigió una reglamentación formal y específica para ejercer la
profesión.
Etapa Contemporánea: Desarrollo de la Enfermería

Según Eileen Donahue Robinson, el libro Notas sobre la enfermería (Notes on Nursing),


publicado por Florence Nightingale en 1859 —tras sus experiencias en la guerra de Crimea—,
supuso «un texto de crucial influencia sobre la enfermería moderna». En 1860 se inauguró
la Nightingale Training School for Nurses («Escuela Nightingale de Formación para
Enfermeras»), la cual constituyó una institución educativa independiente financiada por
la Fundación Nightingale. La originalidad del proyecto fue considerar que debían ser las propias
enfermeras las que formasen a las estudiantes de enfermería mediante programas específicos de
formación y haciendo hincapié tanto en las intervenciones de enfermería hospitalarias como
extrahospitalarias, para el mantenimiento y prevención de la salud tanto del individuo como de
las familias.10 Nigthingale, reformadora del concepto de enfermería, le dio una nueva directriz a
la ciencia del cuidado del ser humano, además de diferenciar lo que era medicina de enfermería
desde el punto de vista de que la enfermería situaba al paciente en las mejores condiciones para
que la naturaleza actuase sobre él en un ambiente limpio libre de agentes patógenos.

En Estados Unidos, según Donahue, el primer texto sobre enfermería se publicó en 1885 por la
señora Clara Weeks Shaw, y la primera revista nacional sobre enfermería, The Trained Nurse
and Hospital Review, apareció en 1888. Según Donahue, Lilian Wald fue la precursora de lo que
hoy se entiende como Enfermería Comunitaria, por medio de un proyecto que comenzó
en Nueva York en1893 como una organización filantrópica, y que constituiría la base para el
posterior desarrollo de la Salud Pública en dicho país. En España no se puede hablar de un origen
específico de la Enfermería de Salud Pública, ya que las ideas anglosajonas no tuvieron mucho
eco entre las enfermeras españolas, hasta que en 1933 se crearon las 50 primeras plazas de
enfermeras visitadoras y sanitarias. Posteriormente, Mrs. Benford Fenwick fundaría el Consejo
Internacional de Enfermeras, la más antigua de todas las organizaciones internacionales para
trabajadores profesionales. En 1922, en la Universidad de Indiana, se fundó la Sigma Theta Tau,
una organización que promueve la investigación y dirección de Enfermería. Sus miembros son
seleccionados de acuerdo con sus logros académicos y calidad profesional, y entre ellos figuran
estudiantes, estudiantes graduados en Programas de Enfermería y dirigentes de Enfermería
Comunitaria.
A principios del siglo XX, en los Estados Unidos se admitía, por lo general, que la legislación
sobre la aprobación estatal para la Enfermería elevaría a las personas que la practicaban a un
nivel profesional mediante el establecimiento de unas normas educativas mínimas para las
escuelas de Enfermería. Sin embargo, a medida que la demanda de enfermeras crecía, se
establecieron más escuelas de Enfermería de distinta calidad, circunstancia que hizo poco por
mejorar el nivel de la profesión.

En la Segunda Guerra Mundial, la enfermería adquirió mayor importancia y relieve. En los


últimos días de la guerra un artículo de Bixler y Bixler en la revista American Journal of
Nursing valoraba la enfermería como una profesión. Los siete criterios para una profesión
identificados por estos autores eran aplicables a la enfermería de la forma en que se practicaba en
ese momento y justificaban la consideración de la enfermería como profesión. Bixler y Bixler
revisaron sus criterios y el nivel profesional de la enfermería 14 años después y observaron que
ambos continuaban siendo válidos.

Hasta la década de 1950 no se empezó a plantear en serio la necesidad de desarrollar, articular y


contrastar una teoría global de enfermería, y casi un siglo después de Nightingale comenzaron a
aparecer en la literatura estadounidense nuevos aportes sobre la definición de la profesión y sus
funciones:

En 1955, Virginia Henderson publicó: «la única función de una enfermera es prestar asistencia a


la persona enferma o sana, en la realización de aquellas actividades que contribuyan a la salud o
a su recuperación (o a una muerte tranquila) y que ella realizaría sin ayuda si tuviera la fuerza, la
voluntad o el conocimiento necesarios, siempre con el objetivo de ayudarle a alcanzar la
independencia con la mayor rapidez posible». Identificó 14 necesidades básicas, entre las que se
incluyen, además de las fisiológicas, necesidades psicológicas y sociales.

