COLEGIO LOS ANGELES TUNJA
GUÍA Nº 3
RESPUESTA A ESTÍMULOS.
1.1 El impulso nervioso
Las neuronas transmiten información usando un lenguaje eléctrico.
Para tal fin, ellas producen y transmiten impulsos
eléctricos o potenciales de acción.
Los potenciales de acción son ondas de descarga eléctrica que
viajan a lo largo y a través de la membrana celular de las neuronas.
Son creados por el flujo de iones sodio (Na ) y potasio (K )a
través de la membrana, cuyo transporte depende de dos fuerzas:
el potencial químico y el potencial eléctrico.
Potencial químico o gradiente de concentración. Es la fuerza
que empuja a los iones a moverse hacia el lado de la membrana
en el que se encuentran a menor concentración. En una
neurona promedio de un mamífero, la concentración intracelular
de sodio es aproximadamente 15 mM, mientras que la del
exterior es 150 mM. Esto implica que el potencial químico
favorece que el sodio atraviese la membrana y entre a la célula
para igualar las concentraciones.
Potencial eléctrico. Es la fuerza que actúa sobre los iones
empujándolos a moverse hacia el compartimiento que presente
una carga neta de signo contrario y surge del hecho de que “las
cargas opuestas se atraen”. A lado y lado de la membrana de
una neurona, la suma de cargas entre sus cationes (iones
positivos) y aniones (iones negativos) resulta en una carga
negativa neta del lado intracelular con respecto al lado
extracelular. Por esto, el potencial eléctrico sobre un ion Na1 lo
empujará hacia adentro de la célula.
A la diferencia entre cargas positivas y negativas entre el lado
intracelular y extracelular de la membrana, se le conoce
como potencial de membrana. Este tiende a mantenerse estable
alrededor de un valor de 270 mV en el interior con respecto al exterior
de la neurona, lo que es llamado potencial de reposo (1).
El impulso nervioso comienza cuando una neurona recibe un estímulo
y los canales iónicos de sodio (Na ) en la membrana celular se
abren. Los canales iónicos son proteínas de membrana que se abren
para permitir el paso de iones a través de esta. En el caso de los
canales de sodio, y debido a que este ion está más concentrado en el
medio extracelular, la apertura genera un flujo de sodio hacia el
interior de la célula.
Así, se inicia la fase de despolarización de la membrana (2), en la
que la carga neta del lado intracelular se hace más positiva, hasta
alcanzar un potencial alrededor de 140 mV. En este punto, los canales
de potasio (K ) sensibles al voltaje se abren, y debido a que el
potasio se encuentra mucho más concentrado en el interior, este
catión fluye hacia afuera de la célula. Así, comienza
la repolarización de la membrana (3), fase en la que el lado
intracelular de la neurona recupera su carga neta negativa con
respecto al lado extracelular.
Finalmente, para volver a la distribución inicial de iones sodio y
potasio, la bomba sodio-potasio, una proteína de membrana que
consume energía en forma de ATP, desplaza iones de sodio hacia el
exterior de la neurona al tiempo que mueve potasio hacia el interior,
en contra del gradiente de concentración de cada uno de los iones.
1.2 La sinapsis
La sinapsis es la unión funcional por la cual el impulso nervioso es
transmitido desde una neurona hacia otra o hacia una célula efectora.
Normalmente, las sinapsis se establecen entre las ramas terminales
del axón de una neurona y las dendritas o el soma de otra y se
pueden dividir en sinapsis química y sinapsis eléctrica.
La sinapsis química ocurre por la liberación de sustancias químicas
llamadas neurotransmisores en un espacio entre células de 20 a 30
nm, conocido como hendidura o espacio sináptico.
La sinapsis química comienza cuando el impulso nervioso alcanza las
terminales axónicas. El cambio en la polaridad de la membrana abre
unos canales específicos permeables al calcio (Ca2 ). La entrada
de este ion al citoplasma activa la fusión de unas bolsas llenas con
neurotransmisores, denominadas vesículas sinápticas, con la
membrana del axón, o membrana presináptica.
Debido a que las vesículas están llenas con neurotransmisor, la fusión
lleva a que el neurotransmisor sea liberado en la hendidura sináptica y
se difunda hasta alcanzar la membrana de la siguiente célula
o membrana postsináptica en donde activa diferentes receptores.
