REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
INSCRITO EN EL MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN
U.E. “EL ILUSTRE AMERICANO
G.H.C
LA ESCLAVITUD DE NEGROS EN
VENEZUELA
PROFESORA: YULEIMY HERNANEZ
ALUMNA: ANDREA BECERRA
2do año sección A
LOS TEQUES, 10 DE NOVIEMBRE DE 2020
LA ESCLAVITUD DE NEGROS EN VENEZUELA
El tráfico negrero entre África y América tuvo episodios verdaderamente
dramáticos, cuando los negros que eran llevados del interior a la costa, atados
con cadenas por el cuello, se resistían a ser embarcados. La trata negrera
comienza a desarrollarse en manos de traficantes portugueses, ingleses,
franceses, holandeses y españoles. Negros mandingas, zapes, congos,
loangos y de otros gentilicios, eran transportados en las bodegas de los barcos,
en vergonzosa promiscuidad, arrancados de sus aldeas africanas por compra o
por cacería
Algunos de los puertos habilitados por la corona española para recibir las
“piezas” de negros africanos, fueron Veracruz, La Habana, Santo Domingo,
Portobelo, Cartagena de Indias y La Guaira. Los negros de menos de siete
cuartas de altura no eran considerados como una pieza, como tampoco
aquéllos que, aun teniendo la altura requerida, tuviesen algún defecto físico
notorio. Una madre con un niño de pecho pasaba como una sola pieza.
A Venezuela en el siglo XVIII fueron traídos negros de la Costa de Marfil
y de la Costa de Oro a Barlovento. Como el puerto más importante de esta
región se llamó San Jorge de Mina, los negros que vinieron de allí fueron
denominados "mina". Todavía hay un tambor conocido con el mismo nombre
en el Barlovento venezolano. La llegada de los negros a los puertos constituía
una especie de feria, donde se producía un inusitado movimiento de compra-
venta; los traficantes repartían aceite de coco, para que los esclavos lustraran
su piel y así presentaran un mejor aspecto ante los ojos de los posibles
compradores, quienes también revisaban cuidadosamente su dentadura. La
gente que tenía dinero lo invertía en esclavos; era un negocio reproductivo, ya
que, al comprarlos, se estaba adquiriendo también la posible prole. Por lo tanto,
era favorable enviarlos a las llamadas “casas de engorde o reproducción” que
había en ciertos puertos, como La Guaira, donde se les daba buen trato, con
suficiente comida y cómodo alojamiento, favoreciendo así la reproducción.
Trafico esclavista
Los españoles se sumaron al tráfico esclavista desde el siglo XV,
transportando negros de Guinea que eran depositados en Sevilla para su
traslado a América. En cuanto a Venezuela, los primeros esclavos llegaron con
los Welser y a mediados del siglo XVI los españoles introdujeron alrededor de
80 que llevaron a Buría, algunos de cuyos integrantes tomaron parte en el
alzamiento del Negro Miguel, en 1555. En 1560 Sancho Briceño obtuvo 200
licencias y luego el procurador Simón de Bolívar pidió 3.000 licencias. No sólo
los peninsulares traían esclavos: también comerciaban con ellos los criollos. En
muchas épocas se utilizó el trueque en el comercio intercolonial y era usual que
se cambiaran mulas criollas por esclavos negros. Los criollos controlaban gran
parte del comercio de negros con las Antillas, siendo importante su
participación en el tráfico intercolonial.
En 1721 las autoridades reales calculaban en 20.000 los negros
cimarrones en toda la provincia de Caracas y ya en 1786, José de Castro y
Araoz decía que, sólo en los llanos, había unos 24.000. Según la misma fuente,
entre 1794 y 1795 fueron entregados a sus amos unos 500 cimarrones.
Cuando algunos esclavos cimarrones no se adaptaban a vivir bajo la
tutela de su propietario, huían definitivamente a las montañas formando los
llamados “cumbes”, donde habitaban en chozas alejadas de la acción de amos
y autoridades. Desde allí bajaban a los caminos y poblados para asaltar y
robar, transformándose en el azote de la región. En algunos casos estos
cumbes fueron el origen de pueblos que se formaron a todo lo ancho de la
geografía del país. Asimismo, grupos de mulatos y negros libres se juntaban,
formando las llamadas “rochelas”. Los repartimientos de negros, que era el sitio
de la hacienda donde tenían sus chozas o bohíos (“bujíos”, como decían ellos),
llegaron a formar con el tiempo importantes núcleos poblacionales. Los pueblos
eminentemente negros se formaron en las zonas costeras y bajas, donde
proliferó el cultivo del cacao y se requirió la concentración de mano de obra
negra, por ser fuerte y adaptable a las tierras cálidas. Los pueblos de Taría,
Cabría, Urama y Morón, en las costas centrales, tuvieron sus orígenes en
capellanías de negros allí establecidas; así como Curiepe fue un pueblo
fundado por negros, libres y esclavos
La Lucha por la libertad
Es evidente que la lucha de los esclavos por su libertad se inicia apenas
implantado el sistema esclavista en nuestro territorio. Aquí nos referimos
especialmente a los esclavos de origen africano, pero también nuestra
afirmación se puede extender a la esclavización de la población aborigen, la
cual culmina legalmente para la Provincia de Venezuela o de Caracas en 1552,
cuando Juan de Villegas dicta en Nueva Segovia de Barquisimeto las primeras
Ordenanzas sobre el Régimen de las Encomiendas'. Esta acción de lucha de
los negros esclavos por su libertad tuvo diversas maneras de manifestarse,
tanto legales como de abierto enfrentamiento al orden colonial.
