0% encontró este documento útil (0 votos)
68 vistas22 páginas

Impacto Del Acting Out en El Proceso Psicoanalítico.

Este documento discute el concepto de "acting out" y su impacto en el proceso psicoanalítico. Explica que el acting out se refiere a cuando un paciente actúa en lugar de reproducir recuerdos e ideas inconscientes durante el tratamiento, lo que puede sorprender al analista e interrumpir el proceso. También describe los compromisos esperados del analista y el paciente durante el tratamiento psicoanalítico y las posibles dificultades que pueden surgir, incluido el acting out.

Cargado por

Estrella Toral
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
68 vistas22 páginas

Impacto Del Acting Out en El Proceso Psicoanalítico.

Este documento discute el concepto de "acting out" y su impacto en el proceso psicoanalítico. Explica que el acting out se refiere a cuando un paciente actúa en lugar de reproducir recuerdos e ideas inconscientes durante el tratamiento, lo que puede sorprender al analista e interrumpir el proceso. También describe los compromisos esperados del analista y el paciente durante el tratamiento psicoanalítico y las posibles dificultades que pueden surgir, incluido el acting out.

Cargado por

Estrella Toral
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 22

Junio 2017.

Impacto del acting out1 en el


proceso psicoanalítico.
por Israel G. Alarcón Bárcenas

Comprender es identificarse.
Roberto Gaitán González.

Todos aquellos que nos dedicamos al psicoanálisis hemos enfrentado


situaciones ejemplares que nos dan una visión de los alcances que llega a tener el
ser humano. Unos son muy satisfactorios pues es muy grato ver pacientes que,
con el puro hecho de acompañarlos, van creciendo, mientras que otros por más
esfuerzos que hacemos, pareciera que las ganancias secundarias y la patología
triunfaran sobre la salud mental. Estoy casi seguro de que todos los supervisores
que me han acompañado en el proceso de convertirme en psicoanalista me han
enseñado que siempre hay que tener una actitud de alianza con la salud mental
del paciente por difícil que sea; sin embargo hay ocasiones que el paciente nos
toma por sorpresa, y digo nos toma para incluir en ocasiones a mi supervisor. En
esos momentos de sorpresa los he escuchado decir diferentes frases como: “es
increíble creer que cuando lo has visto todo llega un paciente y te sorprende…” o
“no me canso de esta profesión por las sorpresas que te puedes encontrar”. Y es
acerca de estas sorpresas sobre las que quiero enfocar este trabajo.

1 Para fines de este trabajo se referirá acting out o actuación como sinónimos.
1
Para ello primero quiero, a manera de resumen, exponer algunos aspectos
en los que consiste el compromiso como analista dentro de un proceso
psicoanalítico.

Al aceptar un paciente, acordamos internamente un compromiso donde


esperamos se dé un proceso psicoanalítico estable, el cual iniciará con un motivo
de consulta, un contrato analítico, se ira dando la transferencia, el análisis de ésta,
y por último el fin del tratamiento.

Una vez que conocemos el motivo de consulta del paciente es primordial


saber sí somos aptos para el caso y tener claridad del compromiso que estamos
por aceptar. Hay que resaltar lo significativo de este compromiso en relación al
paciente y al proceso, es Alejandro Radchik quien explica en su Tesis Doctoral “El
proceso psicoanalítico: perspectivas y reversión de la perspectiva” esta noción de
Meltzer:

“Es indispensable, eso si, que todo analista tenga un


compromiso con el paciente en el sentido de realizar el mejor
trabajo analítico de que el analista es capaz y continuarlo mientras
tenga la esperanza de que el paciente esté progresando en su
estructura de personalidad. Realizar el trabajo analítico implicará
destinar "tiempo de su vida" a esta tarea por un periodo indefinido,
durante el cual intentará llevar adelante el método psicoanalítico sin
detenerse ante el sacrificio del propio dolor mental, hasta el límite
de la intolerancia y dentro de un marco de consideración por la
seguridad física del paciente y la suya propia.” (Meltzer, citado por
Radchik)

Considero que entre mayor claridad tengamos a lo que nos estamos


enfrentando, mayor certidumbre, tolerancia y paciencia tendremos para llevar a
cabo la misión terapéutica.

Ahora pasamos al contrato analítico y planteamos de forma explicita al


paciente la forma en que se va a trabajar. Este encuadre consiste a grandes
rasgos en tres compromisos por cada una de las partes. El primer compromiso es

2
venir a la hora de las sesiones por parte del paciente y estar por parte del analista,
la segunda es hablar de todo lo que se le ocurra al paciente y de lo que le pase
tanto dentro del análisis como en su vida y que las decisiones importantes que
vaya a tomar, dar un tiempo para analizarlas para que, la decisión que el paciente
tome, tratemos de que sea en beneficio de él, como contraparte el analista se
compromete a escuchar y poner toda la atención posible para, mediante la
interpretación, hacer consciente lo inconsciente y por ultimo se establecen los
honorarios, la frecuencia de sesiones y la confidencialidad.

