Hugo (Yon González) e Braulio (Julián Lopez), dois jovens com formação universitária,
fartos de uma Espanha incapaz de dar trabalho e um futuro, decidem emigrar para
Alemanha seguindo os cantos de sereia de um programa de televisão tipo "Espanhóis pelo
mundo". Mas logo descobrem que perseguir o sonho alemão pode ser um pesadelo.
Hugo, un joven de 27 años y que tiene una doble licenciatura en Administración y Dirección
de Empresas y Marketing además de un máster y su amigo Braulio, Licenciado en Ciencias
Químicas y máster en Biología Celular y Molecular, forman parte de la generación mejor
preparada de la historia, la que iba a poner la economía arriba e iba a vivir mejor que sus
padres y que han acabado emigrando como sus abuelos y pagando los platos rotos de
Europa.Y una gran fila de platos se rompe cuando ambos chocan en la cocina del
restaurante en que trabajan en Berlín.
Tan solo un año antes Hugo acudía nervioso, acompañado por Nadia, su novia, a la oficina
en la que por fin iba a comenzar a trabajar tras dos años de infructuosas búsquedas,
recordándole Nadia que su padre le había ofrecido trabajo desde que terminaron la carrera,
preguntándose él si se lo ofreció ese mismo que cada vez que lo ve le da las llaves de su
coche para que se lo aparque.
Ahora por fin podrá demostrar lo que vale en una prestigiosa empresa, aunque cuando se
abre la puerta del ascensor en la planta en la que va a comenzar a trabajar se encuentra a
la policía recogiendo toda la documentación que no les da tiempo a destruir o quemar a los
empleados.
Braulio por su parte celebra con sus compañeros el haber logrado que sus investigaciones
lleguen a buen puerto, aunque mientras lo hace, el director del laboratorio les dice que los
recortes han llegado también a los becarios.
Hugo tiene que ver cómo el hombre con el que tenía que hablar es llevado esposado por la
policía mientras sus empleados tratan de destruir todo lo que les pueda salpicar en el
escándalo financiero, protestando Braulio al ver cómo sus compañeros se resignan a ser
despedidos.
En casa de Hugo, Beni, su madre prepara una mariscada para celebrar que tienen en casa
un director financiero, pese a las protestas de Prospe, el padre, al que le dice que si piensan
como clase media no dejarán de serlo.
Braulio por su parte trata de ser optimista, pues piensa que el país ha invertido tanto en
ellos que no va a tirar esa inversión, pero su compañera, más práctica, se dispone a ir al
Mercadona donde buscan reponedores.
Braulio ve un programa de españoles en el mundo en el que sale un español que harto de
buscar trabajo en España decidió marcharse a Berlín encontrando oportunidades que en su
país no encontraba.
Braulio llama a Hugo y le pide que ponga la tele para ver a ese hombre que cuenta que para
los alemanes son un chollo, pues son mano de obra cualificada, siendo él Técnico
Especializado en Gestión Medioambiental de Residuos, y que no piensa volver, pues allí
gana en una semana lo que en España se gana en un mes.
Los dos piensan que ese hombre parecía que se dirigía directamente a ellos, que también
son mano de obra cualificada.
Muy ilusionados, cogen un avión rumbo a Berlín, seguros de que en un año serán ellos
quienes animen a la gente a ir allí.
Pero nada más llegar y cuando paran a una mujer para preguntarle por la dirección de su
pensión, y al decirle que son españoles les da una limosna, siendo segundos después
embestido Hugo por una bicicleta, comprobando que se trata de una chica española que le
regaña por haber invadido el carril bici y que le llama imbécil cuando él le dice que si los
alemanes no la tienen contenta no debe pagarlo con él.
Llegan por fin al lugar donde alquilaron la habitación, un barrio lleno de turcos, siendo de
hecho el sitio al que van un kebab, donde les atiende Rafa, un camarero español al que le
dice que les han dicho que allí pueden ayudarles a colocarse, señalando Rafa que en
efecto, así es, preguntándoles qué tipo de droga quieren.
