Nombres: Arturo Andres Astacio Richardson
Matricula: Lr-2021-00541
Materia: Derecho administrativo II
Docentes: YELISSA MASIERY POLANCO BELTRE
Sentencia en conformidad de Responsabilidad de patrimonio
ÚNICO: CASA la sentencia núm. 419-2015, de fecha 14 de octubre de 2015, dictada por la
Primera Sala del Tribunal Superior Administrativo, cuyo dispositivo ha sido copiado en parte
anterior del presente fallo, y envía el asunto, por ante la Tercera Sala del Tribunal Superior
Administrativo, en las mismas atribuciones. Firmado: Manuel Alexis Read Ortiz, Manuel R.
Herrera Carbuccia, Anselmo Alejandro Bello F. y Rafael Vásquez Goico. César José García Lucas,
Secretario General de la Suprema Corte de Justicia, CERTIFICO que la sentencia que antecede
ha sido dada y firmada por los jueces que figuran en ella y fue leída en la audiencia pública en
la fecha en ella indicada. La presente copia se expide en Santo Domingo, Distrito Nacional, hoy
día 26 de febrero del 2021, para los fines correspondientes. Exonerada de pagos de recibos y
sellos de impuestos internos.
de los jueces que firmaron la sentencia ahora impugnada, según acta de inhibición de fecha 10
de junio de 2020. II. Antecedentes 6. Sustentado en una demanda en responsabilidad
patrimonial por alegado incumplimiento de contrato, Edgar Rinaldo Messina Mercado
interpuso recurso contencioso administrativo, contra el Ministerio de Educación de la
República Dominicana (MINERD), dictando la Primera Sala del Tribunal Superior
Administrativo, la sentencia núm. 419-2015, de fecha 14 de octubre de 2015, objeto del
presente recurso y cuyo dispositivo textualmente dispone lo siguiente: PRIMERO: DECLARA
bueno y válido en cuanto a la forma el Recurso Contencioso Administrativo, incoado por el
ING. EDGAR RINALDO MESSINA MERCADO, interpuesto en fecha 06 de abril del año 2015,
contra el MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA REPÚBLICA DOMINICANA (MINERD), por haber
sido interpuesto conforme a los preceptos legales que rigen la materia. SEGUNDO: ACOGE en
cuanto al fondo, lo relativo a las CONCLUSIONES SUBSIDIARIAS del Recurso Contencioso
Administrativo, interpuesto por el Ing. EDGAR RINALDO MESSINA MERCADO en contra del
MINISTERIO DE EDUCACIÓN DE LA REPÚBLICA DOMINICANA (MINERD), por las razones
anteriormente expresadas en el cuerpo de la sentencia, y en consecuencia, CONDENA al
Ministerio de Educación (MINERD), a pagar a favor del recurrente una indemnización por el
monto de Quince Millones de Pesos Dominicanos (RD$15,000,000.00), como justa reparación a
los daños y perjuicios causados al recurrente. TERCERO: DECLARA libre de costas el presente
proceso. CUARTO: ORDENA la comunicación de la presente sentencia por secretaría, a la parte
recurrente, Ing. EDGAR RINALDO MESSINA MERCADO, a la parte recurrida el MINISTERIO DE
EDUCACION DE LA REPÚBLICA DOMINICANA (MINERD), y al Procurador General
III. Medios de casación a) En cuanto al recurso de casación principal 7. La parte recurrente,
Ministerio de Educación de la Republica Dominicana, invoca en sustento de su recurso de
casación los siguientes medios: “Primer medio: Errónea aplicación de la Ley. Segundo medio:
Falta de base legal. Tercer medio: Violación al derecho de defensa. Cuarto medio: Errónea
aplicación de la Ley y falta de base legal. Quinto medio: Violación al principio de razonabilidad”
(sic). b) En cuanto al recurso de casación incidental 8. La parte recurrente incidental, Edgar
Rinaldo Messina Mercado, en sustento de su recurso de casación invoca los siguientes medios:
“Primer medio: Errónea aplicación del derecho. Segundo medio: Falta de base legal” (sic). IV.
Consideraciones de la Tercera Sala, después de deliberar Juez ponente: Rafael Vásquez Goico
9. De conformidad con lo que establece la Constitución de la República, el artículo 9 de la Ley
núm. 156-97, de fecha 10 de julio de 1997, que modificó la Ley núm. 25-91, de fecha 15 de
octubre de 1991, Orgánica de la Suprema Corte de Justicia y el artículo 1° de la Ley núm. 3726-
53, del 29 de diciembre de 1953, sobre Procedimiento de Casación, modificada por la Ley núm.
