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Chichi To Tsuioku No Dareka Ni

La narradora sospecha que su padre tiene una amante más joven después de escucharlo hablar cariñosamente con alguien por teléfono. Le cuenta sus sospechas a su amiga Anzu. Siguen a escondidas a la pareja hasta la estación, donde ven a la novia, que es mucho más joven de lo esperado. Se suben a un vagón contiguo sin poder escuchar su conversación. La narradora está sorprendida y confundida por la gran diferencia de edad entre su padre y su posible amante.

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Chichi To Tsuioku No Dareka Ni

La narradora sospecha que su padre tiene una amante más joven después de escucharlo hablar cariñosamente con alguien por teléfono. Le cuenta sus sospechas a su amiga Anzu. Siguen a escondidas a la pareja hasta la estación, donde ven a la novia, que es mucho más joven de lo esperado. Se suben a un vagón contiguo sin poder escuchar su conversación. La narradora está sorprendida y confundida por la gran diferencia de edad entre su padre y su posible amante.

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1

2
Chichi to Tsuioku no Dareka ni

Para mi padre y en memoria de alguien - Sumino Yoru

RebootSubs – School Idol Translation

Traducción japonés – inglés: Autotren

Traducción inglés – español:

Traducción: ElPertejo – Dantalian

Corrección: ElPertejo – Dantalian

PDF: Dantalian

School Idol Translation:

https://sit.moe/

https://www.facebook.com/LLSIT/

RebootSubs:

https://rebootsubs.com/

https://twitter.com/RebootSubs

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Soy una persona promedio. Y lo odio. Ser una persona promedio no es lo mismo que
ser una persona normal.

Ambiente familiar promedio, vida escolar promedio, habilidades deportivas promedio,


capacidad de aprendizaje promedio, aspecto promedio, paladar promedio.
Como miembro promedio de la sociedad que soy, también utilizo la palabra
“promedio” como “aburrido”.

Es por eso que, al día siguiente de tener una pelea promedio con mi familia, cuando
descubrí por pura casualidad que mi padre podría tener una amante, si bien estaba
sorprendida, acabé emocionándome. Por fin algo que no era promedio podría llegar a
mi vida. Al día siguiente de descubrirlo, sin poder contener mi entusiasmo, me reuní
con mi amiga de la infancia en una cafetería cerca de una estación a la que no suelo ir,
para no ser descubiertos.

—Estoy segura de que lo estás malinterpretando, Fuyu— Dijo Anzu con sus labios
color primavera que tan a juego iban con su nombre.

—Bueno, también me pregunto qué parte de ese hombre le puede resultar atractiva a
las mujeres, pero así son las cosas.

—Si tú lo dices…

Anzu hablaba sin parecer interesada en lo más mínimo, mientras daba sorbos de su taza
de café helado y posaba sus ojos en el libro que llevaba. Sin embargo, usaba un
sombrero y un par de gafas falsas que no suele llevar, creando un disfraz perfecto.

Es esa parte de ella, ser tan críptica, tan misteriosa, y además una persona lejos del
promedio, lo que la hace ser secretamente popular. Aunque sé, como su amiga de la
infancia que es demasiado buena como para dejarla ir, el simple hecho de poder ser así
con tan poco esfuerzo la convierte en una persona no promedio, y me provoca envidia.
Además de que es bastante más linda que el promedio. Qué envidia.

—Tan solo estaba feliz de poder volver a verte, por eso vine.

—Pero fui a tu casa antes de ayer.

—Entonces, ¿por qué crees que tu padre tiene una amante?

Levanté levemente el borde de mi gorra “Hmmm...” Titubeé, sin saber muy bien cómo
explicarlo para que Anzu me creyera. Al fin y al cabo, para una persona tan
despreocupada como Anzu, una explicación despreocupada debería bastar, así que no
lo pensé demasiado.

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—Es mi intuición.

Anzu respiró hondo.

—Aunque te lo diga tu intuición, siendo como eres, una persona que vive rodeada de
canallas, no creo que pueda confiar en que tu padre tenga una amante, especialmente
teniendo en cuenta que es imposible que te dieras cuenta si siempre andas con ese tipo
de gente, así que me gustaría que me devolvieras el favor de hacerme venir hasta aquí
cuando hace tanto calor.

