ACTO 1
Voz en off:
Luego de la conquista y colonizació n españ ola del Continente Americano, el territorio se
dividió en Capitanías y Virreinatos con el objetivo de organizar social y políticamente a las
poblaciones, instalar un nuevo sistema de vida y optimizar la extracció n de recursos con
destino a la Corona españ ola.
El primer virreinato fue el del Perú desde donde se crea el virreinato del Río de la Plata el de
mayor superficie de toda América con su Capital en Buenos Aires. Se extendía desde el Sur
de Perú hasta el cabo de Hornos y las islas Malvinas y desde el río Uruguay hasta la
Cordillera de los Andes teniendo ademá s un sector africano en la actual Guinea Ecuatorial.
A partir del puerto y de las zonas de explotació n de recursos comenzó a desarrollarse el
comercio interno y una industria precaria basada en los textiles de lana y algodó n, los
cueros, los carruajes y los astilleros.
Esta nueva composició n social requirió de una organizació n política compleja que implicó
una conducció n en manos de un representante del Rey, el Virrey y cabildos que oficiaban de
á mbitos legislativos.
Ademá s se organizaron milicias, colegios y universidades la má s antigua la de Có rdoba, la
má s revolucionaria, la de Chuquisaca en la actual Bolivia.
Mientras tanto en la universidad de Chuquisaca se formaban los hijos de españ oles y criollos
oriundos del Río de la Plata como Mariano Moreno, Juan José Castelli, Bernardo de
Monteagudo, Juan José Paso entre otros quienes participaran activamente en el proceso de la
independencia Argentina
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En 1806 una flota britá nica ataca defensas criollas en Ensenada de Barragá n y desembarcan
en Quilmes venciendo a las milicias populares de Buenos Aires y ocupan la ciudad mientras
el virrey Sobremonte se refugiaba en Có rdoba.
Santiago de Liniers con las tropas entrenadas por Juan Martín de Pueyrredó n y Martín de
Á lzaga recuperará n la ciudad luego de dos meses de ocupació n.
Luego de la recuperació n de la ciudad, un cabildo abierto en Buenos Aires había quitado al
virrey el mando militar de la ciudad y Santiago de Liniers asume el mando político del
Virreinato y Martín de Á lzaga pasa a ser el alcaide de la ciudad.
En 1807 una segunda expedició n militar britá nica ocupa Montevideo y desembarca en
Buenos Aires con má s de 1000 soldados. Son derrotados por las tropas criollas al intentar
conquistar la ciudad.
En la població n de Buenos Aires reinaba el descontento por la falta de conducció n política y
militar por parte de las autoridades españ olas en la defensa de la ciudad y esa será la semilla
para los acontecimientos de los pró ximos añ os.
Pese a todo, la Junta Suprema de Sevilla, nombró a Baltasar Hidalgo de Cisneros virrey del
Río de la Plata en 1809, en reemplazo de Santiago de Liniers. Su misió n principal era
recomponer la autoridad virreinal.
Diálogo de agitadores
Agitador 1: Tuvieron Que correr estos inglesitos!!!!
Agitador 2: Con el Río de la Plata no se jode!!! Aprendan!!!!
Agitador 3: SE la dimos brava a estos!!! Se pensaban que se la iban a llevar de
arriba!!!!
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Agitador 2: Che… Del Virrey ni noticia, no???
Agitador 1: Y de los Cabildantes???
Agitador 1: Mirá …Ta clarito que acá nos podemos defender solitos y que no
nos hacen falta los maturrangos…
Agitador 2: Pero por supuesto!!!! Acá vamos a tener que cambiar algunas
cositas, esto así no va má s!!!
Agitador 1: El Virrey y sus secuaces se rajaron para Có rdoba me dicen los
Araucanos!!!
Agitador 2: Que pedazo de cobardes!!! Y dejaron al Pueblo a defenderse solo!!!!
Ya van a ver!!!!
TODOS: ESTO SE VA A PUDRIR!!!! SE VA A PUDRIR!!!
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ACTO 2
Voz en off:
El 14 de mayo de 1810 había llegado a Buenos Aires la fragata inglesa Mistletoe trayendo
perió dicos que confirmaban los rumores que circulaban intensamente por Buenos Aires:
había caído en manos del ejército francés de Napoleó n, la Junta Central de Sevilla, ú ltimo
bastió n del poder españ ol.