491-08, del 19
por un monto de RD$41,696,285.35 y RD$43,661,23.60, respectivamente; b) que en fecha 11
de junio de 2012, el Ministerio de Educación suscribió con la Constructora Germosén el
contrato de obra núm. 541-2012, mediante el cual reasignó la construcción del centro
educativo Liceo Secundario Boca Chica; c) que en fecha 9 de julio de 2013, el Ministerio de
Educación y Edgar Rinaldo Messina Mercado, suscribieron los contratos de resolución núms.
1375 y 1376, en los cuales establecieron que por mutuo acuerdo han decidido resolver los
contratos de obras núms. 1753 y 1754, de fecha 31 de julio de 2008 y, en consecuencia, el
Ministerio de Educación pagará, en un único pago a favor de Edgar Rinaldo Messina Mercado,
la deuda contraída por los trabajos realizados en el centro educativo Liceo Secundario Boca
Chica, ascendente a la suma de RD$14,631.56 y RD$12, 591.83, respectivamente; d) que en
fecha 10 de febrero de 2015, Edgar Rinaldo Messina Mercado mediante acto núm. 127/2015,
instrumentado por Tony A. Rodríguez M, alguacil ordinario de la Cámara Penal de la Corte de
Apelación del Distrito Nacional, intimó al Ministerio de Educación para que dentro de un plazo
de 2 días francos “(…) expresen a mi requeriente por medios fehacientes, su compromiso de
reasignarle la obra que le fue prometida para compensar y subsanar los daños, perjuicios y
ausencia de ganancias a que se vio sometido mi requeriente por la acción unilateral e ilegal de
Minerd…” (sic); e) que en fecha 4 de marzo de 2015, el Ministerio de Educación en
cumplimiento de la Ley de Libre Acceso a la información Pública, emitió el oficio núm.
OA1#189/15, mediante el cual remitió a Edgar Rinaldo Messina Mercado “Copia del contrato
firmado con la Constructora GERMOSEN SRL., para la construcción del Liceo Boca Chica. Copias
de todos los documentos que componen el expediente relativo a la construcción del indicado
plantel, incluyendo todos los informes, respuestas a consultas y opiniones” (sic); f) que, sin
obtener respuesta alguna, Edgar Rinaldo Messina Mercado interpuso recurso contencioso
administrativo, alegando que el Ministerio de Educación le había prometido la designación de
otra obra que compensara la ganancia dejada de percibir y la pérdida de inversión, debido a la
readjudicación realizada por el MINERD; g) mientras que el Ministerio de Educación, sostuvo
que no existía prueba, ni en el expediente interno de la administración ni acompañado del
recurso contencioso administrativo, de que se haya formulado tal promesa de compensación,
por lo que conjuntamente resolvieron los contratos que los unían, otorgando el
correspondiente pago a Edgar Rinaldo Messina Mercado, conforme con el acuerdo arribado; h)
por lo que en fecha 14 de octubre de 2015, la Primera Sala del Tribunal Superior
Administrativo, dictó la sentencia núm. 419-2015, ordenando el pago de RD$15,000,000.00 a
favor del hoy recurrido, como justa reparación por los daños y perjuicios. 12. Para
fundamentar su decisión, el tribunal a quo expuso los motivos que se transcriben a
continuación: “De la revisión de los documentos que conforman el expediente, el Tribunal ha
podido constatar que tal y como establece el recurrente, mantuvo una relación con el sector
de la Administración que maneja lo relativo a los aspectos de la educación, el Ministerio de
Educación de la República Dominicana, y que por un error de la administración educativa, las
obras que les fueron consignadas mediante los contratos Nos. 1754 y 1753 fueron rescindidas
por acuerdo mutuo, como forma de reparar el error en que incurrió la administración de
consignar las mismas obras a la empresa Constructora Germosén, incurriendo el Estado en una
violación de los contratos que mantenía vigentes con el Ing. Edgar Rinaldo Messina Mercado;
(…) El artículo 148 de la Constitución de la República, establece: “Responsabilidad civil. Las
personas jurídicas de derecho público y sus funcionario o agentes serán responsables,
conjunta y solidariamente, de conformidad con la ley, por los daños y perjuicios ocasionados a
las personas físicas o jurídicas por una actuación u omisión administrativa; De igual modo, el
artículo 59 de la Ley 107-13 de los Derechos y Deberes de las Personas en relación con la
Administración Pública, instituye: “Responsabilidad subjetiva. El derecho fundamental a la
