QUEJOSO: SERVICIOS ADMINISTRATIVOS GZM S. DE R.L. DE C.V.
SE PRESENTA AMPARO DIRECTO
C. MAGISTRADOS DEL TRIBUNAL COLEGIADO EN
MATERIA CIVIL EN LA CIUDAD DE MÉXICO EN TURNO
P R E S E N T E S.
LUIS ANTONIO DOMÍNGUEZ FAJARDO, en mi calidad de apoderado legal de la parte demandada,
personalidad que tengo debidamente reconocida y acreditada en los autos del juicio que al rubro
se señala, misma que solicito me sea reconocida en términos de lo dispuesto por el artículo 11 de
la ley de amparo, señalando como domicilio para oír y recibir notificaciones el ubicado en Av.
Paseo de la Reforma número 300, piso 11 Oficina Integración Legal, Colonia Juárez, Delegación
Cuauhtémoc, C.P. 06600, y autorizando en términos de lo establecido por el artículo 11 de la Ley
de Amparo a los Licenciados en Derecho GERARDO VILLANUEVA ZAMACONA con número de
cédula profesional 2628374, ROCÍO DANIELA JIMÉNEZ RINCÓN, con número de cédula profesional
9208785, todas ellas expedidas por la Secretaria de Educación Pública a través de la Dirección
General de Profesiones, MARIANA MANCILLA CRUZ y únicamente para oír, recibir y recoger toda
clase de notificaciones, documentos y valores, así como para imponerse en los autos a las CC.
EDUARDO AXEL PÉREZ RODRÍGUEZ, ante Usted con el debido respeto comparezco para exponer:
Que con fundamento en lo que establecen los artículos 103 y 107 constitucionales, así como los
artículos 1, 5, 170, 171, 172, 174, y demás relativas y aplicables de la Ley de Amparo, ocurro ante
Sus Señorías a solicitar EL AMPARO Y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA FEDERAL, en contra de los actos
de las autoridades que más adelante me permito señalar, pues han violado mis derechos
fundamentales, dejándome en completo estado de indefensión en contra de las normas esenciales
del procedimiento.
Con fundamento en lo que establece el artículo 175 de la Ley de Amparo, se señala lo siguiente:
I.- EL NOMBRE Y DOMICILIO DEL QUEJOSO Y DE QUIEN PROMUEVE EN SU NOMBRE.- Los mismos
han quedado debidamente señalados en el proemio del presente escrito, por lo que solicito, se
tengan aquí por reproducidos como si a la letra se insertasen, en obvio de repeticiones obvias.
II.- NOMBRE Y DOMICILIO DEL TERCERO INTERESADO.- El nombre del tercero con interés
Rigoberto Rodríguez Aguilar con domicilio en Dr. Rafael Lucio 51 interior 302 Col. Doctores Alcaldía
Cuauhtémoc, Ciudad de México, conforme se desprende de las constancias de autos que dan
origen al presente juicio de amparo.
III.- LA AUTORIDAD RESPONSABLE.- El C. Juez Trigésimo Primero de Proceso Oral del tribunal
Superior de Justicia del otrora Distrito Federal.
V.- EL ACTO RECLAMADO.- Lo constituye propiamente la sentencia pronunciada dentro de los
autos del juicio Oral mercanti número 426/2020.
V.- LA FECHA EN QUE SE HAYA NOTIFICADO EL ACTO RECLAMADO.- Bajo protesta de decir verdad
la sentencia fue notificada por boletín judicial con 4 de junio de 2020, por lo que, me encuentro en
debido tiempo y forma para interponer la presente demanda de amparo en términos de lo
dispuesto por el acuerdo V-31/2020, emitido por el Pleno del Consejo de la Judicatura de la Ciudad
de México .
VI.- LOS PRECEPTOS QUE, CONFORME A LA FRACCIÓN I DEL ARTÍCULO 1º DE ESTA LEY,
CONTENGAN LOS DERECHOS HUMANOS CUYA VIOLACIÓN SE RECLAME.- El acto reclamado viola
en perjuicio del suscrito los derechos humanos que se contienen en los artículos: 1, 14, 16 y 17
Constitucionales, por las razones de hecho y de derecho que serán descritas en los conceptos de
violación.
VII.- CONCEPTOS DE VIOLACIÓN:
PRIMERO.-
LA SENTENCIA DICTADA POR EL JUEZ TRIGÉSIMO PRIMERO CIVIL DE PROCESO ORAL DEL PODER
JUDICIAL DE LA CIUDAD DE MÉXICO DICTADA DENTRO DE LOS AUTOS DEL EXPEDIENTE 426/2020
RESULTA VIOLATORIA DE LOS DERECHOS HUMANOS CONTENIDOS EN EL ARTÍCULO 1 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS:
En la sentencia que en éste acto se recurre, la impartición de justicia por parte del Juez Trigésimo
Primero Civil de Proceso Oral, contraviene lo que dispone al artículo 1° de la Constitución Política
de los Estados Unidos Mexicanos, toda vez que deja en estado de indefensión a mi representada,
en razón a que se dejan de observar todos los derechos humanos y garantías individuales
señaladas por la constitución y las convenciones de que México es parte. Dicho precepto
constitucional al efecto señala:
Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas
gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el
Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su
protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse,
salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución
establece.
Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de
conformidad con esta Constitución y con los tratados
internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las
personas la protección más amplia.
Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen
la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los
derechos humanos de conformidad con los principios de
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.
En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar
y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los
términos que establezca la ley.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los
esclavos del extranjero que entren al territorio nacional
alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las
leyes.
Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o
nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición
social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las
preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente
contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o
menoscabar los derechos y libertades de las personas. (Énfasis
añadido)
Como se puede advertir de lo que señala el dispositivo constitucional anteriormente transcrito, la
autoridad responsable, en este caso el Juez Décimo Quinto de lo Civil, tenía la obligación
constitucional, de respetar y velar por los derechos humanos que se consagran en nuestra Carta
Magna, sin que tal situación se haya presentado en favor del suscrito, toda vez que como será
demostrado exhaustivamente más adelante, en la sentencia que se recurre, se violan derechos
humanos en perjuicio del suscrito, los cuales se encuentran consagrados en los artículos 14, 16 y
17 constitucionales.
