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Zonas de Vida y Parques Nacionales de Rep. Dom.

Describir es explicar, de manera detallada y ordenada, cómo son las personas, animales, lugares, objetos, etc. La descripción sirve sobre todo para ambientar la acción y crear una que haga más creíbles los hechos que se narran.

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Zonas de Vida y Parques Nacionales de Rep. Dom.

Describir es explicar, de manera detallada y ordenada, cómo son las personas, animales, lugares, objetos, etc. La descripción sirve sobre todo para ambientar la acción y crear una que haga más creíbles los hechos que se narran.

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ZONAS DE VIDA

La zona de vida puede definirse como una unidad climática natural en que se


agrupan diferentes asociaciones correspondientes a determinados ámbitos de
temperatura, precipitación y humedad.

Descripción de las Zonas de Vida

Las descripciones que aparecen a continuación se refieren, en especial, a la


República Dominicana y se basan en el estudio realizado en 1967 por la Unión
Panamericana. Se ha tratado de actualizar los nombres científicos; en caso de una
actualización y que el nombre anterior sea muy reconocido, luego del nombre
actual se pone el signo de igual seguido por el anterior nombre, que ha pasado a
ser sinónimo. 

Monte espinoso Subtropical (me-S)

Las áreas más extensas de esta zona de vida se encuentran en la región suroeste
del país. Una área pequeña se observa al suroeste de Baní, cruzando Arroyo
Hondo, y se extiende en dirección oeste hasta la Bahía de Calderas. La línea
divisoria entre el bosque seco y el monte espinoso se vuelve a localizar al este
de Azua entre los parajes Hatillo y Las Charcas. Una área más extensa empieza
en los alrededores de Puerto Viejo, extendiéndose en dirección noroeste,
atravesando parte de la planicie de Azua, el río Yaque del Sur hasta los
alrededores del lago Enriquillo.

En el sureste de Pedernales y en las inmediaciones de Cabo Rojo se observa otra


área de esta zona de vida, no bien definida por estar sobre suelos calizos, y por
confundirse fácilmente con el bosque seco.

En la región noroeste del país se encuentra otra área pequeña situada al pie de la
loma de los Aguacates, cerca del paraje Cruce de Guayacanes.

En esta zona de vida, las condiciones climáticas están representadas por días
claros en la mayor parte del año y por una escasa precipitación anual. Los vientos
que recorren esta región son los vientos alisios. Estos vientos, al cambiar de
dirección según la época del año, no permiten que las masas de aire cargadas de
humedad se lleguen a saturar y se produzca precipitación. La precipitación
generalmente proviene de lluvias convectivas, que caen principalmente durante
los meses de agosto a octubre, correspondiendo a la época de mayor
precipitación en la región suroeste. En Puerto Viejo (Azua), el promedio total anual
de lluvias es de 455 mm.
La biotemperatura media anual se puede estimar en 22.0 °C. La
evapotranspiración potencial puede estimarse, en promedio, en 130% mayor a la
cantidad de lluvia total anual. En esta zona de vida las aguas de las lluvias
raramente llegan a correr por el cauce los ríos.

Los terrenos correspondientes a esta zona de vida son de relieve plano a


ligeramente accidentado. La elevación varía desde el nivel del mar hasta los 300
m de altura.

La vegetación natural está constituida mayormente por arbustos y plantas


espinosas. Entre las principales especies que predominan en las zonas de esta
formación están los cactos, tales como: guasábara (Cylindropuntia caribaea),
común en la zona situada entre Azua y el lago Enriquillo; cagüey (Leptocereus
paniculatus = Neoabbottia paniculata), común en la zona entre el río Tábara y los
alrededores del lago Enriquillo; la bayahonda blanca (en el Sur) o cambrón (en el
Cibao) (Prosopis juliflora), común en todas las áreas de esta zona. Tambien se
encuentran plantas aisladas de Capparisspp.

Las tierras de esta zona de vida solamente pueden ser utilizadas en actividades
agrícolas con agua de regadío. Los terrenos que pueden ser regados
corresponden principalmente a los que tienen suelos de origen aluvial. Especies
de período vegetativo corto son los cultivos recomendables.

Bosque seco Subtropical (bs-S)

Las áreas ocupadas por esta zona de vida se encuentran localizadas en diferentes
lugares del país. En el suroeste se extiende una faja que empieza en Enriquillo,
continuando en dirección oeste, pasando por la vertiente sur de la Sierra de
Bahoruco hasta la frontera con Haití, en las inmediaciones de Pedernales. En la
parte norte del Procurrente de Barahona se extiende otra faja que va desde la
costa del mar Caribe hasta Jimaní, entre el límite del monte espinoso y la
vertiente norte de la Sierra de Bahoruco. La línea divisora entre el bosque seco y
el bosque húmedo Subtropical se confunde en algunos lugares de la vertiente
sur y este de la Sierra de Neyba y continúa en esta región hasta las inmediaciones
de Pedro Corto y Las Matas de Farfán. El límite de esta zona de vida se extiende
hacia el sureste por la vertiente sur de la Cordillera Central, desde Juan de
Herrera, Padre las Casas, Baní, hasta Hato Viejo al sur de San Cristóbal. En el
extremo sureste se extiende desde Cabo Engaño hasta San Rafael de Yuma. En
el extremo noroeste se extiende desde Santiago hasta Monte Cristi, entre las
vertientes norte de la Cordillera Central y la suroeste de la Cordillera Septentrional.
En esta zona de vida las condiciones climáticas se caracterizan por días claros y
soleados durante los meses en que no llueve y parcialmente nublados durante la
época de las lluvias y los meses de enero a marzo.

