RAMAS DE LA ÉTICA
METAETICA
La metaética es la parte de la ética dedicada al análisis del origen de los principios éticos.
Se trata de una disciplina que se centra en los valores morales, considerando si son
absolutos o relativos, si tienen existencia independiente de las personas puede decirse
que la metaética reflexiona sobre los juicios morales. Se encarga de realizar, desde la
filosofía, un estudio sobre aquello que se define como “malo” o “bueno” y sobre las bases
de los juicios morales. La metaética considera la problemática de analizar los juicios
morales desde la lógica. Es importante tener en cuenta que no ofrece conclusiones sobre
qué es correcto y qué es incorrecto, sino que se orienta al significado de esos juicios y a su
estructura lógica por eso, aunque hay distintos modos de entender la metaética, en
general se la asocia al estudio formal de los juicios morales más allá de su contenido. En la
actual, en cambio, los temas relevantes en metaética giran en torno a las cuestiones
respecto del razonamiento, es decir, las razones para creer y las razones para actuar,
además de la cuestión de la normatividad y la conexión que guarda con las razones para
actuar. Asumiendo el giro pragmático, se establece una relación íntima entre las razones
para creer y las razones para actuar, pues se asume que una creencia es una disposición
para la acción en ese sentido han hecho de la cuestión de la normatividad una de sus
preocupaciones centrales. Ciertamente, la cuestión de la motivación moral sigue siendo
relevante, pero se le plantea en términos de razones la metaética contemporánea
establece una conexión intrínseca entre las razones y la cuestión de la normatividad, ya
que esta última es pensada como un campo (campo normativo) cuyos objetos son las
razones. En ese sentido se utiliza, con cierta frecuencia, el término “orden de razones”
para referirse a aquél campo normativo constituido por las razones que las personas
pueden compartir.
ÉTICA NORMATIVA.
La ética normativa, esa rama de la filosofía moral, o ética, que se ocupa de los criterios de
lo que es moralmente correcto o incorrecto. Incluye la formulación de reglas morales que
tienen implicaciones directas sobre cómo deberían ser las acciones, instituciones y formas
de vida humanas. Por lo general, se contrasta con la ética teórica, o metaética, que se
preocupa por la naturaleza más que por el contenido de las teorías éticas y los juicios
morales, La cuestión central de la ética normativa es determinar cómo se llegan y se
justifican los estándares morales básicos. Las respuestas a esta pregunta se dividen en dos
categorías amplias: deontológicas y teleológico o consecuencialista. La principal diferencia
entre ellas es que las teorías deontológicas no apelan a consideraciones de valor al
establecer estándares éticos, mientras que las teorías teleológicas sí lo hacen. Las teorías
deontológicas utilizan el concepto de su rectitud inherente al establecer tales estándares,
mientras que las teorías teleológicas consideran la bondad o el valor creado por las
acciones como el criterio principal. De su valor ético. En otras palabras, un enfoque
deontológico exige hacer ciertas cosas por principio o porque son intrínsecamente
correctas, mientras que un enfoque teleológico aboga por que ciertos tipos de acciones
sean correctas debido a la bondad de sus consecuencias. Las teorías deontológicas
enfatizan así los conceptos de obligación, deber, deber y lo correcto y lo incorrecto,
mientras que las teorías teleológicas enfatizan lo bueno, lo valioso y lo deseable. Las
teorías deontológicas establecen criterios formales o relacionales como la igualdad o la
imparcialidad; Las teorías teleológicas, por el contrario, proporcionan criterios materiales
o sustantivos, como, por ejemplo, la felicidad o el placer.
ÉTICA APLICADA.
La ética aplicada es la parte de la ética que se ocupa de estudiar las acciones morales
realizadas por el hombre, influenciado por el medio que lo rodea, ya sean éstas concretas
o controversiales. Cabe destacar que la ética de una persona está dada por su inteligencia
y la voluntad que le ponga a cada una de sus actuaciones, las cuales serán el resultado de
su carácter moral en toda su vida, y también altos valores aprendidos o inculcados que le
permitan llevar un comportamiento correcto y tomar decisiones teniendo en cuenta lo
bueno y lo malo de ellas, evitando perjudicarse a él mismo y a los demás. Dentro de este
orden de ideas se presentan una serie de aspectos relacionados con la actuación del
hombre y que representados por dos tipos de categorías forman parte de acciones
inmorales, muchas de estas realizadas voluntarias o involuntariamente. Así vemos que la
ética aplicada estudia acciones morales concretas como lo son: El derecho de los animales,
la violencia, delincuencia, la corrupción moral y política y acciones controversiales como:
el aborto inducido, la eutanasia, la pena de muerte, la prostitución, la contaminación
ambiental, la sexualidad y la discriminación. Para abordar estas problemáticas la ética se
apoya en otras ciencias como la Psicología y la Sociología, debido a que éstas ayudan a
explicar y entender ciertos fenómenos sociales y comportamientos del hombre; entre
otras ciencias de apoyo se tienen la política, la economía, la medicina, el derecho, las
cuales poseen características específicas que son aplicables a situaciones de la vida del
hombre. Al relacionar la ética con otras disciplinas se da origen a una serie de su
disciplinas o ámbitos que estudian controversias específicas, como lo son la Bioética, que
estudia cuestiones morales que son producto de los avances la ética aplicada da la
impresión de que es una disciplina que funciona a partir del descubrimiento de los
principios éticos, y una vez descubiertos, se limita a aplicarlos a los ámbitos y casos
concretos, siguiendo el modelo de racionalidad del silogismo deductivo. Este es el llamado
modelo casuístico, al que suele recurrir en ocasiones la bioética y que funciona por
analogía de casos, pero considerando las consecuencias y el contexto particular.