INTRODUCCIÓN
Los juristas y los Sociólogos mencionan que en toda sociedad existe el Derecho,
por eso se ha considerado al derecho Internacional como una ciencia jurídica
relativamente reciente. Las instituciones que podemos mencionar y que influyeron
para que surgiera el Derecho Internacional fueron los Tratados, Extradiciones,
Arbitraje, Misiones Diplomáticos, todas ellas soportaban distintas teorías relativas
a ciertos principios y derechos ya establecidos en el derecho interno de cada
Estado.
Los propios Estados para el gobierno y manejo de sus relaciones se ven obligados
a la creación de sujetos internacionales, que permitan un equilibrio y armonía de
todos como una sola república.
Por todo ello y aunado a otras necesidades de tipo social, económico, cultural;
surgió lo que hoy conocemos como; el Derecho Internacional Público como un
ente que viene a controlar, regular y dirimir los conflictos que pudieran existir más
allá de un Estado y la vinculación entre los mismos. Así mismo, los Estados como
sujetos creadores de derecho internacional, tienen la prerrogativa de dar
existencia a nuevas personas internacionales y la función privativa de los Estados,
que es la de elaborar las normas del derecho internacional, es compartida y
delegada a estos nuevos sujetos, como por ejemplo, las organizaciones
internacionales
El contenido de este trabajo abarca principalmente a los Sujetos del Derecho
Internacional Público, con puntos jurídicamente válidos que van desde, su historia,
su evolución, su consideración en cuanto a un Estado como una comunidad
organizada políticamente, que es parte integrante del mundo, su gobierno, las
diferentes organizaciones y países que hoy la integran, entre otros.
1.- SUJETOS DE DERECHO INTERNACIONAL
Los Sujetos del Derecho internacional son los Estados, las Organizaciones
Internacionales, la comunidad beligerante, los movimientos de liberación nacional
y el individuo, persona física como sujeto pasivo del derecho internacional, es
decir; que recibe de él derechos y obligaciones. Además, pueden agregarse
ciertos casos especiales, como el de la Santa Sede y la Orden de Malta.
Los sujetos son las entidades con derechos y obligaciones impuestas por el
Derecho internacional. Para la concepción Clásica los Estados; son los sujetos
plenos del ordenamiento internacional, sin que puedan existir otros sujetos que no
sean Estados. En la actualidad, ésta posición ha sido revisada, considerando que
si bien los Estados son los sujetos naturales y originarios, existen a su lado, otros
sujetos derivados o secundarios.
Los propios Estados para el gobierno y manejo de sus relaciones se ven obligados
a la creación de sujetos internacionales. Los Estados como sujetos creadores de
derecho internacional, tienen la prerrogativa de dar existencia a nuevas personas
internacionales y la función privativa de los Estados, que es la de elaborar las
normas del derecho internacional, es compartida y delegada a estos nuevos
sujetos, como por ejemplo, las organizaciones internacionales.
1.1.-Derecho Internacional Clásico:
Las relaciones internacionales en este período se caracterizan por integrarse en
un esquema homogéneo de equilibrio de poder multipolar, con epicentro en
Europa, donde las potencias compiten entre sí limitadas por estrictas reglas de
juego, a partir de las cuales se lanzan a la conquista y colonización de la periferia.
Para regular estas relaciones, Europa crea un sistema jurídico: el derecho
internacional clásico, el cual es impuesto también a los demás estados no
europeos, ya sea por gravitación de poder o a través de dominio colonial.
Los Tratados de Westfalia (1648), suscritos por la mayor parte de las potencias
europeas, ponen término a la Guerra de los Treinta Años. Se trata de acuerdos
que en un principio tuvieron un carácter más político que jurídico, y que
constituyeron el punto de partida hacia un nuevo sistema político y jurídico
internacional.
Los Tratados de Westfalia sirvieron para el desarrollo del derecho internacional
público, y constituyen la base de la sociedad internacional moderna, integrada por
múltiples estados que disponen del atributo de soberanía y se reconocen como
jurídicamente iguales.
Durante el siglo XVII la política de los estados fomenta la práctica de reunir
congresos internacionales. El derecho de los tratados adquiere un nuevo impulso
renovador, negociándose en congresos, aunque todavía no se concluyan
acuerdos multilaterales. También se cobran importancia elementos jurídicos tales
como el dogma de la santidad de los acuerdos y el de la inviolabilidad de los
tratados (pacta sunt servanda), aunque se admite la cláusula rebus sic stantibus.
La Primera Guerra Mundial demostró la fragilidad del sistema de seguridad en el
que se confiaba para evitarla, y las violaciones de los acuerdos evidenciaron que
el equilibrio ya no era un regulado óptimo.
A su término, se intenta realizar un reordenamiento de los centros de poder,
afianzando las organizaciones internacionales, afirmando el derecho y
estableciendo un sistema de seguridad colectiva que procure la paz por otras vías
distintas a aquellas que fracasaron.
Se crea la Sociedad de las Naciones sobre la idea de la cooperación internacional,
dando facultades a sus órganos para prevenir y evitar la guerra, e instaurando el
primer sistema de solución pacífica de controversias: la Corte Permanente de
Justicia Internacional.
A pesar de los intentos por restaurar el sistema de equilibrio internacional, no se
logran los objetivos y se produce la Segunda Guerra Mundial.
1.2.- Derecho Internacional Contemporáneo:
En este período se crea la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que
pretende constituir un foro universal y democrático en el que se encuentren
representados todos los estados.
Los artículos 1 y 2 de la Carta de las Naciones Unidas constituyen la base
ideológica que propiciará cambios jurídicos revolucionarios. La carta sienta los
siguiente principios: cooperación internacional de todos los estados para el
mantenimiento de la paz y seguridad internacionales; reafirmación del principio de
igualdad soberana y jurídica de los Estados; se prohíbe el uso y la amenaza del
uso de la fuerza en las relaciones internacionales.
A partir de la década de los 60, y basándose en la Carta de la ONU, una gran
cantidad de estados nacen a la vida independiente, cuando se produce el
fenómeno político de la descolonización. Con el surgimiento de estos nuevos
estados, la ecuación política de poder en el mundo cambia.
Se está ante un sistema heterogéneo de poder, distribuido en dos centros:
Estados Unidos y la URSS.
1.3.-Actores Políticos y Sujetos de Derecho:
Al abordar el tema de los sujetos del Derecho Internacional Público parece útil
definir el concepto de actor político internacional y actor político nacional y
establecer las relaciones que existen entre cada uno de éstos y el respectivo
sujeto de Derecho Internacional o de Derecho Interno Estatal.
Entendemos por actor político internacional a toda persona que desarrolla una
conducta que influye y a la vez es determinada por las relaciones o dinámica del
poder que se generan dentro de la sociedad internacional; entendemos por actor
político nacional a toda persona, es decir, ser humano considerado
individualmente, o conjunto de personas, más o menos "organizada", que
desarrolla una conducta en la esfera nacional, e influye y es influida en su
conducta por las relaciones o dinámica del poder que se generan dentro de la
sociedad estatal. Cabria agregar que la conducta de los actores políticos
nacionales influye y es influida también en muchas ocasiones, por las relaciones o
dinámica del poder que se suscitan en la esfera internacional y viceversa; la
conducta de los actores políticos internacionales influye y es influida, muchas
veces por la dinámica o relaciones del poder de la esfera de determinada o
determinadas sociedades estatales.
Por otra parte, entendemos por sujeto de Derechos Internacionales Público toda
persona o ser humano, o conjunto de personas "organizada" que es titular de
derecho y deberes derivados del Derecho Internacional Público, y por sujeto de
Derecho Interno Estatal, toda persona o ser humano, o conjunto de personas
"organizada" que es titular de derechos y deberes derivados del Derecho Interno
Estatal.
Debemos establecer algunas relaciones entre las realidades y conceptos
expuestos. Podríamos expresar, en primer lugar, que en la sociedad internacional
actual, la esfera de los actores internacionales es más amplia que la esfera de los
sujetos del Derecho Internacional Público. Esto significa que a medida que se
haga realidad una "sociedad civil" universal, es decir la Humanidad, se
multiplicarían los actores internacionales y a la postre terminarían por
transformarse en sujetos de un Derecho que dejaría de ser interestatal para
devenir en sistema jurídico, también universal.
Igualmente significa que hay actores internacionales que no son sujetos de
Derecho Internacional Público, o lo que es lo mismo, que no todos los actores
internacionales son sujetos de Derecho Internacional Público. Así, por ejemplo, los
Movimientos de Liberación Nacional, aun cuando, o mientras no sean reconocidos
como sujetos de Derecho Internacional Público, son actores políticos en la esfera
internacional, política entre cuyos objetivos instrumentales está precisamente el de
lograr que se les reconozca como titulares de derechos y deberes internacionales;
asimismo, el Jefe de un Estado, que es actor político internacional por excelencia,
puede ser como persona actor político internacional y, sin embargo, como
individuo sólo tiene una condición de sujeto del Derecho Internacional, limitada en
lo que concierne a la titularidad de derechos humanos. Igual podríamos decir de
Secretario de la Organización de las Naciones Unidas que a pesar de no ser
sujeto de Derecho Internacional Público, es un actor político internacional se
significativa importancia. Lo mismo ocurre con las grandes empresas
transnacionales monopólicas, que son actores internacionales muy significativos y
poderosos en el presente y sin embargo hasta el momento no son sujetos del
Derecho Internacional Público.
