0% encontró este documento útil (0 votos)
234 vistas13 páginas

Células Que Conforman El Cuerpo Humano

El documento describe los 44 tipos de células que componen el cuerpo humano. Las células se clasifican en varios grupos dependiendo de su función y localización, como células de la epidermis, neumocitos, enterocitos, glóbulos rojos, linfocitos y fibroblastos. Cada tipo de célula desempeña un papel vital para el funcionamiento coordinado del cuerpo.

Cargado por

Adrien O'dowd
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
234 vistas13 páginas

Células Que Conforman El Cuerpo Humano

El documento describe los 44 tipos de células que componen el cuerpo humano. Las células se clasifican en varios grupos dependiendo de su función y localización, como células de la epidermis, neumocitos, enterocitos, glóbulos rojos, linfocitos y fibroblastos. Cada tipo de célula desempeña un papel vital para el funcionamiento coordinado del cuerpo.

Cargado por

Adrien O'dowd
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 13

CÉLULAS QUE CONFORMAN EL CUERPO HUMANO

En nuestro cuerpo humano encontramos diferentes sistemas con


distintas funciones, cada sistema (óseo, muscular, vascular, etc.)
está compuesto por diferentes estructuras, que a su vez está
construido por diferentes células, las cuales veremos a
continuación.

Los 44 tipos de células del cuerpo humano (características y


funciones)

El cuerpo humano es el resultado de la unión de unos 30 billones de


células que, estando organizadas en distintos tipos, constituyen los
diferentes tejidos y órganos.

30 millones de millones de células. Este es el número de células


que, de media, constituyen el cuerpo humano. Un cuerpo que, en
esencia, es un organismo en el que los distintos tejidos y órganos
trabajan de forma coordinada para que realicemos nuestras
funciones fisiológicas.

Y todos estos tejidos y órganos son, básicamente, fruto de la unión


entre células. Ahora bien, no todas las células del cuerpo humano
son iguales. De hecho, pese a tener todas el mismo ADN,
dependiendo de qué tejido u órgano tengan que constituir,
desarrollarán unas propiedades únicas.
La sangre, el cerebro, los huesos, los músculos, los dientes, la piel,
el hígado, los riñones, las uñas… Cada estructura de nuestro
cuerpo está formada por un tipo de célula específico Y cada una
de ellas se organizará con las de su misma tipología para dar lugar a
un cuerpo humano perfectamente funcional. ¿Qué es exactamente
una célula?

Una célula es, a grandes rasgos, la unidad orgánica y biológica más


sencilla capaz de realizar las funciones vitales: reproducción,
relación y nutrición. Son, por lo tanto, el pilar de la vida. Y todos los
seres vivos están formados, al menos, por una célula.

Sea como sea, una célula es una estructura con un tamaño


promedio de 10 micrómetros (la milésima parte de un milímetro)
que consiste en un medio interno, conocido como citoplasma, el
cual está protegido y delimitado por una membrana celular, que
separa a esta célula del exterior.

En este citoplasma, además de ser el lugar donde suceden las


reacciones bioquímicas de la célula, tiene la importantísima función
de almacenar el material genético, ya sea rodeándolo por un núcleo
(como los eucariotas) o flotando libremente (como los procariotas,
por ejemplo las bacterias).

En este sentido, tenemos los organismos unicelulares, es decir,


seres constituidos por una sola célula que, por sí sola, puede
desempeñar todas las funciones mecánicas y fisiológicas necesarias
para mantenerse viva y transmitir sus genes.

Ahora bien, los seres unicelulares están muy limitados en lo que a


complejidad se refiere. En este sentido, el desarrollo de los
organismos pluricelulares fue uno de los mayores hitos de la
evolución. Entre ellos encontramos todos aquellos seres eucariotas
(células con núcleo delimitado) formados por más de una célula,
como los animales, las plantas y algunos hongos.

Y cuando hay organismos pluricelulares, cada una de las millones


de células que los constituyen debe especializarse en una acción
muy concreta dentro del cuerpo. Por ello, pese a tener todas el
mismo material genético, expresan unos genes determinados y
silencian de otros.

Dependiendo de qué genes se expresen, la célula tendrá unas


propiedades morfológicas y fisiológicas determinadas, cosa que
condicionará su tipología. En otras palabras, cada uno de los dos
tipos de células no puede sobrevivir por sí solo, pero gracias a la
unión con otros tipos, se constituye un organismo pluricelular que
no solo se mantiene vivo, sino que puede desarrollar funciones
biológicas muy complejas.

