Tema 1
Tema 1
La cuestión con la que se enfrenta la filosofía desde sus inicios es ¿Cómo he de vivir? La
respuesta es la sabiduría, pero una sabiduría encarnada, vivida, en acto; corresponde a cada cual
inventar la suya. Es un compromiso y una acción transformadora.
Íntimamente vinculada a la palabra “filosofía” está la de “filósofo” que se define como “el amigo
o amante del saber”, el que procura la sabiduría. Éste está siempre en camino hacia la sabiduría,
apartándose de la ignorancia y acercándose al conocimiento, que es lo propio de los hombres.
Los filósofos son aprendices (eternos) de la sabiduría.
Por tanto, aproximativamente, podemos decir que la filosofía viene caracterizada por esa
inquietud o búsqueda de la verdad (la razón de ser de las cosas) o de las razones verdaderas de
las cosas que se ven a nuestro alrededor y que nos preocupan.
La filosofía es, pues, una búsqueda de una explicación racional acerca del mundo y del hombre
(se distingue de las ciencias particulares porque estas son una explicación racional de una
parcela o trozo de la realidad, no de la totalidad de la misma).
La filosofía no es nunca un saber terminado. Lo más esencial de este hacer es el planteamiento
de problemas; en ello reside la importancia de dicho saber y ahí mismo radica su ser
fundamental y universal (válido para todos). Aquí las cuestiones, las preguntas son más
importantes que las respuestas mismas, las cuales son particulares y, por tanto, pueden no ser
compartidas por todos los miembros de la comunidad filosófica. En esto difiere de la ciencia,
entre otras cosas; la comunidad de científicos acepta la misma respuesta, que se considera
solución (por comprobación) a un problema. Los filósofos coinciden en la pregunta, y responden,
pero no de manera unitaria, definitiva y conclusa. Podemos decir que las preguntas y las propias
respuestas son estímulos para seguir preguntando, indagando en la búsqueda de un saber que
nunca se da por terminado, por concluido.
A la pregunta ¿qué es filosofía? la posibilidad de darle una respuesta encierra un enojoso
problema: es la filosofía misma la que tiene que decir lo que es la filosofía. Es decir, se trata de lo
que se llama “metafilosofía”: hacer filosofía –indagar, descubrir, investigar…- sobre lo que es la
filosofía. Y aquí existe un aparente círculo vicioso. Se explica, por tanto, que cada filósofo (según
sea su propia filosofía) tenga una opinión distinta de lo que pueda ser la filosofía. Ello no quiere
decir que su razonamiento no sea serio, de interés y respeto general, sólo que no hay solución o
visión unánime. La grandeza está en la pregunta. Filosofar es saber preguntar. Como dice el
filósofo español Fernando Savater: “Filosofar no es salir de dudas sino entrar en ellas”.
Cerrando este apartado del tema, lo hacemos con las siguientes palabras del filósofo francés A.
Comte-Sponville. Filosofar es pensar por uno mismo; pero nadie puede lograrlo verdaderamente
sin apoyarse en el pensamiento de otros, especialmente en el de los grandes filósofos del
pasado. La filosofía no es solamente una aventura; es también un trabajo que no puede llevarse
a cabo sin esfuerzo, sin lecturas, sin herramientas.
La filosofía no es una ciencia, ni siquiera un conocimiento; no es un saber entre otros:
es una reflexión sobre los saberes disponibles. Por eso la filosofía no se aprende, decía Kant: sólo
podemos aprender a filosofar. ¿Cómo? Filosofando nosotros mismos: preguntándonos por
nuestro propio pensamiento, por el pensamiento de los demás, por el mundo, por la sociedad,
por lo que la experiencia nos enseña, por lo que ésta nos oculta… La filosofía es una dimensión
constitutiva de la existencia humana.
Desde el momento en que somos seres dotados de vida y de razón, todos nosotros,
inevitablemente, nos vemos confrontados con la tarea de articular entre sí estas dos facultades
(vida y razón). Y ciertamente podemos razonar sin filosofar (en las ciencias, por ejemplo), vivir
sin filosofar (en la ignorancia o en la pasión, por ejemplo). Pero, sin filosofar, no podemos en
absoluto pensar nuestra vida y vivir nuestro pensamiento: la filosofía es precisamente esto.
