CANTOS DE BODEGA
ANTONIO BELTRAN MARTINEZ
Los cantos de bodega de la pro- quien pudorosamente se avergon-
vincia de Zaragoza son inseparables zaba de incluir en su Cancionero tu-
de los turo lenses y, espec ialmente , rolense tales cancioncillas en térmi-
de los de la zona de Alcañiz donde se nos que nos parece curioso y
han registrado los que parecen más saludable reproducir: «Cantos de las
antiguos (1). No depe nde su apari- bodegas. Ya queda dicho que la falta
ción o existencia de que la comarca de cultura suele notarse bastante en
sea productora o no de vino y han de varias costumbres populares en que
tener estrechas vinculaciones con los interviene el canto , y aunque he po-
ritos que han rodeado al vino y su dido apreciar un poco la certeza de
consumo desde su invención que se esta afirmación al conocerse ciertos
subraya en todas las mitologías que detalles propios de la ejecución de las
subrayan la personalidad de los pri- albadas , la necesidad de incluir en
meros que lograron hacer fermentar esta Colección los canto s de toda
el mosto; concretamente hay que clase que he pod ido recoger, me
buscar las relaciones con los cantos obliga , siquiera sea con mi sent i-
de bebedores y de taberna de la Edad miento de hacer resalta r algo dicha
Media e, inmediatamente, con las ro- incultura, a mencionar también una de
manas del tipo de las que se reflejan las costumbres en que a ellos se da
cínica y hasta desvergonzadamente gran intervención». Después de esta
en los vasos o cubiletes usados para discu lpa del buen presb ítero que
beber con inscripciones tales como muestra no entender bien el sentido
bibe dum vivas de un cubilete de Tré- jocoso de muchas manifest aciones
veris del siglo 11 o el vivet qui me ple- de la vida popular, añade: «En varios
net en un recipiente del 111 de Magun- pueblos del Bajo Aragén y sobre todo
cia. Está fuera de lugar cualquier del partido de Alcañiz, acostumbran
ampliación de estas referencias que los hombres a reunirse con frecuen-
pueden verse en la abundante biblio- cia por la noche. y a veces también
grafía sobre uno de los alimentos bá- por el día. en alguna bod ega, para
sicos de la humanidad desde el Neo- come r y beber alegre mente . lo cual
lítico: con pan y vino se anda el suelen hacer hasta no poder más;
camino. Podríamos citar una amplia bien se comprenderá . pues . que en
bibliografía iniciada cronológica- esas ocasiones y sobre todo cuando
mente con Andrea Bacci, De naturali a las cabezas de los concurrentes va
vinorum historiae, de vinis Italiae et de faltando ya el ordinario despejo , el
conviviis Antiquorum (1596) y ce- canto ha de ser parte muy obligada.
rrarse con Stanislaw Mrozek, Prim et Por esto, si bien entonces salen a re-
rémuneration dans I'Occident romain lucir cantos de todas clases y de to-
(Gdansk, 1975) y André Tchernia, Le das partes , se ejecutan asimismo y
vin de l'Italie romaine (Roman, 1986) con preferencia, muchos que son ex-
o el clásico R. Billiard, La vigne dans clusivos de dichos actos. Entre estos
I'Antiquité (Lyon, 1913) y otro tanto últimos, hay algunos en que a una
podría alegarse para los tiempos me- melodía bastante inocente, se une su
dios y modernos en la larga serie de forma vulgarísima, por lo cual, ape-
obras sob re el vino y sus bebedo- nas si ofrecen algo de particular;
res (2) que , no es del caso aduc ir otros . vienen a estar calcados de
aquí. No nos resistimos, no obstante, canciones de la Jot a, aunque con
a anotar la conocida frase hasta verte cierta libertad en su forma. lo cual les
Jes ús mio, usada en Aragón como da relativo interés, y otros , por úl-
sinónimo de apurar las heces de un timo, son en su totalidad cantos de la
