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Resumen de La Novela Blanca Olmedo

La novela Blanca Olmedo describe la trágica historia de amor entre Blanca y Gustavo que se ve frustrada por la oposición de Doña Micaela, el Padre Sandino y Elodio Verdolaga. Blanca muere sin haber podido comunicarse con Gustavo mientras estaba en la guerra, y cuando Gustavo regresa y se entera, se suicida. La joven Adela también muere impactada por la muerte de Gustavo.

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Resumen de La Novela Blanca Olmedo

La novela Blanca Olmedo describe la trágica historia de amor entre Blanca y Gustavo que se ve frustrada por la oposición de Doña Micaela, el Padre Sandino y Elodio Verdolaga. Blanca muere sin haber podido comunicarse con Gustavo mientras estaba en la guerra, y cuando Gustavo regresa y se entera, se suicida. La joven Adela también muere impactada por la muerte de Gustavo.

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Resumen de la novela Blanca Olmedo

La novela Blanca Olmedo es una de las más conocidas en Honduras. Y quizá, al igual
que Prisión Verde, se le reconoce no por su mérito literario, sino por lo que tiene de
crítica social. Blanca Olmedo, una novela romántica escrita a principios del siglo XX,
resulta ya anacrónica para su época, porque el período cultural del romanticismo ya se
consideraba superado para ese tiempo. Al contrario de Prisión Verde, que es una
novela que trata de reflejar las vivencias de la gente humilde en los bananales de la
Costa Norte, en Blanca Olmedo los protagonistas gozan de una exquisita educación
que les permite usar siempre un lenguaje refinado. En las tertulias a las que asisten
estos personajes se ejecutan piezas musicales famosas en Europa. El lugar de la
acción aparece como una ciudad indeterminada en algún país del continente
americano. Es hasta la última página del libro que nos damos cuenta que la acción se
desarrolla en la ciudad de Danlí, Honduras, de dónde también es originaria la autora,
Lucila Gamero de Medina. De hecho, la protagonista de la novela, la señorita Blanca
Olmedo, guarda cierto parecido con la autora, especialmente en lo que concierne a su
perspectiva filosófica y religiosa. Doña Lucila gustaba de definirse a sí misma como
«librepensadora», al igual que lo hace Blanca Olmedo en el libro. Lucila Gamero y
Blanca Olmedo parecen profesar una cierta tendencia hacia el panteísmo y formulan
fuertes críticas en contra de la religión católica-romana. Blanca Olmedo es una historia
trágica, es la historia de una joven que lucha por ser feliz en contra de una adversidad
que la acecha a cada paso y que al final no logra vencer. Blanca Olmedo es una
muchacha ejemplar, bella e inteligente, cualidades que en vez de favorecerle le atraen
enemigos que no cejan en su empeño por destruirla. Las desgracias de Blanca
Olmedo comienzan cuando el personaje Elodio Verdolaga se ofrece para llevar los
asuntos legales de su Padre, don Carlos Olmedo. Verdolaga se pone de acuerdo con
el demandante para perjudicar a don Carlos, haciéndole perder sus bienes, y también
pretende aprovecharse de la desgracia económica de la familia para aprovecharse de
Blanca. Don Carlos se da cuenta de la traición de Verdolaga y se lo comunica a su hija
Blanca, que desde ese momento empieza a despreciar a Verdolaga con todo su ser.
Don Carlos muere poco después, agobiado por la desgracia. Elodio Verdolaga es
retratado como el perfecto sinvergüenza, como un caballero de industria, es decir, una
persona sin escrúpulos que engaña, miente y estafa a cualquier incauto. Verdolaga
está casado y tiene hijos, pero eso no es obstáculo para sus pretensiones de poseer a
Blanca. No tiene título de abogado, pero aun así ejerce el derecho, y por medio de su
astucia logra llegar al puesto de Juez de Letras, ante el asombro de Blanca, que ve
como un hombre que es el epítome de la corrupción y el cinismo es premiado por el
Estado con el puesto de administrador de justicia. Blanca logra conseguir trabajo como
institutriz en la casa de la señora Micaela Moreno y se hace amiga de su alumna, la