Filosofar es vivir con la razón, que es universal.
Toda filosofía es una lucha. ¿Sus armas? La razón. ¿Sus enemigos? La ignorancia, el fanatismo, el
oscurantismo –o la filosofía de los demás-. ¿Sus aliados? Las ciencias. ¿Su objeto? La totalidad,
con el hombre en su seno. ¿Su meta? La sabiduría: la felicidad, pero en el seno de la verdad
(realidad pensada).
Por eso hay que filosofar: porque hay que reflexionar sobre lo que sabemos, sobre lo que
vivimos, sobre lo que queremos y porque, para ello, ningún saber nos es suficiente ni nos
dispensa de hacerlo. ¿El arte? ¿La religión? ¿La política? Son materias muy importantes, pero
también ellas han de ser objeto de reflexión. (…) También la filosofía es objeto de reflexión. Pero
reflexionar sobre la filosofía no es salir de ella, es entrar en ella.
El ser humano es un animal “filosofante”: solo puede renunciar a la filosofía renunciando a una
parte de su humanidad.
Hemos de filosofar: ¿con qué fin? Para lograr una vida más humana, más lúcida, más serena,
más razonable, más feliz, más libre…
Se trata de pensar mejor para vivir mejor.
TEXTOS DEL 1 AL 6.
PUNTO 2: ORÍGENES DE LA FILOSOFÍA
Históricamente podemos situar los orígenes de la Filosofía entre finales del siglo VII y principios
del VI a.n.e. o a. C. En estos momentos hubo una crisis de carácter religioso e ideológico en las
culturas a nivel mundial, dando paso a los grandes reformadores en las diversas culturas:
Zoroastro en Persia, Confucio en China y es cuando aparecen en Grecia los primeros filósofos,
llamados también Presocráticos y fisiócratas. En estos últimos nos situamos y a ellos nos
referiremos al ser Grecia la cuna de la cultura occidental.
Esta crisis de la cultura griega supuso una marca para la civilización occidental. Empiezan a crear
los griegos colonias en las costas jónicas de Asia Menor y sur de Italia (llamada la Magna Grecia),
y enseguida sobresalen por su riqueza gracias al gran auge y desarrollo del comercio, lo cual
ayudó a fomentar y difundir dicha cultura.
Con anterioridad a la filosofía existían otras formas de explicar aquello que preocupaba a los
hombres. Estas explicaciones venían de la mano de la magia, la religión y el mito. En la Grecia
Arcaica (anterior a la filosofía, hasta el siglo VII a.n.e.) la educación estaba en manos de los
poetas, quienes llevaban al pueblo sus explicaciones morales y religiosas (ejemplo de ello son
Homero y Hesíodo, poetas griegos).
La filosofía comenzó mezclada con la cosmogonía (sistema de teorías que habla sobre la
formación del universo; de ella recoge la filosofía su primer tema de estudio, el cosmos,
universo) y la mitología (ciencia o estudio del mito).
Se llama mito a un conjunto de narraciones tradicionales sobre el mundo, dioses, hombre,
sociedad que pretende ser una explicación total de la realidad. El mito es un relato de algo
fabuloso que se supone acontecido en un pasado remoto y casi siempre impreciso; son
narraciones o relatos simbólicos con los cuales se pretende explicar el origen ya sea del mundo o
de cualquier otro aspecto de la cultura de un pueblo. En ellos se personifican (carácter
antropomórfico) y divinizan las fuerzas y fenómenos naturales.
Cuando el mito es tomado alegóricamente (ficción en virtud de la cual una cosa representa a
otra), se convierte en un relato que tiene dos aspectos, ambos igualmente necesarios: lo ficticio
y lo real. Lo ficticio consiste en que, de hecho, no ha ocurrido lo que dice el relato mítico. Lo real
consiste en que de algún modo lo que dice el relato mítico responde a la realidad (a una
explicación sobre un suceso de la misma).
Hay quienes sostienen que es clave a la hora de hablar de filosofía señalar el paso del mito al
logos, que es aquí precisamente donde comienza verdaderamente la filosofía. Sin embargo, no
podemos mantener esta idea de un modo radical y definitivo. Es cierto que entre quienes
primero filosofaron es empleado más el logos en lugar del mito, pero ello no significa que se
abandone este último definitivamente. Aún se sigue empleando en filosofía, si bien con un
carácter más ilustrativo o ejemplar que explicativo. Prueba de ello es Platón (mito de Eros, mito
de la caverna, mito del carro alado…).