Del mismo modo podemos referirnos a las clases sociales que, en escala o en
dimensión nacional, encapsuladas como han estado hasta ahora dentro de la
estructura "Estado-Nación", son actores nacionales e internacionales
simultáneamente, aun cuando aparezcan disimulados tras otras formas políticas.
En la dimensión y características actuales, sin incurrir en reduccionismos, dentro
de los llamados Estados del primer mundo, la clase trabajadora "nacional" ha
venido siendo asimilada por la burguesía hasta identificarse con sus intereses,
formando un solo actor nacional donde la lucha de clases ha sido acallada. En
sustitución de dicha clase trabajadora "nacional", ha ocupado su posición y función
laboral una masa de inmigrantes extranjeros que atemorizados por la
discriminación, la xenofobia y la amenaza latente de expulsión, también
aminoraron la lucha contra las clases dominantes, transformadas en "Bloque
nacional". Por el contrario, en el resto del mundo de la periferia de los Estados del
"Segundo Mundo" o del "Sur", la miseria y la superexplotación parece conducir a
que mediano o corto plazo las clases trabajadoras explotadas, engrosadas por la
pauperización de las capas medias, capturen el poder en sus respectivos Estados
para restablecer la legitimidad de la representación nacional e internacional de los
pueblos. De continuar, la tendencia conduciría a la formación de un frente mundial
de clases explotadas. Éstas, transformadas en actor internacional colectivo o
Humanidad, a través de los Estados sustentados en una auténtica soberanía
popular, harían visible en un primer plano un enfrentamiento clasista en la escala
global. Este antagonismo consistiría en la acción de la periferia unificada por la
explotación del Bloque internacional, formado por los Bloques "nacionales" del
mundo industrializado.
Lo que decíamos de la sociedad internacional sucede también en la sociedad
estatal. La esfera de los actores políticos nacionales es más amplia que la esfera
de los sujetos del Derecho Interno Estatal. De allí que también en este plano
encontremos numerosos actores políticos que carecen de subjetividad jurídica.
Por ejemplo, la "Fuerza Armada Nacional" venezolana o el llamado "Alto Mando
Militar", constituye un conjunto organizado de personas que desempeña la función
de actor político nacional de relevante importancia; sin embargo, la "Fuerza
Armada Nacional" o el "Alto Mando Militar" no son sujetos de Derecho Interno
Estatal venezolano; lo mismo podría afirmarse de la Iglesia Católica venezolana
que, como institución es un actor nacional relevante, pero carece de la condición
de sujeto de Derecho Interno Estatal venezolano; igual podría decirse de una
manifestación ocasional de masas de carácter y objetivos políticos, que
desempeña y puede desempeñar, como expresión real de "pueblo venezolano", la
función de actor político nacional, careciendo a pesar de esta condición, de
subjetividad jurídica. Ejemplo de ello lo hemos tenido recientemente en nuestro
país, el 27 de febrero de 1989, cuando hubo una explosión social popular sin
liderazgo donde el pueblo desempeño el papel de actor político; igualmente
ocurrió en la República del Ecuador donde los indígenas organizados, que son
sinónimos de "pueblo ecuatoriano", lograron deponer al Presidente Jamil Mahuad.
Profundizando lo expresado, es útil también poner de manifiesto algunas
relaciones entre los actores políticos internacionales y nacionales y los sujetos de
Derecho Público Internacional y de Derecho Interno Estatal. Respecto a las
relaciones entre los actores podríamos destacar que, si bien es posible distinguir
entre conjuntos de personas que son actores políticos exclusivamente
internacionales, como serian las Organizaciones internacionales, o actores
políticos exclusivamente nacionales, como serian los partidos políticos, en muchos
casos hay actores internacionales que son simultáneamente actores nacionales o
que pueden llegar a ser actores nacionales, o viceversa, actores nacionales o que
pueden llegar a ser actores internacionales. Valga como ejemplo representativo el
de los Estados que desempeñan a un mismo tiempo las funciones de actor
nacional e internacional, porque actúan simultáneamente, por necesidad, en las
sociedades estatales e internacional, así mismo los "Pueblos" y la "Humanidad",
que son actores y sujetos de Derecho Internacional Público transnacionales por
definición. Igualmente, podemos citar los Movimientos de Liberación Nacional, que
comienzan siendo actores políticos nacionales y, a medida que progresan e
incrementan su poder, y con el propósito de incrementarlo, devienen actores
internacionales; otro ejemplo sería el de un representante de la Organización de
las Naciones Unidas que intervenga como mediador en un conflicto interno dentro
de un Estado, que pueda poner en peligro la paz mundial o regional y se hace por
tanto actor político nacional. Otra posibilidad de relaciones entre actores políticos
nacionales e internacionales consiste en que actores políticos nacionales pueden
asociarse para constituir un actor político internacional a fin de incrementar el
poder particular de cada actor nacional y de influir en las relaciones de poder
nacionales o internacionales. Tal es el caso de la Internacional Socialista que
agrupa a los partidos socialdemócratas, o la Internacional Demócrata Cristiana,
que agrupa a los partidos demócratas cristianos de varios Estados, o el "Foro de
Sao Paulo" que representa a partidos políticos de izquierda.
Por otra parte, si bien el nacimiento de un actor internacional es una cuestión
practica y un hecho anterior a la condición de sujeto, es posible que un actor
internacional pueda nacer de un acto de reconocimiento como sujeto de Derecho
Internacional. En este caso el nacimiento del actor internacional sería posterior al
nacimiento como sujeto del Derecho Internacional.
Hecha la referencia a algunas relaciones entre los actores políticos a nivel
nacional e internacional, analizamos de seguidas las relaciones que existen entre
los sujetos del Derecho Internacional Público y del Derecho Interno Estatal. Con
este propósito, examinaremos los conceptos de subjetividad y capacidad en
Derecho Internacional Público, comparados dichos conceptos con los conceptos
correlativos en el Derecho Interno Estatal.
1.4- Subjetividad y Capacidad
Subjetividad en Derecho Internacional Público y en Derecho Interno Estatal.
La Subjetividad Jurídica Internacional, o lo que es lo mismo, la condición de Sujeto
de Derecho Internacional Publico, es la actitud que tiene un determinado ente para
ser titular de derechos y Deberes Jurídicos Internacionales. Esta actitud es
semejante a la Subjetividad Jurídica en Derecho Interno Estatal, tanto en el
concepto como en su característica mas importante que es la de ser absoluta. En
efecto, la cualidad del sujeto del derecho en el orden jurídico Interno o
Internacional es absoluta en el sentido de que un ser humano o un conjunto
organizado de seres humanos es o no sujeto del derecho pero no puede ser sujeto
medias, es decir, no puede ser más o menos sujeto de derecho que otro.
Basta que una persona individual u organización de personas cualquiera sea
titular de un deber o un derecho para que sea sujeto del derecho, tanto como en el
Derecho Interno Estatal como en el Derecho Internacional Público.
Sin embargo, la subjetividad jurídica en el Derecho Interno Estatal y en el Derecho
Internacional Público es diferente. En efecto, la condición de sujeto de Derecho en
el orden jurídico interno es objetiva en el sentido de que su independiente en el
reconocimiento que da esa actitud haga los demás sujetos del Derecho Interno
Estatal. Esto significa que la subjetividad jurídica en el Derecho Interno Estatal
depende de un acto jurídico emanado del Estado, conforme al sistema jurídico, por
el cual se inviste a un determinado ente de la subjetividad jurídica una vez
cumplida determina dos requisitos. Esta investidura puede ser directa, por
mandato legal, como es el caso de la persona natural o de algunos sujetos
institucionales, o previo el cumplimiento de determinados requisitos consagrados
por un acto jurídico especifico, y mediante un acto legislativo o administrativo
emanado de un órgano central del poder público, legislativo o administrativo, como
ocurre en el caso de la mayoría de los sujetos institucionales. En Venezuela, las
instituciones de Derecho Privado, como lo son las asociaciones, sociedades y
fundaciones, adquieren la subjetividad jurídica por el acto jurídico del registro de
acta constitutiva en una oficina de registro subalterno, que es un acto
administrativo emanado del Estado. En el Derecho Venezolano, el artículo 19 del
Código Civil establece que son personas jurídicas:
"Las asociaciones, corporaciones y fundaciones lícitas de carácter privado. La
personalidad la adquirirán con la protocolización de su acta constitutiva en la
Oficina Subalterna de registro del Departamento o Distrito en que hayan sido
creadas (….)"
