Índice
CONOCE AL MAESTRO
CONOCE AL MAESTRO SAINT GERMAIN
PRIMERA PARTE
SAINT GERMAIN: MAESTRO ALQUIMISTA
¿Quiénes son los maestros ascendidos?
¿Quién es el maestro Saint Germain?
Lecciones de vidas pasadas
Patrocinador de mensajeros
Regente de la era de Acuario
El regalo de la llama violeta
Los retiros del maestro Saint Germain
El papel que desempeña actualmente Saint Germain
SEGUNDA PARTE
HERRAMIENTAS ESPIRITUALES
PARA LA TRANSFORMACIÓN
La ciencia de la alquimia
La gráfica de tu Yo Divino
La ciencia de la Palabra hablada
El poder de la llama violeta
El tubo de luz
El dominio sobre el chakra de la sede del alma
Meditación de Saint Germain sobre el corazón
El ardiente corazón púrpura de Saint Germain
El patricinio de Saint Germain
TERCERA PARTE
PALABRAS DEL MAESTRO
Habla Saint Germain
¡Que paséis todas las pruebas!
APÉNDICE
Decreto «Cuenta hasta nueve»
NOTA DE LOS EDITORES
NOTAS
OTROS TÍTULOS
Conoce al Maestro
Cuando el discípulo está preparado,
aparece el maestro.
Existe una hermandad de luz formada por seres dotados de
maestría que se han graduado de la escuela de la Tierra. Ellos
son los encargados de mostrarnos el camino de regreso a Dios.
Desde el reino de los cielos prestan ayuda a la humanidad en
todos los ámbitos en que ésta se desenvuelve, con el fin de elevar
la conciencia del planeta.
Cada maestro es asimismo un instructor en busca de un
estudiante, al cual se acerca con anhelo desde el otro mundo
para acelerar su evolución espiritual. Esta Colección Maestros
Ascendidos pretende dar a conocer el maestro al estudiante.
Conoce al maestro
Saint Germain
Alquimista, diplomático, instructor de maestros y hombres,
Saint Germain es el maestro de la libertad, quien nos enseña a
liberar nuestras almas de la esclavitud del estado humano.
A pesar de que el logro que ha adquirido este maestro es
inmenso, él prefiere que se le considere tan sólo un hermano
santo.
Saint Germain es el chohán (señor) del séptimo rayo, el de la
libertad, así como el jerarca de la era de Acuario y el
patrocinador de los Estados Unidos de América. Durante muchas
encarnaciones ha dedicado su vida a liberar a los hombres.
Asimismo, inicia a las almas en la ciencia y el ritual de la
alquimia e instruye acerca del arte de la transmutación con la
llama violeta mediante el poder de la Palabra hablada.
PRIMERA PARTE
Saint Germain:
maestro alquimista
¿Quiénes son
los maestros ascendidos?
Son nuestros hermanos y hermanas mayores en el sendero
espiritual. Puesto que han saldado su karma y llevado a cabo su
misión individual, han conseguido graduarse de la escuela de la
Tierra y ascender de regreso a Dios por medio del ritual conocido
como la ascensión.
Estos maestros forman parte de una extensa hermandad de
seres espirituales y huestes angélicas que trabajan cerca de los
seres humanos para la mejora de la vida en la Tierra. Se les
menciona en el capítulo siete del libro del Apocalipsis como la
gran multitud de santos «vestidos de ropas blancas» que están
ante el trono de Dios. Las ropas blancas representan la luz blanca
del aura que les rodea, no la raza.
Dichos instructores iluminados proceden de todas las razas y
nacionalidades y de todas las clases sociales y religiones. Muchos
de ellos nos resultan familiares por haber caminado entre nosotros
en los siglos pasados, mientras que a otros tal vez los desconozca
nuestra mente externa. Algunos son seres de luz de antaño, de
quienes la historia no guarda constancia, y cuyos nombres hace
mucho que pasaron a ocupar un lugar secundario con respecto a
la llama que sostenían. Sea cual fuere su origen en la inmensidad
del universo de nuestro Padre, todos toman parte en una misma
luz: la luz que desean compartir con los individuos que buscan la
verdad que ellos traen.
Entre estos santos se encuentran: el Buda Gautama, Maitreya,
Jesucristo, Zaratustra, Moisés, Melquisedec, la Madre María, San
Francisco, Kuan Yin e incontables —muchos, anónimos—
corazones amorosos, servidores de la humanidad que han vuelto
al corazón de Dios.
La Hermandad trabaja con buscadores sinceros y con
servidores de cada raza, religión y clase social para ayudar a la
humanidad en su evolución.
¿Quién es el maestro
Saint Germain?
Saint Germain es maestro alquimista e instructor de maestros y
hombres. En el cielo se le conoce también como diplomático, ya
que reúne las cualidades santas de dignidad, gracia, distinción,
porte, elegancia y una verdadera habilidad política o arte de
gobernar. Su nombre proviene del latín Sanctus Germanus, que
significa «Hermano Santo».
Elegir: pasado, presente y futuro
Saint Germain explica:
Soy un ser ascendido, pero no siempre ha sido así. Y no fue en
una ni en dos, sino en muchas encarnaciones cuando caminé por la
Tierra como tú ahora, confinado en un cuerpo mortal a las limitaciones
de la existencia dimensional. He estado en Lemuria y en la Atlántida.
He visto el ascenso y el derrumbamiento de civilizaciones. He visto las
ondulaciones de la conciencia a medida que los hombres han
recorrido varios ciclos desde eras doradas hasta sociedades
primitivas. He visto cómo escogían, y cómo a través de elecciones
erróneas derrochaban las energías de cien mil años de avances
científicos e incluso de grados diversos de conciencia cósmica que
rebasan la que han adquirido algunos miembros de las religiones más
avanzadas de la actualidad.
Sí, he visto elegir en esa dirección, y yo mismo elegí. Al tomar las
decisiones correctas, el hombre y la mujer determinan el puesto que
ocupan en la jerarquía. Y fue al escoger ser libre en la magnífica
voluntad de Dios cuando obtuve mi libertad con respecto a esa mortal
sucesión de encarnaciones y justificaciones de una existencia lejos del
Uno. Alcancé mi libertad con esa llama, esa piedra angular del ciclo
de Acuario que rastrearon los alquimistas de antaño, ese elixir púrpura
que los santos poseen [...].
Tú eres mortal. Yo soy inmortal. La única diferencia entre nosotros
es que yo elegí ser libre, y tú todavía tienes que optar por ello. Ambos
contamos con el mismo potencial, los mismos recursos, la misma
conexión con el Uno. Yo me he servido de todo ello para forjarme una
identidad divina. Porque hace mucho tiempo, la vocecita queda de
dentro pronunció el fíat de Alfa y del Dios vivo: «Hijos del Uno, forjaos
vuestra identidad divina». Y en la quietud de la noche, oí la petición y
respondí: «¡Lo haré!». Así que, cuando afirmé «lo haré», el cosmos
entero repitió: «¡Lo haré!» La voluntad de ser reúne la inmensidad del
potencial del ser [...].
Yo soy Saint Germain, y he venido con objeto de reivindicar tu
alma y los fuegos de tu corazón para la victoria de la era de Acuario.
He establecido la pauta para la iniciación de tu alma [...].
Porto un mensaje [...]. Es un mensaje de libertad, de oportunidad
para erigirse a fin de ser lo que en realidad eres, como las estrellas
están destinadas a ser. Voy a ayudarte a ejecutar el plan divino de tu
vida. Acudiré a ti, y hablaré dentro de tu corazón [...].
Yo estoy en el sendero de la libertad. Síguelo y allí me
encontrarás. Yo soy tu instructor si tú me aceptas.1
Lecciones
de vidas pasadas
Durante sus encarnaciones —en gobernante, sacerdote,
profeta, defensor del Cristo, científico y descubridor—, Saint
Germain emprendió un esfuerzo incesante encaminado a que las
almas de luz que vinieron a la Tierra con el Anciano de días
regresaran al culto a su Gran Fuente Divina.
Gobernante de una civilización
en una era dorada
Hace más de 50.000 años, Saint Germain gobernó una
civilización dorada en un país fértil donde en la actualidad se
encuentra el desierto del Sáhara. Saint Germain, que ocupaba el
cargo de Rey-Emperador, era un maestro de la antigua sabiduría
y del conocimiento de las esferas de la Materia. La gente le veía
como modelo de su propia deidad emergente. Su imperio alcanzó
un nivel de belleza, simetría y perfección que nadie en la octava
física había superado.
No obstante, puesto que una parte de la civilización se
empezó a interesar más en los placeres de los sentidos que en el
plan creativo más amplio del Gran Ser Divino, el gobernante
recibió instrucciones de un consejo cósmico de que debía retirarse
de su imperio; desde ese momento en adelante el karma del
pueblo sería su gurú. El rey celebró un gran banquete, al que
invitó a sus consejeros y empleados públicos. Cada uno de los
576 invitados recibió una copa de cristal llena de un elixir que
era «esencia electrónica pura».
Ese elixir era el regalo de Saint Germain para proteger el alma
de aquéllos, de modo que cuando en la era de Acuario les
llegara de nuevo la oportunidad de volver a traer esa civilización
de una era dorada, recordarían a su Fuente Divina y se
convertirían en una señal para que todos advirtieran que Dios
puede y va a morar en su pueblo cuando éste haga de su mente,
de su alma y de su corazón la morada apropiada para Su
Espíritu.
Durante el banquete, un Maestro Cósmico, identificándose
solamente con la palabra Víctory escrita sobre su frente, se dirigió
a los congregados. Advirtió al pueblo de crisis venideras que se
habían labrado ellos mismos por su deslealtad, reprendió a la
gente por abandonar su Gran Fuente Divina y profetizó que el
imperio caería bajo el dominio de un príncipe que les visitaría, el
cual se convertiría en pretendiente de la hija del rey. El rey y su
familia se retiraron siete días después a la Ciudad Dorada y
Etérica de Luz, en el mundo celestial. El príncipe llegó al día
siguiente y asumió el poder sin oposición.2
Sumo sacerdote en la Atlántida
Hace trece mil años, Saint Germain fue sumo sacerdote del
Templo de la Llama Violeta en el continente de la Atlántida.
Gracias a sus invocaciones y a su Cuerpo Causal, sostenía una
verdadera fuente de llama violeta cantarina que atraía a personas
de lugares tanto cercanos como remotos, las cuales acudían con
el fin de ser liberadas de toda condición limitativa en cuerpo,
mente y alma. Las invocaciones que ofrecían al fuego sagrado y
la práctica de los rituales del séptimo rayo les permitía
conseguirlo con su propio esfuerzo.
Quienes oficiaban en el altar de la llama violeta recibían
enseñanzas en el sacerdocio universal de la Orden de
Melquisedec, establecido en el retiro del Arcángel Zadquiel, el
Templo de la Purificación, situado sobre el lugar donde
actualmente se encuentra la isla de Cuba. Este sacerdocio
combina la religión y la ciencia perfectas. Ahí fue donde Saint
Germain y Jesús recibieron la unción que refiere Zadquiel: «Eres
un sacerdote de la orden de Melquisedec para siempre».3
Antes del hundimiento de la Atlántida, mientras Noé seguía
construyendo su arca y previniendo a la gente del diluvio que se
avecinaba, se convocó a Saint Germain y a unos pocos
sacerdotes fieles para que transportaran la llama de la libertad
desde el Templo de la Purificación hasta un lugar seguro en las
colinas de los Cárpatos, en Transilvania. Allí mantuvieron el ritual
sagrado de la expansión de los fuegos de la libertad aun a la vez
que el decreto divino exigía el cumplimiento del karma sobre la
humanidad.
En sucesivas encarnaciones, Saint Germain y sus seguidores,
bajo la guía de su Maestro, conocido como el Gran Director
Divino o Maestro R., redescubrieron la llama y continuaron
protegiendo el santuario. Más tarde, el Gran Director Divino,
asistido por su discípulo, estableció un retiro en el emplazamiento
de la llama y fundó la Casa Rakoczy, la casa real de Hungría.
El profeta Samuel
En el siglo XI a.C., Saint Germain encarnó en el profeta
Samuel. Fue un destacado líder religioso en una época de gran
apostasía, en la que ocupó el cargo de último juez y primer
profeta de Israel. Los jueces de aquellos tiempos hacían algo más
que resolver litigios. Eran líderes carismáticos de quienes se creía
que tenían acceso directo a Dios, y podían reunir a las tribus de
Israel contra sus opresores.
Samuel fue el mensajero de Dios destinado a liberar a la
semilla de Abraham de la esclavitud de los sacerdotes corruptos,
los hijos de Elí, y de los filisteos que habían exterminado a los
israelitas en combate. Se le conoce, junto a Moisés, como un gran
intercesor. Cuando la nación recibió continuas amenazas de los
filisteos, guió al pueblo con valentía hacia un renacimiento
espiritual, exhortándoles a «volver al Señor de todo vuestro
corazón» y a «quitar a los dioses ajenos»4. El pueblo se arrepintió
y suplicó a Samuel que no dejara de llamar al Señor para que les
salvara. Mientras estaba orando y ofreciendo sacrificios, se
desató una violenta tormenta, que permitió a los israelitas tomar
ventaja sobre sus enemigos. Los filisteos jamás volvieron a
arreciar en los tiempos de Samuel.
El profeta pasó el resto de sus días administrando justicia por
los lugares. Siendo anciano, nombró a sus hijos para que fueran
jueces de Israel; pero eran corruptos y el pueblo exigió que les
diera un rey, «como todas las naciones»5. Profundamente afligido,
rezó al Señor y recibió la indicación de que debía llevar a cabo
lo que el pueblo le demandaba. Dios dijo a Samuel: «No te han
desechado a ti, sino a mí me han rechazado, para que no reine
sobre ellos».6
Samuel advirtió a los israelitas de los peligros que les
sobrevendrían a causa de sus gobernantes, pero aun así pedían a
gritos un rey. Entonces Samuel ungió a Saúl como gobernante y
exhortó tanto a éste como al pueblo a que siempre obedecieran la
voz del Señor. Sin embargo, cuando Saúl demostró ser un
servidor infiel, Samuel pronunció el juicio del Señor contra él por
su desobediencia y en secreto ungió rey a David.
Cuando el profeta murió, fue enterrado en Ramah. Todo el
pueblo de Israel lloró su fallecimiento.
San José de la Sagrada Familia
Saint Germain encarnó asimismo en San José, padre de Jesús y
esposo de María. Son escasas las referencias a él que figuran en
el Nuevo Testamento, remontándose su linaje, a tenor de la Biblia,
hasta David. El texto bíblico relata asimismo cómo el ángel del
Señor le alertó en un sueño acerca de los planes que Herodes
tenía de matar a Jesús, advertencia que José acató llevando a su
familia a Egipto, para no regresar hasta después de haber
fallecido Herodes. Se cree que José era carpintero y que murió
antes de que Jesús iniciara su ministerio. En la tradición católica,
se reverencia a San José como patrono de la Iglesia universal y se
festeja el día diecinueve de marzo.
El maestro ascendido Jesús afirma que San José le enseñó
mucho más que carpintería: «Me enseñó la labor sagrada de la
alquimia del Espíritu Santo, a cambiar el agua por vino.
Verdaderamente soy el hijo de José, el gran alquimista de
milagros de todos los tiempos. Y en verdad mis obras muestran su
trabajo manual y la bendita gracia de mi madre».7
Allí donde no se ha dejado constancia histórica, los maestros
ascendidos nos han brindado en ciertas ocasiones vislumbres
sobre la vida de la Sagrada Familia. Ésta es la historia que la
Madre María le dictó a Mark Prophet en 1968: Recuerdo una
mañana, siendo el amado Jesús todavía un muchacho, cuando se acercó a mí
sosteniendo un duro trozo de madera que estaba intentando cortar. Quería
que yo persuadiera a José para que se lo cambiase por un pedazo más
blando, de forma que le permitiera tallarlo con más facilidad.
Le senté en mi regazo, y procedí a explicarle que desde muy
antiguo se había concedido a algunos árboles la característica de ser
más duros y a otros, la de ser más blandos. Le dije que la madera
blanda se echaría a perder más fácilmente y que, para el fin que
perseguía, la pequeña imagen que pretendía tallar no resistiría los
golpes y las caídas que pudieran alguna vez sobrevenirle; mientras
que una escultura hecha con madera dura resistiría mejor.
Le conté también que a la madera le encantaría que él le diera
forma y que la única diferencia entre una y otra era la necesidad de
invertir más paciencia. Se apartó los cabellos que le habían caído
sobre los ojos y, rápidamente, me besó con gran suavidad en ambas
mejillas. Percibí el rastro de una lágrima en uno de sus ojos cuando se
fue corriendo para proseguir con la labor de moldear el trozo duro.8
La Madre María ha afirmado que San José «ejerció de padre y
alimentó al Niño Cristo y que, por lo tanto, dio la pauta de la era
de Piscis [...]. Que todos los que pertenezcáis al rayo masculino
en esta vida recordéis el ejemplo que dejó en todas sus vidas y
sepáis que vuestra estatura en Dios puede moldearse conforme a
ese modelo de quien osó defender a la Mujer, criar al Hijo Varón
y erigirse en el protector no sólo de una familia sino de una zona
entera de un planeta, hasta que ese ser pudiera desplegar su
cristeidad».9
San Albán,
primer mártir británico
A finales del siglo III d.C., Saint Germain fue San Albán, el
primer mártir de Bretaña. Albán vivió en Inglaterra durante la
persecución de los cristianos mientras gobernaba el emperador
romano Diocleciano. Era un soldado pagano que servía en el
ejército romano y que se afincó en la ciudad de Verulamium, a la
que más tarde se denominó St. Albans. En cierta ocasión, Albán
ocultó a un sacerdote cristiano fugitivo llamado Amphibalus, el
cual le convirtió. Cuando los soldados vinieron en su busca,
Albán dejó escapar al sacerdote y se vistió con la ropa del
clérigo.
Una vez que se descubrieron los hechos, Albán fue azotado y
condenado a morir. La leyenda cuenta que era tal la multitud
reunida para presenciar la ejecución, que no alcanzaba a pasar
por un estrecho puente que debía cruzar. Albán rezó y el río se
dividió para dejar pasar a la multitud, tras lo cual su verdugo se
convirtió y suplicó que le permitieran morir en su lugar. La petición
fue denegada, si bien resultó también decapitado.
Maestro mentor
de los neoplatónicos
Saint Germain trabajó desde planos internos como Maestro
mentor de los neoplatónicos e inspiró al filósofo griego Proclo (h.
410-485), el muy honorable director de la Academia de Platón en
Atenas. Bajo la tutela del maestro, Proclo basó su filosofía en el
principio de que sólo hay una única y verdadera Realidad: el
«Uno», que es Dios, o la Divinidad, la meta final de todos los
esfuerzos de la vida.
Sus escritos abarcaron casi todas las áreas del saber, desde
filosofía y astronomía hasta matemáticas y gramática. Proclo
reconoció que su iluminación y filosofía venían de arriba; en
realidad, él creía ser alguien por medio de quien la revelación
divina alcanzaba a la humanidad.