Los presocráticos, aquellos filósofos entre quienes se sitúa el comienzo de la filosofía, se
caracterizaban por dejar, de alguna forma, a un lado la explicación mitológica de la realidad, lo
que hasta ahora se había venido haciendo, por una explicación esta vez racional de la misma.
Para designar a la RAZÓN emplean el término griego logos que se traduce por “palabra”,
“pensamiento”, “discurso”, “estudio”, “tratado”, “ciencia”, “concepto”, “inteligencia”… En
definitiva, el logos es el principio de explicación racional de las cosas, lo que las hace inteligibles,
entendibles.
Por tanto, es cierto que cada vez la filosofía viene más caracterizada por la explicación lógica, o
racional, que por la mitológica. El mito responde al caos, al desorden y desorganización con la
que ocurren las cosas debido a la arbitrariedad o capricho de los dioses; el logos responde al
cosmos, al mundo ordenado, entendible, a la necesidad y racionalidad que explica siempre de la
misma manera el proceder de las cosas.
Este logos o explicación racional lo emplean los presocráticos para dar razón de todo aquello
que les rodea y por lo cual se preocupan. La primera preocupación de los filósofos, su primer
tema de estudio, fue la naturaleza, que en griego se designa con el término physis. Emplean
dicho término para referirse a la naturaleza cambiante, en continua transformación y dar una
explicación de la multiplicidad de cosas que hay en el mundo. Pero a la vez buscan y se
preocupan por encontrar un principio que dé explicación de estas transformaciones y de esta
multiplicidad. En griego el término que viene a designar “principio” es el de argé o arjé (también
arché). El arjé es el principio del cual derivan todas las cosas, que las constituye. Para Tales de
Mileto era el agua, para Anaxímenes el aire, para Heráclito el fuego y para Empédocles los
cuatro elementos (aire, agua, fuego y tierra).
Podemos concluir este apartado diciendo finalmente que se señala que la filosofía nace de la
admiración, la curiosidad y la extrañeza, de la inquietud por explicar y comprender aquello que
nos rodea y a lo cual pretendemos dar una explicación satisfactoria, racional. Nace, por tanto,
del amor desinteresado a la sabiduría, por el puro saber sin ninguna otra finalidad. La filosofía no
tiene por objeto ser útil al hombre en su vida de “negocio”, sino que se trata de una actividad
especulativa, de una reflexión teórica. Aunque, posteriormente además de esto sería
considerada la filosofía como norma adecuada para el actuar del hombre, para conducir su vida
según los ideales filosóficos (los más racionales, convincentes y adecuados a la vida en común).
Esta visión fue clave a partir de las Escuelas Helenísticas (aunque ya lo era con Sócrates, Sofistas,
Platón y Aristóteles).
TEXTOS 7 y 8.
PUNTO 3: EL SABER FILOSÓFICO A TRAVÉS DE SU HISTORIA. CARACTERÍSTICAS FILOSOFÍA
Dejamos definida la filosofía como sabiduría o el saber mismo. Ahora debemos preguntarnos
qué clase de saber es el filosófico. Porque existen muchas clases de saberes: el que nos da el
mero contacto con la vida, el saber científico, el religioso, el artístico… El saber primario y más
básico de todos es el que tenemos sin necesidad del estudio; a ese saber le llamamos saber
vulgar, cotidiano u ordinario. Está constituido por el conjunto de creencias de origen tradicional
y popular (refranes, sentencias, etc.). No responde a ningún estudio comprobable sobre las
cosas, pero es el trampolín o punto de partida para cualquier otro tipo de saber.
Sobre él se asienta y levanta un cuerpo de saber que forma el llamado saber filosófico o
científico (son palabras sinónimas en el mundo griego, ya que empleaban para este saber el
término episteme). Este saber responde a una forma de estudio e investigación ordenada,
rigurosa y demostrable.
Los filósofos griegos, y sobre todo desde Platón, hacían una clara distinción entre lo que era el
saber o el conocimiento y la ignorancia, términos estos que se oponían por completo.
