¿QUE ES LA ILUSTRACION?

Me parece que este texto de Kant ''Was ist Aufkldrung ' · in-
troduce un nuevo tipo de cuestiones en el campo de la refle-
xión filosófica. Por supuesto, no es evidentemente ni el primer
texto en la historia de la filosofía, ni tampoco el único de Kant
que tematiza una cuestión concerniente a la historia. Se
encuentran en Kant textos que plantean a la historia una cues-
tión de origen: el texto sobre los comienzos de la propia histo-
ria, el texto sobre la definición del concepto de raza; otros
plantean a la historia la cuestión de su forma de realización:
así en ese mismo año de 1784 La idea de una historia universal
desde el punto de vista cosmopolita. Otros, en fin, se interro-
gan acerca de la finalidad interna que organiza el proceso his-
tórico, como ocurre con el texto dedicado al empleo de los
principios teleológicos. Todas estas cuestiones, que por otra
parte están estrechamente ligadas, atraviesan en efecto los
análisis de Kant en relación a la historia. Me parece que el tex- ~
to de la Aufklürung es sin embargo bastante diferente; no

(*) Primer curso de 1983 en el Colegio de Francia.

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198 Michel Foucault

que científico, en tanto que filósofo, forma parte él mismo de

plantea directamente en todo caso ninguna de estas cuestio- este proceso, y (aún más) cómo ha de desempeñar una deter-
nes, ni la del origen, ni, a pesar de las apariencias, la de la minada función en ese proceso en el que a la vez será elemento
realización; se plantea, de un modo relativamente discreto, y actor.
casi colateral, la cuestión de la teleología inmanente al proceso En resumen, me parece que el texto de Kant deja traslucir la
mismo de la historia. cuestión del presente como suceso filosófico al que pertenece
La cuestión que a mi juicio surge por primera vez en este el filósofo que lo tematiza. Si se considera a la filosofía como
texto de Kant es la cuestión del presente, la cuestión de la una forma práctica discursiva que tiene su propia historia, me
actualidad: ¿qué es lo que ocurre hoy?, ¿qué es lo que pasa parece que con este texto sobre la Aufkürung se ve a la filoso-
ahora?, ¿qué es ese "ahora" en el interior del cual estamos fía -y pienso que no fuerzo demasiado las cosas si afirmo que
unos y otros y que define el momento en el que escribo_1t No es es la primera vez que esto ocurre- problernatizar su propia
la primera vez que se encuentran en la reflexión filosófica refe- actualidad discursiva: actualidad que es interrogada como su-
rencias al presente, al menos como situación histórica determi- ceso, como suceso del que la filosofía debe explicitar el senti-
nada que puede tener valor para la reflexión filosófica. Des- do, el valor, la singularidad filosófica y en la cual tiene que
pués de todo cuando Descartes cuenta, al c?mienzo del Dis_c~r- encontrar a la vez su propia razón de ser y el fundamento de lo
so del método, su propio itinerario y el conJu?to de las decisio- que la filosofía dice. De este modo vemos que para el filósofo
nes filosóficas que ha adoptado para sí mismo y para la filoso- plantear la cuestión de su pertenencia a este presente ya no
fía, se refiere de un modo bastante explícito a lo que podría ser consistirá en absoluto en reclamarse de una doctrina o de una
considerado como una situación histórica en el orden del cono- tradición, ni tampoco de una comunidad humana en general,
cimiento y de las ciencias de su propia época. Pero en este gé- sino plantearse su pertenencia a un determinado "nosotros",
nero de referencias se trata siempre de encontrar, en esta con- r a un nosotros que se enraiza en un conjunto cultural caracterís-
figuración designada como presente, un mot~vo para un~, deci- tico de su propia actualidad.