A medida que los porteñ os se fueron enterando de la gravedad de la situació n, fueron
subiendo de tono las charlas políticas en los cafés y en los cuarteles. Todo el mundo hablaba
de política y hacía conjeturas sobre el futuro del virreinato.
La situació n de Cisneros era muy complicada. La Junta que lo había nombrado virrey había
desaparecido y la legitimidad de su mandato quedaba claramente cuestionada.
Esto aceleró las condiciones favorables para la acció n de los patriotas que se venían
reuniendo desde hacía tiempo en forma secreta en la jabonería de Vieytes, en la casa de
Rodríguez Peñ a, y en la Casa de Café Marcos.
Diálogo de agitadores
Agitador 1: Estos tipos quieren manejar todo! Qué se creen si ya ni el Rey está en su
trono! No son capaces de organizar ni siquiera el trá nsito de los carros y los caballos
en la Plaza Mayor!
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Agitador 2: Ni siquiera fueron capaces de ponerse al frente cuando nos atacaron los
ingleses… Sobremonte, como una gallina clueca, en vez de preocuparse por el Pueblo
se preocupó por el tesoro y se rajó para Có rdoba con el rabo entre las patas! En
cambio, Liniers, Pueyrredó n, Huibidobro o Don Martín de Á lzaga… Esos si que son
Patriotas!!! Quien lo hubiera dicho! Esos si que pusieron lo que hay que poner! Me
acuerdo como corrían por la calle Defensa esos britá nicos!
Agitador 1: Bueno, basta de lloriqueos, vamos a resolver esto rapidito … Este Virrey
Cisneros que lo vino a correr a Liniers se tiene que ir!!! Armemos una junta con
quienes han defendido a nuestro Pueblo!!! Basta de tipejos que só lo defienden los
intereses de los ricachones vinculados al imperio!!!
Agitador 3: Usted tiene razó n!!! Yo se que se está n juntando en la en la jabonería de
Vieytes, en la casa de Rodríguez Peñ a, y en la Casa de Café esa que se llama “Marcó ”!!!
TODOS: Vamos para allá !!! Vamos, vamos!
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ACTO 3
Voz en off:
La noche del 18 de mayo, los jó venes revolucionarios se reunieron en la casa de Rodríguez
Peñ a y decidieron exigirle al virrey la convocatoria a un Cabildo Abierto para tratar la
situació n en que quedaba el virreinato después de los hechos de Españ a.
El grupo encarga a Juan José Castelli y a Martín Rodríguez que se entrevisten con Cisneros.
El sá bado 19, luego de muchas reuniones entre líderes políticos de Buenos Aires, los
patriotas han acordado un curso de acció n: exigirá n que se debe convocar a un Cabildo
Abierto que discuta si el Virrey debe continuar o no en el cargo y si formar una Junta de
Gobierno
Saavedra y Belgrano se reú nen con el alcalde del Cabildo, Lezica, para exigirle la
convocatoria.
Por su parte, Juan José Castelli hizo lo propio ante el síndico Leiva.
El domingo 20 el virrey Cisneros reunió a los jefes militares y les pidió su apoyo ante una
posible rebelió n, "si está n dispuestos a sostenerme en el mando"; en ese caso, dice Cisneros,
"el hervor de los que pretenden tan peligrosas innovaciones quedaría disipado".
Cisneros había perdido el poder político sobre las tropas, todos los jefes militares se
rehusaron a brindarle apoyo frente a la acció n de los líderes políticos revolucionarios.
Por la noche, Castelli y Martín Rodríguez, segundo comandante de Hú sares, concurren al
Fuerte a presionar nuevamente al Virrey con el pedido de cabildo abierto. El virrey dijo que
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la actitud de los Criollos era una insolencia y un atrevimiento y quiso improvisar un discurso
pero Martín Rodríguez le advirtió que tenía cinco minutos para decidir.
Frente a una fuerte reprimenda de Martín Rodríguez y ante la falta de apoyo de los militares
Cisneros convocó al Cabildo para el día 22 de Mayo.
En el «Café de los Catalanes y en «La Fonda de las Naciones», los criollos, entre los que se
encontraban Domingo French y Antonio Berutti discutían sobre las mejores estrategias para
pasar a la acció n política para derrocar al virrey a la vez que organizaban posibles acciones
armadas para enfrentar a los partidarios de la corona en caso de un revés político.
