1. Organismos Parroquiales. El Consejo de Pastoral.
“Para poder encauzar el discernimiento pastoral y la planificación, la parroquia cuenta con
estructuras de participación y diálogo donde vivir efectivamente la corresponsabilidad.
El Consejo Parroquial de Pastoral: donde el párroco con un grupo de laicos, no muy numeroso,
piensa la parroquia desde su totalidad. Aquí lo que el párroco pide es que los laicos le aconsejen y
sean responsables con él de la pastoral parroquial. Se busca PENSAR juntos objetivos y acciones
necesarias.
Junta Parroquial o Coordinadora: donde el párroco junto con representantes de todas las
instituciones parroquiales, dialogan comunicándose las distintas tareas de los grupos, para que todos
las conozcan en orden a la unidad, y se distribuyen y deciden tareas para ejecutar las acciones
pastorales en orden a los objetivos deseados. Aquí se busca COMUNICAR y EJECUTAR las
acciones pastorales.
En muchas parroquias quizá esta distinción sea imposible, por las distintas realidades parroquiales,
y se viva un CPP que esté formado por todos los responsables de grupos o instituciones y sea al
mismo tiempo espacio para pensar la pastoral y decidir la ejecución de las acciones necesarias.
Asamblea parroquial: aquí se invita a todo el pueblo de Dios en orden a una mayor participación de
los fieles laicos, para que aporten sus inquietudes y así crecer en la comunión y en la misión. Se
busca dialogar, pero sobre todo escuchar, comunicar y fundamentalmente CELEBRAR como
familia la fe común.
Mencionamos también el Consejo Parroquial de Asuntos Económicos cuya función es ayudar al
párroco en la administración de los bienes y el desarrollo de fondos para los fines y objetivos
pastorales.
(…)¿Cómo crear un Consejo Pastoral?
No apresurarse a crearlo donde no exista. Primero ver experiencias de otros, reflexionar sobre su
lugar en la Iglesia, para aclarar y unificar conceptos y hacer así un trabajo responsable.
Para esto, primeramente motivar a la gente con algunos encuentros sobre la evangelización en la
Iglesia y la renovación de la parroquia en orden a la nueva evangelización, para motivar la
necesidad de un Consejo Pastoral, como organismo para pensar la acción pastoral.
Hacer conocer las funciones, fines y tareas de un Consejo Pastoral.
Donde haya una junta coordinadora o se trabaje con asambleas parroquiales, o algo parecido,
trabajar de la misma manera con sus miembros y otros de la comunidad para descubrir la novedad y
lo distinto de un Consejo Pastoral, en relación a la junta que forman.
No deshacer la junta coordinadora, ya que esta cumple funciones de información y ejecución
necesarias para el trabajo pastoral, ni dejar de realizar las asambleas u otro tipo de estructuras de
animación pastoral. Armar el Consejo Pastoral, descubriendo lo propio del mismo, que es pensar la
globalidad de la parroquia en su misión evangelizadora.”1
“Para vivir efectivamente la corresponsabilidad entre sacerdotes y fieles laicos en la parroquia, se
destaca como estructura el Consejo Pastoral Parroquial (CPP).
1
EGUIA SEGUÍ, ENRIQUE, Hacia una Parroquia que sea comunidad misionera y misericordiosa, n. 3
Al respecto el Código de Derecho Canónico, establece en el canon 536:
“1. Si es oportuno, a juicio del obispo diocesano, y oído el Consejo Presbiteral, se constituirá en
cada parroquia un Consejo Pastoral, que preside el párroco y en el cual los fieles, junto con
aquéllos que participan en virtud de su oficio en la cura pastoral en la parroquia presten su ayuda
para fomentar la actividad pastoral.
2. El Consejo Pastoral goza de voto solamente consultivo y se rige por las normas establecidas por
el obispo diocesano.”
Lo novedoso de esta propuesta es que se ofrece como espacio de reflexión y diálogo entre el
sacerdote y sus fieles, donde el primero recibe “consejo” para la tarea pastoral parroquias. Aquí
los laicos de la parroquia toman conciencia de la totalidad de la parroquia, pero no para
comunicar acciones realizadas o a realizar por los distintos grupos o asociaciones, sino para
pensar pastoralmente, para decidir objetivos y acciones para toda la comunidad.
