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1. El documento presenta un estudio doctrinario sobre el concurso ideal de delitos y los delitos continuados, estableciendo sus semejanzas y diferencias. Mientras que el concurso ideal implica una unidad de acción que infringe varios tipos penales, los delitos continuados implican varias acciones que infringen el mismo tipo penal. 2. Se pregunta sobre los fundamentos de política criminal para la punibilidad de algunos actos preparatorios en el ordenamiento jurídico peruano. 3. Incluye 8 temas desarrollados doctrinariamente sobre divers
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1. El documento presenta un estudio doctrinario sobre el concurso ideal de delitos y los delitos continuados, estableciendo sus semejanzas y diferencias. Mientras que el concurso ideal implica una unidad de acción que infringe varios tipos penales, los delitos continuados implican varias acciones que infringen el mismo tipo penal. 2. Se pregunta sobre los fundamentos de política criminal para la punibilidad de algunos actos preparatorios en el ordenamiento jurídico peruano. 3. Incluye 8 temas desarrollados doctrinariamente sobre divers
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1

UNIVERSIDAD PRIVADA ANTENOR ORREGO


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

“PRÁCTICA CALIFICADA 1”

AUTORES:
Alvarez Vega, Christian Antonio.
Gonzalez Valera, Sebastián Alonso.
Luján Barreto, Ruth Mercedes.
Plasencia Quiroz, Frescia Mávila.
Roldán Segura, Shirley Monic.
Salaverry Florian, Sergio
ASIGNATURA:
Derecho Penal III: Parte Especial
DOCENTE:
Castañeda Cubas, Carlos Miguel

TRUJILLO – PERÚ
2022
2

Índice

1. Hacer un estudio doctrinario del concurso ideal de delitos y delitos continuados a su vez
establecer las semejanzas y diferencias entre ambos institutos........................................................3

2 ¿Cuáles son los fundamentos de política criminal de la punibilidad de algunos actos


preparatorios, inclinando cuáles tienen esta calidad en nuestro ordenamiento jurídico?................5

3 Analice doctrinariamente la figura del actuar en nombre del otro a que se refiere en el
artículo 27 del código penal. Actuar a nombre de otro y nacimiento del instituto............................8

4 Por qué nuestro ordenamiento penal considera al principio de culpabilidad al sancionar la


responsabilidad objetiva..................................................................................................................10

5 Apoyándose en la doctrina penal, realizar un estudio comparativo, esto es, semejanzas y


diferencias, entre autoría mediata y determinación dolosa............................................................11

6 Qué razones de política criminal ha tenido en cuenta nuestro legislador para incorporar en el
código penal los denominados sustitutos penales...........................................................................12

7. La coautoría, requisitos – consumación material- diferencia con la complicidad........................15

8. Bibliografía...............................................................................................................................17
3

PRÁCTICA CALIFICADA N.º 01

1. Hacer un estudio doctrinario del concurso ideal de delitos y delitos


continuados a su vez establecer las semejanzas y diferencias entre ambos
institutos.

Cuando hablamos de concurso ideal de delitos, establecido en el art.48


del CP, nos referimos a varias disposiciones penales que pueden ser aplicadas a
un mismo hecho. Como nos dice Percy García Cavero (2019): “la misma
acción penalmente relevante realiza varios tipos legales”(p.866). Y el dr.
Enrique Bacigalupo(1996) nos presenta los requisitos para que se de el
concurso ideal de delitos, que son: Unidad de acción y pluralidad de
encuadramientos típicos. Finalmente el dr. Carlos Castañeda mencionó: “Hay
concurso ideal de delitos cuando una sola acción da lugar a 2 o más
delitos. En este concurso, la acción puede infringir varios preceptos penales
distintos (concurso ideal heterogéneo) o el mismo precepto varias veces
(concurso ideal homogéneo).” Mientras que los delitos continuados están
establecidos en el art.48 y lo define como varias violaciones de una misma ley
penal en momentos diferentes. Además, Felipe Villavicencio(2006) define: “El
delito continuado es la realización de acciones similares u homogéneas en
diversos momentos pero que transgreden el mismo tipo legal''.(p.686)

