YUL JIMMY CRUZ CUSIHUALPA
Facultad de Ciencias De La Salud
EP: Medicina Humana
La tuberculosis (TBC) es una enfermedad conocida desde tiempos inmemoriales.
Ha constituido un verdadero azote para la humanidad desde el Siglo XX.
La antigüedad del bacilo de la tuberculosis (TBC) se ha estimado en más de 3
millones de años.
El problema actual de la TB es de tal magnitud que ha sido considerado una
emergencia sanitaria por la Organización Mundial de la Salud
Por tanto, es muy probable que la TBC. sea la enfermedad infecciosa más antigua
de la humanidad, además de la más prevalente.
A pesar de ello, todavía constituye un importante problema de salud pública y
desafortunadamente dista mucho de poder ser erradicada.
Metas para 2035
Reducir las muertes por tuberculosis en un 95% (en comparación con las cifras de 2015)
Reducir la tasa de incidencia de la tuberculosis en un 90% (menos de 10 casos por 100
000 habitantes)
Lograr que ninguna familia afectada tenga que hacer frente a costos catastróficos
debidos a la tuberculosis
Hitos para 2025
Reducir las muertes por tuberculosis en un 75% (en comparación con las cifras de 2015)
Reducir la tasa de incidencia de la tuberculosis en un 50%, es decir, a menos de 55 por
100 000 (en comparación con las cifras de 2015)
Lograr que ninguna familia afectada tenga que hacer frente a costos catastróficos
debidos a la tuberculosis
La tuberculosis es una causa infecciosa importante de morbilidad y mortalidad en
los adultos de todo el mundo y mató a alrededor de 2 millones de personas en
2018, la mayoría en países de ingresos bajos y medios.
Las micobacterias son bacilos aerobios pequeños, de crecimiento lento. Tienen
como característica distintiva una envoltura celular compleja rica en lípidos
responsable de su clasificación como ácido alcohol resistentes (o sea, resistentes a
la decoloración por ácido después de su tinción con carbofucsina) y la relativa
resistencia a la tinción con la técnica de Gram.
En general se consideran
como agentes etiológicos de
la TBC humana:
Mycobacterium tuberculosis,
Mycobacterium bovis,
Mycobacterium africanum
(subtipos I y II) y, bacilo de
Calmette-Guérin (BCG).
Este grupo son micobacterias
altamente relacionadas, que
exhiben gran homogeneidad
en la secuencia de
nucleótidos, a pesar de sus
variaciones en cuanto a poder
patógeno, distribución
geográfica, epidemiología,
hospedador preferente y
algunas características
fisiológicas, tales como
Principales
micobacterias no
tuberculosas (MNT)
que causan
infecciones en el
hombre
La infección por el virus de inmunodeficiencia humana (HIV) y el síndrome de
inmunodeficiencia adquirida (sida) son los factores más importantes de predisposición
para el desarrollo de TBC y para la muerte, en partes del mundo donde ambas
infecciones son prevalentes.
Tos es el síntoma más constante; puede ser seca y persistente y
prolongarse durante semanas o incluso meses, (productiva de
tipo mucoide o mucopurulento).
Cuando existen lesiones inflamatorias laríngeas o
traqueobronquiales, la tos se acompaña de dolor torácico
impreciso que se refiere como opresión o tensión.
La expectoración hemoptoica y la hemoptisis franca son
síntomas sugestivos de TBC. (trombóticos vasculares previos a
la necrosis tisular).
La disnea (fases avanzadas o derrame pleural o pericárdico)
Tuberculosis primaria
Es la que afecta a individuos que nunca han estado expuestos a la TBC.
También es una forma habitual en los enfermos infectados por el HIV.
Las anomalías radiológicas más frecuentes son:
1) Complejo primario, que consiste en un infiltrado parenquimatoso asociado a
adenopatías hiliares homolaterales
2) Adenopatía hiliar o paratraqueal que a veces provoca atelectasia
3) Infiltrado parenquimatoso, frecuente en segmentos anteriores, y no acostumbra a
cavitarse
4) Derrame pleural,
5) patrón miliar, que corresponde a la forma más grave.
Tuberculosis pulmonar posprimaria o del adulto
Conocida también como de reactivación.