A mayor abundamiento, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido diversos criterios al
respecto, a saber:
Tesis: 1a. XVIII/2012 (9a.)
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Décima Época
160073 4 de 160
PRIMERA SALA
Libro IX, Junio de 2012, Tomo 1
Pag. 257
Tesis Aislada(Constitucional)
[TA]; 10a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro IX, Junio de
2012, Tomo 1; Pág. 257
DERECHOS HUMANOS. OBLIGACIONES CONSTITUCIONALES DE
LAS AUTORIDADES EN LA MATERIA.
Mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el
10 de junio de 2011, vigente a partir del día siguiente de su
publicación, se reformó y adicionó el artículo 1o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, para
establecer diversas obligaciones a las autoridades, entre ellas,
que las normas relativas a derechos humanos se interpretarán
conforme a la Constitución y a los tratados internacionales en la
materia, favoreciendo en todo tiempo a las personas la
protección más amplia, es decir, que los derechos humanos son
los reconocidos por la Ley Fundamental y los tratados
internacionales suscritos por México, y que la interpretación de
aquélla y de las disposiciones de derechos humanos contenidas
en instrumentos internacionales y en las leyes, siempre debe ser
en las mejores condiciones para las personas. Asimismo, del
párrafo tercero de dicho precepto destaca que todas las
autoridades, en el ámbito de sus competencias, deben promover,
respetar, proteger y garantizar los derechos humanos, conforme a
los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y
progresividad, y que, en consecuencia, el Estado debe prevenir,
investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos
humanos en los términos que establezca la ley, lo cual conlleva a
que las autoridades actúen atendiendo a todas las personas por
igual, con una visión interdependiente, ya que el ejercicio de un
derecho humano implica necesariamente que se respeten y
protejan múltiples derechos vinculados, los cuales no podrán
dividirse, y todo habrá de ser de manera progresiva, prohibiendo
cualquier retroceso en los medios establecidos para el ejercicio,
tutela, reparación y efectividad de aquéllos. (Énfasis añadido)
PRIMERA SALA
Amparo en revisión 531/2011. Mie Nillu Mazateco, A.C. 24 de
agosto de 2011. Cinco votos. Ponente: Olga Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretario: Ignacio Valdés Barreiro.
Época: Décima Época
Registro: 2000263
Instancia: PRIMERA SALA
TipoTesis: Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Localización: Libro V, Febrero de 2012,
Tomo 1 Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. XXVI/2012 (10a.)
Pag. 659 [TA];
10a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Libro V, Febrero de 2012,
Tomo 1; Pág. 659
PRINCIPIO PRO PERSONAE. EL CONTENIDO Y ALCANCE DE LOS
DERECHOS HUMANOS DEBEN ANALIZARSE A PARTIR DE AQUÉL.
El segundo párrafo del artículo 1o. de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, exige que las normas relativas a los
derechos humanos se interpretarán de conformidad con la propia
Constitución y con los tratados internacionales de los que México
es parte, de forma que favorezca ampliamente a las personas, lo
que se traduce en la obligación de analizar el contenido y alcance
de tales derechos a partir del principio pro personae que es un
criterio hermenéutico que informa todo el Derecho Internacional
de los Derechos Humanos, en virtud del cual debe acudirse a la
norma más amplia, o a la interpretación más extensiva cuando
se trata de reconocer derechos protegidos, e inversamente, a la
norma o a la interpretación más restringida cuando se trata de
establecer restricciones permanentes al ejercicio de los derechos
o de su suspensión extraordinaria, es decir, dicho principio
permite, por un lado, definir la plataforma de interpretación de
los derechos humanos y, por otro, otorga un sentido protector a
favor de la persona humana, pues ante la existencia de varias
posibilidades de solución a un mismo problema, obliga a optar
por la que protege en términos más amplios. Esto implica acudir
a la norma jurídica que consagre el derecho más extenso y, por el
contrario, al precepto legal más restrictivo si se trata de conocer
las limitaciones legítimas que pueden establecerse a su ejercicio.
Por tanto, la aplicación del principio pro personae en el análisis de
los derechos humanos es un componente esencial que debe
utilizarse imperiosamente en el establecimiento e interpretación
de normas relacionadas con la protección de la persona, a efecto
de lograr su adecuada protección y el desarrollo de la
jurisprudencia emitida en la materia, de manera que represente el
estándar mínimo a partir del cual deben entenderse las
obligaciones estatales en este rubro. PRIMERA SALA Amparo
directo en revisión 2424/2011. Ma. Guadalupe Ruiz Dena. 18 de
enero de 2012. Cinco votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz.
Secretaria: Teresita del Niño Jesús Lúcia Segovia. (Énfasis
añadido)
Tal cual se desprende de los criterios de jurisprudencia que se han señalado anteriormente,
podemos advertir con meridiana claridad que, es obligación del juzgador, aplicar en favor de los
individuos la norma más amplia o aquella que más beneficios le otorgue, es decir, la obligación del
juzgador, es interpretar y valorar todo el acervo probatorio y dictar una resolución que no sea
contraria a derecho, por el contrario, que se apegue a la norma que más favorezca al gobernado
en favor de sus intereses, máxime cuando se trata de intereses de carácter patrimonial y que
además como se encuentra probado en los autos del juicio del cual emana la sentencia que en
éste acto se recurre, la actora dejó de colmar los extremos procesales de su acción, lo que se
encuentra debidamente acreditado, máxime que la propia actora al momento de presentar su
escrito inicial de demanda, lo hace acompañando como documentos base de la acción,
documentos denominados facturas, cuya expedición y elaboración es unilateral, y no acompaña
documento alguno mediante el cual acredite la aceptación o solicitud del servicio por parte de mi
representada, máxime que ni siquiera los documentos exhibidos por la actora hacen prueba plena,
en virtud de que, fueron debidamente objetos por mi representada desde el momento de que se
contestó la demanda, por lo que no podrían vincular jurídicamente a mi representada con la
actora.
En ese orden de ideas podemos advertir de la simple lectura de la sentencia que se recurre que, la
autoridad responsable, omite en perjuicio de la quejosa realizar un estudio integral de la acción, y
más de los documentos base de la acción. Tan es así que al momento de dictar la sentencia
condena a la demandada, en virtud de considerar que se cumplen con los extremos procesales de
la acción, cuando la actora ni siquiera acredita de manera fehaciente la existencia de un vínculo
jurídico que obligue a mi representada al pago reclamado, pues no se acredita la existencia de una
relación comercial.