Más adelante podemos hablar de semejanzas y diferencias. Como lo


dice Villavicencio: “El delito continuado se delimita del concurso ideal porque
el primero representa una unificación jurídica de acciones que son plurales y el
concurso ideal tiene como presupuesto la unidad de hecho determinada por una
acción”. Interpretando lo que nos dice Villavicencio puedo inferir que el delito
continuado está enfocado a establecer un solo tipo penal a varios hechos,
mientras que en el concurso ideal existen varios tipos penales provenientes de
una sola acción. Según García Cavero, la figura del concurso ideal de delitos
encaja mejor con la teoría de la pluralidad mientras que la figura del delito
4

continuado lo hace dentro de la teoría de la singularidad. Es decir que, mientras


que en el concurso ideal se presenta unidad de acción, pero una pluralidad de
tipos penales, en el delito continuado existe una pluralidad de acción aunque se
busca un único tipo penal. Aún así en ambas instituciones se establece la
realización de varios tipos penales, aunque en el delito continuado esta
variedad sea en realidad el mismo tipo penal realizado varias veces, sigue
siendo una similitud que a pesar de tener finalidades distintas ambas buscan la
simplificación del proceso penal al establecer que una sola norma penal debe
ser ejecutada para el planteamiento de la pena.

En conclusión, bajo la lógica antiformal y finalista del derecho penal


material; es que la exteriorización fáctica del concurso ideal de delitos se
dilucida a partir de los alcances de la teoría del dominio del hecho; no solo por
la verdad universal sustentada en que autor solo puede ser quien tiene dominio
causal y funcional de los hechos materia de ejecución; sino también por el
hecho que el principio de unidad del título de la imputación; es la base de la
pluralidad autónoma no de tipos penales; sino de los verbos rectores de la
conducta delictiva; habida cuenta que una vez superado el umbral de la
tipicidad de la conducta; el juez tiene que ejercer su libre discrecionalidad a
efectos de la valoración individual en forma ex ante del contenido material del
injusto de cada hecho delictivo. Ante la tautología evidente de la unidad de
imputación; es que en la descripción de toda figura delictiva; va a adquirir una
especial trascendencia el hecho de determinar la antijuricidad de la conducta.
Dicha situación, es prescrita en los alcances sistemáticos y no restrictivos del
principio de legalidad previsto en el art. 2, lit. 24, inc. D de la Constitución
Política de 1993 y; por su parte, en el art. II del TP del NCPP, circunstancias de
pleno derecho que se traducen en una mayor garantía para todo ciudadano. Es
por ello; que la pluralidad de tipos penales en el ámbito del concurso ideal de
delitos; halla su base en el paradigma propio de un derecho penal de acto antes
que de autor, dada la evidente existencia de eventos criminosos independientes
como consecuencias derivadas de un solo hecho, pero valorados en atención al
5

principio de responsabilidad por el hecho y no en base a las características


personales del autor, ya que ello deviene en una aberrante inconstitucionalidad.
Ante ello, es que no debe confundirse el concurso ideal de delitos con los
delitos continuados per se. En estos últimos, las conductas delictivas
conforman un solo contenido material del injusto que se determina en forma ex
post a la consumación material del delito.

Esto se afirma porque en dichos delitos; el sujeto agente;


independientemente si es común o especial, trasgrede varios tipos penales
dentro de la misma secuela de aplicación temporal y especial de la ley penal;
adquieriendo plena eficacia los principios tempus regith actum y locuss comissi
delicti: El tiempo rige al acto y ello; da origen a aplicar “la ley del lugar donde
se cometió el delito”. Ante dicho paradigma epistemológico; se puede colegir
que en el caso del concurso ideal; puede aseverarse con propiedad la existencia
de una teoría crítica de la pena. Una explicación crítica de la pena, parte de la
premisa de negar la utilidad y fundamento de la misma. Solo cuando las bases
de la punibilidad pueden adquirir su real importancia dogmática, criminológica
y político-criminal; podrá ser posible aceptar o negar políticamente la
legitimidad de la pena ante la existencia no solo del concurso ideal de delitos,
sino también del concurso real. En definitiva, si recurrimos a la doctrina
española e italiana; se habla de la existencia de un dolus ex re con
conocimiento y plena conciencia de la antijuricidad de la conducta en la
situación de ambas formas de concurso de delitos, puesto que dicho dolus ex
re, es en realidad; la parte perceptible por otras personas, manifestada en la
unicidad de la acción y en la pluralidad de tipos penales, ya que la parte externa
del comportamiento da a entender que el autor actúa con dolo típico.

2. ¿Cuáles son los fundamentos de política criminal de la punibilidad de algunos


actos preparatorios, inclinando cuáles tienen esta calidad en nuestro
ordenamiento jurídico?

