INTRODUCCIÓN
Es muy fácil identificar los contratos con las obligaciones; sin embargo el
concepto de obligaciones es más abarcativo; ya que los contratos son
una especie dentro del género de las obligaciones, y constituyen la
principal fuente de estos derechos personales.
Las obligaciones pueden nacer, y en la mayoría de los casos, así
sucede, de los contratos, que crean obligaciones entre deudor y
acreedor por obra de su acuerdo voluntario. Sin embargo, las
obligaciones también pueden surgir ajenas a la voluntad de las partes,
como ocurre cuando alguien comete un delito, o un cuasidelito (si en
lugar de cometerlo con dolo lo hace en forma negligente o culpable).
Otras veces, puede nacer una obligación de la voluntad unilateral de una
de las partes, como ocurre con la tutela, o de las relaciones de familia,
cuando la ley impone, por ejemplo, la carga alimentaria a ciertos
parientes.
CONCEPTO Y ORIGEN DE LAS OBLIGACIONES
Sistema Romano de Responsabilidad Contractual
Concepto y Clasificación de las Fuentes de las Obligaciones
Obligaciones Alternativas
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Concepto. La obligación es una relación jurídica que se establece entre
un acreedor y un deudor que se basa en una causa reconocida por el
derecho como fundamento del deber de cumplimiento de una prestación
y que es exigible mediante una acción de carácter personal.
- Dentro de este concepto distinguimos un titular activo (acreedor), un
titular pasivo (deudor), un contenido (hablamos de la prestación), vamos
a ver qué requisito tiene que tener esa prestación para que haya una
obligación y una tipología (qué tipo de obligaciones pueden darse).
Este concepto sufre una evolución histórica y es un concepto que consta
de dos elementos:
- Débito (deber de cumplimiento de esa prestación).
- Responsabilidad (sujeción que se deriva del incumplimiento).
En este tema se hace mucho énfasis, en la sujeción que deriva de ese
incumplimiento. En la etapa más antigua, el individuo se sujeta
personalmente al cumplimiento de la obligación (nexum). Esta situación
sufre una evolución hasta que se llega a la situación de una evolución
patrimonial (si el sujeto no cumple, se va contra el patrimonio del mismo).
Tipología de las obligaciones
En primer lugar se habla de obligaciones con sujetos múltiples, es decir,
cuando hay varios titulares activos o pasivos, cuando hay varios
deudores o acreedores. Por ejemplo, cuando dos mismas personas
cometen un mismo delito. Obligaciones con sujetos múltiples. Aquellas
que tienen una titularidad activa o pasiva plural. Se distinguen las
solidarias, etc. Son importantes también las obligaciones que distinguen
entre las genéricas y las específicas.
Las específicas son aquellas que recaen sobre una cosa determinada o
concreta, mientras que las genéricas recaen sobre un objeto que
pertenece a un género, y por tanto se concreta mediante la calidad, el
peso, la medida…
Se establece también una clasificación entre obligaciones alternativas y
obligaciones facultativas, las alternativas son aquellas en las que se
establecen dos o más prestaciones de forma disyuntiva, es decir, que el
deudor cumple con una o con otra. Las facultativas sin embargo se
diferencian de las primeras, en que ella puede liderarse entregando una
cosa distinta de la que acordó.
Se distinguen también las obligaciones divisibles de las indivisibles. En
algunas es posible el cumplimiento parcial de la obligación (divisibles),
pero en otros casos, la prestación no permite esto, suelen ser las
indivisibles, sobre todo las de facere.
FUENTES DE LAS OBLIGACIONES.
Con el término fuentes se trata de designar el origen de donde nacen los
derechos que dan lugar a las obligaciones.
Al respecto existe una notable variedad de posiciones doctrinales más o
menos fundadas, lo que hace sumamente complicado su estudio.
Las principales fuentes de las obligaciones son: los contratos, los delitos,
la ley, los cuasi contratos y los cuasi delitos.
EL CONTRATO
El contrato es la fuente más importante de las obligaciones. Para que
exista es necesario que dos o más personas lo acuerden y de esta
forma, puedan establecer derechos. Los contratos tienen fuerza de ley
entre las partes contratantes por lo que se deben de cumplir los mismos
acordados en este. El consentimiento del contrato debe manifestarse
como emisión de una de las partes y aceptación de la otra.
En los contratos se presenta el principio de autonomía de la voluntad, el
cual se conoce como la libertad que tiene el sujeto para aceptar o no la
celebración de un contrato
EL CUASICONTRATO
Se le llama cuasicontratos a los hechos lícitos y que son de carácter
voluntario y no convencionales, del cual resulta obligado su autor para
con un tercero ajeno a su constitución. Algunos ejemplos de
cuasicontratos que se pueden mencionar son el pago de lo no debido y
la gestión de negocios.
