Malena Caramello – 6°B – Filosofía
Guía de Preguntas – Primera Meditación – Descartes
1. Formen grupos de entre 4 y 5 personas.
Integro grupo con: Guevara, Malena; Mina, Arantza; Sosa, Sol.
2. ¿Cuál es el título de la primera meditación? ¿De qué creen que va a hablar el
texto con esa información? ¿Qué puede tener que ver con la noción de
conocimiento?
La meditación primera tiene como título: “De las cosas que pueden ponerse en duda”.
Creemos que este texto hablará acerca d que la razón es el camino a seguir para
encontrar un prototipo de verdad. Es justamente lo que hacen las ciencias,
perfeccionan el conocimiento constantemente a través de la lógica y la razón, para
llegar así a otros óptimos resultados en el día a día, mejorando la realidad. De forma
que se llegue a encontrar una “verdad” que sea universalmente aceptada.
La ciencia es la representación de los ejes “mente” y “mundo”, sobre las distintas
experiencias que suceden en la cotidianeidad. Para considerar que una proposición sea
conocimiento, tiene que comprobarse como verídica.
3. Reconstruyan la metáfora del sueño. ¿Qué niveles de duda encontramos?
¿Qué pone en duda en primera instancia en segunda y en tercera?
El argumento del sueño consiste en que, aquello que yo creo que es el mundo, podría
ser sólo un sueño; lo que entra por mis sentidos también puede reproducirse sin mis
sentidos, en mis sueños, por lo que todo podría ser un sueño de mi mente, un estado
mental mío del que no puedo salir porque no puedo encontrar la puerta. Podría estar
encerrado en mi propio sueño, y el mundo que yo creo externo es en realidad interno,
un contenido de mi conciencia.
Nivel 1: duda sobre los sentidos y los considera engañosos, a partir de su
percepción: se puede dudar de la forma en que se presenta un objeto,
visto de lejos, por ejemplo. Descartes se refiere, a la debilidad de los
sentidos para proporcionarnos información veraz sobre el mundo.
Nivel 2: pone en desconfianza la correspondencia entre lo psicológico y lo
pretendidamente real. Es la duda sobre la ciencia, ya que los sentidos, si
nos están engañando, nos estarían proporcionando una imagen falaz de la
realidad. Esta cuestión se denota más en las ciencias naturales (aquellas
que tienen por objeto de estudio la naturaleza).
De esta forma, da realce a la matemática, aritmética y lógica: sostiene que
poseen algo cierto e indudable. “(…) Pues, duerma yo o esté despierto, dos
más tres serán siempre cinco (…)”. Sin embargo, las disciplinas
mencionadas tampoco servirían como fundamento del conocimiento,
pueden funcionar como tal, pero tienen la virtud de que son simples y
axiomáticas.
Nivel 3: duda sobre la razón y sobre las proposiciones que se nos imponen.
Es la duda sobre la fiabilidad racional y argumentativa. Descartes plantea la
Malena Caramello – 6°B – Filosofía
posibilidad de un defecto estructural de nuestra cognición. Incluye el
argumento del genio maligno.
No hay momento en el que se pueda estar seguro: si un genio maligno me
engañase cada vez que creo estar en lo cierto, mi capacidad de operar
racionalmente no sería fiable. Creo estar en lo cierto, pero tal certeza no
deja de ser una sensación o sentimiento que tengo, y por ello es falible.
Hay discusiones acerca de la importancia del argumento del genio en la
formulación de este tercer nivel de la duda cartesiana.
4. ¿Qué función cumple el “genio maligno” en el argumento del sueño?
Descartes sugiere que, tal vez, hemos sido creados por un Dios que nos obliga a
engañarnos sistemáticamente, que ha dispuesto nuestra naturaleza de cierto modo,
que creemos estar en la verdad, cuando realmente estamos en el error.
Con esto, Descartes muestra que es probable que estemos viviendo en un error. A
partir de tal idea, se cuestiona la legitimidad de las proposiciones que parecen tener la
máxima verdad y evidencia, las que se presentan con claridad y distinción. Por
ejemplo: “dos más tres es cinco”. Así pues, llega a cuestionar la veracidad de la propia
matemática.
En cuanto a la palabra “genio”, podríamos suponer que Descartes se refiere de esta
forma al Dios que nos ha hecho, del cual se predica siempre la bondad. No es perfecto
por no ser bondadoso: recalca continuamente la posibilidad de existencia de este
genio maligno.
Por consiguiente, puede llegar a la conclusión de que la única verdad de la que
no dudo, es de que estoy dudando. De esta manera, se constituye el primer
cogito (ergosum) cartesiano: PIENSO, LUEGO EXISTO.
5. ¿Qué se les ocurre como criterio de distinción entre sueño y vigilia, entre estar
soñando y estar despiertos?
El criterio que creemos Descartes expone como puntapié para distinguir la vigilia del
sueño, cuando la imaginación se asemeja brutalmente a la realidad, son las imágenes
de nuestros sueños, que se producen gracias a lo que percibimos. Y si lo que
percibimos tampoco fuera verdadero, no podríamos soñarlo. “(…) las cosas que nos
representamos en sueños son como cuadros y pinturas que deben formarse a
semejanza de algo real y verdadero; de manera que por lo menos esas cosas generales
-a saber: ojos, cabeza, manos, cuerpo entero- no son imaginarias, sino que en verdad
existen. (…)”