Un sujeto (persona que desea conocer) podía tener acerca de un tema una ignorancia absoluta,
no saber nada sobre el mismo; un conocimiento profundo y bien fundamentado, o bien una
mera opinión subjetiva y particular. Para esto último empleaban los griegos el término doxa
(opinión), que era un conocimiento superficial, parcial, subjetivo, limitado, vinculado a la
percepción primaria, sensorial (a lo que nos ofrecen los sentidos). El conocimiento dóxico versa
sobre las apariencias, no sobre la realidad. De ahí que sea catalogado como un conocimiento
inferior característico de la gente no instruida, inculta. Hoy en día se le llama a este saber vulgar
conocimiento ordinario que, por su carácter contradictorio y fuera de toda regla, se opone al
conocimiento científico: explicativo, sistemático, metódico y crítico. El conocimiento ordinario
responde al deseo inmediato de adaptarse al medio; forma parte de la sabiduría popular, lo que
se denomina folclore: costumbres, hábitos y remedios populares. No están desprovistos de
cierta racionalidad ya que responden al deseo humano de descubrir y explicar el mundo que nos
rodea, pero lejos de demostraciones rigurosas.
Los griegos utilizaban para referirse al verdadero conocimiento el término griego episteme, que
suele traducirse como conocimiento científico, pero no en el sentido actual de ciencia, como un
saber especializado en un tema en concreto y como vinculado a la idea y práctica de la
experimentación. Los griegos no distinguían entre ciencia y filosofía; para ellos estos términos
eran equivalentes.
La episteme, conocimiento científico o filosófico, era un saber absolutamente necesario y
profundo, porque penetraba hasta las causas y fundamentos de las cosas; objetivo porque no
dependía de la opinión o visión particular sino de la naturaleza, de cómo eran las cosas, fiel a
ellas; era ilimitado, no se agotaba nunca; racional, explicativo y demostrativo.
Esta distinción entre el saber vulgar y el saber filosófico-científico se asienta sobre la base de las
capacidades humanas para el conocimiento. En general, los primeros filósofos griegos –los
Presocráticos- emplean los sentidos y la razón para el conocimiento, aunque luego Platón
relegue los sentidos a una forma de conocimiento imperfecta, pues nos engañan al mostrarnos
las cosas como cambiantes. La razón, que unifica, que obtiene una comprensión de las cosas a
través de lo que hay en común, necesita que las cosas sean iguales, no diferentes (porque de
este modo se explican siempre de la misma forma, y eso es lo coherente). En cambio, los
sentidos, captan las cosas en su diversidad, nos muestran la pluralidad. Los sentidos mediante la
observación captan lo variable, la diversidad, las apariencias, el cambio; la razón mediante la
comprensión e interpretación capta lo permanente, la unidad, la esencia (aquello que hace que
una cosa sea lo que es y no otra cosa).
Abarcando en la Historia el saber, podemos decir que desde el mundo griego se abren dos
grandes campos: el saber vulgar o doxa (que se mantendrá en todas las épocas de la Historia) y
el saber científico o filosófico, o episteme.
En la Edad Media se mantiene el saber vulgar y cobra especial relevancia otro tipo de saber: el
saber teológico, al que se subordinará el filosófico-científico. El saber teológico responde a los
conocimientos revelados por Dios a los hombres mediante la fe o la creencia, basta con creer
para conocer. Hay tentativas por parte de la filosofía en esta época por mantener el
conocimiento epistémico, racional sobre el mundo y el ser humano, aunque es muy difícil su
defensa, estará enormemente vinculado al teológico.
Llegada la Modernidad (siglos XVI, XVII y XVIII), comienza a separarse en el seno de la episteme
ciencia y filosofía. Esto ocurre de la mano de los científicos modernos (Galileo, Kepler, F. Bacon,
Newton…). La filosofía seguirá su curso interesándose por la totalidad de la realidad y no dando
por agotado el terreno que estudia, nunca concluye. En cambio, la incipiente ciencia se
caracterizará por la especialización y la experimentación: hay que situarse en un tema, acotar la
realidad para conocerla (que es posible) y comprobar que lo que se sostiene en leyes y teorías es
cierto para todos.
De este modo el saber filosófico, ya separado del científico, seguirá un camino que, aunque
vinculado a todos los demás saberes (recuérdese que la filosofía es fiel al espíritu humano de la
pregunta), tendrá unas características que las diferenciarán de los demás saberes, por su
peculiar forma de acceder al conocimiento.