En el caso de las instituciones de Derecho Público, como son el Estado, Estados,
las Municipalidades, las Iglesias y demás entes públicos, por ejemplo, los
Institutos autónomos, la subjetividad jurídica puede derivar directamente del
ordenamiento jurídico, como es el caso del Estado, de los Estados de las
Municipalidades, las Iglesias y Universidades cuya condición de sujeto del
Derecho Interno Estatal esta consagrada en el mismo artículo 19 del Código Civil,
al expresar que:
"Son personas jurídicas y por lo tanto capaces de obligaciones y derecho:
La Nación y las entidades políticas que la componen.
Las Iglesias, de cualquier credo que sean, las universidades y, en general, todos
los seres o cuerpos morales de carácter público."
Capacidad jurídica o de goce en Derecho Internacional Público y en Derecho
Interno Estatal.
Distinta de la subjetividad jurídico internacional es la capacidad de goce jurídico
internacional. La capacidad de goce es la medida de la aptitud para ser titular de
deberes y derechos jurídicos internacionales. A diferencia de la subjetividad
jurídica, la capacidad de goce jurídico internacional es relativa, en el sentido de
que los sujetos del Derecho Internacional Público pueden tener más o menos
capacidad. La mayor o menor capacidad de goce de un sujeto de Derecho
Internacional Público depende de la cantidad de derechos y deberes de los cuales
es titular. Así lo ha expresado la Corte Internacional de Justicia en un Dictamen
Consultivo de 11 de abril de 1949, sobre "Reparación de Daños Sufridos al
servicio de las Naciones Unidas", al expresar; "Los sujetos del Derecho en un
sistema jurídico, no son necesariamente iguales en cuanto a (…) la extensión de
sus derechos".
De allí que si la capacidad tiene grados, existiría necesariamente un grado
máximo que implicará, para el sujeto que lo tiene, disponer de la máxima
capacidad posible en el orden jurídico internacional y un grado mínimo que
implicará para el sujeto que lo tiene, de gozar también de subjetividad jurídica
internacional. La máxima capacidad de goce jurídico internacional la tienen los
Estados, que son titulares del máximo de derecho y deberes posibles en el
Derecho Internacional Público; en cambio, la mínima capacidad la tendría aquel
sujeto que sea titular, por lo menos, de un derecho o de un deber jurídico
internacionales. Dentro de estos grados extremos están ubicados la mayoría de
los sujetos del Derecho Internacional Público, pues son titulares de más de un
derecho y de un deber, pero no de todos los deberes y derechos posibles.
¿Cuándo nace la subjetividad jurídica internacional? es decir, ¿Cuándo un ente de
naturaleza internacional adquiere la condición de sujeto de derecho internacional
público? Al respecto, no es posible dar una respuesta uniforme y general válida
para todos los casos. Es necesario distinguir entre los distintos sujetos.
Los Estados, como institución social, deberían adquirir la subjetividad jurídica
internacional una vez que reúnan los requisitos existenciales que, conjugados,
determinan su aparición, como son: territorio determinado, población, poder
político organizado y sujeción inmediata y directa al Derecho Internacional Público.
Las organizaciones internacionales gubernamentales adquieren la subjetividad
jurídica internacional, para los Estados miembros de ellas, por los tratados que las
constituyen o establecen, donde el acto de la creación de la institución y el
reconocimiento de ésta como sujeto de Derecho Internacional Público se
confunden en uno solo.
Las organizaciones internacionales no gubernamentales, aún cuando pueden
llegar a ser importantes y "poderosos" actores internacionales al servicio de los
Estados y empresas internacionales monopólicas, o mediadores de los intereses
de los pueblos del planeta, sólo adquieren la condición de sujeto del Derecho
Internacional Público por el reconocimiento por parte de los Estados que así lo
decidan.
Los "Pueblos" derivan la condición de sujeto del Derecho Internacional,
independientemente de su reconocimiento, es decir, gozan objetivamente de esa
cualidad por mandato de la Carta de la Organización de las Naciones Unidas que
les atribuye el derecho a la autodeterminación.
La Santa Sede goza de subjetividad jurídica internacional al respecto a la
República Italiana para los Tratados de Letrán de 1922. Respecto a los demás
sujetos del Derecho Internacional Público, la subjetividad jurídica internacional de
ella depende del reconocimiento, el cual, en muchos casos, ha sido concebido
tácitamente desde hace siglos atrás a través de la celebración de acuerdos o del
intercambio de representaciones diplomáticas.
Extinción de la subjetividad internacional y de la capacidad de goce.
¿Cómo se extingue la subjetividad jurídica internacional? De distinta manera para
los diferentes sujetos del Derecho Internacional Público. Los Sujetos de Derecho
Internacional Público que son parte de un Estado pierden la subjetividad jurídica
mediante un tratado internacional o un acto de Derecho Interno Estatal. Ocurriría,
en el primer caso, cuando los Estados miembros, por un pacto internacional de un
Estado de naturaleza confederativa, deciden dejar sin efecto dicho pacto y
readquirir su condición de Estados Independientes; ocurriría en el segundo caso
cuando por una Constitución se transforma una Confederación en un Estado
Federal o Unitario, lo que produce la extinción de la subjetividad jurídica
internacional del Estado Confederado.
Capacidad de obrar en Derecho Internacional Público y en Derecho Interno
Estatal.
Otro concepto de importancia es el de la capacidad de obrar jurídico internacional,
que es la medida o grado de la aptitud que tiene un sujeto de Derecho
Internacional Público para ejercer por sí mismo, es decir, por actos de voluntad
propios, los deberes y derechos de los cuales es titular. Siendo relativa la
capacidad de obrar, los sujetos de Derecho Internacional Público, pueden tener
mayor o menor capacidad de obrar.
Tienen plena capacidad de obrar los Estados soberanos. Tuvieron, en cambio,
capacidad de obrar limitada o incapacidad de obrar los Estados sometido a
Régimen de Protectorado y las Colectividades sometidas al Régimen de
Administración Fiduciaria previsto por el Capitulo XII, de la Carta de la
Organización de las Naciones Unidas.
La capacidad de obrar limitada significa que el sujeto de Derecho Internacional
Público que la sufren no puede ejercer por si misma, es decir, solo por su propia
voluntad, los derecho y deberes jurídicos internacionales de los cuales es titular;
requiere del concurso del consentimiento de otro u otros sujetos de Derecho
Internacional Público para poder ejercer tales deberes y derechos.
Nacimiento de la capacidad de obrar.
La capacidad de obrar plena se origina de la manera siguiente: los Estados
poseen por el solo hecho se ser sujeto de Derecho Internacional Público, de plena
capacidad de obrar, ya que por dicha condición pueden ejercer por si mismo todos
los derecho y deberes jurídico-internacionales de los cuales son titulares. La
limitación parcial o total de la capacidad de obrar de los Estados puede originarse
de un acto de Derecho Interno Estatal o de Derecho Internacional Público;
asimismo, la readquisición de la capacidad de obrar, o de la incapacidad, puede
provenir de un acto de Derecho Interno Estatal o de un acto de Derecho
Internacional Público
Extinción de la capacidad de obrar.
La capacidad de obrar jurídica internacional solo puede extinguirse, a nuestro
juicio, mediante acto jurídico expreso que establezca la incapacidad (que solo
puede ser temporal) y formule un régimen jurídico de representación o de
asistencia y autorización.
1.5- Tipología
Los sujetos de Derecho Internacional Público pueden ser tipificados o clasificados
atendiendo a diversos criterios. Si adoptamos como criterio la capacidad del goce
es posible distinguir entre sujetos de capacidad de goce plena, que son los
Estados miembros Permanente del Consejo de Seguridad de la Organización de
las Naciones Unidas, y sujetos con capacidad de goce limitada, categoría dentro
de la cual pueden agruparse todo los demás Estados y sujeto de Derecho
Internacional Público. Si adoptamos como criterio la capacidad de obrar, es decir,
de ejercicio, podemos distinguir la categoría de los sujetos con capacidad de obrar
plena, dentro de los cuales destacan los Estados soberanos.
Dentro de éstos estarían tanto los Estados con capacidad de goce plena como los
Estados con capacidad de goce limitada. Gozan de capacidad de obrar plena y
son soberanos en el sentido de que pueden ejercer por si mismos todos los
derechos y deberes de los cuales son titulares. Podemos, también, distinguir los
sujetos con capacidad de obrar o de ejercicio limitada, categoría dentro de la cual
podemos citar los Estados sometidos a Régimen de Protectorado; por último,
podemos diferenciar sujetos que carecen de capacidad de obrar, categoría dentro
de la cual podemos citar a los que fueron en el pasado Colectividades sometidas
al Régimen de Administración Fiduciaria previsto en el capítulo XII, de la Carta de
la Organización de las Naciones Unidas y a los Estados sometidos a Régimen de
Protectorado.
