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Contestacion Demanda

La parte demandada niega todos los hechos presentados en la denuncia. Específicamente, niega que existiera una relación laboral con la actora, que tuviera las funciones y beneficios reclamados, y que sufriera actos de discriminación o vulneración de derechos durante el tiempo que prestó servicios. Se controvierte totalmente la versión de los hechos presentada por la actora.
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Contestacion Demanda

La parte demandada niega todos los hechos presentados en la denuncia. Específicamente, niega que existiera una relación laboral con la actora, que tuviera las funciones y beneficios reclamados, y que sufriera actos de discriminación o vulneración de derechos durante el tiempo que prestó servicios. Se controvierte totalmente la versión de los hechos presentada por la actora.
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EN LO PRINCIPAL: Contesta denuncia por vulneración de derechos fundamentales;

reconocimiento de relación laboral, nulidad del despido, cobro de indemnizaciones y


cobro de prestaciones laborales; OTROSI: En subsidio, contesta demanda de despido
indirecto, reconocimiento de relación laboral, nulidad del despido, cobro de
indemnizaciones y cobro de prestaciones laborales

S.J.L. DEL TRABAJO DE SANTIAGO (2°)

EDUARDO ZARHI HASBÚN, abogado, por la denunciada, en autos sobre tutela


laboral, caratulados “MUÑOZ, ANA MARCELA con BLANCO Y NEGRO S.A.”, causa RIT N°
T-703-2020, a S.S. respetuoamente digo:

Que, encontrándome dentro de plazo legal, vengo en este acto en contestar la


denuncia de autos interpuesta por doña Ana Marcela Muñoz Ortiz en contra de mi
representada, Blanco y negro S.A., solicitando a S.S. desde ya el completo y total rechazo
de la misma, con expresa condena en costas, por las consideraciones de hecho de derecho
que a continuación paso a exponer:

I. Síntesis de la denuncia.

Señala la actora en su denuncia que ingresó a prestar servicios bajo subordinación


y dependencia para mi representada, supuestamente con una relación de carácter laboral,
con fecha 1 de abril de 2007, desempeñándose como “Directora de la Rama de Fútbol
Femenino de Colo Colo”, con un presunto contrato de trabajo de duración indefinida,
labores que ejecutaba hasta la fecha de su despido indirecto ocurrido el día 13 de marzo
de 2020 de 2019.

Agrega que su remuneración mensual para efectos del artículo 172 del Código del
Trabajo, sería de $575.000 mensuales, y otros beneficios tales como dos asientos anuales
VIP sector Rapa Nui Vip, columna C fila D números 51 y 52 del Estadio Monumental,
estacionamiento en sector funcionarios para el día del partido, ambos conceptos por una
equivalente a $900.000.- anuales, y aguinaldo en fiestas patrias y navidad cada uno por $
50.000.

1
Posteriormente, y en resumen, sostiene en su libelo pretensor que habría sufrido
actos atentatorios a sus derechos fundamentales desde el año 2007 a 2020, durante el
transcurso de toda su supuesta relación laboral con Blanco y Negro S.A., al no habérsele
escriturado su contrato de trabajo.

Que tal discriminación la habría sufrido por parte de sus pares masculinos, que la
institución le haría a ella hacerse cargo de sus cotizaciones de seguridad social, sin
derecho a feriado, y que incluso habría sido objeto de burlas, descalificaciones, y
marginaciones varias, durante el lustro de su supuesta relación laboral. Señala y apunta en
gran medida a Luis Hormazábal como autor de varias de las supuestas conductas
atentatorias, las cuales incluso la habrían hecho padecer de algunas dolencias siquiátricas.

Corolario de todo lo anterior habría sido el supuesto desalojo de su oficina


ocurrido en enero de 2020, el cual habría sido ejecutado en su contra por don Lizardo
Garrido y por doña Claudia Neira, según indica en su denuncia, y que con 13 de marzo de
2020 procedió a auto despedirse, por todos los motivos que expone.

Por todo lo anterior, demanda los siguientes conceptos y sumas:

1. Indemnización especial por tutela laboral por $6.325.000, o la suma que S.S.
estime en Derecho.

2. Existencia de relación laboral entre el 1 de abril de 2007 y el 13 de marzo de


2020

3. Cotizaciones de seguridad social (AFP, Isapre, AFC) por todo el periodo


indicado (indeterminadas en sus cantidades.

4. Nulidad del despido, esto es, cotizaciones de seguridad social y


remuneraciones hasta que sea convalidado el despido, es decir, desde el 13
de marzo de 2020 hasta que se pague la totalidad de tales conceptos.

5. Remuneración de marzo de 2020 por 11 días trabajados, por un total de


$210.833.

2
6. Diferencia de remuneraciones entre abril de 2014 a marzo de 2020 por un
total de $5.800.000.