Así las cosas, como podemos observar a lo largo de la sentencia que se recurre, en su parte
considerativa, existen diversas deficiencias en cuanto a la fundamentación, motivación,
exhaustividad y congruencia, pues deja de analizar y de observar de manera profunda y
exhaustiva, todos y cada uno de los documentos base de la acción.
Así también podemos observar a lo largo de la sentencia dictada dentro del juicio que, como lo
hemos venido señalando, la misma resulta violatoria a lo dispuesto por el artículo 1°
constitucional, toda vez que, la responsable, aplica de manera incorrecta, además de ineficaz y
sobre todo de manera parcial diversos preceptos legales en contra de los intereses de mi
representada, favoreciendo de manera rapaz a la actora.
Por lo anteriormente señalado, es procedente que ese H. Tribunal Colegiado a quien me
dirijo, otorgue el amparo y la protección de la justicia federal a fin de que no se deje a mi
representada en estado de indefensión, ni mucho menos se vea privada de diversos derechos
consagrados en nuestra Carta Magna y que con la resolución que se recurre en el presente acto, se
ven violentados y que únicamente van encaminados a las afectaciones, en sus posesiones y honra.
SEGUNDO.-
FALTA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA DICTADA DENTRO DEL JUICIO
ORDINARIO CIVIL 426/2020. INEXACTA APLICACIÓN DE LOS PRECEPTOS CONTENIDOS EN LOS
ARTÍCULOS 14 Y 16 CONSTITUCIONALES, EN RELACIÓN CON LA DEBIDA FUNDAMENTACIÓN Y
MOTIVACIÓN DE LAS SENTENCIAS, ASÍ COMO LA VALORACIÓN DE PRUEBAS.
La sentencia que en el presente acto se recurre, es violatoria de los artículos 14 y 16
constitucionales, mismos que para mayor claridad, a la letra señalan:
Artículo 14. A ninguna ley se dará efecto retroactivo en perjuicio
de persona alguna.
Nadie podrá ser privado de la libertad o de sus propiedades,
posesiones o derechos, sino mediante juicio seguido ante los
tribunales previamente establecidos, en el que se cumplan las
formalidades esenciales del procedimiento y conforme a las
Leyes expedidas con anterioridad al hecho.
En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por
simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no
esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que
se trata.
En los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser
conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta
de ésta se fundará en los principios generales del derecho.
Artículo 16. Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento
escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento.
Toda persona tiene derecho a la protección de sus datos
personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos,
así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley,
la cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que
rijan el tratamiento de datos, por razones de seguridad nacional,
disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para
proteger los derechos de terceros.
Como podemos observar, los preceptos constitucionales anteriormente citados consagran las
garantías de seguridad y legalidad jurídicas, mismas que en la sentencia que se recurre, son en su
totalidad violadas, toda vez que, la responsable, omite fundar y motivar la sentencia dictada,
además de que, como lo señala el propio precepto constitucional, nadie puede ser privado de sus
propiedades, posesiones o derechos, sin que se haya seguido un juicio, cumpliendo con las
formalidades esenciales del procedimiento.
En ese sentido, la responsable, al tratar de fundamentar su resolución lo hace de manera
incorrecta y en algunas partes de la sentencia, dicha fundamentación y motivación es totalmente
nula, toda vez que, la propia autoridad omite seguir las formalidades esenciales del
procedimiento, situación que se dilucida de manera clara con las pruebas documentales que ya se
encuentran glosadas en autos y que en su momento fueron ofrecidas y desahogadas, esto en
relación con el supuesto estudio realizado por la responsable de todo el acervo probatorio que
fue ofrecido en juicio y desahogado, además de que de la propia naturaleza de los documentos
exhibidos no se acredita que la demandada en efecto, dejó de cumplir con sus obligaciones de
pago, pues no podemos pasar por alto que la factura es un documento privado que se emplea
como comprobante fiscal, de compraventa o prestación de servicios, y permite acreditar la
relación comercial e intercambio de bienes en atención a las circunstancias o características de
su contenido y del sujeto a quien se le hace valer. En este sentido, si la factura es considerada
un documento privado, ésta hace prueba legal cuando no es objetada, ya sea como título
ejecutivo, de conformidad con el artículo 1391, fracción VII, del Código de Comercio o por lo
previsto en el artículo 1241 del mismo ordenamiento. No obstante lo anterior, cuando en un
juicio entre un comerciante y el adquirente de los bienes o servicios, la factura es objetada, no
son aplicables las reglas previstas en los citados artículos, ya que su mera refutación produce
que su contenido no sea suficiente para acreditar la relación comercial. Por tales motivos, si las
facturas adquieren distinto valor probatorio, lo consecuente es que a cada parte le corresponda
probar los hechos de sus pretensiones, para que el juzgador logre adminicular la eficacia
probatoria de cualquiera de los extremos planteados, resolviendo de acuerdo con las reglas de
la lógica y su experiencia.
De acuerdo a lo anterior, resulta que a mi representada deberá de otorgársele el amparo y
protección de la justicia federal, toda vez que la autoridad responsable, de manera por demás
indebida y en franca violación a lo establecido por los artículos 14 y 16 de la Carta Magna, deja en
estado de indefensión a la suscrita, al no realizar un estudio integral de las pruebas ofrecidas por
el suscrito.
TERCERO.-
La sentencia resulta violatoria del artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.
El Artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, consagra lo siguiente:
Artículo 17. Ninguna persona podrá hacerse justicia por sí misma,
ni ejercer violencia para reclamar su derecho.
Toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por
tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y
términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de
manera pronta, completa e imparcial. Su servicio será gratuito,
quedando, en consecuencia, prohibidas las costas judiciales.
El Congreso de la Unión expedirá las leyes que regulen las
acciones colectivas. Tales leyes determinarán las materias de
aplicación, los procedimientos judiciales y los mecanismos de
reparación del daño. Los jueces federales conocerán de forma
exclusiva sobre estos procedimientos y mecanismos.
Las leyes preverán mecanismos alternativos de solución de
controversias. En la materia penal regularán su aplicación,
asegurarán la reparación del daño y establecerán los casos en los
que se requerirá supervisión judicial.
