GEORGE DUBY

Economía Rural y vida Campesina en el occidente Medieval(págs. 375 – 460)

Los documentos que ilustran la vida económica de la segunda mitad del siglo XIV en Europa
Occidental son más numerosos que los de épocas anteriores y poco explorados. Las pocas
investigaciones que hay se centraron en las grandes ciudades y poca atención le han dado a los
archivos que hablan de la economía rural, y este libro se aboca a tal propósito.Del análisis de diversos
documentos de Inglaterra y archivos franceses, alemanes e italianos se ha podido detectar una clara
inflexión de la riqueza de los fondos señoriales sobre el final del siglo XIII y durante los primeros
decenios del siglo XIV, que junto a diversos factores dieron como resultado una deterioración de la
economía rural. Todos estos cambios, ampliados a lo largo de este resumen, que causaron malestar a
la economía rural finalmente terminaron siendo favorables para la población campesina y sentaron las
bases que llevaron a la recuperación hacia mediados del siglo XV.
Caracteres nuevos de la economía rural A lo largo de Europa, algunos países más
afectados que otros, se empieza a sentir un malestar en cuanto a lo económico, debido, según el
autor a calamidades que pueden dividirse en tres categorías. La primera es una crisis de subsistencia,
siempre hubo irregularidades por diversos factores en la producción del trigo (clima, suelos pobres o
agotados, etc.), alimento base, pero la dificultad de abastecimiento más grave ocurrió en los últimos
años del siglo XIII empeorando para principios del 1300 dando como resultado una alza de precios,
hambre, muerte, lo cual despertó una grave preocupación por el aprovisionamiento (al menos en las
zonas urbanas).Otro de los factores fueron las guerras. Desde fines del siglo XIII se verifica un estado
de guerra permanente. Soldados profesionales mal retribuidos, vivan a costa del país explotándolo a
fondo, devastando los campos, puesto que las ciudades estaban bien protegidas. Si bien todo esto
causaba estragos en la economía rural, las consecuencias no fueron tan graves dado que
restablecida la paz se reanudaba el trabajo. Quizás el más duro golpe a la economía campesina era el
robo de ganado.Según el autor las residencias señoriales parece haber sido las más perjudicadas
pues a causa de sus riquezas también eran las más expuestas. Esta pérdida de riqueza contribuyó a
nivelar en el campo las diferencias de fortuna.El tercer factor de malestar fueron las pestes, en
particular la peste negra que 1348 y 1349 asoló a toda Europa. Si bien posiblemente los focos más
grandes se hayan dado en las ciudades debido al aglutinamiento, hambre y malas condiciones
higiénicas, el campo no salió ileso.
El despoblamiento del campo Este hecho es el más reconocible debido a que hubo un cambio
brusco en el crecimiento económico y multiplicidad de documentos lo confirman indirectamente
dejando en evidencia el alza de salarios, reducción de las superficies sembradas y el abandono de
lugares habitados. A pesar de esto no se puede precisar la totalidad del impacto ya que estos censos
respondían a preocupaciones fiscales y además solo se censaba a los grupos susceptibles de
impuesto. Se calcula que el período más crítico de la historia demográfica de Europa fueron los 20
años posteriores a 1320. A excepción de algunas zonas rurales la disminución había sido
extraordinariamente acentuada.Hacia 1470, cuando la recuperación ya se había iniciado, los fuegos u
hogares se habían reducido a la mitad de su número en el siglo XIV.
Reducción del espacio cultivado
Una serie de abandonos de tierras que dieron como resultado escasez de cultivo, fueron objeto de
estudio en Inglaterra y Alemania. Estos han determinado que a raíz de la peste negra muchos
espacios dedicados a esta actividad perdieron sus habitantes y nunca más fueron ocupados. Lo que
no se ha estudiado a fondo es el por qué no volvieron a ser habitadas.
Evolución de precios y salarios