— Desperdicias oxígeno hablando tanto. Y no son canallas, tan solo son espíritus
libres.

—Los espíritus libres con canallas, y la persona que lo dice es algo cercano a eso.

Anzu suele leer con bastante precisión el corazón de otras personas mientras enseña
una expresión despreocupada. Lo que la convierte en una mala persona. Conozco a
varias personas que entraron en discusión con ella y acabaron con el corazón
destrozado. De cualquier modo, no es que yo esté siempre a su lado solo para aparentar.

—Bueno, pero… si el chico con el que estás saliendo te dice que es molesto el cómo
le prestas demasiada atención a la hora y que te comportas como la hija de una
profesora, comprendería que tú, la pobre y abandonada Anzu, quieres hacerle pasar un
mal rato…

—Te voy a matar, chica a la que le gustan los padres.

Nos molestamos mutuamente un rato hasta que nos cansamos de ello.

—Entonces, según tu intuición, ¿tiene algún significado el malgastar un día entero de


nuestras vacaciones de verano?

Sí, estamos en vacaciones de verano. Un precioso día de verano para nosotras, un par
de estudiantes de preparatoria.

—Bueno, creo que esto tiene más influencia en la realidad que jugar a simuladores de
vida real en tu habitación.

—Si mi familia se desmorona, por favor, adóptame en tu familia.

—No lo hagas, por favor, mis padres te aceptarían. Quiero seguir siendo hija única y
crecer siendo una niña mimada.

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—Entonces, tan solo ayúdame a confirmar el romance de mi padre y hacer que lo deje
antes de que mi madre se entere. Así, tras saber su punto débil, puedo aprovecharme
de su debilidad cada vez que nos peleemos.

—¿Volvieron a discutir?

—Así es, de verdad me enferma.

—Aún así, sigo creyendo que será una pérdida de tiempo.

Finalmente, decidí explicar apropiadamente por qué sospecho que mi padre tiene una
amante, para darle a la siempre deshonesta Anzu una razón para ser honesta. No es
como si tuviera que hacerlo por obligación, pero aún quedaba tiempo para que Papá
llegara, y no me gusta quedarme leyendo un libro sin hacer nada, así que tenía que
matar el tiempo de alguna forma.

Fue así: escuché a mi padre llamar a una mujer joven. Ayer por la tarde, la llama de la
ira aún no se había desvanecido de mi interior, así que lo ignoré, había vuelto tarde de
su trabajo. Me encerré en mi habitación del segundo piso, donde leí revistas y jugué
videojuegos. Cuando me di cuenta, eran las 12. Bajé a lavarme los dientes. Las luces
ya estaban apagadas. Me lavé los dientes y fui a la cocina a beber algo de té. Cuando,
de repente, escuché una voz tenue proveniente de la habitación de mi padre, cerca de
la entrada. No estaba realmente interesada, pero al acercarme, lo escuché hablar con
una voz más cariñosa de lo habitual. Me irrité momentáneamente y pensé: “¿Y si
emplearas ese cariño en tu hija?”. Sin embargo, ese pensamiento se volatilizó cuando
dijo el nombre de la otra persona, claramente un primer nombre, e incluso añadiendo
el -chan al final. Tras eso, fijaron una cita y colgó. Volví rápidamente a mi habitación.

—¿Estás segura de que no es una ayudante del trabajo? He escuchado que el porcentaje
de mujeres en ese ámbito es bastante elevado.

— Siempre que habla con alguien del trabajo utiliza -san, así que no.

—Entonces piensas que verán al lado de la torre del reloj. Si termina siendo una pérdida
de tiempo, invitas al postre.

—Si conseguimos alguna prueba, te invito.

—Necesito cobrar siempre que hago algún trabajo.

—Nunca haces nada sin obtener algún beneficio...

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Mientras hablábamos tranquilamente, apareció mi padre.

Llevaba una camisa de color azul claro con una corbata elegante; se podría decir que
vestía de una forma bastante común. Mientras caminaba hacia la torre del reloj, no pude
evitar alejarme del alcance de su mirada. Confiaba en que mi disfraz me ocultaba, pero
mejor prevenir.

—Fuyu, por favor, no empieces a llorar ni nada parecido cuando aparezca la chica.

— ¿Por quién me tomas?

