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Terapia Racional Emotiva Conductual

La terapia racional emotiva conductual (TREC) es una psicoterapia breve que busca identificar y reemplazar pensamientos irracionales y creencias que causan malestar emocional por creencias más productivas, para mejorar la capacidad de afrontar problemas. Se enfoca en cómo las interpretaciones de los eventos, no los eventos mismos, generan emociones negativas. Ayuda a identificar pensamientos rígidos que obstaculizan las metas y reemplazarlos por una nueva perspectiva de vida más positiva.
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Terapia Racional Emotiva Conductual

La terapia racional emotiva conductual (TREC) es una psicoterapia breve que busca identificar y reemplazar pensamientos irracionales y creencias que causan malestar emocional por creencias más productivas, para mejorar la capacidad de afrontar problemas. Se enfoca en cómo las interpretaciones de los eventos, no los eventos mismos, generan emociones negativas. Ayuda a identificar pensamientos rígidos que obstaculizan las metas y reemplazarlos por una nueva perspectiva de vida más positiva.
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Qué es la terapia racional-emotiva-conductual (TREC)?

La terapia racional emotiva conductual o TREC es una forma de psicoterapia de corte breve que se
propone revisar las ideas irracionales y patrones de pensamiento asociados a un malestar emocional,
para poder remplazarlas por creencias más productivas; lo cual permite al paciente lidiar mejor con sus
problemas y aumentar sus habilidades para relacionarse y vivir de manera más saludable.

Esta terapia se basa en el supuesto de que culpamos erróneamente a los eventos externos por el
malestar que sufrimos o incluso por la infelicidad en nuestras vidas. No son los eventos en sí mismos
sino nuestras interpretaciones o lo que creemos de éstos lo que realmente ocasiona nuestro malestar
emocional.

Todos queremos ser felices y encontrar bienestar: tener relaciones satisfactorias, tener una buena
educación, encontrar un buen trabajo, disfrutar de la vida en general, sin embargo esto no siempre es
posible. Es normal encontrarnos con obstáculos o limitaciones que nos impiden obtener lo que
deseamos.

Cuando nos enfrentamos a estos obstáculos, podemos responder de una manera sana y favorable,
pero también de formas inconvenientes y que realmente no nos favorecen. Para el enfoque Racional
emotivo conductual, nuestras reacciones a estos obstáculos (o incluso posibles limitaciones) están
determinados por nuestras creencias, y no por los eventos mismos.

Objetivos del TREC

El enfoque TREC se focaliza principalmente en el presente que vive la persona, con el objetivo de
ayudar a entender los mecanismos y esquemas de pensamiento y creencias que ocasionan el malestar
emocional. Estas creencias, a su vez, conducen a acciones y comportamientos dañinos que interfieren
con las metas en la vida y la estabilidad emocional. Una vez identificados y comprendidos, estos
pensamientos y estas acciones negativas, pueden modificarse y ser remplazados por modos de ser más
positivos y productivos, lo que permite desarrollar relaciones personales y profesionales más exitosas.
El resultado no solo consiste en algunos cambios de creencias o ideas, sino en una nueva perspectiva
de la vida en general.
¿Cómo puede ayudarme la terapia racional emotiva conductual?

El enfoque TREC puede ayudar a manejar adecuadamente emociones negativas como ansiedad,
depresión, culpa y la ira extrema. Este enfoque es utilizado también para cambiar conductas
estresantes y las llamadas de “auto-boicot”, como la agresión, hábitos alimenticios dañinos y
procrastinación que interfieren con la calidad de vida y la capacidad de alcanzar metas deseadas.

El terapeuta especializado en TREC trabajará contigo para identificar las creencias y los patrones
rígidos de pensamiento que de algún modo te aprisionan e obstaculizan tu camino para obtener y
lograr tus metas de la vida. El psicólogo racional emotivo te ayudará a ver que tan irracionales son
estos pensamientos y en qué sentido son perjudiciales para ti.