Las sentencias que pongan fin a los procedimientos orales
deberán ser explicadas en audiencia pública previa citación de las
partes.
Las leyes federales y locales establecerán los medios necesarios
para que se garantice la independencia de los tribunales y la plena
ejecución de sus resoluciones.
La Federación, los Estados y el Distrito Federal garantizarán la
existencia de un servicio de defensoría pública de calidad para la
población y asegurarán las condiciones para un servicio
profesional de carrera para los defensores. Las percepciones de
los defensores no podrán ser inferiores a las que correspondan a
los agentes del Ministerio Público.
Nadie puede ser aprisionado por deudas de carácter puramente
civil.
Como se puede observar de lo dispuesto por lo establecido por el precepto constitucional antes
transcrito, toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán
expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones
de manera pronta, completa e imparcial.
Al respecto, resulta importante saber cuáles son los alcances de la tutela judicial consagrada en el
artículo 17 de la constitución federal, a lo que la Suprema Corte ha definido el siguiente criterio:
Época: Novena Época
Registro: 187528
Instancia: TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO
TipoTesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Localización: Tomo XV, Marzo de 2002
Materia(s): Común Tesis: VI.3o.A. J/13 Pag. 1187 [J];
9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XV, Marzo de 2002;
Pág. 1187
GARANTÍA DE DEFENSA Y PRINCIPIO DE EXHAUSTIVIDAD Y
CONGRUENCIA. ALCANCES. La garantía de defensa y el principio
de exhaustividad y congruencia de los fallos que consagra el
artículo 17 constitucional, no deben llegar al extremo de permitir
al impetrante plantear una serie de argumentos tendentes a
contar con un abanico de posibilidades para ver cuál de ellos le
prospera, a pesar de que muchos entrañen puntos definidos
plenamente, mientras que, por otro lado, el propio numeral 17
exige de los tribunales una administración de justicia pronta y
expedita, propósito que se ve afectado con reclamos como el
comentado, pues en aras de atender todas las proposiciones,
deben dictarse resoluciones en simetría longitudinal a la de las
promociones de las partes, en demérito del estudio y reflexión
de otros asuntos donde los planteamientos verdaderamente
exigen la máxima atención y acuciosidad judicial para su correcta
decisión. Así pues, debe establecerse que el alcance de la
garantía de defensa en relación con el principio de exhaustividad
y congruencia, no llega al extremo de obligar a los órganos
jurisdiccionales a referirse expresamente en sus fallos, renglón a
renglón, punto a punto, a todos los cuestionamientos, aunque
para decidir deba obviamente estudiarse en su integridad el
problema, sino a atender todos aquellos que revelen una
defensa concreta con ánimo de demostrar la razón que asiste,
pero no, se reitera, a los diversos argumentos que más que
demostrar defensa alguna, revela la reiteración de ideas ya
expresadas. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL SEXTO CIRCUITO Amparo directo 37/2000.
Hilados de Lana, S.A. de C.V. 1o. de diciembre de 2000.
Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Antonio Pescador Cano.
Secretario: Jorge Arturo Gamboa de la Peña.
Amparo directo 173/2001. Celestino Pedro Sánchez León. 18 de
octubre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Raúl
Oropeza García. Secretario: Emiliano Hernández Salazar.
Amparo directo 375/2001. Industrias Embers, S.A. de C.V. 6 de
diciembre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Raúl
Oropeza García. Secretario: Emiliano Hernández Salazar.
Amparo directo 384/2001. Cándido Aguilar Rodríguez. 31 de
enero de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Raúl
Oropeza García. Secretario: Emiliano Hernández Salazar.
Amparo en revisión 455/2001. Margarita Ortiz Barrita. 8 de
febrero de 2002. Unanimidad de votos. Ponente: Jaime Raúl
Oropeza García. Secretario: Emiliano Hernández Salazar.
De acuerdo a lo anterior, en la sentencia que en este acto se recurre, la autoridad responsable sin
realizar un estudio a fondo de los documentos base de la acción, les otorga valor probatorio, aún y
cuando los mismos fueron objetados por la parte actora, y no hubo siquiera medio de prueba
mediante el cual pudiera confirmarse el contenido de los mimos, ni su alcance y valor probatorio.
Por lo anterior, la responsable, contraviene lo dispuesto en el artículo 17 de la constitución al ser
parcial al momento de juzgar respecto de las pruebas documentales y que resultan como
documentos base de la acción, pues como se puede observar, de manera por demás ilegal, otorgó
validez a las pruebas documentales ofrecidas y que fueron objetadas, así como a la propia
prueba confesional, misma que también resultaría ilegal, toda vez que no se desprende que el
mandatario judicial de la parte actora, contara con facultades para articular posiciones, pues el
propio actor jamás las otorgó, como es requerido por la legislación mercantil, lo que no puede
pasar por alto ese tribunal colegiado.
En ese sentido, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido diversos criterios que se
encuentran firmes y mediante los cuales se sustenta el dicho del suscrito, mismos que a
continuación se señalan:
Época: Novena Época
Registro: 171257
Instancia: SEGUNDA SALA
TipoTesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Localización: Tomo XXVI, Octubre de 2007
Materia(s): Constitucional
Tesis: 2a./J. 192/2007
Pag. 209 [J]; 9a. Época; 2a. Sala; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXVI,
Octubre de 2007; Pág. 209
ACCESO A LA IMPARTICIÓN DE JUSTICIA. EL ARTÍCULO 17 DE LA
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS
ESTABLECE DIVERSOS PRINCIPIOS QUE INTEGRAN LA GARANTÍA
INDIVIDUAL RELATIVA, A CUYA OBSERVANCIA ESTÁN OBLIGADAS
LAS AUTORIDADES QUE REALIZAN ACTOS MATERIALMENTE
JURISDICCIONALES. La garantía individual de acceso a la
impartición de justicia consagra a favor de los gobernados los
siguientes principios: 1. De justicia pronta, que se traduce en la
obligación de las autoridades encargadas de su impartición de
resolver las controversias ante ellas planteadas, dentro de los
términos y plazos que para tal efecto establezcan las leyes; 2. De
justicia completa, consistente en que la autoridad que conoce
del asunto emita pronunciamiento respecto de todos y cada uno
de los aspectos debatidos cuyo estudio sea necesario, y
garantice al gobernado la obtención de una resolución en la que,
mediante la aplicación de la ley al caso concreto, se resuelva si le
asiste o no la razón sobre los derechos que le garanticen la tutela
jurisdiccional que ha solicitado; 3. De justicia imparcial, que
significa que el juzgador emita una resolución apegada a
derecho, y sin favoritismo respecto de alguna de las partes o
arbitrariedad en su sentido; y, 4. De justicia gratuita, que estriba
en que los órganos del Estado encargados de su impartición, así
como los servidores públicos a quienes se les encomienda dicha
función, no cobrarán a las partes en conflicto emolumento alguno
por la prestación de ese servicio público. Ahora bien, si la citada
garantía constitucional está encaminada a asegurar que las
autoridades encargadas de aplicarla lo hagan de manera pronta,
completa, gratuita e imparcial, es claro que las autoridades que se
encuentran obligadas a la observancia de la totalidad de los
derechos que la integran son todas aquellas que realizan actos
materialmente jurisdiccionales, es decir, las que en su ámbito de
competencia tienen la atribución necesaria para dirimir un
conflicto suscitado entre diversos sujetos de derecho,
independientemente de que se trate de órganos judiciales, o bien,
sólo materialmente jurisdiccionales. SEGUNDA SALA Amparo
directo en revisión 980/2001. Enlaces Radiofónicos, S.A. de C.V.