—Una hija de papi, que confía en él y quiere asegurarse de que este no está engañando
a su madre.

Ignorando sus palabras, me fijé en él. Tenía una mirada bastante afeminada; el pensar
que estaba engañando a mi madre hizo que se me vinieran a la cabeza pensamientos
asesinos.

—Me pregunto qué tipo de persona será. Lo dije sin pensar, pero Anzu, experta en
decir cosas fuera de lugar, comentó:
—Lo peor sería que se pareciera a tu madre de joven.

—Te voy a matar.

—No deberías decirle eso a tu padre.

—No, te lo decía a ti.

—Ah, así que me lo decías a mí.

Sé que solo era una broma, pero si acababa siendo cierto, no estaba segura de si podría
aceptarlo; mientras pensaba en eso y me convencía a mí misma de que no era una hija
de papi, me sentí aliviada.

Y llegó.

—Pero qué... Es demasiado joven... — A Anzu se le escaparon esas palabras. Al lado


de mi padre, de aspecto tan común, se encontraba una chica que, posiblemente, no
llegaría ni a cinco años más que yo.

Respiré hondo.

—Anzu, no estoy llorando, así que no me mires.

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Me sorprendí más de lo que habría podido imaginar; nunca habría imaginado que sería
una chica tan joven.

¿No es demasiado joven?

Mientras calculaba en mi cabeza la diferencia de edad que habría entre ellos dos, estos
intercambiaron unas pocas palabras y comenzaron a andar hacia la estación. Me sentí
aliviada al ver que no se dirigían hacia nuestra posición.

—Vamos.

Me ajusté la gorra, agarré a una aparentemente poco entusiasmada Anzu y nos fuimos
del local.

Agachamos la mirada, pasamos por las puertas de la estación, llegamos al primer


andén, y ahí los encontramos de inmediato. Para evitar que nos vieran, nos hicimos
detrás de ellos, a una distancia prudencial. Decidimos que, una vez que se subieran al
tren, nos montaríamos en el vagón contiguo.

—No, en el mismo vagón que ellos no. ¿Qué eres, una niña?

—Si yo soy una niña, ¿entonces tú qué eres? Pero Anzu, más importante aún, ¿has
escuchado algo?

—No, tan solo murmullos.

Ignoré a Anzu, que parecía no querer hacer nada salvo molestarme, y me pregunté
cómo era posible que esa chica se viera con alguien como mi padre.

Siendo realistas, era altamente improbable que hayan organizado una cita concertada,
algo común en Japón, por primera vez. Si fuera así, la chica no querría viajar de forma
innecesaria. Pero, si ese no era el caso, quizás se trata de una relación seria. De ser así,
¿cómo demonios se conocieron? Estoy segura de que no fue uno de esos “encuentros
del destino” de los mangas shoujo. Conozco a los empleados de su trabajo y no hay
nadie tan joven entre ellos. Quizás se trate de una nueva empleada.

Eso sería lo peor.

Mientras pensaba en todas esas cosas, el tren llegó y, tras asegurarnos de que subían,
nosotras hicimos lo propio. Nos movimos por varios vagones dentro del tren hasta que
vimos los pies de ambos. Estaban sentados el uno al lado del otro mientras se mirabas
entre sí con caras de felicidad en el vagón contiguo. Tuvimos suerte de que ambos

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vagones tuvieran ventanas en la separación entre estos. Nos sentamos en un lugar desde
el cual podíamos verlos con claridad.

—Están muy cariñosos.

—Aún no podemos asumir nada.

—Fuyu, tú eres la que comenzó con todo este tema del engaño a tu madre.

No encontré nada con lo que responderle, y ella resopló exageradamente.

—Para empezar, ¿por qué se enfadó contigo si…? quiero decir, ¿por qué se pelearon?

Me agarró de los cachetes. Juro que le voy a morder esos dedos. Sin girarme hacia ella,
recordé la pelea de hace unos días.

Todo comenzó por una tontería. Estaba viendo una película que, por casualidad,
estaban mostrando en la televisión. Ese día, por casualidad, mi padre llegó a casa antes
de lo normal. Mientras veía la película en el sofá del salón, papá empezó a cenar en la
mesa de atrás. Y como estoy cansada de los días aburridos y monótonos, le dije, sin
mucho ánimo mientras veía la película y jugueteaba con mi teléfono:

—Debe ser muy aburrido vivir una vida larga sin que pase nada.