dolor o la consunción de un trabajo, misma Jota. con melodía más o me-
nacida de la costumbre germánica de nos interesante; pero , de cualqu ier
incluir una medalla con el busto de modo que ellos sean, las coplas o le-
Jesús en la parte inferior de las vasi- trillas con que se ejecutan suelen ser
jas o epokales, de buen tamaño. cuyo curios as y algunas tan peculiares y
cont enido había que apurar de un adec uadas que , en verdad , hacen
buen trago hasta ver el fondo. también aparecer a los cantos como
Falta un estudio de conjunto de muy propios para ser ejecutados tan
estos cant os de bodega, a los que sólo en dichos lugares y en tales
Mingot e sólo dedica unas pocas lí- ocasiones». Dejando aparte las ideas
neas y no much o más Arnaudas, de «inocencia» o de «interés» o «te-
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ner algo de particular» aplicadas por en las acerbas críticas de los raba-
mosén Arnaudas a letras o músicas danes del dance que los acusabande
es necesario advertir que las defor- «bautizarlo»; y el fingir obsequio que
maciones o atrevimientos que apa- tenía como finalidad el embriagar a
recen en las letras no son fruto del los forasteros era divertimento bas-
alcohol, sino que se cantan tal como tante frecuente. Celebrar el buen vino
.fueron compuestos cuando los auto- de Aragón quizá esté en relación con
res estaban sobrios y se repiten la opinión de Braulio Foz, puesta en
idénticamente en cada ocasión, in- boca de Pedro Saputo , quien al ala-
cluso fingiendo una embriaguez ine- bar los productos de la tierra, in-
xisten te y la conduc ta de un borra - cluida el agua, excluye al vino por de-
cho. Es muy importante el cidir que los aragoneses tenían la
componente lúdico y ritual de estas virtud de hacer mal vino con buenas
reuniones y de los cantos interpreta- uvas.
dos. No obstante, alguna vinculación
Los cantos aragoneses de bodega con sacralizaciones del acto como la
no tienen otra cosa en común que la citada de Alquézar (Huesca) al «espi-
ocasión y lugar de su interpretación, rallar», parece deducirse también de
variando letras y músicas que no se cantos como el de Paniza donde se
someten a ninguna regla general. invoca a la Virgen y a San Gabriel, a
Naturalmente se juega con la cir- quien se pide que «traiga al infante»,
cunstanc ia de la embriaguez, real o es decir, al Niño Jesús, antes de pa-
fingida, se introducen palabras inin- sar a las desenfadadas estrofas de
teligibles como corresponde a la su- bebedores . En Atea los mozos se
puesta pérdida de conciencia de los reunían el 18 de marzo en una bo-
cantores, no pocas veces parrafadas dega aporta ndo unos dos kilos de
en latín macarrónico con remedo bur- bacalao, veinte litros de vino y algu-
lesco de los cantos de iglesia, como nos panes y se designaba a dos de
la muletilla domine y se someten a ellos para «mandar» en la fiesta,
una mecánica en la que el bebedor quienes como primer acto del ejerci-
tiene que seguir bebiendo mientras cio de su jurisdicción partían y repar-
cantan sus compañeros hasta que tían entre todos el bacalao (4), dando
dan aviso con una palabra conven- entonces acceso al lugar a los «ca-
cional , como «rulé» en Castelserás tecúmenos» o entrantes que debían
(Teruel) o Paniza (Zaragoza), «pum» haber cumplido los diecisiete años ,
como onomatopeya de un cañonazo quienes asumían el papel de coperos
en «el artillero», etc. Es curioso que se (como los jóvenes del mundo clá-
acuda a paráfrasis de cantos funera- sico), escanciando y repartiendo el
rios en la forma como aparecen es- vino en cazuelas de barro. La bo-
queletos en los citados vasos de Tré- dega era el lugar canónicamente de-
veris y en otros romanos. Sin que sea signado para una reunión importante