sión filosófica. En Descartes no se encontrara una cuestión del Es ese nosotros lo que está en trance de convertirse para el
siguiente tipo: "¿qué es pues, precisamente, este pres_~nte al filósofo en el objeto de su propia reflexión, y, en consecuencia,
que pertenezco?". Ahora bien, me parece que la cuestión a la se afirma la imposibilidad para él de poner entre paréntesis la
que responde Kant, a la que se ve ogligado a responder ya que pregunta acerca de su singular pertenencia a ese nosotros. To-
le ha sido planteada, es una cuestión muy distinta. No se trata do esto, la filosofía como problematización de una actualidad,
simplemente de responder a ¿qué es lo que puede determinar y como interrogación hecha por el filósofo de esta actualidad
en la situación actual tal o cual decisión de orden filosófico? de la que forma parte y, en relación a la que tiene que situarse,
La cuestión se centra en lo qué es este presente, trata en pri- todo esto podría muy bien· caracterizar a la filosofía en tanto
mer lugar sobre la determinación de un cierto elemento del que discurso de la modernidad y sobre la modernidad.
presente al que hay que reconocer, distinguir, descifrar de en- Para hablar muy esquemáticamente la cuestión de la mo-
tre los otros. ¿Qué es lo que en el presente tiene sentido para dernidad había sido planteada en la cultura clásica a partir de
· una reflexión filosófica? un eje bipolar, el de la antigüedad y el de la modernidad; la·
· En la respuesta que Kant intenta dar a esa pregunta trata de cuestión había sido formulada, bien en los términos de una
·mostrar en qué medida este elemento es a la vez portador Y autoridad a aceptar o rechazar (qué autoridad aceptar, .qué
. signo de un proceso que concierne al pensamiento, al conoci- modelo seguir, etc.), o bien bajo la forma (correlativa a la ante-
miento, a la· filosofía; pero se trata igualmente de mostrar en rior) de una valoración comparada: ¿son los antiguos superio-
qué y cómo aquel que habla en tanto que pensador, en tanto res a los modernos?; ¿estamos en un período de decadencia?,
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etc. Ahora, se ve emerger una nueva manera de plantear la cimiento, de saber, de ignorancia y de ilusión en las que sabe
cuestión de la modernidad, no ya en una relación longitudinal reconocer su situación histórica.
a los antiguos, sino en lo que podría denominarse una relación Me parece que en esta cuestión de la Aujkliirung se encuen-
"sagital" a la propia actualidad. El discurso debe tener en tra una de las primeras manifestaciones de un modo de filoso-
cuenta su propia actualidad para encontrar, por una parte, en far determinado que ha tenido una larga historia desde hace
ella su propio lugar y, por otra, para desvelar el sentido, en dos siglos. Una de las grandes funciones de la filosofía llamada
fin, para especificar el modo de acción que es capaz de ejercer moderna (aquella cuyo comienzo puede situarse a finales del
en el interior de esta actualidad. siglo XVIII) es interrogarse sobre su propia actualidad.
¿Cuál es mi actualidad? ¿Cuál es el sentido de esta actuali- Se podría seguir la trayectoria de esta modalidad de la filo-
dad? ¿Qué es lo que hago cuando hablo de ella? He aquí, me sofía a través del siglo XIX hasta nuestros días. La única cosa
parece, la singularidad de esta nueva interrogación acerca de que quisiera subrayar por el momento, es que esta cuestión
la modernidad. trat~da_ por Kant en 1784 para responder a una pregunta que le
No se trata más que de una pista que convendría explorar habia sido formulada desde el exterior, no la echó en el olvido.
con más precisión. Habría que intentar hacer la genealogía no Va a plantearla de nuevo e intentar responder a ella en rela-
tanto de la noción de modernidad cuanto de la modernidad co- ción a un acontecimiento sobre el que tampoco ha dejado de in-
mo cuestión. En todo caso, incluso si yo retomo el texto de terrogarse. Este suceso es, claro está, la Revolución Francesa.