El lunes 21 de mayo, se reunió el Cabildo como todos los días para tratar los temas de la
ciudad y deliberando todavía el rumbo a seguir.
De pronto una manifestació n popular interrumpe la Sesió n del Cabildo. Unos seiscientos
hombres con pistolas y puñ ales, con una cinta blanca en sus solapas, símbolo de la unidad
criollo-españ ola desde la defensa de Buenos Aires. La manifestació n está encabezada por
Domingo French y Antonio Beruti, exigen a gritos la convocatoria al Cabildo Abierto. Este
grupo de revolucionarios se agrupaban bajo el nombre de la «Legió n Infernal».
El Cabildo ante la presió n popular este termina convocando a un Cabildo abierto.
Es tal el fervor de los manifestantes que debe intervenir el Jefe del regimiento de Patricios,
Cornelio Saavedra quien logra calmarlos garantizá ndoles el apoyo militar a los reclamos
revolucionarios
Diálogo de agitadores
Agitador 1: Pedazo de apretada le pegaron Saavedra, Belgrano y Castelli a Lezica!!!
No sabía que mula agarrar para rajarse!!! Pero ese anda enroscado con Cisneros, ese
no nos va a defender es otro cobarde al servicio de la Corona!
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Agitador 2: Y parece que Don Martín Rodríguez preparó a los Hú sares por si los
amigotes del vierrey se ponían pesados!!! En el cuartel andan todos bastante
enojados!!! Encima, con lo poco que les pagan quieren que defiendan a los
ricachones!!! Abrase visto!
Agitador 1: Esto no va má s viejo! Así no se puede seguir! Los maturrangos
preocupados por su puestito y cada vez las cosas andan peor!
Agitador 3: Ese Belgrano tiene buenas ideas! Eso de vender zapatos en vez de
malvender los cueros generaría trabajo! Pero claro, los ricachones está n contentos!!!
Para qué se van a esforzar en armar industrias si las vacas pastorean tranquilas por
todos lados!!!
Agitador 2: Yo, estuve con los de la Legió n Infernal ayer en el Cabildo!!! Les pateamos
la puerta!! Eramos como 600!!! Lindo desparramos se armó ! Blancos se pusieron los
maturrangos cuando French y Berutti sacaron los pistolones y les dijeron “Má s les
vale que hagan lo que pide el Pueblo!”
Agitador 1: Fueron enfierrados!!! Y los Patricios?
Agitador 3: Los Patricios y los Hú sares está n de nuestro lado! Si hasta escuché que los
lanceros Araucanos que vinieron de Có rdoba cuando fue lo de los ingleses está n
queriendo venir para poner en vereda estos lame botas!!!
Agitador 2: Saavedra dijo que los Patricios está n con el Pueblo y que ye le avisaron a
Cisneros que ellos no van a intervenir contra nosotros!! Esto se tiene que acabar de
una vez!!!
Agitador 3: Hay que hacer tronar el escarmiento! Y por cada uno de nosotros que
caiga, nos vamos a llevar puesto a cinco de ellos!!! Cinco por uno, no va a quedar
ninguno!!!
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Agitador 1: Dó nde es hoy la reunió n? En el “Café de los Catalanes” y en «La Fonda de
las Naciones»… En lo de Rodriguez Peñ a ya sé que hubo algunos problemitas con los
vecinos por las discusiones… También!!!! Todos los días reunió n!!! Aunque la verdad
creo que esos son medio contras…
Agitador 3: Hoy es en el “Café de los Catalanes”!!!!
Agitador 2: Irá la Mariquita Sanchez???
Agitador 1: Esa la anda agitando en todas las tertulias!!! Es brava la morocha!!!
Agitador 3: Bueno, Vamos yendo que si no otra vez nos vamos a quedar en la
vereda!!!!
TODOS: Vamos y que se pudra!!!!!
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Acto 4
Voz en off:
El martes 22 de mayo desde temprano fueron llegando los «cabildantes».
De los 450 invitados só lo concurrieron 251.
En la plaza, French, Beruti y su agrupació n “Los infernales” esperan las novedades. La cosa
se fue calentando hasta que empezaron los discursos, que durará n unas cuatro horas.
El sector colonialista quiere mantenerse al mando, intentan ganar tiempo con decenas de
estrategias…Pero Juan José Castelli y Juan José Paso se imponen afirmando que habiendo
caducado el poder Real en Españ a, la soberanía debía volver al pueblo que podía formar
juntas de gobierno tanto en Españ a como en América.