Los cuasicontratos se caracterizan por:
Así pues los cuasicontratos se caracterizan por el dato negativo de no
ser contratos, sino fundamentalmente porque las obligaciones que de
ellos derivan nacen de un hecho licito en el que interviene la voluntad del
hombre y que ha sido previsto por la ley, para engendrar derechos y
obligaciones, a favor y a cargo de quien lo ha querido y además lo ha
ejecutado
EL DELITO
Se le conoce como un hecho típico, antijurídico y culpable que involucra
al sujeto que lo comete y a la victima del mismo. Por lo cual, el sujeto
que comete el delito adquiere entonces la obligación de realizar una
indemnización sobre los daños, así entonces la obligación nace a favor
de la victima y en contra del delincuente.
Es cualquier acción u omisión penada por la ley. El concepto está
sometido por completo al principio de legalidad, de tal forma que el
principio acuñado por los juristas romanos, (ningún delito ni pena sin ley
previa) es su regla básica.
EL CUASIDELITO
El cuasidelito se diferencia principalmente del delito por el hecho de la
intencionalidad del sujeto, ya que en el cuasidelito, el sujeto productor
del daño realiza la causa sin intención. No obstante, al igual que en el
delito, el sujeto debe responder por los daños causados con una
indemnización.
Caracteres de la obligación.
Se está de acuerdo en reconocer que los tres caracteres esenciales de
la obligación son: la obligación es un vínculo de derecho; de naturaleza
pecuniaria; y entre personas.
a) La obligación es un vínculo de derecho. A pesar de que el concepto
general de obligación es el derecho que tiene una persona a exigirle a
otra el cumplimiento de una prestación, ese derecho en nuestros días se
ha idealizado, convirtiéndose en un vínculo de derecho. Disposiciones
constitucionales prohíben en nuestro país que sobre el deudor se ejerzan
determinadas presiones atentatorias contra los derechos humanos.
Cuando el deudor se niega a cumplir con la prestación debida el
acreedor debe recurrir a los procedimientos de ejecución establecidos
por la ley. Nadie puede hacerse justicia por sí mismo.
Sin embargo, en los derechos arcaicos existía entre el acreedor y el
deudor una atadura material; el deudor se encontraba a disposición del
acreedor, que podía darle muerte o esclavizarlo. De ahí la importancia
que en Grecia tuvo la disposición de Solón que extinguió los créditos y
dispuso que en lo adelante nadie prestaría sobre las personas, ya que
esta práctica había provocado dificultades enormes, porque al imponerse
la deuda al deudor éste caía en la esclavitud*
b) La obligación tiene una naturaleza pecuniaria. Una característica
fundamental de las obligaciones es su carácter pecuniario. Si bien es
cierto que toda obligación supone una relación de persona a persona, no
es menos cierto que no todas las relaciones persornales pueden ser
consideradas como obligaciones. Si esas relaciones no son susceptibles
de una valoración pecuniaria no existe obligación. Se dice que el
derecho de las obligaciones integra el derecho de los intereses egoístas,
despojado de todas las consideraciones afectivas que otorgan un
carácter tan particular a los derechos de la personalidad.
Celebrado con miras a un negocio y con el fin de crear vínculos de
derecho; las convenciones mundanas, las complacencias, Jos acuerdos
oficiosos y las tolerancias quedan en principio fuera del campo del
derecho; una persona no se liga por un acto de voluntad cualquiera, sino
por un acto de voluntad de obligarse. Pothier, lo recuerda: si un padre
promete a su hijo, que estudia Derecho, darle algo para que haga, en las
vacaciones un viaje de recreo, en caso de que emplee bien su tiempo,
no piensa que asume por ello ningún compromiso jurídico sancionado
por una acción en justicia.
De la misma manera se manifiestan los profesores Mazeaud y Mazeaud
cuando afirman que muchas son las obligaciones que unen a los
hombres que viven en sociedad. Algunas son puramente morales; otras
solamente mundanas; ni las unas ni las otras ligan al individuo en el
terreno jurídico. Los ingleses poseen un término para designar las
convenciones que no crean obli¬gaciones jurídicas, pero que se
imponen no obstante en conciencia o en el plano de la corrección:
gentlemen's agreement (acuerdo de caballeros). Semejantes
obligaciones no nacen de un contrato, porque el contrato crea
obligaciones jurídicas, es decir, sancionadas por el derecho. La frontera
entre el contrato y el gentlemen's agreement a veces es difícil de
determinar; sólo se puede precisar más que averiguando la voluntad de
las partes.
FORMACIÓN DE LAS OBLIGACIÓN
Derechos reales y personales
Los Derechos que componen el patrimonio de los particulares se dividen
en Derechos reales y Derechos de crédito.
