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El Racismo en Guatemala

El documento describe la realidad del racismo y la discriminación racial en Guatemala. Explica que el racismo se ha manifestado históricamente en la construcción del Estado y las instituciones, resultando en la exclusión y desigualdad de los pueblos indígenas. Esto se refleja en altos niveles de pobreza, desnutrición y bajo acceso a servicios entre los indígenas. A pesar de las leyes, persisten brechas desfavorables que constituyen una forma de discriminación. Se necesitan esfuerzos de toda la sociedad,

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El Racismo en Guatemala

El documento describe la realidad del racismo y la discriminación racial en Guatemala. Explica que el racismo se ha manifestado históricamente en la construcción del Estado y las instituciones, resultando en la exclusión y desigualdad de los pueblos indígenas. Esto se refleja en altos niveles de pobreza, desnutrición y bajo acceso a servicios entre los indígenas. A pesar de las leyes, persisten brechas desfavorables que constituyen una forma de discriminación. Se necesitan esfuerzos de toda la sociedad,

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EL RACISMO EN GUATEMALA

El racismo es la valoración generalizada y definitiva de unas diferencias, biológicas o culturales, reales o


imaginarias, en provecho de uno o varios grupos y en detrimento de otros, con el fin de justificar una
agresión y un sistema de dominación». Puede expresarse como prácticas, imaginarios o ideologías, y
expandirse a todo el campo social. Puede proceder de una clase social o de un grupo étnico. También
puede provenir de las instituciones o del Estado, en cuyo caso se habla de «racismo de Estado»[.

La Discriminación por su parte, es la materialización del racismo, traducida en hechos, acciones y


actitudes de preferencia y distinción que excluyen y restringen el ejercicio pleno de uno o varios
derechos debidamente establecidos, por motivo de género, etario, discapacidad, religión, por tener una
ascendencia o por pertenecer a un pueblo indígena, entre otros. Tales hechos y acciones, anula y/o
menoscaba el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos humanos y libertades fundamentales.
Niega la igualdad de oportunidades, favorece a unos y perjudica a otros.

La construcción del Estado guatemalteco, desde una visión historicista ha pasado por dos momentos
bien definidos, a saber: 1) el Estado colonial y; 2) en su vida independiente, el Estado republicano,
versión no concluida por cierto. Como Estado colonial, respondió a la condición de dominio que le
imprimió la metrópoli, desde el punto de vista de la explotación y del manejo de la dominación política y
social, con los privilegios que una situación de esa naturaleza acarrea; lo que no podía ser de otra forma,
pues la corona y el grupo dominante, aprovecharon para su beneficio el derecho de conquista: explotar
económicamente, excluir socialmente y sojuzgar políticamente. Se sientan así, las bases de la exclusión y
de la discriminación racial en Guatemala.

El racismo y la discriminación racial constituyen una ofensa a la dignidad humana y menoscaban el


reconocimiento, goce y ejercicios de los derechos fundamentales de la persona. Se interrelaciona
estrechamente con la estructura del Estado, sus instituciones y prácticas. Sigue siendo una ideología que
sustenta y promueve el sistema de dominación hacia los pueblos indígenas y sigue siendo el motor
reproductor principal de la desigualdad, exclusión y discriminación hacia los pueblos. Por ello, el Comité
para la Eliminación del Racismo y la Discriminación Racial, recomendó en referencia a la discriminación
estructural, que la condición de pobreza y exclusión social afectan de manera intensa a los Pueblos
Indígenas y recomienda la adopción de medidas especiales o de acciones afirmativas para romper el
vínculo entre pobreza y racismo.

La desigualdad es el efecto del racismo y la discriminación racial hacia los pueblos indígenas, los cuales
se reflejan en los altos índices de desnutrición crónica, analfabetismo, pobreza, y la falta de acceso a los
servicios de salud. Esta problemática se acentúa particularmente en los departamentos con mayor
porcentaje de población indígena: Sololá, Huehuetenango, El Quiché, Alta y Baja Verapaz.

En Guatemala persisten brechas desfavorables entre los pueblos indígenas y no indígenas en cuanto al
acceso a servicios públicos, la esperanza de vida, educación, desarrollo, infraestructura, salario entre
otras, que constituyen claramente una manifestación de la discriminación y el racismo hacia los pueblos
indígenas, a pesar de la aprobación y existencia de instrumentos nacionales e internacionales favorables
a los derechos de los de pueblos indígenas.

Por ello, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la Resolución 34/24 (1979) Proclamó a partir
del 21 de marzo la Semana de solidaridad con los pueblos que luchan contra el racismo y la
discriminación racial, considerando que a nivel mundial el racismo y la discriminación racial son las
causas de los conflictos entre los seres humanos que conviven en un mismo Estado y que son originarios
de diferentes culturas.