Este saber filosófico se caracteriza por su universalidad y su carácter reflexivo; es una
investigación racional sobre la verdad o la causa de las cosas, aquello que les da sentido, que las
hace entenderlas.
El preguntar del filósofo es un preguntar intencionadamente ilimitado: pregunta por la verdad
más profunda, radical o última acerca de todo.
A la filosofía corresponde investigar las razones últimas y las causas últimas del universo y del
comportamiento humano. Los rasgos fundamentales de este saber son:
Universalidad: no le es ajeno ningún ámbito de la realidad y de la experiencia humana; se
interesa por todo.
Ultimidad: se ocupa de los problemas últimos de fundamentación, poniendo al descubierto y
analizando críticamente todos los supuestos en que se basa nuestra actividad. Pretende
llegar hasta la raíz más profunda de las cosas, no dando nunca por terminada la
investigación.
TEXTO 9
PUNTO 5: FUNCIONES Y VIGENCIA DE LA FILOSOFÍA
Al plantearse la filosofía como una actividad permanente que intenta cuestionarse los problemas
que más interés suscitan en la vida del hombre, existen y hay que señalar unas tareas o
funciones que asignar a esta disciplina y que la vinculan de alguna manera con cualquier otro
saber.
Estas tareas en la actualidad, aunque de difícil seguimiento en un mundo donde cobra cada vez
mayor protagonismo la tecnología y los resultados estadísticos que buscan respuestas concretas
y soluciones rápidas, podemos decir que son las siguientes:
1. Cuestiones “metacientíficas” y similares
Es objeto de la filosofía investigar los fundamentos en los que se asienta cada uno de los saberes
que existen. De este modo, trata de averiguar y justificar racionalmente el punto de partida de
cada saber, por qué tiene ese objeto, sus planteamientos, sus conclusiones, etc. De este modo
surge la llamada “Filosofía de…”, dependiendo del campo concreto de investigación será
“filosofía de la ciencia”, “filosofía del derecho”, “filosofía del lenguaje”, “filosofía del arte”.
En este sentido, la filosofía pretende ir más allá de los límites establecidos a otros saberes.
Analiza y cuestiona conceptos y métodos del saber.
2. Problemas “últimos” de la humanidad
La filosofía se ocupa de ciertos problemas que escapan al ámbito de la ciencia, por ser generales,
globales, por querer abarcar mucho más de lo comprobable. Así, la filosofía se dedica a temas
tales como el mundo en su totalidad, la trascendencia, el hombre (el sentido de su vida, la
libertad, el tema de la muerte…). De todo ello, aunque planteado desde la racionalidad, sólo
existen especulaciones, creencias, opiniones más o menos coherentes o cercanas a nuestra
manera de visionar las cosas, pero no hay respuesta última, demostrada, definitiva.
La filosofía, por tanto, se ocupa de aquellos problemas últimos a los que ningún otro saber
puede responder.
3. Crítica de ideologías y dogmatismos
La filosofía, sobre todo desde la Ilustración, se impone la tarea de liberarnos de los prejuicios
dogmáticos e ideológicos que se vienen arrastrando en nuestra cultura. Los dogmas, propios
fundamentalmente de las religiones, son artículos de fe o de creencia que no se pueden someter
a juicios racionales. Se aceptan por convicción propia. Las ideologías, más propias del terreno
político, son un conjunto de ideas establecido desde la racionalidad, o bajo la convicción de que
ha de ser perseguido y cumplido porque son seña de identidad del grupo.
Aunque se pueda someter a debate, es difícilmente objeto de cambio, ya que señala la identidad
de ese grupo o forma de parecer. Es propio de la filosofía intentar que cada individuo piense por
sí mismo, obligar al pensamiento, a la conciencia a decidir tras sopesar todas las opciones
posibles. Ni dogma ni ideología permiten la opción dentro de su campo.
Nos enseña, así, pensar, razonar y argumentar. Nos aleja de prejuicios.