Todo este encuadre esta diseñado para el uso de una técnica que, citando a
Racker:

"… es un método para llegar a ser lo que se es, puesto que


no hace otra cosa que intentar devolver al ser lo que es suyo y lo
que en el camino de su vida, en el interjuego de conflictos internos
y sucesos externos, él habrá perdido o no habrá podido
desarrollar". (Racker, 1959)

Al leer esto podemos pensar que ojalá fuera así de sencillo cubrir del primer
paso al último, sin embargo dentro de este proceso nos enfrentaremos a
numerosas vicisitudes que harán nuestro recorrido unas veces mas difíciles, otras
más accidentadas y las menos de las veces abruptas.

Todo lo anterior enmarca lo que se espera de un tratamiento, pero todos


sabemos que en el transcurso de cualquier análisis se presentaran las clásicas
resistencias, tendremos que interpretar la transferencia y en algunos casos lidiar
con dificultades que pueden dañar el análisis como explica Etchegoyen:

“Si la propuesta esencial del análisis es obtener insight,


entonces podemos decir por definición que llamaremos patología
del proceso a todo lo que este obstaculizándolo. Existen para mí
tres áreas en las cuales el proceso encuentra obstáculos y son: el
acting out, la reacción terapéutica negativa y la reversión de la
perspectiva. Los dos primeros, más conocidos, fueron estudiados
inicialmente por Freud; el otro es un aporte que debemos a Bion, si

3
bien se puede encontrar una referencia en Klein, …Lo común a las
tres es que impiden que el insight se cristalice; lo que las distingue
es que operan cada una a su manera, de modo especial. El acting
out perturba la tarea analítica, que es también la tarea de lograr el
insight, la reacción terapéutica negativa, como su nombre lo indica,
no impide la tarea pero perturba los logros del insight, que se
pierden o no se consolidan. En la reversión de la perspectiva, por
fin, el insight no se alcanza porque el paciente no se lo propone y
en realidad busca otra cosa. En resumen, el acting out opera sobre
la tarea, la reacción terapéutica negativa sobre los logros y la
reversión de la perspectiva sobre el contrato”. (Etchegoyen, 1986).

De estas tres áreas me enfocaré en el acting out, ya que como dije


anteriormente la considero como aquellas sorpresas que se dan en el análisis,
para más adelante ejemplificar las dificultades a las cuales podemos enfrentarnos
y tratar de llegar a alguna conclusión sobre el manejo de esta resistencia.

El concepto de acting out dentro de la obra de Freud es un poco


controversial ya que algunos citan su origen en el artículo Psicopatología de la
vida cotidiana (1901) cuando hace referencia a los actos fallidos y olvidos dándole
la representación de los conflictos emocionales que la persona puede estar
manifestando en ese actuar. Sin embargo algunos otros autores no están de
acuerdo, pues a decir de Etchegoyen, estos actos se refieren más a actos
neuróticos donde la persona es consciente de este acto aunque no entienda que
signifique o cuál es la razón por la que le pasó. Fenichel denomina este tipo de
actuaciones como neuróticas y plantea que dichas actuaciones buscan comunicar
un conflicto y son distónicas, mientras que en el acting out son sintónicas y la
persona considera que su actuación esta justificada con la situación que esta
viviendo.

4
El siguiente artículo donde se hace una diferencia al introducir el término
“alergien” es en el «Epílogo» del Fragmento de análisis de un caso de histeria más
conocido como el caso Dora. Freud le da significado e importancia cuando dice:

“De tal modo, actuó (agieren) un fragmento esencial de sus


recuerdos y fantasías en lugar de reproducirlo en la cura.” (Freud,
1905).

Me parece magistral la forma en que Etchegoyen desarrolla la importancia


de dos conceptos que en algunos momentos se interponen como son la
transferencia y el acting out, es por ello que me permitiré hacer un cita extensa
pero necesaria.

“Como hipótesis de trabajo vamos a considerar , entonces


que sólo las conductas neuróticas que tienen el sentido específico
de no reproducirse en el tratamiento, como dice Freud en el
«Epílogo», deben considerarse acting out. Si esta diferencia ( o
alguna otra) no se sostiene, desaparece de hecho toda justificación
para seguir hablando de acting out, que pasa a ser sinónimo de
acto neurótico.”

Continúo la cita.

“Creo no equivocarme cuando afirmo que Freud distingue en


el caso «Dora» la transferencia del acting out. Una cosa es la
transferencia de Dora, que Freud no interpretó a tiempo (¡pues no
había leído, como nosotros, el «Epílogo»!) y otra la solución que
encuentra Dora vía acting out.”

Y concluye:

“Yo personalmente entiendo el acting out de Dora como creo


que lo entiende Freud cuando dice que ella actuó un fragmento de
sus fantasías y recuerdos en lugar de reproducirlo en el
tratamiento. Subrayo «en lugar de» porque en esto reside para mí
la principal característica del acting out. La transferencia es una

5
forma de recordar; el acting out es una forma de no
recordar” (Etchegoyen, 1986).