1o. de marzo de 2002. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretaria: María Dolores Omaña Ramírez.
Amparo directo en revisión 821/2003. Sergio Mendoza Espinoza.
27 de junio de 2003. Cinco votos. Ponente: Guillermo I. Ortiz
Mayagoitia. Secretaria: María Dolores Omaña Ramírez.
Amparo en revisión 780/2006. Eleazar Loa Loza. 2 de junio de
2006. Cinco votos. Ponente: Sergio Salvador Aguirre Anguiano.
Secretaria: Alma Delia Aguilar Chávez Nava.
Amparo directo en revisión 1059/2006. Gilberto García Chavarría.
4 de agosto de 2006. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora
Pimentel. Secretario: Alfredo Aragón Jiménez Castro.
Amparo en revisión 522/2007. Gustavo Achach Abud. 19 de
septiembre de 2007. Cinco votos. Ponente: Genaro David Góngora
Pimentel. Secretario: Javier Arnaud Viñas.
Tesis de jurisprudencia 192/2007. Aprobada por la Segunda Sala
de este Alto Tribunal, en sesión privada del diez de octubre de dos
mil siete.
Nota: Por ejecutoria de fecha 11 de noviembre de 2010, el
Tribunal Pleno declaró inexistente la contradicción de tesis
405/2009 en que participó el presente criterio.
Época: Novena Época
Registro: 172759
Instancia: PRIMERA SALA
TipoTesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Localización: Tomo XXV, Abril de 2007
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a./J. 42/2007 Pag. 124 [J]; 9a. Época; 1a. Sala; S.J.F. y su
Gaceta; Tomo XXV, Abril de 2007; Pág. 124
GARANTÍA A LA TUTELA JURISDICCIONAL PREVISTA EN EL
ARTÍCULO 17 DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS
UNIDOS MEXICANOS. SUS ALCANCES. La garantía a la tutela
jurisdiccional puede definirse como el derecho público subjetivo
que toda persona tiene, dentro de los plazos y términos que fijen
las leyes, para acceder de manera expedita a tribunales
independientes e imparciales, a plantear una pretensión o a
defenderse de ella, con el fin de que a través de un proceso en el
que se respeten ciertas formalidades, se decida sobre la
pretensión o la defensa y, en su caso, se ejecute esa decisión.
Ahora bien, si se atiende a que la prevención de que los órganos
jurisdiccionales estén expeditos -desembarazados, libres de todo
estorbo- para impartir justicia en los plazos y términos que fijen
las leyes, significa que el poder público -en cualquiera de sus
manifestaciones: Ejecutivo, Legislativo o Judicial- no puede
supeditar el acceso a los tribunales a condición alguna, pues de
establecer cualquiera, ésta constituiría un obstáculo entre los
gobernados y los tribunales, por lo que es indudable que el
derecho a la tutela judicial puede conculcarse por normas que
impongan requisitos impeditivos u obstaculizadores del acceso a
la jurisdicción, si tales trabas resultan innecesarias, excesivas y
carentes de razonabilidad o proporcionalidad respecto de los
fines que lícitamente puede perseguir el legislador. Sin embargo,
no todos los requisitos para el acceso al proceso pueden
considerarse inconstitucionales, como ocurre con aquellos que,
respetando el contenido de ese derecho fundamental, están
enderezados a preservar otros derechos, bienes o intereses
constitucionalmente protegidos y guardan la adecuada
proporcionalidad con la finalidad perseguida, como es el caso del
cumplimiento de los plazos legales, el de agotar los recursos
ordinarios previos antes de ejercer cierto tipo de acciones o el de
la previa consignación de fianzas o depósitos.
PRIMERA SALA Amparo directo en revisión 1670/2003. Fianzas
México Bital, S.A., Grupo Financiero Bital. 10 de marzo de 2004.
Cinco votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretario:
Miguel Bonilla López.
Amparo directo en revisión 806/2004. Rosa López Zúñiga y otros.
11 de agosto de 2004. Unanimidad de cuatro votos. Ponente: Olga
Sánchez Cordero de García Villegas. Secretaria: Leticia Flores Díaz.
Amparo directo en revisión 1158/2005. Nicolás Alberto Ferrer
Casellas. 24 de agosto de 2005. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretario: Manuel González Díaz.
Amparo directo en revisión 1394/2005. Antonino Martínez
Santamaría y otros. 19 de octubre de 2005. Cinco votos. Ponente:
Sergio A. Valls Hernández. Secretaria: Miriam Flores Aguilar.
Amparo directo en revisión 631/2006. Almacenadora Regional del
Golfo, S.A. de C.V. 4 de agosto de 2006. Unanimidad de cuatro
votos. Ausente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Secretario: Heriberto Pérez Reyes.
Tesis de jurisprudencia 42/2007. Aprobada por la Primera Sala de
este Alto Tribunal, en sesión de catorce de marzo de dos mil siete.