En la región Sur, las lluvias se presentan en dos épocas bien marcadas; la primera
corresponde a los meses de mayo y junio, en que los vientos alisios dan origen a
las lluvias convectivas más importantes del país, aunque no corresponden a las
máximas precipitaciones que ocurren en esta región. La segunda época de lluvias
corresponde a los meses de septiembre y octubre, en que llegan a ser las
precipitaciones más importantes en esta región. En la región Norte, los meses de
mayor precipitación son variables; en algunos lugares las principales lluvias se
presentan de abril a junio y en otros durante los meses de septiembre a octubre.

Las precipitaciones varían desde 545 mm, en Puerto Escondido, hasta 980 mm en
Santiago de los Caballeros. En estas áreas las lluvias a veces caen en forma de
chubasco; en promedio, caen durante 51 días al año.

La biotemperatura media anual para esta zona de vida está muy cerca de los 22.5
°C y corresponde a una temperatura media anual de alrededor de 26 °C,
especialmente en los lugares próximos a grandes masas de agua. En las zonas
situadas a mayor elevación, la temperatura media anual puede disminuir hasta los
23 °C.

La evapotranspiración potencial para esta zona de vida puede estimarse, en


promedio, en 60% mayor que la cantidad de lluvia total anual. El agua de lluvia
que cae en estas áreas no llegar a correr por el cauce de los ríos, excepto la que
proviene de las zonas de vida más húmedas.

Los terrenos correspondientes a esta zona de vida son de relieve variable, desde
plano, cerca de la costa, hasta accidentado, en las vertientes de las cordilleras. La
elevación varía desde el nivel del mar hasta los 700 m de altura.

Bosque seco de transición a bosque húmedo Subtropical

La separación de esta zona de transición del bosque seco mismo está basada


principalmente en sus condiciones climáticas y en su ubicación orográfica. En los
lugares en que esta zona de vida se junta con el bosque húmedo, las
precipitaciones anuales se presentan en el transcurso de 108 días. El mes de
mayor precipitación, en algunos lugares, es mayo, mientras que en otros es
octubre. En las zonas de transición, cuando están localizadas en áreas de mayor
elevación, la biotemperatura durante cierta época del año llega a ser hasta 2 °C
más baja. Este fenómeno atmosférico ayuda a mantener la humedad por más
tiempo, aunque reciba la misma cantidad de lluvia que corresponde al bosque
seco.

Bosque húmedo Subtropical (bh-S)

Las zonas de esta formación se extiende por los valles agrícolas más importantes
que se encuentran en el país.

En la región Norte, el bosque húmedo Subtropical cubre los valles cuyos ríos


desembocan en el Océano Atlántico. Estas áreas se extienden, desde el nivel del
mar hasta los 500 metros, por el norte de las vertientes de la Cordillera
Septentrional. Esta zona de vida continúa por la vertiente sur de esta cordillera,
cubriendo gran parte del Valle Oriental del Cibao y los valles que se unen con la
parte baja de la cuenca del río Yuna. En la península de Samaná, cubre
principalmente los terrenos desde la costa hasta los 400 m. En la parte noroeste
se extiende por el sur de Dajabón, abarcando los valles formados por los afluentes
del río Yaque del Norte, a elevaciones desde los 400 m hasta los 800 m.

En la región del oeste cubre los valles de los tributarios del río Artibonito, por la
margen izquierda, extendiéndose desde las vertientes septentrionales de la Sierra
de Neyba hasta las meridionales de la Cordillera Central.

En la región Suroeste se extiende por las estribaciones meridionales de la Sierra


de Neyba, a elevaciones que varían desde los 400 m hasta los 800 m. En las
vertientes de la Sierra de Bahoruco cubre fajas angostas entre el bosque muy
húmedo Subtropical y el bosque seco Subtropical o su zona de transición
a bosque húmedo; las elevaciones varían desde el nivel del mar (Barahona)
hasta los 700 m.

En el sur de las vertientes de la Cordillera Central cubre los valles de los afluentes
de la cuenca del río Yaque del Sur y de los ríos Ocoa, Nizao y Haina.

En la región Sureste, abarca prácticamente todo el Llano Costero del Caribe, entre
San Cristóbal, las vertientes sur de la Cordillera Oriental y San Rafael del Yuma.
También comprende porciones de los valles angostos que se encuentran en las
vertientes norte y este de la Cordillera Oriental.

En esta zona de vida las condiciones ecológicas son el resultado de un sistema


climático complicado, influido principalmente por la presencia de los anticiclones
subtropicales y la dirección de los vientos alisios, que en la mayor parte del año
son dominantes. El anticiclón que tiene efectos variables y temporales es de
origen continental, mientras que el anticiclón de efectos permanentes es de origen
oceánico.