Merlín el alquimista
En el siglo V, Saint Germain encarnó en Merlín, alquimista,
profeta y consejero de la corte del rey Arturo. En una tierra
escindida por caciques en guerra y por invasores sajones, Merlín
instruyó a Arturo guiándole en doce batallas (que en realidad
eran doce iniciaciones) para unir el reino de Bretaña. Trabajó
codo a codo con el rey para establecer la comunidad sagrada de
la Mesa Redonda. Bajo la dirección de Merlín y Arturo, Camelot
fue una escuela de misterios donde damas y caballeros
perseguían el despliegue interno de los misterios del Santo Grial,
así como un sendero de cristeidad personal.
En algunas tradiciones, se describe a Merlín como a un santo
sabio que estudiaba las estrellas y cuyas profecías eran transcritas
por setenta secretarios. Las Profecías de Merlín, obra que trata de
los acontecimientos que se extienden desde la época de Arturo
hasta el futuro distante, gozaron de popularidad en la Edad
Media.
Roger Bacon,
filósofo y científico
Saint Germain fue Roger Bacon (1220-1292), filósofo, monje
franciscano, reformador educativo y científico experimental. En
una época en que la teología o la lógica, o ambas, dictaban los
parámetros de la ciencia, él promovió el método experimental,
declaró su creencia en que el mundo era redondo y censuró a los
eruditos y científicos de la época por su estrechez de miras. «El
verdadero conocimiento no surge ni de la autoridad de otros ni de
la ciega alianza a dogmas anticuados»10, dijo. Finalmente
abandonó la cátedra que ocupaba en la Universidad de París y
entró en la orden franciscana de monjes menores.
En su día Bacon se hizo célebre por sus investigaciones
exhaustivas en alquimia, óptica, matemáticas e idiomas. Se le
conoce como el precursor de la ciencia moderna y un profeta de
la tecnología moderna. Predijo la invención del globo de aire
caliente —un artefacto volador—, las lentes, el telescopio, el
microscopio, el ascensor, así como de embarcaciones y carruajes
impulsados de forma mecánica, sobre los que escribió como si
realmente los hubiera visto.
Con todo, el punto de vista científico y filosófico del fraile, sus
atrevidos ataques a los teólogos de la época y sus estudios sobre
alquimia y astrología provocaron acusaciones en su contra por
hereje y fantasioso, lo que le mantuvo en prisión durante catorce
años tras denunciarle sus propios colegas franciscanos. Pero para
quienes siguieron sus pasos, Bacon fue el doctor mirabilis
(«maestro admirable»), epíteto por el que se le ha conocido a lo
largo de los siglos.
Cristóbal Colón
Saint Germain encarnó también en Cristóbal Colón (1451-
1506), descubridor de América. Pero unos dos siglos antes de
que Colón navegara, Roger Bacon ya había preparado el
escenario para el viaje de Colón al Nuevo Mundo cuando dijo en
su Opus Majus que «el mar entre el límite occidental de España y
el extremo más al este de la India es navegable en pocos días si
el viento es favorable»11. Si bien esa afirmación es incorrecta en
el sentido de que la tierra que se encuentra al oeste de España no
es la India, ciertamente contribuyó al descubrimiento de Colón.
Éste incluyó el mencionado pasaje en una carta fechada en 1498
dirigida a los Reyes Católicos, en la que señalaba que el viaje
que realizó en 1492 había sido inspirado en parte por esa
declaración visionaria.
Colón creía que Dios le había nombrado «mensajero del nuevo
cielo y la nueva tierra a la que Él se refirió en el libro del
Apocalipsis de San Juan, después de haber hablado de ello por
boca de Isaías»12. En 1502, escribió a los reyes: «Al llevar a
cabo esta empresa de las Indias, ni la razón, ni las matemáticas,
ni los mapas me fueron de utilidad: se cumplieron por completo
las palabras de Isaías»13. Se refería a la profecía que figura en
Isaías 11:10-12, según la cual el Señor procederá a «recobrar el
remanente de su pueblo [...] y juntará a los desterrados de Israel y
reunirá a los esparcidos de Judá de los cuatro confines de la
Tierra».
Colón estaba seguro de que Dios le había elegido para su
misión. Estudió los profetas bíblicos y escribió pasajes relativos a
su misión en un libro que tituló El libro de las Profecías, en su
versión completa: la Colección de las Profecías de la recuperación
de Jerusalén y del descubrimiento de las Indias. Aunque este
punto rara vez se subraya, es un hecho tan arraigado en la
historia, que hasta la Enciclopedia Británica afirma de forma
inequívoca que «Colón descubrió América más por profecía que
por astronomía»14.
Cristóbal Colón partió en sus naves para descubrir un nuevo
mundo. Se sintió atraído por ese lugar debido a la existencia de
la llama de la libertad en el etérico Templo de la Purificación,
situado sobre Cuba, y al recuerdo interno de haber prestado
servicio en ese templo en la Atlántida. En dicho retiro estudió
durante el lapso entre una y otra encarnación y también cuando
abandonaba el cuerpo mientras dormía. El impulso de llegar a
esas islas era la llama de la libertad, que le ayudó a trazar la
nueva trayectoria hacia una tierra nueva.
Francis Bacon, estrella polar
del Renacimiento inglés
En su encarnación en la persona de Francis Bacon (1561-
1626) fue filósofo, hombre de Estado, ensayista y maestro en
letras. Bacon, a quien se denominó la mente más brillante surgida
de Occidente, es conocido como el padre de la ciencia inductiva
y del método científico, los cuales son, en gran medida, los
precedentes de la era tecnológica en la que ahora vivimos. Bacon
sabía que sólo la ciencia aplicada podría liberar a las masas de
la miseria humana y del trabajo pesado en que consiste la mera
supervivencia, para así poder buscar la elevada espiritualidad
que una vez conocieron.
«La gran restauración» —es decir, el restablecimiento después
de la decadencia, de la caída o del estado ruinoso— era la
fórmula de Bacon para «cambiar el mundo entero». Este concepto
lo ideó por primera vez siendo todavía un muchacho y se
cristalizó posteriormente en 1607 en su libro titulado con el mismo
nombre, el cual verdaderamente constituyó el punto de partida del
renacimiento inglés.
Durante los años siguientes Bacon se rodeó de un grupo de
escritores que fueron responsables de casi toda la literatura
isabelina. Algunos de éstos formaban parte de una «sociedad
secreta» que él llamó «los Caballeros del Yelmo», cuya meta era
el progreso en el aprendizaje por medio de la expansión del
idioma inglés y la creación de una nueva literatura escrita no en
latín sino en palabras que los ingleses pudieran entender. Bacon
también organizó la traducción de la Biblia en la versión del rey
Jacobo (King James Version) para que el pueblo pudiera
beneficiarse al leer por sí mismo la Palabra de Dios.
Ciphers descubrió en la década de 1890 que las obras
dramáticas de Shakespeare, las obras de Bacon y las de otros
autores isabelinos revelaban que Bacon escribió las obras de
Shakespeare y que era hijo de la reina Isabel I y de Lord
Leicester15. No obstante, su madre, por temor a una pérdida
prematura de poder, declinó reconcerle como heredero.
A lo largo de su vida, sin embargo, se omitió en grado sumo el
reconocimiento de sus numerosos talentos, y hacia el final de sus
días fue objeto de gran persecución. Se afirma que murió en
1626, pero hay quien sostiene que vivió secretamente en Europa
por algún tiempo más. Habiendo triunfado sobre determinadas
circunstancias que habrían destruido a hombres de menor talla, se
unió a Dios, mediante el denominado ritual de la ascensión,
desde la Mansión Rakoczy, retiro del Gran Director Divino, el 1
de mayo de 1684.
El conde de Saint Germain,
el hombre prodigio de Europa
Saint Germain deseaba sobre todo liberar al pueblo de Dios;
motivo por el cual pidió una dispensación —que le fue concedida
— para regresar a la Tierra en cuerpo físico incluso después de
haber ascendido. Apareció como el conde Saint Germain, un
caballero «milagroso» que fascinó a las cortes europeas de los
siglos XVIII y XIX, donde le llamaban «el hombre prodigio». Según el
príncipe Karl de Hesse, el conde se identificó como el hijo del
príncipe Ferenc Rakoczy II de Transilvania, mientras que otros
especularon que era un judío portugués o el hijo del rey de
Portugal.
Era erudito, lingüista, poeta, músico, artista, narrador de
historias y diplomático admirado en las cortes de Europa por su
condición de adepto. Dominaba un mínimo de doce lenguas
hasta tal punto que allí donde fuera le tomaban por nativo. Era
ambidiestro, así como capaz de componer simultáneamente una
carta con una mano, y poesía, con la otra.
Sus habilidades como alquimista recibieron los elogios de Luis
XV, quien le dotó con un laboratorio y una residencia en el castillo
real de Chambord. Según los cronistas de la época, sus
demostraciones no estaban exentas de cualidades milagrosas.
Era, además, conocido por algunas proezas, como eliminar los
defectos en diamantes y en otras piedras preciosas.
Creó sociedades secretas, fue una figura prominente entre los
rosacruces, los masones y los caballeros templarios de su
tiempo16, y redactó el clásico metafísico La Santa Trinosofía,
valiéndose de una mezcla de lenguas modernas y antiguos
jeroglíficos. Voltaire le describió como «el hombre que nunca
muere y que todo lo sabe»17. El conde aparece citado en las
cartas de Federico el Grande, Voltaire, Horace Walpole y
Casanova, así como en la prensa de la época.
Trabajando entre bastidores, Saint Germain intentó realizar
una suave transición desde la monarquía hacia un gobierno
representativo, y prevenir el derramamiento de sangre de la
Revolución Francesa. Visitó a María Antonieta y a la íntima amiga
de ésta, Madame d’Adhémar, quien más tarde escribiría la
historia acerca de su condición de adepto y de las advertencias
que lanzó en referencia al desastre y a la muerte del rey y de la
reina, que se hallaban próximos18. Dichas advertencias, sin
embargo, fueron ignoradas. En un último intento por unir Europa,
Saint Germain respaldó a Napoleón, quien abusó del poder del
maestro, hecho que le llevó a su trágica derrota.
EL CONDE DE
SAINT GERMAIN
Patrocinador de los
Estados Unidos de América
No obstante, con anterioridad a esos acontecimientos, Saint
Germain había vuelto su atención hacia el Nuevo Mundo. Se
convirtió en el maestro patrocinador de los Estados Unidos de
América y del primer presidente del país, e inspiró la Declaración
de Independencia y la Constitución de los Estados Unidos.
Asimismo, inspiró muchos de los aparatos del siglo XX que evitan
el trabajo manual, con el fin de fomentar su meta consistente en
liberar a la humanidad del trabajo pesado, para poder así
dedicarse a perseguir la realización divina19.
Chohán del séptimo rayo
A finales del siglo XVIII, Saint Germain recibió de la maestra
Kuan Yin el cargo de chohán del séptimo rayo: el rayo de la
misericordia, el perdón y la ceremonia sagrada.
Por ser chohán, es decir, señor, del séptimo rayo, el rayo
violeta, Saint Germain inicia a nuestras almas en la ciencia y el
ritual de la transmutación por medio de la llama violeta. Él es el
séptimo ángel profetizado en el Apocalipsis 10:7, que viene a
patrocinar la consumación del misterio de Dios «como él lo
anunció a sus siervos los profetas».
Patrocinador
de mensajeros
A principios de la década de 1930 Saint Germain se puso en
contacto con su «general en campaña», George Washington
reencarnado, a quien preparó para servir como mensajero y el
cual, con el pseudónimo de Godfré Ray King, publicó los
fundamentos de la enseñanza de Saint Germain para la nueva
era en los libros Misterios Desvelados, La Mágica Presencia y
Discursos del YO SOY. A finales de esa misma década, muchos
seres cósmicos vinieron del Gran Silencio para ayudar a Saint
Germain en la labor que éste había emprendido para traer las
enseñanzas del fuego sagrado a la humanidad y anunciar la era
dorada.
Fraternidad de los
Guardianes de la Llama
En 1961 Saint Germain estableció contacto con su
representante encarnado, el mensajero Mark L. Prophet, y fundó
la Fraternidad de los Guardianes de la Llama, en recuerdo del
Anciano de días y del primer discípulo de éste, el Señor
Gautama, y también del segundo, el Señor Maitreya.
MARK L. PROPHET
Sanat Kumara, a quien el profeta Daniel refiere con el nombre
Anciano de días, vino a la Tierra en una época oscura, hace
muchísimos años, cuando la luz había desaparecido por completo
de las evoluciones del planeta. Él y un grupo de 144.000 almas
de luz que le acompañaron en esa misión, se ofrecieron para
sostener la llama de la vida a favor de los habitantes de la Tierra.
El propósito de Saint Germain al establecer la Fraternidad era
acelerar a todos aquéllos que originalmente vinieron a la Tierra
con Sanat Kumara, y restablecer el recuerdo de la antigua
promesa que realizaron y de la razón por la que hoy estamos en
la Tierra: para servir en calidad de instructores del mundo y
ministros al servicio de sus familias, comunidades y naciones en
este momento decisivo de cambio de ciclo.
Así pues, Saint Germain llamó de nuevo a los guardianes de la
llama de entonces para que escucharan la voz del Anciano de
días y respondieran al llamamiento de reconsagrar sus vidas a
reavivar la llama de la vida y los fuegos sagrados de la libertad
que guarda el alma del pueblo de Dios.
Saint Germain es el Caballero Comendador de la Fraternidad
de los Guardianes de la Llama.
EL ANCIANO DE DÍAS
Regente de la
era de Acuario
En la época actual, Saint Germain ocupa un puesto muy
importante en la jerarquía. No sólo es el chohán del séptimo
rayo, el de la libertad, la misericordia, la transmutación y el ritual,
sino que junto con su llama gemela, la amada maestra Porcia, es
el jerarca de la era de Acuario.
Cada ciclo de dos mil años corresponde a uno de los siete
rayos. Jesús, chohán del sexto rayo, ocupó el cargo de jerarca de
esa era durante los últimos dos mil años. El 1 de mayo de 1954,
se ungió a Saint Germain y Porcia directores del ciclo venidero
correspondiente al séptimo rayo. En esa fecha, Sanat Kumara
entregó a Saint Germain el cetro de poder, y el maestro Jesús, la
corona de autoridad para dirigir la conciencia de la humanidad
durante el actual período de dos mil años.
Ello no significa que la influencia del maestro ascendido Jesús
haya disminuido. Todo lo contrario: al ser Instructor del Mundo
desde el nivel ascendido, la enseñanza de Jesús y su radiación de
la conciencia crística a toda la humanidad será incluso más
poderosa y se difundirá por doquier más que antes, ya que se
trata de la naturaleza de lo Divino trascendiéndose
continuamente. Vivimos en un universo en expansión, desde el
centro de cada hijo (sol)* individualizado de Dios.
Esta dispensación significa que estamos iniciando un período
de dos mil años en el que, a base de invocar la llama violeta
transmutadora del séptimo rayo hacia nuestro ser y vida, la
energía de Dios que la raza humana ha calificado erróneamente
durante miles de años puede ahora ser purificada, y toda la
humanidad, liberada de temores, carencias, pecado, enfermedad
y muerte, de modo que todos puedan caminar en la luz como
seres libres en Dios.
Saint Germain es el gran patrocinador de la llama de la
libertad, mientras que Porcia patrocina la llama de la justicia. La
libertad y la justicia son el yin y el yang del séptimo rayo de
Acuario, y junto con la misericordia, conforman la base para que
todos los demás atributos de Dios se exterioricen en la séptima
dispensación.
PORCIA
El regalo de la
llama violeta
El karma constituye la gran incógnita en nuestro progreso
espiritual. Como patrocinador de la era de Acuario, Saint
Germain quiere ayudarnos a resolver nuestros dilemas kármicos
de modo que comprendamos nuestro más elevado potencial. La
solución que propone es la llama violeta.
Si la utilizamos con regularidad, esta llama es capaz de
aportar cambios positivos a nuestra vida y transmutar el aumento
del karma de la humanidad que podría desembocar en la
oscuridad profetizada para nuestra época.
La llama violeta representa el aspecto del séptimo rayo del
Espíritu Santo. Es el fuego sagrado que transmuta causa, efecto,
registro y memoria del pecado o karma negativo. Se denomina
asimismo la llama de la transmutación, de la libertad y del
perdón.
La llama violeta funciona en mundos microcósmicos y
macrocósmicos y es la clave para la transmutación individual y
mundial. Cuando se la invoca para que actúe, aporta cambios allí
donde entre en contacto. Igualmente es capaz de alterar, mitigar
o revertir por completo las profecías. Cuando invocas la llama
violeta en nombre de tu Yo Divino a través del corazón de
Jesucristo y de Saint Germain, los ángeles del séptimo rayo la
dirigen hacia la densidad, la discordia y la acumulación de
karma negativo.
Los retiros del maestro
Saint Germain
Saint Germain posee diversos retiros etéricos, es decir, hogares
y templos de luz donde recibe a sus estudiantes y al mismo tiempo
ancla la llama de la libertad para la Tierra. Dichos retiros se
hallan en el plano etérico (también llamado el cielo o mundo
celestial), un reino que penetra al mundo físico aunque se
encuentra en otra dimensión del ser. El cielo es un lugar inmenso
pero bien organizado, en el que existen un gran número de
retiros, templos y ciudades de luz.
La Cueva de los Símbolos:
el retiro de Saint Germain
en las Montañas Rocosas
El retiro del Royal Teton y la Cueva de los Símbolos son dos
retiros de Norteamérica que Saint Germain suele usar.
La Cueva de los Símbolos es el retiro propiamente de Saint
Germain, y se halla situado en Table Mountain, en las Montañas
Rocosas. Se entra a él por una caverna que hay en la montaña,
revestida de cristal rosa y blanco, y de allí se accede a una
cámara abovedada de doscientos pies (61 metros) de ancho
cubierta de estalactitas con matices del arco iris formando
símbolos ocultos.
Puesto que constituyen focos de los rayos del arco iris de Dios
y claves geométricas para la emanación del fohat, la energía que
brilla a través de estos símbolos se extiende por todos los Estados
Unidos y ejerce una gran influencia sobre su pueblo, e introduce
en su conciencia la matriz de la era dorada y el recuerdo de su
herencia perdida. El nombre de la cueva se refiere a estos
símbolos.
En la pared opuesta, en la parte más alejada de la cámara,
hay tres arcos, distantes entre sí veinte pies (seis metros): el
primero, de color rosa intenso, el segundo, de un blanco
penetrante, y el tercero, de un azul cobalto. Éstos son los focos de
grandes seres cósmicos para la victoria de la conciencia crística
de América.
Acompañados por el maestro Saint Germain, quien eleva su
mano hacia el arco central, entramos en un túnel que se abre
cuando él da la orden. Después de varios cientos de metros, nos
invita a pasar por una puerta en la que nos muestra impresos más
símbolos antiguos, y entramos a un salón de doce lados, de
sesenta pies (dieciocho metros) de diámetro. Inmediatamente
percibimos que cuatro de los doce lados son de un blanco
brillante (y concentran la pureza de la conciencia de Cristo en los
cuatro elementos y en los cuatro cuerpos inferiores del planeta).
En los demás lados destaca el matiz pastel de los rayos.