De acuerdo a las tesis anteriormente señaladas, podemos advertir que, la autoridad responsable
debió emitir un pronunciamiento respecto de todos y cada uno de los aspectos debatidos cuyo
estudio sea necesario, y debió garantizar a mi representada la obtención de una resolución en la
que, mediante la aplicación de la ley al caso concreto, se resuelva si le asiste o no la razón sobre
los derechos que le garanticen la tutela jurisdiccional que ha solicitado. En ese sentido, como ya se
mencionó, la autoridad responsable, dejó de realizar los estudios pertinentes respecto de los
elementos básicos de los documentos base de la acción, de lo contrario, otra resolución se hubiera
dictado.
A mayor abundamiento, la Suprema Corte señala lo siguiente:
Época: Novena Época
Registro: 178560
Instancia: CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO
TipoTesis: Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Localización: Tomo XXI, Mayo de 2005
Materia(s): Común Tesis: VIII.4o.16 K Pag. 1397 [TA]; 9a.
Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXI, Mayo de 2005;
Pág. 1397
ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA. CUMPLIMIENTO DE LOS
PRINCIPIOS DE EXHAUSTIVIDAD Y CONGRUENCIA CORRELATIVOS
A ESE DERECHO PÚBLICO SUBJETIVO PREVISTO EN EL ARTÍCULO
17 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL. La administración de justicia
que como derecho público subjetivo establece el artículo 17
constitucional, se ve cada vez más distante por los siguientes
motivos: A. El gran cúmulo de asuntos que día con día ingresan
para su resolución a los tribunales del Poder Judicial de la
Federación; B. Los extensos planteamientos que formulan las
partes, apoyadas por la modernidad de las computadoras, que si
bien han venido a representar herramientas valiosas de trabajo,
generan el inconveniente de que esa facilidad se utilice para
prolongar textos que abultan tales planteamientos, y que deben
atenderse ya sin facilidad, pues con las transcripciones que el
estilo de las sentencias exige, y con la dificultad que implica dar
respuesta a esa extensa diversidad de alegaciones, se provoca que
también los fallos se tornen extensos; C. La tendencia a convertir
las resoluciones judiciales en tratados teóricos de derecho,
olvidando que la academia (la teoría) corresponde a las
universidades, mientras que la función propia de los órganos del
Estado encargados de la administración de justicia es
precisamente esa, la de administrar justicia, donde la técnica debe
estar al servicio de ésta; D. La exigencia de que se trate de manera
expresa absolutamente todos los tópicos plasmados por las
partes, renglón a renglón, punto a punto, a pesar de que muchos
de ellos no revelen una seria intención de defensa, sino abrir un
abanico de posibilidades para ver cuál prospera, con el grave
riesgo para el juzgador de incurrir en alguna omisión que
potencionalmente puede generar la promoción de queja
administrativa ante el Consejo de la Judicatura Federal, cuya
rendición de informe y atención genera a su vez más carga de
trabajo y consumo de tiempo, factor fatal que se vuelve en contra.
Por lo tanto, las partes en sus planteamientos y los tribunales en
sus sentencias deben dar las pautas para buscar el valor justicia,
es decir, no debe caerse en el extremo de que absolutamente
todo quede escrito, sin mayor esfuerzo del intelecto para llegar al
punto final, pues como lo apuntó el ilustre Barón de Montesquieu,
no se trata de hacer leer sino de hacer pensar [recurrir a la
"retórica" en su sentido fino (argumentar para justificar y
convencer) y no peyorativo (hablar por hablar o escribir por
escribir)], lo que implica entonces, que los fallos deben dictarse
para resolver litigios, hacer justicia, atender los planteamientos
serios de las partes, razonar para justificar y convencer, y para
hacer pensar, no para hacer leer, de manera que agotando esos
extremos, pueda afirmarse que se cumplen a cabalidad los
principios de exhaustividad y congruencia correlativos a la
satisfacción del servicio público de administración de justicia.
CUARTO TRIBUNAL COLEGIADO DEL OCTAVO CIRCUITO Amparo
en revisión 390/2004. Gerardo Osio Gaitán. 10 de marzo de 2005.
Unanimidad de votos. Ponente: Víctor Antonio Pescador Cano.
Secretario: Gerardo Octavio García Ramos.
Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XV, marzo de 2002, página 1187, tesis VI.3o.A. J/13,
de rubro: "GARANTÍA DE DEFENSA Y PRINCIPIO DE
EXHAUSTIVIDAD Y CONGRUENCIA. ALCANCES."
Época: Novena Época
Registro: 190076
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS
ADMINISTRATIVA Y DE TRABAJO DEL SEPTIMO CIRCUITO.
CUARTO.-
LA SENTENCIA ES VIOLATORIA DEL PRINCIPIO DE VALORACIÓN DE LAS PRUEBAS, EN RELACIÓN
CON LA EXHAUSTIVIDAD Y CONGRUENCIA DE LAS SENTENCIAS CONTRAPONIÉNDOSE A LO
ESTABLECIDO EN LOS ARTÍCULOS 14 Y 16 CONSTITUCIONALES.
El estudio de las pruebas ofrecidas por las partes y más aún de los documentos base de la acción,
corresponde realizarlo a la responsable de oficio y por ende debió percatarse de que, como se ha
mencionado de manera exhaustiva a lo largo del presente escrito, que los documentos base de la
acción, no pueden tener valor probatorio pleno que acredite la existencia de un vínculo comercial
entre mi representada y la actora.
A mayor abundamiento la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido los siguientes
criterios:
Tesis: I.2o.P. J/30
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Novena Época
166586 14 de 199
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER
CIRCUITO
Tomo XXX, Agosto de 2009
Pag. 1381
Jurisprudencia (Penal,Común)
[J]; 9a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XXX, Agosto de
2009; Pág. 1381
PRUEBAS. SU VALORACIÓN CONSTITUYE UNA FORMALIDAD QUE
ATAÑE A LA DECISIÓN JUDICIAL Y NO DEL PROCEDIMIENTO.
