STATUS EPISTEMOLÓGICO DE LA CONTABILIDAD
Un análisis filosófico, histórico, científico y profesional
Melany Andrade
El abordaje, análisis, debate y entendimiento de la epistemología de la contabilidad, requiere
pues al acercarse a diferentes disciplinas y por ende conceptos e ideas que puedan arrojar luz
y dar bases que permitan brindar un status al sujeto, la contabilidad. Las discusiones
centradas en una sola disciplina o desde un solo punto de vista, serían un error fatídico, ya
que se estaría ignorando el compendio evolutivo del conocimiento humano y su enorme
capacidad de raciocinio. Un análisis epistemológico pues, requerirá estructurar un compendio
de conocimientos que lleven a un entender profundo de la contabilidad (Ibáñez, Eduardo.
2012).
Es claro que buscar o plantear un status epistemológico plantea ya una problemática
compleja, debido a la profundidad que se requiere para dar solución. Algunos autores
plantean desde un inicio conflictos, planteando que es una discusión metacientífica, es decir,
actúa sobre la teoría y no sobre los hechos, mientras que otros plantean que es una discusión
científica. Sin embargo, partir un estudio epistemológicos desde divisiones sería un error en
sí, por lo que se debe partir del uso mismo de la razón y el estudio (Ibáñez, Eduardo. 2012).
La epistemología, su concepto, es pues punto fundamental para abordar, estudiar y entender
el status de la Contabilidad. En principio, es necesario establecer un marco teórico sobre la
epistemología. Para algunos autores, ésta estudia el cambio de un sujeto en el tiempo pasando
de un estado de menor conocimiento a uno de mayor conocimiento, los cuales se obtienen a
partir de la historia del sujeto, por lo que el sujeto de estudio es un ente cambiante, ya que los
eventos a los que se enfrenta pueden brindar nuevas características y conocimientos y en ese
orden, otorgarle una nueva identidad, es decir, un nuevo status, acercándose a un status
científico (Ibáñez, Eduardo. 2012. Jaramillo, Luis. 2003).
Con base en lo anterior, es fundamental entender que el concepto mismo de epistemología no
es estático, el mismo está sujeto a la naturaleza del cambio y en ello radica que diferentes
autores lo han abordado y explicado de maneras un poco diferentes. Esto puesto que el
nacimiento de nuevos conocimientos, de nuevas formas de abordar un problema de estudio,
hacen replantear la definición del concepto en sí y por ende brindar al sujeto un marco más
amplio (Jaramillo, Luis. 2003).
Es en lo anterior donde nace la principal problemática de la epistemología. Como ya se
mencionó, la epistemología analiza el cambio en el status del sujeto a partir de diferentes
aspectos, acercándose al status científico, pero cuáles son los principios o criterios para
determinar si el sujeto de estudio pertenece a dicho status o no. Bunde, uno de los mayores
estudiosos de la epistemología da luces mediante lo que él denomina los criterios de
cientificidad, denominados también signos de verdad en una teoría, y plantea que el sujeto, o
teoría, debe analizarse con criterios lingüísticos, metodológicos, epistemológicos y filosóficos
(Ibáñez, Eduardo. 2012. Jaramillo, Luis. 2003).
Los principios propuestos por Bunde, evalúan al sujeto, en este caso la contabilidad, en lo
lingüístico, siento esto la formulación correcta y simple de las teorías, bien sea en palabras o
como es el caso de la contabilidad, un lenguaje matemático, o una mezcla de ambos.
Metodológico, cuán confiables son los datos o conclusiones arrojados. Epistemológicos,
siendo que la teoría no esté aislada de otras áreas de la ciencia ni aislada de los conocimientos
básicos de la época, y la explicación y predicción de hechos (Ibáñez, Eduardo. 2012.
Jaramillo, Luis. 2003).
Ahora bien, la historia misma de la Contabilidad es vital para entender el status del cual goza.
