Administracion Publica (UnADM)
Administracion Publica (UnADM)
5º semestre
Clave:
37161509
Unidad 2
De la planeación a la programación del gasto
público
Sesión 5
Estructura programática del gasto público
Módulo 9. Planeación, programación y presupuestación del gasto público
Unidad 2. De la planeación a la programación del gasto público
Sesión 5. Estructura programática del gasto público
Texto de apoyo
Índice
Introducción ........................................................................................................................................... 2
El presupuesto público........................................................................................................................... 3
Tipos de presupuesto ......................................................................................................................... 4
Presupuesto tradicional .................................................................................................................. 5
El presupuesto base cero ............................................................................................................... 5
Presupuesto participativo................................................................................................................ 6
El presupuesto basado en resultados .................................................................................................... 8
Antecedentes del PBR ....................................................................................................................... 8
Características del PBR ..................................................................................................................... 9
Programación como vínculo entre la planeación y presupuestación ................................................. 12
La estructura programática .................................................................................................................. 14
Clasificación funcional y programática ............................................................................................. 15
Los programas presupuestarios ....................................................................................................... 18
Programa Operativo Anual .................................................................................................................. 19
Políticas generales de elaboración ................................................................................................... 20
Principios orientadores de la planeación del POA ............................................................................ 20
Ejemplo de un POA .......................................................................................................................... 21
Cierre de sesión................................................................................................................................... 22
Para saber más ................................................................................................................................... 23
Fuentes de consulta ............................................................................................................................ 23
Introducción
La presupuestación es una función fundamental en la Administración Pública que permite asignar los
recursos a las actividades que así lo requieren. El gasto público es el instrumento mediante el cual el
Estado retribuye a la ciudadanía la confianza depositada en sus autoridades y redistribuye los recursos
recaudados. Por ello, la presupuestación es una tarea de un alto contenido social que debe ser llevada
a la práctica con un fuerte sentido ético y buscando el alcance de los grandes objetivos nacionales.
En esta sesión, estudiarás los distintos tipos de presupuesto que se utilizan con frecuencia en el sector
público. Notarás que, aunque se observan diferentes enfoques, todos ellos permiten el mismo objetivo
de asignar y ejercer los recursos públicos con responsabilidad y eficiencia.
También encontrarás que la presupuestación está íntimamente ligada a las tareas de planeación y
programación y que se retroalimentan una a la otra para perfeccionarse a través del tiempo. Sin importar
el tamaño o el ámbito de acción, las dependencias y entidades de la Administración Pública (federal,
estatal o municipal) requieren llevar a cabo estas funciones, indispensables para guiar, vigilar y evaluar
la ejecución de sus acciones.
El presupuesto público
El presupuesto de una nación se conoce generalmente como presupuesto público. Para su elaboración,
se toman en cuenta los datos históricos de años anteriores. Consiste en una estimación de los ingresos
y egresos esperados para una nación en un periodo determinado, generalmente un año. Ofrece un
listado detallado de los ingresos y egresos esperados por cada uno de los entes del Estado (CEFP,
2005).
El presupuesto público se define como una estimación financiera anticipada de los ingresos y egresos
de un gobierno para un año de calendario. Por ello, es un instrumento operativo básico que permite la
ejecución de las decisiones de política económica y que resume tanto las fuentes como los usos del
gasto público. En suma, el presupuesto público traduce las actividades del Estado a términos monetarios
(Quivera, s. f.).
Para Quivera (s. f.), el presupuesto público funciona, además, como un instrumento de:
1. Se produce con anticipación. La tarea de realizar un presupuesto público requiere del tiempo
y esfuerzo de mucha gente y del flujo adecuado de información entre las dependencias y
entidades involucradas.
2. Cuantificación. Deber estar cuantificado y contablemente equilibrado aun cuando exista un
déficit.
3. Obligatoriedad. Las cantidades definidas no pueden superarse salvo en los casos previstos
por la normatividad.