En tan pocas palabras, todos los datos acerca del acting out que podemos
analizar. Empezaré por las características que hasta el momento podemos
entender de lo que es una actuación o acting out. Creo que la primera
complicación del acting out es la sintonía con el yo, dificultando tanto la alianza
terapéutica, el rapport y en muchas ocasiones distorsionando diversas funciones
yoicas. Es complejo poder hacer una aproximación al conflicto debido a que esta
«en lugar de» lo que lo vuelve un distractor y pareciera que las intervenciones del
analista podrían parecer que no tienen nada que ver con la situación que presenta
el analizando. Este cambio de lugar me recuerda a lo que hacen algunos sujetos
que se les aplican pruebas proyectivas y dibujan objetos que no les solicitaron con
la finalidad de que se vuelvan distractores y se pongan en lugar del análisis de su
personalidad, manifestando, al final, un acting out.

Ahora bien, este «en lugar de» no sólo representa el cambio de posición si
no también, como parafrasea Etchegoyen, es una «salida» que en este caso
encuentra Dora. Considero esto muy importante pues todo acting out es a nivel
inconsciente una salida que atenta contra la tarea propia del psicoanálisis. Se
puede volver desde un distractor para no profundizar, para romper la continuidad,
para poner a prueba el vínculo y en situaciones más extremas como una salida o
escape a aspectos más regresivos de la personalidad.

El carácter de que el acting out es para no recordar, Freud lo señala en su


escrito de 1914 titulado Recuerdo repetición y elaboración, donde se plantea la
famosa frase repetir para no recordar poniendo mayor énfasis en la repetición
dentro de un contexto transferencial y esperando que fuera del tratamiento el
paciente se comporte de manera normal mientras que el conflicto quede dentro de
la situación analítica, sin embargo esto puede romperse al presentarse una
actuación ante situaciones regresivas y ante el temor de hacer consciente lo
inconsciente.

6
La siguiente referencia que hace Freud es en Esquema del psicoanálisis
1940 es para extender las funciones y simbolizaciones que puede llegar a tener.
Explica que al actuar el paciente busca de manera inconsciente aliviar conflictos
pasados que pueden estar presentes y que estos pueden estar tanto dentro de la
situación analítica, como manifestar el conflicto transferencial así como el manejo
del encuadre.

Ahora mediante una viñeta intentaré ejemplificar gran parte de lo que he


explicado hasta el momento acerca del acting out. Para ello me apoyaré en Betty
Joseph cuando aclara en su escrito “El paciente de difícil acceso” que:

“Quisiera agregar que al transcribir el material de un caso es


extremadamente difícil reflejar el acting out que, después de todo,
es esencialmente intuido por el efecto que las palabras del paciente
producen en el analista y por el clima que se crea.” (Joseph citada
por Grinberg, 1977).

Viñeta 1

Antecedente: Yo, candidato en formación, con toda la intención de ser un


psicoanalista como piden los cánones internacionales y con una postura que a
leguas destila todo el self falso que de imitación pasa a identificación para llegar a
convertirme en psicoanalista, pero bueno, con es aire de intelectual estoico
agazapado en mi sillón leyendo conceptos profundos a la espera de mi paciente.

Sonia se presenta a su sesión a la hora acordada, al entrar al consultorio se


queda parada entre el sillón y el diván por unos segundos mostrando una
conducta de dolor abdominal como retortijones, dice: “ mhm… mhm… puedo
pasar a tu baño” le digo que sí. En ese momento yo por ignorancia aún logro
mantener mi postura y espero pacientemente sin percatarme de que estoy en una
situación manifiesta de actuación.

Tarda unos minutos y al regresar voltea hacia el diván y después al sillón


como en tres o cuatro ocasiones. Aquí empiezo a perder el garbo psicoanalítico
pues sigo sin darme cuenta de que la actuación sigue en proceso y tan sólo
acierto a preguntar:

7
- ¿Estás bien?

- Sí, eh… me puedo sentar en el sillón es que no… espera


-pone un cojín para sentarse sobre él- es que no me di cuenta y me
acaba de bajar y no venía preparada…ay, ay, ay. Perdón, voy otra
vez al baño,”

Al levantarse ve el cojín y está manchado de sangre, me voltea a ver, se


sonroja, lo toma y se va al baño.

Mientras me voltea a ver sonrojada yo trato de mantener la postura


psicoanalítica sin percatarme aun de la situación y pensando en que mi mamá me
enseño a ser correcto y discreto con las señoritas que tienen “accidentes”, que
como todo un caballero como me enseño mi papá tendría que ofrecerle una
solución , a la par venían todos los recuerdos de secundaria de mis compañeras
que llegaban a pasar por una situación así y las burlas que se generaban, y para
no quitar presión acerca de mi identidad profesional me cuestionaba que iba a
pensar de mí mi supervisor cuando le contara la situación, todo ello aún sin darme
cuenta del acting out. Al regresar me dice:

- Perdón, me siento muy mal, podemos dejar la sesión y nos


vemos la próxima.

