Lola Aieta, onivir .
on la nfertidod
Pe.1ioxteto tlean ) 1117.
2. Familiarizándonos con la afectividad
2.1. La pasión de vivir: Recuerdos afectividad!)
ira sacudir la inercia ver a Dios mi prisionero,
que muero porque no muero..."
Yo creo que para decidirse a amar (iqué mujer! rezuma pasión por todos
hay que estar un poco loco, es un atre- los poros).
vimiento, y más entre los hombres y
mujeres de Iglesia. /Somos tan recata- Y Francisco? jotro semejante!
dos! Nos gusta tanto el orden, el con-
trol, los colores armoniosos..., es tan Cuentan que un novicio le pregun-
inmaduro y vergonzoso 'des-entonar tó qué tenía que hacer para seguir sus
con colores apasionados... que ense- pasos y él, sorprendido, no le dió un
guida nos agarramos al gris o al blan- sermón sino que le comunicó su ex
co para vivir más tranquilos. Me pre- periencia...
gunto: Y el arco iris.. qué significa?,
nunca lo he visto en mi vida? "El es el que me deja arder en un
deseo infinito y me hace soñar de día
Cada vez me gusta más leer las ex- y de noche.. quise ser rico como mi
periencias de algunos santos. Recor- tío (o sea que le apasionó el dinero),
dáis a Teresa? banquetear con los amigos (o sea que
le gustaba comer bien), soñé ser prin-
"Vivo ya fuera de mí (estaba lo cipe (;anda! también quería ser impor-
ca), tante)... conocí las lágrimas de la an-
después que muero de amor, gustia (tendría depresión?), la de
(iqué exagerada!) cepción de los amigos (o sea que tenía
porque vivo en el Señor amigos), la perplejidad de los padres
que me quiso para sí (jes una me- (no me extraña, jlo que pasarían con
galómanal) él!)... Sentí profundamente la llamada
esta divina prisión, a la libertad.. Mi
suprema inspira-
del amor con que yo vivo, ción, mi deseo más vehemente, y mi
ha hecho a Dios mi cautivo, propósito más eficaz es identificar-
y libre mi corazón; el
me con
Evangelio. El Evangelio me
y causa en mí tal pasión (jya decia da la libertad de los locos y de los ni-
yo que esta mujer tenía problemas de nos... me permite ayunar e
interrumpir
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el ayun para comer con el hermano Lo que importa cs relativizar, no
que grita por la noche: jme muero de dramatizar,... adenás nos vamos po-
hambre!" niendo viejos. Lo mejor es retirarse a
los cuarteles de invierno, agarrarnos al
Qué afectivos eran! ;Qué lenguaje rincón de lo confortable y conocido y
utilizan! -a lo más- hacer compartimentos es-
tancos en nuestra pobre existencia,
El secreto de vidas está en ha-
sus "..algunos hasta somos buenos chi-
ber organizado y concentrado todas cos ihacemos lo que podemos! ino
sus energías, afectividad
y voluntad hay más cera que la que arde!.." nos
para vivir con una única pasión: ser decimos realista y adormecedoramen-
en Dios. Núcleo generador y eje de su te unos a otros. Hasta cuándo?
existencia.
;Ojalá un terremoto llamado Es
Se nosha dado la vida, queremos píritu en forma de pobre, margina-
ser felices. Encontrar un fundamen- do, enfermedad, muerte, fracaso,
to para ser felices y encontrarnos con anécdota diminuta, emamoramien-
otro ser en forma de tú son las máxi- to, pecado, o cumpleañios simple-
mas aspiraciones de la condición hu- mente, sacuda nuestra cotidianidad
mana. dormida! Entonces... lo podremos
pasar mal, pero si tenemos coraje,
Estamos hechos para el amor. Pero lucidez y suplicamos el don jesta-
hoy nos aqueja la anemia amorosa. mos salvados! La afectividad
que
Andamos demasiado confusos y ca- nos afecta', nos sale al encuentro.
bizbajos; el pobre Marcuse se equivo
có cuando pensó que una vez logrado
un desarrollo suficiente, nuestra civili-
zación estaría en condiciones de poner 2.2. La 'movida' de la afectividad:
fin a todas las instituciones
represivas recuerdos para ser lúcidos.