También pueden sufrir una reinfección exógena a pesar de haber padecido ya una TBC
La localización típica de las lesiones es sobre todo en los segmentos apicales y posteriores de los
lóbulos superiores y apicales de los inferiores.
Las formas radiológicas son:
1. Infiltrado apical, uni- o bilateral, exudativo, infraclavicular
2. Cavitación, única o múltiple en el seno de lesiones exudativas o fibrosas
3. Derrame pleural, que también se observa en la primoinfección
4. Neumonía tuberculosa, con mayor protagonismo del broncograma aéreo;
5. Empiema
6. Tuberculoma
7. Patrón miliar.
Radiografía de tórax
Tinción ácido alcohol resistente y cultivo
Prueba cutánea de tuberculina (PCT) o prueba de liberación de
interferón-γ (IGRA)
Cuando esté disponible, evaluación basada en ácidos nucleicos
Radiografía de tórax
En los adultos, el hallazgo de un infiltrado multinodular por encima o por detrás de
la clavícula es más característico de la TBC activa; sugiere la reactivación de la
enfermedad.
Se lo visualiza mejor en una vista apical lordótica o con TC de tórax.
Los infiltrados pulmonares en el lóbulo medio e inferior son inespecíficos, pero
deben hacer sospechar una TBC primaria en pacientes (en general jóvenes) con
síntomas o antecedentes de exposición que indiquen que se produjo una infección
reciente, en especial en presencia de derrame pleural.
Pueden hallarse ganglios linfáticos hiliares calcificados, que pueden haberse
desarrollado durante la infección primaria.
Examen del esputo, cultivo y evaluación
Las pruebas de esputo constituyen el pilar fundamental para el diagnóstico de
la tuberculosis pulmonar.
Si el paciente no puede producir esputo en forma espontánea, es posible
utilizar solución salina hipertónica en aerosol para inducirlo. Si esta maniobra
no tiene éxito, pueden obtenerse lavados bronquiales mediante broncoscopia
de fibra óptica, ya que estas pruebas son bastante sensibles.
El primer paso generalmente es el examen microscópico para detectar
bacilos ácido-alcohol resistentes (BAAR).
Los bacilos tuberculosos son grampositivos pero no se tiñen consistentemente
con la tinción de Gram, por lo que resulta recomendable procesar las
muestras con tinciones de Ziehl-Neelsen o Kinyoun para la observación bajo
microscopia
La baciloscopia puede detectar alrededor de 10.000 bacilos/mL de esputo
Aunque la presencia de BAAR en una muestra de esputo sugiere con
intensidad TBC, el diagnóstico de certeza requiere un cultivo de micobacterias
positivo o una prueba de amplificación de los ácidos nucleicos.
Prueba cutánea
La prueba con múltiples púas (tine test) ya no se recomienda.
Suele pedirse una prueba PCT (Mantoux o PPD [purified protein derivative, derivado
proteico purificado]).
Es positiva tanto en la infección latente como en la activa y, por lo tanto, no puede
distinguir entre las dos.
La dosis convencional en los Estados Unidos es de 5 unidades de PPD en 0,1 mL de
solución, que se inyectan en la cara anterior del antebrazo.
5 mm: pacientes con riesgo elevado de desarrollar TBC activa si están infectados, como
los que presentan evidencias radiológicas de TBC antigua, pacientes inmunodeficientes
debido a infección por TBC
10 mm: pacientes con algunos factores de riesgo, como drogadictos por vía intravenosa,
inmigrantes recientes de áreas con prevalencia elevada, residentes en situaciones de
riesgo (
15 mm: pacientes sin factores de riesgo (que no deben evaluarse)
IGRA
La sigla IGRA identifica una prueba en sangre que evalúa la liberación de
interferón-gamma por linfocitos expuestos in vitro a antígenos del bacilo
tuberculoso.
Aunque los resultados de la prueba IGRA no siempre coinciden con los de la
PCT, parecen ser igual de sensibles y específicos en las investigaciones de
contacto.
Debe destacarse que estas pruebas suelen ser negativas en pacientes con
infección tuberculosa de larga data..
En la actualidad, se realizan estudios a largo plazo para determinar si los
pacientes con PCT positiva y prueba de liberación de interferón-γ negativa (en
particular inmunodeficientes) presentan un riesgo bajo de reactivación.
El uso de IGRA está limitado en entornos de bajos recursos debido a su costo
relativamente alto.