7. Feriado legal y progresivo por $728.308

8. Indemnización por años de servicio por $6.326.000

9. Indemnización sustitutiva del aviso previo por $575.000

10. Recargo legal de 50% sobre la indemnización por años de servicio por
$3.162.500

11. Reajustes, intereses y costas

12. Disculpas públicas

13. Multas y remisión de sentencia a Dirección del Trabajo.

II. Negación o afirmación de los hechos contenidos en la demanda

No resultan ser efectivos ninguno de los hechos contenidos en la denuncia de


estos antecedentes y por lo tanto se controvierten y niegan categóricamente todos los
hechos señalados en el libelo pretensor, especialmente los siguientes:

- Que su existiera entre las partes una relación o vínculo contractual de carácter
laboral. Esta parte niega y desconoce un vínculo de subordinación y dependencia a su
respecto.
- Que durante el tiempo que prestó servicios para mi representada haya tenido
jefaturas directas y que haya tenido que rendir cuentas o informes de sus gestiones.
- Que haya tenido derecho a prestaciones consistentes en asientos en el Estadio
Monumental o que haya tenido derecho al pago de aguinaldos.
- Que haya recibido el pago de las matrículas por la Escuela de Fútbol Femenino.
- Se controvierte la descripción de sus funciones, no siendo efectivo que tuviera
contacto con gerencias y subgerencias de mi representada para coordinación de

3
auspiciadores del club, coordinación con Asociación Nacional de Futbol Profesional o
ANFP, que haya representado a Blanco y Negro S.A. ante ANFP, y que haya
representado a la sociedad ante instituciones como CONMEBOL Y FIFA, así como que
haya tenido a su cargo la inscripción de jugadoras del club y todo lo que dice relación
con sus pases y desvinculaciones. No es efectivo que ejerciera labores de extrema
confianza.
- Que la actora haya creado el Fútbol Femenino de Colo Colo y que haya formado la
categoría de fútbol femenino sub 17.
- Que haya tenido la exención de jornada laboral del artículo 22 del Código del Trabajo.
- Que Blanco y Negro S.A. se haya negado a la escrituración de un contrato de trabajo
con la actora, existiendo a su respecto una supuesta informalidad laboral por más de
13 años.
- Que su participación en los cargos del Club Social y Deportivo Colo-Colo, el cual es
independiente a Blanco y Negro S.A., haya justificado en parte alguna su vínculo de
naturaleza contractual con mi representada.
- Que haya sido objeto de burlas y cualquier acto de menosprecio por sus logros
personales y profesionales.
- Que no se le hayan pagado cotizaciones de seguridad social por todo el período que
prestó servicios para Blanco y Negro S.A. No se le pagaron, pues ella tenía a su propio
cargo el pago de tales cotizaciones de seguridad social, al no tener una relación de
carácter laboral con Blanco y Negro S.A.
- Que no haya tenido períodos de vacaciones que la hayan hecho padecer de estrés
laboral.
- Que haya sufrido cualquier acto u omisión en su contra constitutivo de vulneración de
cualquiera de sus derechos fundamentales o garantías constitucionales a lo largo de
toda la duración de su prestación de servicios para con Blanco y Negro S.A.
- Que haya sido objeto de burlas y discriminaciones por parte de don Luis Hormazábal.

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- Que se la haya pedido viajar al Mundial de Futbol Femenino Sub-17 realizado en
Trinidad y Tobago el año 2010, y que al regreso de tal viaje, el 15 de septiembre de
2010, se le haya privado de beneficio de aguinaldo.
- Que haya tenido injerencia en las decisiones del Club a nivel de Fútbol femenino a
contar del año 2007, que haya intervenido a nombre de Blanco y Negro S.A. ante
CONMEBOL, que haya organizado y coordinado la participación de fútbol femenino en
diversas competencias asegurando toda su logística y que haya tenido un exceso de
carga de trabajo, superando la jornada laboral permitida por ley.
- Que haya sido contactada oficialmente por la Federación Japonesa de Fútbol y que en
virtud de aquello habría sufrido actos discriminatorios y de aislamiento emanados de
varones envidiosos que trabajan en Blanco y Negro S.A. y que la gerencia del club
haya reducido su jerarquía, pasando a ser Coordinadora de Fútbol Femenino a
Coordinadora de la Escuela Femenina.
- Que haya sido privada de beneficio de asientos del Estadio Monumental.
- Que en el año 2014 habría sido privada de participar en reuniones en las que solo
participaban varones, constituyendo actos de discriminación en su contra,
perpetrados supuestamente por don Aníbal Mosa, Alejandro Paul y Carlos Felipe
Pedemonte.
- Que habrías supuestas alusiones sexuales en las reuniones en que sí participaba, y que
habría tenido conflictos en determinados partidos de fútbol.
- Que en septiembre de 2017 habría nuevamente pedido regularización de su contrato
de trabajo, y que solo habría obtenido un parka corporativa.
- Se controvierten las alusiones despectivas que realiza en contra de don Manuel Jesús
Crespo y Ricardo Lobos, a los cuales tilda temerariamente de mentirosos y
abusadores.
- Que habría sido designado como compañero de trabajo suyo en septiembre de 2017
Luis Hormazábal, quien en definitiva le arrebataría su puesto, pese a haberla
denostado desde hace 10 años.
- Que haya desempeñado el cargo de Directora de Fútbol Femenino.