El período en que las lluvias son más frecuentes corresponde a los meses de abril
a diciembre, variando en intensidad según la situación orográfica que ocupan las
áreas de esta zona de vida. Las precipitaciones generalmente empiezan después
que el anticiclón continental deja de tener influencia, dando origen a condiciones
de inestabilidad atmosférica sobre la isla. Por otra parte, a partir de abril los
vientos alisios que soplan del Este vienen cargados de humedad, que al pasar por
la isla da orígen a lluvias, tanto convectivas como orográficas.

Las zonas que están situadas en la parte media occidental tienen un patrón de
lluvia que va disminuyendo desde 1,500 mm hasta los 1,000 mm como promedio
total anual y las zonas que están situadas en la parte media oriental tienen un
patrón de lluvia que va aumentando desde los 1,500 mm hasta los 2,000 mm
como promedio total anual.

La temperatura de esta zona de vida es variable, según la ubicación de las áreas.


En los lugares cercanos a la costa y abiertos la biotemperatura media anual es de
23° a 24 °C; en los lugares de mayor elevación o próximos a las vertientes de las
cordilleras la biotemperatura media anual es de 21° o menos.

La evapotranspiración potencial puede estimarse en promedio como 20% menor


que la precipitación media total anual. En esta zona de vida una cuarta parte del
agua de lluvia no es evapotranspirada y se pierde por escurrimiento,
principalmente en los meses de mayor precipitación.

La vegetación natural original de esta formación estaba formada por bosques de


regular tamaño de los que muy poco queda, por haber sido talados en su mayor
parte para utilizar los terrenos en agricultura. La vegetación natural conservada
está formada por pequeños rodales de segundo crecimiento distribuidos
aisladamente en los potreros o a orillas de los ríos.

Bosque muy húmedo Subtropical (bmh-S)

Las zonas de esta formación se extienden principalmente entre las vertientes de


las cordilleras Septentrional, Central y Oriental. Muchas de las áreas cultivadas
del bosque húmedo se extienden hasta esta zona, lo cual dificulta algunas veces
establecer el límite entre estas dos formaciones. Esta zona de vida generalmente
colinda con las zonas de vida bh-S y bmh-MB.
En la región norte abarca principalmente los terrenos accidentados de la Cordillera
Septentrional. En la parte noreste ocupa el Promotorio de Cabrera, extendiédose
hasta el nivel del mar. En la Península de Samaná, se extiende desde los 200
metros de altura hasta las mayores elevaciones que existen en esta península.

En el Este, esta formación ocupa las vertientes de mayor elevación de la Sierra de


Yamasá y la Cordillera Oriental. En el extremo este de la Cordillera Oriental se
extiende sobre terrenos ligeramente accidentados hasta el nivel del mar.

En la parte sur y este de la Cordillera Central ocupa los terrenos que bordean los
afluentes de los ríos Yuna, Nizao, Haina y Ozama. En la parte norte y oeste se
extiende por los terrenos de los afluentes de los ríos Yaque del Norte, Dajabón y
Artibonito.

Las condiciones climáticas correspondientes a esta zona de vida son variables por
las influencias de los anticiclones y los vientos alisios que atraviesan el país. El
régimen pluviométrico que tiene esta zona de via es parecido al del bosque
húmedo Subtropical, a excepción de las lluvias orográficas más intensas. Estas
lluvias, por ser de mayor duración, influyen principalmente en la composición de la
flora y en la fisionomía de la vegetación. El patrón de lluvia para esta formación
varía desde 2,200 mm hasta los 4,400 mm en promedio.

La temperatura de esta zona de vida varía según la ubicación de las áreas. Las
que están cerca de la costa tienen como biotemperatura media anual 24 °C. Sin
embargo, las zonas que están en las vertientes de las cordilleras tienen
biotemperaturas medias que disminuyen hasta los 18 °C.

La evapotranspiración potencial puede estimarse, en promedio, en 60% menor a


la precipitación media total anual. En esta zona de vida las 3/5 partes del agua de
lluvia se pierde por escurrimiento, dando origen a que los ríos lleven agua durante
todo el año.

Los terrenos de esta zona de vida, en su mayor parte, son de topografía


accidentada. La elevación varía desde el nivel del mar hasta los 850 metros de
altitud.

Las principales especies que ayudan a identificar a esta zona de vida son el
guaraguao (Buchenavia tetraphylla = Buchenavia capitata), especialmente en las
cordilleras Septentrional y Oriental; y, de una manera general, el sablito o yagrumo
macho (Schefflera morototoni = Didymopanax morototoni), el peralejo, maricao o
madroño (Byrsonima spicata) y el aguacatillo (Alchornea latifolia).
La vegetación natural de esta zona de vida está constituida principalmente de las
siguientes especies: membrillo o almendrito (Prunus myrtifolia), en las áreas con
bosques de Los Haitises y vertiente norte de la Cordillera Central; mara o baría
(Calophyllum antillanum = Calophyllum brasiliense), cocuyo (Hirtella triandra) y
cabirma o cabirma santa (Guarea guidonia), en las áreas con bosque cerca de
Jarabacoa, alrededor del pico Isabel de Torres, Península de Samaná y las
vertientes de la Cordillera Oriental; palo de yagua (Casearia arborea), propio de
las áreas que están cerca de Barahona y Nagua; algarrobo (Hymenaea courbaril),
común en las áreas de los alrededores de Bonao, La Vega y Miches; balatá
(Manilkara bidentatasubsp.surinamensis), común en las áreas de la Península de
Samaná y vertientes de las cordilleras Septentrional y Oriental; y la palma manacla
(Prestoea montana), que aparece en los bosques con determinada clase de
suelos. Otra de las especies comunes es el pino (Pinus occidentalis),
especialmente en los suelos lateríticos.