4. Regularidad. Se prepara y ejecuta de manera regular, generalmente para un ejercicio anual.
El presupuesto público debe garantizar la continuidad de las acciones emprendidas y debe ser adaptable
al cambio, sin embargo, debe ser rígido para controlar los límites del gasto (Chapoy, 2003).
Estas necesidades imponen retos significativos a quienes elaboran los presupuestos públicos por lo que
existen diversas propuestas y enfoques que buscan realizar una presupuestación más congruente con
la realidad actual; sin embargo, para atender la finalidad de este módulo nos enfocaremos en la revisión
del presupuesto basado en resultados, que si bien tiene oportunidades de mejora, también es una
herramienta que arroja indicadores de gestión concretos y elementos para su evaluación y seguimiento.
Tipos de presupuesto
Presupuesto tradicional
Esto provocaba que hubiera pocos antecedentes disponibles que orientaran la toma de decisiones y
dificultaba la interpretación del presupuesto en relación con la actividad del gobierno. Se tomaba en
consideración el periodo anual para el que había sido preparado y, generalmente, buscaba incrementar
lo que se había gastado en el ejercicio anterior; a su vez, se estructuraba con base en partidas que
agrupaban conceptos idénticos, fragmentando así las decisiones en segmentos; se apoyaba en lo ya
ocurrido y era indiferente a los objetivos (Chapoy, 2013).
En cierta manera, estas características hacían que el presupuesto tradicional fuera controlable, sencillo
y flexible además de muy adaptable a los cambios en los objetivos o en las circunstancias. Estaba
diseñado para facilitar la contabilización y la auditoría de cuentas. Cada dependencia identificaba sus
planes de trabajo y con base en ellos proponía su ampliación y presentaba sus estimaciones al nivel
jerárquico superior, es decir, se trataba de un proceso acumulativo de información.
El presupuesto base cero consiste en revaluar cada uno de los programas como si se tratara de la
primera vez que la entidad va a operar, es decir, sin tomar en consideración las experiencias anteriores
(CEFP 2005). Su proceso se basa solamente en las expectativas que se tengan para el año de
calendario siguiente, esto ayuda a las entidades gubernamentales a reorientar sus recursos.
El presupuesto base cero proporciona información detallada sobre los recursos que se requieren para
alcanzar los resultados planteados, en vez de poner su énfasis en los aumentos o reducciones que
suceden de un año a otro. Esto es útil para las entidades ya que les permite dejar de lado aquellas
ineficiencias en la asignación de recursos que se repiten de manera inercial de un año a otro permitiendo
que los recursos se asignen con una visión desde el presente.
Para Pyhrr (citado en CEFP, 2005), el presupuesto base cero es un proceso de carácter administrativo,
de planeación y presupuestario; constituye una herramienta de gran ayuda para la toma de decisiones
ya que ayuda a identificar las necesidades, inquietudes, metas y ambiciones futuras con una perspectiva
actual, lo que permite asignar los recursos de una manera más racional y eficiente.
Las características del presupuesto base cero le permiten ser una herramienta flexible que se adapta a
las necesidades de las entidades gubernamentales. Cada funcionario encargado de la toma de
decisiones justifica el presupuesto solicitado con total detalle y argumentando por qué se debe efectuar
dicho gasto.
De esta manera, el presupuesto base cero se distingue de otros tipos de presupuestos en un elemento
fundamental: no tomar en cuenta las experiencias de ejercicios anteriores en su elaboración. Con ello
se busca borrar los excesos o errores que hubieran podido suceder en el pasado y evitar el seguir
asignando recursos a ciertas actividades sólo por inercia. Esto permite generar ahorros y
reconceptualizar las tareas que son realmente importantes para la operación de las entidades
gubernamentales y el alcance de sus objetivos.
Presupuesto participativo
El presupuesto participativo es un instrumento de diálogo entre autoridades y gobierno para construir las
prioridades nacionales en el ejercicio de los recursos. Como política pública se originó en los años
ochenta y a partir de entonces ha cobrado relevancia mundial para llegar a ser una de las formas más
utilizadas de la participación ciudadana en los asuntos públicos.
Una característica central de las democracias actuales es la existencia de partidos políticos organizados.