¿Cómo se clasifican las células del cuerpo humano?

El cuerpo humano es el resultado de la combinación de 14 tipos


distintos de tejidos y unos 80 órganos diferentes. Sea como sea,
todos estos se forman por la agregación de células de una misma
tipología. Dependiendo de sus propiedades, las más de 30 billones
de células de nuestro organismo pueden clasificarse de la siguiente
manera.

1. Células de la epidermis
Las células de la epidermis son un tipo de células epiteliales (las que
recubren el cuerpo o los órganos internos) que conforman la piel,
el órgano más grande del cuerpo humano. Las distintas capas de la
piel están formadas por estas células, que le dan flexibilidad y
rigidez.
2. Neumocitos
Los neumocitos son las células que conforman los alvéolos
pulmonares, por lo que hacen posible el intercambio de gases en
los pulmones, haciendo llegar a la sangre el oxígeno y retirando el
dióxido de carbono.

3. Enterocitos
Los enterocitos son un tipo de células epiteliales que constituyen
los intestinos, por lo que permiten la absorción de nutrientes,
haciéndolos llegar a la sangre.

4. Células papilares
Las células papilares, también conocidas como células de las
papilas, son un tipo de célula epitelial que forman parte de
la lengua y que permiten desarrollar el sentido del gusto, pues
comunican con el sistema nervioso.

5. Células endoteliales
Las células endoteliales son aquellas que estructuran las paredes
de los vasos sanguíneos, siendo, por lo tanto, imprescindibles para
que arterias y venas transporten adecuadamente la sangre a lo
largo y ancho del cuerpo.

6. Espermatozoides
Los espermatozoides son los gametos (células sexuales) masculinos.
Producidos en los testículos a través de la espermatogénesis, estas
células haploides se unen, durante la fecundación, con un óvulo,
para permitir el desarrollo de un cigoto.
7. Óvulos
Los óvulos son los gametos femeninos. Se trata de las células más
grandes del cuerpo humano (0,14 milímetros) y las únicas que
nunca se regeneran. La mujer nace con un número determinado de
óvulos y cuando las reservas se terminan, acaba su vida fértil.

8. Células de Merkel
Las células de Merkel son aquellas que, estando situadas en
distintos tejidos epiteliales, son responsables del sentido del tacto,
pues son sensibles a cambios de presión y temperatura y están
conectadas con el sistema nervioso.

9. Células pigmentadas
Las células pigmentadas forman parte de la piel y son aquellas
especializadas en sintetizar melanina, el pigmento que, además de
determinar el color de nuestra piel, nos protege de la radiación
solar.

10. Glóbulos rojos


Los glóbulos rojos, también conocidos como eritrocitos o hematíes,
son las células sanguíneas mayoritarias. De hecho, el 99% de las
células presentes en la sangre son de este tipo. Se trata de células
sin núcleo ni orgánulos celulares, pues están especializadas
únicamente en ser un transportador de hemoglobina, una proteína
que, además de hacer que la sangre sea de color rojo, transporta el
oxígeno y el dióxido de carbono por el organismo.

11. Plaquetas
Las plaquetas, también conocidas como trombocitos, son células
sanguíneas muy pequeñas (4 micrómetros) que, al igual que los
glóbulos rojos, carecen de núcleo. Su función es la de formar
agregados para que, en caso de una herida o un corte, la sangre
coagule, evitando así hemorragias.

12. Linfocitos B
Los linfocitos B son un tipo de glóbulos blancos, los cuales, siendo
también conocidos como leucocitos, son las células sanguíneas que
constituyen el componente celular del sistema inmunitario, aquel
que reconoce y neutraliza patógenos.

En el caso de los linfocitos B, se trata de células cuya principal


función es la de producir anticuerpos, los cuales se unen a los
antígenos de los patógenos para desencadenar así la respuesta
inmune.

13. Linfocitos T CD8+


Los linfocitos T CD8+ son glóbulos blancos que, después de haber
sido informados de la presencia en el cuerpo de un patógeno, lo
neutralizan. Del mismo modo, destruyen células de nuestro cuerpo
infectadas por virus e incluso células cancerosas.