Las condiciones climáticas que reúne esta zona de vida son favorables para una
regeneración natural fácil y para un rápido crecimiento de las especies.

En términos generales, los únicos terrenos que pueden utilizarse para agricultura
intensiva son los suelos de origen aluvial muy fértiles, cuyo uso es económico
solamente si las especies cultivadas rinden cosechas altamente remunerativas.
Los terrenos con suelos poco profundos y pendiente moderada son los más
convenientes para cultivos perennes tales como cacao, caucho, ciertos árboles
frutales subtropicales y, en menor proporción, café.

Bosque pluvial Subtropical (bp-S)

La ubicación de esta zona está relacionada con la posición fisiográfica que ocupan
dentro del bmh-S. El área de mayor extensión se encuentra entre las nacimientos
de los ríos Masipedro y Jima, alrededor de la loma Casabito. Otras zonas
pequeñas están localizadas en las cordilleras Oriental y Septentrional.

La mayor precipitación que reciben estas zonas proviene, sin duda alguna, de las
lluvias orográficas. La evapotranspiración potencial puede estimarse, en promedio,
en 75% menor que la precipitación media anual. En esta zona de vida las 3/4
partes o más del agua de las lluvias que caen discurren por los ríos, lo que da
lugar a que éstos lleven agua todo el año.

La topografía de los terrenos, en su mayor parte, es accidentada. La elevación


varía desde los 400 hasta los 850 metros de altitud.
La vegetación natural está constituida por árboles, que se caracterizan por estar
cubiertos de plantas parásitas y epífitas. Entre las principales especies indicadoras
se encuentran el helecho arbóreo (Cyathea spp.) y el lirio (Chionanthus spp.
= Linociera spp.).

En esta zona de vida las especies nativas tienen un crecimiento mucho más
rápido que las especies del bmh-S y poseen una regeneración natural abundante.

Desde el punto de vista agrícola, ganadero y forestal, los terrenos de bosque


pluvial Subtropical no tienen ningún valor debido a la excesiva humedad. Los
terrenos de esta zona de vida necesariamente tendrán que estar cubiertos con su
vegetación natural, como un medio de controlar el escurrimiento de las lluvias y la
erosión de los suelos.

Bosque húmedo Montano Bajo (bh-MB)

La mayor parte de esta zona de vida se encuentra en las estribaciones de la


Cordillera Central, entre el bh-S y el bmh-MB, sobre terrenos con topografía
accidentada y suelos de baja productividad. En las sierras de Neyba y de
Bahoruco los terrenos de laderas que están a más de 800 metros de altura
corresponden a esta formación.

Las condiciones climáticas que reúne esta zona de vida son las más ventajosas
para la vida humana y animal, aunque en el país estas áreas son poco pobladas.
La escasa población se debe en parte a la baja calidad de sus suelos, falta de vías
de comunicación y a que el poblador todavía no ha desarrollado técnicas
apropiadas para el uso de estas tierras. Las temperaturas son moderadas, muy
parecidas a las que caracterizan a un clima templado, y las lluvias, aunque
irregulares, logran mantener cierta humedad en el terreno durante gran parte del
año.

Las precipitaciones son más intensas desde abril hasta noviembre. La cantidad de
lluvia varía según los lugares, desde los 900 hasta los 1,800 mm como promedio
total anual.

Las temperaturas tienen poca variación durante el día y en cualquier época del
año. Entre diciembre y febrero pueden descender hasta -1 °C, lo que da lugar a
heladas eventuales. Sin embargo, la temperatura tiene una media anual que varía
entre 18° y 12° C. La biotemperatura media anual para esta zona de vida tiene
valores próximos a los de la temperatura media anual, debido a que ésta nunca
llega a ser mayor de 30 °C, y esporádicamente inferior a -1 °C. Las condiciones
térmicas que posee esta zona constituyen un factor limitante para el desarrollo de
la mayoría de los cultivos sensibles a las temperaturas bajas.

La evapotranspiración potencial, en promedio, es de un porcentaje igual a la


cantidad de lluvia total anual. El porcentaje de agua evapotranspirada es igual a la
cantidad de lluvia que cae, lo que da por resultado que los cauces de las
quebradas que nacen en esta zona de vida lleven agua solamente en los meses
de máxima precipitación.

Los terrenos de esta zona de vida tienen, mayormente, una topografía


accidentada. Las áreas con pendiente moderada son pequeñas y están dispersas
formando valles angostos, carentes de vías de comunicación. La elevación varía
desde los 800 m hasta los 2,200 m de altura.

La vegetación natural primaria está constituida principalmente por árboles de pino.


Otras especies de coníferas que se encuentran especialmente en las vertientes
sur de la Cordillera Central son la sabina (Juniperus gracilior) y tachuela
(Podocarpus aristulatus = Podocarpus buchii). Entre las principales especies de
hoja ancha se encuentran Garrya fadyenii y Vaccinium cubense, propias de las
áreas que están situadas cerca de Constanza y la Sierra de Bahoruco; Myrsine
coriacea, común en las vertientes de la parte norte de la Cordillera Central, cerca
de Jarabacoa y San José de las Matas; y Buddleja domingensis, que es una
especie que aparece en las áreas próximas al bmh-MB en la Cordillera Central.