En este salón se nos enseña una radio fantástica inventada por
la maestra ascendida Leonora, por medio de la cual se puede
comunicar con otros planetas de este mismo sistema solar, con el
centro de la Tierra o con cualquier punto en la superficie de ésta.
Hay laboratorios químicos y eléctricos donde algunos científicos
están perfeccionando fórmulas e inventos que se les ha permitido
sacar de las ciudades herméticamente selladas en el fondo del
Océano Atlántico, las cuales han sido protegidas desde el
hundimiento de la Atlántida. Estos descubrimientos se traerán
para el uso de la humanidad en la era dorada, en cuanto el
hombre aprenda a dominar su codicia, su egoísmo y el deseo de
controlar a otros por medio de guerras y políticas económicas
fraudulentas.
Cuando los Hijos de Dios recuperen el control sobre las
grandes naciones del mundo, los maestros ascendidos vendrán
con una cantidad enorme de información, guardada en sus retiros
durante milenios. Aquí, científicos no ascendidos vienen en sus
cuerpos sutiles mientras duermen o entre una y otra encarnación.
Los estudiantes de la luz también pueden pedir que se les lleve
hasta aquí. Saint Germain está formando a un gran número de
almas devotas del Cristo y de la ciencia del Cristo, quienes en el
momento adecuado van a bajar a la conciencia externa todo lo
que han aprendido en éste y en otros retiros de la Hermandad.
En una de las cámaras de este retiro se encuentra lo que se
conoce como un «acelerador atómico», esto es, una silla dorada
por la cual pasan corrientes electrónicas que aceleran la
frecuencia vibratoria de los átomos y electrones de los cuatro
cuerpos inferiores (las fundas física, emocional, mental y etérica
del alma). Aquellos iniciados en la Hermandad que han
demostrado su mérito por medio del servicio y la devoción a la
luz y que ya han saldado una cantidad considerable de karma,
pueden sentarse en esta silla por un período de tiempo designado
por el maestro Saint Germain y por los Señores del Karma. Al
acelerarse la frecuencia de luz en los cuatro cuerpos inferiores se
salda una porción de karma y se disuelve parte de la sustancia
mal usada, gracias a la acción centrífuga que producen los
electrones al girar, de forma que el fuego sagrado las transmuta.
De este modo, los cuatro cuerpos inferiores se pueden acelerar
en corrientes de ascensión y el alma puede elevarse hasta
ascender. Bajo el patrocinio de Saint Germain muchas corrientes
de vida han ascendido desde este mismo salón.
A continuación, montamos en un ascensor y descendemos cien
pies (30,5 metros) hasta el corazón de la montaña, donde
desembocamos en una sala circular con un diámetro de veinte
pies (seis metros). Abrimos una puerta, que nos conduce a una
enorme sala provista de calderas y máquinas para producir
materiales que se emplean en los experimentos llevados a cabo
en los laboratorios químicos y eléctricos situados en el nivel
superior del retiro.
De nuevo en el piso superior, se nos enseña un vestíbulo de
techo abovedado, contiguo a los dormitorios, y una sala de
audiencias, también abovedada, de color azul celeste con nubes
pintadas, que da la impresión de estar al aire libre. Se encuentran
allí un órgano maravilloso y un piano que los maestros utilizan a
fin de dirigir las corrientes armonizadoras de la música de las
esferas para la libertad de los hijos e hijas de Dios en la Tierra.
El Espejo Cósmico está en la pared oriental de la Cámara de
Cristal. Cuando el discípulo ha alcanzado un cierto grado de
logro, el maestro lo lleva ante el Espejo Cósmico, el cual se
conecta con su cuerpo etérico y refleja sus vidas pasadas,
incluida la causa y el efecto en su vida de cada pensamiento,
sentimiento, palabra y obra que jamás haya manifestado.
El Espejo Cósmico también refleja el proyecto original de su
plan divino, el cual es colocado en el cuerpo etérico cuando el
alma nace en el corazón de Dios. Al ver sus vidas pasadas, el
discípulo puede aprender qué parte de su plan divino ha logrado
materializar. También puede ver cuáles son las circunstancias de
su vida que se deben corregir y qué hábitos buenos ha
desarrollado, pudiéndolos ahora usar para vencer las dificultades
del pasado y del presente y así llevar a cabo su plan divino en un
futuro cercano.
Al final del salón de audiencias se entra por una puerta secreta
a la Esfera de Luz, un cuarto en forma esférica donde el foco del
fuego sagrado se usa para intensificar la expansión de la luz en
el interior de aquéllos que han tenido el privilegio de entrar ahí.
Este foco sirve para acercar a los discípulos de los Maestros a la
ascensión y contribuir en la medida necesaria a acelerar un
proceso que no podría alcanzarse en el mundo.
Es una experiencia muy real y estimulante la de colocarse
frente al Espejo Cósmico. El discípulo debe estar preparado para
reconocer las ilusiones, las fantasías y el yo sintético; debe ser
capaz de confesar los engaños que el ego continuamente practica
en contra de sí mismo.
No es posible esconder nada a Dios. El estudiante sincero que
quiere deshacerse de esas ilusiones puede llamar a Saint Germain
para que le lleve ante el Espejo Cósmico.
La Mansión Rakoczy y
el Templo de la Cruz de Malta
La Mansión Rakoczy es un foco de la libertad y se halla
ubicada al pie de los Montes Cárpatos, en Transilvania, región
hoy integrada en Rumanía. Este foco, que guarda semejanza con
un castillo medieval rodeado de bosques, permanece escondido a
los ojos del mundo.
Saint Germain llegó allí antes del hundimiento de la Atlántida
llevando consigo la llama de la libertad bajo la dirección misma
de su maestro, el Gran Director Divino. Saint Germain reencarnó
en este lugar siglos más tarde, y bajo la guía de su gurú,
redescubrió la llama que había depositado anteriormente y
construyó la Mansión Rakoczy. En ella recibió a los jefes de
Estado de los países europeos, enseñó la ciencia de la alquimia e
intentó unir Europa y expandir la llama de la libertad por los
corazones de la gente.
El salón de la llama, que se encuentra en el centro de la
mansión, tiene cabida para un centenar de personas
aproximadamente. Es una sala rectangular con entrada por
ambos extremos. El altar se halla en la parte alargada de la sala,
y lo acompañan una plataforma y un estrado para la jerarquía
oficiante. La llama de la libertad aparece en tonos de color violeta
resplandeciendo en el altar detrás del orador. El foco físico se
encuentra prácticamente inactivo, si bien la llama continúa
brillando en el altar.
Saint Germain ha transportado archivos, pinturas y colecciones
desde este retiro hasta su foco en la Cueva de los Símbolos. Sin
embargo, justo encima de la Casa Rakoczy en los reinos etéricos,
ha construido recientemente un templo etérico en forma de Cruz
de Malta. Se trata de un foco permanente de la llama de la
libertad erigido a favor de los millones de corrientes de vida que
anhelan profundamente beber un trago de libertad y saborear el
elixir de la vida inmortal, que se ha convertido en una leyenda, al
igual que la fuente de la eterna juventud, cuya búsqueda
emprendieron Ponce de León y los exploradores que viajaron al
Nuevo Mundo.
El Gran Director Divino ha descrito algunas de las actividades
de este retiro:
Yo soy el fundador de la Casa Rakoczy. En nuestra mansión en
Transilvania, en la que se ha establecido, a nivel etérico, el Templo
sagrado de la Cruz de Malta, se han conservado religiosamente
registros de antiguas civilizaciones gloriosas, así como proyectos
originales para una era dorada venidera. Algunos de vosotros habéis
viajado a ese retiro en encarnaciones pasadas, cuando Saint Germain
actuó como anfitrión y vosotros llegasteis en cuerpo físico para que os
recibiera el hombre prodigio de Europa, mi discípulo y vuestro
Caballero Comendador.20
La nota tonal del retiro es «Cuentos de los bosques de Viena».
El retiro del Royal Teton*
Situado sobre el Teton Range cerca de Jackson Hole,
Wyoming, es el principal retiro de la Gran Hermandad Blanca en
el continente americano. El maestro ascendido Confucio es el
jerarca de este retiro físico-etérico de la montaña Grand Teton. Es
un antiguo foco de inmensa luz en el que se conservan los siete
rayos de los Elohim y de los arcángeles.
Los Señores del Karma, el Buda Gautama y todos los miembros
de la Gran Hermandad Blanca frecuentan este lugar de reunión
de los maestros ascendidos y sus discípulos, al tiempo que
mantienen sus funciones específicas en sus respectivos retiros.
Dos veces al año —en los solsticios de invierno y de verano—
los Señores del Karma se dan cita en las salas conciliares de este
retiro a fin de revisar las peticiones formuladas por los hijos e
hijas de Dios y para ofrecer dispensaciones cósmicas que
proceden del corazón de Alfa y Omega en el Gran Sol Central:
asignaciones de energía para la iluminación y el progreso de la
humanidad.
Acompañado por el maestro ascendido Saint Germain, Guy
W. Ballard (actualmente el maestro ascendido Godfré) visitó el
retiro Royal Teton a principios del siglo XX. Transcribió las
vivencias que tuvo en dicho retiro y en la Cueva de los Símbolos
en sus libros Misterios Desvelados y La mágica Presencia.
CORDILLERA TETON
Nos acercamos a la entrada oculta del retiro del Royal Teton
acompañados por un maestro ascendido, ante cuya presencia
enormes cantos rodados sobre la ladera de la montaña y grandes
puertas de bronce se abren de par en par. Descendemos en un
ascensor dos mil pies (610 metros) hasta el corazón de la
montaña. En la entrada del vestíbulo contemplamos un magnífico
tapiz bordado profusamente con seda y joyas, que representa a
los fundadores del retiro invocando al sol un poder impresionante.
Hay una gran sala de reuniones de doscientos pies (61 metros)
de largo por cien pies (30,5 metros) de ancho, y un techo de
cincuenta pies (quince metros) de altura. De las paredes cuelgan
figuras blancas de ónice; otras son de granito azul y rosa muy
pulido. Una veta de oro en estado original cayendo por encima
de la roca de una de las paredes realza la escena.
En el centro del techo arqueado hay un disco de oro, de doce
pies (tres metros y medio) de diámetro. Una estrella de siete
puntas formada en su totalidad por deslumbrantes diamantes
amarillos llena el centro del disco emitiendo una brillante luz
dorada. Rodean a este foco del Sol Central dos anillos de doce
pulgadas (30,5 cm.), el interior es rosado y el exterior, de un
intenso violeta iridiscente. Asimismo en torno al Sol Central se
encuentran pequeños discos que concentran los siete rayos de los
Elohim y que establecen contacto y estimulan los siete chakras del
hombre y los centros gangliónicos de la vida animal. Las
corrientes que los Elohim dirigen a través de esos focos también
benefician al reino elemental y vegetal de la Tierra.
En la pared al final del vestíbulo se puede ver un gran ojo, que
representa el Ojo omnividente de Dios, por medio del cual se
dirigen poderosas corrientes para el realineamiento de las fuerzas
de la Tierra con el patrón inmaculado que Dios posee para toda
Su creación. Los siete rayos de los Elohim se mantienen en este
retiro, y los rayos se concentran y afianzan en la gran imagen del
Ojo omnividente de Dios, que se encuentra en la amplia sala
conciliar.
EL OJO OMMNIVIDENTE
DE DIOS
De otra pared cuelga un panel de sustancia precipitada, el
cual se utiliza como espejo para instruir a iniciados de los
maestros ascendidos y a miembros de la Hermandad. Sobre
aquél los maestros proyectan los registros akáshicos de
determinadas actividades que se desarrollan en la Tierra o en
cualquier otro planeta acerca del cual deseen impartir enseñanza
del pasado, del presente o del futuro.
También se hallan en este retiro salas de registros que
contienen ejes en los que constan grabados en oro prensado los
registros de muchas civilizaciones que han existido en la Tierra
desde los primeros tiempos. Otras salas contienen oro y joyas que
los maestros ascendidos rescataron de continentes perdidos y de
civilizaciones perecidas.
En el centro de la sala donde se conserva el oro hay un foco
para la precipitación de la luz del sol. En otra se concentra la
llama trina; y existe una cámara de la llama violeta, así como
departamentos de ciencia y rehabilitación y salas de reuniones
donde continuamente se planifica y se desarrollan proyectos que
han de llevar a cabo almas encarnadas.
En muchas aulas se recibe a quienes acuden al retiro en sus
cuerpos sutiles durante el sueño. Se dota con otras zonas a
aquéllos que, tras terminar su encarnación física, deben
permanecer en estado de sueño hasta que les llegue la hora de
despertar, al objeto de prepararse para su próxima encarnación.
Una sala de música con bellos instrumentos que los maestros
ascendidos han perfeccionado envía al mundo la música de las
esferas. Los modelos perfeccionados de algunos de esos
instrumentos han sido enviados en forma de ideas a la mente de
determinados músicos del mundo, y se enviarán más durante la
era dorada. Muchos nuevos inventos, fórmulas científicas, técnicas
en arte y en todos los ámbitos humanos —ya desarrollados por
los maestros ascendidos— saldrán también de este retiro cuando
la humanidad haya demostrado su predisposición a utilizarlas con
honor y moral conforme a la regla de oro.
El retiro del Royal Teton es el foco para la precipitación de la
cultura de la Madre Divina. La precipitación es necesaria para
tener una era dorada, y la llama de la precipitación está anclada
aquí: verde con matices dorados y amarillos.
Se celebran cónclaves en el retiro del Royal Teton a los que
asisten miles de corrientes de vida de todos los continentes que
viajan hasta allí en sus cuerpos sutiles mediante los viajes del
alma que realizan mientras duermen. También hay clases más
pequeñas y prácticas.
Saint Germain y el Señor Lanto, junto con el maestro ascendido
Confucio, conducen sus universidades del Espíritu en este retiro.
Son cursos que imparten los Señores de los siete rayos y el Mahá
Chohán en sus respectivos retiros y van dirigidos a decenas de
miles de estudiantes que persiguen el sendero de la automaestría
en los siete rayos. Encima de este retiro, en el reino etérico, se ha
construido un amplio anfiteatro para acomodar a las corrientes de
vida a quienes, según una dispensación reciente, se ha permitido
venir al retiro en sus cuerpos sutiles para recibir formación.
Confucio ha expuesto con detalle algunos de los propósitos de
asistir al retiro:
Se sirve a muchos propósitos al venir al retiro del Royal Teton. Es
de destacar que muchas de las evoluciones de la antigua China han
reencarnado en los Estados Unidos. Son las silenciosas almas búdicas,
los diligentes, los que también han establecido los cimientos de la
familia en América, de la lealtad fundamental a la familia, el código
ético, la amabilidad, la dulzura y el deseo de aprender como método
de percibir a Dios.
Muchos han respondido también a las enseñanzas del Tíbet y de
Gautama y Maitreya. Proceden de Oriente. Y han llegado a esta
encarnación para que su sabiduría se encienda con la libertad, para
ayudar a América en ese gran final de los siglos mediante el cual se
dé la vuelta a la mecanización de un falso materialismo y en su lugar
se manifieste lo etéreo, la espiritualidad, la conquista del ser, de la
sociedad y de las energías del tiempo y el espacio.21
Lanto, a su vez, nos invita a asistir a las clases que se dan en
este retiro: «En las salas del Royal Teton, donde el matiz dorado
de la victoria impregna la atmósfera santificada por los
victoriosos, doy clases a quienes sostienen la llama de la Madre
del Mundo y a los que quedan de su progenie, quienes han
abandonado las costumbres del mundo porque han preferido el
manto de aquélla. Invito a quienes persigan la Sabiduría —pese a
que sus velos y vestiduras variarán a medida que ella pase por
todos los niveles de aprendizaje—, a todos los que persigan su
conocimiento por ser el verdadero conocimiento que surge de la
fértil mente del Creador. A ti te digo: ven a la fuente de la
Sabiduría y prepárate mientras todavía te quede tiempo para
convertirte en todo lo que la sabiduría te ha reservado durante
siglos. Y con el aceite santo de deodar*, la Madre te ungirá a fin
de consagrarte para la reunión en la Llama».22
La música que nos sintoniza con este retiro es «Canción de la
estrella» de la ópera Tannhäuser.
CONFUCIO
El papel que desempeña
actualmente Saint Germain
El papel que hoy día desempeña Saint Germain es
fundamental para el progreso y la evolución de la humanidad en
la Tierra. Desde luego, si alguna esperanza cabe de una era
dorada, no será prescindiendo de este maestro.
El patrocinio del movimiento edificante The Summit Lighthouse y
de la Fraternidad de los Guardianes de la Llama, su función como
chohán del séptimo rayo y su orientación como jerarca de la era
de Acuario, constituyen la base para una era dorada de libertad,
paz e iluminación, profetizada para nuestro planeta Tierra y el
nuevo milenio. El regalo que Saint Germain nos ha ofrecido de la
llama violeta, así como su patrocinio de la nación de los Estados
Unidos de América, son dádivas que no tienen parangón. Si
tomamos las herramientas que tan misericordiosamente ha
compartido con nosotros y las aplicamos en nuestra vida,
cosecharemos las recompensas y los beneficios que nos acercarán
al sendero de la liberación del alma y a nuestra reunión con la
fuente de toda vida.
SEGUNDA PARTE
Herramientas
espirituales
para la
transformación
La ciencia de la alquimia
En el cielo se conoce a Saint Germain como el maestro
alquimista. Este maestro, que en su libro Alquimia enseña dicha
ciencia, utiliza la amatista, es decir, la piedra del alquimista, de
la era de Acuario, además de la llama violeta.
CRISTAL AMATISTA
La alquimia, cuyo significado es «la química de Dios»*,
muestra cómo cada faceta de la creación se manifiesta en el
mundo material. Trata sobre el control consciente de la
transmutación en la Materia y en la energía para que el hombre
se convierta en cocreador con Dios.
La alquimia es la ciencia que nos permite acceder a la luz
universal, la cual es nuestra verdadera herencia. Estamos
destinados a tener la plenitud de la vida abundante que Jesús vino
a concedernos a fin de recordarnos nuestra antigua herencia en
pasadas eras doradas.
Jesús demostró esta ciencia con el milagro producido en las
bodas de Caná cuando transformó el agua en vino. Saint
Germain dejó patente por igual su dominio de la alquimia
cuando, siendo el conde de Saint Germain en las cortes de
Europa, eliminaba las impurezas de los diamantes.
Los antiguos alquimistas perseguían obtener la destreza
consistente en convertir metales de baja ley en oro, así como un
remedio universal para la enfermedad (la «panacea») y un medio
para prolongar indefinidamente la vida (el «elixir de la vida»).
Actualmente, la ley de la trascendencia y la ciencia espiritual de
la alquimia hacen referencia a la destreza, a un nivel más
elevado, de cambiar los elementos inferiores de la naturaleza
humana por el oro del Cristo, o sea, la realidad divina. A los ojos
de Saint Germain, la alquimia más elevada es la ciencia de la
transformación de uno mismo, que conduce a la precipitación de
la conciencia crística.
Saint Germain nos ha regalado la llama violeta para
ayudarnos en nuestra alquimia personal y para contribuir a la
transformación del karma personal y planetario.