5
- Que haya sido maltratada y humillada por don Luis Hormazábal.
- Se desconocen las patologías siquiátricas a las que alude la actora.
- Que en febrero de 2018 solo estaría a cargo de la Escuela de Fútbol Femenino
- Que habría ocupado en 2018 una oficina en condiciones no adecuadas y de
estacionamiento alejado, por instrucciones de don Luis Hormazábal.
- Que el día 23 de enero de 2020, la nueva gerenta de administración y finanzas, doña
Claudia Neira, acompañada de don Lizardo Garrido, le habrían pedido y exigido el
abandono inmediato de las oficinas que ocupaba, desalojándola, sin darle explicación
alguna, teniendo que a contar de tal fecha laborar desde su propio domicilio con sus
propios medios.
- Que no habría tenido respuesta por doña Claudia Neira por sus reclamos posteriores.
- La descripción de las funciones relatada por el actor, y especialmente que no llevaren
aparejadas facultades suficientes de mando y administración.
- Que en reunión de fecha 13 de febrero de 2020 se le habría encomendado el despido
de algunos trabajadores de la escuela femenina, remitiendo ella un correo electrónico
de tales labores que le habrían sido encomendadas, a lo cual no tuvo respuesta,
habiendo sido ignorada.
- Que haya sufrido actos de vulneración de derechos y garantías fundamentales
mientras se encontraba vigente la relación laboral, ni al término de esta.
-
III. Defensa.

III.1 De la relación contractual habida entre las partes, la cual fue de carácter civil y no
laboral.

III.1.1 Antecedentes de la relación contractual habida entre Blanco y Negro y S.A. y doña
Ana Marcela Muñoz Ortiz. Relación de carácter civil y no laboral. Funciones de la
denunciante bajo su contrato de prestación de servicios de carácter civil.

6
Como ya se ha expuesto al referirnos a la negación de los hechos vertidos en la
denuncia de autos, esta parte niega y desconoce que haya existido entre las partes un
vínculo de carácter laboral y bajo subordinación y dependencia.

Como es de público y notorio conocimiento, Blanco y Negro S.A., es la sociedad


concesionaria del club de fútbol profesional Colo Colo, siendo una de las instituciones más
significativas y renombradas a nivel país.

En este contexto, la institución a la cual represento, tiene una organización


definida, la cual consta de variados estamentos y secciones internas.

Así por ejemplo existe todo lo relacionado al primer equipo o Plantel de Honor,
quien es el que compite en los diversos campeonatos oficiales organizados por ANFP,
CONMEBOL o FIFA.

Así también existe la rama de Fútbol Femenino que consta de sus áreas adulta, sub
17 y sub 15,y que compite en torneos del área femenina nivel nacional e internacional..

Asimismo, Blanco y Negro S.A., dentro de lo que es su función social y de acuerdo a


lo que corresponde al espíritu de Colo Colo, mantiene lo que son las denominadas
Escuelas de Fútbol, pero a nivel recreativo y como áreas de esparcimiento y de cultivo de
la disciplina del fútbol. Estas actividades se realizan sin fines de lucro, y solamente se
cobran a quienes participan de ellas algunos montos que van en directa relación con la
mantención de las dependencias en que se desarrollan y del pago al personal que labora
en ellas, bajo vínculo de subordinación y dependencia o a honorarios o con relaciones de
carácter civil, como lo fuera el caso de la sra. Muñoz.

En efecto, estas escuelas corresponden a Escuela Monumental (Niños), Escuela


Adultos y Escuela Futbol Femenino. A nivel organizacional, según se acreditará, todas
estas escuelas dependen el área de Captación de la Gerencia Deportiva de Blanco y Negro
S.A.

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Las escuelas referidas se diferencian sustancialmente de las áreas de Futbol Joven
y de Futbol Femenino de Colo Colo, por cuanto estas últimas efectivamente son las que
compiten en los distintos torneos y a nivel formativo de nuevos jugadores de fútbol
profesional.

Dicho lo anterior, corresponde entonces señalar que la sra. Muñoz prestaba


servicios en calidad de honorarios y no como trabajadora con contrato de trabajo, para la
Escuela Femenina y la sub 15 de Fútbol Femenino. Al momento de su autodespido laboral,
solo se desempeñaba en la Escuela Femenina, pues aproximadamente a finales de 2019
había dejado de prestar servicios para las ramas superiores del futbol femenino, que
quedaron a cargo de don Luis Hormazábal.

En este sentido, la sra. Muñoz quedó a cargo dela Escuela Femenina, que funciona
como una instancia social impulsada por Colo Colo para el esparcimiento de niñas que
cultivan su afición por el fútbol, pero a nivel recreativo y de esparcimiento, sin carácter
competitivo. Además, hasta finales de 2019, seguía en la coordinación de la sub 15 de
Fútbol Femenino.

De esta manera, sus labores en Escuela Femenina las desempeñaba solo los fines
de semana, o para eventos puntuales de la sub 15 Femenina en dependencias del Estadio
Monumental David Arellano, concretamente en algunas de sus canchas de
entrenamiento.

Es en este escenario y no en otro en el cual la sra. Muñoz se desempeñó bajo un


contrato de honorarios para coordinar las actividades que esta Escuela Femenina de
Fútbol realiza, las cuales, insistimos, solo son de índole recreacional y de esparcimiento,
conforme a la labor social de Colo Colo, teniendo su actividad en contadas horas y días a la
semana, además de la Sub 15 Femenina.

La sra. Muñoz, al contrario de lo indicado en su denuncia, solo coordinaba las


actividades de esta escuela y Sub 15 Femenina hacia el 2019 y 2020, y la rama de fútbol
femenino de Colo Colo no fue creada por ella.