14. Linfocitos T CD4+


Los linfocitos T CD4+ son glóbulos blancos encargados de coordinar
la respuesta inmunitaria ante una infección, estimulando a los
linfocitos B para que produzcan mayores cantidades de anticuerpos
y así acelerar la neutralización de la amenaza.

15. Macrófagos
Los macrófagos son glóbulos blancos que, después de ser alertados
de la infección por parte de los linfocitos, se desplazan al lugar del
problema y empiezan a fagocitar a los gérmenes, es decir, los
absorben y los degradan en su citoplasma.

16. Células Natural Killer


Del inglés, “asesinas innatas”, las células Natural Killer son glóbulos
blancos que, al igual que los linfocitos T CD4+, tienen la función de
neutralizar y matar patógenos, pero en este caso no necesitan
reconocer un antígeno. Todo lo que sea una amenaza, es
neutralizado por estas células.

17. Células dendríticas


Las células dendríticas son glóbulos blancos que desarrollan dos
funciones dentro de la respuesta inmune. Por un lado, fagocitan
gérmenes, de modo similar a los macrófagos. Y, por otro lado,
presentan los antígenos a los linfocitos para que estos sepan
rápidamente dónde está la infección.

18. Eosinófilos
Los eosinófilos son glóbulos blancos especializados en neutralizar a
parásitos. A diferencia de los otros leucocitos, útiles para combatir
infecciones por bacterias, virus y hongos, estos eosinófilos, en caso
de una infección parasitaria (como la tenia), se desplazan al lugar y
segregan enzimas que matan al parásito.

19. Basófilos
Los basófilos son glóbulos blancos que, ante una infección,
segregan todas aquellas sustancias que culminan con las respuestas
locales de inflamación.
20. Neutrófilos
Los neutrófilos son los glóbulos blancos que llegan más
rápidamente al lugar de la infección, segregando enzimas para
empezar a dañar a los patógenos mientras llegan las otras células
inmunes. Son el principal componente del pus.

21. Monocitos
Los monocitos son células que patrullan la sangre y, en caso de una
infección, se diferencian en macrófagos para que estos desarrollen
sus funciones.

22. Fibroblastos
Los fibroblastos son las células principales de los tejidos conectivos,
pues se encargan de sintetizar colágeno, una sustancia química
que da rigidez a muchas estructuras del cuerpo. Todos aquellos
tejidos que mantienen los órganos en su sitio y dan integridad al
organismo están formados por fibroblastos, que son las células más
comunes del cuerpo humano.

23. Adipocitos
Los adipocitos son células especializadas en almacenar lípidos
(grasas) en su citoplasma, cumpliendo con la importantísima
función de servir como reserva de energía.

24. Mastocitos
Los mastocitos son células que contribuyen a la respuesta
inmunitaria en el sentido que sintetizan sustancias como la
histamina y la heparina, importantes para desencadenar la
respuesta frente una infección y la consecuente inflamación.
25. Condroblastos
Los condroblastos, presentes en los tejidos cartilaginosos del
cuerpo, son células con la función principal de sintetizar
condrocitos.

26. Condrocitos
Los condrocitos son células producidas por los condroblastos
que constituyen el componente principal de los cartílagos, que son
estructuras elásticas sin irrigación sanguínea ni nerviosa (ni sangran
ni tienen sensibilidad) que se localizan en los extremos de los
huesos para lubricar las articulaciones y evitar el roce entre huesos
y en distintas partes del cuerpo para moldear su forma, como la
tráquea, la nariz o las orejas.

27. Osteoblastos
Los osteoblastos, presentes en todos los tejidos óseos del cuerpo,
son células con la función principal de diferenciarse en osteocitos.

28. Osteocitos
Los osteocitos, que proceden de la diferenciación de los
osteoblastos, son células que constituyen los huesos y que se
organizan entre ellas dejando mucha matriz altamente
mineralizada para que los 206 huesos del organismo sean duros y
resistentes. Son el componente celular de los huesos.

29. Células musculares


Las células musculares son aquellas que, organizándose formando
fibras perfectamente unidas por tejido conectivo, constituyen todos
y cada uno de los más de 650 músculos del cuerpo. Dependiendo
de si su movimiento es voluntario o involuntario, forman el tejido
muscular estriado o liso, respectivamente.