- Sí, no te preocupes que estés bien.

Al tomar su bolsa para retirarse observo que agarra el cojín, cuando le iba a
decir que no se preocupara me interrumpe…

- Me lo llevo para lavarlo y te lo traigo la próxima.

- No te preocupes mujer si quieres déjalo y yo me ocupo.

- No, no, prefiero llevármelo, gracias. Mientras decía esto,


iba saliendo tomando el pasillo.

No sabía si sentía alivio por ella o por mí, pero me consolé pensando que
ella podría haberse sentido muy incomoda, (yo no, eh), con la situación y creo que
hasta me enorgullecí de no mostrarme persecutorio, tal vez hasta indulgente me
sentí por su circunstancias.

8
A la siguiente sesión de esa semana no llegó ni llamó para avisar. El lunes
al llegar al consultorio había una bolsa en la entrada, al abrirla había un cojín
nuevo con una nota que decía:

“Disculpa y gracias por todo. S.”

Al analizar lo ocurrido me percate que mi primer error fue considerar toda la


situación como un accidente que a cualquiera le puede pasar, cayendo de manera
perfecta en la función del acting out pues me puse en un contexto social «en lugar
de» un contexto psicoanalítico. Lo siguiente fue no percatarme de lo silencioso en
que manejó el conflicto transferencial, pues yo estaba más preocupado por su
comodidad que por darme cuenta la angustia que a ella le generaba hablarme de
su sexualidad y mostrarse como una mujer con sexualidad.

Aquí entra en juego la identificación proyectiva planteada por Melanie Klein


y que desde mi punto de vista es el mecanismo predominante del acting out. En
esta situación Sonia no sólo depositó partes yoicas si no que se dió un interjuego
de identificaciones complementarias como explica Racker:

“una interacción entre dos personalidades, en las cuales las


dos están bajo la presión del yo, bajo la presión del ello, bajo la
presión del superyó y el mundo externo. Cada personalidad tiene
sus dependencias externas e internas, sus ansiedades y sus
defensas patológicas; cada una es también un niño con sus padres
internos y cada una de estas personalidades –la del analista y la
del analizado- responden a cada evento analítico”. (Racker, 1968)

El sigilo del tipo de acting out de Sonia y el uso sutil de la identificación


proyectiva hizo pasar desapercibido la magnitud del conflicto inconsciente por el
cual estaba atravesando. Ella consiguió que yo me identificara con una parte de su
self que fue la incomodidad y la pseudo vergüenza desviando toda atención de lo
que la pudo realmente contener que era el poder analizarla, siendo esto
responsabilidad mía, pues era mi labor mantener el encuadre y tal vez pedirle que
se calmara, que yo podía entender la incomodidad por la que pasaba pero que ya
estaba ahí podíamos platicar de lo que ocurría.

9
Tal vez de forma racional, aunque eso no lo sabré, ella podrá justificar la
pena que pasó y que esa fue la razón por la que no continuó con el análisis pero al
igual que con Dora tan sólo fue una salida para no recordar los conflictos infantiles
edípicos.

Hay que señalar que una característica importante del acting out es que nos
toma por sorpresa, sólo cuando conocemos al paciente y ya sea por la experiencia
del vínculo con el paciente o la experiencia profesional es que podemos
anticiparnos a este tipo de situaciones.

El factor sorpresa tiene que ver con lo que Etchegoyen describe de la


siguiente manera:

“Quiero decir que el acting out de la paciente no consiste en


proyectar su deseo…, el acting out empieza precisamente
cuando… (se) descarta la posibilidad de analizar esa
situación.” (Etchegoyen, 1986).

Sonia de manera inconsciente había descartado la posibilidad de analizar


este aspecto, y el olvido de una toalla sanitaria, la poca atención en su periodo, a
su cuerpo, nos habla de aspectos más regresivos que se muestran poco
integrados y el temor a que los trabajemos confundiendo los límites corporales
internos y en la transferencia marcando mediante la menstruación un limite entre
los dos. Esto me hace reflexionar en la necesidad de dejarme un cojín nuevo
como representación de que lo anterior no se recordará únicamente se repetirá
con la esperanza de que en algún momento cambie el desenlace. Más allá de lo
social, para no volver a caer en el acting out, el nuevo cojín es una forma de
reparar lo que en la fantasía dañó del setting analítico, que representa el cuerpo
de la madre con sus bebés y contenidos y si ella pudo o no dañar mi potencia
como analista.

Otro factor importante de este tipo de actuaciones llenas de tanto material


depositado mediante la identificación proyectiva es que el paciente nos deja
elaborando sus contenidos para que pueda continuar su vida mientras se llena el

10
pecho inodoro y vuelva a surgir la necesidad de descargar de forma vicariante
mediante otra actuación.