Finalmente se vota por amplia mayoría la destitució n del Virrey, encargando al Cabildo
formar esa Junta de Gobierno, una forma institucional de resolver la crisis.
Castelli propuso que fuera el pueblo a través del voto quien eligiese una junta de gobierno;
mientras que el jefe de los Patricios, Cornelio Saavedra, era partidario de que el nuevo
gobierno fuera organizado directamente por el Cabildo. El problema radicaba en que los
miembros del Cabildo, muchos de ellos españ oles, seguían apoyando al virrey.
El miércoles 23 por la mañ ana temprano, se reú ne el Cabildo y, una vez contabilizada la
votació n del día anterior, expresa que resultaba de ella que el Virrey debía cesar en el mando
y el poder recaer provisoriamente en ese cuerpo (Con fuerte impronta españ ola), hasta que
el mismo formase una Junta.
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Se acuerda políticamente que, para conciliar el respeto a la "Autoridad Superior" por el bien
general de las provincias, "el Exmo. Sr. Virrey, no sea separado absolutamente" y se le
nombre como Presidente de esa Junta. Cisneros estaba de acuerdo, pero pidió que "se tratase
el asunto con los Comandantes de los cuerpos de esta guarnició n", pues esa resolució n, "no
parecía en todo conforme con los deseos del Pueblo".
Ante la tardanza en publicar el cese del Virrey, Cornelio Saavedra y Manuel Belgrano como
representantes militares concurrieron al Cabildo enterados de la maniobra política y les
manifestaron a los cabildantes su oposició n absoluta a tal maniobra, pidiendo que informara
solo el cese en el mando del Virrey o habría una revuelta popular.
El bando se leyó esa misma noche.
Diálogo de agitadores
Agitador 1: Son una manteca estos maturrangos!!! De los 450 invitados apenas
vinieron 251... Y después quieren decidir por nosotros!!! Manga de trá nfugas!!! A
estos les interesa el poder y se cagan en el Pueblo!!!
Agitador 2: Estaban todos los de “Los infernales”!!! Se trajeron como tres carros y hay
bastantes fierros por las dudas!!! Nunca se sabe!!!
Agitador 1: Pero no va a pasar nada, si los Patricios y los Hú sares de Pueyrredó n
está n con nosotros!!!
Agitador 2: Pero viste que estos maturrangos siempre tienen bandidos para
pudrirla!!! Donde uno asome la pera se pudre!!!
Agitador 3: Viene dura la mano!!! No quieren largar el carguito estos tipos!!!
Agitador 1: Y encima los muy caraduras piden “respeto a la "Autoridad Superior" por
el bien general de las provincias” por el bien de sus bolsillos!!!!! Pedazo de chantas!!!!
Agitador 2: Es increíble!!!! Juan José Vértiz y Salcedo!!!! Ese sí que era un buen
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virrey!!!
Agitador 1: Claro!!! Ese trajo la imprenta de los Niñ os Expó sitos para sacar a los pibes
de la calle, ademá s agrupó a los artesanos en diferentes gremios y creó el primer
teatro de la ciudad, La Ranchería.
Agitador 3: Si!!! Aunque después con eso de apoyar la represió n en Oruro y lo de
Tupac Amarú la pifió bastante!!!
Agitador 1: Si, si…. Pero eso que le hicieron a Tupac Amarú habría que hacerle a este
Cisneros!!!
Agitador 3: Sí!!! Que se vaya de una vez este maturrango de porquería que quiere que
vivamos comiendo cebolla!!!
Agitador 2: Nos quisieron acostar!!!! Quisieron hacer una junta con el Virrey a la
cabeza pero Saavedra y Belgrano se pusieron firmes y se mandaron al cabildo con
algunas tropas para decirles que se dejen de joder y que de una vez presente la
renuncia el Virrey o se armaba una revuelta popular!!!!
Agitador 3: Vamos a sacarlos a estos chupacueros!!!!
Agitador 1: Vamos a terminar con este circo de una vez!
Agitador 2: Manga de porquerías!!! Ya van a ver!!!!! Vamos a hacer tonar el
escarminto!!!!
TODOS: VAMOS PA LA PLAZA Y QUE SE PUDRA!!!!!!!