La película trataba, por casualidad, ese tema. No esperaba que me respondiera, pero lo
hizo.

—Eso no es cierto.

Quizás esa fuera mi oportunidad. Su tono era parecido al de un regaño, lo que hizo que
mi cerebro se activara, y le respondí: “Tienes razón, vivir sesenta años sin que nada
cambie no es aburrido. Es desesperante.”

Mucha gente pensaría que debí haberme callado y haberlo dejado ahí. Sin embargo, la
culpa era de mi padre, que era el que estaba rompiendo la armonía de nuestra familia.
Aún no había terminado mi frase, así que continué.

—Antes que vivir una vida aburrida hasta el final, prefiero morir de una forma
dramática.

—Fuyumi.

Dijo mi nombre, así que giré y lo miré. Me miró con una cara que indicaba que me iba

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a sermonear. Viendo esa cara, sin importar lo que fuera a decir, y como posiblemente
cualquier adolescente en el mundo, me enfadé.

—No deberías decir que prefieres morir.

—¿Dirás cosas aburridas como que hay gente en el mundo que quiere vivir más?

—Sí, lo haré.

—Como se esperaría del aburrido padre de la aburrida yo.

A partir de ahí comenzaron los insultos, así que no hay necesidad de recordar más.
Eventualmente me molesté, así que me fui a mi habitación. Escuché un golpe desde
atrás, pero lo ignoré.

Si le cuento esto a Anzu, es probable que pregunte hasta que lo cuente todo, así que lo
expliqué brevemente.

—¿El significado de la vida?

Aunque le expliqué con mi mejor cara de seriedad para que no me detuviera, respondió
con un sorprendente “eh”. Siempre que el tema se torna serio, Anzu parece hundirse;
figurativamente, claro. No se hunde en verdad.

Por un momento, el sonido de un tren en movimiento nos interrumpió. Al final,


llegamos a cierta estación, en la que papá bajó primero. Aparentemente, es el
organizador de la cita hoy. En realidad, no importa, pero me pregunto qué tipo de citas
planea cuando sale con mamá. Supongo que debe ser aburrido.

Insté a Anzu, quien estaba leyendo un libro, y salimos del tren también. Por suerte, no
miraron atrás. Anzu se estiró a mi lado.

—Fuimos bastante lejos, ¿verdad?

—Sí, nunca había bajado aquí.

Había pocas personas en la plataforma, y viendo los alrededores de la estación


difícilmente se podía decir que fueran alegres. Aunque no del todo, no era un lugar
ideal para una cita.

—Ideal para rentar un lugar con esa chica.

Anzu dijo algo desagradable de nuevo, como si leyera mi mente. Si ese fuera el caso,

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lo amenazaré para que me dé todo el dinero de la renta como recompensa. No le daré
nada a Anzu.

Los seguimos, dejando la distancia necesaria, pasando las puertas había una rotonda
justo enfrente de la estación. Como si reaccionaran ante mi preocupación de que
tomaran autobús o taxi, ignoraron esos medios de transporte y subieron la ladera justo
detrás de la rotonda. Junto a ellos, otras personas tomaron la misma ruta desde la
estación. Delante de la ladera, se veía solo como una colina promedio.

Arrastré a Anzu, quien decía cosas como “Ehh, no quiero hacer ejercicio…” mientras
íbamos detrás de ellos.

—No lo hagas… Moriré si hago ejercicio con este calor…

—¡No morirás! Solo mirándote, cosas como los genes no tienen sentido.

—Moriré si no me invitas el parfait más caro…

—¡Qué costo de manutención tan alto!

Me costó bastante llevar a esta chica, actuando de mala gana y siendo ruidosa. De todos
modos, también soy difícil de tratar y soy ruidosa, probablemente por eso nos hemos
aguantado como amigas todo este tiempo.

En medio de las quejas, empezamos a subir la ladera e inmediatamente empecé a sudar.


Compartimos una botella de agua de una máquina expendedora y empezamos de
nuevo. Una pareja de ancianos nos alcanzó llenos de energía, sentimos una extraña risa.
Me pregunto hacia dónde se dirigen, pasando este problema. La respuesta llegó
rápidamente. Delante de la colina, había unas extensas escaleras de piedra.