Estos aspectos regresivos son los que Greenacre explica en su artículo


“Problemas generales del acting out” (1950) como el origen de la frustración oral.
El vaivén de entrar y salir es una muestra de la explicación de este autor en
relación a la movilidad exacerbada de forma difusa que expresa la ansiedad de la
frustración oral, otra característica mencionada en el mismo artículo es la
inhibición en el lenguaje y lo vemos en Sonia cuando no puede decir de forma
clara lo que le esta pasando y de forma ambigua depende casi por completo de la
acción. También se muestra la parte exhibicionista de la actuación con toda esta
dramatización de su menstruación y la repetición de la escena primaria donde
ahora ve en el analista lo que pudo haber vivido ella.

Toda actuación, por más ayuda que nos brinde para entender el mundo
interno del paciente y las dificultades que presenta para hacerse cargo de su
personalidad, surge de la pulsión de muerte. Tenemos que tener presente que
entre más regresivos sean los pacientes, mayor probabilidad de presentar
actuaciones y a mayor regresión, dichas actuaciones serán más violentas. Hay
ocasiones que aún reponiéndonos a la actuación logramos interpretar el contenido
y la finalidad de la actuación pero por aspectos psicóticos o por un grado extremo
de identificación proyectiva no logramos el efecto adecuado.

Para Grinberg:

“los pacientes psicóticos… dependen del cuidado de otros…


por lo general no usan el diván y con frecuencia presentan
dificultades para la comunicación verbal, debiendo el analista incluir
los actos y los gestos como partes importantes del material. Suelen
ejercer, consciente o inconscientemente, bastante presión sobre el
analista para que renuncie al abordaje analítico a través del acting
out.” (Grinberg, 1977).

En esta misma linea Greenacre plantea que ante la dificultad para poner en
palabras que tienen los pacientes graves con tendencia a la psicosis buscan

11
apoderarse de la situación provocando estímulos que para el observador en
ocasiones son apenas discernibles.

Los acting out de estos pacientes son de mayor complejidad debido a que
no sólo repiten la situación traumática sino que condensa aspectos del self que
busca descargar, así como la expresión de lo que busca comunicar de forma
bizarra.

Fenichel (1966) había separado el acting out de la transferencia porque en


uno predomina la actuación y en la otra los sentimientos, y había sostenido que el
acting out descansa en tres condiciones: disposición aloplástica, quizá de
naturaleza constitucional, fijación oral con elevadas necesidades narcisísticas e
intolerancia a la tensión y traumas tempranos.

Es en los trastornos de personalidad a nivel fronterizo donde probablemente


encontremos la mayor incidencia de acting out. Es difícil poner todo los acting out
en la misma clasificación ya que depende del tipo de patología que presente el
paciente, el momento en el que se encuentra el proceso terapéutico, el tipo de
transferencia generada por el paciente y los desafíos por los que puede estar
atravesando en la vida cotidiana. Tratando de integrar estos aspectos nos damos
cuenta que los actos son de gran complejidad.

Otro aspecto del acting out, desde el punto de vista metapsicológico es el


uso de la identificación proyectiva para poder movilizar a los objetos y orillarlos a
que repitan la forma de reacción de las imagos originarias, así como la repetición
del conflicto.

La identificación proyectiva dentro de un desarrollo adecuado constituye,


parafraseando a Bion, uno de los factores principales para la formación de
símbolos en la comunicación humana y determina la relación de empatía con el
objeto por la posibilidad de situarse en el otro y comprender mejor sus
sentimientos. La frustración se puede volver generadora de pensamientos y estos
en símbolos para poder comunicar los deseos y angustias. Pero que pasa cuando
esto falla.

12
Grinberg al referirse a cómo explica Bion la identificación proyectiva en el
desarrollo da tres ejemplos de relaciones que pueden establecerse entre el
lactante y su madre.

“Un lactante que llora de ansiedad por temor a morir


encuentra una madre afectuosa y comprensiva que levanta al niño,
le sonríe y le dice bueno, bueno, no te asustes que estoy aquí. El
niño se calma porque ha logrado – a través de la identificación
proyectiva- colocar en la madre su temor a la muerte, y ese temor
queda desintoxicado, metabolizado por la capacidad de reveríe de
la madre y es devuelto al niño como un temor leve soportable”.

Continua:

“Un segundo caso es aquel en que la madre reacciona con


ansiedad e incomprensión y dice no sé qué le pasa a este niño,
poniendo distancia afectiva entre ella y el bebé que llora. La madre
ha rechazado la proyección del niño y le devuelve su temor a morir
sin modificarlo”.

Finaliza:

“En un tercer ejemplo, puede ocurrir que se trate de un bebé


perturbado o de una madre muy trastornada. En este caso, la
fantasía subyacente a la identificación proyectiva es que la madre,
en lugar de desintoxicar el temor a morir, proyectado por el niño,
actúa como un objeto malo que despoja a la proyección del bebé
de su significado y le devuelve un terror sin nombre” (Grinberg,
1985).