Kant como punto de emergencia de esta cuestión no cabe duda En 1798, Kant va de algún modo a continuar el texto de
que es preciso situarlo en el interior de un proceso histórico 1784. En 1784 intentaba responder a la pregunta que se le ha-
más amplio del que habría que conocer las dimensiones. Sería cía: ¿Qué es esta Aujkliirung de la que formamos parte? Y en
sin duda un eje interesante para el estudio del siglo XVlll en 1798 respo~de a una cuestión que la actualidad le planteaba y
general, y, más en concreto, de la Aufklarung, interrogarse que habfa sido formulada a partir de 1794 por toda la discusión
acerca del siguiente hecho: la Aufklárung se ha denominado a filosófica alemana: ¿Qué es la Revolución?
sí misma Aufkliirung; es un proceso cultural sin duda muy · Sabeis que El conflicto de las facultades es una recopilación
específico que ha sido consciente de sí mismo dándose un de tres disertaciones sobre las relaciones entre las diferentes
nombre, situándose en relación a su pasado y a su futuro y de- facultades que constituyen la Universidad. La segunda diser-
signando las operaciones que debía efectuar en el interior de tación trata del conflicto existente entre la Facultad de Filoso-
su propio presente. fía Y la Facultad de Derecho. Toda el área de las relaciones en-
¿No es la Aufklárung la primera época que se nombra a sí tre filosofía y derecho está englobada en la cuestión siguiente:
misma y que, en lugar simplemente de caracterizarse según ¿Existe un progreso constante del género humano? Kant, pa-
una vieja costumbre, como período de decadencia o de prospe- ra responder a esta cuestión hace el siguiente razonamiento en
ridad, de esplendor o de miseria, se nombra a través de un el párrafo V de esta disertación: Si se quiere responder a la
determinado suceso que es propio de upa historia general del cuestión "¿existe un progreso constante del género humano?"
pensamiento, de la razón y del saber, y en el interior de la cual es preciso determinar si existe una causa posible de este pro-
juega su propio papel? greso, Y una vez establecida esta posibilidad, es necesario
La Aufkldrung es un período, un período que formula su mostrar que esta causa actúa efectivamente y para ello extraer
propia divisa, su propia preceptiva, que dice lo que se tiene un determinado acontecimiento que muestre que la causa
que hacer, tanto en relación a la historia general del pensa- actúa realmente. En suma, la asignación de una causa no
miento, como en relación a su presente y a las formas de cono- podrá establecerse '1ás que a través de la existencia de un su-

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202 M ichel Foucault

ción, dice Kant a sus lectores, pues no es en los grandes acon-

ceso. No basta pues seguir la trama teleológica que hace posi-
ble un progreso; es necesario aislar, en el interior de la histo-
tecimientos donde debemos .buscar el signo rememorativo, r
demostrativo, pronóstico del progreso, sino en sucesos mucho
ria, un suceso que tanga valor de signo. menos grandiosos, mucho menos perceptibles. No se puede
¿Signo de qué? Signo de la existencia de una causa, de una
analizar nuestro propio presente en lo que se refiere a sus
causa permanente que a lo largo de toda la historia ha guiado a
valores significativos sin realizar una estimación que permita
los hombres en la vía del progreso. Causa constante de la que
reconocer aquello que, aparentemente sin significación ni va-
hay que mostrar que ha actuado otras veces, que actúa en el
lor, ofrece la significación y el valor importantes que nosotros
presente y que actuará posteriormente. El suceso, en conse-
buscamos. ¿En qué consiste pues ese suceso que no es según
cuencia, que podrá permitirnos decidir si hay progreso será un
parece un "gran suceso"? Resulta paradójico decir que la Re-
signo "rememorativum, demostrativum, pronosticum". Es
volución no es un suceso ruidoso. ¿Acaso no es el ejemplo mis-
preciso que sea un signo que muestre que esto siempre ha sido mo de un suceso que conmociona, y en función del cual lo que
así (es el signo rememorativo), un signo que muestre que las
era grande se hace pequeño, lo que era pequeño se convierte