señorita Adela. Adela es una adolescente que pasa muy enferma, agobiada por la
manera estricta en que la cría su tía, la señora Micaela, quien es una fanática de la
religión católica, del conservadurismo católico de su tiempo. Doña Micaela está
convencida de que las diferencias entre las clases sociales existen por la voluntad de
Dios, y que las personas que tienen dinero como ella no deben de tener relaciones de
amistad con personas más desafortunadas. Por lo tanto, ella considera que Blanca
Olmedo no es digna de su amistad, ni de la amistad de su sobrina ni de su hijo, porque
es de una clase inferior. Doña Micaela se aferra a esta creencia retrógrada, a pesar de
que Blanca Olmedo fue despojada de su herencia por medio del engaño –no nació
pobre– y que tiene mayor educación y buenos modales que ella, que se cree superior
solo por el hecho de tener más dinero. Doña Micaela es instruida en asuntos religiosos
por el joven Padre Sandino, quien la visita asiduamente con el objeto de ver a la joven
Blanca, de quien se enamora de manera enfermiza, y a quien pretende conquistar, a
pesar de que sus votos religiosos de castidad se lo prohiben. El padre Sandino llega
hasta el extremo de renegar de su religión delante de la señorita Blanca, con el afán
de convencerla de que sus votos de castidad no significan nada para él, mientras en
público aparenta ser un modelo de piedad cristiana. El padre Sandino sufre el lógico
rechazo de Blanca. El joven médico Gustavo Moreno, hijo de doña Micaela no tarda
en darse cuenta de la belleza de Blanca Olmedo y en pretender su amor, pero Blanca,
sabiendo la opinión de doña Micaela trata de esquivarlo por todos los medios, y se
hace amiga del joven Joaquín Leiva, quien llega a visitarla frecuentemente. Leiva
termina también enamorado de Blanca, pero ésta también lo rechaza. Al final Gustavo
logra vencer la resistencia de Blanca y la hace su novia. Esto provoca el esperado
rechazo visceral de doña Micaela, quien se resiste a que su hijo se case con una
mujer que ella considera inferior. Gustavo logra apaciguar a su madre por un tiempo,
mientras el padre Sandino y Verdolaga conspiran juntos para separar a la pareja. Para
ganar tiempo le aconsejan que se posponga el matrimonio, y a esta petición Gustavo
accede gustoso. Elodio Verdolaga propone hacer uso de sus influencias políticas para
mandar a Gustavo a la guerra, reteniendo las cartas que éste mande a su novia. Doña
Micaela accede a este plan, a pesar del peligro que representa para su hijo. Después
de que Gustavo parte a la guerra, doña Micaela despide a Blanca de la casa, no sin
antes haberla insultado haciéndose eco de las calumnias que le comunicaron el padre
Sandino y Verdolaga. Verdolaga le había dicho que Blanca había sido su amante. El
padre Sandino acusó a Blanca de tratar de seducirlo. A estas calumnias Doña Micaela
agregó la acusación de que Blanca había seducido a Gustavo por interés material, y
de que lo había «prostituido». Blanca sale muy agitada y enferma de la casa de doña
Micaela y se va a refugiar a la casa de la que había sido su empleada doméstica,
quien le contó el secreto de que en realidad Gustavo no era hijo de doña Micaela.
Blanca no logra comunicarse con Gustavo. Las cartas que ambos se dirigen son
retenidas por el correo, a instancias de Verdolaga. La salud de Blanca empeora
cuando Verdolaga publica sus calumnias en un periódico. Al final Blanca muere con su
vestido de novia, sin haber visto a Gustavo. Cuando Gustavo regresa de la guerra y es
informado de la situación se suicida y la joven Adela muere de la impresión que le
produjo la muerte de Gustavo. En el epílogo, un epitafio en el mausoleo en que
sepultaron a Gustavo, Blanca y Adela reza: Víctimas inocentes de un Representante
de la Justicia, de un Representante de la Religión Católica y de una Mujer Fanática. El
cura Sandino desaparece del lugar, Doña Micaela se arrepiente del mal cometido y
funda un asilo para ayudar a chicas pobres y Elodio Verdolaga es condenado a
cadena perpetua por sus múltiples crímenes.

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