Los partidos políticos cumplen con diferentes funciones, entre las cuales se encuentra el fungir como un
enlace entre las demandas de la ciudadanía y el Estado. Sin embargo, actualmente la ciudadanía
percibe que los partidos políticos no siempre responden a los intereses públicos sino a otros
compromisos de carácter político lo que ha abierto nuevas necesidades de integración entre los
ciudadanos y el gobierno (Ayala y Hernández, 2014).
Otras experiencias de este tipo de presupuesto han ocurrido en el Distrito Federal a través del Programa
Comunitario de Mejoramiento Barrial. También en las asambleas ejidales y en las comunidades
indígenas gobernadas por usos y costumbres en donde las personas efectivamente pueden reunirse,
opinar, votar y decidir, abiertamente y frente a los demás habitantes, las prioridades colectivas.
Adicionalmente, las consultas ciudadanas también son esenciales en el proceso de elaboración del Plan
Nacional de Desarrollo. Si bien ese es un proceso de planeación y no propiamente de presupuestación,
también constituye una ventana mediante la cual la ciudadanía puede participar de las decisiones
públicas y señalar aquellos temas que pueden considerarse como prioridades nacionales.
Como has observado, las diferentes formas de realizar un presupuesto son necesarias para enriquecer
los puntos de vista y construir un presupuesto integral, pero sobre todo más incluyente. Empero, cuando
se trata del seguimiento y evaluación, el presupuesto basado en resultados cuenta con la metodología
para obtener indicadores de gestión. Por ello, dedicaremos una sección a este presupuesto.
El artículo 134 de la Constitución indica que los recursos económicos de que dispongan los entes
gubernamentales deberán administrarse con eficiencia, economía, transparencia y honradez. Además,
deben aplicarse solamente a los objetivos para los que fueron destinados y debe evaluarse el resultado
de su ejercicio. Este precepto constitucional establece las bases que rigen el ejercicio de los recursos
del presupuesto público y en consecuencia de lo que conocemos como presupuesto basado en
resultados (PBR) (SHCP, 2008).
Durante los últimos cuarenta años el proceso presupuestario mexicano ha sufrido cambios significativos.
De acuerdo con la SHCP (2015), el origen del sistema presupuestario actual puede ubicarse en 1976
con la adopción del presupuesto por programas. En él se definían funciones y subfunciones
gubernamentales alineadas con la misión particular de cada una de las dependencias y se diseñaban
programas a los que asignaban metas y costos.
En 1996 surgió un nuevo enfoque que buscaba que el presupuesto se orientara hacia los resultados a
partir de la adopción de técnicas tales como la planeación estratégica, la orientación al cliente, la
administración por objetivos y la implementación de indicadores de desempeño.
A partir del año 2006 se adopta el enfoque del PBR al incorporar a nivel de ley una serie de principios
específicos que rigen la planeación, programación y evaluación del gasto público federal. Para la
adopción correcta del enfoque del PBR fue necesario realizar reformas cualitativas a la estructura
programática.
El eje central del PBR se encuentra en los objetivos y resultados de los programas que reciben recursos
públicos para su ejecución. Como seguramente recuerdas, los programas son conjuntos de actividades
relacionadas entre sí que utilizan recursos para lograr un objetivo.
El modelo del PBR es diferente de los presupuestos tradicionales (también conocidos como
presupuestos inerciales). Un presupuesto inercial se enfoca en los insumos y los procesos, es decir,
define sus metas en función de un conjunto de recursos por aplicar; por ejemplo, en cuántos bienes
pueden adquirirse para distribuirse entre la población. El PBR pone énfasis en los resultados o, dicho
de otro modo, en los beneficios tangibles que pueden lograrse en el nivel de vida de la población
beneficiaria.
Dichos objetivos se definen con base en el marco jurídico aplicable, así como en el contenido del PND.
El PBR relaciona los objetivos con los resultados y contrasta lo planeado y programado contra lo
realizado, es decir, su manifestación tangible, material y medible.