Para poder dar una respuesta entendible vamos a introducir las


6

definiciones de política criminal, punibilidad y por ultimo los actos


preparatorios.

La política criminal es una disciplina que se encarga del estudio y


aplicación de los medios y recursos para prevención y representación de las
conductas antisociales. Opera antes, durante y después de la conducta delictiva
porque su elemento fundamental es la prevención.
La punibilidad, de manera simple y precisa es el merecimiento de una
pena.
Por último los actos preparatorios, según Perez (2017) comprenden el
conjunto de comportamientos orientados a crear las condiciones adecuadas
para el ataque al bien jurídico. Son concebidas como las primeras conductas
externas ubicadas entre la fase interna y el comienzo de la ejecución de la
comisión típica de un delito determinado, en el inter criminis (p. 45).
Nuñez (1988) nos explica que gracias al principio Cogitationis poenam
nemo patitur, es que que no se puede castigar por el pensamiento, y como bien
inferimos de la definición dada sobre los actos preparatorios, es que existen
algunos actos preparatorios considerados impunes porque no son
necesariamente actos que se consideren un peligro directo para el bien jurídico
protegido. Es decir que lo actos preparatorios son equívocos, deben ser
considerados atípicos (p. 225)
La doctrina nos da la posibilidad de sean consideramos impunes, ya no
se tiene la característica suficiente y la certeza para ser crimines, pero existe la
necesidad de contender a aquellos actos preparatorios que tienen relación con
los delitos. Es donde aquí hablamos de una de las manifestaciones del derecho
penal en riesgo, el que tiene principal fundamento sobre la punibilidad de los
actos preparatorios, en algunos casos, deriva de la política criminal, bajo la
idea de que el derecho penal ha de intervenir antes de que lesione o ponga en
peligro el bien jurídico, para hacerlo aún más trascendente dentro de la
sociedad y no llegar “tarde”, cuando la ejecución y consumación del delito se
pudo evitar antes, mediante la punibilidad de determinados actos preparatorios.
7

Ahora bien, hablaremos de las bases político-criminales de la


punibilidad de algunos actos preparatorios; es que es preciso ejercer un poco de
pedagogía procesal penal. Naturalmente, se estatuye al iter criminis como las
fases de materialización de una conducta típicamente antijurídica, traducida
esta en el desvalor de la acción y en el desvalor del resultado. En esa línea, es
que la estratificación del injusto en base a momentos o tiempos prediseñados;
es bastante idónea ya que; en el caso de los actos preparatorios por ejemplo; es
bastante claro que pende tan solo un instante entre el nacimiento de la idea
criminal y su exteriorización en la realidad. Así, es que las bases político-
criminales de la punibilidad de algunos actos preparatorios; se sustenta la
ubicuidad de los mismos dentro de la fase externa de la secuela del iter
crmininis. Esto se evidencia en reiterada jurisprudencia de la Corte Suprema de
Justicia de la República, en concreto, la R.N. 4804-8 Huaura la cual refiere que
por regla general, los procesos que ocurren en el mundo interior del agente
(ideación); no son típicos y, por ende; son impunes, dado que al derecho penal
no le interesa reprimir las ideas o un simple pensamiento delictivo (
cogitationis poenam nemo imputatur), sino aje es necesaria que la kdeación se
traduzca en una conducta real. De ahí que, emerge la necesidad de considerar
punibles algunos actos preparatorios porque estos se adelantan incluso a la
consumación tanto formal como material del hecho delictivo. Por ejemplo, en
el delito de marcaje o reglaje previsto en el art. 317° A del C.P, es que esto se
demuestra cuando solo basta que el sujeto agente acopie o entregue
información, realice vigilancia o seguimiento sobre el agraviado para que dicho
acto preparatorio sea considerado como punible a la luz de las exigencias
político-criminales, entendidas estas como un conjunto de criterios directrices
en el ámbito de la correcta aplicación de la justicia penal, respetando los
parámetros del derecho penal objetivo, desarrollados estos en el derecho penal
positivo y, en consecuencia; en el derecho penal material. No obstante el
criterio jurisprudencial vertido en líneas precedentes, es que algunos actos
preparatorios; encuentran su base político-criminal y son punibles; siempre y
cuando se demuestre que el autor dispone de los medios elegidos apropiados
8