La Celebración de la Semana de la Solidaridad en Guatemala, se fundamenta en el Acuerdo Gubernativo


126-2004, que declara el 21 de marzo de cada año “Día Nacional de la Eliminación de todas las formas
de Discriminación Racial” y establece la semana de solidaridad con los pueblos que luchan contra el
Racismo y la Discriminación Racial, comprendida del 21 al 28 de marzo de cada año. La Comisión
Presidencial contra la Discriminación y el Racismo –CODISRA- es la encargada de organizar todas las
actividades conmemorativas al respecto.

No obstante, esta ardua tarea, no solamente es responsabilidad de la CODISRA, sino es responsabilidad


de la sociedad en su conjunto. Y para ello, es importante que tengamos una dosis de tolerancia y un
amplio criterio para reconocer las necesidades más profundas que tenemos como nación, y que
tenemos que tener una actitud dialógica para unificar criterios y esfuerzos para afrontar de forma
positiva los problemas del racismo y la discriminación racial.

Como pueblos tenemos que acercarnos a estos problemas para buscarles una solución. Somos un país
donde convergen diversas culturas, diversas visiones y por tanto, diversos aportes, expresiones y
filosofías de vida, que deben ser reconocidas y respetadas por igual, así como promocionarse en aras de
su propio desarrollo, sin afectar su esencia como tal. Para esta inmensa tarea, es importante
reestructurar el sistema educativo para que responda a la realidad social del país. Así como implementar
programas de prevención de la discriminación racial, tal y como lo estipula la Ley de Promoción
Educativa contra la discriminación (decreto No. 81-2002), que mandata para su desarrollo e
implementación, al Ministerio de Educación y Ministerio de Cultura y Deportes y a todos los ministerios
e instituciones del ejecutivo.

En ese sentido, el Día Nacional de la Eliminación de todas las formas de Discriminación Racial y la
semana de Solidaridad con los Pueblos que luchan contra el Racismo y la Discriminación Racial, es un
tema de importancia nacional para que reflexionemos, sobre nuestro papel en esta lucha, para la
garantía de la dignidad, la justicia y el desarrollo, basado en el respeto y el ejercicio pleno de los
derechos políticos, culturales, económicos y sociales de los pueblos que cohabitan el territorio
guatemalteco. ¿Qué papel jugamos como agentes de cambio y qué papel juega la comunidad
académica, las universidades y los centros educativos? ¿Será que los contenidos de nuestros cursos,
transforman mentalidad, actitudes y genera una dosis de tolerancia en nuestros estudiantes?
¡Reflexionemos! ¿Qué actitud tomamos al momento de tener a una o varias personas indígenas en
nuestro salón de clase? ¿Las tratamos de la misma forma que a las otras que no son indígenas? ¿Estará
presente ese eje de multiculturalidad y de género en el plan estratégico de la Universidad, en nuestros
contenidos para trasformar esta realidad? Son muchas las preguntas que nos podemos y debemos
plantear, no solo con ocasión de esta semana, sino todo el tiempo.

Impulsar el debate sobre el fenómeno del racismo y la discriminación racial en busca de la convivencia
armónica y respeto a las diferencias sociales, así como dialogar sobre los retos y desafíos, que presenta
la incidencia de las nuevas formas del racismo y la discriminación racial en nuestra institución será la
dosis para afrontar de forma positiva su prevención y erradicación desde la Universidad como una
institución social transformadora de mentalidades y actitudes, porque nosotros estamos forjando
profesionales que estarán al servicio de la sociedad.

A manera de conclusión entonces, se puede decir que el racismo se relaciona estrechamente con el
Estado, sus instituciones y sus prácticas y genera el 3.3% de la pérdida del PIB anualmente y 0.83%
menos en el crecimiento económico. Por lo tanto, genera exclusión, desnutrición, pobreza y pocos años
de esperanza vida para las personas sujetos del racismo.

Finalmente, se reitera que “toda doctrina de superioridad racial es científicamente falsa, moralmente
condenable, socialmente injusta, peligrosa y debe rechazarse”
Departamento de Pedagogía
Dirección de Extensión
PEM. En Pedagogía y Técnico en Administración Educativa
CURSO : IDIOMA VERNACULO III y IV
DOCENTE: LIC. Guillermo Mazariegos
CARRERA. PEM. En Pedagogía y TAE

Ensayo La Realidad de Guatemala

Estudiante: Maria del Pilar Alfaro Diaz

Registro Académico No. 201711819

Coatepeque , junio de 2019

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