buena administración comprende el derecho de las personas a ser indemnizados de toda
lesión que sufran en sus bienes o derechos como consecuencia de una acción u omisión
administrativa antijurídica. Corresponde a la Administración la prueba de la corrección de su
actuación; Es importante establecer que para que exista responsabilidad civil deben incurrir los
siguientes elementos, que son comunes a todos los órdenes de responsabilidad y a todas sus
esferas, a saber: la falta; el perjuicio y la relación de causa y efecto. En ese sentido ha sido
criterio constante de nuestra Suprema Corte de Justicia, en funciones de Corte de Casación, el
siguiente: “Conforme a lo que dispone los artículo 1382 y 1383 del Código Civil, la condenación
en daños y perjuicios queda justificada cuando los jueces hayan comprobado: 1) La existencia
de una falta imputable al demandado; 2) Un perjuicio ocasionado a quien reclama la
reparación; y 3) una relación de causa a efecto entre la falta y el perjuicio…; (…) En ese sentido,
este Tribunal entiende procedente concederle una indemnización reparadora por un monto de
Quince Millones de Pesos Dominicanos (RD$15,000,000.00), por entenderlo justo y sustentado
en derecho” (sic). 13. Del análisis de la sentencia impugnada, esta Tercera Sala de la Suprema
Corte de Justicia considera que al establecer los jueces del fondo que el hoy recurrente
principal comprometió su responsabilidad patrimonial por alegadamente violar los contratos
de obras núms. 1754 y 1753, los cuales según su criterio mantenían su vigencia a pesar de
estos haber sido resueltos por mutuo acuerdo entre las partes, ha dictado una sentencia que
incurre en una errónea aplicación de las disposiciones de los artículos 1382 y 1383 del Código
Civil dominicano, al margen de la existencia de un régimen especial otorgado por la Ley núm.
107-13, para el conocimiento de este tipo de responsabilidad1. Que dicha situación, además,
desencadena en una contradicción lógica de los motivos de dicha decisión, ya que por un lado
sostiene la vigencia de los contratos en cuestión, mientras que por el otro expresa
explícitamente que los mismos fueron resueltos por muto acuerdo. 14. Que, en conexión con
lo anterior, para la determinación de la responsabilidad requerida en la especie, resultaba
pertinente y oportuno – cosa que no se hizo- fundamentar la decisión que nos ocupa sobre la
base de que, conforme al recurso contencioso administrativo de referencia, la presente
demanda en responsabilidad patrimonial tiene como fundamento un “incumplimiento de una
promesa verbal”, de la que no reposa prueba o sustento legítimo para su ponderación del
análisis de la sentencia impugnada. 15. Que conforme con los hechos comprobados por los
jueces del fondo, al momento de decidirse la presente litis, los contratos de obras cuya
violación fundamentaban la demanda en responsabilidad patrimonial habían sido resueltos
por mutuo acuerdo, consignándose en dichas resoluciones las sumas debidas por la
administración hasta ese momento, razón por la que resulta sin base legal, ni interés legítimo
por parte del hoy recurrente incidental, la demanda acogida por los jueces del fondo sobre la
base de la reasignación a terceros de unos contratos ya terminados. Todo lo cual deriva en una
violación a las reglas que configuran la falta como elemento de la responsabilidad (artículos
1382 y 1383 del Código Civil) y en una contradicción de motivos, tal y como se dijo
anteriormente.
16. En consonancia, esta Tercera Sala considera que un elemento que manifiesta la falta de
base legal en la cual incurre la sentencia impugnada es la condenación a la responsabilidad
patrimonial al Ministerio de Educación de la República Dominicana (MINERD), bajo la errada
fundamentación de una violación a los contratos de obras núms. 1754 y 1753, derivándose ello
de una acción antijurídica de la administración pública. Sin embargo, este examen fue
realizado sin previamente haber deliberado si concurrían los elementos que concretizan la
responsabilidad patrimonial, a saber: a) una conducta que implique una falta al provenir de
una acción u omisión antijurídica de la administración; b) que esta conducta haya originado un
daño a una persona; y c) el vínculo de causalidad que debe existir entre la falta y el daño. 17.
