Mi primer Huerto
- con Permacultura -
Mi primer huerto o
jardín de Permacultura
Empezar a cultivar con Técnicas Naturales
INDICE
Introducción........................................................................................................ 3
¿Qué es la Permacultura?....................................................................................4
Las claves para un suelo sano: alimentarlo para trabajar menos........................5
3 pasos para empezar tu primer jardín de permacultura....................................10
¿Y después? .................................................................................................... 14
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Introducción
Un huerto de Permacultura: ¿de qué se trata?
Un huerto de permacultura es simplemente un huerto que respeta los principios de
la permacultura, que son los siguientes:
1. Observar e interactuar
2. Capturar y guardar energía
3. Obtener un rendimiento
4. Autorregulación y retroalimentación
5. Usar y valorar los servicios y recursos
renovables
6. Dejar de producir residuos
7. Diseño de los patrones a los detalles
8. Integrar más que segregar
9. Usar soluciones lentas y pequeñas
10. Usar y valorar la diversidad
11. Usar los bordes y valorar lo marginal
12. Usar y responder creativamente al cambio
Seguramente has oído hablar de ellos antes. Pero, como mucha gente, es posible
que estés un poco perdido. La permacultura tiene una filosofía muy bonita, pero
¿cómo poner en práctica todos sus principios?
Y, sobre todo, ¿por dónde empezar?
¡No te preocupes, este dosier regalo te guiará en la realización de tu primer huerto!
Hemos recopilado de forma sencilla, sintética y pragmática, todos los consejos que
necesitarás para ponerte en marcha y dar vida a tu huerto.
¡Así que nos arremangamos y… manos a la obra!
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¿Qué es la permacultura?
Respetar la naturaleza
La permacultura es el arte de imitar la naturaleza y trabajar con ella para obtener lo
mejor, haciendo lo mínimo.
Lanzarse a un huerto de permacultura significa aprender a cultivar respetando la
tierra, prestando atención al suelo y plantas que se alimentan de él.
¡Con sencillez y serenidad, para el máximo placer y los máximos resultados!
Inspírate e imítalo
En esto, todo el mundo coincide: la naturaleza es la referencia para todo
permacultor.
Obsérvala, entiéndela y déjate inspirar por ella para dar vida a tu huerto. Será tu
mejor guía.
Los suelos
Cogemos el ejemplo de los suelos. En la naturaleza, si prestas atención a la tierra, a
los suelos, notarás que cuando están sanos, no estarán nunca al desnudo.
Por tanto, ¿por qué iba a ser diferente para tu huerto?
Asimismo, en la naturaleza conviven una gran diversidad de plantas. Por lo tanto,
tus hierbas, verduras y otras plantas deberían mezclarse entre sí en el huerto. La
diversidad es la garantía del equilibrio, ¡atrévete a usar las combinaciones!
Una cosa es segura: obtendrás mucho más cooperando con la naturaleza que
tratando de domesticarla contra su voluntad.
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Las claves para un suelo sano:
alimentarlo para trabajar menos
El elemento principal: buena materia orgánica
En pocas palabras: la materia orgánica
La materia orgánica que cubre tu suelo es fundamental, asegura la “vida biológica”
del suelo. Es decir, la presencia de una gran diversidad de microorganismos que lo
habitan y se alimentan, tanto en la superficie como en el subsuelo.
Aunque son muy pequeños, estos microorganismos juegan un papel importante en
la formación de una tierra de calidad.
En la permacultura, esta materia orgánica tiene un papel primordial: nutre las
plantas y estructura el suelo. ¡Cuanta más haya, más fértil será tu tierra!
Entenderás que, para tener buenas verduras, tu primera misión y principal objetivo
será enriquecer tu suelo con materia orgánica.
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Cuida tu suelo
Para preservar el suelo de tu huerto, limita las intervenciones (pala, horca de doble
mango, etc.), ya que afectan a su fertilidad destruyéndola y rompiéndola.
Idealmente, y si tu situación lo permite, ¡te recomiendo no trabajar para nada tu
tierra!
Pero, si para darle vida a tu primer huerto de permacultura necesitas quitar algunas
raíces duras, no te preocupes. Simplemente, concéntrate en la labranza ocasional
para preservar la vida orgánica.
Un suelo bien nutrido tiene menos necesidad de ser trabajado. Así, es más fértil y
ofrece una tierra de mejor calidad. A su vez, esta tierra te dará buenos y hermosos
vegetales. Lo puedes considerar como una relación de dar y recibir con tu huerto.