En 1958, Dorothea Orem escribió: «la enfermería es un servicio humano cuyo aspecto esencial


es atender a la necesidad personal de realizar actividades de autocuidado de forma continua para
el mantenimiento de la salud o la recuperación tras la enfermedad o la lesión». En su definición
incluía a las personas como parte importante de su propia recuperación y a la enfermera como
facilitadora de su autonomía.
También en 1958, Ami Francis Brown, en su libro Enfermería Medicoquirúrgica, insistía en «la
asistencia y el cuidado de enfermería al paciente como función central de la profesión».

En 1962, Gertrud B. Ujhely afirmaba que el cuidado es el «apoyo que se da al paciente frente a
la enfermedad», y que la razón de ser de la enfermería es «sostener al paciente durante su lucha
contra la enfermedad», con la relación interpersonal como factor fundamental del cuidado.

En 1964, Lydia E. Hall consideraba las funciones de enfermería extendidas en tres círculos:


cuerpo-cuidados, enfermedad-curación y persona-instrospección, compartidos en diferentes
grados con otros profesionales. Sostenía que los cuidados de enfermería eran más necesarios
cuanta menor atención médica se recibía y que la atención que realizaban las enfermeras
aceleraba la recuperación.

Hall indentificó los siguientes cinco criterios de actitud con la profesionalidad:

1.Uso de organizaciones profesionales como referentes importantes.

2.Creencia en la autorregulación, lo que conlleva a la idea de que sólo los profesionales que de
un área especifica pueden establecer las normas para su práctica.

3.Creencia en el servicio al público como parte esencial de la profesión.

4.Sentimiento de considerar el campo o el compromiso con la profesión como un interés


fundamental y un deseo que va más allá de la recompensa económica.

5.Autonomía cuando el profesional debe tomar decisiones sobre su trabajo basadas en las normas
del mismo y en el código deontológico.

También en 1964, Hildegard Peplau planteaba que lo realmente profesional en la enfermería era


la relación enfermero-paciente en el aspecto psicodinámico de los cuidados. Consideraba el
cuidado «un proceso educativo que tiende al desarrollo y crecimiento personal», con las
relaciones interpersonales y la labor educativa como elementos básicos. Su principal aporte fue
destacar la labor comunicativa de la enfermería e identificar funciones relacionadas con la
asistencia en la educación para la salud y la docencia en el ejercicio de formación de nuevos
profesionales.
En 1970, Martha Rogers postulaba que el modelo conceptual de enfermería se construye
alrededor del proceso vital del hombre, y que los conocimientos deben ser aplicados en la
práctica de los cuidados. Concebía la enfermería como arte o ciencia, identificando una única
base de conocimientos procedente de la investigación científica y el análisis lógico que puede
trasladarse a la práctica. Estableció la importancia de la investigación que perdura hasta la
actualidad. Para Rogers, el mantenimiento y la promoción de la salud deben llegar a ser las
primeras funciones de la enfermera y las considera aún más importantes que el tratamiento de las
enfermedades. También explicitaba la necesidad de tener en cuenta la promoción y la prevención
en la definición de las funciones de la profesión.

Callista Roy (1970) suponía que el hombre es un ser biopsicosocial que vive dentro de un
entorno, que junto con la personalidad influye en él, provocando el desarrollo de formas de
adaptación. La atención enfermera sería necesaria cuando dichas respuestas fuesen ineficaces.
Peplau, Rogers y Roy se engloban en los llamados modelos de interrelación, que son los más
recientes y avanzados.

También en 1970, Beverly Witter Du Gas publicó el Tratado de Enfermería Práctica, donde se


indica que «el cuidado constituye el papel de la enfermería», y que el proceso de atención consta
de una serie de pasos realizados por la enfermera para planear y cumplir la función de «cuidar».
El proceso de atención de enfermería aporta a la profesión un método científico para la
realización de sus funciones.

A inicios de la década de 1980, Rosa M. Alberdi expuso que la enfermera tiene la función de
ocuparse de las necesidades de salud del paciente o de los grupos sociales. En esta definición
aparece por primera vez la atención a grupos sociales por parte del personal de enfermería.

En 1986, Yyer, Tapatich y Renocchi-Losey planteaban que «la enfermería es un arte que sabe
cuidar al paciente mientras dura la enfermedad, y también está orientada a ayudar al ser humano
a alcanzar el máximo de salud a lo largo de su ciclo vital». Consideraban la realización de un
plan de cuidados como eje director de la acción enfermera.