para efectuar su delito, y; como menciona la Corte Suprema; el agente


construya las condiciones para alcanzar el fin que se propone; los cuales,
generalmente; a veces resultan atípicos e impunes ya que los actos
preparatorios, se encuentran en la fase externa del delito pero no es parte de el
ya que el agente por sí solo, no puede ser capaz de llevar adelante su intento
delictuoso si de por medio no exista una situación que requiera de la efectiva
lesión o puesta en peligro de bienes jurídicos protegidos, en atención a los fines
del principio de lesividad previsto en el art. IV del T.P del C.P. En definitiva, la
punibilidad de los actos preparatorios tampoco debe confundirse con la figura
de la tentativa, ya que esta última; importa una forma imperfecta de realización
del tipo penal, sin que concurran los elementos propios de la imputación
objetiva y subjetiva. De ello, se desprende que la punibilidad de algunos actos
preparatorios; se sustenta esencialmente en el doble fin del derecho penal:
Reprimir por un lado, y; por el otro, prevenir delitos penal en atención a los
fines ontológicos de las teorías de la pena.

3. Analice doctrinariamente la figura del actuar en nombre del otro a que se


refiere en el artículo 27 del Código Penal.
Actuar a nombre de otro y nacimiento del instituto
En el art. 27 podemos entender que “actuar a nombre de otro” se
refiere a la representación por parte de una persona natural a nombre de una
entidad jurídica.

El actuar a nombre de otro se refiere a la representación delegada que


ejerce una persona a favor y beneficio de otra (Tanto sea una persona natural o
jurídica); como explica S. Sánchez (2022) en este caso la palabra “otro” no hace
más que referirse a la representación de una entidad jurídica (pp. 450).

El nacimiento de este instituto se da por la necesidad del cubrir un vacío


legal en donde se fusionaba, ineficazmente, la imputación entre la persona natural
y jurídica.

Según G. Cavero (2002) Tomando como principal a la persona jurídica


9

diluyendo, de alguna manera, la imputabilidad hacia el particular, dado que una


entidad jurídica no puede ser sancionada penalmente por carecer de capacidad
delictiva (pp. 334; 335).

Es por ello por lo que, para no caer en la redundancia de la


inimputabilidad del ente jurídico a favor de la persona natural, se resuelve esta
laguna con el art. 27, culpabilizando al sujeto natural como autor.

Sanciones para las Personas Jurídicas

Cabe mencionar que existen excepciones a esta regla tal como se explica
en el trabajo de Jakobs (s.f.) como se citó en G. Cavero (2002), en situaciones
donde el representante actúe en nombre y voluntad de la personalidad jurídica,
cumpliendo así un tipo penal donde prosiguen procedimientos distintos al tema
tocado aquí (pp. 92).

Se explica cómo la persona natural que actuó en representación de la


persona jurídica responderá como autor, como explica Meini Méndez (1999) que
dado a la incapacidad de una entidad jurídica de delinquir no se les puede imputar
un tipo legal ejecutado por la persona representante (pp. 129).

Conclusión:

Para finalizar el análisis del art. 27 del C.P podemos aprender que el
“actuar a nombre de otro” en términos de Persona natural a favor de Persona
Jurídica es un tipo de figura donde puede haber actos contra derecho donde, de
manera satisfactoria, se ha resuelto este vacío legal con aportes doctrinarios en
los cuales se especifica cuándo una P. Natural es responsable como autor del
hecho aun así haya estado en representación de una Entidad Jurídica; ya que
mientras no se esté actuando de manera que se anteponga la voluntad y
declaración de la empresa en acción de estos hechos, no existe una
responsabilidad por parte de la misma.
El Art. 27 lo que hace es esclarecer las distinciones de la punibilidad
de estos entes para facilitar su aplicación en la realidad.
10

4. Por qué nuestro ordenamiento penal considera al principio de culpabilidad al


sancionar la responsabilidad objetiva.

El principio de culpabilidad es un principio de rango constitucional que


engloba en el Derecho penal diversas exigencias necesarias para que pueda
culparse a un sujeto.
Generalmente cuando se exige la culpabilidad, la doctrina y la
jurisprudencia hacen referencia a la exigencia de dolo, o al menos culpa para
poder sancionar una conducta ilícita, excluyendo cualquier sanción de carácter
objetivo. (Oneto, s/f, pág. 8)

El principio de culpabilidad es el fundamento de la pena y esta deberá


aplicarse de acorde a la gravedad del delito. Este principio se construye en base
del libre albedrío de las personas donde la pena será un tipo de retribución por el
mal causado. (Sanchez, 2016)
Se sanciona entonces porque en nuestro ordenamiento jurídico se castiga
al individuo que causa o provoca un resultado ya sea de manera dolosa, culposa o
preterintencional, por lo tanto, en el efecto debe haber participado el agente.