y podríamos al fin disfrutar de la ra-
cionalidad de la satisfacción. *La afectividad/sexualidad es la
energía vital que atraviesa todo lo hu-
Es demasiado complicado. Ya no mano y nos pone en situación de sen-
existe Prometeo, pero ahora le toca a tir, decir, hacer.. empujándonos más
Narciso. Nuestro Dios
ja quién im- allá de nosotros mismos y obligándo-
porta? Nosotros para quién somos
nos a establecer lazos con los otros y
cresbles?
con el mundo. La afectividad se orien-
ta al amor. "La puerta de la afectivi-
dad abre hacia afuera y al que in-
se facción de necesidades descubrimos al
tenta 'derribarla se le cicrra", nos tú en función del yo: "Te quiero por-
contó Kicrkegaard. que te necesito".
*
La afeetividad/sexualidad es un Los deseos son como atreverse a
contínuo siempre interrelacionado en- soñar, a vivir aventuras,... en mu-
tre lo somático, lo psíquico, lo social y chas ocasiones ni siquiera se dirigen a
lo existencial/religioso. objetos reales, sino que imagino lo
que deseo, y espero que fantasmática-
Por eso la maduración de la afec- mente se cumpla. Cuanto más ardien-
tividad va íntimamente ligada a la temente deseo algo, más se intensifi-
vida toda, al proceso evolutivo y al ca. Pero he tenido que comprender
que el deseo 'no se gasta', ni
existencia. se cum-
proyecto vital de nuestra
Fluyen energías, se forjan ideas, me- ple hasta el final, sino que llega la te-
acumulan viven- mida y necesaria frustración vestida
tas, expectativas, se
cias... La interpretación y significa- de realidad. Es cuando podemos afir-
do de todo ello depende de los con mar: "Te necesito porque te quiero".
textos en los que n0s socializamos y
* Por eso nos dice Lacan que el de-
de la capacidad cognitiva y volitiva
seo se articula en la necesidad y se
de cada uno para elaborar todo lo
vivido. frustra en la satisfacción de ésta,
siempre imagina algo más.
porque
* La materia prima de la afectivi- Siempre hay un desnivel entre la satis-
dad son las necesidades y los deseos. facción posible del anhelo actual y la
La sede social de la afectividad es el reproducción imposible de la satistac
propio cuerpo. ción imaginaria.
Las necesidades buscan siempre El deseo nos mantiene en situa-
ción de superación constante, de
apaciguar tensiones y, debidamente
satisfechas, pierden su fuerza y recla- conquista, de insatisfacción, y así es el
mo. Comer, defecar, descansar, respi- motor de todo lo que hago. Necesida-
rar, pertenecer a alguien, ser útil, afir- des y deseos se entremezclan y fun-
marse, sentir seguridad, libertad... son cionan con una misma dinámica.
necesidades que alguien tiene que
ayudar a satisfacer. ¡Y qué placer tan * La afectividad busca siempre
grande experimentar que se sacian, placer. Este es y seguirá siendo el ele-
que se apaciguan! Para cada necesidad mento decisivo para mi desarrollo y
hay un objeto adecuado. En la satis- maduración. Yo creo que nos tendría-
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mos que scntir cspecialmente agrade- En camino hay dificultades y
este
eidos al placer sin mirarlo con tanto obstáculos. Se bloquea el fluir, las
recelo y desconfianza: "Porque gra energías se diversifican, los asideros
cias a él he conocido que la vida es cambian, los sustos y las experiencias
buena, que el amor existe..." aparecen. La capacidad de pensar y
de sentir van a estar contínuamente en
*La afectividad está en continuo juego, necesitadas ambas de un árbi-
movimiento con el adentro/afuera de tro consistente que es el yo personal,
nosotros mismos. Por ella
proyecta- el ser configurado y maduro. En este
mos en el exterior los deseos
y necesi- proceso van a tener radical impor-
dades en diferentes asideros
(objetos, tancia los condicionamientos socia-
personas, ideas, situaciones, recuer- les, el despertar corporal/sexual y la
dos..) con el ansia insaciable de vivir
propia capacidad de asumir frustra-
eternamente bajo la mirada del ser ciones, trascenderse y cultivar el
querido o la posesión imposible del amor.
objeto deseado.
