El presente Ensayo tiene como objeto la indagación y análisis sobre el Perfil
Delincuencial, más comúnmente conocido como Perfil del Delincuente, en sus
siglas en inglés “offender profiling”. También conocido con otros términos y
acepciones como “perfil criminal”, “perfil de la personalidad del criminal”, “perfil del
agresor”, entre otros.
En tal sentido es importante mencionar, que el Perfil del Delincuente es una
técnica que tiene sus raíces en disciplinas como la Criminología, la Psiquiatría, la
Psicología y en la Psicología Forense. En este sentido, a lo largo de los años
muchos investigadores científicos del comportamiento, de las ciencias sociales y
expertos forenses, han mostrado su interés por el estudio de la conducta de los
agresores desconocidos, con el objeto de brindar respuestas sobre aquellas dudas
psicológicas y conductuales que surgen en los procedimientos de investigación de
los hechos delictivos, que son de interés para el sistema de justicia.
Estos estudios han sido una gran contribución en el sentido de que con
ellos se ha logrado reducir el número de posibles sospechosos en la investigación
de un caso, han ayudado a vincular diferentes casos criminales, y han coadyuvado
a desarrollar nuevas líneas de investigación criminal en aquellos casos de
crímenes no resueltos o atascados.
En este contexto, surge la interrogante de ¿Qué es el perfil del delincuente?
Algunas definiciones de autores son, por ejemplo Geberth (1981) citado por
Morales (2003), quien describe los perfiles como “un intento académico para dar
información específica acerca de cierto tipo de sospechosos” (p.2); para Ressler
(2000) “es una técnica para identificar las características importantes de la
personalidad y del comportamiento de un individuo, con base en la información de
los delitos cometidos por él” (p.2). Tapias (2008), señala que el perfil criminológico
es:
Una técnica de investigación judicial que consiste en inferir aspectos
psicosociales (personalidad, comportamiento, motivación y aspectos
demográficos) del perpetrador con base en un análisis psicológico,
criminalístico y forense de sus crímenes, con el fin de identificar un tipo
de persona (no una persona en particular) para orientar la investigación
y la captura. (p s/n).
De las definiciones anteriores se puede inferir, que el perfil criminológico es
una técnica que sirve de soporte a la investigación criminal, que busca describir,
explicar y predecir las características demográficas (edad, sexo, ocupación) y
características psicológicas (rasgos de personalidad y motivación) de aquellos
sujetos que han cometido un delito, pero de los cuales se desconoce su identidad,
mediante la recogida de información de la escena del crimen, de la víctima,
testigos y documentos relacionados con el caso, y aunque la técnica por sí sola no
es capaz de señalar al delincuente, va a contribuir a estrechar el ámbito de la
investigación, ofreciendo a ésta nuevas orientaciones y alternativas para su
resolución.
En este sentido, Ressler (2000) citado por Morales (Ob.cit.) señala “Los
perfiles de ninguna manera sustituyen otros procedimientos como la recolección
de evidencia física (por ejemplo, fluidos corporales, cabellos, huellas dactilares,
armas, etc.) o el examen médico –forense. Tampoco revelan la identidad
específica del delincuente” (p. 2).
En este orden de ideas, la técnica del Perfil del Delincuente fue aplicada por
primera vez por el Psiquiatra James Brussel en el año 1957, quien elaboró el
primer perfil criminológico formal con George Metesky, sujeto conocido bajo el
término del bombardero loco “Mad Bomber”. Su éxito lo llevó a entablar amistad
con el agente veterano del F.B.I. llamado Howard Teten, para tratar el tema de los
aspectos clínicos de la conducta criminal, comenzando Teten a impartir el curso
de Criminología Aplicada en la Academia del F.B.I. en Quántico, Virginia.
Sin embargo, es a finales de la década de 1970 que el F.B.I., crea
formalmente la base de datos denominada VICAP, que en español significa
“Programa de Aprehensión de Criminales Violentos”, que permitía identificar las
características comunes en asesinos en serie. Posteriormente cambió sus siglas a
VICLAS, para ser utilizado en los Estados Unidos, para introducir datos
estandarizados sobre casos de asesinatos, para su posterior análisis estadístico
de las conexiones de un caso con otras posibles muertes ligadas al mismo autor o
autores.
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A partir de allí, la utilización de esta técnica ha resultado de mayor eficacia
en los casos en los que un agresor desconocido ha mostrado indicios de
psicopatología. Categoría en la que se incluyen: asesinatos en serie, violaciones,
robos a bancos, piromanía, secuestro y abuso sexual de niños. Existen tres (3)
tipos de teorías sobre los tipos de perfiles criminales:
1. Perfiles de agresores conocidos, perfil psicológico o método inductivo:
Según Homant y Kennedy (1998), este perfil se usa para la estrategia de
entrevista y testimonios de individuos, para determinar si sus características se
asimilan a otras contenidas en una base de datos de una clase de agresores
determinados. Ofrece premisas con las características básicas del agresor que
permiten crear su perfil y predecir su comportamiento.
2. Perfiles de agresores conocidos, perfil psicológico o método deductivo:
Este método permite desarrollar inferencias basadas en el análisis de
evidencia psicológica de la escena del crimen, a partir de premisas generales
como: edad del agresor, raza y agresiones a la víctima, u otro tipo de simbología;
de las que se extraen rasgos del agresor para un perfil particular. En su desarrollo
resulta útil realizar comparaciones con las características de otros
comportamientos criminales similares de población conocida (penitenciaria o
carcelaria) obtenida mediante el método inductivo.
3. Perfil geográfico:
Este perfil tiene relación con las características físicas del lugar o escena
del crimen. A través de él se intenta vincular las locaciones de la escena del
crimen con la probable residencia de un agresor desconocido. Aunque empírico,
este perfil funciona bajo el concepto de mapa mental tratando de construir una
representación psicológica relevante de las escenas del crimen en donde el
agresor se sienta confortable.
Para concluir, esta técnica de elaboración de perfiles resulta de gran interés
criminalístico, puesto que se basa en conocimientos empíricos que aportan datos
psicológicos y de aspectos demográficos del perpetrador, que contribuyen a
estrechar el ámbito de la investigación, ofreciendo a ésta nuevas orientaciones y
alternativas para su resolución.
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Referencias Bibliográficas:
Jiménez, J. (2006). Perfil Psicológico Criminal. [Documento en línea] Disponible:
http://www.psicologia-online.com/articulos/2006/perfil_psicologico_criminal.shtml [Consulta 2016,
Junio 08].
De León y Guerrero (2014). Criminociencia. Proyectos de Criminología y
Criminalística. [Documento en línea] Disponible: http://criminociencia.com/el-perfil-
criminologico/ [Consulta 2016, Junio 08].
Garrido, V. (2007). El Perfil Criminológico como Técnica Forense. [Documento
en línea] Disponible: https://es.scribd.com/doc/183010197/Vicente-Garrido-Genoves-El-perfil-
criminologico-como-tecnica-forense-pdf [Consulta 2016, Junio 08].
Morales, L. (2003). La Técnica del Perfil en la Investigación Criminal..
[Documento en línea] Disponible:
http://s3.amazonaws.com/academia.edu.documents/35840009/PERFILCRIMINALCap8.pdf?
AWSAccessKeyId=AKIAJ56TQJRTWSMTNPEA&Expires=1465425230&Signature=OHQl
%2F3DrRi9qVtmRERWyTgHWLwo%3D&response-content-disposition=inline%3B%20filename
%3DLA_TECNICA_DEL_PERFIL_EN_LA_INVESTIGACIO.pdf [Consulta 2016, Junio 08].