Desde hace mucho tiempo existen en nuestras parroquias, en mayor o menor medida, espacios de
intercambio y diálogo entre el sacerdote y sus fieles. Pero estas reuniones, muchas veces, tienen por
objeto un tema puntual: fiestas patronales, fiestas litúrgicas fuertes (Navidad, Pascua, Pentecostés),
misión en el barrio, comunicar las tareas realizadas por cada grupo o institución. El CPP lo que
propone no es trabajar un tema puntual sino que un grupo de laicos se “ponga en el lugar del
párroco” y ayude a éste a pensar la globalidad, la totalidad de la parroquia, mas allá de su propio
grupo. Lo que se busca es definir objetivos y prioridades para toda la comunidad.
De esta manera el CPP se convierte, no en un espacio para ejecutar acciones, como responsable de
una tarea, sino en un espacio para pensar y reflexionar, un espacio de análisis, motivación e impulso
de la acción pastoral Parroquial. El CPP funcionando de esta manera aparece como verdadero lugar
para vivir la corresponsabilidad.
Como Formar un consejo Pastoral Parroquial.
Exponemos ahora elementos para formar un CPP o renovarlo en los lugares que ya esté
funcionando.
A)¿Qué es un Consejo Pastoral Parroquial
Es un organismo:
Permanente: compuesto por miembros estables, nombrados por un plazo determinado, que se
renuevan periódicamente.
Representativo: de toda la comunidad parroquial, de cada uno de sus grupos y movimientos, y de
los diversos sectores sociológicos que la integran. Conviene que los componentes del CPP se sepan
y sientan representantes de toda la comunidad parroquial y que ésta así los considere.
Consultivo: no legisla ni dicta normas pastorales. Sin embargo la expresión “consultivo” del canon
536,2 merece ser valorada con toda su fuerza. Por ello el parecer del Consejo debe ser tenido muy
en cuenta por el párroco y, en algunos casos, el mismo CPP puede ser el órgano ejecutivo de sus
propias resoluciones.
Servidor: de la comunidad y de la comunión eclesial en el ámbito parroquial y en relación al
decanato (vicaría o zona pastoral) y la diócesis. Este servicio lo cumple animando la mística
comunitaria y misionera de la parroquia, auscultando constantemente la realidad parroquial,
reflexionando sobre las respuestas pastorales que se deben ir dando a los desafíos que se presentan,
evaluando la marcha de la comunidad parroquias.
Por lo tanto el CPP no es:
• Un mera junta parroquial de coordinación de movimientos e instituciones parroquiales;
• Un organismo que se reúne para organizar y ejecutar actividades;
• Un ente recaudador de fondos, que debe trabajar con el consejo de Asuntos Económicos;
• Un grupo de “amigos” del párroco; una comunidad dentro de la comunidad parroquial, una
especie de “isla”.
¿Cuáles son las funciones del CPP?
a. Convocar permanentemente a la comunidad parroquial y a cada uno de sus miembros a la
comunión, la participación y la misión;
b. Mantener viva la mística y el ardor de la evangelización;
c. Analizar la realidad parroquial y buscar las respuestas pastorales más adecuadas. Para ello estudia
la realidad socio pastoral de la parroquia, detecta zonas o sectores menos atendidos, arbitra
soluciones convenientes y posibles, redistribuye los recursos existentes.
d. Programar la acción pastoral y darla a conocer previamente para involucrar a toda la comunidad
en lo programado. Para ello hace un calendario de actividades y/o establece objetivos pastorales.
e. Promover la creciente participación del mayor número posible de fieles en las diversas tareas
programadas.
f. Evaluar periódicamente la marcha de la comunidad y el cumplimiento de los objetivos
establecidos.
g. Favorecer la apertura y la integración de los planes parroquiales con lo programado a nivel
decanal, diocesano y nacional.
Para ello está en contacto permanente con los organismos diocesanos y conoce y difunde las normas
y propuestas pastorales de la Iglesia universal, del Episcopado Argentino y del Obispo diocesano.
(…)
h. Intentar ser un auténtico modelo práctico de comunión y acogida cordial, mediante la amistad
entre sus miembros (laicos, religiosos, clero parroquia) y la buena disposición a escuchar toda
inquietud del pueblo de Dios y a apreciar todo lo bueno, por pequeño que fuere.
i. Fomentar en todos los niveles de la acción pastoral, la atención personalizada de los fieles que se
acercan de manera no habitual a la Parroquia.
j. Revisar en qué medida la comunidad parroquial puede encontrarse replegada sobre sí misma y no
facilitar la acogida cordial de personas, familias, grupos y comunidades nuevas.” 2
2
ARQUIDIÓCESIS DE BUENOS AIRES, Camino a la Misión 2, págs. 34-37.