necesario que lo exijan fechas seña- y el bacalao o las almendras tosta-
ladas los hombres se reúnen en las das eran los comestibles escogidos
bodegas a comer y beber, cantando para provoca r la sed si es que los
coplas que animan a continuar el tra- reunidos necesitaban de estímulos
siego, sumamente ingenuas, pero lle- exteriores complementarios. Tras el
nas de alegría. Por descontado que rito nombrado se decidía mediante
nada tienen que ver con la jota o con subasta quien p roporcionaría la leña
cualesquiera otras composiciones para la hoguera y el encargado de
musicales este reot ipadamente ara- disparar los morteros de pólvora, en
gonesas como las atoadas , acusán- una clara referencia a las fiestas de
dose en todas las letras los deseos primavera y ambas actividades con-
de lograr efectos cómicos. sideradas como un honor. El día 2 de
Aparte de ello existen ritos de be- mayo los entrantes volteaban las
dega, como el «espirallar» o abrir las campanas, se disparaban los cohe-
cubas para probar , que en algunos tes y los mort eros y se hacía pasa-
lugares se realizaba el jueves santo, calle con músicas, por la noche se
cubriéndose después el orificio con encendía la hoguera y se rondaba a
cera o los del «vino nuevo» de intro- las mozas; el día 3, en «la piedra del
ducción moderna en localides como refresco», al subir en romería a Santa
Cariñena (3), nada tienen que ver es- Elena, se merendaba con huevos du-
tos canto s, en concreto , con el he- ros , pan y vino como ingredientes,
cho de que el vino sea en Aragón, obsequio del ayuntamiento, se dete-
como en todas partes un vínculo de nían todos en la ermita de San Lam-
reunión y el modo de obsequiar a berto , se tendían manteles o epeda-
presentes y ausentes. El obsequio de zas» se repartía vino y al regresar la
una botella de «vino de la casa» es fi- procesión al pueblo se ofrecía anís y
neza est imada, quizá por la poca bizcoc hos y los «mandones» repar-
confianza en el que despachaban los tían el pan bendito en la misa. Aná-
taberneros denostados, por ejemplo, logas libaciones casi rituales tenían
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lugar en todo Aragón en la «casa del localidad, éste propio de la plega de
gasto» cuando los mozos organiza- las olivas, en los sábados , debiendo
ban las fiestas y en los velatorios . beber M ientras el artillero / no diga
El rulé de Paniza es el más carac- bomba va / mientras que no dispare
terístico canto de bodega de la pro- / ninguno beberá / que beba que
vincia de Zaragoza; fue recogido por beba / la Virgen de la Cueva / los pa-
mosén Domingo Agudo , cura del jaricos cantan / las nubes se levan-
pueblo y nacido en él y divulgado por tan / que beba , que beba / que pum...
Mingote (5) y no es fácil decidir si de- parafraseando el canto infantil con
pende de otra canción análoga de ocasión de lluvia y terminando con
Torrecilla de Alcañiz y ambas de un una divertida estrofa y lenguaje in-
«cantar de borrachos de Murcia» o a ventado entre el «chapurriau» y el
la inversa. De cualquier forma la letra disparate: Oy que bo es lo vi, com-
de Paniza es del mayor interés: pairé / me I'hay bebido toto / y no me
ha feto mali / I'ag ua fa mali / lo vino
Dicen que la Virgen es
fa cantari / esta es la reg la / que por-
más hermosa que ninguna.
ten los amics (8).
que lleva el sol a sus pies
y a las espaldas la luna. Aún pod ría aducirse el «pum» de
iAy. San Gabriel. San Gabriel! Caste lserás y otro de Torrecilla de
tráigame al infante Alcañiz en el que el estribillo es Y es
tráigalo al instante ofic io noble / el de borrachón, leré,
que lo quiero ver. leré, / y usted cabal/ero, leré, leré / me
iOlé! alargue el porrón, teté. leré .