En la siguiente viñeta ejemplifico cómo es que se puede romper con la


identificación proyectiva de un acting out. El exponer tan sólo la viñeta y no el caso
completo, si bien sé, que no comunica lo mismo que experimentamos el paciente
y yo, es con la intención de transmitirles lo breve que fue y el poco tiempo de
reacción que en ciertos momentos nos dejan los pacientes y las dificultades para
poder analizar y sintetizar, aspectos condensados en la situación analítica.

13
Viñeta 2

Rubén un hombre de complexión robusta de 1.85 mts de alto, con un rostro


mal encarado había solicitado en el momento del encuadre que le diera la última
sesión del día ya que alegaba que tenía mucho trabajo y no quería perderse sus
sesiones por este motivo. Al cumplir aproximadamente 3 años de análisis llega a
su sesión alrededor de 10 minutos tarde, cosa frecuente en él, me da un apretón
de manos fuerte con cierta actitud de demostrar su poder, conducta también
frecuente, se sienta, cruza la pierna bufa se queda un par de minutos callado,
comienza a olfatear moviendo la cabeza en búsqueda de cierto olor, va llevando
su cuerpo hacia la ventana como si ella fuera el origen de aquel tufo, y
bruscamente se vuelve a apoyar sobre el sillón y comenta con un tono de
desagrado mostrando una mueca de rechazo:

- ¿ Acabas de cagar ?

Quiero pensar que pude mantener una postura neutral sin mostrar sorpresa
acerca de su pregunta, aunque dicha postura pudo perder fuerza ante la
imposibilidad de contestar algo, Rubén continua:

- ¡ Que asco !... agh Si cagas deberías al menos de poner un


ambientador. No entiendo como no te da pena, si trabajas con
gente es lo menos que podrías hacer.

He de reconocer que internamente yo agradecía que dijera esas cosas


pues me daba tiempo para poderme recomponerme ante la sorpresa de su
material y ese tiempo tan preciado me daba la oportunidad de poder procesar la
situación. Es impresionante cuantos pensamientos me llagaron en ese momento
para tratar de interpretar algo, vg: pensé en el material de la sesiones anteriores
para ver que lo unía, en el momento en que nos encontrábamos del análisis, en
las características propias del paciente que, si bien mostraba una actitud
predominantemente hostil, habían disminuido en cuanto a su intensidad, reflexioné
en los momentos donde esa hostilidad había surgido dentro del análisis pero
nunca había sido tan sorpresivo, y me tuve que refugiar en pensar que era el inicio

14
de transferencia negativa y conformarme con eso en lo que lograba tener más
claridad; le dije:

- Estas enojado de toda la mierda que ha salido en el


análisis y no sabes si soy capaz de limpiarla para que tú estés
mejor.

Con el rostro agachado y con las muecas de lo desagradable del olor,


levanta la mirada y me dice:

- En serio, que desagradable… lo que más me molesta es


que no reconoces lo que haces… mhm, mhm, mhm…

Vuelve a inclinarse hacia delante en búsqueda de ese olor hasta acercarse


al pie que tiene cruzado, levanta su suela para verla, agrega:

- ¡ Puta madre ! Pisé una mierda, agh, ¡ No mames !

Se queda viendo su suela, baja la pierna, se revisa el otro, ve que no tiene


nada y entre pujidos de desagrado comienza a limpiar su suela sobre el piso del
consultorio. Le digo:

- Ahora si estas dejando toda la mierda para provocarme y


ser yo el que se enoje y no ser tú el enojado de sus fallas.

Rubén sigue limpiando su suela como si aparentara no escucharme.

- Te das cuenta de que lo que estas haciendo es tratar de


provocarme para ver que hago con tu agresión, si me enojo, o me
someto o si te la regreso.

- No es para tanto fue un accidente, aparte mañana que lo


limpie la persona de limpieza y ya.

- Así es. Así como la mierda que estas dejando se puede


limpiar, de la misma forma podemos reparar los aspectos de ti que
consideras una mierda, como esta hostilidad, como la provocación,
todas esas actitudes que no te permiten poderte relacionar con la
gente.

15
Voltea de reojo se echa para atrás y se queda en silencio varios minutos.

- ¿Qué piensas de lo que te dije?

Mueve la cabeza como diciendo nada y alza las pestañas a la par de los
labios. Pasó parte de la sesión sin que hablara.

- Este silencio es como si representara que no sabes como


arreglar las cosas, como si no supieras que decir para sentir que
esta situación se puede arreglar.

Se quedó pensativo en silencio hasta que terminó la sesión.

Epílogo No lo volví a ver.

Lo anterior ejemplifica como el acting out es uno de los fenómenos


resistenciales más difíciles de abordar y de resolver en un análisis. Reflexionando
sobre la viñeta anterior me percaté que existen situaciones dentro del marco
terapéutico donde el método psicoanalítico se ve avasallado por aspectos
regresivos de los pacientes que dan por terminado el análisis de forma
intempestiva.