Le preguntan tras ello por Hakan, su jefe, señalándoles Rafa que es el que emite los jadeos
que se escuchan, pues está acostándose todo el día con su mujer para tratar de tener un
hijo con su mujer, Marisol, que es española.
Deberán compartir habitación con Rafa, que tiene el cerebro ralentizado por las drogas, y
que cuando les pregunta si tienen champú y le dicen que sí, señala que van a ser los
mejores compañeros de habitación que ha tenido.
Antes les presenta a Andrés, su vecino, un hombre mayor que dice que cada vez hay más
emigrantes, diciendo Hugo que son trabajadores cualificados itinerantes a lo que Andrés le
dice que lo que son es un par de gilipollas, ofendiéndose ellos y diciendo que si están allí es
por necesidad, señalando Andrés que lo que son es unos mimados que no saben lo que es
trabajar por necesidad como trabajó él, que tuvo que ir hacinado en un tren, para vivir
hacinado en un barracón mientras trabajaba 12 horas hacinado en una fábrica.
Indignado Hugo le dice que ellos necesitan a Alemania tanto como Alemania a ellos, ante lo
que Andrés les dice que ellos no duran allí más de dos meses.
Cuando llegan a la habitación, Rafa les pide que no le digan nada a su hermana, que ocupa
la habitación de al lado, sobre su negocio con las drogas para no preocuparla, pues lo llevó
a Alemania porque en España estaba metido en ese mundo.
Sale entonces su hermana para preguntarle si conoce a alguien que le pueda arreglar el
cambio de marchas que le rompió un imbécil, viendo entonces a Hugo y diciendo "el
imbécil", a la vez que este señala: "la borde".
Al día siguiente, y mientras desayunan con ella se nota la tensión, contándoles Rafa que su
hermana está mal porque salía con un alemán casado que le dijo que iba a dejar a su mujer,
pero que la ha engañado.
Ella les dice a los chicos que van a necesitar suerte para encontrar trabajo, diciéndoselo ella
por experiencia, a lo que Hugo responde que suerte tendrán quien los contrate, pues ellos
tienen dos carreras y un máster.
En un e-Mail a su padre, Hugo le cuenta que ya comenzaron con las primeras entrevistas
de trabajo, asegurándole que con su currículum se los rifarán, aunque la realidad es que
cuando ven que es español se ríen de él al pensar que va a tener un hueco en una empresa
alemana de prestigio.
Y tras un mes buscando trabajo lo único que han encontrado es más españoles buscando
trabajo junto con griegos, portugueses e italianos, diciéndoles Rafa que Hakan busca dos
pinches, decidiendo Braulio ofrecerse, pero no Hugo.
Carla le dice que ella antes de entrar en el estudio de arquitectura fregó escaleras,
diciéndole Hugo que si esas eran sus expectativas le parece muy bien, pero que él no ha
ido allí para hacer los trabajos que no quieren los alemanes, a lo que Andrés le dice
irónicamente que seguramente la ecuatoriana que limpia en su casa tuvo ese sueño toda su
vida, diciéndole Carla que además, si no sabe alemán no tendrá otra cosa, diciendo él que
para poner cervezas se habría quedado en un chiringuito en España, a lo que ella le dice
que al menos así no tendrían que oírle quejarse todos los días.
Tras ello Hugo le dice a Braulio que lo mejor que pueden hacer es regresar a España,
aunque tenga que pedirle el dinero a sus padres, riéndose Andrés mientras les dice a los
demás que ha ganado la porra, pues tal como predijo no ha durado ni un mes.
Tragándose su orgullo, llama a su padre que le dice que, tras 30 años trabajando en la
empresa, esta va a ser trasladada a Polonia, por lo que al quedarse sin nada y les vendría
muy bien una transferencia, escuchando cómo su madre, que ignora la situación viene de
comprarse vestidos nuevos, diciéndole su padre que tampoco sabe lo del desahucio, por no
poder pagar el crédito que pidieron para pagar su máster.
