El Sueño de Pongo
Cuenta la historia de pequeño sirviente, que fue a la casa
grande y su patrón siempre se burlaba de el hombrecillo
delante de los demás sirvientes y más al ahora de rezar
donde se reunián todos. El no hablaba con nadie trabajaba
calladito y comía sin hablar. El patrón burlándose le decía
muchas cosas: "Creo que eres perro, "ladra", "ponte en
cuatro patas", "trota de costado como perro". El pongo
hacía todo lo que le ordenaba pero por su aspecto triste y
pequeño. Un día antes del Ave María, cuando el corredor
estaba repleto de gente de la hacienda, el hombrecito le
dijo dame tu licencia; padrecito mío, quiero hablarte". El
patrón le dice: "Habla... si puedes". Pongo le empieza a
contar lo que soño que estaban muertos juntos y estaban
desnudos frente a San Francisco, Él nos examinó con sus
ojos el nuestros corazones. El padre San Francisco ordenó
al Ángel mayor que te eche toda la miel que estaba en la
copa de oro. y luego me tocaba a mí, nuestro gran Padre
le dijo a un ángel viejo: "Oye, viejo, embadurna el cuerpo
de este hombrecito con el excremento que hay en esa lata
que has traído y entonces, patroncito, el ángel viejo,
sacando el excremento de la lata, me cubrió todo el cuerpo
con esa porquería. pues, patroncito, ahí no queda la
cosa. Nuestro gran Padre nos dijo a los dos: "Ahora,
“lámanse el uno al otro; despacio, por mucho tiempo" y
los papeles se invirtieron el ángel viejo rejuveneció y sus
alas se volvieron negras.