8
Con anterioridad, vale decir, desde el primer semestre de 2019 hacia atrás,
efectivamente le correspondía velar por que las actividades de todo el futbol femenino de
Colo Colo, incluido adulto y sub 17m competitivos, se desarrollasen con normalidad, de
coordinar a los profesores y demás trabajadores de Blanco y Negro S.A. que se
desempeñan en fútbol femenino, y verificar de modo indirecto que las matrículas y cuotas
de participación de sus participantes se encontraren al día.

La sra. Muñoz en consecuencia, asistía durante la actividades del Fútbol Femenino,


y desempeñaba de buena forma este cargo, teniendo para ello a contar del año 2017 un
contrato de honorarios para efectuarlo, con un pago por boletas mensuales por la
cantidad de $555.556 brutos a la fecha de que decidiera autodespedirse laboralmente.

También desempeñó funciones en su calidad de Coordinadora de Escuela de


Fútbol Femenino tales como coordinar y apoyar a las jugadoras del Fútbol Femenino,
recaudación de dineros de cuotas de incorporación y mensualidades, coordinar entregas
de ayuda de Blanco y Negro S.A. de jugadoras que fueran de escasos recursos y así lo
necesitaren, coordinar algunos viajes de las jugadoras para eventos deportivos
particulares en donde eran invitadas a participar, pago de facturas propias del fútbol
femenino y de remuneraciones y cotizaciones de seguridad social por parte de Blanco y
Negro S.A. a trabajadores propiamente tal del Fútbol Femenino, seguimiento de
recaudaciones y coordinación de seguros médicos para las jugadoras.

No obstante S.S., en ningún caso son efectivas las funciones que describe la actora
en su denuncia. Resultan irrisorias aquellas tareas que señala como por ejemplo la de
representación de Blanco y Negro S.A. o Colo Colo ante organismos internacionales como
CONMEBOL, FIFA o ANFP, que se haya relacionado directamente con la plana gerencial de
Blanco y Negro S.A. o que hayan pasado por sus manos el control y administración del
Futbol Femenino.

Tampoco es efectivo que la sra. Muñoz haya tenido participación en la gestión de


auspiciadores de Colo Colo ni Blanco y Negro, tales como Donnasept, o bien, que haya

9
tenido participación en el mercado de pases de cualquier jugador de Colo Colo, ya sea de
sexo masculino o femenino.

Tenía ella algún grado de comunicación con CONMEBOL, ANFP u otra institución
relacionada, pero nunca en representación completa y absoluta de Blanco y Negro S.A.,
sino que solo cuestiones de naturaleza administrativa o de coordinación del fútbol
femenino. Asimismo, las acompañaba en sus viajes a sus torneos internacionales, que en
su mayoría por Copa Libertadores Femenina, se disputaban en Brasil o Paraguay.

De esta forma, doña Ana Marcela Muñoz Ortiz a lo largo de todo el tiempo de
prestación de servicios siempre lo hizo a sabiendas y en conciencia de que se trataba de
un cargo a honorarios, el cual antes de que empezara a emitir boletas incluso
deseempeñare ad honorem, desempeñado en las propias palabras de ella como un hobbie
o pasatiempo, cuando conversaba con personeros de mi representada, y que
desempeñaba por su cariño y admiración profunda a Colo Colo y al fútbol femenino en su
esfera social. Tanto es así que nunca reclamó por los $500.000 aproximados que percibía
en forma mensual.

Al contrario de lo señalado por la actora en su denuncia, fue la administración de


Blanco y Negro S.A. quien en los años 2012 y 2017 llamó a la sra. Muñoz a formalizar su
contrato de carácter civil, el cual siempre fue consensual.

De esta manera comenzó en el año 2012 su emisión de boletas de honorarios, y


que a mayor abundamiento, fueron convenidos en una cifra inicial de $500.000 siendo su
retribución por su prestación de servicios de carácter civil y no laboral. En 2017, se
escrituró su contrato a honorarios, respecto del cual la sra. Muñoz no formuló en su
oportunidad reclamo ni objeción alguna.

Como veremos más adelante además S.S., la sra. Muñoz, en ningún momento con
anterioridad a la presentación de la denuncia que se contesta en este acto, presentó o
formuló reclamo alguno ni ante la Dirección del Trabajo ni ninguna de sus Inspecciones, ni
ante sede jurisdiccional para haber establecido con anterioridad la laboralidad del vínculo

10
y el correspondiente pago a cuenta de Blanco y Negro S.A. de sus cotizaciones de
seguridad social, lo que demuestra desde ya la plena aceptación y conformidad absoluta
de la sra. Muñoz con sus funciones, que al contrario de lo señalado en la denuncia,
siempre fueron bien recibidas, agradecidas y aplaudidas por mi representada, debido al
fomento del fútbol femenino a nivel social, dejando de esta forma muy bien puesto el
nombre y la imagen no sólo de Blanco y Negro S.A., sino que de Colo Colo.

Sobre ello, esta parte hace presente a S.S. la completa, total y absoluta falsedad de
lo afirmado por la actora, por lo que todas las alegaciones sobre el supuesto y aparente
carácter laboral de su vínculo se niegan expresa y categóricamente en esta contestación.

No existió ni hubo entre las partes, en ningún lapso, contrato de trabajo alguno, ni
aún verbal, bajo vínculo de subordinación y dependencia.