Dentro del PBR los objetivos son logros que se busca alcanzar, los cuales deben satisfacer una
necesidad social, solucionar un problema o aprovechar alguna potencialidad. Plantean desde su
concepción lo que se obtendrá al final de la ejecución de los recursos asignados, así como las
actividades pertinentes para ello. Por lo tanto, su definición debe ser clara, concreta, específica medible,
cuantificable y ejecutable en un tiempo determinado.
En el PBR los resultados se definen como los efectos directos o indirectos que la intervención
gubernamental logra en la población. Estos deben ser precisos, es decir, revelar el impacto o beneficio
logrado, especificando su tipo, magnitud y sentido. Para medir estos resultados se utilizan indicadores
que permitan conocer en qué medida se lograron los objetivos y servir como referente para darles
seguimiento a través del tiempo (SHCP, 2008).
Una parte fundamental del PBR son los indicadores de desempeño. Éstos se definen como los
instrumentos que permiten medir el logro de los objetivos. Funcionan como un medio de seguimiento y
un instrumento para la rendición de cuentas y la transparencia. Los indicadores de desempeño
generalmente se encuentran planteados como cocientes que relacionan variables.
De esta forma, los programas, los objetivos, los resultados, el presupuesto y los indicadores integran un
sistema dinámico donde unos componentes retroalimentan a otros (SHCP, 2008). Por ejemplo, los
indicadores de este ejercicio pueden ayudar a plantear los objetivos del próximo año.
El PBR también contribuye a una asignación más justa de los recursos públicos ya que puede reconocer
aquellos programas que tienen un mejor desempeño para hacerlos crecer inyectándoles más recursos.
Las prácticas de la Administración Pública también pueden beneficiarse de la utilización del PBR ya que
mejora la forma en la que se establecen los objetivos y los resultados esperados, proporciona a los
tomadores de decisiones parámetros para evaluar el logro de las metas y sienta las bases para un
seguimiento oportuno de los avances que permita una adecuada rendición de cuentas a la ciudadanía.
La información de desempeño que genera el PBR sirve como un apoyo para mejorar las políticas, el
diseño y la gestión de cada programa, así como de las instituciones involucradas, incentivando a que
los servidores públicos cumplan más adecuadamente con las metas establecidas.
La demanda de la población por un sistema transparente y efectivo en la ejecución del gasto público ha motivado
un esfuerzo por parte de los gobiernos de un buen número de países para mejorar la eficacia y la eficiencia con la
que prestan sus servicios a la población; a la vez, ha generado en la población un mayor interés en conocer los
costos que generan éstas, los resultados que entregan y los cambios que requieren en su propia organización para
atender las exigencias que enfrentan.
Esta tendencia se ha materializado en la introducción del presupuesto basado en resultados (PBR) en varios
países, particularmente los pertenecientes a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos
(OCDE). Este modelo surge como el medio para mejorar la manera mediante la que los gobiernos gestionan sus
recursos, con el fin de consolidar su desarrollo social y económico, y proveer mejores servicios a la población.
Mientras que los presupuestos tradicionales miden los recursos consumidos, el PBR mide la producción de bienes
y servicios y el impacto que éstos generan en la sociedad, tomando en cuenta objetivos y metas, para lo que resulta
importante construir un adecuado sistema de evaluación del desempeño.
El punto de partida del PBR es el Plan Nacional de Desarrollo y, más particularmente, sus ejes y objetivos. Bajo
este entendido, debe tomarse en cuenta que el PBR funciona, además, con una visión de seis años vinculando los
objetivos y las metas de una visión de mayor plazo (30 años) con los recursos públicos necesarios para lograrlos,
la forma en que éstos se organizan y la asignación de recursos públicos.
El Sistema de Evaluación del Desempeño es el elemento central del funcionamiento del PBR, pues está compuesto
por un conjunto de procesos mediante los que se realiza el seguimiento y la evaluación sistemática de las políticas
y los programas de las entidades y dependencias de la Administración Pública Federal para contribuir a la
consecución de los objetivos establecidos en el Plan Nacional de Desarrollo y los programas que derivan de él.