Mientras unos cantantes repiten No se ha realizado la recogida de
esta estrofa otros corean i Ah! i vet , otros cantos de taberna y bodega en
iolé! y al term inar repiten lo ya can- la provincia de Zaragoza donde exis-
tado y añaden: ten algunos que, con cómica solem-
nidad, celebran las reuniones que se
Ahí tiene usté al niño animan bebiendo vino, quizá por la
y tráigalo usté fuerza que tienen cancioncillas nava-
y dígale usté algo rras o vascas muy difundidas. En Vi-
y ¿qué le diré... ?
lIanueva de Gállego y en otros pue-
Rulé. rulé. rulé
Al índigo. al índigo. al índigo. blos hemos recogido una copla que
al índigo. al índigo al in di. al in di... se interpreta a varias voces:
Bebe vino compañero veremunc o se fue por el mundo
que si no te mataré terén, teten
Al ton de la arena arena sí señor...
al ton de la arena aré Su padre y su madre
No me mates compañero se fueron por él
que yo vino beberé Lo encontraron en una taberna
Mientras tú te lo bebes ter én. teten
yo te cantaré un rulé. rulé. rulé... borracho perdido de tanto beber
y el aludido debe seguir bebiendo que en realidad nada tiene que ver
mientras sin tomar resuello siguen con los cantos de bodega.
cantando rulé los co mpañeros de De cualquier modo el ru lé de Pa-
francachela (6). niza es una muestra interesantísima
Es muy probable que el canto de de lo que permanece en forma anec-
Paniza se originase en los de la co- dótica de viejos ritos conservados en
marca de Alcañiz y concretamente en la invocación religiosa con que se ini-
el «rulé» de La Codoñera (7), pues cia, sin que conozcamos más del
aquí el estribillo con repetición de la fondo de estas composiciones.
palabra que ordena al bebedor no
parar en el trasiego se termina con el
rulé , el rulé ... que pum, pum, lo que
NOTAS
parece más congruente y completo
con la idea que preside el canto , ini-
(1) AR NAUDA S. Miguel: Colección de
ciado con Sale, sale galuchón / me ti- cantos populares de la província de Te-
dito en una cueva / con la botita en la ruet, Zaragoza. 1927.
mano / que a su compañero entrega, (2) BE LTRA N. Anto nio: «El vino en la
describiendo el que la bota pase de antigüedad•• en cursos de la Academia de
mano en mano, bebiendo uno mien- Cultura Valenciana. Gandía. 1988.
tras los demás cantan. Tampoco es (3) BEL TRAN. Anto nio: «La fies ta de la
fácil señalar fecha original para estos vend imia en Cariñenas. Re vis ta Za ra-
goza. 1961 y La cocina aragonesa,
cantos alcañizanos, aunque algunas
2.' ed.. Zaragoza . 198 9. pág. 123.
letras Ya no quiere mi madre / que (4) Hay una fras e qu e demues tra que
me vaya a Madrid son semejantes a esta costumbre estaba generalizada. la de
las de boleros del siglo XIX. Lo propio «partir el bacalao» como sinónimo de pre-
puede decirse de las difundidas «no- potencia o mando .
vena del vino» de La Codoñera y «el (5) MINGOTE. Angel: Cancionero musi-
tío Tereté» o cel artillero» de la misma cal de la pro vincia de Z arag oza. 2.' ed.•
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Zaragoza. 1967, con introd ucción de A. garza al Bajo Araq ón, incluyendo las lo-
Beltrán, págs. 28 y 132. calidades zaragozanas de Fabara y Mae-
(6) La música de este rulé de Paniza ha ua, se habla un aragonés antiguo.
sido arreg lada e interpretada por diver- perteneciente al tronco común de las len-
sos grupos musicales y grabada en disco. guas de la Corona como decía Pedro IV,
(7) BELTRAN , A.: Introducción al folk lore al pedir el libro de Eximenis, diciendo l e
aragonés, 11, Zaragoza , 1980 . págs . 70- que me duguen lo IIib re qque me va em-
75. prestar lo rei de Frnca para ferio trauir aixi
(8) En una amplia zona desde la Riba- mateix a I'aragonés...».
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