4. Interpretación de la Historia
La filosofía ha de responder a una necesidad humana: comprender el mundo en que vivimos. El
mundo es concebido desde la biografía humana como Historia y ésta es un texto que debemos
interpretar: los hechos que acontecen están relacionados con nuestras vidas y es en contacto
con ellas como adquieren sentido para nosotros. La parte de la filosofía que se dedica a este
menester (la interpretación) se denomina hermenéutica: nos permite encontrar y descifrar el
significado de las cosas y los acontecimientos, a la par que nos ayuda a “comprender” nuestro
pasado y nuestro presente. Interpretar no significa “aceptar” sin más lo que hay; debe permitir
la crítica del presente y la apertura hacia el futuro.
5. Problemas prácticos
Son problemas de la filosofía práctica los planteados en el ámbito de la ética y la política. Aquí
el discurso filosófico no versa sobre el ser (lo que se da, lo que ocurre y tal y como ocurre en la
realidad), sino sobre el DEBER SER: se trata de encontrar los medios, las formas o maneras que
puedan servir para que el ser humano fundamente las normas o criterios sobre la vida moral
(normas de conducta personales, en la vida privada de cada uno) y política (normas que regulan
el comportamiento del grupo, la vida en común).
A través de la filosofía aprendemos a vivir, a orientar nuestra conducta individual y social.
TEXTOS 11 y 12.
PUNTO 6: TEXTOS
TEXTO 1: ORTEGA Y GASSET (fº español contemporáneo s.XIX-XX)
Genera una corriente filosófica llamada RACIOVITALISMO, corriente de pensamiento y reclama
que la filosofía debe unir la razón y la vida. La vida hay que vivirla con la razón pero con una
razón vital. Relaciones:
CAM -> coincide en la importancia de la razón // diferencias, recibe influencia suya ya
que en la universidad sus maestros eran aprendices de él.
NIETZSCHE coincide en la importancia de la vida. Fusiona lo que dice Cam y él.
ARISTOTELES Y DELEUZE coinciden en hablar (diferencias) de la utilidad de la filosofía
Por esta razón, la primera respuesta a nuestra pregunta < ¿Qué es filosofía?> puede sonar así: <La filosofía es una cosa...
inevitable>... Pero, ¿tiene buen sentido plantearse problema tan descomunal como es el filosófico? Si se empieza a hablar aquí
de probabilidades fuera menester declarar que el buen éxito del intento llamado filosofía es lo menos probable del mundo.
Parece una loca empresa. ¿Por qué intentarla? ¿Por qué no contentarse con vivir y excusar el filosofar? Si no es probable el logro
de su empeño, la filosofía no sirve de nada, no hay necesidad de ella. Perfectamente; mas, por lo pronto, es un hecho que hay
hombres para quienes lo superfluo es necesario... La filosofía no brota por razón de utilidad, pero tampoco por sinrazón de
capricho. Es constitutivamente necesaria al intelecto... Mas, ¿por qué ese afán? ¿Por qué no contentarnos con lo que sin
filosofar hallamos en el mundo, con lo que ya es y está ahí patente ante nosotros? Por esta sencilla razón: todo lo que es y está
ahí, cuanto nos es dado, presente, patente, es por su esencia mero trozo, pedazo, fragmento, muñón. Y no podemos verlo sin
prever y echar de menos la porción que falta...
Por esta razón -> la consecuencia de todo lo anteriormente expuesto y analizado, con esto
quiere llegar a una conclusión
La 1º respuesta -> la más obvia, la más inmediata. La pregunta es la esencia, la naturaleza, el
carácter de la filosofía, nos ayuda a entender que es la filosofía, la filosofía es una tarea que
consiste en preguntar. La intención principal conlleva a q es la filosofía.
Una cosa -> es muy difícil precisar que es la filosofía, una cosa es algo muy abarcativo, algo poco
preciso y poco definido. Puntos suspensivos -> no sé muy bien lo que es
Inevitable… pero -> no lo podemos evitar es imprescindible, que no se puede vivir sin ella.
2º Pregunta tiene buen sentido -> es práctico, es útil es una cosa inevitable, pero para que
nos sirve. Se pregunta si es útil o practico planteárselo todo. Problema inabarcable de la filosofía
-> que se lo cuestiona absolutamente todo.
Probabilidad -> la posibilidad de alcanzar una certeza. Es lo menos probable del mundo ->
porque la filosofía no es un campo nunca para estar seguros, no podemos alcanzar una
respuesta definitiva para todo, por eso dice que un intento.