Ambas viñetas podría explicar exactamente lo mismo acerca de las


características del acting out. Empezando por la cualidad que tiene el acting out de
ser repetitivo en su forma egosintónica donde el sujeto no se percata de su
postura dentro de la situación. La dificultad para metabolizar sus contenidos para
poner en palabras pues no llega a crear una simbolización de lo que esta
ocurriendo en su mundo interno y como lo externaliza de forma violenta mediante
la actuación.

En el análisis de esta viñeta quiero incluir la postura de algunos autores que


piensan que el acting out puede ser beneficioso para la terapia debido a que nos
muestra aspectos reprimidos del sujeto, sin embargo yo soy de la idea que ningún
acting out es beneficioso, únicamente se presenta, a diferencia de lo beneficioso
que sí es la transferencia y que es por ello que el encuadre y el setting analítico
están diseñados para fomentar dicha herramienta, a diferencia de lo que pasa con

16
el acting out. Sabemos que se van a presentar las resistencia propias a cada
proceso psicoanalítica pero no las favorecemos .

Para enfatizar este criterio quiero citar a una vez más a Etchegoyen:

“Cuando decíamos hace un momento que el acting out se


opone a la tarea del análisis, sea esta el insight y la elaboración y/o
la recuperación de los recuerdos olvidados, deberíamos haber
agregado que también se opone a la tarea de
comunicarse” (Etchegoyen, 1986).

El acting se opone a varias funciones en beneficio del paciente, pareciera


que el yo se diluye. El paciente no escucha interpretaciones, escucha reproches,
rigideces del analista, intolerancia, es como un padre llamándoles la atención al
hijo adolescente, es por ello que creo que Peter Bloss es de los mas gentiles con
la función del acting out. Ya pensando en psicoanalistas gentiles creo que es un
buen momento para incluir a Winnicott pues él es de los que piensa que algo
rescatable del acting out es la búsqueda del paciente para conocer los límites del
analista/padre.

Estoy de acuerdo que el paciente va a tratar de conocer tanto los límites


agresivos como los límites libidinales del analista pero será a través de la
transferencia y la repetición de sus conflictos psíquicos, nunca mediante el acting
out pues el paciente no es consciente del acto que esta llevando acabo y tampoco
esta comunicando pues no lo ve como conflicto, tal vez y sólo tal vez podamos
rescatar esos aspectos una vez sobrellevada la actuación y restableciendo los
aspectos receptivos del paciente.

Rubén actúa su agresión pero no es consciente de ésta, cree que era el


analista el provocador de dicha agresión y con los cuestionamientos que hacía no
buscaba comunicarme su molestia transferencial, ni tampoco si yo podría ser un
analista/padre comprensivo que le devolviera su agresión metabolizada como
plantea Bion en relación a la identificación proyectiva. Creo que no buscaba
conocer todos esos vínculos sino como menciona Elsa Garzolli en el libro de
Etchegoyen (1986) :

17
“que el acting out nos informa pero no nos comunica”.

¿Qué nos informa? Que algo no esta bien. A partir de aquí podemos
empezar a trabajar el acting out.

“El acting out es un fenómeno clínico frecuente, tiene una


gravitación a veces decisiva en la marcha del proceso
psicoanalítico y es difícil de detectar y de manejar.” (Greenacre,
1950).

Si logramos comprender las dos problemáticas planteadas aquí, se puede


restaurar la marcha del proceso psicoanalítico y si bien no podemos garantizar el
pronóstico, creo que damos mayores oportunidades y confianza en el paciente
para el manejo de su agresión.

Betty Joseph plantea una serie de características que podemos tener


presentes para hacer frente a este tipo de situaciones. Tenemos que conocer lo
suficiente al paciente y tener un sustento teórico técnico lo suficientemente solido
para poder contener este tipo de situaciones analíticas. El manejo de la
transferencia/contratransferencia en relación a la interpretación buscando hablar
con el yo del paciente tratando por difícil que sea estar en concordancia con el yo
del paciente y con el conflicto que presenta.

En este aspecto Greenacre propone como técnicas para el tratamiento del


acting out la interpretación, la prohibición y el fortalecimiento del Yo. Estas tres
técnicas son aplicables en grados variables según el acting out, la estructura yoica
y según si al acting out se produzca fuera o dentro de la situación analítica.

“Debemos estar conscientes del intenso acting out que


ocurre en la transferencia y al que se supone que debemos
responder actuando a nuestra vez con respecto a los pacientes”.
(Joseph citada por Grinberg, 1977).

Este aspecto es central ya que en la descripción que hace Etchegoyen


acerca de que Freud no había leído el «Epílogo» y por ello no interpretó la
transferencia lo que muy probablemente genero la actuación por parte de Dora, es

18
lo que Betty Joseph trata de puntualizar aquí. Ser consciente de cómo se esta
dando la transferencia pues será la pauta de si se puede estar gestando algún tipo
de actuación. Otro factor a tener presente son los aniversarios o fechas
catectizadas que pueden detonar cierto tipo de actuaciones.