El camino no ha sido fácil, pues fue necesario modificar el marco constitucional mexicano, redistribuir tareas en la
Administración Pública para la aplicación del SED, y construir bases sólidas al realinear los objetivos y las metas
de los programas de la APF. El PBR no llegará a rendir los frutos esperados si no hay un compromiso de la
sociedad en general para que funcione.
A su vez, el PBR no logrará su mejor propósito si la sociedad no se involucra para demandar de su gobierno
mejores resultados con menos recursos.
El PBR es un reto a la constancia, pues implica acciones cotidianas de todos los involucrados en la Administración
Pública, con la desventaja de que el producto del esfuerzo puede verse claramente después de pasados algunos
meses o, en algunos casos, años. Lo más probable será ver en plenitud las virtudes de PBR en un horizonte de
mediano plazo. Durante ese tiempo las instancias involucradas continuarán trabajando en un cambio de cultura
que revolucione: i) la forma en que los servidores públicos se conciben a sí mismos; ii) la orientación del servicio
público hacia un beneficio claramente identificable en la sociedad, y iii) la participación de la sociedad en una
demanda activa de resultados de sus servidores públicos.
Fuente: Pérez (2012:1-20).
Recapitulando, el PBR se distingue de otros tipos de presupuesto porque, en vez de centrase en los
recursos que pueden aplicarse, se centra en los resultados tangibles y medibles de dicha aplicación, es
decir, en la transformación que los recursos públicos logran en la realidad de la población.
Como lo expresa Dionisio Pérez-Jácome, no ha sido fácil Recuerda que el PBR da una gran
adoptar este enfoque en nuestro país y algunas entidades importancia a la evaluación del
aún se encuentran en el proceso de adaptación al mismo. desempeño. Esto es un incentivo para
Sin embargo, los beneficios potenciales son atractivos ya que los servidores públicos realicen
que pueden producir una mejora sustancial de las prácticas mejor su trabajo
El autor también recalca que este enfoque será provechoso en la medida que la ciudadanía y los
funcionarios públicos participen en la generación de una nueva cultura encaminada al beneficio
colectivo.
En la sesión 4 se identificaron los ingresos y egresos del sector público, los cuales se alinean con el
Plan Nacional de Desarrollo (PND), mismo que tiene como base jurídica la Ley General de Planeación,
en donde se establecen los lineamientos a cumplir, las actividades que ejecutarán las dependencias y
entidades de la Administración Pública, que convergen en acciones concretas: los programas. De
acuerdo con la participación y el origen del programa, pueden clasificarse en: programas especiales,
programas regionales, programas sectoriales y programas institucionales (DOF, 2016b).
Siguiendo a Chapoy (2003), programar implica tomar decisiones racionales en cuanto a la dimensión
adecuada de los gastos gubernamentales, para lo cual es importante comparar los beneficios de un
programa con respecto a otros, midiendo su costo, sus efectos económicos y el monto de los recursos
fiscales o de deuda que requerirá. Por lo tanto, el proceso de programación se funda en cuatro
elementos:
Por otro lado, la programación tiene un vínculo muy cercano con la presupuestación a la cual provee de
información fundamental. Sería imposible realizar una presupuestación realista o efectiva sin una
programación adecuada. Los procedimientos de programación, presupuesto, aprobación, ejercicio,
control y evaluación de los ingresos y egresos públicos federales están regulados por la Ley Federal de
Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH) (DOF, 2016a).
Entonces, la planeación permite orientar los recursos económicos disponibles utilizando una estructura
básica, la cual se verá reflejada en los presupuestos. Esa estructura base entre la planeación y el
presupuesto es la estructura programática.
La estructura programática
La implementación del PBR requiere hacer modificaciones a la estructura programática. Para Saldaña
(1977), la estructura programática se integra mediante la agrupación de actividades de un organismo en
función de los objetivos que pretende alcanzar, presentándolas de forma coherente.
La función y la subfunción identifican las actividades que realizan los ejecutores del gasto, por
ejemplo, impartir educación o prestar servicios de salud.
Los programas son los establecidos por las dependencias o entidades para el cumplimiento de
sus funciones.