Si adoptamos el criterio de la aptitud para crear normas jurídicas de Derecho
Internacional Público, podemos clasificar los sujetos en dos categorías; por una
parte, los sujetos activos que son aquellos que tienen capacidad para crear
normas jurídicas por acuerdos internacionales expresos o tácitos, tratados y
costumbres, respectivamente ,o por actos unilaterales. Dentro de esta categoría
podemos agrupar a los Estados, las Organizaciones Internacionales, la orden de
Malta, la Santa Sede, etc. Por otra parte, hallamos los sujetos pasivos, que son
aquellos que carecen de capacidad para crear normas jurídicas de Derecho
Internacional Público y desempeñan la función de simples destinatarios de dichas
normas. Dentro de esta categoría, podemos incluir al Ser Humano y a las
colectividades sometidas al Régimen de Administración Fiduciaria de la
Organización de las Naciones Unidas por lo que respecta a las normas dictadas
por el o por los Estados a quienes se ha encomendado la administración de la
Colectividad respectiva.
1.6- El Reconocimiento.
Se entiende por reconocimiento, en general, en el Derecho Internacional Público,
un acto jurídico unilateral que emana de un sujeto de Derecho por el cual este
califica como legal y legitimo, en sentido jurídico, un determinado hecho, status o
acto y, por tanto, también legales y legítimos los efectos que de ellos emanan.
Referido al reconocimiento específicamente a los sujetos del Derecho
Internacional Público admite que un determinado actor internacional tiene la
condición de sujeto del Derecho Internacional Público, la aptitud para ser titular de
determinados derecho y deberes, o bien, la aptitud para ejercer por si mismo, los
derecho y deberes de los cuales es titular el sujeto.
El reconocimiento de la subjetividad y capacidad jurídica internacional, tiene como
características el de ser un acto unilateral en el sentido de que el acto es perfecto
y produce sus efectos jurídicos por la sola y exclusiva voluntad de quien lo realiza;
es una acto discrecional, en el sentido de que todo sujeto de Derecho
Internacional Público es libre de admitir o no que un ente internacional es o no
sujeto de Derecho Internacional Público, tiene o no determinados derechos y
deberes, o tiene o no tiene la aptitud para ejercer por si mismo los deberes y
derechos de los cuales es titular; en otras palabras, es discrecional en el sentido
de que ningún sujeto esta obligado a reconocer a otro como tal por mandato del
Derecho Internacional Publico; es un acto irrevocable en el sentido de que una vez
admitida por un sujeto de Derecho Internacional Público la condición de sujeto de
un actor internacional, de que tiene determinado derechos y deberes, o de que
puede ejercer por si mismo los derecho y deberes de los cuales es titular, las
subjetividad o capacidad de goce o de ejercicio creada por surtir efectos respecto
del sujeto que reconoce, se independiza del acto mismo que le dio origen, lo que
quiere decir que no vale dicha subjetividad sino para el sujeto reconociente. Por
último, es un acto generador o creador de subjetividad y capacidad jurídica de
goce y de ejercicio en el sentido de que el ente reconocido tendrá subjetividad y
capacidad jurídica de goce y de ejerció, pero solo respecto al sujeto reconociente.
El reconocimiento puede adoptar diversas formas. Puede ser expreso o tácito. Se
entiende por reconocimiento expreso aquel en el cual quien reconoce manifiesta,
explicita y directamente, su voluntad de reconocer. Puede hacerse por un acto
jurídico de Derecho Interno Estatal o por un acto jurídico de Derecho Internacional
Público.
2.- EL ESTADO COMO SUJETO DE DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
El Estado tiene la personalidad jurídica internacional natural y originaria, no
obstante algunas teorías han intentado negar su personería.
Tesis de Scelle: los únicos sujetos de derecho internacional son los individuos,
puesto que una vez disuelto el Estado no quedan más que individuos, ya sea
como gobernantes o como particulares. Esta teoría es inaceptable ya que sería
imposible explicar la subsistencia y continuidad de las obligaciones de un Estado a
pesar de toda modificación en la persona de sus gobernantes.
Las clases sociales de Korovine: al producirse la disolución del Estado, surge la
clase dominante como sujeto real de los derechos y obligaciones internacionales.
Según esta teoría la verdadera deudora era la clase de banqueros y adinerados,
clase dominante la cual al desaparecer, hace desaparecer la obligación de pagar
las deudas. Esta es una doctrina política, que fue repudiada más tarde debido a la
forma de fortalecimiento llevada a cabo por la URSS.
Las nacionalidades de Manzini: también esta es una doctrina de base política,
tendiente al proceso de unificación y reconstrucción de la nación italiana. Afirma
que los verdaderos sujetos de derecho internacional serían las nacionalidades, es
decir, las comunidades de población homogénea, en virtud de su origen, raza,
idioma, tradición histórica. Como crítica puede decirse que la realidad internacional
demuestra la existencia de Estados que no corresponden una unidad sino que son
una pluralidad de nacionalidades; por ejemplo Yugoslavia.
El sujeto propiamente dicho del orden jurídico internacional es el Estado, definido
en la Convención Panamericana de Montevideo en 1933, por cuatro elementos:
Población;
Territorio determinado;
Gobierno, y
Capacidad de entrar en relación con otros Estados.
Teniendo dichos elementos se constituye un Estado aunque no sea reconocido
por la comunidad internacional.
Tratándose de Estados Federales, existe una sola persona de Derecho
Internacional responsable por los actos y omisiones de todos los Estados
miembros, que es el Estado Federal. La posibilidad de celebrar acuerdos
internacionales la tiene el Estado Federal.
2.1.- Los Estados
Concepción: Jurídico-Internacional:
Es una forma de asociación permanente de seres humanos de naturaleza
institucional, con asiento en un territorio determinado, considerado como propio,
dotado de un poder político organizado y centralizado, y titular de deberes y
derechos jurídico-internacionales.
Significación política y real:
Se dice que el estado, es una asociación permanente de seres humanos de índole
institucional que en el estado actual de la sociedad internacional tiene,
sustantivamente, carácter clasista. Es decir, que constituye el poder exclusivo de
ejercicio de la violencia opresora por parte de la clase social dominante, que es
propietaria de los instrumentos de producción, mediante una elite política y
sociocultural.
2.2.- Características del Estado como Sujeto de Derecho.
Es territorial; en el sentido de que no puede existir sin un territorio que le sirva de
asiento y de ámbito material donde ejerza con exclusividad, sus poderes jurídicos
y políticos.
Es institucional; en el sentido de que no constituye un simple agregado inorgánico
y circunstancial de seres humanos con fines u propósitos particulares y
accidentales, sino una asociación histórica y permanente de seres humanos
políticamente organizados que persiguen determinados fines o propósitos
generales.
Es permanente; en el sentido de que constituye el producto de un conjunto de
seres humanos organizados conscientemente, con perspectiva de duración
indefinida.
Es real y efectiva; cuando actúa sin mediaciones como vocero legítimo de la
voluntad popular.
Con capacidad jurídica o de goce; porque es el único sujeto de Derecho
Internacional Público titular de todos los derechos y deberes jurídico-
internacionales posibles.
Es activo; en el sentido de que no es solo destinatario de las normas jurídicas
internacionales sino creador constante de normas de Derecho Internacional
Público.
2.3.- Tipología de los Estados:
Según los fines del Derecho Internacional Público, los Estados pueden ser
clasificados con diversos criterios, pero, según la única o múltiple subjetividad
jurídica con que se presentan y actúan en la esfera internacional, se distinguen en
Estados Simples y Estados Compuestos, que a continuación describiremos con
amplitud:
Estados Simples: Son aquellos que actúan en la esfera internacional como un solo
y único sujeto de Derechos Internacional Público, ejemplo de ellos tenemos: Los
Estados Unitarios y los Estados Federales, pues, las partes que lo forman, sean
Estados, Repúblicas, provincias o cantones o departamentos, carecen de
subjetividad jurídica internacional, en fin; sólo el conjunto denominado Estado
Federal o Estado Unitario, goza de subjetividad jurídica internacional
Estados Compuestos: Son aquellos estados, que en la esfera internacional se
despliega en múltiples sujetos del derecho, ya que además de ser un sujeto de
derecho en sí mismo, contiene en su seno varios sujetos de Derecho Internacional
Público, ejemplo de ello tenemos; la Confederación de Estados, ya que ella goza
de subjetividad jurídica en sí misma como forma asociativa o conjunto organizado
de Estados, pero a la par de ella, también cada uno de los Estados Confederados,
miembros o partes de la Confederación, que igualmente constituye un Estado
compuesto. La unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas, como Unión,
gozaba de subjetividad jurídica, pero también gozaban de ella, como sujetos de
Derecho Internacional Público, las Repúblicas que la formaban.
Ahora bien, según el criterio de la mayor o menor capacidad jurídica o de goce de
los Estados, éstos pueden ser clasificados en; Estados con capacidad jurídica o
de goce plena y Estados con capacidad jurídica o de goce limitada.
Estados con capacidad jurídica o de goce plena; dentro de ellos encontramos a los
Estado Unidos de Norteamérica, la Gran Bretaña, Francia, la extinta Unión de
Repúblicas Socialistas Soviéticas, hoy conocida como Rusia y la República
Popular de China, cuya capacidad plena se deriva del hecho de que estos Estados
tienen derechos, en el seno de la ONU, de los cuales carecen los demás Estados.