Lo alimentas y, a cambio, requiere menos trabajo y te ofrece productos de calidad.
Abonos verdes para enriquecer tu suelo
Plantas para optimizar la calidad de tu tierra
Abonos verdes
Estas plantas se cultivan especialmente para enriquecer el suelo.
Son doblemente beneficiosos:
● Dan un suelo más "suelto"
● ¡Alimentan el suelo con materia orgánica!
Por lo general, se hace antes del cultivo que deseas cosechar para evitar la presencia
de hierbas indeseadas y para enriquecer el suelo con minerales. Se denomina "abono
verde pionero".
Si eliges sembrar entre dos cultivos en un período de inactividad, se denomina "abono
verde de oportunidad".
Algunos ejemplos
A cada abono verde corresponde: un peso de semillas a sembrar, un período
adecuado para la siembra, un sistema radicular, un requerimiento de agua, una
velocidad de crecimiento, un tipo de suelo ideal...
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Loto corniculado
Por ejemplo, si tu suelo es pobre y calcáreo, no dude en probar el "loto
corniculado" (lotus corniculatus). Con sus flores amarillas, tienen un enraizamiento
muy fuerte y un crecimiento rápido, es un abono verde pionero que resiste muy
bien a la sequía.
Consejo
Siembra 250g por 100m2 en primavera. Te dará un suelo más fértil para que otras
especies puedan encontrar condiciones más favorables para su establecimiento.
El compost, o cómo reciclar las materias orgánicas
El valor de los desperdicios
Aquí, el objetivo es nutrir tu suelo reciclando tus "desechos". Podría ser: piel de
frutas y verduras, posos de café, cáscaras de huevo, hojas secas, restos de
cosechas viejas...
En realidad, estos "desechos" son una pequeña mina de oro (¡en la que no gastas
nada!). Reutilízalos sin moderación, en el huerto o en la superficie del suelo.
El volumen de "desechos orgánicos" es solo un reflejo de la abundancia de tu suelo.
Cuanto más fértil es, más produce. Un poco como los humanos: cuanto más
comemos, más cosas tenemos que digerir y, más expulsamos… "oro" en la
naturaleza. “Nada se pierde, todo se transforma”.
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Entonces hay que dejar todo lo que crezca allí, porque la noción de "desperdicio" es
solo temporal, vale oro si sabes cómo y por qué recuperarlo.
● Toda planta es materia
El término "materia orgánica" es solo el sinónimo de toda planta que crece en el
suelo. Ya sean los desechos de tu huerto, tus verduras o las plantas de las que
estas tratando de deshacerte, cada uno nutre el suelo a su manera.
Dos opciones de abono para dos suelos diferentes
Compost en pilas o montones
Para tu primer jardín de permacultura, opta por una pila de compost.
¡Este método te permitirá obtener de forma natural una materia ideal para comenzar
tus plantaciones!
Su realización es muy sencilla: solo hay que alternar varios desechos orgánicos con
diferentes propiedades (descomposición rápida o lenta).
● Consejo
Para acelerar su evolución, mezcla tu montón de compost durante la fase de
descomposición del material.
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Compost en "superficie"
Por el contrario, si dispones de una superficie donde el suelo ya ha sido nutrido y el
cultivo es más antiguo, también puedes hacer compostaje en "superficie". Para ello,
coloca simplemente la materia orgánica directamente sobre el suelo a alimentar.
● Consejo
Para maximizar la nutrición de tu suelo, puedes aplicar abonos a lo largo del año.
Completa tus desechos para obtener un abono de calidad
Para estas dos opciones, tendrás que añadir un poco de materia orgánica a tus
desechos.
Dispones de varias opciones:
● Las empresas especializadas ("compostadores profesionales")
● Los estiércoles de corral de diferentes granjas
● La paja de varios cereales
Sé creativo y busca en tu hogar. También pueden servir el estiércol de caballo,
serrín, recortes de hierba del barrio... ¡Hay tantas opciones para enriquecer tu abono!
● Consejo
Piense en usar paja, es fácil de manipular y muy ventajosa desde el punto de vista
económico.
Materia orgánica para optimizar el riego
¡Cuanta más materia orgánica tenga tu suelo, menos necesidad tendrás de regarlo!
De hecho, la cubierta que se forma permite mantener más humedad en el suelo
durante los períodos secos.
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Alimentar bien tu tierra también significa invertir en agua... ¡y en tiempo para regar!
Pero cuidado, esto no te exime de regar de manera mínima tu huerto de
permacultura, ¡especialmente tus plantas más pequeñas! Tienes que adaptarte a
las condiciones climáticas y las necesidades de tu suelo.