Las especies nativas tienen una regeneración natural fácil, por la humedad en los
suelos, y son de crecimiento moderado.

Los terrenos, desde el punto de vista ecológico, reúnen características óptimas


para las actividades agropecuarias y forestales. Las plagas y enfermedades en las
especies utilizadas son muy esporádicas. Sin embargo, las actividades agrícolas
se encuentran restringidas por el factor suelo, ya que son muy reducidas las áreas
que puede destinarse a la agricultura.

Bosque muy húmedo Montano Bajo (bmh-MB)

Se extiende principalmente por las estribaciones de la Cordillera Central, donde


tienen su origen los afluentes de los principales ríos que existen en el país. Otras
áreas se encuentran en las partes de mayor elevación de las sierras de Neyba y
de Bahoruco.

Las condiciones climáticas de esta zona de vida se caracterizan por la presencia


de escarchas temporales y por recibir una mayor precipitación que el bh-MB.
Se puede estimar que las precipitaciones llegan a alcanzar cantidades mayores a
los 2,000 mm total anual. El régimen pluviométrico es similar al de bh-MB, aunque
las precipitaciones orográficas son más intensas.

La evapotranspiración potencial puede estimarse en promedio en 55% menor que


la precipitación media total anual. En esta zona de vida, cerca del 50% del agua
de lluvia no es evapotranspirada, por lo que los ríos llevan agua en gran parte del
año.

La topografía de los terrenos de esta zona de vida es generalmente accidentada.


La elevación varía desde los 850 hasta los 2,100 metros.

La vegetación natural está constituida principalmente por especies arbóreas. Entre


las principales especies indicadoras que ayudan a identificar esta zona se
encuentran Garrya fadyenii, Weinmannia pinnata, Oreopanax capitatus, Brunellia
comocladifolia y palo de viento (Schefflera tremula = Didymopanax tremulus).

Las especies más valiosas del bosque natural de estas áreas están constituidas
por pino y especies de hoja ancha, tales como el ébano (Diospyros revoluta) y el
almendro (Prunus occidentalis).

En esta zona de vida las especies nativas tienen una regeneración natural fácil y
de un crecimiento moderado.

Desde el punto de vista ecológico, los terrenos de esta zona de vida ofrecen pocas
posibilidades para las actividades agropecuarias; son netamente forestales y su
vegetación natural, en algunos lugares, debe permanecer sin explotarse para
controlar el escurrimiento de las lluvias y evitar la erosión de los suelos de las
cuencas hidrográficas.

Bosque pluvial Montano Bajo (bp-MB)

Esta zona se encuentra en la parte oriental de la Cordillera Central, entre los


afluentes de los ríos Nizao y Yaque del Norte, y en la parte occidental, entre los
afluentes del río San Juan.

Esta zona de vida se caracteriza, al igual que las otras formaciones de la


faja Montano Bajo, por la presencia de escarcha en ciertas épocas del año. La
precipitación puede estimarse como superior a los 4,000 mm de lluvia total anual.
La evapotranspiración potencial puede estimarse, en promedio, en 76% menor
que la precipitación media anual. En esta zona de vida aproximadamente las 3/4
partes del agua de las lluvias no es evapotranspirada, perdiéndose por
escurrimiento en los ríos.

Los terrenos de esta zona de vida tienen una topografía accidentada. La elevación
varía entre los 1,600 y los 1,800 metros.

Su vegetación se caracteriza por el predominio de helechos arbóreos y la


presencia de plantas parásitas y epífitas que cubren los troncos de los árboles.

Desde el punto de vista ecológico, esta zona de vida no tiene ningún valor
agropecuario ni forestal. Su vegetación natural debe mantenerse inalterada.

Bosque muy húmedo Montano (bmh-M)

Está localizada principalmente en las mayores elevaciones de la Cordillera


Central, donde se encuentran los picos más altos de la isla Hispaniola y del
Caribe.

En esta zona de vida, las condiciones climáticas difieren del bmh-MB por ser más
frecuentes las heladas. La cantidad de lluvia que recibe esta zona puede
estimarse en 1,500 mm total anual.

La evapotranspiración potencial puede estimarse, en promedio, en 60% menor


que la precipitación media anual.

Los terrenos, en su mayor parte, tienen una topografía accidentada. La elevación


para la faja altitudinal Montano en este país empieza a los 2,100 metros sobre el
nivel del mar.

La principal especie arbórea es el pino (Pinus occidentalis), el cual tiene una forma
muy irregular y poca altura en esta zona de vida.

Los terrenos que ocupan terrenos con mucha pendiente deben mantenerse con su
vegetación natural para proteger las cuencas de captación.

PARQUES NACIONALES O AREAS PROTEGIDAS DE LA REP. DOM.