cosas que acontecen ahora son también así (es el signo demos-
en grande, y que a la vez devora las estructuras más sólidas en
trativo), y, por último, que muestre que esto seguirá pasando
apariencia de la sociedad y de los estados? Pues bien, para
así permanentemente (pronóstico). De este modo podremos
Kant no es este el aspecto de la Revolución que importa. Lo
estar seguros de que la causa que hace posible el progreso no
que constituye el suceso con valor rememorativo, demostrativo
ha actuado sólo en un momento dado, sino que garantiza una
y pronóstico no es el propio drama revolucionario, ni las deri-
tendencia general del género humano en su totalidad a cami-
vaciones revolucionarias, ni los gestos que lo acompañan, lo
nar en el sentido del progreso. Esta es la cuestión: "¿Existe a
que es indicativo es el modo mediante el cual la Revolución se
nuestro alrededor un suceso que sería rememorativo, demos- hace espectáculo, es la manera en que es acogida en la perife-
trativo y pronóstico de un progreso permanente que arrastrará
ria por los espectadores que no participan en ella pero que la
al género hu mano en su totalidad?''. ~?ntemplan y asisten a ella, para lo mejor y para lo peor, de-
La respuesta dada por Kant ya la habrán adivinado, pero
jándose arrastrar.· No es la conmoción revolucionaria la que
quisiera leerles el pasaje en el que va a introducir la Revolu-
constituye la prueba del progreso, y ello porque la revolución
ción en tanto que acontecimiento dotado de valor de signo. Al
no hace más que invertir las cosas, y también porque si hubie-
principio del párrafo VI escribe: "No espereis que este aconte-
se que hacerla de nuevo no se haría. En este sentido hay un
cimiento consista en gestos grandilocuentes o en pruebas
texto muy interesante: "Poco importa, dice, si la Revolución
importantes realizadas por los hombres y en virtud de las cua- de un pueblo animoso, como la que acabamos de ver hace poco
les lo que era grande se hace pequeño y lo que era pequeño (se refiere a la Revolución francesa), triunfa o fracasa; impor-
se vuelve grande, ni en antiguos y esplendorosos montajes que ta poco si amasa miseria y atrocidad hasta un punto tal que un
desaparecen como por arte de magia mientras que en su lugar hombre sensato dispuesto a acometerla de nuevo no se decidi-
surgen otros como salidos de las profundidades de la tierra.
ría a realizarla a tal precio". Como puede observarse lo impor-
No, no se trata de nada de esto". tante no es el proceso revolucionario, no tiene mucha impor-
En este texto, Kant alude por supuesto a las reflexiones tra-
tancia si éste triunfa o fracasa, esto no tiene nada que ver con
dicionales que buscan las pruebas del progreso o de su ausen-
el progreso o al menos con el signo del progreso que busca-
cia en el derrumbamiento de los imperios, en las grandes
mos. El fracaso o el triunfo de la Revolución no son signos de
catástrofes que dan al traste con los Estados más sólidos, en
progreso o de no progreso. Aún más, si existiese la posibilidad
los reveses de la fortuna que debilitan a las potencias consoli-
de que alguien conociese la Revolución, que alg;e(l supiese
dadas y permiten la aparición de otras nuevas. Prestad aten-
,
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cómo se desarrolla y fuese capaz, al mismo tiempo, de llevarla

a cabo, pues bien, calculando el coste por ella exigido, este el proceso mismo de la Aufklürung o, dicho en otros términos
hombre sensato no la haría. En consecuencia, la Revolución en la Revolución culmina y prolonga el proceso mismo de Ia Au/
tanto que "inversión radical", en tanto que aventura que pue- kliirung.' Y_ precisamente por eso Aufkliirung y Revolución son
de triunfar o fracasar o como coste demasiado caro no puede acontecimientos
'b que ya no pueden ser olvidados. "Sost engo,
ser considerada como el signo de que existe una causa suscep- escn e Kant, que puedo predecir al género humano sin áni-
tible de empujar a través de la historia el progreso constante mo profétic? partiendo de las apariencias y signos pr~cursores
de nuestra epoca, que alcanzará su fin, es decir, que se llegará
de la humanidad.