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La historia de los precios y salarios en la época medieval es compleja. Gran parte de los documentos
que se han estudiado son urbanos. Parece ser que el mercado de cereales estaba sometido a
fluctuaciones que se  ampliaron durante el siglo XIV; posiblemente la escasez y el miedo a nuevos
períodos de hambre hayan hecho la demanda más permeable a estas fluctuaciones.La peste negra
afectó duramente a la producción, produciendo un alza de precios, pero volvieron a decaer para 1370.
También afectó los salarios, ya que al escasear la mano de obra gran parte de los salarios sufrió un
alza.
Intento de interpretación
En esta parte del texto el autor intenta dar explicación o mejor dicho ahondar en diversas teorías del
porqué y cómo sucedieron los cambios en la economía rural durante el siglo XIV y mitad del siglo XV.
La primera de las teorías que plantea es que un estudio del crecimiento de los árboles determinó una
pluviosidad abundante en el siglo XIV, lo cual lleva a preguntarse si las condiciones húmedas pueden
haber afectado la producción de cereales en algunas zonas de Europa.Otro factor de modificación
exterior del que hace mención es el crecimiento de los estados, aparejó un oleaje bélico, el cual
generó en la población una sensación de inseguridad, que perturbó la actividad económica e incitó a
atesorar la moneda, limitar la producción y a reducir los intercambios.Por ultimo como otro factor
exterior u accidental fue la peste negra que cernió una estela de mortandad en Europa durante medio
siglo.Estos factores no pueden explicar por si solos los cambios en la economía rural, puesto que
pese a ser factores exteriores y accidentales, en parte algunos son producto de una evolución interna
de la sociedad. El aglutinamiento en las ciudades en búsqueda de un empleo más lucrativo, la
búsqueda de nuevas tierras y la ocupación de tierras poco productivas fueron en parte
desencadenantes. El éxodo rural y los efectos de la mortandad provocaron una reorganización que
afectó las condiciones de empleo y la explotación de la tierra; los que pudieron salvarse de la peste
comenzaron a trabajar las tierras más fértiles lo cual explicaría el abandono de algunas tierras (las
menos productivas). Además, en Alemania, los señores cercaron los bosques para obligar a los
campesinos a trabajar determinadas tierras y mantener su señorío.Ya para 1380 se visualiza un
nuevo equilibrio. Los campesinos viven una situación económica más desahogada que sus
antepasados. La densidad humana era débil en muchas regiones de Europa. La tierra era abundante,
el arrendamiento bajo y la mano de obra cara. Por otro lado las ciudades entraron en decadencia y se
produjo un cambio en el régimen alimenticio que afectó la producción de cereales. Se registra un
descenso en el consumo de pan y un incremento en el consumo de alimentos complementarios, los
administradores del territorio entregaban a los trabajadores del dominio alimentos como la carne y el
queso. La oferta en el mercado de cereales terminó siendo superior a la demanda.
II.  El debilitamiento de la economía señorial
Como mencionamos antes las operaciones bélicas afectaron los dominios y el “capital” señorial.
Además para evitar que los campesinos emigraran de sus tierras el señor debía ayudar a sanear los
costes que aparejaba en los campos la guerra. Las fortunas de la nobleza y   de la iglesia también se
vieron afectadas. Gran parte de ellos migró a las ciudades, descuidando sus parcelas.Pese a todos
estos cambios, el debilitamiento fue limitado, temporal y relativo, además tuvo variaciones en distintas
regiones.Los señoríos ampliaron su patrimonio con las tierras abandonadas, pero a su vez no había
mano de obra que las explotara. Por otro lado los soberanos, para obtener subsidios del señorío, les
concedían sus regalías y sometían a los campesinos al poder absoluto de los señores locales.
Retroceso de la explotación directa
Los señores del siglo XIV ansiaban, como sus antepasados, autoabastecerse, por ende se
aseguraban de tener una gran extensión de tierras, las más productivas, y explotarlas de manera
directa. Con el descenso de la población y la constante demanda de los campesinos por más
porciones de tierra, los señores comenzaron a arrendar parte de sus tierras, menos productivas y