Las Áreas protegidas de la República Dominicana son determinadas áreas
definidas por el estado dominicano sujetas a un marco legal e institucional
elaborado para garantizar la conservación de sus particularidades y riquezas
medioambientales y culturales. Los más destacados, tanto lugares como especies,
son los siguientes:

Lago Enriquillo
Es un resto de un antiguo canal marino, fruto del tectonismo antillano y fondo de
una depresión tectónica localizado a más de 40 m bajo el nivel del mar, en cuyo
centro se encuentra la isla Cabritos. Este es el lago más grande, de unos
260 km²aproximadamente, e hipersalino (tres veces más salino que el mar Caribe)
de las Antillas.
Lago Enriquillo es un lugar turístico de clima seco bordeado por balnearios de
aguas sulfurosas y frías, verdaderos oasis, además de contar con arte rupestre de
origen prehispánico, por ejemplo en «Las Caritas».1

Parque nacional Isla Cabritos


El Parque nacional Isla Cabritos ocupa los terrenos de una pequeña isla situada
dentro del Lago Enriquillo, ubicada al suroeste del país, entre la Sierra de Neyba y
la de Bahoruco, bordeado en parte por la carretera internacional que comunica
a República Dominicana con Haití. Tiene una extensión aproximada de 24
kilómetros cuadrados.
La vegetación está constituida por especies propias de la flora que la cubre —
bosque seco subtropical y bosque espinoso—, cuya característica principal es la
baja pluviometría que se registra durante todo el año.2

Cocodrilos e iguanas
Existen especies que son endémicas de La Española, como las iguanas, así como
una población significativa del cocodrilo americano. La avifauna también es
variada, con flamencos, «Madam Zagás,» Palomas coronitas y aves migratorias
como el pato de La Florida. Las especies predominantes son, entre otras, el
cayuco, la guazábara, la bayahonda y el guayacán.3

Parque nacional de Los Haitises


El Parque nacional Los Haitises fue creado en la República Dominicana mediante
la Ley 409 del 3 de junio de 1976, aunque ya en 1968 la «Ley 244» había creado
una Reserva Forestal llamada «Zona Vedada de Los Haitises». Se encuentra
situado al nordeste de la República Dominicana, enmarcado en la Bahía de
Samaná de la cual forma parte. Los Haitises constituyen una formación cárstica —
relieve en rocas calizas— tropical en mogotes, característico de estas zonas
climáticas de la tierra. En su morfología externa existen dolinas, corredores y
valles, y en su morfología interna cavidades, algunas de grandes dimensiones
como las de litoral. 4
La vegetación de los Haitises está constituida por un bosque tropical húmedo
de latifoliadas en el seno de sus depresiones, pasando a un bosque tropical
semideciduo en los mogotes y cayos del litoral. Es uno de los espacios con mayor
biodiversidad del país y el Caribe, con más de 700 plantas vasculares. La
vegetación litoral de manglar, 98 km², ocupa localmente alguno de los caños de
los Haitises y de manera más extensa, la desembocadura del río Yuna y la Bahía
de San Lorenzo. Este Parque nacional es uno de los más importantes entre las
«Áreas protegidas de la República Dominicana».5
La riqueza en fauna del Parque nacional Los Haitises queda reflejada entre los
mamíferos por la presencia del manatí en los cayos de manglar,
el solenodonte pequeño mamífero insectívoro endémico de la isla que vive en el
bosque, y los murciélagos en las cuevas.
Entre los reptiles cabe destacar la presencia de la boa y las tortugas marinas de
las especies Chelonia mydas, Caretta carettay Dermochelys coriacea. Dentro de la
fauna, las aves son el grupo más numeroso ya que existen 110 especies de las
270 totales del país, pudiéndose distinguir entre las propias del manglar como las
garzas y otras zancudas.6

Parque nacional Jaragua


El Parque nacional Jaragua está localizado en la región suroeste de la República
Dominicana y enclavado en el procurrente de Barahona. Su topografía está
formada por terrazas marinas que parecen escalones de gigantes, y llanos
costeros. Tiene clima seco y estepario con bosque xerófilo con un alto
endemismo, destacándose la canelilla (planta con propiedades medicinales) y el
guanito. En algunas de sus cayos crecen espectaculares cactus con grandes
bromelias epífitas. Hay que destacar la alta población de vegetación de
regeneración lenta, adaptada a la alta variación solar y a la reducida precipitación.
La vegetación más común es la siguiente: Uva de playa, caoba, guayacán, roble y
guazábara.7
De la avifauna en el «Parque Nacional Jaragua» se conocen 130 especies de las
cuales 76 son residentes, 10 endémicas y 47 migratorias. El Parque nacional
Jaragua es rico en yacimientos arqueológicos de la época pre-hispánica. El más
antiguo de estos sitios conocidos data del 2590 a. C. y corresponde a
asentamientos indígenas avanzados. La máxima expresión de esta cultura
indígena se encuentra en los Taínos, habitantes de característica agroforestal,
dominantes de la zona antes de la llegada de Cristóbal Colón. Los taínos
establecieron cierta división territorial, dividida en cacicazgos, como el cacicazgo
de Xaragua en la región suroeste, origen de la denominación dada de «Jaragua»
al área protegida. Dentro del parque existe un gran número de cavernas como El
Guanal, la Cueva La Poza y la Cueva Mongó, que contienen en su interior
pictografías, petroglifos y artefactos de esta época.8
Laguna de Oviedo
La «Laguna de Oviedo», se encuentra en el «Parque Nacional Jaragua», en la
provincia de Pedernales. Con 1.374 km², de los cuales 905 son marinos, con una
profundidad media de 1,5 metros, es una de las «Áreas protegidas en República
Dominicana» más importantes del Caribe insular. Con 28 km², es la laguna de más
extensión. En sus aguas hipersalinas confluyen varias fuentes de agua dulce,
encontrándose asociadas a ella extensos manglares y una rica avifauna. Entre sus
peces se encuentran especies hasta ahora solo conocidas de esta laguna como
el Cyprinodon nichollsi, el mayor de todas las especies conocidas de este grupo
de peces. Aproximadamente, la mitad de las especies pertenecen al ambiente
acuático, y entre estas se destaca la presencia de las mayores poblaciones en el
país de flamenco. Las aves más comunes son la garza real, garza azul, paloma
coronita y la gaviota. Hay mamíferos, como el solenodonte (Solenodon
paradoxus), la jutía (Plagiodontia aedium) y 11 especies de murciélagos. Las
iguanas rinocerontes (Cyclura cornuta) y la iguana de Ricord (Cyclura ricordi),
reptiles endémicos de la isla, están entre los más llamativos. En las playas del
parque salen a desovar el carey (Eretmochelys imbricata), entre otras especies de
tortugas.9