Estados con capacidad jurídica o de goce ilimitada; está representada por aquellas
partes de un Estado llamados Estados "Asociados" y que gozan de subjetividad
jurídica internacional, éstos serían los estados miembros de una Confederación,
llamados también "confederados", y a los Estados que integraban las
desaparecidas Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, tales como: Ucrania.
Otro criterio, es la capacidad de obrar o de ejercicio, podemos clasificar a los
Estados con capacidad de ejercicio plena que son los Estados soberanos, y en
Estados con capacidad de obrar o de ejercicio limitado o sin capacidad, que son
los Estados sometidos a Régimen de Protectorado.
Estados con capacidad de ejercicio pleno o soberanos; son aquellos Estados que
ejercen válidamente los deberes y derechos de los cuales son titulares por sí
mismos, sin necesidad del consentimiento tácito o expreso de otro Estado o sujeto
de Derecho Internacional Público.
Estados con capacidad de ejercicio limitado; son aquellos Estados, que para
ejercer válidamente deberes y derechos en la esfera internacional, requieren del
consentimiento o aprobación de otro Estado o sujeto de Derecho Internacional
Público.
Estados sin capacidad de obrar; aquellos que para ejercer sus deberes y
derechos, requieren de otro Estado, que los ejerce en su nombre y representación,
es decir, que sustituye su voluntad a la del Estado que sufre de la incapacidad.
Distinto criterio de clasificación, se estable en función del criterio de la soberanía,
la cual los divide en Estados soberanos y Estados no Soberanos.
Estados Soberanos: El Estado es titular de todos los derechos y deberes posibles,
pero el mismo; debe poseer un reconocimiento en el contexto de la historia del
Derecho Internacional Público, es decir, que desde su existencia mantuvieron
dentro de su esfera jurídica propia, todos los deberes y derechos jurídico-
internacionales.
Estados No Soberanos: Aquellos Estados que delegaron en una Organización
internacional o supranacional, la titularidad de deberes y derechos jurídico-
internacionales que originariamente les correspondieron.
Por último, existe como tipo de Estado particular, el Neutralizado; esta especie de
Estado goza de un status nacido de un acto jurídico de Derecho Internacional
Público o confirmado por un acto de esta naturaleza, que generan deberes y
derechos para el Estado neutralizado y para los Estados que reconocen dicho
estatuto de neutralidad, como por ejemplo; Derecho por parte del Estado
neutralizado de exigir de los demás Estados el no ser objeto de actos de guerra.
2.4.- Venezuela en la Tipología de los Estados:
Luego de clasificar según diferentes criterios a los Estados, procederemos a
ubicar a Venezuela dentro de las diversas categorías descritas.
Si bien es cierto, nuestra constitución la califica como Estado unitario con
características del Estado Federal. Podríamos decir entonces, que Venezuela es
un Estado compuesto en Derecho Interno Estatal, esto lo encontramos
taxativamente en el artículo 159 de la constitución, el cual establece: "Los Estados
son entidades autónomas e iguales en lo político, con personalidad jurídica plena,
y quedan obligados a mantener la independencia, soberanía e integridad nacional,
a cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de la República." En el mismo
criterio encontramos el artículo 168 que hace referencia a los Municipios.
En cuanto a la capacidad de goce o jurídico-internacional, podemos clasificar a
Venezuela como un Estado con esta capacidad limitada, dentro del contexto de la
sociedad internacional actual, y en particular, de la Organización de las Naciones
Unidas, ya que no es un miembro permanente del Consejo de Seguridad y, en
consecuencia, carece del derecho de veto que tienen los integrantes del exclusivo
grupo que gozan del mismo.
Referente al criterio de la capacidad de ejercicio jurídico internacional o de la
soberanía en sentido jurídico-formal, podríamos decir que Venezuela es un Estado
Soberano, es decir, un sujeto de Derecho Internacional Público con capacidad de
ejercicio plena, ya que ejerce por si misma los derechos y deberes jurídico-
internacionales de los cuales es titular, todo ello consagrado en el artículo 1 de
nuestra Constitución al referirse que Venezuela es; "… para siempre e
irrevocablemente libre e independiente de toda dominación o protección de
potencia extranjera…" Es importante destacar, que en el sentido político real el
Estado Venezolano, no ha sido del todo soberano, ya que su soberanía fue
menoscabada, alterada y disminuida por nuestra inserción dentro del sistema
económico capitalista internacional.
En cuanto a lo concerniente a la neutralización, cabe señalar, que si bien
Venezuela no ha sido sometida nunca a un régimen de neutralización, ha sido en
cambio un Estado neutral durante la primera y segunda guerra mundial. En la
primera, fue declarada por Juan Vicente Gómez, bajo el régimen de la
Constitución de 19 de junio de 1914, y ésta se mantuvo hasta el final de la
conflagración, y en la segunda, fue declarada por Eleazar López Contreras, bajo el
régimen de la constitución de 1936.
Esta neutralidad se modificó parcialmente con la ruptura de relaciones de
Venezuela con Alemania, Japón y sus aliados, y se extinguió con la declaratoria
del estado de beligerancia emitida por el gobierno venezolano de Isaías Medina
Angarita.
Finalmente, podemos decir, que nuestro país forma parte hoy en día, del grupo de
Estados No Alineados o neutralistas, donde fue aceptada en el Movimiento de los
No Alineados en la Novena Cumbre de los Jefes de Estados y de Gobierno de
dicho Movimiento.
PERSONALIDAD JURÍDICA INTERNACIONAL
Cada ordenamiento jurídico contiene normas que determinan cuáles son sus
sujetos (detentadores de la personalidad jurídica) y en qué medida éstos poseen
capacidad, tanto de actuar jurídicamente como de asumir derechos y obligaciones.
En Derecho internacional público dichas normas no han sido codificadas y, por lo
tanto, deben deducirse de la práctica internacional y de su valoración por la
jurisprudencia y la doctrina. Así pues, se consideran sujetos del Derecho
Internacional a los entes que tienen capacidad para ser titulares de derechos y
deberes internacionales, es decir, aquellos a los que se dirigen las normas que
tienen por objeto tales derechos y deberes.
Personalidad jurídica, es la capacidad de ejercer ciertos derechos y asumir
determinadas obligaciones en el marco de sistemas jurídicos internacionales. En
ese sentido, la personalidad internacional es una categoría técnica.
Según Soerensen, es sujeto del Derecho Internacional quien sufre directamente
responsabilidad por una conducta incompatible con la norma, y aquel que tiene
legitimación directa para reclamar contra toda violación de la norma. Resultan
éstos los rasgos irreductibles de la subjetividad internacional, lo que quiere decir
que no todos los entes beneficiados por una norma o todos aquellos a los que la
norma imponga una conducta son sujetos del Derecho Internacional: de esta
forma se ve que se necesita una legitimación activa para reclamar por
incumplimiento del Derecho o una legitimación pasiva para sufrir responsabilidad
por tal incumplimiento.
Por último, en el marco de humanización del Derecho de Gentes, corresponde en
nuestros días al individuo un pequeño grado de “personalidad” internacional, al
tener en determinados supuestos legitimación activa ante instituciones
internacionales para reclamar por la violación de sus derechos, y al poseer
también en casos muy limitados legitimación pasiva para responder directamente
por las consecuencias de la violación del Derecho Internacional.
CAPACIDAD JURÍDICA
Según Guerra (1999), se entiende por capacidad internacional la facultad que
tienen los sujetos de Derecho Internacional de poder obligar y obligarse en sus
relaciones internacionales. Esta noción de capacidad está íntimamente vinculada
con el concepto de responsabilidad, el cual es característico de dichos sujetos. La
capacidad es, por consiguiente, en materia internacional, activa o pasiva. Lo es
activa cuando el sujeto que hace uso de la mencionada facultad obliga o
responsabiliza a los demás sujetos de Derecho Internacional, y lo es pasiva
cuando el sujeto se obliga o responsabiliza en .el cumplimiento de los
compromisos que libremente haya contraído.
LOS SUJETOS DEL DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
Guerra (ob. cit.) señala que la condición de sujeto de Derecho Internacional está
supeditada a la exigencia de que sean capaces en las relaciones internacionales,
y sólo los Estados son capaces en este Derecho.
Esta cuestión así expuesta parece relativamente simple, pero en realidad toma
otras proporciones cuando entes internacionales distintos de los Estados
pretenden ser sujetos de dicho Derecho. En efecto, muchos autores han
considerado como sujetos también a las Naciones, al Papado, a los Organismos
Internacionales y al Hombre.
Sin embargo, muchos autores han sostenido que con iguales razones deben
considerarse como sujetos de Derecho Internacional a las naciones, al papado, a
los organismos internacionales y al hombre.
En la actualidad el Estado sigue siendo el sujeto por excelencia del Derecho
Internacional, no sólo por estar ampliamente capacitado para reclamar por la
violación de dicho ordenamiento sino también porque es susceptible de
responsabilidad internacional. Esto se corresponde con el intenso protagonismo
fáctico del Estado en una sociedad internacional en que, pese a sus importantes
cambios, continúa esquematizada por un derecho de coordinación. Por otro lado,
es hoy indiscutible la subjetividad internacional de las Organizaciones
Internacionales, que sufren responsabilidad y la pueden reclamar de otros sujetos.