Un neurotransmisor puede activar en la membrana postsináptica
canales de sodio, en cuyo caso generará una respuesta excitatoria y
favorecerá la generación de un impulso nervioso en el axón; o puede
activar canales de cloro (Cl ), en cuyo caso la respuesta será de
inhibición de la neurona postsináptica y del impulso nervioso.
La generación del impulso nervioso o potencial de acción en el axón
de la neurona postsináptica dependerá de la sumatoria entre las miles
de sinapsis excitatorias e inhibitorias que reciben las dendritas y el
soma.
Si en total hay más señales excitatorias que inhibitorias, la neurona
postsináptica producirá un potencial de acción e iniciará un nuevo
impulso nervioso.
Para finalizar el proceso, los neurotransmisores deben desalojar el
espacio sináptico para permitir la transmisión de un nuevo impulso
nervioso.
Este paso es conocido como limpieza del espacio sináptico y se
explica por dos mecanismos: en primer lugar, por acción de unas
proteínas especiales llamadas enzimas que degradan los
neurotransmisores, o, en segundo lugar, por reabsorción del
neurotransmisor en la neurona presináptica por medio de proteínas de
membrana que consumen energía.
La sinapsis eléctrica ocurre a través de uniones gap o brechas entre
dos células que se encuentran muy próximas entre sí.
La llegada del impulso nervioso a una célula genera la entrada de
iones que fluyen libremente hacia la otra célula. La transmisión de la
señal ocurre mucho más rápido que en una sinapsis química y puede
suceder en ambas direcciones.
1.3 El sistema nervioso en los seres humanos
El sistema nervioso de los seres humanos se divide en sistema
nervioso central (SNC) y sistema nervioso periférico (SNP). El sistema
nervioso central está compuesto por el encéfalo y la médula espinal, y
se encuentra rodeado por las meninges, tres capas de tejido
conjuntivo que lo protegen de las infecciones y de posibles traumas
generados por golpes.
EL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL
Se encarga de procesar la información que el organismo recibe de su
medio interno y externo y, a partir de esta, coordinar y dirigir las
funciones del organismo. Está conformado por el encéfalo y la medula
espinal, los cuales, a su vez, se encuentran recubiertos por tres
membranas denominadas meninges, que los protegen de las
infecciones y conforman cuatro espacios:
• El espacio subracnoideo, situado entre la aracnoides y la
piamadre. A través de esta circula el líquido cefalorraquídeo,
que protege el cerebro y la medula contra lesiones, provee
nutrientes a las neuronas y elimina desechos.
• EL espacio subdural, comprendido entre la duramadre y la
aracnoides. Es un espacio que se hace evidente únicamente
cuando se presenta un derrame o una hemorragia, porque se
separan las capas.
• EL espacio epidural, ubicado entre el hueso y la duramadre. Es
rico en grasa, almacena sustancias y brindan sostén.
• EL espacio intraaracnoideo, se encuentra entre ambas hojas
de la aracnoides
2. EL ENCEFALO
EL encéfalo se ubica dentro del cráneo e incluye las siguientes
estructuras: en su parte anterior o prosencéfalo, contiene le cerebro,
el tálamo, el hipotálamo y el hipocampo; en su parte media o
mesencéfalo, incluye la sustancia reticular y, en la parte posterior o
rombencéfalo, contiene el bulbo raquídeo, la protuberancia anular y
el cerebelo. EL mesencéfalo, la protuberancia anular y el bulbo
raquídeo forman en conjunto el denominado tallo cerebral.
Prosencéfalo
• Cerebro: coordina el movimiento, el equilibrio y la inteligencia,
de manera que permite el desarrollo de actividades como leer,
escribir, hablar, realizar operaciones matemáticas, entre otras.
• Hipotálamo: participa en la regulación del sistema nervioso
autónomo, de la glándula hipófisis, y de las emociones, el
comportamiento, la ingesta de alimentos y la temperatura
corporal
• Tálamo: transmite los impulsos sensoriales al cerebro y los
impulsos motores emitidos por este hacia el órgano efector.