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alejadas, puesto que vieron más rédito en ello.  Con el tiempo comenzó a convenir más el arriendo
que la explotación directa y se empezaron a hacer contratos de arriendo más accesibles para el
arrendatario, un cambio notable en la concepción del sustento.
Las rentas
Si bien los arrendamientos aumentaron en número, no se puede afirmar que los señores se
convirtieron en simples rentistas. A medida que se acentúa esta tendencia de contratos de arriendo,
los arrendatarios empiezan a pedir más beneficios, cuestión que los señores deben atender si quieren
que estos no migren a otras tierras. Esta disminución de las rentas, unida al retroceso de la
explotación directa y a la necesidad de efectuar crecidos gastos de reconstrucción debido a las
guerras, redujeron notablemente los recursos económicos de los señores. Ya para el siglo XV las
empresas rurales, en su mayor parte, no eran dirigidas por los señores, sino por campesinos.
III. Los campesinos
Todo este proceso de cambio trae aparejada una falta de documentación, puesto que la explotación
dirigida por los campesinos no tiene archivos, y por consiguiente, no tiene historia. Sin embargo,
algunos indicios en los documentos señoriales advierten un acotado ascenso social de este sector
desde finales del siglo XIII.
Los levantamientos populares
Las crisis accidentales, tratadas al principio de este resumen, que afectaron a las explotaciones
señoriales, también tuvieron repercusión sobre las familias campesinas, que debieron soportar los
atentados constantes de los señores que, producto de todo esto, eran cada vez más exigentes con
sus subordinados. En este período los campesinos debieron soportar un fuerte abuso, por parte de
los soberanos y los señores, a tal punto que empezaron a manifestarse las primeras sublevaciones,
producto de estas tensiones. Por otra parte una ola de levantamientos religiosos, brindaron a los
campesinos una perspectiva del poder que podían asumir. Sublevaciones campesinas contra los
impuestos se iniciaron y desarrollaron en toda Europa. Si bien fueron importantes hay que añadir que
siempre fueron de extrema brevedad, sin consecuencias duraderas, aunque con cierta periodicidad.
Ricos y pobre
El despoblamiento y la consecuente disminución de las rentas señoriales beneficiaron en buena parte
al campesinado. Pero tampoco se debe pensar que los campesinos gozaban de una situación tan
dichosa puesto que la disminución de las rentas se debía también a su empobrecimiento. Además el
campesinado se dividió entre aquellos que habían podido acaparar más tierras y los que no, es decir
surgió una especie de campesinado acomodado
La producción agrícola
El perfeccionamiento de instrumentos y técnicas de cultivo, el abandono de tierras poco fértiles y la
concentración del esfuerzo agrícola en los suelos más fecundos, permitieron la prosperidad en la
economía rural, aunque todavía hay cuestiones difíciles de aclarar o afirmar.
El retroceso de algunos cultivos dio lugar a nuevos pastos que facilitaron la alimentación del ganado,
lo cual favoreció la presencia de animales de tiro en las explotaciones agrarias del siglo XVI. También
hay que tener en cuenta los perfeccionamientos en las prácticas de rotación de cultivos, las cuales
respondían a nuevas disposiciones del mercado, cambios en las costumbres alimenticias, el deseo de
alimentar mejor al ganado, el cual se apreciaba sobre todo por su carne, y la necesidad de acortar los
períodos de descanso de los suelos.
Los campesinos y los hombres de negocios
Durante el siglo XIV y mediados del siglo XV se observa una recesión de los intercambios rurales. Los
conflictos bélicos obstaculizaban los circuitos comerciales, la inestabilidad de la moneda perturbaba
las actividades mercantiles y el temor a la escasez obstaculizaba el tráfico de cereales.

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Por otra parte las presiones fiscales provocaban que el campesino no solo vendiera sus productos
sino su trabajo dando lugar al surgimiento del artesanado rural. Al parecer el tráfico de ganado fue el
más activo durante el torturado siglo XIV, ya que era uno de los más lucrativos y menos afectado por
los factores de recesión. Los precios del ganado, contrariamente a los del grano, se mantenían bien y
por tanto, sumado a la aparición de nuevos pastos,  era más redituable criar vacas que producir
trigo.Con el creciente éxodo de las casas aristocráticas hacia sus mansiones urbanas, un nuevo
fenómeno aparece: el arriendo de rentas. Algunos señores arrendaban a hombres el cobro de las
rentas, es decir, no arrendaban las tierras sino la percepción de un diezmo o cualquier otro derecho
señorial. Esto permitió que muchos nobles compraran productos a un bajo costo, a aquellos
campesinos que no podían afrontar en el momento lo que debían. De esta manera a surgía una
nueva burguesía usurera que se apropiaba del excedente del campesinado. Sin embargo, esto
permitió a pequeñas y medianas agrícolas y ganaderas desarrollarse. Al parecer las actividades más
beneficiadas fueron la viticultura y la ganadería. Este impulso conjunto entre capital urbano y trabajo
rural sentaron las bases para que en la segunda mitad del siglo XV la economía rural y la vida agraria
de todo el occidente europeo tomara un nuevo rumbo hacia la prosperidad.