La aplicación Derecho Penal del Acto, materializado en el principio de


responsabilidad penal subjetiva tiene la exigencia de analizar el dolo o la culpa,
en una relación gradual en el sentido de poder atribuir al dolo una mayor
magnitud del injusto y culpabilidad que a la imprudencia respecto a la misma
lesión, esto se debe a las distintas naturalezas, por cuanto el dolo es la decisión de
realizar un hecho a pesar de conocer todas las circunstancias fácticas que
convierten un hecho en hecho típico, y la imprudencia como un deber objetivo de
cuidado es cuando se tienen desconocimiento del hecho típico a materializar.
(Cahuaza Torres, 2013)

Es necesario reubicar el contenido del principio de responsabilidad


objetiva en el plano del tipo penal, específicamente como un mandato principista
11

que acompañe a los principios de legalidad penal, lesividad y coherencia a efecto


de configurar el tipo formal, material y subjetivo. (Choquehuanca, 2020)

5. Apoyándose en la doctrina penal, realizar un estudio comparativo, esto es,


semejanzas y diferencias, entre autoría mediata y determinación dolosa.

La doctrina penal define a la autoría mediata como un concepto penal


que trata de ampliar el alcance del autor del delito, este tipo de autoría se
encuentra en el artículo 23° del Código penal y establece que: “El que realiza por
sí o por medio de otro el hecho punible y los que lo cometan conjuntamente serán
reprimidos con la pena establecida para esta infracción.” Así, se pretende
eliminar la posibilidad de que una persona que comete un delito utilizando a otra
como medio de ejecución quede liberada de responsabilidad penal.
Posteriormente, la autoría mediata para Sancinetti (1991), en la discusión entre
autores y partícipes aduce que: “la autoría mediata no requiere una definición
legal que ‘habilite’ esta forma de imputación de un hecho ajeno, como si fuera
propio; porque la interpretación de los tipos penales es lo que permite concluir si
un cierto hecho ha sido cometido por un hombre ‘a través de otro’.

Por otro lado, la determinación dolosa también conocida como


instigación dolosa, está definida en el artículo 24° del Código Penal, en este
establece: “El que, dolosamente, determina a otro a cometer el hecho punible será
reprimido con la pena que corresponde al autor”, esto quiere decir hacer nacer en
el autor la idea de tipo subjetivo. Para Jescheck (1981) determinar dolosamente es
“inducir a otro al hecho antijurídico por él cometido”.

Conociendo esta información podemos decir que la semejanza que se da


entre la autoría mediata y la determinación dolosa es que ambas hablan de el papel
que juega una persona y la responsabilidad que recae sobre ella al cometer un
hecho punible.

Respecto a las diferencias debemos decir que:


12

● La autoría mediata es una clase de autoría desarrollada por la


teoría del dominio del hecho; mientras que la instigación dolosa es una clase
de participación en sentido estricto.
● En la autoría mediata, el intermediario actúa en ausencia de
conocimiento de su actividad delictiva o bajo coacción; mientras que en la
instigación dolosa el autor ejecuta el delito con voluntad y conocimiento, no
puede haber instigación culposa.
● El autor mediato determina completamente al intermediario a
la ejecución del delito; mientras que el instigador da razones fundamentales
para que el autor decida por sí mismo ejecutar el delito.
● El autor mediato tiene el poder y capacidad para decidir si el
intermediario ejecuta el delito. En cambio, la participación del instigador
culmina cuando ha dado las razones, depende del autor la ejecución del
delito.
● En la autoría mediata si el intermediario logra salir del
supuesto de error o de coacción asume la responsabilidad total de la
ejecución del delito, desplazando la responsabilidad penal del autor mediato.
En la determinación dolosa, el autor ejecuta el delito con dolo, ello no
implica el desplazamiento de la responsabilidad del instigador, al contrario,
esto es fundamento para sancionar al instigador.

6. Qué razones de política criminal ha tenido en cuenta nuestro legislador para


incorporar en el Código Penal los denominados sustitutos penales.