Tragándose su orgullo vuelve para preguntarle a Hakan cuándo empieza, recordándole este
que dijo que su kebab era un antro, debiendo reconocer ante Braulio, Rafa y Hakan que
necesita el dinero porque van a desahuciar a sus padres.
Le escribe tras ello a su padre diciéndole que ya tiene un trabajo que requiere una alta
cualificación, teniendo en sus manos los asuntos más delicados de la empresa - las
planchas - que tiene horario flexible - debe descargar género por la noche - y que con las
dietas pueden comer cada día de restaurante - realmente come las sobras de los clientes -
y que tiene vehículo de empresa - reparte comida en una moto - y que sabiendo comprar el
nivel de vida es más barato - él y Braulio roban en un super -.
Una noche, y cuando sale a tirar la basura del bar ve rebuscando en un cubo a uno de los
basureros rescatando una camisa, reconociendo en él al hombre que vieron en televisión y
que les impulsó a tomar la decisión de viajar a Alemania, dándose cuenta de que un
Técnico Especializado en Gestión Medioambiental de Residuos es solo un basurero,
diciéndoles él que no quería quedar mal, reprochándole Hugo que trabajan 12 horas diarias
y cobran una miseria para que él no quedara mal, disponiéndose a agredirlo cuando el
basurero les dice que después de hacer su carrera y su máster no quería quedar mal ante
su madre y le pregunta si él no mentiría por su madre.
Braulio trata de conseguir una beca de investigación, aunque el alemán se le resiste y
necesita el título, diciéndole Hakan que él puede enseñarle el idioma.
Hugo habla con Nadia por skype mostrándole su nuevo despacho de directivo, entrando
entonces su secretaria, que es Braulio disfrazado de mujer, preguntándole Nadia si es
guapa, y cuando le pide que mueva la cámara para que vea lo grande que es el despacho,
llega Carla, simulando Hugo que es su jefe y cortando la conferencia mientras Carla regaña
a Braulio por ponerse su vestido, pidiéndole Hugo que no se meta en su vida debiendo
disculparle Braulio explicándole que sus padres se creen que es un alto ejecutivo y que su
padre está en paro y viven de lo que les envía Hugo.
Cuando Hakan y su mujer acuden al médico, este les dice que Marisol no tiene ningún
problema para quedarse embarazada, por lo que deberán probar si el problema es de él, a
lo que Hakan se niega, diciéndole Marisol que si le hace elegir entre su matrimonio o ser
madre puede salir perdiendo él.
Para tratar de olvidar su mal humor, Hakan sale con Braulio hasta el metro para darle sus
lecciones de alemán, aunque para pedir un billete, y al repetirlo acaban comprando 8
billetes, comprendiendo Braulio que con Hakan no aprenderá alemán.
Un día, cuando regresa a su habitación, Hugo ve que Andrés está borracho frente a su
puerta, ayudando a Carla a meterlo en su casa donde ve una foto de la hija de Andrés,
preguntándole a este si no estaría mejor en España con ella, respondiendo Andrés que no,
pues allí trató de llevarlo a una residencia porque le decía que no se adaptaba, señalando él
lo difícil que era adaptarse a un país que se olvidó de que fue un país de emigrantes,
asegurándoles que quien olvida su historia está condenado a repetirla, diciéndoles que la
memoria es muy importante. Y cuando ellos se van, Andrés saca una hoja en la que le
diagnostican Alzheimer.
Carla pilla a Hugo en el baño mirándose las llagas que tiene en las manos, asegurándole
Carla que nunca pensó que tuviera heridas en las manos que no fueran por aplaudirse a sí
mismo, respondiendo él que ya no queda nada del Hugo que llegó allí y tiene miedo de que
Andrés tenga razón y que al volver no encuentre su sitio, acabando riéndose de sí mismo
con ella, que le dice que le gusta más el nuevo Hugo.