En 1795 se subleva José Leonardo Chirino en la serranía de Coro en un
movimiento fuerte y rápidamente reprimido. Gual y España en su abortada
conspiración (1797), preveían la libertad de los esclavos, tras pago de
indemnización a sus amos. En estas condiciones no es difícil comprender que
tanto los esclavistas como los funcionarios coloniales españoles temieran la
agitación entre la población negra y no vacilaran en reprimir conjuntamente y
con mano de hierro los más mínimos indicios insurreccionales. Es así como la
oligarquía mantuana colabora con las autoridades españolas en la represión de
los intentos de Chirino, y de Gual y España, aunque poco después separarían
radicalmente sus caminos en cuanto a los destinos de Venezuela.
Este levantamiento de negros esclavos, indígenas sujetos al pago de
tributo y de mestizos libres, se desarrolló en la serranía y costas de Coro en
1795, es decir, cuando ya se había proclamado la libertad de los esclavos en
Saint-Domingue. Concuerdan los historiadores que han estudiado este
levantamiento como Pedro Manuel Arcaya, Manuel Vicente Magallanes y
Federico Brito Figueroa en destacar las causas económico-sociales del
conflicto, pero con un nuevo elemento, cual es el relativo a los acontecimientos
en Francia y Haití que le dieron impulso a la insurrección. Arcaya, por ejemplo,
al comentar el papel de los acontecimientos franceses que ya se conocían en
La Guaira, afirma: "A Coro llegaron también por diversas vías esos rumores, y
eran objeto de la pública curiosidad, que tomó caracteres de alarma cuando, en
el curso de la guerra franco-española, solían aparecer en las costas de Coro,
especialmente en el Puerto de la Vela, corsarios franceses
La Constitución de 1811 no cambia en lo más mínimo la situación de los
esclavos y la Primera República cae bajo los fragores de una lucha que se
crece a momentos y en la que los españoles empiezan a utilizar los llamados a
la libertad de los esclavos para que se incorporen a la lucha contra sus amos
que se encuentran, mayoritariamente, en el bando patriota. Hasta 1816 los
patriotas no perciben en toda su crudeza la necesidad de hacer concesiones a
los sectores populares (pardos, esclavos) para que se incorporen a la lucha
contra los españoles y a lo más, hay posiciones muy personales como la de
Simón Bolívar que permiten la libertad de sus esclavos en 1813 y 1814
Es a partir de 1816, ya en una nueva fase de la guerra de Independencia, que
Bolívar emite el decreto “Sobre libertad de los esclavos” con la obligación por
parte de éstos de incorporarse a las filas patriotas pero la acogida y los efectos
de dicho decreto son reducidos como lo son las posiciones patriotas en ese
momento.
En el Congreso Constituyente de 1830 reunido en Valencia los cambios
que se hacen a la legislación colombiana de 1830 son a favor de los amos y no
de los esclavos. Estos cambios se concretan en la Ley de 2 de octubre de
1830, reformando la de manumisión de 1821. Los aspectos de dicha ley que
suponen un retroceso en relación a la situación anterior son los siguientes:
1) se precisa que quienes naciesen de esclavas a partir de la
publicación de dicha ley deberían servir a sus amos hasta la edad de 21 años,
en vez de 18 como ocurría en la ley de 1821
2) dado que el servicio que el nacido debía prestar a su amo era el pago
de los gastos de “educar, vestir y alimentar” durante el período en que los
nacidos libres no podían valerse por sí mismos, era factible que hermanos
mayores o ascendientes libres pudieran liberarlos de la autoridad de sus amos
al hacerse cargo de los mencionados gastos.
La guerra social de ciases, contra cuyos fundamentos objetivos había
legislado el Libertador al proclamar una república sin discriminaciones de orden
étnico y económico y sin esclavos, se reiniciaba de nuevo en el país. Entre
1830 y 1846, se desarrollaron a escala local y regional no menos de 130
rebeliones, conspiraciones y sublevaciones cuyo punto culminante lo vamos a
encontrar en la rebelión social de 1846, caracterizada por Federico Bríto
Figueroa en sus estudios, como una insurrección antiesclavista y campesina de
contenido democrático-revolucionario, pues lesionaba de hecho los
fundamentos esclavistas y feudales de la República oligárquica*'. Este
levantamiento, líderizado por un pequeño comerciante de la población llanera
de Villa de Cura, Ezequiel Zamora, y el activista campesino Francisco José
Rangel, estuvo orientado por un programa de acción formulado al calor de los
debates generados en la Sociedad Liberal de Villa de Cura, programa que
tomaba en consideración cuatro aspectos fundamentales: Comunidad de
tierras, hombres libres, elección popular y horror a la oligarquía. Sintetizado en
la consigna "Tierras y hombres libres", más tarde será la bandera de la guerra
federal, guerra campesina de 1859-63, que eliminará definitivamente los restos
de esclavitud que aún permanecían en la Venezuela post-colonial, a pesar de
su abolición legal en 1854.
Bibliografía
MI EDUCACION SECUNDARIA. Un Aporte de los Libros para el
Conocimiento de los Estudiantes de Educación Secundaria
REBELIONES DE ESCLAVOS NEGROS EN VENEZUELA ANTES Y
DESPUÉS DE 1789. Reinaldo Rojas. (CIHALC).