La actividad institucional identifica las acciones de los ejecutores del gasto en congruencia con
los programas, la subfunción y la función.
El proyecto establece las acciones concretas que implican asignaciones presupuestarias.
2. Elementos: Comprenden misión, objetivos, metas y programas sectoriales. Las metas deben ser
distinguibles entre las propias de la dependencia y de las unidades responsables. También deben
incluirse los indicadores que se utilizarán para la evaluación del desempeño. En este sentido, un
indicador es un índice, medida o fórmula que permita establecer un parámetro de medición de lo que
se pretende lograr durante el año (SHCP, 2015).
Por otro lado, en el artículo 28 de la LFPRH, se señala que el Proyecto de Presupuesto de Egresos
cumplirá conforme a la clasificación funcional y programática; y en el artículo 24, se describe cada una
de las categorías.
Cuadro 2. Categorías
Categoría Objeto
Identifica y organiza las actividades de los ejecutores del gasto,
Función y subfunción conforme al clasificador de la Ley General de Contabilidad
Gubernamental.
Identifica los programas de las dependencias y entidades para el
Programa (para efectos
cumplimiento de sus funciones, políticas y objetivos
presupuestarios)
institucionales.
Identifica las acciones, vinculando éstas con las atribuciones
Actividad institucional
legales respectivas de los ejecutores de gastos.
Establece las acciones de asignación presupuestaria para
Proyecto
programas y proyectos.
Eficiencia:
Eficacia: Economía:
* Cantidad Calidad:
* Los bienes y/o * Manejo
de bienes * Satisfacción
servicios adecudado
y/o servicios del usuario y/o
de recursos
* El impacto * Recursos beneficiario
financieros
utilizados
Otra de las dimensiones del gasto público es la administrativa, en la que se presenta el gasto ejercido
por dependencias, organismos y entidades de la APF en los llamados ramos presupuestarios, por
ejemplo: ramo de la Administración Pública Centralizada, ramos generales, ramos de los poderes y
órganos autónomos, entre otros. En esta dimensión se identifica al ejecutor o administrador directo de
recursos públicos, quien los organiza por medio de los ramos presupuestales.
…que permite registrar de manera ordenada, sistemática y homogénea los servicios personales;
materiales y suministros; servicios generales; transferencias, subsidios y otras ayudas; bienes muebles e
inmuebles; inversión pública; inversiones financieras; participaciones y aportaciones; deuda pública, entre
otros (SHCP, 2016).
Por lo tanto, la estructura programática considera al menos tres dimensiones: funcional, administrativa
y económica. Cada dimensión identifica un conjunto de categorías para aplicar el gasto público y observa
un determinado orden de agregación de mayor a menor nivel; el más general corresponde a los ramos
de gasto y el menor nivel son las funciones, es decir, los recursos de actividad en la ejecución de un
programa determinado.
Para aplicar correctamente el PBR, a partir del 2008 se incorporaron los programas presupuestarios
(Pp). Los Pp son categorías programáticas que permiten agrupar las asignaciones presupuestarias en
conjuntos de acciones homogéneas y vincularlas al logro de resultados. Con ello, se buscó articular las
etapas del proceso presupuestario a partir de los Pp centrando el análisis y las decisiones en esta
categoría de la estructura programática (SHCP, 2017).
Es importante señalar que al usar esta metodología se han alcanzado cambios de eficiencia, por
ejemplo: el presupuesto del ejercicio fiscal 2008 consideró 1574 Pp, mientras para 2017 llega a 760.
Esta reducción refleja las fusiones, re-sectorizaciones y eliminaciones de los Pp. Esto se vincula a que
algunas dependencias han sido fusionadas, desaparecidas o se han convertido en ramos autónomos
(SHCP, 2017).
Estas modificaciones se reflejan en los programas presupuestales que a su vez transforman la estructura
presupuestaria mediante la cual se elabora el Presupuesto de Egresos de la Federación. Ahora bien, la
metodología para el seguimiento y evaluación de los Pp se realiza con la matriz de indicadores para
resultado (MIR) que practicarás en la siguiente sesión.