Además de un parqueadero, y un gran aviso para coches.

—Anzu, es un cementerio.

—¿Un cementerio? Ah, un cementerio…

Mientras el calor se apoderaba de nuestra capacidad cerebral, continuamos avanzando


mientras mirábamos distraídamente las espaldas de los ancianos. Comencé a escuchar
cosas como “Llévame…” o “Cárgame…” pero las ignoré. Luego de encontrar a papá
e invitarla a un parfait, incluso una niña como ella debería estar satisfecha.

Cuando finalmente llegamos al final de las escaleras, una pequeña pendiente quedaba
por delante, y tal vez gracias a la adrenalina, una nueva teoría vino a mi mente.

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—Tal vez es una hija ilegítima.

—… Ya no me interesa…

Había una máquina expendedora en el lugar perfecto, como si estuviera planeada para
quienes llegaran cansados a la cima. Compré un jugo para la exhausta Anzu. Me
sentiría culpable si de verdad muriera en un cementerio. Aunque, a diferencia de la
ladera y las escaleras de antes, esto parecía mucho más fácil. Vimos tumbas por todas
partes, y mientras admirábamos las formas extrañas de algunas, los seguimos. Cuando
nos dimos cuenta, el suelo empezó a ser de piedra. Aún no parecía que se fueran a
detener. Era casi el Obon1, así que me pregunté si estaría relacionado.

Honestamente, comencé a pensarlo. Quizás un amigo suyo murió y se dirigen a su


tumba con la hija de esa persona. Me congelé. Sería una conclusión aburrida. Y no
quiero algo así.

Siguiendo adelante, como si se eliminaran las cosas innecesarias, el entorno se volvió


gradualmente más silencioso hasta llegar a escuchar el sonido de nuestros propios
pasos. El viento empezó a soplar, y al llegar a una parada para tomar agua, subieron
unas cortas escaleras. Cuando notamos que sus figuras desaparecieron, también
subimos. Quizá el viento estaba a nuestro favor, porque su conversación llegó hasta
nuestros oídos.

—¿Alguna vez le has dicho a tu hija?

No creo que se haya fijado en nosotros, pero me sorprendió.

—No, pensé que era un buen momento, pero al final, no pude decírselo.

Al escuchar esa voz llena de dolor, sentí un sudor frío bajar por mi frente.

—Ya veo… bueno, esto puede ser imprudente de mi parte, pero si fuera tu hija, creo
que me gustaría saber sobre una persona irremplazable en la vida de mi padre.

Al escuchar eso, podría haber corrido las escaleras y gritar: “¡Así que después de todo
eras culpable!”. Pero no lo hice debido al cansancio, así que me limité a escuchar la
respuesta de papá.

Sin embargo, como si le gustara hacer bromas, el viento cambió en sentido contrario.
Inconscientemente miré a Anzu, y dijo lo que se esperaría.
1
Obon: Festividad japonesa que tiene el objetivo de honrar los espíritus de los antepasados.

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—¿Por qué no vas y preguntas?

— Pero…

—Iré contigo. No hay problema.

Mi preciada amiga me animó y me decidí. Pensé en subir algunos escalones e


interrumpirlos con un tono serio, pero no fue tan bien.

Hice contacto visual con papá, quien, por alguna razón, se había dado vuelta. Ambos
nos sorprendimos, y como padre e hija, dijimos, con el mismo tono y al mismo tiempo

—Uwah”. Resonó en el cementerio.

—¿¡Fuyumi, por qué!?

—¡Hola!

Parecía que solo notó la presencia de Anzu con ese saludo animado, y se sorprendió
nuevamente.

Ante un desarrollo tan inesperado, pensé en algunas excusas, pero decidí tomar el
camino agresivo.

—Papá, por favor explícame lo que dijeron hace un rato.

—¿Hace un rato…?

—Acerca de tu persona irreemplazable.

Ante mi agresividad, papá pareció pensarlo un poco. Como pensaba, nos invitó a subir
las escaleras. Siguiéndolo, se vio a la chica de antes parada en medio de esa sección de
tumbas. Al acercarme, confirmé que tenía más o menos nuestra edad. Al pensar en que
ella sabía algo que mi padre no pudo decirme; una indescriptible irritación invadió mi
mente.