Los nueve pasos
para la precipitación
En su obra, Alquimia de Saint Germain, el Maestro
proporciona una fórmula alquímica para precipitar la sustancia a
este plano. Dicha fórmula se desarrolla en nueve etapas:
La luz es la clave alquímica. Las palabras «Hágase la luz» son el
primer fíat de la creación y el primer paso hacia la
precipitación propiamente dicha.
Crea en primer lugar un proyecto mental del objeto que deseas
producir. Deberá incluir tamaño exacto, proporciones,
composición, densidad, color y características en una imagen
detallada.
Determina dónde y cuándo quieres que el objeto se manifieste.
Si conoces la materia de la que se compone, aprende de
memoria su patrón atómico; si no, llama a la Inteligencia
Divina dentro de tu Mente Superior para que transcriba el
patrón desde la Inteligencia Universal y lo imprima en tu
cuerpo de la memoria y en tu mente.
Pide que la luz asuma el patrón atómico que estás
manteniendo.
Pide que esta estructura atómica se multiplique hasta que las
moléculas de la sustancia empiecen a llenar el vacío ocupando
el espacio en el que deseas que aparezca el objeto.
Cuando el perfil proyectado se llene de la acción vibratoria de la
sustancia cuatridimensional que representa la manifestación
deseada, pide que la densidad atómica baje totalmente a la
forma y a la sustancia tridimensional dentro del patrón
establecido por la matriz de tu mente.
Una vez completada en la mente la visualización del diseño, éste
deberá ser sellado de inmediato con las palabras
«¡Consumado está!», que son el segundo fíat de la creación
después de «¡Hágase la luz!». No malinterpretes este paso
creyendo que al sellar el plan cierras la puerta a la posibilidad
de mejorar su diseño. Pueden introducirse mejoras en modelos
subsiguientes; pero, a menos que dejes el diseño como un
trabajo acabado en manos de los elementales y los
constructores de la forma, ellos no podrán hacer que se
manifieste debidamente.
Protege tu propósito creativo y como dijo Jesús: «no se lo digas a
nadie». No dejes que otras mentes usurpen tu experimento.
Ésta es una ley de la precipitación que te permite evitar las
emisiones concentradas de patrones de pensamientos y
sentimientos humanos capaces de perturbar considerablemente
el éxito de un experimento alquímico. Evita, pues, que la
energía se disipe debido a la intrusión de una multiplicidad de
mentes, excepto cuando dos o más individuos colaboren
específicamente en una precipitación conjunta.
Espera resultados. No te pongas nervioso si la manifestación
no tiene lugar de inmediato, o si después de un tiempo razonable
parece que no ocurre nada. La desesperación destruye la fe
misma en la que se basa tu experimento. Si durante muchos años
has estado atrapado por las emociones humanas, estos registros
deben ser consumidos en los fuegos alquímicos para dar paso a
las ideas y formas más nobles que quieras reflejar. Debes dedicar
tiempo y energía a tus ideas. Así es como comienzas a tejer con
la llama violeta una red de logros dedicada a la espiritualidad, a
la espiritualización de la conciencia material y a la
materialización de conceptos celestiales aquí en la Tierra, donde
el reino de Dios debe manifestarse.1
La creación de la nube
Otra fórmula alquímica que Saint Germain nos ha dado es una
meditación para la creación de la nube. En su libro Alquimia nos
enseña cómo magnetizar millones de «puntos focales de luz»
hacia una brillante y palpitante «nube de energía infinita» que
puede dirigirse a problemas personales y planetarios para la
curación de circunstancias concretas, tales como enfermedad,
contaminación, criminalidad y guerra. En las siguientes páginas
hallarás un resumen de este ritual.
Meditación para la creación
de la nube
por Saint Germain
¡Con Dios todo es posible! En realidad, si posees Su
conciencia, cualquier cosa es posible de forma inmediata. Y si no
lo experimentas de ese modo, entonces necesitas más de Su
conciencia [...].
Al ser la manifestación del poder de tu energía creativa, o el
fuego de tu Espíritu, la nube atraerá a tu mundo la mismísima
conciencia de Dios.
Uno de los medios más efectivos de producir el cambio es el
que yo denomino «la creación de la nube». Me refiero con ello a
una nube de energía infinita que está presente en todas partes
pero no se manifiesta en ninguna hasta que no se la invoca para
este fin.
Durante el ritual, tu conciencia debe mantenerse pura, cargada
de amor, consciente del potencial infinito de la mente cósmica de
Dios y completamente identificada con todos los hábitos
constructivos. Recuerda que la práctica nos hace expertos, que la
motivación ennoblece la intención y que la belleza cautiva al
alma.
De pie ahora delante de tu altar, honrando al Dios viviente y a
su fíat «¡Señoread!», estás a punto de crear, y primero crearás
una nube con el enorme poder de Dios almacenado en todos
los puntos del espacio, esperando que lo invoques.
En primer lugar, crearemos en nuestra mente una radiación
blanca como la leche, la cual veremos como una acción
vibratoria electrónica de luz vital, cambiante, inefable. La
concentración de luz es lo que produce el color blanco como la
leche.
Una vez hayamos creado en nuestra mente la forma de una
brillante nube translúcida, dejemos que envuelva nuestro
cuerpo físico y que ocupe nuestro campo energético. Por un
momento, nos perdemos dentro de la nube, pero después
parece que siempre ha estado ahí. Su atmósfera es familiar,
confortable.
Al principio, haz que el diámetro total de esta nube brillante y
resplandeciente sea de unos tres metros (nueve pies). Más
adelante, puede que expandamos el diámetro de la nube hasta
que alcance los treinta metros (90 pies). Y posteriormente
podría llegar a tener trescientos metros (900 pies), y muchos
más.
En nuestras meditaciones iniciales nos concentraremos en
intensificar la acción de la luz blanca en nuestra mente.
Cuando hayamos desarrollado la sensación de esta nube en
torno a nuestro cuerpo físico, comprenderemos que aunque la
nube pueda ser perceptible a simple vista, nuestra meta
fundamental es lograr que su elevada acción vibratoria sea
puramente espiritual.
Los que tengan conocimientos de electrónica y sobre el
funcionamiento de un reóstato comprenderán que con un leve
giro del dial de la conciencia se puede intensificar la acción
vibratoria de la nube. Podemos concentrar más luz en torno
a cada punto central de luz; porque nuestra nube está
compuesta de muchos puntos de luz cuyas auras se difunden y
se entremezclan las unas con las otras, provocando un efecto
de total luminosidad blanca, fina pero altamente concentrada a
la vez, una nube con remolinos de pura energía cósmica.
Estamos amplificando una acción intensificada de luz desde
el interior de su propio campo energético, más intensa de lo
que normalmente se manifestaría en un área específica.
Estamos de esa forma atrayendo poder divino universal para
producir esta nube. Primeramente el poder divino penetra y a
continuación santifica nuestro campo energético inmediato
para proveernos de un altar espiritual sobre el cual poder
proyectar las imágenes de la realidad que deseamos crear.
Esta nube también puede utilizarse con fines terapéuticos para
la curación de las naciones y del alma de un planeta. Puedes
usarla, tal como hizo Jesucristo en el Monte de la
Transfiguración, como una plataforma para invocar la
presencia de maestros ascendidos que te asistan en tus
experimentos alquímicos y en tu servicio a la vida.
Cuando no sepas exactamente lo que debes producir para
ti mismo y para los demás, puedes, con gracia y bondad
infantiles, rogarle a Dios que desde Su gran fuente de luz y
energía produzca el milagro de Su amor curativo, no sólo en tu
vida y en la de tus seres queridos, sino también en la de las
multitudes por toda la faz de la Tierra.
Puedes pedir que el poder de Dios y del reino del cielo se
manifieste en la Tierra. Puedes pedir que la era dorada se
inicie, que cesen la lucha y la discordia. Puedes pedir que el
amor conquiste y domine al mundo.
Si tu corazón se abre a las necesidades del mundo y al
amor de la Madre Divina que busca expresarse por medio de
tu conciencia elevada, a tu mente fluirán infinitas ideas de
servicio universal.
Pídele a Dios que aumente el potencial de la nube elevando la
siguiente plegaria:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo,
ordeno que se expandan los miles de millones de puntos de
luz, que acumulen más fuego sagrado, que aumente su
poderoso potencial de nube ardiente, y que sea la
luminosa, la vital, cambiante, inefable luz de Dios
Omnipotente —¡aun luz de la nube de mi propia Poderosa
Presencia YO SOY— donde YO SOY!
Por la autoridad de la ley universal de Dios, decreto la
santidad de ello, oh Dios. Y lo acepto como un hecho en el
nombre de mi propio amado Yo Crístico. Y, he aquí, lo veo
hecho, y está hecho donde yo estoy.
¡Mi Santo Ser Crístico, sostén la visión, mantén el ojo de
Dios sobre ello, y permíteme saber y sentir la realidad de
esta expansión! Porque sin duda, YO SOY la nube. La nube
está en mí.
YO SOY la blanca radiación de elevada concentración.
YO SOY la causa tras el efecto de la nube.
YO SOY el imán del Gran Sol Central dentro de mi
corazón, que magnetiza la nube de infinita energía donde
yo estoy.
¡YO SOY una nube pura con remolinos de energía
cósmica!
Asigna un propósito específico a esta nube radiante de energía
brillante con la siguiente oración:
Señor Dios Omnipotente, Oh Brahmán, Oh Verbo,
ordeno que esta nube de energía infinita ahora sea
atenuada encima de [nombre del lugar o situación].
Desde la Tierra, desde el mar, arriba en altas capas
atmosféricas, YO SOY ahora la autoridad de la nube de
fuego blanco espiritualmente manifestada. Por medio de la
llama trina dentro de mi corazón, YO SOY quien ahora
ordena la cristalización de la nube del Espíritu a la Materia.
Que esa nube de Dios consuma ahora: [indica las
condiciones personales o mundiales que necesitan curación o
resolución].
Yo lo ordeno y YO SOY quien libera la nube radiante de
energía. Que así sea. Hecho está. Completado está.
Sellado está.
¡La potestad del Señor lo ejecutará! Amén.
Desde el instante en el cual hayas tenido la visión de la nube y
se la hayas entregado a tu Yo Superior, a las facultades
divinas latentes dentro de ti, para que la sostengan, tu Divina
Presencia la sostendrá durante el período necesario.
Con el paso del tiempo verás que el resplandor de la nube
bañará suavemente tu cuerpo físico. Cuando esto ocurra,
experimentarás la agudización de la mente, y tendrás una
mayor conciencia de toda la vida en todas partes.
A medida que aumente tu poder espiritual por medio de los
períodos de meditación sobre la nube —que al principio no
deberán sobrepasar quince minutos diarios— deberás
comprender que la nube creativa continuará expandiéndose
por todo el universo como un globo de translúcido fuego
blanco, formando remolinos en círculos concéntricos cada vez
mayores para establecer contacto con todo lo que es real y
todo lo que realmente te pertenece.2
La gráfica
de tu Yo Divino
Saint Germain te ofrece la gráfica de tu Yo Divino a modo de
retrato tuyo y del Dios que mora dentro de ti. Es una figura
esquemática sobre ti y tu potencial de convertirte en quien
realmente eres. Constituye un esbozo de tu anatomía espiritual.
La figura superior es tu Presencia «YO SOY», es decir, la
Presencia de Dios que ha sido individualizada en cada uno de
nosotros. Para expresarlo de otro modo, es tu «YO SOY EL QUE YO
SOY» personalizado. Siete esferas concéntricas de energía
espiritual que rodean a la Presencia YO SOY configuran lo que se
conoce como «el cuerpo causal». Las esferas de energía
palpitante contienen el registro de las buenas obras que realizaste
desde tu primera encarnación en la Tierra. Son algo así como tu
cuenta bancaria cósmica.
GRÁFICA DE TU YO DIVINO
La figura central de la gráfica representa el «Santo Ser
Crístico», que se denomina también el Yo Superior. Puedes
considerarlo tu principal ángel de la guarda y tu amigo más
íntimo, tu instructor interno y la voz de la conciencia. Así como la
Presencia YO SOY es la presencia de Dios individualizada para
cada uno de nosotros, el Santo Ser Crístico es la presencia del
Cristo Universal individualizada para cada uno de nosotros. «El
Cristo» constituye en realidad un título que se da a quienes han
obtenido la unidad con el Yo Superior o Yo Crístico. Por eso a
Jesús se le llamaba «Jesús, el Cristo».
Lo que la gráfica muestra es que cada uno de nosotros tiene un
Yo Superior, es decir, un «Cristo interior», y que cada uno de
nosotros está destinado a convertirse en uno con el Yo Superior,
ya sea que le llamemos el Cristo, el Buda, el Tao o el Atmán. Este
«Cristo interior» es lo que los místicos cristianos en ocasiones han
denominado «el hombre interno del corazón», y lo que los
Upanishad misteriosamente describen como un ser «del tamaño
de un pulgar» que «mora en lo profundo del corazón».
Todos pasamos por momentos en los que sentimos esa
conexión con nuestro Yo Superior, y nos volvemos creativos,
amorosos, alegres. Pero también hay otros momentos en los que
no nos sentimos sincronizados con nuestro Yo Superior, y nos
enojamos, nos deprimimos, nos sentimos perdidos. En el sendero
espiritual, de lo que se trata es de aprender a mantener la
conexión con la parte superior de nosotros de modo que podamos
efectuar nuestra mayor contribución a la humanidad.
El rayo de luz blanca que desciende desde la Presencia YO SOY,
por el Santo Ser Crístico, hasta la figura inferior de la gráfica, es
el cordón cristalino (a veces se le llama el cordón de plata). Es el
«cordón umbilical», la cuerda de salvamento que te ata al
Espíritu.
El cordón cristalino nutre asimismo esa llama de Dios, radiante
y especial, que se halla oculta en la cámara secreta del corazón.
Recibe el nombre de «llama trina», o chispa divina, porque es
literalmente una chispa de fuego sagrado que Dios ha transmitido
de su corazón al tuyo. La llama es «trina» puesto que engendra
los atributos principales del Espíritu: poder, sabiduría y amor.
Los místicos de las religiones del mundo han establecido
contacto con la chispa divina, y la han descrito como la semilla
de la divinidad interna. Los budistas, por ejemplo, se refieren al
«germen de la budeidad» que existe en todo ser vivo. En la
tradición hindú, el Upanishad Katha habla de «la luz del Espíritu»,
que se esconde en «el alto lugar secreto del corazón» de todos los
seres.
Del mismo modo, en el siglo XIV, el teólogo y místico cristiano
Meister Eckhart instruía sobre la chispa divina cuando afirmaba
«la semilla de Dios está dentro de nosotros».
La figura inferior de la gráfica de tu Yo Divino te representa a
ti, el alma en el sendero espiritual, rodeado de llama violeta y de
la protectora y blanca luz de Dios. El alma es el potencial vivo de
Dios, la parte en ti que es mortal pero que puede volverse
inmortal.
El propósito de la evolución de tu alma en la Tierra es crecer
en automaestría, saldar tu karma y realizar tu misión en la Tierra
para que puedas regresar a las dimensiones espirituales que son
tu verdadero hogar. Cuando tu alma por fin alce el vuelo y
ascienda a Dios, en el cielo, te convertirás en un maestro
«ascendido», libre de los ciclos de karma y reencarnación. El uso
de la llama violeta puede ayudarte a alcanzar más rápidamente
esa meta.
La ciencia
de la Palabra hablada
Uno de los regalos más importantes que Saint Germain nos ha
hecho es su enseñanza sobre la ciencia de la Palabra hablada, la
ciencia de invocar la luz de Dios con el fin de producir cambios
constructivos en uno mismo y en el mundo.
La Palabra es la Palabra del Señor Dios que emitió en los fíats
originales de la creación. Es el medio que emplean los Hijos de
Dios para emitir las energías de la Palabra, o sea, el Logos, por el
chakra de la garganta a modo de confirmación de esa Palabra
perdida.
Está escrito: «Por tus palabras serás justificado, y por tus
palabras serás condenado» (Mateo 12:37). Cuando el hombre y
la mujer reconsagran el chakra de la garganta al afirmar la
Palabra de Dios, se convierten en instrumentos de los
mandamientos de Dios, que cumplen la ley de su recreación
conforme a la imagen del Hijo.
Originalmente, en Lemuria, los sacerdotes y sacerdotisas del
fuego sagrado ofrecían invocaciones con este poder de la
Palabra hablada, según la ciencia del Logos. La perversión de esa
ciencia por medio de la práctica de la magia negra ocurrió más
tarde, en los últimos días de Lemuria, y trajo como consecuencia
la destrucción de los templos de la Virgen Cósmica y el cataclismo
que sumergió al continente. Las estatuas de la isla de Pascua son
lo que queda del lugar en que los dioses entablaron guerras que
agitaron la Tierra en esa época.
Por el contrario, la ciencia de la Palabra hablada la utilizaron
los israelitas en su forma pura para derrumbar los muros de
Jericó. Hoy día, los discípulos se valen del poder de la Palabra en
decretos, afirmaciones, oraciones y mantras para atraer la
esencia del fuego sagrado de la Presencia YO SOY, del Yo Crístico
y de los seres cósmicos con la intención de conectar la luz de Dios
a matrices de transmutación y transformación a fin de obtener
cambios constructivos en los planos de la Materia.
La ciencia de la Palabra hablada (junto con la del poder
creativo de la visualización) es el ingrediente esencial y clave en
cualquier alquimia. Sin la Palabra hablada no existe alquimia, ni
creación, ni cambio o intercambio en ningún aspecto de la vida.
Es la piedra blanca del alquimista la que, aplicada con éxito por
los secretos de la llama del corazón, revela el «nuevo nombre
escrito, el cual ninguno conoce sino aquél que lo recibe»3.
Cuando utilizamos mantras o decretos meditamos en la llama
que yace en la cámara secreta del corazón. Esta cámara es tu
sala privada de meditación, tu castillo interior, como santa Teresa
de Jesús lo llamó. En la tradición hindú, el devoto visualiza en su
corazón una isla adornada con piedras preciosas. En ella se ve a
sí mismo ante un bello altar, donde venera a su instructor en
profunda meditación.
Jesús hizo mención al acto de entrar en la cámara secreta del
corazón en sus palabras: «Cuando ores, entra en tu aposento, y
cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre
que ve en lo secreto te recompensará en público» (Mateo 6:6).
El maestro de la era de Acuario, Saint Germain, enseña a sus
discípulos a invocar la llama violeta por medio del poder de la
Palabra hablada para obtener el perdón de los pecados y para el
bautismo del fuego sagrado en preparación para la transición a
la conciencia más elevada de Dios.
La llama violeta se puede usar para transmutar, es decir,
cambiar, cualquier energía negativa que haya en nuestra vida,
como por ejemplo, las energías de odio, rabia, discordia e
insensibilidad. El poder de la transmutación es una cualidad
específica de la llama violeta, la cual, al ser invocada para
actuar, cambia todo aquello que toca y lo transforma a un estado
más puro y elevado.