También pueden considerarse como Sujetos atípicos del Derecho internacional, la
comunidad beligerante, los insurrectos, los movimientos de liberación nacional y el
individuo, persona física como sujeto pasivo del derecho internacional, es decir
que recibe de él derechos y obligaciones. Además, pueden agregarse ciertos
casos especiales, como el de la Santa Sede y la Orden de Malta.
Naturaleza Jurídica
Los sujetos son las entidades con derechos y obligaciones impuestas por el
Derecho internacional. Para la concepción Clásica los Estados son los sujetos
plenos del ordenamiento internacional, sin que puedan existir otros sujetos que no
sean Estados. En la actualidad, ésta posición ha sido revisada, considerando que
si bien los Estados son los sujetos naturales y originarios, existen a su lado, otros
sujetos derivados o secundarios.
Los propios Estados para el gobierno y manejo de sus relaciones se ven obligados
a la creación de sujetos internacionales. Los Estados como sujetos creadores de
derecho internacional tienen la prerrogativa de dar existencia a nuevas personas
internacionales y la función privativa de los Estados que es la de elaborar las
normas del derecho internacional es compartida y delegada a estos nuevos
sujetos, como por ejemplo, las organizaciones internacionales.
EL ESTADO
El Estado tiene la personalidad jurídica internacional natural y originaria, no
obstante algunas teorías han intentado negar su personería.
Tesis de Scelle: los únicos sujetos de derecho internacional son los individuos,
puesto que una vez disuelto el Estado no quedan más que individuos, ya sea
como gobernantes o como particulares. Esta teoría es inaceptable ya que sería
imposible explicar la subsistencia y continuidad de las obligaciones de un Estado a
pesar de toda modificación en la persona de sus gobernantes.
Las clases sociales de Korovine: al producirse la disolución del Estado, surge la
clase dominante como sujeto real de los derechos y obligaciones internacionales.
Según esta teoría la verdadera deudora era la clase de banqueros y adinerados,
clase dominante la cual al desaparecer, hace desaparecer la obligación de pagar
las deudas. Esta es una doctrina política, que fue repudiada más tarde debido a la
forma de fortalecimiento llevada a cabo por la URSS.
Las nacionalidades de Manzini: también esta es una doctrina de base política,
tendiente al proceso de unificación y reconstrucción de la nación italiana. Afirma
que los verdaderos sujetos de derecho internacional serían las nacionalidades, es
decir, las comunidades de población homogénea, en virtud de su origen, raza,
idioma, tradición histórica. Como crítica puede decirse que la realidad internacional
demuestra la existencia de Estados que no corresponden una unidad sino que son
una pluralidad de nacionalidades; por ejemplo Yugoslavia.
El sujeto propiamente dicho del orden jurídico internacional es el Estado, definido
en la Convención Panamericana de Montevideo en 1933, por cuatro elementos:
Población;
Territorio determinado;
Gobierno, y
Capacidad de entrar en relación con otros Estados.
Teniendo dichos elementos se constituye un Estado aunque no sea reconocido
por la comunidad internacional.
Tratándose de Estados Federales, existe una sola persona de Derecho
Internacional responsable por los actos y omisiones de todos los Estados
miembros, que es el Estado Federal. La posibilidad de celebrar acuerdos
internacionales la tiene el Estado Federal.
Guerra (1999) apunta que el Estado es el sujeto de Derecho Internacional Público
por antonomasia. Esto se debe a que, en las relaciones internacionales, puede
responder moralmente y con su patrimonio material de los compromisos que
libremente haya contraído. Es decir, su condición de sujeto proviene de su
condición de ente responsable. Como ya se trató anteriormente, la nota esencial
de la capacidad internacional es precisamente la noción de responsabilidad y de
allí que tradicionalmente se haya considerado a los Estados únicamente como
sujetos de Derecho Internacional.
El Estado, como ente de Derecho, tiene ciertas y determinadas características que
lo tipifican romo tal. Entre estas características se pueden señalar sus elementos
esenciales: territorio, población y gobierno. El ente de Derecho Internacional que
posee estas características es en realidad el Estado, y, por lo tanto, el sujeto
lógico y natural de la disciplina internacional.
En la cuestión de saber si sólo los Estados son sujetos de Derecho ha habido
mucha opinión divergente. Existe la doctrina clásica de considerarlos únicamente
sujetos de Derecho. Los Estados son los que en uso de su soberanía mantienen
relaciones internacionales y son, por lo tanto, los que en la comunidad
internacional son capaces de obligar o de obligarse. Esto es tan evidente que
muchos autores han pretendido denominar a la disciplina internacional como un
derecho que regla y condiciona únicamente las relaciones de los Estados entre sí
y lo han denominado, por consiguiente, como derecho inter-estatal. El propio
Fauchille no encuentra el fundamento del Derecho Internacional Público sino en la
comunidad internacional formada por los Estados, los cuales tienen “la voluntad de
someter sus .relaciones exteriores a una regla común de derechos y de deberes
recíprocos”, y no considera a este mismo Derecho sino como “el conjunto de
reglas que determinan los derechos y los deberes respectivos de los Estados en
sus mutuas relaciones”. Esta es en realidad la doctrina clásica. Como tal es
sustentada en la Carta de las Naciones Unidas cuando en el artículo 3, Capítulo II,
se sostiene que sólo los Estados son miembros de dicha organización e
igualmente cuando se señala que sólo los Estados podrán ser partes en casos
ante la Corte (Art. 34, 1).
FORMAS DE ESTADO
El concepto de “formas de Estado” tiene una extensión de significado muy amplia,
lo que confiere al vocablo gran libertad de interpretación. Este concepto es
utilizado por algunos especialistas en Derecho Político para diferenciar la
distribución espacial de la actividad estatal de la distribución de tal actividad entre
los órganos que componen el Estado o “forma de gobierno”. Este significado de
“formas de Estado” refiere al grado de descentralización –y consiguiente
centralización– con base territorial, existente en un Estado. Así, se distingue:
Estado Unitario, Estado Federal y Estado Confederado. Otros autores usan el
concepto de “formas de Estado” en su acepción de “formas de gobierno”, vg.:
Estado Democrático, Estado Totalitario; Estado Republicano, Estado Monárquico.
Un tercer significado de “formas de Estado” hace referencia a los derechos del
individuo vis a vis el Estado y al papel que el Estado desempeña en la gestión del
orden social, en particular, del orden económico. Desde este enfoque se
distinguen: el Estado Liberal, el Estado Social y el Estado de Bienestar.
El Estado Unitario: constituye la forma más común de organización a la que
evolucionó el estado nación desde el estado absoluto. En éste se implica la unidad
territorial y la unificación de los ordenamientos jurídicos. “su construcción se da
mediante un proceso… de concentración del poder, unificación de normas y
uniformización de las poblaciones.” Ribó y Pastor en Caminal. (1998).
Se trata de un estado fuertemente centralizado y concentrado, es decir el poder y
la toma de decisiones se concentra en un solo nivel (el nivel nacional), pudiendo a
veces dejar en manos de otros órganos (desconcentrar) algunas actividades o
funciones. Por ejemplo cuando un ministerio tiene una oficina en alguna ciudad del
interior, para que realice allí sus funciones propias. En la práctica no se
encuentran estados democráticos que concentren el poder de manera absoluta.
Estado Federal: Se entiende por estado federal, un estado que fundamenta su
forma en la división del poder en el territorio, con ciertas características
esenciales, a saber:
· El poder político se reparte originariamente (constitucionalmente) entre
instituciones que controlan distintos espacios territoriales (estados), se comparte el
poder entre niveles de gobierno.
· Existe una distribución de competencias constitucionales y existencia de una
Constitución propia de cada estado.
· Se reparte la capacidad de cobrar y crear impuestos a los Estados para la
financiación de sus actividades.
· Existencia de instituciones federales en las que intervienen los estados
(Senado) y un órgano jurisdiccional de solución de conflictos.
NACIMIENTO Y EXTINCIÓN DE LOS ESTADOS
El Nacimiento, se da cuando ocurre la coexistencia de sus tres elementos
constitutivos: territorio, población y gobierno. La escuela tradicional (Jelineck)
enseña que el nacimiento de los Estados es una cuestión de hecho, que tiene
causa en asuntos completamente diferentes de Derecho, como son los
acontecimientos históricos, sociológicos o económicos.
Extinción de los Estados:
Según Cavaglieri, sostiene la tesis de que la extinción de los Estados es una
cuestión de hecho que se escapa por tanto a toda apreciación jurídica.
En realidad puede decirse que la extinción de los Estados ocurre con la pérdida de
uno de sus elementos constitutivos: población, territorio y gobierno.
Perdida de la Población: Este sería un caso hipotético, aunque posible. Aparejaría
también la perdida del Gobierno. La historia diplomática no registra ningún caso de
fin de Estado por pérdida de su población.