Y a partir de ese día comienza a fijarse en ella, aunque entonces aparece Franz, su novio
alemán con un ramo de flores, quejándose su hermano de que haya vuelto con él después
de lo que le hizo, aunque ella dice que sale con él por razones de trabajo.
Braulio entretanto se queja de lo caras que son las clases de alemán, proponiéndole Rafa
una buena forma de conseguir dinero: hacerse donante de semen, topándose en la clínica a
la que van con Marisol, que le hace ver que esa no es forma de vivir, decidiendo él que es
mejor que piense en volver a España.
Pero entonces Marisol le hace una proposición. Él vende el semen muy barato y a ella le
cuesta demasiado, por lo que le propone saltarse al intermediario sin que Hakan se entere y
a cambio ella le pagará las clases de alemán.
Llegada la Noche Buena, todos los inquilinos se preparan para cenar juntos, bajando Hugo
un regalo para Carla, encontrándose en la escalera con Andrés en pijama, lo que le extraña,
descubriendo tras un par de bromas que se le cae un bote de pastillas que ve que son las
mismas que toma su abuela para el Alzheimer.
Abajo, todos se presentan para la cena a la que Carla les dice, también irá Franz al que ha
decidido darle otra oportunidad.
Pero justo entonces la llama y poco después dice que sobra un plato, pues Franz va a cenar
con su mujer, no queriendo ella quedarse tampoco y marchándose, ante lo que Hugo sale
tras ella para llevarle su regalo.
Mientras tanto, en su casa, solo, Andrés llama a su hija y escucha el ambiente navideño en
su casa, aunque no dice nada.
Abajo, Rafa les pone un gorrito de Papa Noel a Braulio y a Marisol y unos cuernos de reno a
Hakan, bromeando como si se tratara de un toro, mientras Braulio y Marisol, que saben su
verdadero significado sufren por él.
Hugo llega hasta donde está Carla, sentada en un banco llorando y lamentando no haber
aprendido nada después de lo de "aquella boda", y Hugo, que ha escuchado en varias
ocasiones hablar de esa historia le pide que le cuente lo que ocurrió.
Le cuenta que una amiga del colegio la invitó a su boda, y ella se animó por ver a sus
antiguas amigas pese a que su novio no podía ir, descubriendo una vez en la iglesia que el
que se casaba era su novio, con el que llevaba tres años, cayéndole, para colmo de males
el ramo encima, pensando todos que lloraba de emoción.
Para tratar de consolarla él le da su regalo, unas buenas zapatillas de deporte para que
pueda terminar por fin una maratón, estando ella tan agradecida que le propone
acompañarlo a conocer Berlín, ya que se pasa tanto tiempo trabajando que no ha tenido
tiempo para conocer la ciudad, visitando juntos los lugares más populares.
Y cuando llegan a lo que queda del muro y ante la foto del beso entre Leonid Brezhnev y
Erich Honecker se disponen a hacerse una fotografía cuando un turista les propone
hacérsela juntos, pidiéndoles que se besen como los dos líderes comunistas, poniendo
Hugo reparos, aunque Carla le dice que todos lo hacen, besándose para la foto, aunque
repiten el beso tras esta, aunque entonces llama Franz y rompe el encanto.
Al día siguiente, Hugo se dispone a escribirle a Nadia para contarle lo ocurrido y acabar con
su relación, aunque mientras lo hace llega Carla y al ver que él cierra el ordenador tan
deprisa le pregunta qué hace, diciendo él que viendo porno, a lo que ella le dice que vaya
ojo tiene ella para las parejas.
Al escucharlo Braulio le dice que no puede hacer eso, pues tiene novia y debe controlarse,
llamando justo entonces Marisol a la puerta diciéndole feliz a él que la ha dejado
embarazada y dándole el dinero acordado.
Los dos están en un lío, aunque Braulio dice que Hakan no se enterará, sin saber que justo
en ese momento le están informando de que es estéril.