La valoración probatoria constituye una formalidad que atañe a
los aspectos sustanciales de la decisión judicial y no del
procedimiento, en razón de que mientras las formalidades
esenciales de éste salvaguardan las garantías de adecuada y
oportuna defensa previa al acto privativo, en términos de la
jurisprudencia 218 establecida por el Pleno de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación, visible en la página doscientos sesenta,
Tomo I, Materia Constitucional, Novena Época, del Apéndice al
Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, de rubro
"FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE
GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL
ACTO PRIVATIVO.", la valoración probatoria exige atender la
estructura formal, secuencial, argumentativa y justificatoria de la
resolución misma, al tenor de los principios elementales de
orden lógico de congruencia, consistencia y no contradicción,
aplicados de manera directa en la exposición de los argumentos
que soportan la decisión y, en lo relevante, la justifican con una
finalidad persuasiva.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER
CIRCUITO
Amparo directo 113/2009. 24 de abril de 2009. Unanimidad de
votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de Alcántara. Secretario: Jorge
Vázquez Aguilera.
Amparo directo 160/2009. 28 de mayo de 2009. Unanimidad de
votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de Alcántara. Secretario: Raúl
García Chávez.
Amparo directo 147/2009. 18 de junio de 2009. Unanimidad de
votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de Alcántara. Secretario: Raúl
García Chávez.
Amparo directo 176/2009. 18 de junio de 2009. Unanimidad de
votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de Alcántara. Secretario: Jorge
Vázquez Aguilera.
Amparo directo 179/2009. 18 de junio de 2009. Unanimidad de
votos. Ponente: Irma Rivero Ortiz de Alcántara. Secretaria: Laura
Olivia Sánchez Aguirre.
Época: Séptima
Época Registro: 237914
Instancia: SEGUNDA SALA
TipoTesis: Tesis Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación
Localización: Volumen 133-138, Tercera Parte
Materia(s): Común
Tesis: Pag. 82 [TA];
7a. Época; 2a. Sala; S.J.F.; Volumen 133-138, Tercera Parte; Pág.
82
PRUEBAS, ANALISIS Y VALORACION DE LAS. Para que puedan
considerarse debidamente analizadas y valoradas determinadas
pruebas, no es suficiente citarlas, sino que deben ser objeto de
cuidadoso examen con la conclusión de si son o no eficaces para
demostrar los hechos o la finalidad que con ellas se persigue,
además de expresarse, en cada caso, la razón que justifique la
conclusión a que se llegue. SEGUNDA SALA Amparo en revisión
1202/77. Juan Duarte López. 24 de abril de 1980. Unanimidad de
cuatro votos. Ponente: Carlos del Río Rodríguez. Secretario: Raúl
Molina Torres.
Sexta Epoca, Tercera Parte:
Volumen LXXIX, página 34. Amparo en revisión 4095/59. Industria
Embotelladora de México, S.A. 23 de enero de 1964. Unanimidad
de cuatro votos. Ponente: Franco Carreño.
De acuerdo a los criterios antes señalados, podemos apreciar de manera clara que resulta
obligación de la responsable valorar las pruebas de manera sistematizada y apegada a derecho en
donde de dicha valoración se obtuvieran elementos mediante los cuales se pudiera decidir la
controversia jurídica, lo que en la especie no aconteció, pues como ya se ha señalado, en
momento alguno o parte de la sentencia de marras se desprende que la responsable haya
realizado un estudio sistematizado y valorativo de las probanzas ofrecidas, únicamente señalando
que las mismas resultan suficientes y aptas para colmar los extremos procesales de la acción, lo
que en la especie resulta por demás absurdo y carente de toda legalidad, ya que con las pruebas
que fueron ofrecidas, se puede arribar a la conclusión de que en efecto la relación comercial que
se aduce jamás existió, pues los documentos base de la acción emitidos y ofrecidos por la actora
en el juicio primario, no resultan suficientes para colmar los extremos procesales de la acción
planteada.
Lo anterior, resulta violatorio del principio de debida valoración de pruebas, toda vez que el A
Quo realiza deficientemente esa valoración al darle valor a las documentales ofrecidas y a la
confesional de la demandada.
De acuerdo a lo anterior y a las irregularidades señaladas, es procedente que se otorgue el
amparo y protección de la justicia federal al suscrito y se ordene se le reparen todos y cada uno
de sus derechos humanos violados.
Por lo ya señalado, ese H. Tribunal, podrá percatarse de que mis derechos humanos se encuentran
violentados por una mala administración de justicia y una errónea apreciación de la realidad, por
lo que, apelamos al siguiente criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
Época: Décima Época
Registro: 2003160
Instancia: PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL
CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGION
TipoTesis: Jurisprudencia
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Localización: Libro XVIII, Marzo de 2013, Tomo 3
Materia(s): Común
Tesis: XXVII.1o.(VIII Región) J/3 (10a.) Pag. 1830
[J]; 10a. Época; T.C.C.; S.J.F. y su Gaceta; Libro XVIII, Marzo de
2013, Tomo 3; Pág. 1830
SUPLENCIA DE LA QUEJA DEFICIENTE EN EL JUICIO DE AMPARO.
PROCEDE CUANDO EL JUZGADOR ADVIERTA LA VIOLACIÓN DE
DERECHOS HUMANOS. De acuerdo con el artículo 1o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su texto
vigente a partir del once de junio de dos mil once, todas las
autoridades, en el ámbito de sus competencias, están obligadas
a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos
humanos establecidos en aquélla y en los tratados
internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
interpretando las normas relativas a esos derechos de
conformidad con dichos ordenamientos (principio de
interpretación conforme) favoreciendo en todo tiempo a las
personas con la protección más amplia (principio pro homine).