A través de una serie de ejercicios mentales y conductuales, aprenderás a cómo reducir los
pensamientos y reacciones negativas, y a remplazarlos con pensamientos constructivos y auto-
afirmativos. El TREC hace uso de una serie de herramientas que incluye la visualización positiva, el
reencuadre de pensamiento y el uso de libros de autoayuda y guías audio-visuales, como también
tareas asignadas para realizar en casa para reforzar lo adquirido en las sesiones.

Cómo funciona el TREC

El enfoque TREC se originó en los años 50 con el psiquiatra Albert Ellis. Una de las ideas clave de Ellis es
la creencia de que las personas no son conscientes de que muchos de sus pensamientos acerca de sí
mismos son irracionales y afectan negativamente la manera de conducirse en relaciones y situaciones
de la vida.

De acuerdo a Ellis, estos pensamientos son lo que conduce a las personas a sufrir de emociones
negativas y a involucrarse en conductas dañinas para sí mismas y los demás. Ellis confía en que las
personas son capaces de cuestionar y de cambiar pensamientos y creencias irracionales, si están
dispuestas a realizarlo.
Un método empleado para lograrlo es la técnica ABC de las creencias irracionales, en donde:

A, es el evento activador

B, es la creencia

C, es el resultado.

Veamos el siguiente ejemplo:

Carlos está perturbado pues obtuvo malos resultados en un trabajo que realizó. El evento adverso es
obtener malos resultados en el trabajo. La creencia de Carlos es que si obtiene malos resultados
entonces no vale como persona. Y la consecuencia es que Carlos se siente deprimido.

Como vimos, el trabajo que realiza un terapeuta TREC en conjunto con el cliente consiste en identificar
cuáles son las creencias irracionales, para luego retar estas creencias con la finalidad de reinterpretar
la experiencia del mismo paciente desde una perspectiva más conveniente.

En este caso, el terapeuta ayudará Carlos a darse cuenta de que no hay evidencia de que haber
obtenido un mal resultado en su trabajo sea algo terrible, que no necesita dar buenos resultados para
ser valioso como persona. Si bien es deseable obtener buenos resultados en el trabajo, el que no lo
logre no lo hace una persona no valiosa.

Si Carlos logra entender y experimentar que obtener un mal resultado en el trabajo es decepcionante y
frustrante, pero no terrible, podrá dimensionar mejor la situación en la que se encuentra y, en vez de
toparse con el pesaado obstáculo adicional de sentirse deprimido, se enfrentará a una tristeza y una
decepción que podrá manejar mejor, y se sentirá más capaz de seguir avanzando. Esta decepción
puede ser incluso un estimulante saludable para continuar esforzándose en realizar mejor su trabajo.

Todo esto ayuda al cliente a desarrollar una perspectiva de vida más favorable y racional, así como a
adquirir estrategias de enfrentamiento más saludables.

Para este enfoque, la palabra “creencia” se refiere a una convicción a la verdad o validez de algo. En
ese sentido, una creencia es un pensamiento con un componente emocional (la convicción) y un
elemento factual (verdad o validez). Las creencias pueden ser positivas o negativas. Tener una creencia
negativa no es algo malo en sí; sin embargo, cuando se cree en algo que es falso, esta creencia
negativa se convierte en una creencia irracional. Las creencias irracionales no son compatibles con el
bienestar de

la persona, en tanto que interfieren con la obtención de los deseos básicos de amor y aceptación, así
como de realización personal y profesional y de éxito.

La terapia cognitiva conductual

La terapia cognitiva conductual: es un tipo frecuente de terapia del habla (psicoterapia). Trabajas con
un asesor de salud mental (psicoterapeuta o terapeuta) de forma estructurada, asistiendo a una
cantidad limitada de sesiones. La terapia cognitiva conductual te ayuda a tomar conciencia de
pensamientos imprecisos o negativos para que puedas visualizar situaciones exigentes con mayor
claridad y responder a ellas de forma más efectiva.