La chica se sorprendió y nos miró. Papá se hizo a un lado y nos presentó.

—Bien…

Solo tienes que decir “Bien, esta es mi hija”. Bueno, si ella es su hija ilegítima o su

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amante, es natural dudar, supongo.

—Lamento presentarlas tan repentinamente, pero…

La chica se asombró, con razón.

—¿Será una coincidencia? Es mi hija, Fuyumi.

—… Hola.

Por el momento la saludé, pero levantando la voz dijo “Aah”. Fue una voz sorpresiva,
pero extrañamente, tenía un tinte de felicidad.

A continuación, en lugar de presentar a la chica, señaló a Anzu. Ella, que estaba


mirando la tumba, miró a la chica.

—Y ella es Anzu, la amiga de la infancia de Fuyumi y la hija mayor de Kyouko-san.

—Encantada de conocerte. Mi madre ha estado a tu cuidado. —Respondió Anzu


desinteresadamente, fue una rara muestra de buenos modales. La chica se sorprendió y
nuevamente dijo “Aah”. No esperaba que supiera de Kyouko, la madre de Anzu.

¿Quién demonios es esta chica?

Nos saludó con un respetuoso “Encantada de conocerlas”. Papá, que estaba viendo,
finalmente procedió a presentar a la respetuosa candidata a amante o hija ilegítima.

—Se llama Yamauchi Ryouka. — Ryouka, es a quien papá estaba presentando. Pero
nunca había oído hablar de ese apellido.

Al ver mi confusión, papá señaló la tumba.

—Es la hija del hermano mayor de quien está descansando en esta tumba.

—Mucho gusto, he estado al cuidado de tu padre. — Me saludó, pero al no saber qué


clase de cuidado ha tenido de mi padre, me sentía perdida. Para no ignorarla, respondí
con un “No es nada”.

Al mirar la tumba, vi escrito “Familia Yamauchi”. Una vez más, no pude recordar a
nadie con ese nombre.

Con todas las cosas que no sé, pude concluir algo.

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No puede haber una amante o hija ilegítima que se presente tan respetuosamente.

Así que, en conclusión, parecía ser una gran pérdida de tiempo en nuestras vacaciones
de verano. Anzu empujó con sigilo mi espalda. Parece que tendré que invitarle otro
parfait.

Pero ¿entonces qué?

—Y, ¿por qué están ustedes dos aquí?

—¿Quién es la persona que descansa en la tumba? —Si se da cuenta de que


sospechábamos de él y que lo estábamos siguiendo, perderíamos la ventaja, así que
evadí la situación. Y por supuesto, también tengo curiosidad.

Papá puso cara de preocupación, y creo que no fue por esquivar su pregunta. Por alguna
razón, miró a Anzu primero, y luego a mí.

Pensé, “Si no está haciendo nada indebido, entonces no lo hagas sonar como algo tan
importante” cuando una inesperada voz surgió a mi lado.

—No te preocupes, ya lo sé. —le dijo Anzu. Miré la tumba, ¿lo sabe?

Me sorprendió su traición repentina

—Anzu, ¿de qué hablas? ¿No dijiste que nunca habías venido? ¿Me mentiste?

—No, nunca he estado aquí. Pero hace un rato tuve una corazonada. No te preocupes,
no mentiría con cosas tan importantes— Anzu me miró fijamente. Me causó
curiosidad.

Mientras pensaba en cosas que podrían divertir a mi vieja amiga, como si se resignara,
él dijo “Está bien”.

Después, lentamente, como si pensara cada palabra con cuidado, papá me contó la
historia de quien descansaba en la tumba.

Rápidamente, cargando con las emociones del momento.

Luego de escuchar su historia, me alejé.

Estaba impactada.

En el pasado desconocido de mi papá.

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Tuvo una experiencia inimaginable.

También entendí la razón de que hace un par de días se esforzara tanto en corregirme.
Para él, el término “muerte prematura” era una realidad muy cercana, a diferencia de
mí.

Pero honestamente, lo que más me impactó no fue su pasado, sino que, para papá, esa
persona seguía siendo importante.

Noté por el tono de su voz y su expresión, que no era solo una amistad.