Para concluir considero que la paciencia del analista es importante ya que


hay ocasiones que, durante largo tiempo, será imposible establecer contacto con
este sector, pero si el analista sabe que existe y conoce además el violento acting
out, es muy posible que se incremente su capacidad de tolerancia, sin recurrir a la
actuación como modo de respuesta. En este aspecto la linea es muy delgada pues
dependerá mucho del interjuego entre transferencia y contratransferencia para
saber cuál es el momento adecuado para poder sensibilizar al paciente acerca de
aquello que busca repetir para no recordar.

Conforme somos capaces de tener la tranquilidad para estar dentro de la


actuación sin nosotros volvernos actores de ésta podremos comprender “la forma
en que el material surge durante la sesión y cómo nos permite entender la
naturaleza sutil del acting out del paciente en la transferencia y distinguir así
diferentes partes de su yo y su interacción… se hace entonces posible interpretar
sin presiones acerca del acting out, más que acerca del contenido de lo que se
haya estado mostrando.

En la medida en que comprendamos al paciente nos daremos cuenta que:

“El acting out responde a intenciones especiales, que hacen


aconsejable mantenerlo como un tipo especial de conducta
repetitiva”. (Etchegoyen, 1986).

Muchos autores plantean el acting out como una respuesta a determinadas


angustias de separación, lo cual se refleja y aumenta su probabilidad en los fines
de semana, vacaciones, etc. Esto me hace pensar en un tipo de pacientes que se
encuentran estudiando la universidad y en los periodos vacacionales desaparecen
sin avisar y al empezar el nuevo ciclo retomaran su análisis como si fuera una
extensión escolar negando todo tipo de vínculo y a su manera no sufrieran las
angustias propias de esta separación.

19
El acting out, concluye Grinberg, se construye como un sueño, en cuanto
ciertos elementos de la realidad se transforman regresivamente en proceso
primario. En este sentido:

“El acting out es como un sueño dramatizado y actuado


durante la vigilia, un sueño que no pudo ser soñado.” (Etchegoyen,
1986).

En esta cita queda plasmado lo evacuativo del acting por lo que como
analista se tiene que salir de la situación patológica de la identificación proyectiva
y para ello cito la frase que puse al inicio de este trabajo del doctor Roberto Gaitán
González “Comprender es identificarse”.

Si logramos identificarnos con lo inconsciente del paciente y la formación de


compromiso que esta poniendo en juego, lograremos romper con el impacto de la
identificación proyectiva y probablemente podremos usar de manera
contratransferencial lo que nos evoque el paciente para traducirlo en nuestra
propia historia y poder comprender al menos una parte de lo que le puede estar
pasando internamente y transformar la contraidentificación proyectiva planteada
por Grinberg en un acercamiento verbal de la situación por la que esta pasando el
paciente.

Comprender es identificarse con el paciente, al menos con su historia, con


partes de su personalidad, con sus objetos externos o con su ambiente. Todo ello
con la intención de poder aproximarnos a un entendimiento de lo que le pasa y por
las circunstancias que esta atravesando.

20
Bibliografía

Bion, W. (1996) Volviendo a pensar. Lumen, Buenos Aires.

Etchegoyen, H. (1986) Los fundamentos de la técnica psicoanalítica.


Amorrortu, Buenos Aires.

Fenichel, O. (1966) Teoría psicoanalítica de las neurosis. Paidós. Mexico.

Freud, S. (1901) Psicopatología de la vida cotidiana. Amorrortu. Buenos


Aires.

Freud, S. (1905) Fragmento de análisis de un caso de histeria. Amorrortu.


Buenos Aires.

Freud, S. (1912) Sobre la transferencia. Amorrortu. Buenos Aires.

Freud, S. (1914) Recordar, repetir y elaborar (Nuevos consejos sobre la


técnica psicoanalítica II). Amorrortu. Buenos Aires.

Freud, S. (1937) Análisis terminable e interminable. Amorrortu. Buenos


Aires.

Freud, S. (1940) Esquema de psicoanálisis. Amorrortu. Buenos Aires.

Gaitán, R. Contratransferencia: Consideraciones Teórico-Técnicas en el


tratamiento de un paciente suicida. Sociedad Psicoanalítica de México. México.

Giussani, N. (2015) Presentación clínica del concepto de acting out. Análisis


a partir de un caso de una adolescente.

Greenacre, P. (1950) Problemas generales del acting out. En http://


cepsifotocopiadora.com.ar/archivos/folios/36144_2015916.pdf

Greenson, R. (2001) Técnica y práctica del psicoanálisis, Siglo XXI.


México.

Grinberg, L. (1977) Prácticas comparadas en las neurosis. Paidós, Buenos


Aires.

Grinberg, L. (1985) Teoría de la identificación. Tecnipublicaciones. Madrid.

21
Radchik, A. Tesis Doctoral: El proceso psicoanalítico: perspectivas y
reversión de la perspectiva. Instituto de Estudios de Posgrado de Psicoanálisis y
Psicoterapia. México

Racker, H. (1959) Estudios sobre técnica psicoanalítica. Paidós. Barcelona.

22

También podría gustarte