La TCC puede ser una herramienta muy útil, ya sea sola o en combinación con otras terapias, para
tratar los trastornos de salud mental, como la depresión, el trastorno de estrés postraumático (TEPT) o
un trastorno de la alimentación. Sin embargo, no todas las personas que se benefician de la terapia
cognitiva conductual tienen una enfermedad mental. La TCC puede ser una herramienta eficaz para

ayudar a cualquier persona a aprender cómo manejar mejor las situaciones estresantes de la vida. Por
qué se realiza

La terapia cognitiva conductual se utiliza para tratar una amplia gama de problemas. Con frecuencia es
el tipo preferido de psicoterapia porque puede ayudarte rápidamente a identificar y afrontar desafíos
específicos. Generalmente requiere menos sesiones que los otros tipos de terapia y se realiza de forma
estructurada.

La terapia cognitiva conductual es una herramienta útil para abordar desafíos emocionales. Por
ejemplo, puede ayudarte a lo siguiente:

 Controlar los síntomas de enfermedad mental

 Prevenir recaídas de síntomas de enfermedad mental

 Tratar una enfermedad mental cuando los medicamentos no son una buena opción

 Aprender técnicas para lidiar con situaciones estresantes de la vida


 Identificar formas de controlar las emociones

 Solucionar conflictos en las relaciones y aprender mejores formas para comunicarse

 Afrontar el dolor o las pérdidas

 Superar traumas emocionales relacionados con el maltrato o la violencia

 Afrontar una enfermedad médica

 Controlar los síntomas físicos crónicos

Los trastornos de salud mental que podrían mejorar con terapia cognitiva conductual incluyen:

 Depresión

 Trastornos de ansiedad

 Fobias

 Trastorno de estrés postraumático

 Trastornos del sueño

 Trastornos de alimentación

 Trastorno obsesivo compulsivo (TOC)

 Trastornos de consumo de drogas

 Trastornos bipolares

 Esquizofrenia

 Trastornos sexuales
Evaluacion e investigación

En algunos casos, la terapia cognitiva conductual es más efectiva cuando se combina con otros
tratamientos, como antidepresivos u otros medicamentos.

Se presenta un estudio de caso en el que se aplica psicoterapia cognitiva en un paciente con trastorno
obsesivo compulsivo con intrusiones de contaminación y duda con rituales de lavado y verificación. El
tratamiento se basa en el modelo cognitivo del TOC, que propone que los sesgos a través de los cuales
se valoran las ideas intrusivas son el principal factor de mantenimiento del trastorno. Las
intervenciones que de él se derivan incluyeron psicoeducación y técnicas cognitivas para flexibilizar
esos sesgos. La evaluación de resultados post tratamiento mostró una mejoría moderada de los
síntomas, una marcada flexibilización de los sesgos y una notable mejoría en la funcionalidad del
paciente.

TRATAMIENTOS

En los años 1960 Víctor Meyer desarrolló un tratamiento específico para este tipo de trastorno
llamado "exposición con prevención de respuesta" o EPR. Este tratamiento mostró resultados
alentadores, con una respuesta inmediata en 40% a 75% de los pacientes a los cuales se les aplicó  y en
la actualidad es el tratamiento específico para TOC con mayor cantidad de estudios de eficacia.

A pesar del éxito alentador en la utilización de la EPR, los resultados distan de ser óptimos. Algunos
pacientes no parecen beneficiarse de la técnica puesto que no manifiestan progresos, rechazan la
intervención debido a lo aversivo de la exposición (alrededor de 30%) o tienen sólo intrusiones sin
realizar rituales conductuales o mentales (cerca de 10%).

A partir de los trabajos de McFall y Wollersheim, comienzan a incorporarse técnicas cognitivas a la EPR,
intentando aumentar su eficacia.

Desde entonces han existido numerosos modelos cognitivos del TOC. Los sucesivos modelos cognitivos
sobre el TOC han identificado que ciertas creencias y evaluaciones erróneas relativas a los
pensamientos intrusivos están implicadas en el mantenimiento del trastorno.

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