Fue una historia increíble, por lo que fácilmente podía sospechar, podía usar mi
teléfono para investigar sobre el tema. Aun así, terminé confiando en él. Por como
hablaba definitivamente no era alguien inventado.

Como su hija, hay muchas cosas que debí decirle, pero no lo hice.

—¿Todavía te gusta? — Pregunté por simple curiosidad. Entonces, después de


sorprenderse por un momento, sonrió levemente y movió su cabeza en negación.

—No sentía el tipo de sentimientos que estás imaginando, Fuyumi. No sentíamos amor.

—Pero tampoco eran amigos, ¿verdad?

—No lo éramos, familia o novios tampoco. Decía que solo éramos conocidos que se
llevaban bien, pero eso también es incorrecto.

—No entiendo.

—Sí, probablemente nadie lo entienda.

Se oía indeciso.

—¿Te divertías con ella?

Con esa pregunta, de una niña, papá profundizó su sonrisa.

—… Sí, fue divertido, fueron momentos especiales.

Ah, ya veo.

—Pero Fuyumi, escucha. — Se dirigió únicamente a mí.

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—Solo quiero que sepas una cosa.

¿Ahora qué?

—Lo mejor para mí, es ahora.

Con esa repentina y vergonzosa (o no) declaración, recordé la conversación que


tuvimos hace unos días.

—Conocí a tu madre, naciste y vives con alegría. Es una vida normal apacible, pero no
hubo un solo momento en mi vida donde fuera más feliz que ahora. Quiero que lo sepas
y lo creas.

Las palabras de papá fueron tan directas que me sorprendieron un poco. Desvié mis
ojos hacia la tumba y respondí con un “Ya veo”.

Sin saber cómo continuar la conversación, seguí mirando la tumba. Entonces, Anzu
dijo:

—Si eso dices, ¿no debiste haber venido antes con Fuyu?

Con esas palabras, llenas de sentimientos hacia su mejor amiga, mis ojos volvieron a
papá, y respondió con honestidad.

—Es totalmente cierto.

—Pensé en decírtelo algún día, pero no sabía de qué manera. Fuyumi, lo siento.

Incluso disculpándose, no sabía qué decir, así que nuevamente respondí con un “Ya
veo”.

Mientras volvía a usar la tumba como escape, me habló de Ryouka-san. Parece que
recién comenzaron a encontrarse directamente. También parece que se conocieron
porque quería saber sobre la tía que murió antes de que ella naciera.

Habiéndonos quitado la razón para continuar sospechando, decidimos presentar


respetos a la tumba. Vertimos agua y umeshu2 que papá trajo. Cuando terminamos,
papá recordó algo innecesario.

2
Umeshu: Licor japonés elaborado con ciruela.

17
—Ahora que lo pienso, ¿por qué estabas aquí?

—… Le diré a mamá sobre la chica de tu pasado.

Incluso si era una broma, papá puso cara de angustia.

Normalmente, me habría reído, pero aún no sabía cómo asimilar todo, así que lo dejé
así.

Bajamos la colina, nos subimos al tren y nos despedimos de Ryouka-san en la estación,


con la promesa de comer algo juntas la próxima vez. Intercambié información de
contacto con ella, con la esperanza de que tal vez en algún momento pueda usar todo
esto como una historia divertida.

Luego fuimos a cierta estación en nuestra ciudad, y pensé que sería el momento de
sentarnos con papá, pero Anzu dijo de repente: “Bueno, me voy”.

—¿Qué hay del parfait? ¿No lo quieres?

—La próxima vez. Por ahora, te dejo a Fuyu, así que llévense bien.

Anzu me golpeó la espalda con sigilo, y después de hacer planes para mañana, se montó
en su bicicleta y se fue. Pudo haber sido atenta, pero pensé por un momento que no
debió dejarnos con esa incomodidad, sentí que duraría bastante.

También había venido en bicicleta, así que papá sugirió que me fuera primero, pero usé
de excusa que quería que me comprara un helado.

El sol se estaba ocultando, y se sentía un poco más fresco.

Hablamos sin hacer nada, pretendiendo que nada había sucedido. Básicamente, hablé
sobre Anzu y Ryouka-san. No creo que se haya dado cuenta de que solo estaba ganando
tiempo.

Comencé a quedarme sin ideas para temas de conversación, por lo que llegó el
momento de hablar de cosas serias.