En ese orden, es menester indicar que la responsabilidad patrimonial, al igual que el régimen
de responsabilidad civil común, se reviste de cánones que conformada por todos los
elementos que la configuran, por lo que es indispensable la conjugación de una acción u
omisión, subsumida sobre aspectos fácticos, repercutiendo negativamente en la persona física
o jurídica en cuestión; en caso contrario, sería errada la atribución de la responsabilidad
patrimonial sin la debida constatación de sus causales. 18. Finalmente, esta Tercera Sala
entiende que el estudio general del recurso de casación pone de relieve que el tribunal a quo
incurrió en una errónea aplicación de las leyes respecto de la determinación de la
responsabilidad patrimonial, al reconocerla sin tener los elementos que permiten condenar al
Estado; asimismo, caracteriza una contradicción de motivos en tanto se sostiene en parte la
vigencia de los contratos y, de otro lado, establece que fueron resueltos, por lo que procede
acoger el aspecto examinado y casar con envío la sentencia impugnada, sin necesidad de
analizar los demás aspectos de los medios que fundamentan este recurso de casación
principal. 19. De conformidad con las disposiciones del artículo 20 de la Ley núm. 3726- 53, del
29 de diciembre de 1953, sobre Procedimiento de Casación, siempre que la Suprema Corte de
Justicia casare una sentencia la enviará ante otro tribunal de la misma categoría del que
procede la sentencia objeto de casación. 20. El párrafo III del artículo 60 de La Ley núm. 1494-
47 de 1947, establece: “En caso de casación con envío, el Tribunal Superior Administrativo,
estará obligado, al fallar nuevamente el caso, a atenerse a las disposiciones de la Suprema
Corte de Justicia en los puntos de derecho que hubiesen sido objeto de casación”, lo que
resulta aplicable en la especie FALLA ÚNICO: CASA la sentencia núm. 419-2015, de fecha 14 de
octubre de 2015, dictada por la Primera Sala del Tribunal Superior Administrativo, cuyo
dispositivo ha sido copiado en parte anterior del presente fallo, y envía el
Resumen
En el Estado de responsabilidad patrimonial
La responsabilidad patrimonial alude al deber que tiene una persona física o
jurídica de responder con sus bienes o derechos por haber producido algún tipo
de altercado en un tercero, que será quien recibirá dicho bien o derecho.
l abordar el tema “la responsabilidad patrimonial del Estado”, señaló que hace
referencia a la obligación que tiene este de resarcir el daño ocasionado a una
persona o institución y que conlleva a la obligación que tiene una persona o
institución, que actúa a nombre de éste, de asumir las consecuencias de un hecho
que lesiona un derecho protegido. “Esta y el control del poder público son reglas
básicas de todo estado de derecho”,
el artículo 148, la responsabilidad patrimonial que tienen las personas jurídicas de
derecho público y sus funcionarios, por los daños y perjuicios causados a las personas
físicas o jurídicas por un hecho antijurídico.
el procedimiento para solicitar la responsabilidad patrimonial del Estado
El procedimiento de reclamación por responsabilidad patrimonial
se conforma de dos vías o instancias: la administrativa y la jurisdiccional. La
primera ante la propia autoridad presuntamente responsable, y, la segunda
ante el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa.
El derecho a reclamar prescribe al año de producido el hecho o el acto que motive la
indemnización o se manifieste su efecto lesivo.
Dónde se puede presentar una solicitud de responsabilidad patrimonial
Presencialmente: en las oficinas de asistencia en materia de registro, con cita
previa, así como en los registros de otras Administraciones Públicas.
La responsabilidad patrimonial alude al deber que tiene una persona física o jurídica
de responder con sus bienes o derechos por haber producido algún tipo de altercado
en un tercero, que será quien recibirá dicho bien o derecho.
Dicho principio alude a la responsabilidad que debe asumir el Estado, en su sentido
amplio, por los daños o perjuicios que sean causados a los particulares por los actos u
omisiones de las autoridades públicas y de cualesquiera personas que legítimamente
actúen en función administrativa o de servicio público.
La reclamación administrativa se hace ante la misma entidad estatal y no ante un juez
o tribunal administrativo, pues en tal caso se habla es de reclamación judicial. En
la reclamación administrativa se espera que la misma entidad de solución para evitar
recurrir a un juez que la conmine a dar esa solución.
Cuándo caduca un procedimiento de responsabilidad patrimonial
El plazo para tramitar un procedimiento de responsabilidad patrimonial es
de 6 meses, pero el plazo para que la Administración repita contra sus
autoridades y su personal por los daños que causaron es el de 3 meses al no
existir previsión específica