A continuación puedes leer un mantra o decreto sencillo de
llama violeta. Mientras recites el mantra, visualiza la energía
espiritual de la llama violeta borrando tus problemas, resolviendo
tus cargas y liberándote de la tristeza o el arrepentimiento por
decisiones mediocres tomadas en el pasado: YO SOY un ser de
fuego violeta,
YO SOY la pureza que Dios desea.
Cuando decimos las palabras «YO SOY» en este decreto, no se
trata únicamente de una afirmación positiva. En realidad, «YO
SOY» es el nombre de Dios que reveló a Moisés cuando le habló
desde la zarza ardiente. Por tanto, cuando afirmamos «YO SOY»,
en verdad estamos diciendo «Dios en mí es» o «Dios en mí es la
acción de...». Lo que siga a esas palabras (ya sea una frase, una
oración, un mantra o un decreto) se realiza porque es el poder
del nombre de Dios y su condición de Ser, lo que opera el cambio
creativo en nuestra vida.
A continuación leerás otro decreto que se vale del nombre YO
SOY para invocar la llama violeta: YO SOY la Llama Violeta
que actúa en mí ahora
YO SOY la Llama Violeta
sólo ante la Luz me inclino
YO SOY la Llama Violeta
en poderosa Fuerza Cósmica
YO SOY la Llama Violeta
resplandeciendo a toda hora
YO SOY la Llama Violeta
brillando como un sol
YO SOY el poder sagrado de Dios
liberando a cada uno
El poder de
la llama violeta
Los Elohim del séptimo rayo, Arcturus y Victoria, se han
referido al poder de la llama violeta para cambiar el mundo: Los
problemas del mundo son mayores que tú y que yo y que todos nosotros. No
son mayores que Elohim de Dios, pero sí lo son con respecto a nosotros
cuando no tenemos a quién contactar en la Tierra para que haga el llamado
a la llama violeta, el cual nos permitiría interceder.
Así pues, la llama violeta es la solución del momento para hacer
que las cosas se muevan [...] en todos esos lugares que veis al
sentaros ante el televisor y contemplar estupefactos las atrocidades que
acontecen. Y sin embargo, ¿habéis impregnado esa zona con la llama
violeta? [...] Sean cuales fueren los problemas que veáis cuando
observéis lo que ocurre en vuestro hogar, en vuestra familia y a
vuestros hijos, ¡habéis de saber que la llama violeta puede y va a
marcar una gran diferencia! [...]
Muchos de vosotros habéis visto la película Aladín, y os habéis
dicho para vuestros adentros: «¡Así es, eso es justo lo que necesito: un
genio!» [...] Pues bien, Saint Germain también es un genio. Vosotros
también tenéis genios. De hecho, ¡tenéis diez mil veces diez mil
genios! Por tanto, mirad a todos los maestros ascendidos y a las
huestes del Señor quienes, sólo con oír una sola orden vuestra,
contestan a vuestro llamado y lo ejecutan siempre y cuando lo que
pidáis se ajuste a la voluntad de Dios y esté de acuerdo con el
calendario cósmico para ese suceso.4
Arcturus y Victoria nos lanzan el siguiente desafío:
Así que ¡vosotros decidiréis si la llama violeta va a ser el trampolín
de vuestra victoria! [...]
¡Vosotros decidiréis si la llama violeta va a despejar el interrogante
al llevar a cabo el cambio total en vuestra vida, en vuestra conciencia,
en vuestros puntos de vista!
¡Todo lo que os ocurre en este mundo puede cambiarse con la
llama violeta! Sólo vosotros podéis decidir. [...]
Por alguna razón, a esta mente humana que reviste la apariencia
del morador en el umbral y del no yo le cuesta creer, incluso en la
mente y el corazón de los chelas, que la llama violeta sea capaz de
lograr algo: algo que precisáis que ocurra. [...] Sí, amados corazones,
ver va a ser creer. De modo que vamos a procurar que en algún nivel
de vuestro ser, tanto consciente como inconscientemente, reconozcáis
los milagros de esa llama violeta que invocáis.
Cuando un alquimista va a su laboratorio, si no realiza el
experimento, si no se compromete con la alquimia, no ocurre nada.
Pues bien, si no haces nada, ¡no ves nada! Así que en el experimento
debéis incluir la invocación de la llama violeta durante un cierto
tiempo cada día hasta que se haya acumulado una cierta cantidad de
energía en vuestra aura. [...]
La llama violeta es la droga prodigiosa del siglo. ¡Es la llama
prodigiosa! Y puede ser determinante en cuanto a marcar la dirección
hacia la cual se mueva el planeta Tierra. No me importa que silbéis la
llama violeta, que la cantéis, que saltéis y bailéis al son de la llama
violeta, hagáis bailes en círculo en toda vuestra música a la llama
violeta, o creéis nueva música con los decretos de llama violeta. No
me importa lo que hagáis. ¡Haced juegos con ella! ¡Haced maratones
con ella! Pero, hagáis lo que hagáis, amados, debéis manteneros
ocupados con métodos apasionantes y novedosos encaminados a
llevar la llama violeta a cada aspecto de vuestra vida y de hacerlo en
la forma en que cuenta, es decir, con la ciencia de la Palabra
hablada: con vuestra palabra, vuestra lengua, vuestras cuerdas
vocales y vuestros chakras. [...]
¡En la alegría, nosotros, Arcturus y Victoria, estamos siempre listos
para salvar el planeta Tierra en respuesta a vuestra orden!5
Los valses de Strauss transportan la vibración de la llama
violeta y te ayudarán a sintonizarte con Saint Germain. El maestro
nos ha dicho que la «Marcha Rakoczy» de Franz Liszt lleva la
llama de su corazón y la fórmula de la llama violeta.
LA LLAMA VIOLETA
El tubo de luz
El tubo de luz es la luz blanca que desciende del corazón de la
Presencia yo soy en respuesta a nuestro llamado, y lo hace en
forma de escudo protector de nuestros cuatro cuerpos inferiores.
De unos tres metros (nueve pies) de diámetro, consiste en un
cilindro que procede de la Presencia YO SOY y se extiende tres pies
(casi un metro) por debajo de los pies de la persona. El tubo de
luz actúa como escudo de protección ante energías negativas y se
mantiene veinticuatro horas al día mientras seamos capaces de
conservar la armonía en nuestros pensamientos, sentimientos,
palabras y obras. (Véase el tubo de luz en la gráfica de tu Yo
Divino, en la imágen del apartado anterior).
Zacarías señaló: «Yo seré muro de fuego en derredor»6. El
tubo de luz es el muro en derredor, y la llama violeta, el fuego en
medio. Es tu vestido sin costura, que desciende en torno a ti como
una catarata de luz, formando una armadura de protección. Te
sella de la conciencia de las masas y de las energías del mundo.
Saint Germain ha dado el siguiente decreto para invocar el tubo
de luz. Siempre nos ponemos de pie cuando recitamos este
decreto, en honor al Dios que está dentro de nosotros:
Decreto de fuego violeta
y tubo de luz
por Saint Germain
Oh mi constante y amorosa Presencia YO SOY, tú, Luz de
Dios sobre mí cuyo resplandor forma un círculo de fuego
ante mí para alumbrar mi camino:
¡YO SOY quien te invoca con plena fe para que coloques
desde mi propia Poderosa Presencia Divina YO SOY un gran
pilar de Luz alrededor de mí ahora mismo! Mantenlo intacto
a cada momento que pase, manifestándose como una lluvia
reluciente de la bella Luz de Dios a través de la cual nada
humano puede jamás pasar. ¡Dirige al interior de este bello
círculo eléctrico de energía cargada divinamente, una
rápida oleada del fuego violeta de la clemente y
transmutadora llama de la Libertad!
¡Haz que la energía siempre en expansión de esta llama
proyectada hacia abajo al campo energético de mis
energías humanas, convierta completamente toda condición
negativa en la polaridad positiva de mi Gran Yo Divino!
Que la magia de su misericordia purifique con Luz mi
mundo de tal manera que todos aquellos con los que entre
en contacto sean siempre bendecidos con la fragancia de
violetas desde el mismo corazón de Dios, en recuerdo del
amanecer del bienaventurado día en el que toda discordia
—causa, efecto, registro y memoria— sea convertida para
siempre en la Victoria de la Luz y la paz del Jesucristo
ascendido.
Yo acepto ahora constantemente el poder y la
manifestación plenos de este fíat de Luz, y quien lo invoco
para que actúe instantáneamente gracias a mi libre
albedrío otorgado por Dios, y por el poder de acelerar
ilimitadamente esta sagrada emisión de ayuda proveniente
del mismo corazón de Dios, ¡hasta que todos los hombres
hayan ascendido y sean libres en Dios en la Luz que nunca,
nunca, nunca falla!
El maestro ascendido El Morya ha dado un pequeño decreto
que puede usarse para invocar el tubo de luz y la llama violeta.
Tubo de Luz
por El Morya
Amada y radiante Presencia YO SOY, séllame ahora en tu tubo
de Luz
de llama brillante de Maestro Ascendido
ahora invocada en el nombre de Dios.
Que mantenga libre mi templo aquí
de toda discordia enviada a mí.
YO SOY quien invoca el Fuego Violeta
para que arda y transmute todo deseo,
persistiendo en nombre de la libertad,
hasta que yo me una a la Llama Violeta.
(Recítese tres veces)
El dominio sobre el chakra de la sede del
alma
En el interior de cada uno de nuestros cuerpos existen siete
centros energéticos principales que se denominan chakras. Estos
centros de energía operan a niveles sutiles, invisibles al ojo físico.
Aun así, afectan a todos los aspectos de nuestra vida, incluidos
nuestra vitalidad, nuestra creatividad y nuestro bienestar. Saint
Germain imparte enseñanza en particular acerca del chakra de la
sede del alma.
En palabras sencillas, puedes imaginártelos como estaciones
emisoras y receptoras de la energía que fluye a cada momento
hacia nosotros, a través de nosotros y de nosotros. Cada centro es
como un transformador reductor que transporta esa poderosa
energía del Espíritu a un nivel diferente del ser, nutriendo el
cuerpo, la mente y el alma. Cada chakra desempeña un papel
único en el proceso de la vida diaria y el crecimiento espiritual.
EL HOMBRE DE
LOS CHAKRAS
Los siete centros principales de energía están situados a niveles
etéricos de nuestro ser a lo largo de la columna vertebral en la
base de ésta, a mitad de camino entre la base y el ombligo, en el
ombligo, en el corazón, en la garganta, en el entrecejo y en la
parte superior de la cabeza.
El chakra de la sede del alma tiene seis pétalos y se halla en el
punto medio entre el ombligo y la base de la columna. Se
relaciona con el séptimo rayo y con la expresión de la libertad, la
misericordia, el perdón, la justicia, la trascendencia, la alquimia,
la transmutación, la diplomacia, la intuición, la profecía y la
revelación.
Los antiguos consideraban a la sede del alma un verdadero
centro de poder. En las artes marciales, es nuestro punto de
equilibrio y el foco central del chi, la energía interna esencial
para mantener la vida.
Este chakra es asimismo el punto donde contactamos con
nuestra alma y recibimos sus impresiones y guía. Cuando
tenemos un sentimiento visceral sobre alguien, estamos recibiendo
una impresión instantánea del alma. En ocasiones, ésta nos hará
alguna advertencia. «No es seguro entrar aquí o hacer esto
ahora». Es parte de nuestro sistema interno de guía. Nuestra alma
es sabia y puede aportarnos mucha dirección.
CHAKRA DE LA SEDE DEL ALMA
Meditación de Saint Germain
sobre el corazón
El maestro Saint Germain nos enseña a llevar nuestra atención
al chakra del corazón como medio para fortalecer nuestro
contacto con lo divino: Vuestro corazón es en efecto uno de los regalos
más selectos de Dios. En su interior se encuentra una cámara central rodeada
de un campo energético de tal luz y protección que lo llamamos «un intervalo
cósmico». Es una cámara separada de la materia y no hay exploración que
pudiera jamás descubrirla. Ocupa simultáneamente no sólo la tercera y
cuarta dimensiones sino también otras desconocidas para el hombre. Esta
cámara central, denominada el altar del corazón, es, pues, el punto de
conexión del poderoso cordón plateado de luz que desciende de tu Presencia
de Dios para mantener el latido de tu corazón físico dándote vida, finalidad e
integración cósmica.
CHAKRA DEL CORAZÓN
Insto a todos los hombres a valorar este punto de contacto que
tienen con la vida reconociéndolo conscientemente. No hace falta que
entiendas por medio de un lenguaje complicado o postulados
científicos el cómo, el porqué y los detalles de esta actividad.
Conténtate con saber que Dios está ahí y que dentro de nosotros
existe un punto de contacto con lo Divino, una chispa de fuego del
propio corazón del Creador, denominada la llama trina de la vida.
Allí arde como esencia trina de Amor, Sabiduría y Poder.
Cada reconocimiento ofrecido a diario a la llama que está dentro
de tu corazón ampliará el poder y la iluminación del Amor dentro de
tu ser. Tal atención te producirá un nuevo sentido de dimensión, si no
aparente en lo externo, sí al menos manifiesto a nivel subconsciente en
los pliegues de tus pensamientos internos.
No descuides, pues, tu corazón como altar de Dios. No lo
descuides como sol de tu ser manifiesto. Extrae de Dios el poder del
Amor y amplifícalo dentro de tu corazón. Luego envíalo al mundo en
general cual baluarte de aquello que vencerá a la oscuridad del
planeta, diciendo: YO SOY la Luz del Corazón
brillando en las tinieblas del ser
y transformándolo todo en el dorado tesoro
de la Mente de Cristo.
Proyecto mi Amor
hacia el mundo exterior
para derribar toda barrera
y borrar todo error.
¡YO SOY el poder del Amor infinito que se aumenta a sí mismo
hasta ser victorioso
por los siglos de los siglos!
Con este regalo de libertad infinita desde el corazón de Dios en
esta época de San Valentín, concluyo esta epístola con una promesa
sin fin de asistirte en la búsqueda de tu libertad inmortal mientras
decidas no darte por vencido jamás y nunca retroceder.
Recuerda que, en tanto encares la Luz, las sombras se hallarán
siempre detrás.7
LA LLAMA TRINA
El ardiente corazón púrpura
de Saint Germain
El corazón de todo maestro ascendido es sagrado, porque
Dios mora en él. La cámara secreta del corazón es el espacio
sagrado que hay en el corazón, donde la llama de la vida arde
como un fuego sagrado, como la llama espontánea, la llama que
arde y no se consume.
Saint Germain, que posee un ardiente corazón púrpura, es un
devoto del sagrado corazón de Jesús, «cuyo corazón he hecho
mío, suplicando a ese Cristo y por tanto intensificando el ardiente
corazón púrpura en su honor».8
LA CÁMARA SECRETA DEL CORAZÓN
El maestro ha prometido intercesión a través de su ardiente
corazón púrpura con las siguientes palabras:
Amados corazones, defenderé —y lo haré por toda la eternidad—
el sendero de la victoria de vuestra alma y la ascensión. Muchos de
vosotros, que os encontráis en una situación precaria a causa de
vuestro flirteo con la mente carnal, podéis hoy arrojarla a este corazón
y a mi corazón. Pues mi corazón es lo bastante grande, como el
corazón de Dios, para consumirla en su totalidad.
Mi corazón es hoy un incinerador cósmico, si así lo queréis, capaz
de consumir si vosotros soltáis. Pero recordad que no basta una sola
vez. Quizá decidáis ahora no fumar más y ponerlo en mi corazón, y
el registro será consumido. Veinticuatro horas después, os encontraréis
con la energía acumulada en el mundo en virtud de la cual habéis
tenido una debilidad, y tendréis que afirmar: «¡No! ¡Hasta aquí y no
más! ¡Retrocede, entidad de la nicotina! ¡Sé atada por el poder de mi
corazón que es uno con el corazón de Saint Germain! ¡Tú no me
puedes tocar, pues YO SOY el Ser Infinito! Yo vivo en el corazón de
Dios. Aquí no existe tiempo ni espacio, ¡y tú no puedes morar en el
Infinito! Y ya que yo no habito donde tú estás, no fumaré hoy ni
mañana ni nunca. Pues estoy en mi Hogar de luz, ¡y el único humo
que hay aquí es el dulce incienso de El Morya conmigo!»
Ese corazón no abriga deseos de hachís, ni de heroína. Pero si os
apartáis de ese corazón y el hábito os ha dominado durante mucho
tiempo, puede que os identifiquéis de nuevo con el hombre o la mujer
externos y con el deseo, de forma que os encontréis en las aguas
turbulentas, hundiéndoos bajo las olas, y pidiendo a gritos la mano de
Cristo, que siempre os extenderá hasta que estéis seguros y a salvo
otra vez en el corazón del infinito.
Como veis, amados, se puede renunciar a todos los deseos de lo
humano que podáis tener en este mundo. De modo que, cuando se
renuncia a ellos, el deseo divino de Dios entra en vuestra vida. Por
cada deseo humano existe un deseo divino que es legítimo,
satisfactorio, que os dará lo que creísteis que podíais conseguir por
medio del deseo humano, pero que verdaderamente nunca podríais
haber tenido o guardado, y mucho, mucho más. Pero hace falta
valor.9
Un estudiante presenció de primera mano la milagrosa
intercesión de Saint Germain cuando reunió el coraje para pedir
ayuda al maestro a fin de superar su adicción al tabaco. Ésta es
la historia: Había sido fumador durante unos catorce años, e intenté dejarlo
varias veces sin éxito. En ocasiones fui capaz de pasar algunos días sin
fumar. Sin embargo, volvía a encender un pitillo valiéndome de alguna clase
de justificación inútil para seguir fumando. Se me hizo cada vez más difícil
pasar sin un cigarrillo, y me di cuenta de que necesitaba ayuda para
liberarme.
Estudiando aprendí que las fuerzas astrales trabajan contra los que
fuman, y que, si no haces el trabajo espiritual, tus dificultades para
dejarlo pueden ir en aumento. Cada excusa que elaboraba no hacía
más que sumarse al montón creciente de justificaciones inútiles. Una
noche conseguí una cinta de vídeo sobre «Un curso de automaestría»,
que incluía el dictado de Saint Germain «Que paséis todas las
pruebas». Saint Germain decía que podíamos eliminar hábitos a
fuerza de afirmar que nunca más nos permitiríamos seguir atados a tal
o cual hábito. Sostenía que teníamos que tomar partido con firmeza. Y
bueno, siempre se me dio bien el hecho de tomar partido en algún
asunto, por la gracia de Dios, así que pensé: «Vale, voy a probar».
Por tanto, rebobiné la cinta, escuché otra vez el dictado y cuando sentí
que estaba mentalmente preparado para poner todos mis esfuerzos en
ello, salí a tomar un poco de aire de la noche. Inspiré profundamente,
reuní todo el fuego de mi ser, tan concentrado como pude y dije en
voz alta: «¡No voy a fumar ni uno más! ¡SAL FUERA DE MÍ! ¿ME OYES?
¡AHORA MISMO!».
Puesto que estaba haciendo un esfuerzo enorme, tenía los ojos
cerrados, pero ocurrió algo increíble. Vi claramente a Saint Germain,
de cintura para arriba, de perfil. Estaba sacando de mí una gruesa
nube negra que había a mi alrededor, y la llevaba hacia su chakra del
corazón. Estaba tan sorprendido por lo que había visto que me quedé
estupefacto al observar cómo había tomado esa carga y la había
transmutado en un instante con la llama de su corazón. La escena
desapareció y de nuevo me quedé solo en la noche. No hace falta
decir que me quedé pasmado. ¡Era lo más increíble que jamás había
visto!
