DESCRIPCIÓN BREVE
El presente ensayo es un escrito en el que se realiza
un análisis del “Enfoque por objetivos didácticos vs.
Educación basada en competencias en la Educación
Superior”, manifestando mi punto de vista y dando
una opinión personal.
Larissa Ocampos
Cuerpo de Objetivos
Enfoque por objetivos didácticos vs. Educación basada
en competencias en la Educación Superior
Ensayo Argumentativo
Enfoque por objetivos didácticos vs. Educación basada en competencias en la
Educación Superior
A modo de introducir al tema del presente ensayo es importante tener en cuenta los
nuevos escenarios que enmarcan la educación en la actualidad plantean como
necesarios, importantes cambios en los sistemas educativos.
La globalización, la sociedad del conocimiento, los procesos sociales y económicos,
impulsaron el surgimiento del modelo por competencias, este modelo surge como
una respuesta a las necesidades de sistematizar los saberes para generar un puente
entre las necesidades sociales y el desarrollo de saberes en las instituciones
educativas. La concepción del proceso de enseñanza aprendizaje al igual que los
saberes evoluciona, se requiere de la participación activa de profesores y estudiantes,
un modelo centrado en el saber, saber hacer, en el saber ser y el saber estar.
Por otro lado, la enseñanza basada en objetivos es el proceso de enseñanza-
aprendizaje con previa aclaración de los objetivos con el fin de buscar el cambio de
conducta del estudiante (influenciado por la teoría conductista), estos cambios
deberán ser evaluables, por lo cual dicha evaluación se reduce al cumplimiento de
objetivos trazados por el docente. Esta metodología se enfoca en la formación humana
como condición fundamental para todo proyecto pedagógico según las necesidades
sociales del medio.
Cabe resaltar primeramente que el sistema basado en competencias intenta
empoderar a estudiantes con habilidades y conocimiento en diversos campos de
estudio a través de programas educativos flexibles y a la medida.
“Educación Basada en Objetivos”, permite al profesor renovarse, actualizarse y
autoanalizarse, para ver si en verdad el estar frente a grupo es lo que desea y lo que le
gusta hacer, en algunos casos el Profesor Universitario está ahí solamente porque es lo
que le quedo por hacer cuando dejó de laborar para algún sector productivo. Los
profesores que basan su método de enseñanza en objetivos, contribuyen a entregar a
la sociedad individuos productivos, psicológicamente equilibrados, enfocándose en la
formación humana como condición fundamental para todo proyecto pedagógico
según las necesidades sociales del medio.
En general, los objetivos han pasado a constituir la línea directriz del proceso de
enseñanza aprendizaje y por ende del proceso de comunicación que debe establecerse
entre docentes y alumnos. Por constituir un elemento directriz, deben ser expresados
en forma clara, precisa y sin ambigüedades. Sólo así los esfuerzos de alumnos y
docentes se orientarán a su logro y podrán los objetivos cumplir una serie de
funciones.
Ahora bien, un sistema basado en competencias tiene como meta es generar
individuos preparados para los retos del futuro; empoderar a estudiantes con
conocimientos y habilidades en diversos ámbitos y campos de estudio, en un programa
educativo flexible y a la medida de cada alumno.
Sin embargo, las competencias y los objetivos, se combinan debido a que las
competencias incluyen objetivos de aprendizaje explícitos y medibles.
Desde mi punto de vista la educación se debería adaptar a las necesidades de cada
estudiante. La educación debería dotar de competencias a los futuros profesionistas
para ajustarse de manera adecuada a los puestos laborales que el mercado y la
tecnología demanden.
La Pedagogía por objetivos, como parte de un espacio de la escuela tradicional, ha
establecido una relación deliberada de observancia de metas en su afán de alcanzar la
eficacia, este modelo de planificación determinista de la práctica docente.
De lo expuesto, concluimos en que romper con un paradigma pedagógico, implica
ineludiblemente transitar dimensiones que hasta no hace mucho tiempo podían
resultar inciertas e inaceptables, dado que las necesidades educativas modernas son
más veloces que la permanencia en una zona de confort que sacraliza un método.
Es así, que el extraordinario y a la vez imperioso protagonismo del alumno en el
proceso del acto didáctico actual, requiere la no menor facultad de parte de los
docentes de aprender a pensar y actuar ese proceso, de enseñar a pensar, de enseñar
a aprender, y a la vez seguir aprendiendo como recurso necesario de la educación
permanente.