Cabría recordar la importancia de este punto ya que se parte del principio que el sujeto puede
desarrollarse o presentarse de maneras diferentes conforme el caso donde se aplique y puede
desarrollar nuevas características o conocimientos en el espacio temporal y en ellos,
entendiendo que la historia no es una línea recta temporal, sino que es todo un conjunto de
sucesos de eventos que se unen y crean un conglomerado que llevan de manera lenta o rápida
a un cambio, donde surgen los nuevos conocimientos. Esta característica de la historia es uno
de los motivos por los cuales la importancia de la epistemología del sujeto, la historia de la
contabilidad no es un suceso puntual, único y lineal (Quinche, Fabián. 2006).
Así pues, se parte de que diferentes historiadores e instituciones, han tratado de dar una
historia clara sobre la contabilidad, lo que ha significado un enorme problema, ya que como
se mencionó anteriormente, la misma se compone de todo un conglomerado espacio
temporal. No se tiene un momento histórico claro sobre el nacimiento de la contabilidad y
menos sobre el momento clave cuando pasó a llamarse así. El motivo de lo anterior se debe a
que bien sabido es que desde tiempos inmemoriales las personas llevaban registros de sus
posesiones relacionadas con actividades económicas o de vida, actividad que era no solo
personal sino que lo hacían ciudades e incluso imperios (Quinche, Fabián. 2006. Jaramillo,
Luis. 2003).
No obstante, según los historiadores, hace siglos, lo que ahora bien podemos llamar
contabilidad, no era llamada así ni contaba contaba con el compendio de herramientas que se
conocen hoy en día en todo el mundo. Los historiadores concuerdan en que sus raíces se
originaron en aquellos actos de registro en los cuales las personas, empresas y/o reinos;
tenían un registro de sus actividades, entendiendo que no hay un espacio físico y momento
histórico preciso en el cual ocurrieron o empezaron a ocurrir estos hechos. Antes de
aproximadamente el siglo XV, estos actos se limitaban a ello, un registro. No se contaba con
una forma de conocer en tiempo real cantidades, ingresos, deudas, etc. Es en el siglo XV
cuando con el nacimiento de bancos, principalmente italianos, los cuales contaban con
enorme movimiento de moneda y operaban en un amplio territorio e incluso en otros países,
que nace la llamada doble partida y un sistema de cuentas. El sistema de cuentas, tales como
activos, pasivos, patrimonio, ingresos, etc. Así como la doble partida, débito y crédito, que se
dejó de hablar de simples registros, ya que se podía conocer de manera constante y en tiempo
real el movimiento de dinero, papeles moneda, préstamos, pago de impuestos, entre otras. Y
es cuando se empieza a hablar de contabilidad (Quinche, Fabián. 2006).
Estas innovaciones crearían un hito histórico, ya que se potenciaría el accionar comercial, se
podrían llevar registros mucho más precisos, conocer con exactitud el movimiento de fondos
y los lugares o fuentes de los cuales salían y a donde llegaban. Diferentes bancos, personas,
comercios, incluso las entidades públicas, adoptarían este sistema, pasando a ser un
conocimiento altamente apreciado, enseñado y ejercido por pocos en sus inicios (Rodríguez,
J., De Freitas, S. & Zaá, J. 2012).
Actualmente, la contabilidad es una profesión, que abarca y aplica desde la banca hasta el
más pequeño negocio e incluso en la vida personal de muchas personas que la aplican de
manera estricta. Desarrollada y aplicada a nivel internacional. Se enseña en universidades y
puede aplicarse a todo nivel de la vida cotidiana, teniendo un alto impacto en la optimización
de los recursos, evitar pérdidas, entre otros beneficios (Rodríguez, J., De Freitas, S. & Zaá, J.
2012. Torres, C. & Lam, A. 2012).
Contrario a lo que podría pensarse, el conocer la historia de la contabilidad no es suficiente.