DERECHOS REALES: Un grupo de Derechos subjetivos se reúne bajo
la denominación de Derechos reales o Derechos sobre cosas. Tal
denominación no es romana, pues la expresión ius in re, es propia de los
romanistas del Medioevo. Los Derechos reales, que consisten en los
diferentes beneficios que el hombre puede obtener de una cosa, son en
número limitado.
“El Derecho real es un Derecho , oponible a cualquier tercero, que
permite a su titular el goce de una cosa, sea en forma máxima que
conoce el orden jurídico (propiedad), sea en alguna forma limitada, como
en el caso de los Derechos reales sobre cosas ajenas.”
Es característico de estos Derechos ser oponibles a todos, razón por la
cual, la dogmática moderna los considera como relaciones jurídicas en
las que todos los habitantes del planeta, con excepción del titular del
Derecho, figuran como sujetos pasivos.
Las legislaciones modernas no han aumentado su lista. Quedando sobre
poco más o menos, los mismos que había en Derecho Romano. Unos
han sido organizados por el Derecho Civil, y los otros han sido admitidos
y sancionados por el Derecho Pretoriano: a) El Derecho Civil reconoce,
por una parte e implícitamente, la propiedad, que es el más completo de
todos los Derechos reales, y por esta razón los romanos confunden muy
a menudo con su objeto; por otra parte, y expresamente, las
servidumbres, que se dividen en servidumbres personales y
servidumbres reales o prediales; b) Más tarde, el pretor concedió en
ciertos casos a personas cuya situación le parecía digna de este favor la
protección de una acción in rem, por la cual podían hacer valer contra
todos, sus Derechos sobre una cosa. De esta manera quedó sancionada
la existencia de nuevos Derechos reales, que son: la superficie, los
Derechos de los colonos de los agri vectigales, la enfiteusis y la hipoteca.
DERECHOS DE CRÉDITO U OBLIGACIONES: Hemos visto que los
Derechos que componen el patrimonio de los particulares se dividen en
Derechos reales y en Derechos de crédito; hemos concluido el estudio
de los Derechos reales, y nos falta hablar de los Derechos de crédito. Se
les llama también obligaciones.
El Derecho de crédito, es en efecto, una relación entre dos personas, de
las cuales una, el acreedor, puede exigir de la otra, el deudor, un hecho
determinado apreciable en dinero. Ahora bien, esa relación puede ser
considerada desde dos puntos de vista diferentes; del lado del acreedor,
es un Derecho de crédito que cuenta en el activo de su patrimonio, del
lado del deudor es una obligación, una deuda que figura en su pasivo.
Los jurisconsultos romanos se sirven exclusivamente de la palabra
obligado, en un sentido muy amplio, para designar el crédito lo mismo
que la deuda. La teoría de las obligaciones es la que los romanos han
llevado al más alto grado de perfección.
“El Derecho personal, en cambio, permite a su titular reclamar de
determinada persona la prestación de un hecho positivo o negativo que
puede consistir en un dare (transmitir el dominio sobre algo), facere
(realizar un acto con efectos inmediatos) o praestare (realizar un acto sin
inmediatas consecuencias visibles, como cuando se garantiza una deuda
ajena o cuando uno se hace responsable de cuidar de un objeto o se
declara dispuesto a posponer el cobro de un crédito). A estos conceptos
podemos añadir los de non facere y de pati (tolerar).
FUENTES VOLUNTARIAS EL CONTRATO Y LA PROMESA
UNILATERAL
FUENTES VOLUNTARIAS
Actos Jurídicos. El contrato y el Compromiso unilateral.
Las fuentes voluntarias: la obligación encuentra su fuente en la voluntad
del deudor. En ocasiones la voluntad del deudor concurre con la voluntad
del acreedor, Poniéndose de acuerdo para crear un vínculo de derecho,
naciendo la obligación de un contrato. Otras veces carece, admitirse que
la obligación nace de la sola voluntad del deudor, fuera de la voluntad del
acreedor, mediante lo que se denomina promesa unilateral que no fue
contemplada por el código civil.
El contrato: es la fuente más importante del Derecho de obligaciones
(art. 1089: las obligaciones nacen de la ley, los contratos y cuasi
contratos, y de los actos y omisiones ilícitos o en que intervenga
cualquier género de culpa o negligencia) y es una de las instituciones
más relevantes del Dº civil. Se regula en el Título II del Libro IV: arts.
1254-1314. no hay ningún artículo que defina el concepto de contrato.
De los arts. 1089, 1091 y 1254 se desprende que el contrato consiste en
un acuerdo de voluntades generador de obligaciones entre las partes.
Art. 1254: “el contrato existe desde que una o varias personas
consienten en obligarse, respecto de otra u otras o dar alguna cosa o
prestar algún servicio” (Rel. con 1088).