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ACTO 5
Voz en off:
El jueves 24 de mayo se confirmaron las versiones: el Cabildo designó efectivamente una
junta de gobierno presidida por el virrey e integrada por cuatro vocales: los españ oles Juan
Nepomuceno Solá y José de los Santos Inchaurregui y los criollos Juan José Castelli y Cornelio
Saavedra, burlando absolutamente la voluntad popular.
Esto provocó la reacció n de las milicias y del pueblo congregado en los alrededores del
Cabildo. Enterados de la maniobra política, Castelli y Saavedra rechazan enérgicamente
integrar esta junta.
En las pulperías y en las casas de los vecinos ilustres comprometidos con la revolució n
comienzan a pertrecharse grupos para avanzar a tomar el Cabildo.
Muchos como el coronel Manuel Belgrano fueron perdiendo la paciencia. Cuenta Tomá s
Guido en sus memorias «En estas circunstancias el señ or Don Manuel Belgrano, mayor del
regimiento de Patricios, que vestido de uniforme escuchaba la discusió n en la sala contigua,
reclinado en un sofá , casi postrado por largas vigilias observando la indecisió n de sus
amigos, pú sose de pie sú bitamente y a paso acelerado y con el rostro encendido por el fuego
de sangre generosa entró al comedor de la casa del señ or Rodríguez Peñ a y lanzando una
mirada en derredor de sí, y poniendo la mano derecha sobre la cruz de su espada dijo: «Juro
a la patria y a mis compañ eros, que si a las tres de la tarde del día inmediato el virrey no
hubiese renunciado, a fe de caballero, yo le derribaré con mis armas.»
Por la noche una delegació n encabezada por Castelli y Saavedra se presentó en la casa de
Cisneros con cara de pocos amigos y le exigió su renuncia indeclinable. La Junta quedó
disuelta y se convocó nuevamente al Cabildo para la mañ ana siguiente.
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Así recuerda Cisneros sus ú ltimas horas en el poder:
«En aquella misma noche, al celebrarse la primera sesió n o acta del Gobierno, se me informó
por alguno de los vocales que alguna parte del pueblo no estaba satisfecho con que yo
obtuviese el mando de las armas, que pedía mi absoluta separació n y que todavía
permanecía en el peligro de conmoció n, como que en el cuartel de Patricios gritaban
descaradamente algunos oficiales y paisanos, y esto era lo que llamaban pueblo, (..). Yo no
consentí que el gobierno de las armas se entregase como se solicitaba al teniente coronel de
Milicias Urbanas Don Cornelio de Saavedra, arrebatá ndose de las manos de un general que
en todo tiempo las habría conservado y defendido con honor y quien V.M las había confiado
como a su virrey y capitá n general de estas provincias, y antes de condescender con
semejante pretensió n, convine con todos los vocales en renunciar los empleos y que el
cabildo proveyese de gobierno.»
El 25 de mayo los Cabildantes no quieren aceptar la dimisió n de la junta nombrada el 24 y
convocan a los jefes militares para que se comprometan a sostenerla, aú n por la fuerza.
Los jefes militares, partidarios de la revolució n se niegan les hacen saber que es imposible
que intenten sostener el poder del virrey y que no van a cumplir las ó rdenes…
Grupos de militanes, vecinos y milicianos encabezados por Domingo French y Antonio Beruti
se fueron juntando frente al cabildo a la espera de definiciones. Algunos llevaban en sus
pechos cintitas azules y blancas, que eran los colores que los patricios habían usado durante
las invasiones inglesas. La exaltació n y el enojo popular crece, grupos de personas entran
por la fuerza al Cabildo para presionar a los legisladores hasta que, ante la amenaza del uso
de la fuerza, el Cabildo finalmente cede.
Se le hace llegar a los cabildantes, una representació n firmada por vecinos, comandantes y
oficiales de los cuerpos milicianos, "por sí y a nombre del Pueblo", indicando que el Pueblo
ha reasumido las facultades que confirió al Cabildo, que este debe acepta la renuncia de la
anterior junta y nombrar una nueva, e indica quiénes será n sus integrantes.
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Luis Beruti irrumpió en la sala capitular seguido de algunos infernales y dijo: «Señ ores del
Cabildo: El pueblo, en cuyo nombre hablamos, está armado en los cuarteles y una gran parte
del vecindario espera en otras partes la voz para venir aquí. ¿Quieren ustedes verlo? Toque
la campana y si es que no tiene badajo nosotros tocaremos generala y verá n ustedes la cara
de ese pueblo, cuya presencia echan de menos. ¡Sí o no! Pronto, señ ores decirlo ahora
mismo, porque no estamos dispuestos a sufrir demoras y engañ os; pero, si volvemos con las
armas en la mano, no responderemos de nada.»