Ahora bien, será obligación de la contraria acreditar lo contrario, lo cual estimamos


que malamente podrá realizarlo. Pues estimamos que conforme a las normas de la sana
crítica, y en concreto, sobre las máximas de la experiencia, las boletas de honorarios que
ofrezca incorpore la denunciante, no se bastan a sí mismas para acreditar la laboralidad
del vínculo.

Precisado lo anterior, los servicios que la actora prestó para mi representada lo


fueron en el marco de la figura contractual y de un contrato de prestación de servicios de
carácter civil, contrato que por cierto se convino entre mi representada y la sra. Muñoz,
con su libre y espontáneo consentimiento, sin obligación de asistencia, sin la obligación de
cumplir horarios, y sin facultad alguna por parte de Blanco y Negro S.A. en orden a poder
imponerle o exigirle que realizara servicios más allá de los que el propio actor decidiera
prestar en forma soberana, conforme a su propia conveniencia y disponibilidad para la
coordinación de la Escuela Femenina.

Ella por sí y ante si mandó a fabricarse tarjetas de presentación, y se autodeclaró


como DIRECTORA de FUTBOL FEMENINO, cargo de Director que no existe en la empresa
fuera de lo que son los Directores del Directorio de Blanco y Negro S.A.. El concepto de

11
Director se acuña en instituciones vinculadas al fútbol como el Director de una escuela, el
jefe de cualquier sección. Pues bien, ella era la Coordinadora de la Escuela Femenina, mas
nunca Directora.

Asimismo, esta parte se vale de los propios dichos de la denunciante que constan
en su libelo pretensor, por cuanto aduce que no ejercía única y exclusivamente la
prestación de sus servicios en dependencias de mi representada, sino que también indica
que los realizaba en otros clubes deportivos tales como Universidad Católica y Universidad
de Chile, lo que restan aún credibilidad a su relato de haber tenido una relación de
carácter laboral con Colo Colo o Blanco y Negro S.A. Pues ejercía libremente sus labores,
en cuanto su propio tiempo se lo permitiere, sin constituir lo señalado una exención de
jornada laboral establecida en el artículo 22 del Código del Trabajo.

De todo lo anterior, no es efectivo que la denunciante haya debido cumplir


jornada, ni que haya cumplido horario, dado que, como ya se expresó, éste prestaba
servicios conforme a su interés y disponibilidad, habiendo días en la semana en que
simplemente no prestaba servicios.

Del mismo modo, tampoco es efectivo que la actora haya sido objeto de
fiscalización ni de instrucciones directas e inmediatas de superiores jerárquicos ni de
gerencias ni subgerencias. Sólo existían coordinaciones para efectos de pagos,
recaudaciones y un control moderado y prudente sobre el buen funcionamiento a nivel
general del Futbol Femenino y Escuela Femenina, emanado del área de Captaciones de
Blanco y Negro S.A., dependiente de su Gerencia Deportiva.

Todo esto configura una relación estrictamente civil de prestación de servicios que
existió entre la sra. Ana Marcela Muñoz Ortiz y Blanco y Negro S.A, por el tiempo indicado
en la denuncia, hasta la fecha en que decide autodespedirse laboralmente, relación
contractual que no generó y no puede generar ninguna responsabilidad laboral ni
previsional ni de seguridad social entre las partes.

12
III.1.2 Ausencia de reclamos ante la Dirección del Trabajo: Teoría de los Actos Propios.
Firma libre y espontánea de contrato de prestación de servicios de carácter civil.

Del mismo modo cabe destacar que la sra. Muñoz, jamás interpuso reclamo alguno
sobre la existencia de relación laboral con Blanco y Negro S.A., así como tampoco por un
eventual pago de cotizaciones de seguridad social a su favor.

Esta ausencia de reclamos, anteriores a la presentación de la denuncia y demanda


de autos, ante la Dirección del Trabajo, e incluso ante mi representada, da cuanta de la
poca verosimilitud de los dichos de la acción incoada, respecto de la cual como lo hemos
dicho anteriormente, en el terreno de lo fáctico no concurren los supuestos de
subordinación y dependencia que den origen en la realidad a una relación de carácter
laboral.

En este sentido S.S., la conducta de la sra. Muñoz, se encuentra en abierta pugna


con la Teoría de los Actos Propios, por cuanto con la interposición de la presente
demanda, la actora desconoce su entera pasividad habida durante el lustro de su relación
contractual con mi representada, y solo reclamando de ello, mediante una pretensión de
declaración laboral ex post, con el fin de obtener indemnizaciones derivadas de un
término de contrato cuya naturaleza laboral nunca fue reclamada antes de buena fe.

Como bien S.S. sabrá, la doctrina de los actos propios es una manifestación del
principio general de la buena fe, que puede ser aplicada en el Derecho del Trabajo.