A finales de los años 1980, María Consuelo Castrillón consideraba que la práctica de enfermería
está conformada por tres funciones básicas realizadas en ámbitos sociales diferentes: cuidar la
salud, administrar el cuidado de enfermería y los servicios de salud y educar para la salud.
En España, el 4 de diciembre de 1953 se unificaron en ATS (Asistente Técnico Sanitario) los
estudios de auxiliares sanitarios siguiendo el modelo de especialidades médicas con el objeto de
proporcionar mayor formación posbásica a las profesiones
de matronas, practicantes y enfermeras, de modo que las matronas pasaron a ser una especialidad
de ATS (BOE del 12 de febrero de 1957, Decreto de enero de 1957. Para Fisioterapia, BOE del
23 de agosto, Real Decreto del 26 de julio de 1957). En 1977 (Decreto 2128), se transformaron
en España las enseñanzas conducentes al título de ATS por las de DUE (Diplomado
Universitario en Enfermería). Este hecho histórico supuso el reconocimiento por parte de la
Institución Universitaria de la Enfermería como disciplina en proceso de construcción y como
profesión de carácter universitario con todo lo que ello implica: reconocimiento científico y
académico de la antigua actividad del cuidado de enfermería, crecimiento doctrinal y la
posibilidad futura de acceder a todos los grados académicos (licenciatura y doctorado).

En la actualidad, en Estados Unidos se ofrecen dos programas de doctorado en Enfermería: el


doctorado académico y el doctorado en Ciencias de la Enfermería. Esto supone la consecución
del máximo grado académico para la Enfermería en el contexto estadounidense. Asimismo, este
«doble doctorado» supone exigencias académicas que configuran, sin duda, el conocimiento de
Enfermería y la identidad profesional. Para pertenecer a la Academia Americana de
Enfermería(American Academy of Nursing) es necesario haber realizado trabajos de
investigación inéditos que supongan un aumento del corpus de conocimientos de Enfermería.
Este hecho es análogo para todas las disciplinas científicas así como para sus respectivas
academias. En España, con el programa de estudios resultante del Proceso de Bolonia, la
enfermería ha alcanzado su máximo desarrollo, pues es posible obtener el doctorado en
Enfermería, que facilita la labor de investigación y consecuentemente el desarrollo de la
profesión.
Conclusión

La enfermería en la actualidad está desarrollando y utilizando más su cuerpo de conocimientos,


basado en modelos y teorías, para fundamentar su práctica y así dejar esta dependencia que ha
caracterizado a la disciplina y que la ha dejado sólo como la realización de tareas
complementarias a la labor médica. La mayor especialización y educación de las enfermeras, así
como el desarrollo a nivel de postgrado en magister y doctorados a favorecido a cultivar el
pensamiento y realizar reflexiones respecto de la práctica fundamentadas en estudios de
diferentes profesionales conociendo la visiones de cada uno y también la implicancia, utilidad y
aplicación de teorías y modelos. De este modo un “saber de papel”, sufre una metamorfosis, un
cambio de estar escrito, a algo tangible, comprobable y visible por medio de innumerables
estudios que fundamentan la práctica y reafirman nuestra identidad como enfermeros, así
podemos ver cómo se aplican entre otras cosas, los distintos pensamientos en el desarrollo de
habilidades de análisis, como es el de visualizar quitando los posibles modelos mentales
adquiridos por la experiencia y de  reflexionar para saber qué alternativas tomar para decisiones
futuras.

A medida que nos adentramos en el tema, lo analizamos y reflexionamos al respecto, vemos lo


complejo, variado y motivante que es el desarrollo de la enfermería. El largo camino que nos
queda por recorrer para aumentar el conocimiento y la misión de difundirlo, motivando a los
diferentes profesionales. Conocer y saber respecto de nuestra profesión incrementa nuestra
identidad, nuestra autoestima y al mismo tiempo aumenta el amor por lo que realizamos, trabajar
con personas y dedicarnos a realizar “la gestión del cuidado”, como una tarea consciente y
racional, nos distingue y nos fortalece.Debemos luchar por disminuir las brechas existentes entre
la práctica, la docencia y la investigación, esto no es tarea fácil, sin embargo, tenemos las
herramientas para hacerlo y ésta es el conocimiento. Debemos dejar de visualizar las cosas sólo
como fragmentos, debido que de esta forma no podremos conseguir un complemento y una
sinergia de estas partes, tenemos que adoptar un pensamiento sistémico y tratar de ver la
totalidad, es la única forma de influir y darnos cuenta de lo que sucede, identificar aquellos
factores que no contribuyen al desarrollo de nuestra disciplina, favorecer y potenciar a aquellos
que la desarrollan, dejar de lado los modelos mentales, los prejuicios al respecto. El cuerpo
teórico de enfermería es nuestro respaldo, nuestra identidad y si renegamos de esto, finalmente la
identidad de nuestra profesión puede perderse y volver a ser dependiente de la labor médica,
teniendo un retroceso total en la historia de nuestra disciplina.

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