El Programa Operativo Anual (POA) es el instrumento que vincula la planificación con el presupuesto y
también es la base para la formulación del anteproyecto de presupuesto anual. Durante su elaboración,
los responsables identifican y definen acciones y actividades concretas a ejecutar y los recursos
necesarios para llevarlas a cabo (PLN, 2014).
El POA establece la secuencia de actividades institucionales y/o programas específicos que deben
realizarse para el logro de los objetivos y el tiempo requerido para efectuar cada una de las actividades
requeridas para ello (GEV, 2002).
Los POA pueden ser muy distintos de acuerdo a su ámbito de acción ya que son programas
personalizados hechos de acuerdo a las necesidades y funciones de cada entidad o dependencia. Esto
hace que también su fundamento legal sea distinto, dependiendo de la institución que los elabore.
Con base en el texto del GEV (2002) es posible indicar las siguientes políticas generales de elaboración
del POA:
Las acciones programadas en el POA deben ser determinadas de manera precisa y concreta evitando
las opiniones subjetivas y las especulaciones. La elaboración del POA debe observar al menos las
siguientes fases:
Recuerda que el POA es susceptible de
utilizarse tanto en la iniciativa privada como
1. Determinación de objetivos. en el sector público.
2. Determinación de estrategias de trabajo.
3. Redacción del POA. Todas las dependencias, organismos y
entidades federales, estatales y municipales
4. Presupuestación del POA.
lo llevan a cabo ya que es indispensable
5. Modificaciones y reprogramaciones. para su funcionamiento.
Es importante tomar en cuenta la factibilidad de las acciones contenidas en el POA. Éstas deben ser
realizables y estar enmarcadas en el ámbito de acción de la dependencia o entidad, tomando en
consideración que sean congruentes con las acciones de otras instancias y sus planes. Todas estas
acciones deben estar contenidas en el mismo programa (uno por dependencia u organismo) ya que, de
otra forma, algunas acciones quedarían sin recursos o estarían siendo realizadas al margen del
programa general de la institución (GEV, 2002).
Ejemplo de un POA
La siguiente figura es un extracto del POA de la Universidad de la Ciénega del Estado de Michoacán de
Ocampo (UCEMO) para el año 2014. En él, se pueden ubicar los elementos mencionados en párrafos
anteriores.
En el cuadro 4, se indica un eje rector de las acciones, a continuación se marca el objetivo por alcanzar
y la estrategia a utilizar y se encuadran dentro de un programa establecido; posteriormente se le asigna
un renglón a cada proyecto o acción concreta a realizar; se marcan las metas, los recursos y el área
encargada de su ejercicio; finalmente se establece una unidad de medida para poder valorar su
desempeño.
Se trata de un ejemplo sencillo pero ilustrativo. Recuerda que la complejidad del POA varía dependiendo
de la institución que lo elabore y de la cantidad de atribuciones y responsabilidades con que cuente. Al
indicar las acciones concretas por realizar funciona como una guía para las acciones de los servidores
públicos y permite la vigilancia y evaluación del cumplimiento de las metas.
Cierre de sesión
Cómo pudiste ver a lo largo de este texto, el proceso de presupuestación es una alta prioridad para la
Administración Pública. Por su importancia, han surgido a través del tiempo diferentes enfoques que
buscan modernizar y perfeccionar la forma en la que se elaboran los presupuestos públicos. Estos
enfoques se combinan, coexisten e interactúan para proporcionar a los funcionarios las herramientas
que les permitan una toma de decisiones más completa y mejor informada.
Estos cambios favorecen la reducción de los programas en los que se distribuyen los recursos, lo que
evita la duplicidad en los esfuerzos, mejora la vigilancia del ejercicio del gasto y genera ideas para la
mejora continua de los procesos.
Asimismo, los enfoques actuales incorporan como un elemento fundamental la rendición de cuentas a
través de la instrumentación de indicadores cuanti-cualitativos que reflejen no solamente el avance
conseguido en los objetivos planteados, sino también las transformaciones efectivas en las condiciones
de vida de la sociedad.
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