Parece una loca empresa -> trabajo sin sentido o disparatado
Por qué no contentarse con vivir… -> es una cosa inevitable asi q no se puede excusar, vivir y
filosofar es lo mismo, filosofar es usar la razón y filosofar es vivir pensando y buscando la razón
Empeño -> conocerlo todo. La idea común es que la filosofía no es útil y la ciencia si
Puntos suspensivos -> pausa que invita al lectoe a meditar
Superfluo -> innecesario, es una contradicción, la cuestión es que es la necesidad y que es para
cada uno lo votal y necesario. Por sinrazón de capricho -> por antojo
Constitutivamente necesaria -> no podemos pensar sin la filosofía porque pensar y filosofar es lo
mismo y ser humano es utilizar la razón y por lo tanto filosofar
Mundo -> la vida, lo que nos rodea. Patente -> lo que nos rodea, lo que se presenta ahí sin más.
Sencilla -> se ve de antemano y no hace falta darle muchas vueltas. Esencia -> naturaleza,
constitución. Trozo, fragmento, muñon -> algo incompleto. Preveer -> pensar en algo,
anticiparse. Porción que falta –> la filosofía intenta completar una realidad incompleta
Esta el mito de Heros, que no es un dios, es un demon (semidios). Dios -> ser perfecto que posee
toda la sabiduría, nadie aspira lo que tiene, el dios ya lo tiene por ser perfecto
Hijo -> descendencia, ser intermedio entre una cosa y la otra, la naturaleza del amor, como
desciende. El en primer lugar es pobre y en segundo lugar valiente, aventurero y siempre está
dispuesto a. Penia -> perfecta en la carencia de recursos. Poros -> el recurso o la riqueza, la
abundancia
Delicado -> tener certeza o acierto a la hora de actuar. Bello -> perfección y equilibrio. Valeroso-
valiente. Intrépido -> busca aventuras Dirigente -> siempre está dispuesto a actuar, decidido.
Cazador -> va en busca de su presa, intenta conseguir aquello q se propone y que no tiene.
Temible -> cuando se le mete entre ceja y ceja es lo q quiere conseguir y va a por toda. Urdir ->
ingeniar algo, un plan para conseguir su propósito. Apasionado -> quiere por encima de todo,
ama desmesuradamente. Fértil en recursos -> tienes muchas maneras de conseguir aquello que
se. A lo largo de toda su vida -> de una manera incesante. Un embelesador -> conquista con la
palabra, y gusta escucharle
Utiliza la comparación para presentar la naturaleza del filósofo
Sofista -> filosofo contemporáneo, manipulaba mediante la palabra, hablaba para engañar
dominaba la palabra. No es pobre el amor ni tampoco rico-> si fuera pobre seria su madre y si
fuera rico seria su madre y tiene un carácter intermedio. Término medio -> ser que está a
caballo entre un término y otro. Sabiduría -> la posesión de conocimiento. Ignorancia ->
desconocimiento absoluto -> no puede ser sabio, pero tienen la ilusión, se engañan creen que
tienen lo que no tienen. Definición de filósofo y amor -> ser intermedio entre la ignorancia y la
sabiduría, eterno aspirante o deseoso de conocer. Causa -> retoma el principio del texto.
Tendencia ingénita -> inclinación innata
TEMA -> la explicación de la naturaleza del filósofo a través del amor
RESUMEN -> a través del mito de Heros, Platón nos presenta la naturaleza del filósofo, así como
Heros es un ser intermedio entre la pobreza y la abundancia, el filósofo o amante de la filosofía
será un ser que se encuentre siempre entre la sabiduría y la ignorancia, es decir, ambos son
eternos aspirantes a las cosas más bellas o perfectas, el amor a la belleza y el filósofo a la
sabiduría.
TEXTO 5 Se cuenta de
Tales que, absorto en la
astronomía y mientras
contemplaba el cielo, cayó
en un pozo y que una criada
tracia muy graciosa se burló
de él, diciéndole que quería
saber lo que pasaba en el
cielo y no veía lo que estaba
delante de sus pies. Esta
burla puede aplicarse a todos
los que emplean su vida en
filosofar. En efecto, un filósofo no sólo no sabe lo que hace su vecino, sino que además ignora casi si es un hombre u otro tipo de
animal. En cambio, investiga y se esfuerza en descubrir qué es el hombre, y qué caracteres distinguen su naturaleza de las demás
por la acción y la pasión.