Interviene en las emociones y la memoria, la cognición y la
conciencia
• Hipocampo: controla el comportamiento como el deseo sexual
y la ira. Participa en el proceso de memorización, almacenando
recuerdos que asocia con experiencias previas.se encarga de la
orientación espacial
Mesencéfalo
• Sustancia reticular: participa en la percepción visual y auditiva.
Regula el sueño, la vigilia, el tono muscular y algunos reflejos.
Filtra información sensorial para transmitirla a la corteza
cerebral.
• Bulbo raquídeo: participa en el control de la respiración y el
ritmo cardiaco, la temperatura, la secreción de jugos gástricos,
la tos y la deglución. Comunica la medula con el cerebro.
Rombencéfalo
• Protuberancia anular: también llamado puente de varolio,
transmite impulsos de un hemisferio del cerebro al otro y entre el
bulbo y el mesencéfalo. Participa en el control de las funciones
motoras y la emoción.
• Cerebelo: coordina la postura, el movimiento y el equilibrio.
Evalúa si se están realizando adecuadamente los movimientos
de las áreas motoras del cerebro y corrige sus variaciones
3. EL CEREBRO
Constituye la mayor parte del encéfalo. Su capa externa se denomina
corteza cerebral y esta a su vez se divide en dos capas:
• Una interna de sustancia blanca, compuesta por axones
mielinizados que conectan varias partes del encéfalo. La función
de la corteza cerebral es procesar la información recibida,
compararla con la información almacenada y generar una
respuesta.
• Una externa de sustancia gris, compuesta por cuerpos celulares
y dendritas.
• La diferencia entre estas dos sustancias origina unos pliegues
denominados circunvoluciones que, cuando son muy
profundos, forman cisuras o si son muy leves se denominan
surcos.
• La cisura más prominente es la cisura perpendicular interna
que divide al cerebro en dos mitades, izquierda y derecha,
formando los Hemisferios cerebrales que se comunica por
medio del cuerpo calloso una estructura formada de sustancia
blanca.
Hemisferio cerebral izquierdo: es el responsable del habla, la
escritura, la lógica, las matemáticas, el calculo y el análisis; además
controla las funciones motoras del lado derecho del cuerpo.
Hemisferio cerebral derecho: es el responsable de los
sentimientos, las habilidades artísticas y musicales, la memoria visual
y la capacidad de síntesis. Este hemisferio controla el lado izquierdo
del cuerpo.
Lóbulos
• Lóbulo frontal: regula la función motora determinando que
hacer y quien lo ejecuta. Participa en la producción del lenguaje
hablado, el juicio, la memoria a corto plazo, la inteligencia, los
sentimientos, las emociones y la personalidad. Igualmente
permite la planeación de conductas y la toma de rescisiones. En
el área frontal izquierda o área de Broca se encuentran los
centros de control superior del lenguaje hablado.
• Lóbulo parietal: su función es procesar la información sensorial
y espacial, además del conocimiento de los números y sus
relaciones.
• Lóbulo occipital: su función es recibir e interpretar la
información visual.
• Lóbulo temporal: se encarga de la memoria, el olfato y la
audición. Es el centro de comprensión del lenguaje,
especialmente región temporal izquierda o área de Wernicke
que permite el reconocimiento, identificación y nombramiento de
los objetos.
2.6.1 La médula espinal
La médula espinal comunica al encéfalo con el resto del cuerpo. A
través de los nervios que salen de la médula a diferentes niveles de la
columna vertebral, la médula espinal conduce los impulsos nerviosos
entre el cerebro y los órganos efectores. Asimismo, es responsable
por la generación de actos reflejos que no involucran la intervención
de la corteza cerebral, y por tanto, son acciones involuntarias e
inconscientes.
La médula inicia junto al bulbo raquídeo y se extiende hasta la
segunda vértebra lumbar. Presenta dos zonas más gruesas, desde
donde salen los nervios hacia las extremidades. En el engrosamiento
cervical, se originan los nervios hacia las extremidades superiores,
mientras que en el engrosamiento lumbar, los nervios se dirigen
hacia las extremidades inferiores. Finalmente, el filamento
terminal fija el cono medular, la parte angosta al final de la médula,
al coxis.
De la médula se desprenden 31 pares de nervios espinales, que se
nombran dependiendo de la ubicación a la cual surgen. Así, los
nervios espinales pueden
ser cervicales, torácicos, lumbares, sacros y coccígeo.