La Excma. Corte Suprema en causa ROL N° 7.962-2015 ha señalado que la Teoría de


los Actos Propios es:

"El principio general del derecho fundado en la necesidad de respetar y reconocer


los efectos de las situaciones jurídicas creadas y asumidas por el mismo sujeto que después
las reclama. En esta dirección, esta Corte debe velar por la estabilidad de las relaciones
jurídicas amparadas por las legítimas expectativas que surgen a partir de la vinculación del
recurrente con lógica en que tienen lugar los hechos de los cuales se deducen sus efectos,
los que impiden que alguien pueda válidamente conculcarlos, contravenirlos o

13
derechamente desconocer su carácter vinculante, todo ello de acuerdo a la aplicación de la
máxima del derecho romano "nemine licet adversum sua pacta venire" expuesta también
bajo el brocardo jurídico de la época de los glosadores "venire contra factum propium non
licet non valet" que, en síntesis, recoge la denominada "teoría o doctrina de los actos
propios". En palabras del profesor don Luis Diez-Picazo Ponce de León, "La persona que
adopta y observa, dentro de una determinada situación jurídica, una cierta conducta
relevante y eficaz, que objetivamente debe ser valorada como un anuncio o signo de que
un derecho subjetivo o una facultad no será ejercitada o lo será sólo dentro de unos ciertos
límites, el principio general de la buena fe le impone un deber da coherencia de su
comportamiento y, como consecuencia de ello, cuando esa misma persona intenta
ejercitar un derecho subjetivo incompatible o contradictorio con su conducta anterior, la
pretensión ulterior se torna plenamente inadmisible". (La Representación en el Derecho
Privado, Madrid 1979, Editorial Civitas, pág. 94 y 95).

En esta dirección es sabido que nuestro sistema normativo no establece una regulación
específica en relación con la doctrina de los actos propios, la cual, sin embargo, ha
adquirido amplia acogida en la doctrina de los autores nacionales y en la jurisprudencia de
esta Corte Suprema (Roles N° 3602-09; 7278-09; N° 1061-2010; 1061-10; 5240-10; 4636-
11.) donde reiteradamente se la reconoce como un criterio orientador derivado del
principio general de la buena fe -concebida ésta en su faz objetiva- a la que se refiere el
artículo 1546 inciso 3° del Código Civil cuando prescribe que los contratos deben ejecutarse
de buena fe y que, por consiguiente, obligan no sólo a lo que en ellos se expresa sino a
todas las cosas que emanan precisamente de la naturaleza de la obligación o que por la
ley o costumbre pertenecen a ella.

DECIMOCUARTO: Que la buena fe objetiva -principio general de derecho que, como se


expresó, sirve de sustentación a la doctrina de los actos propios, consiste en la creencia y
confianza que tiene un sujeto en que una declaración surtirá en un caso concreto los
mismos efectos que ordinaria y normalmente ha producido en casos iguales. Es decir, son
las reglas objetivas de la honradez en el comercio o en el tráfico, que llevan a creer en la
palabra empeñada y en que el acto sea concertado lealmente, obrando con rectitud. "Es
14
que debe exigirse a las partes un comportamiento coherente, ajeno a los cambios de
conducta perjudiciales, desestimando toda actuación que implique un obrar incompatible
con la confianza que -merced a tales actos anteriores- se ha suscitado en otro sujeto. Ello
es así, por cuanto no sólo la buena fe sino también la seguridad jurídica se encontrarían
gravemente resentidas si pudiera lograr tutela judicial la conducta de quien traba una
relación jurídica con otro y luego procura cancelar parcialmente sus consecuencias para
aumentar su provecho. Nadie puede ponerse de tal modo en contradicción con sus propios
actos y no puede -por tanto- ejercer una conducta incompatible con la asumida
anteriormente. (Alejandro Borda. "La Teoría de los actos propios. Un análisis desde la
doctrina argentina". Cuadernos de Extensión Jurídica N° 18, Universidad de Los Andes;
páginas 36 y 35).

DECIMOQUINTO: Que, siempre en referencia a la buena fe, considerada como principio


inspirador de la regla de los actos propios, se ha dicho por la doctrina de los autores,
principal fuente de elaboración conceptual de dicho instituto, ante la ausencia de
regulación normativa sobre el tema: "Si se observan los casos en que los autores y los
tribunales han afirmado la vigencia del venire contra factum proprium, se puede advertir
que en todos ellos está en juego la protección de la buena fe objetiva, es decir, del deber
de no defraudar deslealmente la confianza que un tercero ha podido legítimamente
depositar en un determinado estado de hecho provocado voluntariamente por las palabras
o las actuaciones de una persona. Es la lesión injustificada de la buena fe la que
proporciona una razón suficientemente fuerte para poner de cargo del que se contradice el
riesgo de su inconsistencia" (Hernán Corral Talciani. "La doctrina de los actos propios en el
Derecho de Familia Chileno". Cuadernos de Extensión Jurídica N° 18, Universidad de Los
Andes; páginas 105 y 106).

DECIMOSEXTO: Que, complementando lo expresado sobre la materia, debe apuntarse que,


en general, se entiende que la aplicación de la doctrina en análisis requiere la concurrencia
copulativa de los siguientes requisitos:

15
a) Una conducta jurídicamente relevante y eficaz por parte del sujeto, manifestada con
anterioridad a aquélla que, luego, pretende contradecir;

b) Una pretensión antagónica con el comportamiento precedente, exteriorizada


mediante el ejercicio, por el mismo sujeto, de un derecho subjetivo, originándose con
ello una situación litigiosa, debido a la contradicción de ambas conductas, con
afectación del principio de la buena fe;

c) Perjuicio grave para terceros que han ajustado su proceder a la conducta anterior y
que resultan afectados por el cambio posterior de ésta y;

d) Identidad entre el sujeto que desarrolló la conducta original y el que, con


posterioridad, pretende desconocerla, desplegando un comportamiento en sentido
contrario." (El destacado es nuestro)