En contrapartida, lo que si tiene sentido y lo que si va a ª. ~n estado tal que los hombres podrán otorgarse la constitu-
constituir el signo del pr_ogreso es que en el ámbito de la Revo- cion ~ue deseen y la constitución que impedirá una guerra
1 ución surge, dice Kant, "una simpatía de aspiración que bor- ofensiva,, de ta! modo que desde entonces estos procesos ya
dea el entusiasmo". Lo importante de la Revolución no es la ~unca mas seran puestos en entredicho. Un fenómeno seme-
propia Revolución sino lo que acontece en la cabeza de quienes jante en la historia de la humanidad no puede olvidarse puesto
no la hacen o, en todo caso, de quienes no son sus principales que ha mostrado una disposición de la naturaleza humana, una
actores; lo importante es la relación que estas personas, que facultad de pr~gresa~ tal, que ninguna política será capaz, in-
no son los agentes activos, tienen con la Revolución. El entu- cluso por medios sutiles, de desgajarla del curso anterior de
siasmo por la Revolución es signo; según Kant, de una disposi- los ~contecimientos; únicamente la naturaleza y la libertad
ción moral en la humanidad; esta disposición se manifiesta reunidas en la especie humana siguiendo los principios inter-
permanentemente de dos maneras: en primer lugar en el dere- nos del derecho podían presagiar este suceso si bien de una
cho de todos los pueblos a dotarse de la constitución política manera indeterminada y como algo contingente. Aún más _
t e , fil , ' es
que les conviene y en el principio, conforme al derecho y a la a pro1e~1a I osofica no perdería su fuerza aún cuando el fin
moral, de una constitución política tal que evite, en razón de perseguido por este suceso no pudiese ser todavía alcanzado al
sus propios principios, cualquier género de guerra ofensiva. fracasar la Revolución o la reforma de la constitución de un
Es precisamente esta disposición de la que la humanidad es pue~lo, o, cuand_o pasado un cierto período de tiempo todo
portadora en favor de una constitución semejante lo que se po- v?lv1ese a, I_a rutina precedente como predicen actualmente
ne de manifiesto en el entusiasmo por la Revolución. La Revo- c1ertos_poltt_1cos. Y esto sería así porque este acontecimiento es
lución como espectáculo y no como gesticulación, como centro demasiado importante, está demasiado imbricado en los inte-
de irradiación de entusiasmo para los que asisten a ella y no reses de la humanidad y tiene una influencia tan amplia en to-
como principio de commoción para los que participan en ella es das !ªs partes del mundo que no puede sino resurgir en la me-
un · 'sign um rememorativum · ·, pues· revela esta disposición mona de un pueblo en circunstancias favorables o ser recorda-
presente desde los orígenes; es un signum demonstrativum ~o en los mome~tos de crisis de nuevas tentativas del mismo
puesto que pone de manifiesto la eficacia presente de esta dis- tipo, pu~s en un asunto tan importante para la especie humana
posición; y es también un "signum pronosticum " ya que si necesariamente la constitución que se avecina alcanzará al fin
bien existen resultados de la misma que pueden ser constata- en u~ momento determinado, esa solidez que la enseñanz~
dos, no se puede olvidar la disposición que se ha manifestado a extraida de repetidas experiencias no dejará de grabar en to-
dos los espíritus''.
través de ella.