Cuando riegues, asegúrate de verificar que el agua penetre bien en el suelo y
asegúrate de ahorrar el agua. De manera similar, puedes configurar un sistema de
recolección de agua de lluvia, bombearla a un río o estanque, o combinar estos
diferentes métodos.
● Consejo
¡Coloque pequeños depósitos en diferentes lugares de tu jardín para recolectar y
almacenar agua!
3 pasos para empezar tu primer
huerto o jardín de permacultura
Tómate tu tiempo
Un jardín de permacultura no se hace de la noche a la mañana. La paciencia, la
autonomía y la abundancia natural se adquieren paso a paso.
Estás en el camino correcto, lanzándote a tu primer huerto, ¡ya estás dando un gran
paso!
Tres etapas para los tres primeros años
El umbral de los primeros 3 años
El objetivo es iniciar un ciclo de fertilidad recuperado. Cada etapa corresponde a un
año:
● El primer año: consiste principalmente en preparar tu huerto
● El segundo y tercer año: son tus primeros años de producción autónoma
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El primer año: una etapa decisiva para tu huerto
Para que tu huerto de permacultura sea fértil y autónomo, necesita una buena
preparación.
Organiza un huerto ideal
Al pasar tiempo en tu huerto, asegúrate de que sea tan agradable para trabajar
como para vivir. Es por ello que la organización es tan importante; es una etapa en
sí misma.
¡Date tiempo para pensar, planificar y hacer realidad el huerto de tus sueños!
Piensa en la disposición de los diferentes espacios y su situación en relación con tu
hogar. Si es posible, intenta reservar espacios para el jardín, el relax, el huerto, los
invernaderos... Lo principal es sentirse cómodo para que el trabajo sea divertido.
● No olvides La circulación es un elemento constructivo para tu huerto,
piensa en el tamaño de los pasillos.
Prepara tu suelo
El suelo de tu huerto necesita una preparación mínima. Es único, su composición
es propia de cada lugar. Para optimizar tus cosechas, tendrás que adaptar tus
cultivos. Por eso es importante conocerlo bien.
Existen tres tipos de suelo:
● Ya apto para cultivos, rico en humus, ligero y con un pH equilibrado
● Moderadamente favorable: un terreno bastante pesado y arcilloso, o una
tierra arenosa, ácida o básica
● Adecuado para cultivos: se dice que este suelo es "extremo en algo"
Si tu suelo no es apto para cultivos, no dude en:
• Utilizar la técnica de "parcelas elevadas"
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• Realizar "parcelas de hortalizas"
• Hacer cultivos con la técnica de la "lasaña" (requieren una gran
cantidad de abono, pero permite un cultivo rápido)
• Utilizar el método de cultivo en montículos, solo si es adecuado
Si tu suelo ya es apto para cultivos, posiblemente puedas:
• Utilizar abonos verdes durante todo el año
• Agregar una capa de abono a la superficie antes del cultivo
• En casos extremos y si las "malas" hierbas están asfixiando tus cultivos,
elimínalas utilizando la técnica de la lona negra. Muy práctica y eficaz, se usa
frecuentemente en la permacultura.
• Todos los siguientes años son de cultivo y optimización.
El segundo año: las primeras cosechas
Has seguido cuidadosamente los consejos para optimizar tu suelo durante el primer
año. ¡Ahora, llegan las primeras cosechas!
Comienza despacio:
Tienes que ser progresivo, tu suelo aún es joven y las especies que plantas en él
no deben tener demanda de "comodidad" en particular.
Para saber qué plantas son las más adecuadas, te acompaño cada mes, durante
todo el año. Descubrirás, dependiendo de tus condiciones climáticas, qué verduras
elegir.
En mis publicaciones de la revista que he creado, con cada número aprenderás,
para cada planta mencionada, un método de siembra adaptado, algunas
peculiaridades de la especie, consejos desde la siembra hasta la cosecha,
incluyendo el mantenimiento de tus cultivos.
Organiza tu año según tus deseos
Así es como puedes organizar tu segundo año. ¡Pero sé libre! Este calendario está
aquí solo para inspirarte.
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¡Para crear el huerto que más te convenga, adapta estos consejos a tu situación
(clima, tipo de suelo...)!
Primavera
Marzo: guisantes, rúcula, chirivía.
Abril: patatas, alcachofas.
Mayo: plantas de calabacín, tomates, berenjenas, pimientos, repollo.
Verano
Junio: recoger las vainas de guisantes; sostener la cubierta orgánica del suelo.