Comenzando con la idea del jurista alemán Claus Roxin (1998), el cual
observando el avance y retroceso de la historia de las ideas penales, arrisca un
pronóstico para el derecho penal del siglo XXI, creyendo que el mismo
continuará existiendo como instrumento de control social secularizado: la gradual
13

sustitución de la pena de prisión por otras consecuencias jurídicas al ilícito; la


supresión definitiva de las penas corporales, se caracterizaron atentatorias a la
dignidad humana; el retroceso de la utilización de la pena privativa de libertad y
el surgimiento de nuevas formas de control electrónico y de medidas terapéuticas
sociales, además de la mayor utilización del trabajo comunitario y de la
reparación civil del daño. Este autor, justifica esta previsión por la inexistencia de
plazas y recursos financieros para ejecutar la pena privativa de libertad de modo
que respecta el principio humanitario común a todas las penas en el Estado
democrático y por la imposibilidad de punir la mayoría de los delitos con ella.

Por su parte, Von Hirsch (1998), evaluando la experiencia anglosajón por


tres décadas de intensa aplicación de las penas sustitutivas, al tiempo en que
reconoce la importancia de condenas no carcelarias como respuesta penal para los
delitos considerados de media o pequeña gravedad, identificando cuestiones éticas
que muchas veces son subestimadas por el entusiasmo con que la temática es
tratada, tales como la proporcionalidad en la elección del tipo de pena y el modo de
su ejecución en relación a la gravedad del hecho delictuoso, la individualización de
la respuesta penal, así como la intensidad de la intervención en la vida tanto de la
persona cuanto de terceros e incluso en la sociedad. Aún, conforme el autor, mismo
una pena ejecutada en medio abierto, no puede perder el carácter punitivo que la
diferencia de otras reacciones a las conductas desviantes, observados los límites
legales y morales. Para abordar este tema, afirma que es preciso redimensionar la
teoría de que cualquier cosa es mejor que la pena privativa de libertad, y que por
ello, a nadie es dado recusar la alternativa concedida. Propone, entonces, que los
institutos alternativos no sean solo asociados a los ideales utilitarios o meramente
sustitutivos de la prisión, pero sean considerados verdaderos mecanismos racionales
de punición a los delitos de mediana o escasa gravedad.
14

El autor Prado Saldarriaga (1998), establece que en el derecho, se emplean


las expresiones: medidas alternativas, sustitutivos penales o subrogados penales,
para identificar a un variado conjunto de procedimientos y mecanismos normativos,
que tienen como función común la de eludir o limitar la aplicación o la ejecución de
penas privativas de libertad, de corta o mediana duración. Para el autor, De La
Cuesta Arzamendi, este precisa que se trata de mecanismos que operan de modo
diferente sobre la "pena privativa de libertad que tratan de sustituir o evitar:

- Algunos sirven para una ejecución atenuada, más suave, moderada de la


privación de libertad.
- Otros, basados en la no necesidad para el sujeto concreto de una pena
cualitativamente tan grave, buscan la sustitución pura y simple de esas penas por otras,
pretendidamente menos dañosas para el individuo y la sociedad.
- Existen también sistemas que apoyados, en la probable falta absoluta de
necesidad de pena, procuran la evitación de la prisión a través de la instauración de
períodos de prueba, que si se superan satisfactoriamente no darán lugar a la imposición de
pena alguna.

Para concluir, La política criminal es entendida como una ciencia


política social, que se orienta y encamina a la formulación positiva, una lucha
adecuada y eficaz contra la criminalidad, de arreglo con el principio de legalidad
y de las instituciones encargadas funcionalmente a ejecutarla. Asimismo, Muñoz
Conde (1996), dice que la conflictividad social producida por el delito demanda
una reacción del Estado a partir de razones de justicia y de utilidad, una conducta
que pone en peligro los principios mínimos de convivencia social. Estos factores
normativos o de Justicia: y otros factores empíricos o de utilidad juntos
constituyen la Política criminal, es decir, las pautas a tener en cuenta por el
legislador, en el proceso criminalizador. Conforme a lo anotado, la dirección que
adopte la dogmática jurídico-penal, en un momento dado, en una coyuntura
determinada, dependerá de los vientos de política criminal; el ajuste de la sanción
punitiva, la inclusión de circunstancias de agravación, la incorporación de figuras
15

delictivas, etc., comporta una proyección de política criminal, en cuanto al


trazado concreto de una postura del Estado, en su rol preventivo frente a las
conductas delictivas.
7. La coautoría, requisitos – consumación material- Diferencia con la
complicidad.