*La afectividad llega a su madu-
Por la afectividad también senti-
rez cuando los deseos
estructuran
se
mos el
impacto de todo lo externo y en coherencia con el proyecto de vi-
reaccionamos ante él según la signifi- da. El objeto afectivo no es
cación que le demos y los intereses ya la ob-
tención inmediata de
que primen nosotros. Estos impac-
en placer, sino el
sentido mismo de vivir. El mundo es
tos tienen la fuerza de
hacernos cam- más grande que mi
biar el rumbo de nuestra afectividad. ombligo; los otros
existen por ellos mismos, no sólo
en
*
función de mis necesidades.
La afectividad tomando for-
va
ma y orientándose a distintos conteni-
*La afectividad
dos (valores), como objetos de pose-
se
atrofia y de-
sión, según dicta el cuerpo, la edad, el sintegra cuando su materia prima, pu-
lula sin orden ni dueño
deseo, las ideas, el ambiente la por el aden-
y pro tro/afuera de nosotros
pia experiencia. mismos, con
afán
desesperado evitar la frustra-
de
El desarrollo y configuración ción, querer ser comno
de dioses.. j0 co-
la afectividad pasa por diferentes mo animales! y conseguir el bocado
tos críticos hasta pun- de la
concentrarse y con- supervivencia. /Estamos ante la
figurarse en los centros de interés crisis, estamos ante la locura!
constituyen el proyecto vital (pocos que
concretos). y *
La afectividad se educa y requie-
re la
responsabilidad de vivir. Por
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Cuanto más vivOs estamnos en
responsabilidad quiero decir la capa- afectividad, cuanto más senti-
nucstra
cidad ydecisión libre de 'tomar la vi-
-dentro de mos las ansias de amor infinito hechas
da en las manos" y clegir, necesidad
lo que voy a deseos, más ardiente es la
unos limites-, aquello en
cstá tu tesoro de abrirnos al Espíritu para suplicar y
empeñar la vida. /Donde
está tu corazón! 'acoger el don en trance de pobreza'.
del
Dicen los entendidos en las cosas
torzar,
* Vivir con responsabilidad la pro- Espíritu que 'no hay nada que
cuenta es creer: escuchar,
pia afectividad es poder llegar a ins- que lo que
Ga-
taurarla en el núcleo profundo de consentir, acoger el Don... (Javier
mi ser, en diálogo permanente entre rrido). Y dicen las entendidas -que
tambien las hay- que 'sólo el Espíritu
lo que siento y quiero, y -teniendo en
puede poner a nuestra disposición el
cuenta además la dura y pura reali-
torrencial de Jesús, toda esa ca-
dad- orientar todas las energías firme amor
y operativamente en la pasión
de vi- pacidad suya de ser cercano y comn-
vir. prometido con la causa de Dios y del
hombre; de afligirse, gozar y dejarse
afectar por lo que ocurre, sobre todo a
los más pequeños; de abrazar visceral-
2.3. Y la afectividad célibe, qué pa- mente, desde las entrañas, los senti-
sa con ella? mientos de los otros; de imaginar y
ofrecernos la alternativa radical y utó-
Asumo que no lo sé explicar.. ade- pica de la historia según Dios' (Dolo-
más.., para esto doctores tiene la San- tes Aleixandre).
ta Madre Iglesia. Lo que sé decir des-
de la experiencia de varios hombres y a v i v a afectividad célibe, na-
mujeres -y desde la mía propiä-, es T Y Tiesiras energias; las
que me voy convenciendo jaungue mi TifEEN8 KOAa KNGue todo el po-
trabajo me ha costado!, de que es po- teiCiai iene ctivarse desde Dios
sible y es un don (bastante escandalo- para emp ar cun E su proyecto libe-
so, por cierto, en los tiempos que co- rador de Reino. Lo que hace falta es
rremos). aprender a convivir con la afectivi-
dad, detectar y clarificar todas las pul-
Y como don hay que suplicarlo y siones y deseos, seleccionar bien los
hay que alimentarlo: "Mi prez eres contenidos y abrirnos al Misterio.