Julio: inicio de la cosecha de patatas, tomates, calabacines, berenjenas,
seguimiento, mantenimiento y renovación de las plantaciones.
Otoño
Septiembre: siembra las espinacas.
Octubre: inicio de la cosecha de chirivías y nabos, cosecha tu primera col.
Invierno
Además de algunas cosechas, cubre tu huerto con alguna cubierta orgánica y...
disfruta de un buen y merecido descanso.
Consejo: para optimizar tus cosechas y reducir aún más la carga de
trabajo, ¡considera los cultivos perennes!
Durante este primer año de producción, es posible que encuentres algunas plagas
de suelo que se interesarán por tus cultivos. No te preocupes, cuentas con los
depredadores naturales que poco a poco irá adoptando tu joven huerto.
El tercer año: tu tierra está lista, ¡añade en él lo que quieras!
Tus esfuerzos han dado sus frutos, date un capricho
La preparación y las primeras cosechas robustas de tus dos primeros años han
permitido que tu suelo se vuelva más complejo.
Tus esfuerzos han dado sus frutos: el suelo de tu huerto es más adecuado para
albergar verduras más “delicadas”.
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Date un capricho: además de las especies plantadas el año pasado, ¡añade todas
las que más te interesen!
Primavera
Prueba los rábanos. En verano, piensa en el hinojo bulboso y las zanahorias de
conservación (puede cosecharlas durante el otoño e incluso el siguiente invierno).
Otoño
Eche un vistazo a la achicoria italiana.
Invierno
No olvides proteger del frío extremo y las heladas a las plantas que lo necesiten. La
cubierta de invierno o una buena capa de paja te servirán para tus zanahorias.
Durante este período, tu jardín no está completamente en hibernación, aún puedes
cosechar puerros, espinacas o incluso ensaladas para sus platos de invierno.
¿Y después?
Estás en el camino correcto
Tu huerto está creciendo bien; pero no olvides mantener la curiosidad y atención de
un niño todo el tiempo para observarlo, ver qué funciona y qué no, y comprender
por qué.
Continúa así
Continúa alimentándolo y vigilándolo. Nunca dejes de probar nuevas ideas y deja
volar tu imaginación. Esto está en constante evolución. Verás por ti mismo qué
funciona mejor para tu huerto.
Y... tómate tu tiempo. Define tú mismo tus propios objetivos futuros e identifica las
mejores formas de alcanzarlos.
Puedes:
● Pensar en asociaciones de plantas
● Probar tu suerte con los cultivos verticales
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● Descubrir nuevas variedades
● Estudiar diferentes formas de optimizar una cosecha en particular
Recuerda bien estos tres puntos clave
1. La permacultura es una forma de pensar y cultivar un huerto en armonía con
la naturaleza. ¡Obsérvalo para entenderlo mejor e inspirarte en él! Tu primer
jardín de permacultura te ofrecerá una variedad de verduras y frutas frescas
durante todo el año.
2. La materia orgánica y el suelo, lo has entendido correctamente, tienen un
lugar primordial en el sistema de jardinería que vas a montar. La calidad de
tus futuras hortalizas depende de ello. Un buen suministro de materia
orgánica te brinda un suelo rico y un mejor equilibrio de la humedad. ¡Cuida
tu suelo, recuerda cubrirlo bien para que esté siempre vivo!
3. La permacultura es económica. Igual que los ecosistemas, tu huerto debe
aprender paso a paso a curarse de forma natural. Se trata solo de equilibrio,
armonía... ¡y más tiempo libre! Tanto tu huerto, como tú, os volveréis más
autónomos.
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Si quieres cosechas ecológicas, cooperando con la naturaleza:
- sin depender de abonos químicos
- consiguiendo suelos fértiles y ricos en nutrientes
- controlando las plagas de forma natural
Para ello...hay que saber muchas cosas más, y empezar paso a paso.
Por eso, he creado algo único para ti.
¡Algo que no existía hasta ahora! para ayudarte a
cultivar tu jardín en permacultura, sea cual sea tu nivel!
La Revista "Siembra Permacultura"
En ella, los consejos y técnicas más importantes para CADA
MES del año. Para que puedas crear por fin tu pequeño huerto,
con los cultivos que más de gusten, y disfrutar de ello
¡Ya sea en ciudad (en tu terraza o balcón) como en el campo!
Descubrirás qué plantar cada mes, asociaciones de plantas
beneficiosas. Para cada planta, obtendrás consejos para su
cuidado (enfermedades), tutoriales de plantación, recetas,
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