Al día siguiente tuve un ligero impulso de fumar. Cuando cogí un
cigarrillo ni siquiera pude soportar el hecho de sostenerlo. A partir de
ese día no he vuelto a fumar, y cualquier deseo residual disminuyó con
gran rapidez. Realmente creo en el poder de Dios de acabar con
todas las adicciones. Esta experiencia me enseñó mucho sobre mi
propia determinación y nuestro alineamiento con la voluntad de Dios
por medio del cual todas las cosas que no pertenecen a Su mundo son
susceptibles de ser transmutadas cuando aplicamos Su voluntad a ese
fin.
Había dejado el alcohol y el café, y por fin me había abstenido de
cualquier indulgencia con las drogas [...], pero por lo que a mí
respecta, el tabaco resultó francamente difícil. Sé que recibí intercesión
divina de Saint Germain porque empleé mis mayores esfuerzos y de
verdad me comprometí a terminar con ese hábito [...]. Le debo a Saint
Germain mi vida y las gracias eternas. En verdad, todo es posible con
Dios.10
El patrocinio
de Saint Germain
El anterior relato ilustra acerca de cómo un maestro ascendido
como Saint Germain puede ayudarnos a afrontar los desafíos de
la vida. Sin embargo, nosotros debemos hacer el llamado e
invitar al maestro para darle paso. Una forma de establecer una
relación continua con Saint Germain es uniéndose a la
Fraternidad de Guardianes de la Llama, organización que fundó
en este plano.
Dicha orden espiritual conmemora el voto interno de guardar
la llama en nombre de toda la humanidad. No es necesario
abandonar los compromisos con otras organizaciones o religiones
para convertirse en un Guardián de la Llama. Pero cuando lo
haces entablas una relación de patrocinio con el maestro
ascendido Saint Germain, el cual accede a ser el tutor y
patrocinador de tu alma.
Los Guardianes de la Llama reciben lecciones mensuales sobre
ley cósmica que los maestros ascendidos dictaron a sus
mensajeros Mark y Elizabeth Clare Prophet.
TERCERA PARTE
Palabras del Maestro
Habla Saint Germain
Esta parte del libro consta de los discursos que dio el maestro
Saint Germain por medio de su mensajera Elizabeth Clare
Prophet.
Desde siempre Dios ha contado con mensajeros y profetas.
Durante los más de cuarenta años en que Elizabeth Clare Prophet
lleva siendo la mensajera de Dios ha recibido mensajes de
multitud de santos y ángeles, de Oriente y de Occidente, a
quienes conocemos como los maestros ascendidos.
La función de la mensajera
En el libro The Astrology of the Four Horsemen («Astrología de
los cuatro jinetes») Elizabeth Clare Prophet describe su labor como
mensajera:
Mi vocación es la de ser un profeta de Dios. Profeta significa
«aquél que habla en nombre de Dios», es decir, un mensajero. Por
casualidad (aunque yo no creo en casualidades), mi apellido coincide
con mi llamado. Prophet [en español significa «profeta»] es el apellido
de mi difunto esposo y maestro, Mark L. Prophet. Era el apellido
familiar que tras generaciones se llevó desde Francia hasta Chippewa
Falls, Wisconsin, pasando por Irlanda y Canadá.
Mark fue un profeta y un mensajero, a quien Dios llamó por medio
del maestro ascendido El Morya para que fundara The Summit
Lighthouse en Washington, D.C., en 1958. Fue y es la persona más
impresionante que he conocido: el más humilde, el más santo, el más
humano.
Pasamos juntos doce años, nos casamos, tuvimos cuatro hijos,
escribimos muchos libros, dimos conferencias por todo el mundo y
creamos nuestra organización. En 1973 falleció, tras lo cual su alma
pasó a unirse a Dios, aun estando siempre conmigo.
En 1964 recibí el «manto» de mensajera, que traía consigo dones
del Espíritu Santo. Durante mi ministerio, por la gracia de Dios, he
edificado sobre los cimientos de enseñanzas proféticas que mi marido
expuso.
En mi cargo de mensajera, me veo como una servidora de la luz
de Dios que hay dentro de ti. Y el siervo no es mayor que su señor1.
Mi Señor es el Cristo de Jesús y el Cristo tuyo, que son uno y el mismo.
Pues, como Juan el Amado escribió, ese Cristo fue y es «la verdadera
luz, que ilumina a cada hombre que viene al mundo»2. Por tanto, yo
vengo como servidora de esa luz: tu luz, mi luz, tu Cristo, mi Cristo.3
La Sra. Prophet describe el proceso por medio del cual recibe
los mensajes de Dios, de los maestros y de los ángeles: Recibo la
profecía a través del poder del Espíritu Santo a la manera de los antiguos
profetas y apóstoles. Cuando la transmisión está a punto de suceder, entro en
estado meditativo y sintonizo con el Señor Dios o con su representante. La
Presencia del Señor o de un maestro ascendido, un ser cósmico o un arcángel
se coloca encima de mí, de modo que las palabras y la luz fluyen con un
poder y una personalidad que no son mías.
Llamo «dictado» a esta congruencia entre mi alma y la Palabra
viviente de Dios, porque las palabras me son dictadas aunque yo las
pronuncie con la vibración del orador divino. Es verdaderamente un
acontecimiento divino del que no soy más que el instrumento. Es un
don del Espíritu Santo y no algo que yo pueda hacer que ocurra [...].
La única forma de describir esta experiencia es afirmando las palabras
del profeta: «El Espíritu del Señor Dios está conmigo».4
El dictado que vas a leer a continuación contiene las palabras
del maestro. Las palabras son su enseñanza, pero sólo son copas
para su conciencia: su luz y su energía. El objetivo de la espiral
de luz que yace en las palabras es tu aceleración e iniciación
espiritual. Cuando las leas, pide a Saint Germain que su
Presencia esté contigo, guíe tu comprensión y te ayude a aplicar
su enseñanza en tu vida. Su enseñanza es fundamental en los
tiempos en que vivimos.
«¡Que paséis todas las puebas!»
Devotos de la llama de mi corazón, ¡os escucho! Y yo soy el
que está aquí —no allí, sino aquí—, aquí en el nexo de esa cruz
de fuego blanco, aquí donde convergen el tiempo y el espacio, y
donde asimismo ambos se excluyen mutuamente.
YO SOY el que está aquí en el corazón del infinito. Y donde la
chispa divina está, ahí está el infinito. Por tanto, os saludo como
Ser Infinito y como a seres infinitos, uno por uno por uno, siempre
el Ser Infinito.
Por tanto, que el gran círculo de nuestra unidad y nuestro amor
suprima toda división, todo malentendido, toda ignorancia y todo
falso testimonio, como en el caso de los ciegos y el elefante5, que
daban informes diferentes del mismo espectáculo pero sin llegar
al punto de Realidad que es el corazón: ¡la perspectiva del
corazón!
Os reclamo en ese punto. Pues centrados en vuestro corazón,
que se está convirtiendo en mi corazón día tras día, podéis ver
todas las cosas como son. Porque partiendo de la verdadera
perspectiva de la sabiduría, ungida con amor, encendida con la
voluntad de ser todo lo que Dios es y bendecida con la pureza de
la Madre, ¿qué otra cosa puede salir de ello sino el prisma de
cristal?
Veo vuestra perspectiva
de la libertad y
vengo a daros otra
Observad: convierto en nuevas todas las cosas con la llama del
corazón, con la visión del corazón, con la sabiduría del corazón
que es la corriente infinita de la Fuente infinita.
Oh amados míos, he venido y estoy contento de estar aquí, de
gozar de la luz de Helios y del profundo amor de vuestros
corazones. Veo vuestra perspectiva de la libertad y vengo, por
tanto, a daros otra.
¡Que paséis todas las pruebas!
Amados corazones, en mi retiro ése es el saludo de encuentro
y de despedida; no «Dios te bendiga», sino «¡Que pases todas
las pruebas!» ¿No es acaso digno de elogio y destacable que los
devotos de mi corazón que están decididos a seguir mis pasos no
hagan un surco en el camino de la vida sino que, por el contrario,
pongan a buen recaudo lo que el maestro ha conseguido? ¡Eso sí
es una causa noble!
Gracias, amados, vengo a presentaros, pues, un curso
intensivo acerca de cómo pasar todas las pruebas.
[...] Amados, comencemos. ¡Porque estoy decidido a que este
viaje de ascenso merezca cada inconveniente y cada céntimo!
Seguro recordaréis el chiste que cuentan Morya y Kutumi sobre
sus caminatas hacia el hogar de luz, a los pies de los maestros:
Morya tan impaciente por llegar allí y Kutumi un poco más
tranquilo. Cuando hubieron llegado y regresado, debido a todo el
sudor y todas las energías que había empleado Morya, fue
Kutumi quien retuvo el mensaje del maestro.
Así, con todas vuestras experiencias en el Sendero y toda esa
energía empleada en llegar hasta aquí, deseo que la quietud del
momento os proporcione una copa del corazón digna de la llama
y de la luz y verdaderamente una bendición incalculable. Es mi
decisión —porque amáis una y otra vez y porque estáis decididos
— ¡que no regreséis a vuestros hogares siendo los mismos que
cuando llegasteis! Sino que os descubráis en verdad como una
nueva criatura en busca de la llama violeta.
La recompensa por el amor
es grande
Amados, la recompensa por el amor es grande. Pero aquéllos
que la merecen a menudo no la reciben porque ellos son los que
están ocupados o son los luchadores, conduciendo, trabajando,
sirviendo. Así que vamos a hacer una pausa. Tranquilicémonos,
pues, en esos vehículos inferiores y sintamos los chakras brillando
como los siete Elohim, ¡brillando como el Sol y las estrellas!
Ahora expandamos la conciencia. Aumentemos el círculo del
aura. Démonos cuenta de que no somos esos cuerpos inferiores
sino que somos seres libres en Dios usando estos vehículos para
lograr un fin.
Los medios no son la meta, pero el fin es la estrella misma que
aparece. Por tanto, no permitamos que nuestros medios y modos
comprometan la meta o nos hagan retrasar o perder de vista la
meta. Ésta es la estrella que hace acto de presencia, la estrella de
Acuario que ha aparecido sobre el sol de mi nacimiento.
Oh, amados, la verdadera estrella anuncia la venida del
devoto, de la Poderosa Presencia YO SOY de cada uno. ¡Recordad
vuestra estrella! Y recordad que la estrella apareció en la hora de
vuestro nacimiento físico. ¿Acaso no debería aparecer ahora en el
momento de vuestro nacimiento en el Cristo viviente, el Cristo de
Acuario, el Cristo de Piscis, el Cristo de las doce jerarquías del
Sol? Los estáis interiorizando a todos como la magnificencia de la
Gran Llama Divina.
El curso para perfeccionar
lo humano no es el modo
de superarse
¡Dios en vosotros es capaz! Pero, os suplico, no adornéis al ser
humano, que es mortal. Como la hierba, hoy está aquí y mañana
no, y el poderoso fuego y el viento lo barren y deja de existir.
Amados, el curso para perfeccionar lo humano no es la forma
de proceder. No es el modo de superarlo. Así pues, si no os
interesa perfeccionar lo humano ¡podéis ahora mismo dejar caer
ese orgullo de vuestro yo humano! ¡Simplemente dejadlo caer al
suelo como haríais con un vestido viejo! Amados, es como una
camiseta grasienta y desgarrada que habéis usado durante
demasiado tiempo.
¿No veis que no importa? Sois verdaderos seres libres en Dios,
¡seres divinos ahora! Sois inmortales y ¡todo lo demás es ilusión!
¿Vais a admitirlo? [«¡Sí!»]
Amados, esta mensajera, siendo vuestra Madre en un cuerpo,
os contempla año tras año y se regocija con vuestras victorias; y a
menudo se pregunta y reflexiona conmigo acerca de por qué, a
pesar de todas las enseñanzas ofrecidas, todavía os aferráis a
esa conciencia arrogante del yo humano.
No tenéis que esperar hasta la hora de la muerte
para conocer la vida eterna
Amados, vengo, por tanto, a entregar este mensaje tras
consultar con los mensajeros y con Morya y Helios, así como ¡a
rasgar el velo de vuestra creencia en que sois mortales! Esta es mi
decisión divina, ésta es la voluntad de Dios, y estoy aquí con la
fuerza de jerarca de la era de Acuario para limpiar de la pantalla
de la vida la propia ley de la mortalidad, ¡que es la misma ley
que sostiene la conciencia serpentina! De modo que, ¿queréis o
no queréis continuar operando según la ley de mortalidad con
esas serpientes? [«¡No!»]
Entonces, yo os digo, acabemos con ello. Somos espíritus
libres. No tenéis que esperar hasta la hora de la denominada
muerte para conocer la vida eterna. Sois eternos aquí y ahora.
Este lugar es vuestra morada eterna, y no hablo de coordenadas
finitas sino del punto en que se halla el ojo de la mente de Dios,
la sede de vuestra conciencia.
Localizad ese punto ahora. Sentidlo en la base del cerebro y
en la columna vertebral. ¡Sentidlo en vuestro corazón! ¡Sentidlo en
vuestra alma! ¡Sentidlo en todo vuestro ser!
Lo que sentís es Dios. ¡Es Dios, os digo! No es un cúmulo de
sensaciones físicas. ¡No! Esa percepción de Dios en vosotros es
algo que está por encima y más allá de la forma, aunque se
plasme en la forma. Late con vida en la forma. ¡Pero la forma es
siempre el efecto y el vehículo para experimentar esa conciencia
que ha sido, es y siempre será aquí y ahora el Dios eterno!
Que digan lo que quieran. Yo diré: ¡Sois dioses!6 ¡Y todos
vosotros sois hijos del Altísimo, brillantes hijos de luz! Ahora
remanguémonos y dediquémonos a desprendernos de toda
sombra que haya sido aceptada como el chamuscar la vestidura
en el transcurso de estas largas eras. Amados, ¡es como una
tostada quemada! La tiráis por la ventana ¡y que se la coman los
pájaros!
Que paséis todas las pruebas.
¿Acaso no veis en esta expresión y en mi postura a la persona
de Maitreya asomándose? Yo soy su invitado, hablando en su
nombre a sus amados y a los míos desde su Escuela de Misterios.
¡Que paséis todas las pruebas!
Suena oriental, n’est-ce pas7?
¿Cómo comenzamos a mantener
ese control divino?
Amados corazones, ¿por dónde empezamos? ¿Cómo
comenzamos a mantener ese control divino que permite que el
ritmo de Dios restaure el equilibrio ante la reacción humana,
nacida del miedo o de la rabia, o de ese columpiarse sin
equilibrio?
Amados corazones, los componentes están allí, en los
dictados, en el libro de decretos, en las lecciones de los
Guardianes de la Llama. Pero, como siempre, cuanto mayor es el
compendio de conocimientos, más organización requiere el
maestro. Por ello os remito al decreto «Cuenta hasta nueve»*, el
cual dado con todo el fuego de vuestro corazón os capacitará
para recuperar el control de vuestro campo áurico que ha sido
impresionado, presionado, penetrado, invadido.
Así, tenéis que entender: algunas veces cuando de repente
sentís una perturbación —os habéis quedado estupefactos, habéis
sufrido una conmoción o una reacción repentina a los actos de
injusticia de otro— una de las razones por la que perdéis
momentáneamente vuestro equilibrio es porque el flujo normal del
aura ha sido alterado, como si de pronto agitarais las aguas.
Ahora bien, vuestra aura es vuestro santuario, y es la santidad
de vuestra llama divina. Por tanto, antes de contestar a las
exigencias de la mente carnal —las preguntas, la petición de
favores o cualquier otra cosa—, restableceos. Hablad calmada,
suave y pausadamente. Porque de esta forma no os enredaréis en
la ira, la impetuosidad, los disgustos de cualquiera que esté a
vuestro alrededor.
Hablad como yo estoy hablando ahora: desde el corazón,
desde la sede del corazón: el punto del Buda. Hablad lo bastante
alto, en el sentido de ser fuertes y firmes, para que el aliento y la
voz no se hundan como gallina en corral ajeno. Hablad de
manera suficientemente fuerte, firme, sosegada y poderosa como
para que Dios pueda usar vuestra voz a fin de aquietar vuestra
propia aura y la agitación, el miedo o la excitación de otro.
Sed la presencia tranquila dentro de un torbellino de
calamidad y actividad, amados corazones, y aprended el camino
del poder, el inmenso poder de la paz misma. Así, amados míos,
deberíais saber de memoria el decreto «Cuenta hasta nueve».
Llueven las pruebas
Deberíais daros cuenta de que en una situación de enojo es
necesario respirar profundamente varias veces. Porque en
presencia de la ansiedad, el corazón comienza a palpitar y la
gente se pone a respirar de manera entrecortada, aumentando
con ello la ausencia de control.
Inspirad profundamente, espirad, id al corazón y no deis
ninguna respuesta instantánea, sí o no —ninguna reacción o
solución instantánea— sino que, silenciosamente, volveos hacia el
interior. Hay muchas formas de tratar con ello. Si alguien se halla
enfurecido como un perro rabioso, podéis decir: «Espera un
minuto, por favor. Volveré en un momento».
Como veis, amados, sin duda alguna llueven las pruebas.
Queremos que experimentéis la maestría, el dominio, el enorme
placer de haber terminado un día y haberos enfrentado con esa
fuerza, esa fuerza motriz de la irritación, y haber conquistado y
haberos elevado por encima de toda debilidad de los sentidos
dirigida contra vuestro corazón.
Desean robaros vuestra vida. Desean cortar el flujo de amor
entre nosotros. Quieren romper el lazo por medio de cualquier
tipo de ira o ultraje. Y van a arrebataros vuestro sentido de
dignidad, vuestra percepción del manto de ser discípulo de Sanat
Kumara. Cuando puedan destruir vuestra dignidad y empecéis a
sentiros como una polilla, entonces comenzaréis a actuar como si
lo fuerais. Y hasta que no recobréis vuestra propia identidad, yo
tendré que hacer una pausa y esperar de nuevo, preguntándome
hasta cuándo revolotearéis alrededor de la bombilla de estas
serpientes que os han engatusado momentáneamente en sus
auras.
La blanda respuesta
quita la ira
De modo que, amados corazones, la blanda respuesta quita la
ira . Si alguien os está hablando de una manera estridente y
8
aguda, ajustad el tono y responded con el dominio divino.
Responded aportando ayuda. Tratad de resolver el problema.
Tratad de mostrar el mejor lado de las cosas. Proveed cuidados
de emergencia cuando sea necesario. No perdáis la cabeza. Y
no entréis en el vórtice de la ansiedad de otro, de lo contrario os
desorientaréis.
Recordad que debéis señalar como enemigo a todo aquello
que intenta burlarse de vosotros para echaros de la sede del Buda
en la cámara secreta del corazón; no necesariamente a la
persona, pues con frecuencia es un ser querido, sino a la fuerza
que trata de utilizarle. Por tanto, es vuestro desafío liberar, tanto a
él como a vosotros mismos, del sinsentido humano del momento.