Según el profesor Luis Diez Picaso "La conducta contraria es una contravención o
una infracción del deber de buena fe, ya que el hecho de que una persona trate, en una
determinada situación jurídica, de obtener la victoria en un litigio, poniéndose en
contradicción con su conducta anterior, constituye un proceder injusto y de falta de
lealtad, he aquí donde la regla, según la cual, nadie puede ir en contra de sus propios
actos, se anuda estrechamente con el principio de derecho que manda comportarse de
buena fe en las relaciones jurídicas". ("La Doctrina de los Actos Propios. Estudio crítico
sobre la jurisprudencia del Tribunal Supremo", citado por María Ekdahl Escobar en "La
doctrina de los actos propios", Editorial Jurídica de Chile, págs.72-73)

Así las cosas S.S., conviene precisar en relación a los factores establecidos en el
considerando décimo sexto de la jurisprudencia transcrita, el modo en que se ha incurrido
en ellos en la especie:

a) Una conducta jurídicamente relevante y eficaz por parte del sujeto,


manifestada con anterioridad a aquélla que, luego, pretende contradecir: La sra. Muñoz
nunca reclamó la existencia de relación laboral a su respecto y lo pretende contradecir

16
recién al momento del término de su contrato de prestación de servicios el cual fue
motivado por una decisión de autodespido laboral.

b) Una pretensión antagónica con el comportamiento precedente, exteriorizada


mediante el ejercicio, por el mismo sujeto, de un derecho subjetivo, originándose con ello
una situación litigiosa, debido a la contradicción de ambas conductas, con afectación del
principio de la buena fe; : La interposición de la presente acción, con una causa injusta e
improcedente, tanto en los hechos como en el derecho pretendiendo la declaración de
una relación laboral ex post, respecto de la cual en los hechos no concurren los
elementos de subordinación y dependencia.

c) Perjuicio grave para terceros que han ajustado su proceder a la conducta


anterior y que resultan afectados por el cambio posterior de ésta y; La eventual condena
a esta parte en caso de que S.S. acoja la presente acción.

d) Identidad entre el sujeto que desarrolló la conducta original y el que, con


posterioridad, pretende desconocerla, desplegando un comportamiento en sentido
contrario: Doña Ana Marcela Muñoz Ortiz, demandante de estos autos.

Refirma lo anterior la suscripción enteramente libre y espontánea del respectivo


contrato de prestación de servicios, de índole civil, suscrito con Blanco y Negro S.A. con la
sra. Muñoz, lo cual, a diferencia de lo señalado en la demanda de autos, no resulta ser un
disfraz, ardid o subterfugio que encubra la verdadera naturaleza del vínculo contractual
habido entre las partes.

Es más bien la denunciante y demandante quien pretende disfrazar de laboral su


vínculo con mi representada, pues ella es quien pretende estirar de manera injustificada el
ámbito de aplicación de las normas de nuestro Código del Trabajo a su respecto, no
verificándose en el caso concreto los presupuestos de laboralidad de su vínculo para con
mi representada. Su acción sin duda, es del todo abusiva e improcedente.

17
Por otro lado, la sra Muñoz no ha demandado ni pretendido, ni en esta ni otra
sede, la nulidad del referido contrato, ya sea por error, fuerza o dolo, de acuerdo a las
normas pertinentes del Código Civil.

III.2 En cuanto a la acción de tutela laboral por vulneración de derechos fundamentales.

III.2.1 Improcedencia de la acción por no existir relación laboral entre las partes y error
en la forma de peticionarla, motivo por el cual deben ser rechazadas por S.S.

Como bien S.S. sabrá, la acción sobre tutela laboral por vulneración de derechos
fundamentales, ya sea con ocasión del despido o bien durante la vigencia de la relación
laboral, tiene procedencia única y exclusivamente para una relación efectivamente de
carácter laboral y no civil.

De acuerdo a lo argumentado y acreditable en el numeral III.1 precedente, en el


caso de marras no existió una relación laboral, sino que una de carácter civil entre la
actora y mi representada, motivo por el cual desde ya deberá rechazarse por S.S. la acción
por tutela laboral, y todas las indemnizaciones y sanciones que se pretenden a su
respecto.

Además S.S., el libelo pretensor adolece de un irremediable vicio de forma el cual


S.S. no podrá soslayar al momento de dictar sentencia definitiva en estos autos.

Pues en el cuerpo de su escrito de denuncia, y en su petitorio, la denunciante, en


forma previa a la declaración de relación laboral, solicita a S.S. que se acoja la demanda
por tutela laboral, y acto seguido, recién, se declare la existencia de la relación laboral.

En efecto, reza el petitorio del libelo pretensor a fojas 35 lo siguiente:

IV. PETICIONES CONCRETAS DEMANDADAS:

Conforme a las consideraciones de hecho y de derecho que fueron expuestas por esta
parte y en especial el quebrantamiento y violación de las garantías constitucionales
denunciada, solicito que así lo declare S.S., y condene a la denunciada a pagar a mi

18
representada, doña MARCELA MUÑOZ ORTÍZ las siguientes indemnizaciones,
prestaciones, y beneficios, conforme lo dispone el artículo 489 del Código del Trabajo. A
saber:

1) Indemnización de Tutela Laboral, y en atención a la gravedad de los hechos denunciados


que ella sea fijada en 11 meses de la última remuneración mensual ($575.000.-) de la
denunciante, esto es $6.325.000 o la suma que SS., se sirva determinar de acuerdo a su
sana crítica y los antecedentes del proceso, todo ello conforme al artículo 489 del Código
del Trabajo.