Define la sabiduría como conocimiento superior y más excelente, lo define como sinónimo de la
filosofía, como todos los griegos. Edad moderna (sabiduría) Investigación acerca de las grandes
cuestiones que preocupan al hombre.
Trascendencia -> más allá de nosotros mismo o del mundo que nos rodea
En la primera frase habla de los orígenes, del surgimiento, comienzo (palabra clave con relación
a la filosofía). Reflexión -> tarea propia por la que una persona se dedica a un estudio pausado
sobre lo que son las cosas. Admirados por los fenómenos más comunes -> la que nos rodeaba, la
naturaleza, lo que ocurría a diario
De las primeras ciencias es la astronomía, porque la posición de los astros tiene mucho que ver
con lo que sucede a nuestro alrededor, con los fenómenos naturales, va de los fenómenos más
comunes a lo global, la formación del universo.
Se plantea un problema -> se admira, sinónimos
Los griegos tenían claro q la filosofía cuando la plantean tiene un fin, que todo tiene un fin. Si no
hay ese fin para ellos las cosas no se entienden
Un hecho lo prueba -> Aristóteles científico, practico, lo que dice lo va a confirmar con un hecho
práctico.
Disciplina comenzó -> filosofía, habla de los orígenes. Artes -> saberes que enseñaban un oficio.
Necesidades -> cualquier oficio que hace que el hombre viva mejor. Bienestar -> la ética o el
placer eran las dos cosas para Aristóteles. Es, pues, evidente, que no la buscamos por ninguna
otra utilidad -> la filosofía no es algo inevitable. Única ciencia libre -> no está sometida a ningún
otro fin más que el de conocer, el hombre solo puede procurar el incremento de conocimiento
sin ponerla al servicio de otro fin. Todas las ciencias son más importantes -> todos los saberes
prácticos porque mejoran la vida pero mejor (la más libre y la principal) una vez que el hombre
tiene todo cubierto, el tiempo que le queda lo dedica a la filosofía, es fruto de su libertad
TEMA -> el origen de la filosofía en la admiración y en la superioridad de esta en su libertad
RESUMEN -> el origen de la filosofía está puesto en la curiosidad que sienten los hombres desde
en un principio las cosas más cotidianas y poco a poco va elevándose hacia lo más abstracto y
general, es decir, el universo. Esta admiración supone el planteamiento de cuestiones que hacen
reconocer al hombre su ignorancia, por ello el que busca la filosofía no lo hace para servirse de
alguna cosa, no busca utilidad por tanto, por ello se dice que es una ciencia libre mientras las
demás cubren nuestras necesidades
TEX
TO 9: MIGUEL DE UNAMUNO (fº y literato español contemporáneo s.XIX-XX)
Crea el agonismo (lucha perpetua contra el hombre, la fe es inmortal y la razón mortal).
Relaciones:
Coincide con Schopenhauer y con Nietzsche que la raíz de la fº son los sentimientos, las
emociones y la voluntad
Comparte con Ortega y Gasset la necesidad de la filosofía.
Cúmplenos decir, ante todo, que la filosofía se acuesta más a la poesía que a la ciencia. Cuantos sistemas filosóficos se han
fraguado como suprema concinación de los resultados finales de las ciencias particulares, en un periodo cualquiera, han tenido
mucho menos consistencia y menos vida que aquellos otros que representaban el anhelo integral del espíritu de su autor.
Y es que las ciencias, importándonos tanto y siendo indispensables para nuestras vidas y nuestro pensamiento, nos son, en cierto
sentido, más extrañas que la filosofía. Cumplen un fin más objetivo, es decir, más fuera de nosotros...
La filosofía responde a la necesidad de formarnos una concepción unitaria y total del mundo y de la vida, y como consecuencia
de esa concepción, un sentimiento que engendre una actitud íntima y hasta una acción. Pero resulta que ese sentimiento, en vez
de ser consecuencia de aquella concepción, es causa de ella. Nuestra filosofía, esto es, nuestro modo de comprender o de no
comprender el mundo y la vida, brota de nuestro sentimiento respecto a la vida misma. Y ésta, como todo lo afectivo, tiene
raíces subconscientes, inconscientes tal vez.