Se sabe igualmente que son esos dos elementos, la constitu- La Revolución de todos modos correrá siempre el riesgo de
ción política elegida por propia voluntad de los hombres y una cae: en la ruti_na, pero aún como suceso, cuyo contenido carece
constitución política que evite la guerra los que se enraizan en de importancia, su existencia testimonia una virtualidad per-
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manente que no puede .ser olvidada: para la historia futura es más la cuestión para la filosofía no consiste en determinar cual
la garantía misma de continuidad de un proceso hacia el pro- es la parte de la Revolución que convendría preservar y man-
greso. tener como modelo, sino saber lo que hay que hacer de esa vo-
Pretendía simplemente situar este texto de Kant sobre la luntad de Revolución, de ese "entusiasmo" por la Revolución
A ufklárung; intentaré pronto leerlo con un poco más de aten- que es una cosa muy distinta a la propia empresa revoluciona-
ción. Pretendía ver como apenas quince años más tarde Kant ria. Las dos cuestiones - ''¿Qué es la A ufkliirung?'' y ''¿Qué
reflexiona sobre esa otra actualidad mucho más dramática que hacer de la voluntad de Revolución?"- definen por sí mismas
e
era la Revolución francesa. Con estos dos textos nos encontra- el campo filosófico de interrogación que se ocupa de lo que no-
mos de algún modo en el origen, en el punto de partida de toda sotros somos en nuestra actualidad.
una dinastía de cuestiones filosóficas. Estas dos cuestiones Me parece que Kant ha fundado las dos grandes tradiciones
- "¿qué es la A ufkliirung?", "¿qué es la Revolución?" - son críticas entre las que se mueve la filosofía moderna. Digamos
las dos formas bajo las cuales Kant ha planteado el problema que en su gran obra crítica Kant ha planteado, fundado, esa
de su propia actualidad. Son también, en mi opinión, las dos tradición de la filosofía que plantea la cuestión de las condicio-
cuestiones que no han cesado de acechar a toda la filosofía mo- nes bajo las cuales es posible un conocimiento verdadero y, a
derna desde el siglo XIX o, al menos, a una gran parte de ella. partir de ahí, se puede decir que todo un panel de la filosofía
Después de todo rrie perece que la A ufkliirung no es simple- moderna desde el siglo XIX se ha presentado y desarrollado
mente para nosotros un episodio de la historia de las ideas, si- como la analítica de la verdad.
no también un suceso singular que inaugura la modernidad Pero existe también en la filosofía moderna y contemporá-
europea, un proceso permanente que se manifiesta en la histo- nea otro tipo de cuestiones, otro modo de interrogación crítica:
ria de la razón, en el desarrollo y la instauración de formas de la que justamente se perfila en el texto sobre la Ilustración o en
racionalidad y de técnica, en la autonomía y la autoridad del el de la Revolución; esta otra tradición crítica se plantea: ¿en
saber. Es una cuestión filosófica inscrita, desde el siglo XVIII, qué consiste nuestra actualidad?, ¿cuál es el campo hoy de ex-
en nuestro pensamiento. Dejemos con su devoción a quienes periencias posibles? No se trata ya de una analítica de la ver-
quieren que se guarde viva e intacta la tradición de la Aufklü- dad sino de lo que podría llamarse una ontología del presente,
rung ; esta piedad es por supuesto la más conmovedora de las una ontología de nosotros mismos. Y me parece que la elección
traiciones. No se trata de hacer perseverar los restos de la Auf- filosófica a la que nos encontramos enfrentados actualmente
kliirung; lo que hay -que mantener y conservar como algo que es la siguiente: bien optar por una filosofía crítica que aparece-
debe ser pensado es el hecho mismo de este suceso Y de su rá como una filosofía analítica de la verdad en general, bien
sentido (la cuestión de la historicidad del pensamiento en lo optar por un pensamiento crítico que adoptará la forma de
universal). una ontología de nosotros mismos, una ontología de la actuali-
El tema de laAufkliirung o, si se quiere, de la razón, en tan- dad; esa forma de filosofía que, desde Hegel a la Escuela de
to que problema histórico, ha atravesado, de modo más o me- Frankfurt pasando por Nietzsche y Max Weber, ha fundado
nos oculto, todo el pensamiento filosófico desde Kant hasta una forma de reflexión en la que intento trabajar.
hoy. La otra cara de la actualidad con la que Kant se encontró
es la Revolución: la Revolución a la vez como suceso, como
ruptura y como commoción en la historia, como fracaso, pero
también como valor, como signo de una disposición que opera
en la historia y en el progreso de la especie humana. Una vez