Hugo por su parte se excusa diciendo que debe hablar con Nadia cara a cara y que no sabe
cuándo volverá a verla, no sabiendo él tampoco que justo en ese momento esta anuncia a
sus suegros que se van ese fin de semana a Berlín, habiendo ella comprado ya los billetes
para los tres, recibiendo él entonces un selfie de su novia con sus padres y con los billetes
en la mano.
Hugo no sabe cómo salir del apuro, ya que sus padres creen que es director financiero de
una multinacional.
Andrés les cuenta entonces a Braulio y a Rafa que se repite la historia, pues ellos ya en
1962 vivían esclavizados, pero no se lo contaban a la familia y hacían horas extras para
llegar al pueblo con un Mercedes (alquilado) y cargados de regalos, aunque ver felices a
sus familiares les compensaba por los esfuerzos.
Hugo recibe a sus padres en el aeropuerto menos efusivo de lo que esperaban, y cuando se
dispone a contarles la verdad aparece Rafa, con una gorra de plato y diciendo que es el
chófer de Hugo al que le dice que en la oficina le espera su equipo.
Reunidos en la oficina donde trabaja Carla, a pesar del temor de esta a que les pillen, están
junto con esta, Braulio, Hakan, y Marisol que tratarán de hacerse pasar por sus
trabajadores, mientras los Cifuentes y Nadia se hacen una foto en el hall de la oficina,
confesándole Rafa a Hugo que consiguió el coche robándolo.
Y mientras esperan, Marisol aprovecha para contarle a Hakan que está embarazada,
presentándose ante la familia de Hugo como recepcionista, y presentándoles a Hakan como
director comercial.
Sale tras ello Carla, su secretaria, que señala que ignoraba que Hugo tuviese una hermana,
enterándose en ese momento de que no es su hermana, sino su novia.
Entretanto, en el baño Rafa le dice a Braulio que llamó su profesor de alemán para
aplazarle la clase a la tarde, diciendo Braulio que no sabe ya que excusa ponerle a Hakan,
diciendo Rafa que espera que este no se entere de que se la está pegando a sus espaldas.
Pero Hakan lo ha escuchado y piensa que hablan de su relación con Marisol, tratando
Braulio de excusarse por estar dando clases con otro, diciéndole que lo hace porque
aunque él ponía muchas ganas no servía, tras lo que Hakan le pregunta cuánto tiempo lleva
con eso, diciendo él que un mes y además dándole duro, pues no es algo fácil, pidiéndole
que se calme, ante lo que Hakan responde que cómo se va a calmar si lleva un mes
acostándose con su mujer.
Al haber sido descubierto Braulio debe confesar que él no quería hacerlo, pero que
necesitaba el dinero, recibiendo entonces un puñetazo de Hakan.
Mientras tanto, en el despacho Carla se queja ante su "jefe" de que se haya buscado otra
"secretaria", contándole él que no le ha dado tiempo para despedirla, pidiéndole Carla que
lo haga en ese momento, diciendo él que debe avisar con 15 días, ante lo que ella se va,
diciendo que eso le pasa por juntarse siempre con capullos.
Braulio sale entonces perseguido por Hakan, al que le cuenta que él no se acostaría con su
mujer si no hubiera dinero por medio, llegando entonces adonde está Marisol, ante la que
se pelean, mientras Rafa trata de calmarlos diciéndoles que la violencia no es el camino,
apareciendo Carla quejándose de que Hugo la trata como los demás, golpeando Rafa a
Hugo pese a que antes dijo que la violencia no era el camino, echándole en cara que haya
engañado a su familia, justo cuando aparece esta.
Mientras prepara su maleta, Hugo reflexiona señalando que no sabe si le dolió más el golpe
de Rafa o la cara de decepción de sus padres.
Se despide tras ello de Braulio y de Andrés pero no de Carla.
En un correo a Braulio ocho meses después, le cuenta que está trabajando en la empresa
del padre de Nadia del que dice cree haberse ganado su respeto formando parte
imprescindible de su equipo -vemos cómo le cierra la puerta en las narices ante una reunión
importante -.