COAUTORÍA COMPLICIDAD

Constituye una de las formas Constituye un ayuda al autor


de la autoría, en la cual varios agentes del hecho, no tienen el dominio, pero
comparten el dominio del hecho, es contribuye o presta auxilio para la
decir, tienen codominio. Dichos realización del acto delictuoso. Esta
agentes, previamente han planificado y ayuda debe ser antes o durante de la
se han puesto de acuerdo respecto a los ejecución del delito.
detalles de la comisión del delito, Nuestro Código Penal, habla
distribuyendo los roles o funciones que expresamente sobre la complicidad en
cada uno desempeñará en la realización el artículo 25, y hace una diferenciación
del mismo. (Galvez y Rojas, 2017) entre la complicidad primaria y
complicidad secundaria. En su primer
Cada uno de los agentes párrafo nos dice “El que, dolosamente,
codominantes no domina la totalidad de preste auxilio para la realización del
los actos delictivos que en conjunto hecho punible, sin el cual no se hubiere
significan la perpetración del delito, perpetrado, será reprimido con la pena
pero sí tiene el dominio de la función o prevista para el autor”, esto para que
rol que se les ha asignado, la misma que sea mejor entendido, podremos un
debe ser de tal envergadura que sin ella ejemplo, el que en un robo tiene el arma
no se pueda perpetrar el delito. de fuego, no es quien tiene el dominio,
pero sí quien presta el arma. El segundo
párrafo nos dice “A los que, de
cualquier otro modo, hubieran
dolosamente prestado asistencia se les
disminuirá prudencialmente la pena”,
16

igualmente lo explicaremos con un


ejemplo, y sería en este caso quién
vigila o facilita la fuga de los
implicados en un hecho delictivo.
Según García (), “los actos que
en unidad de acción con la ejecución
del delito ayuden al agotamiento del
delito podrían dará lugar a una
complicidad punible por ejemplo
ayudar a la comisión de un delito de
contrabando llevando a buen recaudo
los bienes que se han introducido sub
receptivamente al territorio”
Entonces podemos decir que
los actos de ayuda( sin que el que preste
auxilio tenga dominio del acción
delictuosa) antes o durante de la
ejecución se unen para dar como
consecuencia a la consumación.
17

8. Bibliografía

Choquehuanca, J. T. (09 de Agosto de 2020). Principio de culpabilidad: ‘nullum crimen sine culpa’.
Obtenido de LP Pasión por el DERECHO: https://lpderecho.pe/principio-de-culpabilidad-
nullum-crimen-sine-culpa/

Código Penal Peruano [CPP].1991, Art.23, Art.24. 03 de Abril de 1991. (Perú)


García Cavero P. (2002). La Responsabilidad de las Personas Jurídicas Órganos y
Representantes. ARA Editores.
Jescheck, H. (1981). Tratado de Derecho Penal . Barcelona: Bosch.
http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0121-
86972011000100010
Montenegro, J. (2021) Autor mediato o instigador: ¿en qué incide diferenciar el título de
intervención delictiva? . LP Derecho. https://lpderecho.pe/autor-mediato-instigador-
diferenciar-titulo-intervencion-delictiva/#:~:text=El%20autor%20mediato%20determina
%20completamente,el%20intermediario%20ejecuta%20el%20deliton

Muñoz, F. C. (1998). Derecho Penal, Parte General. Valencia España: Editorial Tirant lo Blanch.
Peña Cabrera, Raúl Alonso. Derecho Penal, Parte General. Lima: Editorial Idemsa, Tomo I y II.
(2011).

Prado, V. (1998). Las medidas alternativas a las penas privativas de libertad.


https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtual/publicaciones/cathedra/1998_n3/
la_med_alt_priv_lib.htm
Roxin, Claus. Dogmática penal y política criminal. IDEMSA. Lima, 1998.
Sancinetti, M. (1991). “Teoría del delito y disvalor de acción”. Editorial Hammurabi.
https://revistalogos.policia.edu.co:8443/index.php/rlct/article/view/159/356
Villavicencio, Felipe. Derecho penal, Parte General. Editorial Grijley. (2006). Velásquez
Velásquez,
Fernando. Derecho penal, Parte General. Bogotá: Editorial Temis.
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