Perdida del Territorio: Muchos Estados han dejado de existir por pérdida del
territorio. Estos son los casos de incorporación. También puede darse el caso de
desmembración de Estado, el cual es un proceso en el que un Estado deja de ser
para dar lugar a otros. Tal como fue el caso de Austria-Hungría después de la
primera guerra.
SUJETOS ATÍPICOS
La Nación
Guerra, (1999), considera que ya resulta casi lugar común establecer la diferencia
que hay entre Estado y Nación cuando se estudia esta materia. No obstante, esta
distinción es necesaria para poder establecer por qué la nación no es sujeto de
Derecho. La diferencia radica en sus elementos constitutivos. En efecto, mientras
el Estado posee sus elementos esenciales: territorio, población y gobierno; la
nación posee territorio, población y en lugar de gobierno con un fin social pre-
determinado, existe un sentimiento histórico, religioso, étnico o de otro orden que
es muy difícil de precisar.
De allí que en las relaciones internacionales no existan las naciones como sujetos
de esas relaciones, porque carecen de ese órgano director que es el Gobierno y
antes bien muchas nacionalidades pueden convivir dentro de un mismo Estado
como se vio palpablemente en el caso del Estado italiano que estaba dividido en
una serie de nacionalidades hasta 1849, cuando el Rey Víctor Manuel II, de la
casa de Saboya, emprendió su política nacional de unificación. Lo mismo sucedió
con Austria-Hungría antes de la primera guerra mundial, Estado dividido en un
buen número de nacionalidades inasimilables unas a otras y las cuales pensó
agrupar en un Estado Federal el trágico príncipe Francisco Fernando para poder
mantener la unidad de tan accidentado Estado.
Los Beligerantes
Para que una comunidad beligerante sea reconocida como sujeto de Derecho
Internacional Público, de acuerdo a las normas internacionales debe reunir los
siguientes requisitos:
Que el movimiento beligerante revista importancia y continuidad.
Debe tratarse de un movimiento auténticamente nacional, no admitiéndose
injerencia extranjera.
El levantamiento de los beligerantes debe estar regido por las normas y
costumbre de guerra, respetándose el Derecho Humanitario, Convención
de Ginebra, entre otros.
La comunidad beligerante que ha sido reconocida, posee ciertos derechos y
obligaciones emanados del orden jurídico internacional, como por ejemplo, la
posibilidad de instruir bloqueos, tomar presas, cobro de impuestos, etc. Esto
evidencia que la comunidad beligerante posee el carácter de un sujeto de Derecho
Internacional ejerciendo supremacía de hecho en el territorio bajo su control.
Como obligaciones puede decirse que debe comportarse de acuerdo al DIP en lo
que se refiere al uso de la violencia, entre otros aspectos.
Los Insurrectos
La insurrección puede definirse en los términos utilizados en los diccionarios como
el levantamiento, sublevación o rebelión de un pueblo o ejército, o parte de ellos,
contra el régimen constituido. En el contexto del Derecho Internacional, constituye
un grupo de personas que se levanta en armas contra el gobierno de su propio
Estado, controlando algunas plazas y disponiendo de algunos buques de guerra.
Esta situación que es materia del derecho interno del Estado en cuestión implica
un reconocimiento, en el sentido de que sus actos oficiales no se consideran en
principio como actos de pillaje o piratería. Es muy discutida en la doctrina la
cuestión de saber si existe un deber de reconocer a los insurrectos cuando se
verifican las condiciones antes mencionadas, es decir el dominio efectivo y
exclusivo de una importante zona del territorio de un Estado por parte de los
sublevados. La doctrina dominante resuelve negativamente la cuestión relativa al
deber del reconocimiento: los terceros Estados no están obligados a reconocer a
los insurrectos como beligerantes, y tienen derecho a seguir tratando de manera
exclusiva con el gobierno central, único reconocido. Se llega incluso a afirmar que
antes del reconocimiento de los insurrectos los terceros estados están obligados a
no ayudarlos en modo alguno, sobre todo suministrándole armas, y ello por la
razón de que sólo el gobierno reconocido representa al Estado. Esta doctrina ha
plasmado en los acuerdos del Instituto de Derecho Internacional de 1900, en la
Convención Panamericana del 29 de febrero de 1928 sobre los derechos y
deberes de los Estados ante una guerra civil y en otras muchas declaraciones
oficiales.
En relación con terceros Estados, la insurrección puede implicar derechos o
privilegios que ellos han acordado conceder a la parte rebelde. Éstos varían de un
Estado y de una situación a otros, porque la insurrección no es una condición, que
como la beligerancia origine derechos y deberes definidos. Siendo ello así, no es
posible determinar de antemano los elementos de la reacción de los Estados
extranjeros ante la insurrección. Puede variar, desde la mera abstención de tratar
a los rebeldes como hostes generis humani, a un grado de relaciones semejantes
a las mantenidas con el gobierno constitucional.
Finalmente, de manera alguna debe hablarse de la subjetividad internacional de
los insurrectos. Son situaciones totalmente transitorias que, si consiguen apoyo
territorial, pueden transformarse en beligerancia. En caso contrario pronto se
diluyen buscando asilo político.
Gobiernos en el Exilio
El exilio es el estado de estar lejos de la propia tierra (ya sea ciudad o nación) y
puede definirse como la expatriación, voluntaria o forzada, de un individuo.
Algunos autores utilizan el término “exiliado” con el sentido de “refugiado”.
Además de personas en exilio, también hay gobiernos en exilio, como el del Tíbet
o naciones en exilio, como fue el caso de Armenia de 1078 a 1375, que después
de la invasión de su territorio por tribus selyúcidas, se exilió en Cilicia, formando
un nuevo reino.
Un gobierno en el exilio es un grupo político que reclama ser el legítimo gobierno
de un país, pero por diversos motivos está incapacitado para ejercer dicho poder,
y además reside en el extranjero. Los gobiernos en el exilio habitualmente operan
bajo la idea de que algún día volverán a su país de origen y recuperaran el poder.
Es frecuente que se formen gobiernos en el exilio en tiempos de ocupación militar
durante una guerra. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, numerosos
gobiernos y monarcas europeos, ante la expansión de la Alemania nazi, se vieron
forzados a buscar refugio en el Reino Unido, estableciendo allí sus gobiernos en el
exilio.
La Santa Sede
La Santa Sede o Sede Apostólica es la expresión con que se alude a la posición
del Papa en tanto que Cabeza Suprema de la Iglesia Católica, en oposición a la
referencia a la Ciudad del Vaticano en tanto que Estado soberano, aunque ambas
realidades están íntimamente relacionadas y es un hecho que el Vaticano existe
como Estado al servicio de la Iglesia.
La Santa Sede tiene personalidad jurídica propia y es ella, en estricto rigor, la que
mantiene relaciones diplomáticas con los demás países del mundo. Por ello, los
Pactos de Letrán de 1929 que, entre otras materias, dieron origen al Estado de la
Ciudad del Vaticano, fueron celebrados entre la Santa Sede y el entonces Reino
de Italia.
Sin embargo, el autor Guerra (ob. cit.), considera que desde el punto de vista
jurídico no puede considerarse como sujeto porque, strictu sensu, no es igual al
Estado y que en efecto, a la Santa Sede le hacen falta esas características que
perfilan y configuran al Estado en su misión fundamental de convivir dentro de la
comunidad internacional realizando fines materiales conforme a las exigencias de
esta última. Esto no se observa en el Papado.
En realidad es ente de Derecho Internacional que si bien tiene un pequeño
territorio es a todas luces ficticio porque en su lugar no podrá albergarse un
Estado; si bien tiene población, es igualmente ficticia porque si el Estado de la
Ciudad Vaticana concede una ciudadanía especial, la ciudadanía vaticana, en
realidad esta ciudadanía es sui generis, porque viene siendo dada por cargos
administrativos y no por el hecho del nacimiento. Igualmente puede observarse
que el Papado no persigue fines materiales y su Gobierno, por sus especiales
condiciones, se diferencia totalmente del de los Estados.
Los Movimientos de Liberación Nacional
Estos movimientos que están estrechamente vinculados a los pueblos sujetos a
dominación colonial y que luchan por su libre determinación, han ido ganando
cierto estatuto internacional, no sólo dentro de organizaciones internacionales
regionales como la liga árabe o la organización para la unidad africana, que son
organizaciones directamente comprometidas con la lucha anticolonial, sino
también han ido ganando en las naciones unidas. Algunos de estos movimientos,
por ej. la organización para la liberación de Palestina, disponen de
representaciones con rango diplomático o cuasi diplomático en un amplio número
de Estados, entre ellos España. Así, respecto al caso de la olp, el 14 de febrero de
1986, la oficina de información diplomática del ministerio español de asuntos
exteriores hizo público el comunicado siguiente:
“El gobierno español confirmando su tradicional política de amistad y solidaridad
con el pueblo palestino y convencido del papel primordial que debe jugar la olP en
la búsqueda de una solución global, justa y duradera del conflicto árabe-israelí, ha
decidido con esa fecha, formalizar el estatuto de la oficina de dicha organización
en España”.