Tu", dice Jeremías (Jer 17,14), des-
pués de pasar una profunda crisis de La
afectividad.
fenomenología de la religión
nos explica que la actitud religiosa es
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la 'divposición creada en cada uno de A. El tiempo: como
necesitados
nosotros por la aparición del Misterio crecemos a merced de lo que hagan
disposición que se expresa en la expe- con nosotros y en contínua interrela
riencia, cn la conducta y en los dife- ción con el ambiente. Evolucionamos
rentes actos concretos que surgen de
porque cada edad tiene un oficio en
ella' (Martín Velasco). los asuntos del amor y unas tareas que
aprender y vivir. El equilibrio entre
Sin embargo, esta experiencia ne- satisfacciones y frustraciones tiene
cesita un trasfondo afectivo. Es dificil que existir para poder conseguir unos
descubrir el Misterio -que siempre mínimos de autonomía, separarme
suscita temor-, si los miedos básicos de los otros y estrenar la relación. La
no están suficientemente
apaciguados capacidad de consciencia y el diálogo
y clarificados. Las actitudes y viven- con las propias emociones es indis-
cias de la propia afectividad condicio- pensable para no vivir enajenados. La
nan nuestra experiencia de Dios. psicología nos ayuda a entender este
proceso y nos enseña mecanismos de
Este proceso de llegar a vivir 'al- autorregulación.
canzados por el amor es un largo ca-
mino, mediatizado por la historia B. El espacio: como seres situados
personal, por las estructuras comunita- aprendemos a pensarnos a nosotros
rias, en las que existen unas represen- mismos y a pensar todo lo que nos ro-
taciones de Dios, de la sexualidad y de dea. según los significados que recibi-
la comunidad misma, por el proyecto mos de nuestros mayores y del amn-
de vida y por la misma experiencia re- bicnte. Las representaciones sociales
e iocio 0 qut existe, mamadas y res
ligiosa.
rada aii, 1a tierra, la cul-
F V eianonie, aricionan y ac-
túan e rererencia para abrinos y po
2.4. Entendernos desde nuestras sicionarn0S ante ei mundo. La psico-
fronteras. logía social describe cómo se da
nos
la socialización y analiza las influen-
Para entendernos a nosotros mis- cias de los mecanismos grupales en el
mos en totalidad y tomar las riendas proceso de integración.
de los afectos, y que no nos arrastren
como caballos desbocados, hay que C. El movimiento: esta dinámica
echar un vistazo a todas nuestras fron- del espacio y del genera un
tiempo
teras: el espacio, el tiempo el movi- continuo movimiento. Cada uno de
y
miento: nosotros somos seres en Proyecto y
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con Proyecto. Cada gesto, opinión. riencia religiosa nos enseña que Dios
acción, reacción que hacemos y vivi- no aparece como fuente de satisfac-
mos, es un movimiento vital que en- ción de necesidades y deseos, sino co-
cierra un sentido, responde a algo mo realidad plenamente nueva.
concretoy buscauna finalidad.
Por eso cuando nos encontramos
Llegar a ser dueños de nuestros con El -nos cuenta Martín Velasco-
movimientos y trascendernos a noso- no nos consolamos por lo que nos da
tros mismos es el grito supremo de to- O nos promete, sino por lo que es, o tal
do ser humano. Esto nos lo enseña la vez más propiamente, porque es y pa-
antropología. ra el hombre religioso es una realidad
totalmente otra que él debe reconocer,
La dimensión religiosa aparece trascendiéndose, es decir, sacrificán-
también como una forma de sentido. dose, en algunas ocasiones literalmen-
Dios no es una realidad que yo busco te, en ese reconocimiento".
espontáneamente,sino que en un mo-
mento dado acontece y se impone; lo Aquí aparece el sentido de la subli-
sagrado se manifiesta como una rup- mación y la responsabilidad de plan-
tura de la homogeneidad de la exis- tearnos estructuras de apoyo que nos
tencia para introducirnos en un orden hagan posible vivir el don recibido.
de ser diferente. La verdadera expe-