En el interior de la médula, la materia gris se localiza hacia el centro,
formando una estructura en forma de mariposa y rodeada por materia
blanca. Las “alas” de la mariposa de la sustancia gris componen lo
que se conoce como astas. Las astas posteriores, aquellas
localizadas hacia la espalda, son las neuronas sensitivas que llevan
información desde los órganos de los sentidos hacia el encéfalo,
mientras que las astas anteriores constituyen neuronas motoras que
conducen la información en la dirección contraria.
4. El arco reflejo
Un arco reflejo es la conexión entre un nervio sensitivo que capta el
estímulo y transmite el impulso nervioso, y un nervio motor, que
elabora y produce una respuesta, sin que la información pase por el
encéfalo. Este sistema es la base de los llamados actos reflejos, actos
involuntarios e inconscientes que ocurren sin uso del encéfalo. Así, los
arcos reflejos ocurren en la sustancia gris de la médula espinal y
pueden involucrar una o varias sinapsis con neuronas de asociación o
interneuronas. Observa la secuencia de eventos que explican el arco
reflejo:
5. La salud y el sistema nervioso
Hasta ahora has estudiado la importancia del sistema nervioso en la
interacción con el medio externo y en el control del metabolismo
interno. Es este sistema el que nos permite obtener alimento, dormir,
sentir el medio y alejarnos en caso de que el estímulo sea dañino.
También es por medio del sistema nervioso que podemos recordar,
hablar, realizar cálculos matemáticos y aprender biología. Por la
importancia del sistema nervioso y la varieda.d de actividades que
realiza, los problemas en su funcionamiento resultan en un sinnúmero
de enfermedades y patologías. Estas enfermedades pueden
ser motoras, si afectan el movimiento, cognitivas, si afectan
funciones superiores como el lenguaje, la inteligencia o la memoria
y mixtas si afectan tanto la cognición como la movilidad.
Algunas de las enfermedades del sistema nervioso son:
Enfermedades desmielinizantes. Son enfermedades en las
que falla la producción o el mantenimiento de la mielina, la capa
de lípidos que rodea los axones y que incrementa la rapidez de
transmisión del impulso nervioso. Una de estas enfermedades
es la esclerosis múltiple. En esta enfermedad, las células del
sistema inmune entran en el cerebro y atacan la propia mielina,
lo que resulta en problemas de coordinación, alteraciones
visuales, rigidez muscular, problemas del habla, insuficiencia
respiratoria, calambres y espasmos.
Enfermedades neurodegenerativas. Se refiere a los
desórdenes cognitivos causados por el incremento en los
procesos de muerte celular, que reduce el número de neuronas.
Un ejemplo de esto es la enfermedad de Alzheimer, en la cual
se pierde la memoria inmediata, es decir, la capacidad de formar
nuevos recuerdos.
Hemorragias cerebrales. Ocurren cuando se produce la
liberación de sangre en alguno de los espacios formados por las
meninges, lo que genera el daño de áreas cerebrales. Según la
región que se vea afectada, las consecuencias pueden ir desde
pérdida del movimiento o la sensibilidad hasta la pérdida de la
conciencia.
Traumatismos craneoencefálicos. Son daños al cerebro
producidos por un golpe en la cabeza lo suficientemente intenso
como para alterar el nivel de conciencia o causar una fractura
craneal. Las consecuencias dependen del área afectada. Por
ejemplo, un daño al lóbulo frontal o temporal genera un cambio
en la emocionalidad. Así, una persona con daño en estas
regiones puede volverse sensible a la agitación, puede tener
cambios drásticos de humor, volverse agresivo y perder el
control sobre impulsos.
Enfermedades psiquiátricas. Son alteraciones en los procesos
cognitivos y afectivos y ocurren por un desbalance en las vías
bioquímicas del cerebro. Esto quiere decir que las neuronas
tienen problemas con la producción de neurotransmisores o de
receptores, y por tanto no puede llevar a cabo correctamente la
transmisión del impulso nervioso en la sinapsis. Por ejemplo, la
deficiencia de un neurotransmisor llamado serotonina es
considerada como la causa de un tipo de depresión
caracterizada por tristeza, irritabilidad, agresividad, ansiedad e
insomnio.