Lo anterior, acorde con los principios de interdependencia,
indivisibilidad, universalidad y progresividad, de los cuales se
advierte que los derechos humanos se interrelacionan y dependen
recíprocamente unos de otros y tienen como origen común la
dignidad humana, por lo cual no es procedente relegar algunos
para conceder prioridad a otros ni puede existir jerarquía entre
ellos, lo que significa que todos los derechos humanos deben ser
objeto de protección sin distinción alguna. En atención a lo
expuesto y de conformidad con el artículo 103 de la Carta
Magna, a las autoridades jurisdiccionales que conozcan del
amparo les corresponde con mayor énfasis, en razón de sus
funciones de impartición de justicia y conforme al objeto del
citado juicio, "proteger" y "garantizar" los derechos humanos en
las controversias sometidas a su competencia. Por su parte, los
artículos 8 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y
25, numeral 1 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos, establecen que toda persona tiene derecho a un
recurso "efectivo" ante los tribunales competentes, que la
amparen contra los actos que violen sus derechos
fundamentales reconocidos por la Constitución y esos
instrumentos normativos. Asimismo, el Pleno de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación sostuvo en la tesis P. LXVII/2011
(9a.), de rubro: "CONTROL DE CONVENCIONALIDAD EX OFFICIO EN
UN MODELO DE CONTROL DIFUSO DE CONSTITUCIONALIDAD.",
que los Jueces están autorizados para realizar un control de
convencionalidad "ex officio", esto es, con independencia de que
las partes lo invoquen, pues dicha facultad no debe quedar
limitada exclusivamente por las manifestaciones de los
accionantes en cada caso concreto. En observancia de todo lo
anterior, cuando el juzgador de amparo advierta que la norma
general, acto u omisión reclamada de la autoridad responsable
vulnera los derechos humanos del quejoso, debe abordar el
estudio de esa violación, con independencia de que las partes
invoquen o no dicha infracción en sus conceptos de violación o
agravios, pues de esta manera se favorece el acatamiento de los
principios señalados y se resguarda el efecto útil del juicio de
amparo como medio para proteger y garantizar los derechos
fundamentales, sin soslayar, desde luego, los presupuestos
necesarios para suplir la deficiencia de argumentos, tales como
que el juzgador tenga competencia, que el juicio sea procedente
y que se respete la litis planteada. Esta suplencia complementa
la prevista en la Ley de Amparo, ya que revela mayores alcances
en cuanto al sujeto, al proceder en favor de cualquier persona y
no sólo en beneficio de determinados individuos, circunstancia
que, sin embargo, no torna inoperante el beneficio regulado en
dicha ley, pues éste reviste una protección más amplia en cuanto
al objeto, debido a que no se limita a violaciones de derechos
humanos en materia de constitucionalidad y convencionalidad,
sino también de legalidad. Lo anterior deja entrever que si bien
ambas clases de suplencia pueden concurrir en ciertos casos, en
otros puede resultar procedente una u otra, de manera que la
contemplada en la Ley de Amparo sigue teniendo plena eficacia
en los supuestos que prevé. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DE
CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGION Amparo
directo 132/2012 (expediente auxiliar 226/2012). 13 de abril de
2012. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Ramón Rodríguez
Minaya. Secretaria: Claudia Luz Hernández Sánchez.
Amparo directo 356/2012 (expediente auxiliar 586/2012). Lizbeth
Angélica Ancona Chuc. 10 de agosto de 2012. Unanimidad de
votos. Ponente: José Ybraín Hernández Lima. Secretario: Edgar
Bruno Castrezana Moro.
Amparo en revisión 321/2012 (expediente auxiliar 863/2012). 5
de octubre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: José Ybraín
Hernández Lima. Secretario: Edgar Bruno Castrezana Moro.
Amparo directo 613/2012 (expediente auxiliar 892/2012). Dalia
del Socorro Rodríguez Palomo. 31 de octubre de 2012.
Unanimidad de votos. Ponente: Livia Lizbeth Larumbe Radilla.
Secretario: José Francisco Aguilar Ballesteros.
Amparo en revisión 343/2012 (expediente auxiliar 964/2012). 15
de noviembre de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Livia
Lizbeth Larumbe Radilla. Secretario: José Francisco Aguilar
Ballesteros.
Nota: Por ejecutoria del 28 de noviembre de 2012, la Primera Sala
declaró sin materia la contradicción de tesis 287/2012 derivada de
la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis.
La tesis aislada P. LXVII/2011 (9a.) citada, aparece publicada en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época,
Libro III, Tomo 1, diciembre de 2011, página 535.
CAPITULO DE SUSPENSIÓN
Con fundamento en lo que establece el artículo 190 en relación con los numerales 125, 128, 131,
132, 133, 134, 135, 136, 154 y 156, de la Ley de Amparo, solicito, desde este momento la
suspensión del acto reclamado, toda vez que, la suspensión mencionada no se sigue perjuicio al
interés social, ni mucho menos se contravienen disposiciones de orden público y no son contrarias
a las dispuestas por el artículo 129 de la Ley de Amparo.
Por todo lo antes expuesto y fundado;
A USTED C. JUEZ, atentamente ruego se sirva:
PRIMERO.- Tenerme por presentado en los términos de este escrito interponiendo en tiempo y
forma legales demanda de amparo en contra de la sentencia del juicio 426/2020.
SEGUNDO.- Tenerme por señalando domicilio para recibir documentos y notificaciones y
autorizando para los mismos efectos a los profesionistas y pasantes de derecho indicados en este
escrito.
TERCERO.- Previos los trámites de ley, decretar la procedencia del presente juicio otorgando a mi
representada el Amparo Y Protección de la Justicia Federal
PROTESTO LO NECESARIO
Ciudad de México, al día de su presentación.
________________________________
LUIS ANTONIO DOMÍNGUEZ FAJARDO
RODRIGUEZ AGUILAR RIGOBERTO
V.S.
SERVICIOS ADMISTRATIVOS GZM S. DE R.L. DE C.V.
JUICIO ORAL MERCANTIL
EXP: 426/2020
C. JUEZ TRIGÉSIMO PRIMERO DE LO CIVIL DE PROCESO ORAL
DEL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
DE LA CIUDAD DE MÉXICO.
P R E S E N T E.
LUIS ANTONIO DOMÍNGUEZ FAJARDO, con la personalidad que tengo debidamente reconocida y
acreditada en los autos del expediente que al rubro se señala, ante Usted, con el respeto que le es
debido comparezco para exponer:
Que por medio del presente escrito y con fundamento en lo que establece la fracción I del
artículo 170 de la Ley de Amparo, ocurro ante Su Señoría a efecto de interponer demanda de
amparo directo en contra de la resolución dictada por Su Señoría con fecha veinticuatro de enero
de dos mil veinte, publicada en el boletín judicial con fecha veintisiete de enero del mismo año.
Por lo anteriormente expuesto y fundado;
a Usted C. Juez, atentamente solicito:
ÚNICO: Tenerme por reconocida y acreditada la personalidad con la que me ostento, dando
trámite a la presente demanda de amparo, ordenando notificar a las partes conforme a derecho,
para los efectos legales a que haya lugar.
México Distrito Federal al día de su presentación
PROTESTO LO NECESARIO
____________________________________
LUIS ANTONIO DOMÍNGUEZ FAJARDO