30. Neuronas
Las neuronas son células altamente especializadas en la generación
y transmisión de impulsos eléctricos, por lo que son un
componente primordial en el sistema nervioso. Se organizan entre
ellas tanto a nivel de cerebro y de médula espinal como de nervios
periféricos, estableciendo sinapsis entre ellas, un proceso
bioquímico que permite la transmisión de información por el
cuerpo.

31. Células gliales


Las células gliales, también conocidas como neuroglias, son el otro
gran componente del sistema nervioso. A diferencia de las
neuronas, no están especializadas en conducir impulsos nerviosos,
sino en servir como soporte mecánico para, precisamente, estas
neuronas.

32. Bastones
Los bastones son células del sistema nervioso presentes en la
retina, permitiendo así el desarrollo del sentido de la vista. Están
especializadas en captar las señales lumínicas de baja intensidad,
por lo que son estos bastones los que nos permiten ver, aunque sea
poco, en la oscuridad.

33. Conos
Los conos son células del sistema nervioso que, al igual que los
bastones, están localizadas en la retina y permiten el desarrollo del
sentido de la vista. Sin embargo, en este caso se encargan de captar
la luz de alta intensidad (para ver de día) y, del mismo modo,
permitir diferenciar los colores.

34. Células hepáticas


Las células hepáticas, también conocidas como hepatocitos, son
aquellas que constituyen el hígado, el órgano más grande del
cuerpo después de la piel. Estos hepatocitos están especializados
en la síntesis de bilis, una sustancia que segrega el hígado y que
ayuda a digerir los alimentos.

35. Odontoblastos
Los odontoblastos son el componente celular mayoritario de los
dientes. Distribuidos por la pulpa dental, tienen la primordial
función de sintetizar la dentina, una sustancia que mantiene en
buenas condiciones el esmalte dental.

36. Células basales


Las células basales son aquellas que, como podemos deducir por su
nombre, se encuentran en la base de la epidermis. Su principal
función es la de producir nuevas células epiteliales, pues la piel, al
estar siempre expuesta a daños, tiene que renovarse
constantemente.

37. Miocitos cardíacos


Los miocitos cardíacos o células musculares cardíacas son aquellas
que constituyen el corazón, permitiendo que el corazón sea una
máquina muy resistente capaz de bombear sangre sin parar,
latiendo más de 3.000 millones de veces y bombeando 2 millones y
medio de litros de sangre a lo largo de nuestra vida.
38. Células caliciformes
Las células caliciformes son todas aquellas que, estando localizadas
en distintos tejidos y órganos, producen moco, una sustancia muy
importante para humedecer, proteger y lubricar especialmente las
vías respiratorias y el sistema digestivo humano.

39. Células renales


Las células renales son aquellas que constituyen los riñones, dos
órganos situados por debajo de las costillas que, formando parte
del sistema urinario, filtran la sangre. Estas células renales son
capaces de retirar de la sangre todas las sustancias tóxicas (en
apenas 30 minutos), las cuales serán eliminadas a través de la
orina.

40. Células parietales


Las células parietales son aquellas que, estando situadas en las
paredes del estómago, se encargan de producir y liberar en la
cavidad gástrica ácido clorhídrico, imprescindible para la digestión.

41. Células peptídicas


Las células peptídicas también están presentes en las paredes
estomacales y son importantes para la digestión, pero no sintetizan
y liberan ácido clorhídrico, sino todas aquellas enzimas digestivas
para degradar los nutrientes en moléculas más sencillas capaces de
ser absorbidas posteriormente en los intestinos.

42. Células de las glándulas sudoríparas


Las células de las glándulas sudoríparas son aquellas que,
localizadas en la piel, constituyen las estructuras que producen y
liberan el sudor, una sustancia acuosa que tiene el objetivo de
regular la temperatura corporal.

43. Células de las glándulas lagrimales


Las células de las glándulas lagrimales son aquellas que, estando
ubicadas por encima de cada uno de los globos oculares, producen
lágrimas constantemente, para humedecer la córnea, lubricar el
párpado y proteger el ojo.

44. Células de las glándulas salivales


Las células de las glándulas salivales son aquellas que, estando
localizadas en distintas regiones de la cavidad bucal, producen la
saliva, una sustancia que, además de iniciar la digestión de los
alimentos, protege frente al ataque de patógenos que quieren
colonizar la boca.

También podría gustarte