Pero… ¿qué se supone que debo decir para quitarme de encima esta sensación de
incomodidad?

No, soy yo la que debería pedir perdón. Papá también me ha pedido perdón. Esta
sensación se debe a que soy yo la que está en deuda.

18
Debería disculparme. No por el hecho de que mi padre tuviera una experiencia especial
en preparatoria, sino porque dije cosas indebidas.

Por reírme de la vida que él considera que es la felicidad.

Sin embargo, incluso queriendo decirlo, parece que ser padre e hija es algo bastante
inconveniente mientras murmullaba “umm” y “ehh”, al final, ninguna palabra salió de
mi boca.

Hice lo que pude, pero al final, parece que la incomodidad acabó ganando.

Como alternativa, intenté preguntar.


—¿Cómo elegiste tu vida?

La conversación cambió de tema y se centró en mi futuro.

—Antes que trabajar como editor, por ejemplo, en preparatoria, después de ese
incidente, ¿no pensaste en convertirte en doctor o algo parecido?

Parece que esta pregunta afectó a mi padre más de lo que pensaba.

—Bueno, veamos... — Se quedó en silencio un rato, pensando.

—Lo consideré. Sin embargo, tras su muerte, decidí no vivir atado al pasado.

—¿Por qué?

—Porque la lección más importante que aprendí de ella fue aprender a vivir
aceptándote. Pensando en lo que quiero y en lo que considero importante, así es cómo
elegí mi vida.

Así es como consiguió su vida extraordinariamente común.

—¿Quieres que yo también elija una vida como la tuya?

—No, quiero que elijas tu propio futuro, haciendo lo que desees. Eso también forma
parte de mi forma de pensar.

—Si tú lo dices. — Le volví a responder de forma muy vaga.

Al final, sin ser capaz de decir nada importante, sin ser capaz de pedir perdón, llegamos
a casa. Fui a aparcar mi bici como si nada hubiera pasado.

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En ese momento me había rendido, pero cuando volví, me llamó “Fuyumi.”

—Perdón por no haberte contado algo tan importante.

—¿Te refieres a Sakura-san?

Pensé que así sería, pero mi padre negó con la cabeza.

—Me refiero a que tu existencia es algo extraordinario.

Qué dice...

Las palabras que asaltaron mi mente eran vulgares, pero a la vez, trajeron sentimientos
agradables que me hicieron recapacitar.

—Yo también lo siento.

Fue corto. Muy corto, pero pude finalmente pedir perdón.

Y así, volvimos a nuestra normal y ordinaria casa.

—Chica a la que le gustan los padres.

Fue lo primero que Anzu me dijo cuando nos vimos un día de vacaciones, así que pensé
en cancelar la invitación al parfait, pero honestamente, con lo que pasó, no pude
negárselo, así que decidí ir obedientemente a un restaurante familiar.

—¿No salió bien? ¿No es lo que dicen de la calma después de la tormenta? Ah, ¿quieres
chicle?

—No quiero. Pero bueno, era una buena oportunidad de aclarar las cosas. Y pusimos
fin a las dudas.

—Eso es bueno. Y apuesto a que lo agarrarán de nuevo con algo similar.

Sobre todo, me alegra que esta amiga mía que parece como si no pudiera vivir sin decir
siempre cosas innecesarias, lo esté haciendo bien.

—Pensé en ser feliz.

—¿Incluso si es aburrido?

—Sí. Creo que si priorizo mi felicidad, no se hará aburrido.

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Habiendo escuchado la historia de papá, y de esa persona en su memoria, cuyo rostro
o voz no conozco.

—Oh, cierto. Fuyu, ¿puedo hablar del futuro ahora?

—Sí, sí.

—Ayer estuve hablando con mi madre, y nos dio permiso para el viaje entre tú y yo el
otro día.

—¡Vaya! ¡La sobreprotegida Anzu-chan recibió permiso para ir de viaje! Debió haber
sido difícil obtenerlo.

—Por supuesto, me preocupa que no puedan aguantar unos días sin su linda hija.

—Solo déjales un peluche o algo.

A nosotras, dondequiera que estemos, hagamos lo que hagamos, mientras nos


emocionamos con nuevas esperanzas para el futuro, un viento suave nos envolvió.

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