Parque nacional Armando Bermúdez


La zona en la que está localizado este parque nacional tiene un relieve muy
abrupto y comparte con el Parque nacional José del Carmen Ramírez la mayor
altura de las Antillas representada por el Pico Duarte, con una altura de
3175 msnm, seguido en orden de magnitud por los picos La Pelona (3097 msnm),
Yaque (2760 msnm) y La Rusilla (3038 msnm). La flora fundamental de este
parque está constituida principalmente por el pino criollo.10
En la avifauna destacan la cotorra, endémica de La Española; el carpintero; la
cigua palmera, declarada ave nacional; el papagayo y el guaraguao. Entre los
mamíferos se destacan el puerco cimarrón, la jutía y el ratón. En la parte más baja
del bosque se encuentran culebras sabaneras. En los meses de diciembre y
enero, la temperatura desciende a bajo 0 ℃ durante la madrugada, en ocasiones a
-8 ℃. A la salida del sol, durante el invierno, la escarcha cubre los pajonales.11
Parque nacional José del Carmen Ramírez
Conjuntamente con el «Parque Nacional Armando Bermúdez», posee en su
interior la mayor cantidad de recursos hidrológicos. En él nacen los principales ríos
que producen la irrigación del Valle de San Juan y proveen de energía eléctrica a
las comunidades vecinas. Allí nace el río Yaque del Sur y todos sus afluentes,
regando con el Armando Bermúdez alrededor de 80 000 tareas. La «tarea» es una
medida en República Dominicana basada en la superficie agraria que puede
trabajar un jornalero en un día y que equivale a 628,86 m2.12
Los niveles de temperatura que se alcanzan dentro de este parque son bajos. Las
oscilaciones se producen entre 12 y 18 ℃. Se producen heladas y escarchas en
sectores como el «Valle del Tetero» donde se registran temperaturas de -4 a -5 ℃.
Las formaciones vegetales están estructuradas fundamentalmente por bosques de
coníferas, mixtos y latifoliadas o de hojas anchas. Predomina el pino criollo, que
crece en las cotas más altas. Las especies principales que ocupan los espacios
naturales en esta área protegida son de una importancia biológica excepcional,
dado que están ubicadas en regiones de alta montaña. Constituyen elementos de
rareza ornitológica en el ámbito de la zoogeografía mundial.12

Parque nacional Sierra del Bahoruco


Este parque nacional constituye un ejemplo de estabilidad climática en el suroeste
árido de La Española. Hay gran variedad de formaciones vegetales, que van
desde el bosque seco a nivel del mar hasta el bosque húmedo en el centro del
parque. La formación geológica de la Sierra de Bahoruco está cimentada en un
sustrato carbonatado, las calizas sobre la que reposa son de carácter
sedimentario y contienen importantes especies de algas.13
La vegetación posee un interesante atractivo científico y botánico. La flora es muy
variada. Existen vastas superficies de pinares y grandes árboles de hojas anchas
(latifoliadas) y muestras de bosques mixtos de interés ecológico excepcional. Aquí
se encuentra el 52 % de las orquídeas existentes en el país. Se conocen 32
especies endémicas de la Sierra de Bahoruco, lo que supone el 10 % de las
especies endémicas de la isla. Se han localizado unas 49 especies de aves, 19 de
ellas endémicas. Cabe destacar la rolita, el pájaro bobo y el cernícalo, así como el
barrancolí. En total, la avifauna estudiada hasta el momento presenta 49 especies,
19 endémicas, 2 migratorias y 28 residentes.14