Diálogo de agitadores
Agitadores TODOS: Qué se vaya ese perro de Cisneros!!!! Queremos una junta
Criolla!!!
Cabildante 1: Cá llense la boca insurrectos!!!
Cabildante 2: Pero dó nde se ha visto que la chusma ahora quiera decidir!!! Ustedes, a
trabajar y calladitos la boca!!! Acá decidimos nosotros!
Agitador 2: Vos vas a decidir donde querés que te metamos la patada maturrango de
porquería!!!
Agitador 3: Vá yanse todos manga de ladrones!
Agitador 1: Queremos una junta!!!
Agitador 3: Queremos al Pueblo en el Cabildo!!!
Agitador 2: Déjense de tanto misterio y de andar rosqueando manga de ratas!!!!
Agitador 1: El Pueblo quiere saber de qué se trata!!!!!
Cabildante 3: Acá no dimite nadie! La junta la tiene que manejar el Virrey!
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Agitador 4: Ma que Virrey ni ocho cuartos o se raja ese pelafustá o lo colgamos en la
Plaza Mayor!!!
Agitador 5: Ningú n virrey!!!! Basta de tiranía!!!
Agitador 1: Queremos un gobierno del Pueblo y para el Pueblo!!!
Agitador 2: Muchachos, pelen los fierros y que se pudra!!!
Cabildante 1: Bueno, bueno, calma!!!! Calma!!!! No es para tanto!!!!
Cabildante 3: Bueno, no se lo tomen así!!! Podemos negociar!!!
Agitador 1: Nada que negociar!!! Se dejan de joder y se van o los pasamos a degü ello!!!
Agitador 2: Que hable Saavedra!!! Qué Hable Moreno!!!!
Cura Manuel Alberti: Bueno!!! Bueno!!! Ya está bien!!!! Se leyó en la sala la proclama
"Por sí y a nombre del Pueblo" y (En tono iró nico) luego de las cá lidas y amables
palabras de French y Berutti y bajo la diplomá tica presencia de Saavedra, Paso,
Moreno y Castelli se ha alcanzado un acuerdo de acuerdo a lo que el Pueblo quiere y
Dios dispone….
TODOS: Viva! Viva! Bien! (Etc. Algarabía en general)
Cura Manuel Alberti: Bueno!!! Bueno!!! Ya está bien!!! Ahora vamos a escuchar el
acuerdo al que se arribó !!!!
TODOS: Viva! Viva! Bien! (Etc. Algarabía en general)
Cabildante X:
En la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de la Santísima Trinidad Puerto de Santa Maria de
Buenos Ayres 25 de Mayo de 1810. Los Señ ores del Excmo. Cabildo, Justicia y
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Regimiento, se enteraron de una representació n que han hecho a este Excmo Cabildo
un considerable nú mero de vecinos, los Comandantes y varios Oficiales de los
Cuerpos voluntarios de esta Capital, por sí y a nombre del Pueblo, en que indicando
haber llegado a entender que la voluntad de éste resiste la Junta y Vocales que este
Excmo Ayuntamiento se sirvió erigir y publicar a consecuencia de las facultades que
se le confirieron en el Cabildo abierto de 22 del corriente; y porque puede habiendo
reasumido la autoridad y facultades que confió , y mediante la renuncia que han
hecho, el Sr. Presidente nombrado y demá s Vocales, revocar y dar por de ningú n valor
la Junta erigida y anunciada en el Bando de ayer 24 del corriente la revoca y anula, y
quiere que este Excmo. Cabildo proceda a hacer nueva elecció n de los Vocales que’
hayan de constituir la Junta de Gobierno!!!!!!, y han de ser los señ ores D. Cornelio de
Saavedra, Presidente de dicha Junta y Comandante General de armas, el Dr. D. Juan
José Castelli, el Dr. D. Manuel Belgrano, D. Miguel Azcuénaga, Dr. D. Manuel Alberti, D.
Domingo Matheu, y D. Juan Larrea, y Secretarios de ella los Doctores D. Juan José Paso
y D. Mariano Moreno!!!
TODOS: Viva! Viva! Bien! (Etc. Algarabía en general)
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