Mientras Braulio lee su correo en el que Hugo le cuenta que está preparando su boda con
Nadia, llega Carla, muy contenta por sus progresos en la preparación de la maratón, no
pareciendo importarle el correo de Hugo.
Braulio le llama para decirle que no podrá ir a la boda por falta de dinero, pues desde que
Hakan lo echó tiene varios mini jobs, que no le dan para casi nada y le cuenta que Carla
está bien trabajando o corriendo y ayudando a Andrés, que ya no puede valerse por sí
mismo.
Tampoco le va bien a Marisol que le dice a Braulio que Hakan no le habla desde lo que
ocurrió el día de Hugo.
En Madrid Hugo visita a la hija de Andrés para contarle lo que le ocurre.
El día de su boda, ve en televisión que hay una maratón en Berlín.
Y Carla se prepara para salir a correrla, con las zapatillas que le regaló Hugo.
Ya en las puertas de la iglesia, y mientras esperan a la novia, Hugo dice estar ilusionado
aunque a su padre no se lo parece, pero él dice que gracias a Nadia tiene un trabajo y no
perdieron su piso, aunque su padre le dice que aunque para él ya es tarde, él está a tiempo
de vivir la vida que quiera y no como él que cada día teme no poder pagar la hipoteca.
Una vez en la iglesia, y cuando el cura le pregunta si acepta a Nadia como esposa él se fija
en las zapatillas de deporte del sacerdote y se acuerda de Carla que estará en la maratón y
dice que "no" para alegría de su padre y desolación de todos los demás.
Entre tanto, en Berlín comienza la maratón en la que Carla participa mientras Braulio acude
al kebab de Hakan después de 8 meses, amenazándolo aquel con un cuchillo, tratando de
hacerle ver Braulio que Marisol dará a luz en una semana, preguntándole si se va a perder
el nacimiento de su hijo después de tantos años deseando formar una familia.
Y justo en ese momento llega Marisol, diciendo Rafa que ha roto aguas, ofreciéndose
Hakan a llevarla en su furgoneta para llegar a tiempo, llevándose a Andrés.
Hugo por su parte corre para no perder el primer avión, que está a punto de partir, sin saber
que gracias a él, y en el mismo avión viaja la hija de Andrés.
Hakan se encuentra un monumental atasco y al cambiar de dirección se topan con la
maratón.
Ya en Berlín, Hugo coge un taxi con el que llega también hasta la maratón y vestido como
va de boda, se cuela en la carrera tras coger el número de uno de los retirados y de pronto,
lo ve Rafa, que había bajado para tratar de encontrar un médico, aunque nadie le cree
debido a sus problemas con las drogas.
Y mientras Hugo trata de encontrar a Carla entre los participantes, ella está a punto de
abandonar en el kilómetro 38, viendo de pronto allí a Hugo.
Entretanto, en la furgoneta comienza a asomar la cabeza el hijo de Marisol, al que deben
sacar con las instrucciones del doctor y de Andrés, que recuerda el parto de su hija,
asumiendo ya Hakan contento que es su padre.
Carla sigue corriendo sin querer escuchar a Hugo, perseguida por él, ya sin los zapatos que
le hacían rozaduras, contándole mientras corren que ha hecho el viaje y la ha buscado entre
50.000 personas tras hacer el ridículo ante los invitados a su boda al decir "no quiero",
procediendo ella a besarlo tras escucharlo dándose cuenta de que ha llegado a la meta,
siendo muy feliz por haber recuperado a Hugo por haber terminado su primera maratón.
Aparece entonces Rafa, que lo abraza y le da permiso, ya que va vestido de boda, para
besar a la novia.
Una vez allí Hugo le escribe a su padre diciéndole que por fin es feliz, esta vez sin mentiras,
mensaje que su padre lee justo antes de que le embarguen el ordenador junto con todo lo
demás de la casa.
Braulio por su parte, tras tirarse un año aprendiendo alemán se tiene que despedir porque
consiguió una beca, pero en China, donde tendrá que volver a dar clases de chino, que se
le dan fatal.