Parque nacional del Este


El Parque nacional del Este se encuentra situado en el este de la Isla, en
la Provincia de La Altagracia, y tiene zonas de tierra firme, zona marítima y la Isla
Saona. Tiene una extensión de 430 kilómetros cuadrados. El terreno es llano con
varias zonas donde se encuentran rocas vírgenes. El subsuelo registra elevada
porosidad, por lo que no hay ríos ni arroyos. Su temperatura promedio anual es de
26,5 ℃, con una precipitación fluvial de 1300 milímetros anuales. La vegetación es
copiosa con amplios bosques, donde se pueden encontrar: la Guayiga, el Gopey,
almacigo, bayahonda, caoba, grigri, vera, coco, uva de playa, coco, etc.
Esta reserva se encuentra localizada en el paraje de «Loma de la Sal», en «loma
de casabito», municipio de Constanza, provincia de La Vega. Esta área está
clasificada como «bosque muy húmedo montano bajo», según Holdridge.
Se procura la supervivencia de la especie ébano verde17 y todas las demás
especies vegetales y animales de importancia que exclusivamente se desarrollan
en esas condiciones biofísicas. Esta zona es una de las pocas que todavía
conserva las características naturales que permiten la conservación de tales
especies. Esla zona que conserva su flora y su fauna con la menor intervención
humana. La vegetación de la reserva está compuesta por un gran número de
árboles, arbustos, bejucos y hierbas.
La hidrografía del área es de gran importancia, con el nacimiento del río Camú y
arroyos que vierten sus aguas a los ríos Jimenoa y Jatubey, como arroyo La Sal,
arroyo Bonito, arroyo El Arroyaso y otros. Esta Reserva Científica contiene tres
importantes microcuencas: las de los ríos Camú, Jimenoa y Jatubey. Las aguas
que se producen en esta Reserva Científica abastecen a la ciudad de La Vega y a
las presas Tavera, a través del río Jimenoa, y Rincón, por el río Jatubey.
La flora de esta área natural protegida está compuesta, de acuerdo a lo reportado,
de 621 especies de plantas vasculares, de las cuales 153 son endémicas de la
Hispaniola, lo que le da a su flora un alto endemismo. La especie endémica más
característica del área es el ébano verde (Magnolia pallescens), un árbol de
madera preciosa en vías de extinción. También son importantes las especies (sin
nombre común) Pinguicola casabitoana (una planta carnívora), Gonocalyx
tetraptera, Lyonia alaini, Gesneria sylvicola y Myrcia saliana así como palo de
viento (Didymopanax tremulus), jaiquí (Bumelia salicifolia), tárana (Linociera
caribaea), pino criollo (Pinus occidentalis), palo santo (Alpinia speciosa), sangre de
pollo (Mecranium amigdalinum), etc.

Salto de Aguas Blancas


Es una reserva científica natural en Valle Nuevo, es el antiplano más alto de las
Antillas, localizado a 2200 msnm, en la parte Oriental de la Cordillera Central.
Único lugar de las Antillas donde existe vegetación alpina y andina, con un alto
endemismo de flora y fauna. También es un salto con una caída libre de unos
60 m, donde se forma escarcha en el invierno, debido a las bajas temperaturas
que se registran en él.18
Reserva Científica Valle Nuevo
Valle Nuevo es un área protegida donde se dio actividad volcánica y glaciación. Es
una zona del país donde se registran temperaturas bajo cero en los meses de
invierno y también es una morada casi exclusiva para las coníferas y algunos
ejemplares de sabinas. Su madera es de gran valor entre las maderas preciosas y
todavía no se han estudiado debidamente. Desde el punto de vista hidrológico, la
zona de Valle Nuevo es importantísima. Dos de los cuatro grandes y más
importantes ríos del país, Yuna y Nizao, tienen sus cabeceras aquí. Es fuente de
agua para la presa de Sabana Yegua, para la presa de Valdesia, para el riego del
Valle del Yuna y para la irrigación de las presas Jigüey y Aguacate.19

Parque nacional Francis A. Caamaño Deñó


El Parque nacional Francis Caamaño fue declarado área protegida por el Decreto
571-09 con la finalidad de conservar la única porción de la Cordillera Central que
toca el mar Caribe y permiten unas espectaculares vistas de la Bahía de Ocoa y
Playa Caracoles. A las bondades naturales de este parque se suman los múltiples
eventos de la prehistoria taína, como la plaza ceremonial indígena de Las Charcas
de Río Grande, las ruinas coloniales del ingenio Cepi-Cepi y, en tiempos más
cercanos, la Batalla de El Número, todos con un alto valor educativo, científico y
recreativo.20
En la actualidad, este parque, que forma parte al Sistema Nacional de Áreas
Protegidas, está en estudio arqueológico para desarrollar sus potencialidades en
el campo de la cultura, la historia y su biodiversidad, para que sus espacios sean
habilitados para el uso público, el desarrollo del ecoturismo y la investigación
científica. Los límites del «Parque Nacional Francis Caamaño» encierran una
superficie de 587,5 kilómetros cuadrados y su declaración como Área Protegida se
basa en la política ambiental dominicana inspirada en el respeto a la vida y al
aprovechamiento de las potencialidades de los ecosistemas y ambientes
presentes en el territorio nacional.

Algunos de los parques y reservas naturales más importantes del país son:

 Parque Nacional José del Carmen Ramírez


 Parque Nacional Jaragua
 Laguna de Oviedo
 Bahía de Las Águilas
 Parque nacional Lago Enriquillo e Isla Cabritos
 Parque Nacional Sierra de Bahoruco
 Parque Nacional Monte Cristi
 Parque Nacional del Este
 Parque Nacional Los Haitises
 Parque Nacional Armando Bermúdez
 Reserva científica de Ébano Verde
 Reserva Científica Valle Nuevo
 Reserva Científica Loma Quita Espuela

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