La doctrina española basándose en el contenido de los artículos, define
el contrato como un acuerdo de voluntades de dos o más personas por
el que se crean, modifican o extinguen relaciones jurídicas de contenido
patrimonial (obligaciones)
El contrato en cuanto constituye un acuerdo de voluntades con efectos
jurídicos es un negocio jurídico bilateral que genera obligaciones entre
las partes que lo celebran. Se caracteriza por actuar la voluntad de cada
parte en consideración a un interés opuesto o diferente del que impulsa a
la otra y precisamente se ponen de acuerdo para conseguirlo (realizar,
modificar o extinguir una obligación). En principio no se exige una forma
para que el contrato produzca sus obligaciones; una vez que el acuerdo
de voluntades se exterioriza mediante el consentimiento, surge el
contrato generando obligaciones ley para las partes contratantes (art.
1091: las obligaciones que nacen de los contratos tienen fuerza de ley
entre las partes contratantes, y deben cumplirse al tenor de los mismos).
FUENTES NO VOLUNTARIAS OBLIGACIONES DELICTUALES Y
CUASIDELITUALES
FUENTES NO VOLUNTARIAS
Las fuentes no voluntarias: la obligación se impone al deudor fuera de su
voluntad:
Ya sea que haya cometido una culpa, culpa intencional o delito, culpa no
intencional (imprudencia, negligencia) o cuasidelito. Sobre el autor de la
culpa pesa la obligación de reparar el daño.
Ya sea que el hecho del deudor no constituya una culpa. Se está
entonces en presencia de actos jurídicos diversos, denominados
cuasicontratos: pago de lo indebido, gestión de negocios ajenos,
enriquecimiento sin causa. Se ha hecho una tentativa para establecer
una noción general del cuasicontrato.
Ya sea, en fin, que la obligación nazca directamente de la ley, fuera de
toda culpa, e incluso de todo hecho del deudor. Por ejemplo la
alimentación alimentaría.
A esa clasificación de las fuentes corresponde una clasificación de las
obligaciones: la summa divisio. 1-obligaciones voluntarias: a)
obligaciones contractuales; b) obligaciones nacidas de una promesa
unilateral; 2- obligaciones no voluntarias (legales lato sensu): a)
obligaciones delictuales y cuasidelictuales; b) obligacines
cuasicontractules; c) obligaciones legales stricto sensu.
En cualesquiera de esos casos surge un vinculo de derecho mediante el
cual el deudor tiene que cumplir una prestación hacia el acreedor.
Esta clasificación de las obligaciones por sus fuentes será la utilizada
para desarrollar el presente trabajo, sin embargo, solamente trataremos
el contrato y los cuasicontratos.
LAS OBLIGACIONES LEGALES “STRICTO SENSU”.-
Un reproche del mismo orden se ha dirigido contra la clasificación que
hace dela ley stricto sensu una fuente distinta de obligaciones. Se afirma
que no existe rasgo común entre las diferentes obligaciones que nacen
directamente de un texto legal. Se observa, por otra parte, que todas que
todas las obligaciones no voluntarias nacen de la ley: las obligaciones
delictuales y cuasidelictuales encuentran su fuente en los artículos 1.382
y siguientes del código civil; Las obligaciones cuasicontractuales, en los
artículos 1.371 y siguientes.
Tales críticas no son enteramente fundadas. Existe un rasgo común
entre las obligaciones alineadas en esta categoría; ha sido indicado por
los redactores del código civil al oponer, entre las obligaciones no
voluntarias, aquellas que “nacen de un hecho personal del que se
encuentra obligado”. En caso de obligación legal, stricto sensu, no solo el
deudor no ha querido convertirse en deudor, sino que no ha realizado
hecho alguno sobre el que quepa fundar su obligación. Así, el deudor de
una obligación alimentaría; es la ley sola la que crea, directamente, la
obligación.
CONCLUSIÓN
En la mayoría de los contratos existen obligaciones para ambas partes
contratantes, no es la excepción el contrato de compraventa, el contrato
de compraventa consiste en que, una persona se obliga a entregar una
cosa a otra que paga un precio por esta.
A la vez obtuvimos en este contenido que por último es nula todo
estipulación que exima al vendedor de saneamiento por evicción, pero
esto siempre y cuando haya habido mala fe.
En la práctica del Derecho es de suma importancia el conocimiento de lo
concerniente a los contratos donde para su estudio, es muy importante
tomar en cuenta los principios comunes de todos los contratos, así como
de las reglas propias de cada determinado grupo de contratos.
BIBLIOGRAFÍA
Hinestrosa; Fernando. Bogotá: Universidad Externado de Colombia,
2002.
www.leyesnet:com