Desde hace años, los profesionales en contabilidad e historiadores debaten sobre si la
contabilidad es una ciencia o no, y diferentes autores la han tratado y denominado de
diferentes formas, algunos como una guía de pasos, una técnica, un arte, otros como una
metaciencia, y así muchas otras denominaciones. Además, como se mencionó al inicio, la
epistemología busca estudiar y entender el status del sujeto que estudia, su cambio,
entendiendo en muchos casos cuánto se acerca a un estado científico, y en caso de no llegar a
ello, dar una base sobre el status en el cual se encuentra en el momento. Por lo que para
abordar mejor un análisis tan profundo, sería necesario contemplar las bases de la ciencia
misma (Ibáñez, Eduardo. 2012. Torres, C. & Lam, A. 2012).
Por lo anterior, y dejando temporalmente de lado cualquier posible interpretación filosófica,
es necesario estudiar y entender cómo la ciencia misma se define. Wilches (2017) plantea que
la ciencia es un cuerpo de doctrina que metódicamente formula mediante lenguajes rigurosos
y apropiados normas o leyes que rigen un fenómeno, siendo el ejemplo más claro el lenguaje
matemático. Que además, surge o se deriva del conocimiento humano, por sus observaciones,
que puede verificarse y repetirse en un espacio determinado como un laboratorio.No obstante,
el autor deja claro que el concepto mismo no es estático, sino que existen diferentes formas
de ver, entender y definir lo que es la ciencia y el objetivo de la misma.
En este punto, es importante entender que separar la ciencia de la filosofía no sería lógico,
sino contraproducente, ya que como lo dicta la epistemología, al acercarse al status científico
es entender que la teoría o el sujeto cambia y que además no se encuentra aislado de otros
saberes, sino que está unido y muchas veces se complementan diferentes saberes o campos
con el fin de dar entendimiento o luz sobre eventos naturales que plantean interrogantes a la
mente humana (Wilches, Mauricio. 2017).
Por su parte, dentro del campo mismo de la profesión contable, existen discrepancias y dudas
sobre su epistemología. Algunos consideran que la contabilidad es una ciencia, así como las
ciencias naturales, y denominan que ésta goza de las ciencias contables, propias a esta
profesión. Mientras que otros la consideran un método o técnica, que bien podría seguirse
desarrollando y de nuevo tomar otra identidad en el tiempo. Mientras que otros la denominan
una metaciencia (Torres, C. & Lam, A. 2012).
En conclusión, al analizar los aspectos y puntos planteados, sus conceptos y teorías, no se
podría decir de manera puntual y estricta que la contabilidad posea un status científico, ya
que, si bien se aplica a nivel mundial y cuenta con aspectos como un lenguaje matemático
claro, existe de carencias que no cumple dentro de los que habla la epistemología. Como por
ejemplo, no existe una normativa que la guíe a nivel mundial y pueda aplicarse entonces lo
mismo en todas partes. Además, su proceder podría no ser el más óptimo al momento de
realizar predicciones, como lo hacen por ejemplo las ciencias matemáticas. Si se habla o
pregunta un status específico, quizás cabría hablar de protociencia, dejando en claro dentro
del marco teórico que una protociencia sería un esfuerzo científico en proceso de
consolidación, que requiere ser analizado y está a la espera de nuevos hechos.
Cabe resaltar que esta conclusión podría ser considerada desde profunda hasta efímera, ya
que muchos conceptos son tan amplios que abordarlos y entenderlos requeriría más que solo
unas páginas. Se debe dejar la puerta abierta, ya que uno de los principios fundamentales
sobre el cual se estructuró el análisis llevado a cabo es el cambio, nada es estático, el tiempo
continúa; por ende, lo que es hoy podría no ser mañana.
La epistemología de la contabilidad está sujeta al entendimiento epistemológico de otras
áreas o disciplinas. Además, de entendimiento mismo sobre el cual se estudie la
epistemología, ya que como la misma plantea, estudie el cambio del sujeto o la teoría en el
tiempo, así que el precepto de la misma puede cambiar también. De nuevo el cambio. Aunque
es confuso es necesario entenderlo. Por lo que incluso esta afirmación podría estar errada a la
vista de algunos.
BIBLIOGRAFÍA
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Wilches, Mauricio. (2017). Introducción a la ciencia. Fondo Editorial Universidad Católica
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