Centraos en el corazón y
colocaos otra capa
de llama violeta
¡Que paséis todas las pruebas!
A menos que os centréis en el corazón, que es el sol central de
vuestro ser, puede que os encontréis tambaleándoos en la
periferia del aura, que toca la conciencia del mundo. Ese punto,
ese círculo externo del aura, debería ser siempre de un azul muy
intenso: un fuego azul de protección, que está también por fuera
del tubo de luz. A continuación visualizad la llama violeta en el
mismo centro del tubo de luz.
Sin embargo, quiero puntualizar que cuando estáis llenos de
llama azul, ello con frecuencia suscita el antagonismo de los
demás, porque es muy poderosa y saca a la superficie lo peor
que hay en ellos. Por lo tanto, la solución más sabia es usar el
guante blanco, o sea, poner otra capa de llama violeta por fuera
de la azul para que produzca un efecto calmante, para que
consuma aquello que pueda rozar el aura o llegar a vosotros. Así
que, en caso de que traspase la llama violeta, entonces tenéis la
pared de la llama azul y además el poder del tubo de luz. Y si la
diplomacia no resulta, ¡siempre cabe echar mano de la resistencia
del escudo del Arcángel Miguel!
En la tranquilidad y dulzura de la Luz, YO SOY el que ha venido.
¿Estáis listos o relajados?
Frecuentemente se trata de una cuestión de actitud. ¿Cómo os
veis a vosotros mismos? ¿Estáis listos para la próxima entrega de
Dios o la próxima arremetida de la fuerza siniestra, o estáis,
como se dice hoy día, «relajados»? Si camináis con los hombros
caídos y arrastrando los pies, si estáis relajados, totalmente
abiertos, holgazaneando, con el televisor encendido, los anuncios
bombardeando su ritmo rock, el gato maullando, el perro
ladrando, los niños gritando, el teléfono sonando..., ¿cómo
esperáis en tales condiciones manteneros tranquilos? Es un
montaje, pero vosotros lo habéis permitido.
De todos modos podéis mantener la calma en medio de estas
situaciones, pero no con una actitud tan relajada, pues en
cualquier momento las patatas en el horno se quemarán y todos
estarán discutiendo, y, si no estáis alerta, vosotros también.
Llegado el caso, ¿qué habremos logrado?: una hora perdida para
Saint Germain y el trabajo vital de Helios y Vesta; y vuestra
sensación de: «Nunca seré un buen chela. Nunca adquiriré
maestría sobre mi vida».
Pero, amados, es cuestión de uno, dos, tres, cuatro, cinco,
unos cuantos requisitos simples: no permitáis que la familia sea
bombardeada desde todas partes. No permitáis que todas esas
cosas sucedan al mismo tiempo. Esforzaos por adquirir comunión
con el corazón. Dad de comer al gato, sacad al perro, apagad el
televisor, aseguraos de que la comida está a salvo en el horno, y
disfrutad de ese círculo de comunión con la determinación divina
de que cada miembro de vuestra familia u hogar o círculo de
amigos tendrá la oportunidad, gracias a vuestra presencia
amorosa, de expresar algo muy importante desde el corazón.
Educad a los demás por medio
de vuestro ejemplo
Ahora llegamos al tema de la educación: la educación de
vuestra alma y, mediante vuestro ejemplo, de la de otros. Existe
un tipo de conversación impropia que puede rápidamente derivar
en discusión. Evitad, por tanto, aquello que sea controvertido
cuando ya sepáis por adelantado que no estáis de acuerdo en
algún punto.
¿Para qué continuar con la discusión? Puesto que cada cual
posee el derecho a tener su propia opinión, abordemos otra vía.
Porque por medio de otra vía, de un acercamiento a Dios, al arte
o a la ciencia, puede que lleguemos a un punto de acuerdo. No
mediante concesiones o términos medios sino mediante acuerdos
es como construimos el reino de Dios. De esta manera, buscamos
los puntos fundamentales del acuerdo y construimos sobre éstos.
Dondequiera que se alcance un acuerdo en torno a un
principio de Dios, se forma un núcleo: un vínculo de amor. Y ese
lazo de amor en realidad empieza a consumir la parcela de
desacuerdo y error que tal vez albergue la mente de tu amigo o la
tuya, puesto que a nosotros nos toca ver nuestras propias ideas
equivocadas, n’est-ce pas?
Puede que en varias ocasiones hayáis observado que por
vuestras palabras y obras quizás hayáis causado un gran dolor e
imputado una gran carga a alguien. Puede que hayáis atraído
nubarrones a través de negatividad, pesimismo, crítica; ladrando
y vociferando para saliros con la vuestra. Incluso en determinada
ocasión, haciendo lo que sabéis hacer tan bien, todo el mundo
habrá salido sintiéndose bien, satisfecho, amado e importante por
igual, disfrutando juntos una tarde o una experiencia que
complace al alma. Por consiguiente, es fácil comprobar que la
mente carnal se enorgullece de sí misma, de su habilidad de
controlar, de herir, de humillar y vencer a otro, y de engreírse
como hace la serpiente.
Adentraos en el corazón y
enviad amor a todos
Sí, podéis hacer ese tipo de cosas, pero os aconsejo que no
optéis por ello: no intentéis ser la persona más importante de la
sala, la que gana todas las discusiones o hace todos los
comentarios brillantes. Es mucho mejor adentrarse en el corazón,
enviar amor a todos y alentar en otros, por medio de vuestra
conversación, alguna valiosa opinión dotada de sabiduría porque
vosotros lo habéis facilitado, porque habéis provisto un entorno
de relajación y afecto. Y alguien que tal vez haya tenido una vida
mucho más difícil que vosotros, a quien seres queridos envueltos
en gran oscuridad hayan impuesto el silencio, pueda por fin
sentirse en casa y libre de hablar sin ser criticado.
Amados, dad por sentado que aquéllos que se acercan a
vosotros están heridos, mutilados y que tienen cicatrices, pues así
es. Han librado muchas batallas en la vida. Si vosotros los halláis
irritables o insensibles, se trata de un mecanismo de defensa que
han construido a causa de una herida muy profunda. Sanad la
herida, no de un modo tan obvio que os haga proclamaros el
sanador —«ahora voy a hacer esto por ti, ahora voy a hacer
aquello por ti»— sino simplemente hacedlo en el silencio de
vuestro corazón. Aprended a orar por la gente y no a hacer de
ella vuestra presa.
Pedid a Dios Todopoderoso
la curación del alma
Es verdad, amados míos. Gran parte del daño, de la crueldad
expresados en el mundo hoy día constituye la manera en la que el
individuo cubre una y otra vez esa vieja herida, esa acritud. De
modo que solicitar a Dios Todopoderoso la curación del alma de
alguien de la necesidad de ser agresivo hacia cualquier parte de
la vida, deviene en un punto muy importante de la Ley.
Como podéis ver, los mortales tienen estas necesidades; los
humanos, puede que también; porque ambos carecen de la
chispa divina. Pero los hijos e hijas de Dios, los hijos de la luz no
tienen necesidad de participar del alimento mundial de la
psicología, de la misma manera que vosotros no tomáis parte en
la comida que se sirve en algunos barrios. Hace mucho tiempo
que habéis trascendido la necesidad de ese tipo de consumo.
Por qué no pasáis muchas
de las pruebas
Gran parte de la causa de vuestra incapacidad a la hora de
pasar las pruebas es que no os habéis detenido a deshaceros del
hábito humano de expresar esa irritación, esa arrogancia, que
provienen en su totalidad de la necesidad que la mente carnal
tiene de imponerse. ¡No es real! ¡No tiene poder para dominar
vuestra personalidad! ¡Os hablo directamente a vosotros y todos
sabéis de qué estoy hablando! Y yo os digo: ¡Jamás pondré en
peligro la promesa de vuestra ascensión, pero vuestro libre
albedrío tal vez sí lo haga!
Tenéis que escucharme. Existe la necesidad de cambiar por
medio de la voluntad del corazón, por medio de un corazón que
ame lo suficiente como para cambiar porque otros están aún
sufriendo a causa de una expresión falsa a la cual
periódicamente dais rienda suelta; falsa porque no alaba a Dios
en el individuo, no se regocija en su superación, sino que aún
mantiene ese desafío que humillará a otro.
Apoyo el sendero de la victoria
de vuestra alma
Amados corazones, defenderé —y lo haré por toda la
eternidad— el sendero de la victoria de vuestra alma y la
ascensión. Muchos de vosotros, que os encontráis en una
situación precaria a causa de vuestro flirteo con la mente carnal,
podéis hoy arrojarla a este corazón y a mi corazón. Pues mi
corazón es lo bastante grande, como el corazón de Dios, para
consumirla en su totalidad.
Mi corazón es hoy un incinerador cósmico, si así lo queréis,
capaz de consumir si vosotros soltáis. Pero recordad que no basta
una sola vez. Quizá decidáis ahora no fumar más y ponerlo en
mi corazón, y el registro será consumido. Veinticuatro horas
después, os encontraréis con la energía acumulada en el mundo
en virtud de la cual habéis tenido una debilidad, y tendréis que
afirmar: «¡No! ¡Hasta aquí y no más! ¡Retrocede, entidad de la nicotina!9
¡Sé atada por el poder de mi corazón que es uno con el corazón de Saint
Germain! ¡Tú no me puedes tocar, pues YO SOY el Ser Infinito! Yo vivo en el
corazón de Dios. Aquí no existe tiempo ni espacio, ¡y tú no puedes morar en
el Infinito! Y ya que yo no habito donde tú estás, no fumaré hoy ni mañana ni
nunca. Pues estoy en mi Hogar de luz, ¡y el único humo que hay aquí es el
dulce incienso de El Morya conmigo!»
Cada vez que concebís el pecado, perdéis protección
Así pues, que paséis todas las pruebas.
Debéis comprender la ley que os revelo. El pecado sólo puede
cometerse en una conciencia finita o en la finitud del tiempo y el
espacio. En el momento en el que se concibe el pecado, aquél
que lo concibe ya no forma parte de la eternidad.
Cuando el Arcángel Miguel expulsó a los caídos del cielo,
estaba ratificando la ley de su propio ser que ellos pusieron en
movimiento por medio del espíritu del orgullo: «Yo seré como
Dios. ¡No adoraré al Cristo viviente sino que seré adorado!». Ésta
fue su promesa. Al instante, perdieron la protección del círculo del
Uno. Así que, al expulsarlos, el Arcángel Miguel y sus legiones
fueron los representantes instantáneos de la ley cósmica.
Cada vez que empezáis a concebir el pecado, un acto
pecaminoso, perdéis la protección de todo el Espíritu de la Gran
Hermandad Blanca. Y tenéis que saber cuándo os desviáis de la
Ley de la Verdad. Debido a que el pensamiento y el sentimiento
son esclavizantes, Jesús dijo a Judas: «Lo que vas a hacer, hazlo
más pronto»10: que la conciencia de pecado se convierta en el
acto del pecado para que lo podáis repudiar y arrepentiros a fin
de ser salvados.
Ahora bien, nosotros, en la Gran Hermandad Blanca, no
recomendamos que os entreguéis a las fantasías del sentido
pecaminoso, sino que os deis cuenta de que el ave de rapiña del
pecado puede venir y alojarse en vuestra aura de forma que lo
podáis albergar como una idea atractiva durante semanas o
años, y nunca libraros del deseo de comprometeros con tal o cual
empresa.
De vez en cuando ese deseo se hace tan impelente que lo
satisfacéis, cometiendo, con ello, el pecado, y no veis la terrible
consecuencia que se deriva. Y lo hacéis una y otra vez, sin daros
cuenta de que os estáis atando a vínculos de limitación, la cual un
día se convierte en vejez, enfermedad y muerte.
No dejéis que la ausencia de la mano de Dios, la cual cae
instantáneamente sobre vosotros cuando erráis, os haga creer que
la ley del karma no es irrevocable, porque yo os digo que lo es.
Todos nosotros nos hemos sometido a esa ley, y todos nos hemos
liberado gracias a la misma ley. ¡Esa ley es justa! Así, que los
espíritus de los justos hechos perfectos por el amor11 usen la ley
sabiamente en su beneficio, el cual debería ser la liberación de la
luz del corazón que os asegurará gran ventaja en todas las
octavas.
Renunciad a todos los deseos
de lo humano
Reprimamos, pues, la sutil vibración de la ambición que no
reconocéis y, por tanto, aconsejo a la mensajera que os la
indique a cada uno. Porque la ambición en sí misma es un
monstruo espantoso que os embauca todo el tiempo para que
confiéis en la conciencia humana en lugar de conseguir primero a
Dios, lo cual os llevaría a hallar una cornucopia de tesoros,
sabiduría, luz, abundancia y amor divino en flujo constante.
Amados, si os apartáis del tiempo y el espacio y encontráis
siempre el centro de la cruz, habitaréis por siempre en la casa del
Señor, la cámara secreta del corazón, el Sagrado Corazón de
Jesús, cuyo corazón he hecho mío, implorando ese Cristo y por
consiguiente intensificando el ardiente corazón púrpura en su
honor.
Ese corazón no abriga deseos de hachís, ni de heroína. Pero si
os apartáis de ese corazón y habéis tenido un hábito duradero,
puede que os identifiquéis de nuevo con el hombre o la mujer
externos y con el deseo, de forma que os encontréis en las aguas
turbulentas, hundiéndoos bajo las olas, y pidiendo a gritos la
mano de Cristo que siempre os extenderá hasta que estéis seguros
y a salvo otra vez en el corazón del infinito.
Como veis, amados, se puede renunciar a todos los deseos de
lo humano que podáis tener en este mundo. Y cuando se renuncia
a ellos, el deseo divino de Dios entra en vuestra vida. Por cada
deseo humano existe un deseo divino que es legítimo,
satisfactorio, que os dará lo que creísteis que podíais conseguir
por medio del deseo humano, pero que verdaderamente nunca
podríais haber tenido o guardado, y mucho, mucho más. No
obstante, hace falta valor.
Así que, si deseáis retener el deseo de controlar a los demás
(que es muy frecuente en la especie humana), el deseo de tener
esas cosas que no son preceptivas y así sucesivamente, pero, sin
embargo, deseáis abandonar esos deseos que os hacen sentir
enfermos o incómodos, estaréis andando por la cuerda floja de la
conciencia humana, intentando tomar lo mejor y dejar lo peor,
aunque sin realmente estar dispuestos a renunciar a la totalidad,
como hemos dicho. Es una postura precaria y lo único que puedo
hacer es advertiros, porque tenéis libre albedrío.
Toda experiencia en la vida puede transmutarse o trascenderse
para convertirse en una experiencia divina, aunque física, real,
práctica, pese a ser una parte de lo que esa conciencia de la era
dorada puede en realidad ser. Por ello, no está mal desear
felicidad, desear la familia de Dios, desear vuestra realización,
educación o éxito divino. Verdaderamente, Dios no os negará
nada cuando uséis medios legítimos para llegar a la meta.
El miedo es lo que os ata al sendero y al método alternativo.
Por tanto, digo: ¡desprendeos de esos miedos! Dejad que Dios os
enseñe lo felices que podéis ser en la plenitud de Su amor; cómo
podéis tener esas cosas en el sentido más elevado, glorificar Su
nombre, hacer que esa conciencia humana pase por la llama y
seguir reteniendo una individualidad que es feliz, alegre,
trabajadora, siempre dispuesta a aprender, luchadora y con la
cual es una alegría estar porque seréis los que resuelvan a otros
los misterios. Aquéllos a quienes conozcáis de nuevo adivinarán,
al observar como vivís, el misterio mismo de la felicidad escrito
sobre vuestro rostro.
¡Dejad, pues, de acariciar la idea de la irrealidad! Quitaos la
idea de que habéis estado esclavizados alguna vez. ¡Los esclavos
de la muerte deben vivir en una conciencia de muerte! Ahora,
vamos a eliminar la octava de la conciencia de muerte.
Eliminemos ese plano. Si deja de existir, ¿dejaríais vosotros de
existir?
Por qué Dios no ha suprimido
el plano astral
Pensad en el plano astral como un lugar donde quepa existir:
nada permanente, nada de fiar, todo ilusión, exploraciones sin fin
de escenas materiales que cambian como un caleidoscopio, y
donde se considera un «infinito» que es una imitación del infinito
real. El laberinto de la conciencia humana: muchos habitan en él.
En lo que se refiere a mí y a mi vida, lo excluí hace mucho tiempo
y no he sufrido ninguna pérdida; pues mucho tiempo antes había
consumido y reemplazado los escombros astrales por la victoria
de la conciencia crística.
¿Os dais cuenta de por qué Dios no ha suprimido el plano
astral? Porque una parte de vosotros aún está ahí: registros del
pasado, una cierta sensación de abrigar expectativas en la vida,
las pólizas de seguro, o las realidades y posibilidades, el
«cuando yo muera, pasará tal cosa».
Como veis, amados, algunas personas realmente consideran
que están evolucionando hacia la muerte, acercándose cada vez
más a la experiencia final que temen durante toda su vida. Pues
bien, si excluyéramos ese plano, una gran parte de ellos dejaría
de existir, ¡tan considerable que no quedaría nada que transmutar
ni elevar, ni que llegar a dominar!
Por lo tanto, el único lugar en el que la conciencia de muerte y
el plano astral pueden ser suprimidos ¡es en el punto donde reside
la voluntad del chela en esta octava! Sólo vosotros podéis decidir:
«¡Ya no existe! ¡No lloraré más, ni ayer ni hoy ni mañana! ¡No
lloraré más por ninguna experiencia humana!»; es decir, en el
sentido de albergar lástima de uno mismo o condenación, pues la
lágrima que se vierte con júbilo y compasión no es el llanto de la
entidad del llanto.
Cuando decidáis que se acabó y con todo el poder de vuestra
Presencia YO SOY decidáis que estáis dispuestos a luchar contra el
antiguo hábito y a no permitir que esa bestia se levante de entre
los muertos en ningún momento, cuando le clavéis la espada de la
Palabra y la Palabra hablada, cuando luchéis contra toda
tentación para infundir de nuevo sobre ella el aliento de la vida y
volver a empezar, os digo, amados, que vendrán tantos ángeles a
ayudaros, que al caminar por la Tierra será como si os rodeara
una nube de gloria de tantos ángeles que vendrán a reforzar la
determinación de los hijos e hijas de Dios de ser libres.
Los refuerzos cósmicos esperan
Los refuerzos cósmicos están esperando. No debéis
desalentaros y alegar: «Bien, YO SOY así. Madre sabe cómo soy;
ella me acepta tal como soy. Lo he intentado antes, y nunca he
sido capaz de vencer esto y, por consiguiente, ¡Dios me tendrá
que aceptar tal como soy!».
Pues bien, amados, nunca habló el orgullo con voz más alta,
surgiendo amenazadoramente y mirando con desaire al alma que
ha sido silenciada por el duro pisar de aquéllos que se proclaman
independientes, sin percatarse de que el propio Lucifer les ha
chamuscado. Pues él es quien dijo: «¡Yo soy quien yo soy! Soy
más importante que el Hijo de Dios y Dios tendrá que ordenar
que sus hijos me adoren, o de lo contrario me rebelaré». Y eso
fue lo que hizo.