También dentro de las naciones unidas se les ha reconocido a algunos
movimientos el Estatuto de observadores (desde 1974). Ya en 1980, la asamblea
general de las naciones unidas instó a los estados miembros de la ONU a que
concedieran a los delegados de los movimientos de liberación nacional con el
estatuto de observadores, las facilidades, las inmunidades y privilegios necesarios
para el desempeño de su misión, conforme al convenio de Viena de 1975 sobre
representación de los estados en sus relaciones con las organizaciones
internacionales de carácter universal. Este es el caso de la OLP, que tras
autoproclamar la independencia del estado de Palestina por decisión adoptada por
el consejo nacional palestino el 15 de noviembre de 1988, la OLP intenta no sólo
el reconocimiento de Palestina como estado ante la comunidad internacional, sino
también su admisión como estado miembro de alguno de los organismos
especializados de las naciones unidas, como por ej.: la organización mundial de la
salud o a la UNESCO.
Hoy en día nadie pone en duda la aplicación del llamado derecho humanitario
bélico a los conflictos armados, en los que son parte pueblos que luchan contra la
dominación colonial. La conferencia diplomática sobre la reafirmación y el
desarrollo del derecho internacional humanitario, aplicable en los conflictos
armados, celebrada en Ginebra entre 1964 y 1977, adoptó los protocolos que
adoptaron los convenios de Ginebra de 1949 a la comunidad internacional surgida
del proceso de descolonización.
La soberana Orden de Malta
La Orden de Malta es un estado no territorial, cuya sede central está en la ciudad
de Roma (Italia) y tiene el estatuto de extraterritorialidad (como si fuera una
embajada). La Orden de Malta es un estado soberano reconocido
internacionalmente. También es el nombre que recibieron los caballeros de la
Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén tras su instalación, por parte del rey
Carlos I de España, en la isla de Malta en 1530 (la isla de Malta pertenecía al
Reino de Sicilia, en posesión de los soberanos de la Corona de Aragón desde el
siglo XIII).
Naturaleza: La naturaleza de la Orden está expuesta en su Carta Costituzionale:
“ (…) è un Ordine religioso laicale, militare, cavalleresco, tradizionalmente
nobiliare. ”
“ L’Ordine è persona giuridica solennemente approvato dalla Santa Sede. Gode
della qualità di soggetto di diritto internazionale. ”
De ello se deduce que la Orden es:
«religiosa»
«laica»
«militar»
«caballeresca»
«de tradición nobiliaria»: la Orden surge como nobiliaria a causa de la nobleza de
los cruzados que la constituyeron. Ese carácter se mantuvo invariable hasta la
última Carta constitucional. La razón del cambio hay que buscarla en la mutación
de la organización social, ya que, a partir del siglo XIX, la nobleza deja de ser un
corpus social para convertirse en una institución meramente familiar u honorífica y
en la directa indicación papal en tal sentido. La tradición nobiliaria ha substituido al
concepto de naturaleza nobiliaria.
«posee personalidad jurídica aprobado por la Santa Sede»
«está sujeta al derecho internacional».
Fines: El fin último de la Orden es promover la gloria de Dios («promuovere la
gloria di Dio»).
Los fines subordinados son:
La santificación de sus miembros
El servicio a la Fe y a la Santa Sede
La ayuda al prójimo
El Individuo como sujeto excepcional del Derecho Internacional Público
Sin duda que el hecho de considerar o no a los individuos como sujetos de
Derecho Internacional Público depende mucho del momento histórico y de la
evolución misma del sistema.
Dentro de la doctrina podemos encontrar distintas posiciones:
Quienes consideran que el individuo es el único sujeto del Derecho
Internacional. Un ejemplo de esta corriente es la escuela sociológica
francesa. En este caso se considera al Estado sólo como un hecho, como
una asociación de individuos.
También están quienes admiten cierta personalidad internacional del
individuo, pero sometida a limitaciones. Esta posición es la más aceptada.
El individuo es un sujeto pasivo del Derecho Internacional ya que sólo
recibe de él derechos y obligaciones. No puede ser sujeto del Derecho
Internacional porque carece de capacidad para celebrar Tratados y no tiene
legitimación para acudir ante los Tribunales Internacionales para hacer
valer sus derechos.
El individuo como sujeto de deberes internacionales: Es importante tener en
cuenta que el individuo puede ser responsable internacionalmente cuando viola
normas fundamentales del Derecho Internacional. Son actos ilegales de violencia
que pueden ser cometidos en el mar o en el espacio aéreo. Los únicos sujetos
que pueden cometer estos actos son las personas físicas, los individuos, pero los
Estados están autorizados por el ordenamiento internacional a detener a los
infractores de la norma y someterlos a su jurisdicción; pero quien tipifica el delito
es el Derecho Internacional.
Algunos ejemplos:
Piratería: son aquellos actos de violencia en alta mar contra personas o
propiedades por la tripulación de un navío con intento de pillaje. Sólo puede ser
cometida por particulares, y la obligación de abstenerse emana del orden jurídico
internacional, otros dicen que el Derecho Internacional autoriza a cada Estado a
tipificar en sus leyes penales el acto de piratería. Sería la ley interna la que crea la
responsabilidad personal, pero es el Derecho Internacional el que autoriza a
sancionar. La realidad indica que la norma de Derecho Internacional tipifica el
delito y no sólo se limita a autorizar. La piratería es un delito contra el derecho
internacional, el cual da la definición y además impone el castigo.
Crímenes de guerra: el Derecho Internacional, en esta materia, admite al lado de
la responsabilidad estática, la responsabilidad individual, siendo el individuo
responsable de sus propios actos y por consiguiente, destinatario directo de
obligaciones impuestas por el orden jurídico internacional.
Al igual que en la piratería las normas internacionales autorizan a los Estados a
sancionar, y a la vez definen los hechos determinantes de tales sanciones.
El individuo como sujeto de derechos internacionales: El individuo tiene
personalidad internacional pasiva, reconocida en los principios de Nuremberg,
haciéndolo susceptible de castigo según el Derecho Internacional general.
Además si se observa el sistema normativo internacional se puede determinar que
la persona física es beneficiaria de muchos derechos que le otorgan las normas
internacionales. Por ejemplo la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Pero el individuo, no tiene personería internacional activa, lo que no impide que en
el futuro puedan ser considerados sujetos de Derecho Internacional en virtud de la
evolución y desarrollo del derecho internacional. Es decir, el individuo posee
capacidad de goce, pero no de ejercicio, la que suple con la representación. De
todas formas, al ser la protección diplomática facultativa por parte del Estado, no
habría en realidad representación tal como la hay en materia civil.
Estando el Estado obligado a actuar. O sea, que en el Derecho Internacional el
individuo no goza de legitimación procesal activa, es decir de locus standi para
procurar por si el respeto de los intereses que el orden internacional le protege;
tampoco posee el ius tractatum ni el legationem.
Guerra, (1999) apunta que en los tiempos modernos, ciertos tratadistas han hecho
énfasis en la incorporación del hombre a la esfera del Derecho Internacional, en
un afán por humanizar más al Derecho y hacerla menos estatal hasta el punto de
considerar al individuo como sujeto del mismo.
Francisco de Vitoria fue el primero en preocuparse por el hombre y a partir de sus
importantes estudios puede decirse que el individuo fue considerado como
problema del Derecho Internacional. En efecto, Vitoria, en sus estupendas
“Relectiones Theologicae” llegó a considerar al hombre como propietario de .su
territorio, el cual no se le podía quitar ni por conquista, colonización o imposición
de la religión cristiana. Después, en la evolución de esta idea, los Estados han
intervenido por el hecho de que han considerado al hombre, la protección y goce
de sus derechos fundamentales, como indispensable para la paz y seguridad del
mundo. Al propio tiempo que se garantiza al hombre en general, los Estados que
han obrado en este sentido garantizan el status quo establecido y por lo tanto sus
propios intereses. Esta es la razón de ser de las intervenciones que hicieron los
Estados contratantes del pacto de la Santa Alianza en 1815, cuando se confirmó
el reparto de Polonia y se aseguró en dicho instrumento el reconocimiento de los
derechos inherentes a la nacionalidad polaca que acompañaban los súbditos de
dicho país.
Sin embargo, algunos autores afirman que el hombre desde el punto de vista
jurídico está en el mismo caso que el Papado, las nacionalidades y los organismos
internacionales. En realidad, no puede ser sujeto porque no es capaz de obligarse
desde el punto de vista del Derecho Internacional y, por lo tanto, no puede ser
responsable desde dicho punto de vista: Es un ente de Derecho tan importante
como los anteriores pues ya es cosa admitida como axioma jurídico que la paz
internacional descansa fundamentalmente en la protección y goce lícito de los
derechos y libertades que tenga el hombre dentro del ámbito de sus comunidades
nacionales.
Bibliografía
Chalbaud Zerpa, R. (1995). Estado y Política. Caracas, Venezuela: Mobil- Libros.
Guerra Iñiguez, D. (1999). Derecho Internacional Público. Venezuela: Editorial
Kelran.
Wikipedia. Enciclopedia Interactiva online. Disponible en: www.wikipedia.com