Con todo, el problema que tenemos hoy en este círculo de
portadores de luz es que no hay mucho más abajo donde arrojar
a alguien actualmente que a la octava física. Y por tanto, aunque
penséis que el ángel no os ha atado ni apartado de la gloria de
Dios debido a vuestro desafío, de hecho así ha ocurrido.
Y aun así os decís: «No me ha afectado nada. Estoy
perfectamente bien. ¡Mírame! Estoy sentado aquí como uno más
entre estos devotos, pero tengo mi propia manera de vivir la vida,
con independencia respecto a ese arduo sendero al que algunos
supuestos chelas se han entregado».
Pues bien, amados, no señaléis con el dedo a los que se
sacrifican, ya que no sabéis el karma que saldan o la tarea que
se les ha asignado desde niveles internos. Han leído el registro de
su vida y saben lo que les costará vencer y alzarse victoriosos. Y
se erigen también en indicadores que os permiten ver que existe
una santidad la cual cabe seguir. Cuando veáis al humilde chela
podréis imitar al Cristo en él, pero sin apegaros a la personalidad
externa.
Ésta es la era de la libertad. Nadie puede daros un golpecito
en el hombro y deciros: «¡Eh, oye! Debes actuar mejor». No
tenemos un pastor físico, en encarnación, para cada alma, una a
una.
Tenéis la enseñanza: aplicadla
Tenéis la enseñanza. Y se espera de vosotros que la apliquéis.
Se espera de vosotros que hagáis el llamado para que se os
muestre por qué no pasáis todas las pruebas. Se espera de
vosotros que apliquéis lo que se ha dado y que pidáis oración y
apoyo cuando luchéis con la bestia que habéis creado, la cual se
ha hecho mucho más grande que vosotros mismos, de tal manera
que vuestra alma siente que delante de ella se alza un monstruo,
así que precisa el refuerzo del linaje de la Gran Hermandad
Blanca.
Os puedo asegurar que la mensajera nunca ha rechazado una
petición de un llamado de forma consciente. Y si ha sucedido que
ella no lo haya dado, entonces su Santo Ser Crístico ha hecho ese
llamado. De modo que a nadie se le ha omitido el acceso a la
llama de la Madre que ella lleva en nuestro nombre.
Hay quienes dicen: «No despertaré al Buda dormido. No
molestaré a la Madre. Esto es algo que tengo que hacer por mí
mismo porque lo he hecho mal durante tanto tiempo que ahora
voy a hacerlo bien…». Así, amados, es como abrazáis la mentira
de la no jerarquía, la cual niega la cadena del ser y hace que
vosotros neguéis que sois parte de la eterna cadena de Dios.
El de arriba ayuda al de abajo. Cuando aceptáis ayuda con
humildad, podéis ofrecer ayuda. Si no recibís del que está encima
de vosotros, no podéis dar al que está debajo cuyo progreso se
detiene completamente porque vosotros mismos os habéis
detenido.
Observad el orgullo. A algunos no les gusta pensar que
dependen de otros. Debéis aprender a ser receptores de nuestra
gracia y de la gracia de un chela por quien habéis sentido
desprecio. Pues las oraciones de la persona que pensáis que está
por debajo de vosotros pueden ser la salvación de vuestra alma.
Reverenciad a Dios y dejad que Él cuide de lo humano. Y no
creéis una falsa jerarquía en vuestra mente, una panoplia de
todas las personas que conocéis, colocando a algunas en el
peldaño más alto y otras en el más bajo según vuestra escala de
valores. Tampoco busquéis la compañía de aquéllos que creéis
son las personas importantes que de alguna manera pueden
elevaros de categoría. Así se fallan las pruebas y se llega a un
gran desastre cuando se derrumba la casa que habéis construido
a base de establecer contactos, asociaciones, siendo parte de esa
sociedad ilusoria, etc., etc.
Algún día el mundo se volverá en contra del Cristo vivo. Y no
creo que ninguno de vosotros conscientemente mitigaría la luz de
su conciencia crística para ser aceptado por los hombres, aunque
algunos de vosotros lo hacéis de manera inconsciente para evitar
el desafío, el perjuicio o la crítica generalizada. Amados, sólo
podéis llegar hasta un punto determinado con este jueguecito de
congeniar o no con las camarillas de la sociedad. Más tarde o
más temprano os exigirán mucho, y más tarde o más temprano os
daréis cuenta de que, ni más ni menos, habréis comprometido
vuestra alma y vuestra relación conmigo para tener éxito con
algún potentado.
Sed la presencia de la paz,
del consuelo y de la sabiduría
Pensad en ello, amados. Las pruebas se pierden debido a una
falta de prudencia, a no considerar una situación objetivamente
como si estuvierais en el techo observando desde arriba esa
reunión a la que estáis asistiendo ahí abajo. Mirad al grupo de
personas —mirad a través del ojo de Dios—, al conglomerado de
fuerzas y su yuxtaposición y preguntaos: «¿Cómo deseo realmente
figurar en esa configuración, en la astrología de esos
personajes?».
La mejor manera de figurar, amados, es ser en medio de ellos
la presencia de la paz, del consuelo, de la sabiduría, si así se
pide o desea; pero no ser uno que se abraza estrechamente a la
conciencia humana, formando sociedades legales, formando
parte de grupos, empresas o enormes entidades por medio de lo
cual, debido a que os habéis unido legalmente, ahora os
convertís en un portador del karma de esa entidad, de esa
entidad jurídica (y hay muchas clases y asociaciones).
No digo que no podáis convertiros en miembros de lo que
queráis, pero daos cuenta de que, en el significado último de la
palabra, un miembro de la Gran Hermandad Blanca (lo cual
vosotros sois o podéis aspirar a ser convirtiéndoos en verdaderos
discípulos de la ley del amor) jura lealtad ante todo a esa
Hermandad. Sin duda alguna llegarán inevitablemente las
pruebas de lealtad y de defensa del derecho de los maestros
ascendidos y de sus chelas a estar en el planeta Tierra.
Ahora bien, si no deseáis que vuestro nombre se asocie con
nosotros, aun así os ayudaremos en todo lo que podamos. Pero
debo informaros de que más tarde o más temprano vuestra
negativa a asociaros con nosotros será también por fuerza nuestra
negativa al Cristo vivo y a la luz que podamos impartiros: «Y a
cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le
negaré delante de mi Padre»12. Es una de esas leyes que nadie
puede violar.
Cruzar el abismo que separa
la voluntad humana de la divina
Como veis hay, por tanto, que atravesar un abismo que separa
la voluntad y el deseo humanos, de la voluntad y el deseo divinos.
Su nombre es tiempo y espacio. Está gobernado por la ley de la
mortalidad. Podéis seguir la ruta del laberinto, y dedicar otros mil,
diez mil o un millón de años a entrar y salir cautelosamente de las
cuevas y cavernas, por debajo de la tierra y a través del plano
astral, buscando tesoros terrenales y sin percataros de que lo
divino está prácticamente en la punta de vuestra nariz.
El cielo os lo ofrece todo, pero dice: «No podéis traer con
vosotros lo que es irreal». Os aconsejo que toméis una manzana
al día, no todo el árbol, sino una fruta. Asimilad la manzana, o
sea, la virtud, una porción de la conciencia de Dios. Y por la
asimilación de este cuerpo y sangre de Dios sustituiréis y veréis
consumirse en vuestra vida las viejas necesidades de la mente
carnal.
Así, no por medio de la lucha sino introduciéndoos poco a
poco en el reino de Dios encontraréis la llave que os abrirá paso
al alegre sendero que ciertamente hoy día reemplaza a la vía
dolorosa. Ésta le llega sólo a aquél que no ha renunciado. En
cuanto renunciáis, sois libres. Ésa es la clave.
Cuando queráis ser como Dios,
lo seréis
Éste es mi curso intensivo sobre cómo pasar todas las pruebas.
Tomad cada problema y resolvedlo, y no intentéis resolver un
millón de problemas a la vez. Sed lógicos y buscad la Palabra y
la enseñanza. Todo está ahí.
Hemos llevado a cabo una misión de veinticinco años, y aún
más, con estos mensajeros. No podría dároslo todo en un
dictado, pero puedo introducirlo en una cápsula, una cápsula de
luz como si dijéramos, con un temporizador. Lo que regula es la
liberación de ciclos eternos, que vendrá a través de la llama de
vuestro corazón, tal como mi llama con la vuestra, contribuyendo
a la transmutación alrededor de vuestra llama trina, os permite
despertar a la semejanza con Dios.
Hay un despertar a la luz y al amor. Hay un despertar a la
libertad. Es en verdad el regalo de los santos ángeles.
Amados, os dejo con esta perla:
Cuando queráis ser como Dios, ¡lo seréis!
Os doy las gracias.
La Llama de la Libertad habla
6 de julio de 1984
Rancho Royal Teton
Park County, Montana (EE.UU.)
Apéndice
Decreto
«Cuenta hasta nueve»
por el Maestro Ascendido Cuzco
En el nombre de la amada, poderosa y victoriosa Presencia de
Dios YO SOY en mí, de mi muy amado Santo Ser Crístico, amado
Arcángel Miguel, Príncipe Orómasis, Poderosa Astrea, Diosa de
la Luz, amado Maestro Ascendido Cuzco, amados Gurú Ma y
Lanello, todo el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca y la Madre
del Mundo, vida elemental: ¡fuego, aire, agua y tierra!, yo
decreto:
Ven ahora por el Amor de Dios,
protege esta alma mía,
haz mi vida ahora tuya (Visualice la
luz blanca
que la Luz de Dios brilla llenando el
alrededor. ovoide del
aura)
Cuento uno, (Visualice una
banda de
hecho está. fuego blanco
¡Quieto, mundo emocional! alrededor del
plexo solar)
Dos y tres,
libre SOY,
paz, es tu divina Voluntad.
Cuento cuatro, (Visualice una
banda de
Presencia divina fuego blanco
alrededor del
yo siempre te adoro.
cuello y del
Cinco y seis, chakra de la
garganta)
¡oh Dios, en ti
mis ojos pongo!
Cuento siete, (Visualice una
banda de
ven, oh cielo, fuego blanco
alrededor de
¡mis energías domina!
la cabeza y
Ocho y nueve, del tercer ojo)
tuyo plenamente,
¡mi mundo mental envuelve!
La luz de fuego blanco me rodea, (Visualice la
luz blanca
¡rechazadas las energías rodeando
turbulentas! todos los
chakras y los
¡Con el poder de Dios a mi cuatro cuerpos
alrededor inferiores)
YO SOY protegido por el Amor!
¡Yo acepto que esto se cumpla ahora mismo con pleno Poder!
¡YO SOY esto cumplido ahora mismo con pleno Poder! YO SOY, YO
SOY, YO SOY, la Vida Divina expresando Perfección de toda forma
y en todo momento. ¡Esto que invoco para mí, lo invoco para
todo hombre, mujer y niño en este planeta!
Elizabeth Clare Prophet es una autora de renombre
internacional y pionera en espiritualidad práctica. Entre sus libros
más conocidos se encuentran la popular serie sobre espiritualidad
práctica, que incluye Cómo trabajar con los ángeles, Arcángel
Miguel, ayúdame, Llamas gemelas y almas compañeras y
Disuelve tus problemas. Se encuentra disponible una amplia
selección de sus títulos en un total de 32 idiomas.
Summit University Press continúa publicando en inglés las
obras inéditas de Mark L. Prophet y Elizabeth Clare Prophet.
Nota de los editores
Las enseñanzas que contiene este libro se han compilado
partiendo de conferencias, libros y sermones de Mark Prophet y
Elizabeth Clare Prophet. La enseñanza y los conceptos pertenecen
a los mensajeros. Nosotros simplemente hemos tejido los hilos y
conectado los pensamientos para integrar el todo.
LOS EDITORES
DE SUMMIT UNIVERSITY PRESS
Notas
PRIMERA PARTE
1. Saint Germain: «I have chosen to be free» [«He escogido ser libre»], Perlas de Sabiduría, vol. 18, nº. 30,
27 de julio, 1975.
2. Godfré Ray King: Misterios desvelados.
3. Génesis 14:18, 19; Salmos 110:4; Hebreos 5:6, 10; 6:20; 7.
4. 1 Samuel 7:3
5. 1 Samuel 8:5
6. 1 Samuel 8:7
7. Jesús, el Cristo, 6 de mayo de 1979.
8. Madre María: «Moldear el trozo duro», Perlas de Sabiduría, vol. 11, nº. 9, 3 de marzo, 1968.
9. Madre María: «El peso kármico de un planeta», Perlas de Sabiduría, vol. 31, nº. 27, 15 de junio, 1988.
10. Henry Thomas y Dana Lee Thomas: Living Biographies of Great Scientists [Garden City, N.Y.: Nelson
Doubleday. 1941], pág. 15.
11. David Wallechinsky, Amy Wallace e Irving Wallace: The Book of Predictions [Nueva York: William
Morrow and Co., 1980], pág. 346.
12. Clements R. Markham: Life of Christopher Columbus [Londres: George Philip and Son, 1892), págs. 207-
208.
13. Enciclopedia Británica, 15ª edición, entrada «Columbus, Christopher».
14. Ibídem.
st
15. Véase Virginia Fellows: The Shakespeare Code (1 Books Library, 2000).
16. Para más información sobre el trabajo de Saint Germain con esas sociedades secretas véase, por
ejemplo, Isabel Cooper-Oakley, El conde de Saint Germain (próxima publicación de Flor de lis Ediciones);
Jean Overton Fuller, The Comte de Saint Germain (Londres: East-West Publications, 1988).
17. Voltaire: Oeuvres, Lettre cxviii, ed. Beuchot, lviii, pág. 360, citado en Isabel Cooper Oakley: El conde de
Saint Germain.
18. Véase también Madame d’Adhémar: Souvenirs de Marie Antoinette, citado en Isabel Cooper Oakley: El
conde de Saint Germain; Estudios sobre alquimia, Porcia Ediciones, 2008.
19. Para ampliar información sobre las reencarnaciones de Saint Germain en Colón y Francis Bacon y su
patrocinio de los Estados Unidos, véase «Orígenes místicos de los Estados Unidos de América» en Estudios
sobre alquimia, págs. 163-199.
* En inglés, se hace un juego de palabras entre son («hijo») y sun («sol»). [N. de la T.]
20. El Gran Director Divino: «God Direction for the Coming Cycle», Perlas de Sabiduría, vol. 16. nº. 42, 21
de octubre de 1973.
* Pronúnciese «Royal Titon». [N. de la E.]
21. Confucio: «In the Golden Light of the Golden Age of China», 13 de junio de 1976.
* El deodar es un cedro de la India oriental. [N. de la T.].
22. Lanto: «At the Royal Teaton Retreat: Instruction on the Wisdom of the World Mother» en Elizabeth Clare
Prophet: The Opening of the Temple Doors, Corwing Springs, Montana: Summit University Press, 2004, págs.
115-116.
SEGUNDA PARTE
* En la versión original inglesa, se hace un juego de palabras entre alchemy y all chemistry of God. [N. de la
T.]
1. Para la enseñanza completa de los nueve pasos para la precipitación, véase Estudios sobre alquimia, págs.
97-113.
2. Para la enseñanza completa de la creación de la nube, véase Estudios intermedios sobre alquimia, Porcia
Ediciones, 1ª reimpresión, 2013, págs. 57-65.
3. Apocalipsis 2:17
4. Arcturus y Victoria: «Rub the Violet Flame Lamp and See What Happens», Perlas de Sabiduría, vol. 36, nº.
30, 25 de julio, 1993.
5. Ibídem.
6. Zacarías 2:5
7. Saint Germain: Estudios intermedios sobre alquimia, págs. 239-240.
8. Saint Germain: «¡Que paséis todas las pruebas!» en la sección «Habla Saint Germain» de este libro.
9. Ibídem.
10. Extraído de «I AM the Witness», Perlas de Sabiduría, Vol. 34, nº. 7, 17 de febrero, 1991.
TERCERA PARTE
1. Juan 13:16, 15:20.
2. Juan 1:9
3. Elizabeth Clare Prophet: The Astrology of the four horsemen (Astrología de los cuatro jinetes) [Corwin
Springs, Mont.: Summit University Press, 1991], págs. 52-53.
4. Ibídem, pág. 58.
5. En una parábola del Buda que forma parte del Damapada, consta que un determinado rajá ordena a todos
los ciegos de su reino que se reúnan ante un elefante. A cada uno se le asigna que toque una parte diferente
del cuerpo del animal, tras lo cual se les pregunta a todos: «¿Qué es un elefante?». El que tocaba la cabeza
pensó que era un puchero; el colmillo se tomó por una reja de arado; la trompa, por un arado; y la cola, por
un aspa; de modo que surgió una gran discusión entre ellos. El Buda compara, pues, a los ciegos
pendencieros con las distintas sectas que discuten por el Dama (enseñanza) y cada una pretende ser
poseedora de toda la verdad: «Son ciegos, no saben, no ven la Meta».
6. Salmos 82:6, Juan 10:34.
7. «N’est-ce pas?»: expresión francesa que significa «¿no es así?»
* Véase el apéndice.
8. Proverbios 15:1
9. Entidad significa literalmente «cosa existente» [«lo que constituye la esencia o forma de una cosa», 1ª entr.
dicc. RAE.]. Se la define como «ser» [«ente o ser», 2ª entr. dicc. RAE.], con una existencia independiente,
separada. Una entidad es un conglomerado de energía calificada erróneamente o de individuos incorpóreos.
Por lo general, se refiere a quienes han optado por encarnar el mal. Hay dos tipos de entidades: 1º) entidades
desencarnadas (que han pasado por el cambio llamado muerte y temporalmente carecen de un cuerpo físico);
y 2º) entidades de las masas (campos energéticos de energías calificadas por los humanos, que flotan en el
plano astral). Las entidades que son focos de las fuerzas siniestras pueden atacar tanto a individuos
incorpóreos como encarnados.
10. Juan 13:27
11. Hebreos 12:23
12. Mateo 10:33; Lucas 12:9.
Otros títulos
Alquimia del corazón
Almas compañeras y llamas gemelas
Ángeles del amor. El angel de la guarda
Ángeles de curación. El Arcángel Rafael
Ángeles del éxito. Los serafines
Ángeles de la guía. El Arcángel Gabriel
Ángeles de protección
Ángeles de sabiduría
Arcángel Miguel, ayúdame
Atrae abundancia
Cómo trabajar con los ángeles
Conexiones con otras vidas
Decretos al Arcángel Miguel
Disuelve tus problemas
El ángel de la escucha
El Arcángel Uriel
El aura humana
El libro de Enoc
El libro de los secretos de Enoc
El Señor de la curación
Estudios sobre alquimia
Estudios intermedios sobre alquimia
La llama trina
La respuesta que buscas está dentro de ti
Los ángeles te ayudan a crear milagros en tu vida
Mensajes desde el retiro de Saint Germain
Mi amiga la emperatriz Sissi
Misterios del Yo Superior
Parapsicología
Rosario al Arcángel Miguel
Rosario de cristal de Kuan Yin
Secretos de prosperidad
Tus siete centros de energía
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