2) Que se declare la existencia de relación laboral entre la demandada y mi representada


por los períodos comprendidos entre 1 de abril 2007 y 13 de marzo 2020, habiéndose
desarrollado esta bajo vínculo de subordinación y dependencia, conforme lo establecido en
los artículo 7 y 8 del Código del Trabajo.

Como podrá apreciar S.S., la forma en que se peticiona la determinación y condena


de tutela laboral la hace desde ya ser improcedente en el caso concreto, pues, sin solicitar
en forma previa a S.S. la existencia de una relación laboral en el caso concreto, peticiona
las condenas correspondientes por tutela laboral, las cuales solo son procedentes en el
caso de existir laboralidad del vínculo.

De este modo, la denuncia por vulneración por derechos fundamentales de autos,


queda desde ya sin sustento, toda vez que se pretende en forma previa a la determinación
en la especie por parte de S.S. de una relación de carácter laboral, cuestión esta última
que ha sido abierta y palmariamente controvertida por esta parte.

III.2.2 En subsidio, opone excepción de caducidad contra la acción de tutela laboral.

Para el evento de que S.S. desestime la alegación anterior, y para el improbable


caso que considere que de todas formas existe laboralidad del vínculo en el caso sub
judice, opone esta parte EXCEPCION DE CADUCIDAD en contra de la denuncia de autos

19
por tutela laboral, por los argumentos de hecho y de derecho que se exponen a
continuación.

Como bien S.S. sabrá, la ley hace una clara distinción entre la acción de tutela por
hechos ocurridos durante la relación laboral, con la acción de tutela por vulneraciones
ocurridas con ocasión del despido, o en este caso, desde el despido indirecto de la actora,
ocurrido el día 13 de marzo de 2020.

En ambos casos, el legislador ha establecido un plazo de caducidad para deducir la


acción de tutela, el que es de 60 días hábiles contados desde la vulneración alegada o
desde el término de los servicios en su caso, conforme lo disponen los artículos 485 y 489
del Código del Trabajo.

Como fluye de la sola lectura de la denuncia, los hechos denunciados dicen


relación con sucesos ocurridos supuestamente desde el año 2010 en adelante, habiendo
otros acaecidos en 2014, 2017, y otras épocas muy anteriores a los 60 días anteriores a la
notificación e incluso a la interposición de la presente denuncia, siendo entonces hechos
ocurridos durante la relación laboral, en los cuales aparecen fechas que superan todas con
exceso el plazo de 60 días establecido en la ley. La presente acción asimismo ha sido
recién entablada el día 14 de abril de 2020.

Como ha señalado la jurisprudencia, se declara la caducidad de la acción de


derechos fundamentales, cuando todos los hechos denunciados han acaecido durante la
vigencia de la relación laboral y ninguno de aquellos se ha materializado con ocasión del
despido, por lo cual, la acción debería haber sido interpuesta dentro del plazo de 60 días
de ocurrido los hechos, y no desde materializada la desvinculación.

Como puede colegirse de la sola lectura de la presentación realizada, los actos que
constituyen el fundamento de esta demanda tendrían su origen desde el año 2010,
pasando por algunos ocurridos en año 21012, 1014 y 2017 donde mi representada, a
través de su algunos de sus personeros habría incurrido en burlas, discriminaciones,

20
aislamientos, mobbing, y otros hechos supuestamente vulneratorios en contra de la
actora. Esto le habría ocasionado un profundo daño psíquico.

Como S.S. podrá ver de la sola lectura del libelo pretensor, claro está que las
supuestas conductas vulneratorias, se venían produciendo desde un período de al menos
10. 7, 6 o 3 años, con anterioridad a la presentación de la presente denuncia.

Establece el inciso final del artículo 486 del Código del Trabajo, que la denuncia a
que se refieren los incisos anteriores deberá interponerse dentro de 60 días contados
desde que se produzca la vulneración de derechos fundamentales alegada, plazo que se
suspende en la forma que se refiere el artículo 168 del mismo cuerpo legal.

Del mérito de la denuncia de autos, se establece que la demandante se


autodespidió con fecha 13 de marzo de 2020 e interpuso su demanda ante el Tribunal de
S.S. con fecha 14 de abril del presente año, y no concurrió a la Inspección del Trabajo
previamente a denunciar los acosos sistemáticos de que supuestamente era víctima. Al
menos a esta parte no le consta esta última circunstancia, al no ser notificada de lo mismo
en ninguna época ni oportunidad.

De aquello se concluye que todos los hechos supuestamente ocurridos antes 60


días a la presentación de su denuncia no pueden invocarse como fundamento de ella, por
encontrase la acción llamada a denunciarlos, caduca, lo que solicitamos sea declarado por
el Tribunal de S.S., sin perjuicio de lo que se señalará más adelante.

La caducidad se define como la extinción “ipso jure” de la facultad de ejercer un


derecho o celebrar un acto, por no haberse ejercido o realizado dentro de un plazo de
carácter fatal que la ley establece. (Alessandri y Somarriva. Derecho Civil De las
Obligaciones. Pág. 457)

El autor mexicano Ernesto Gutiérrez y González la define como “la sanción que se
pacta o se impone por la ley a la persona que, dentro de un plazo convencional o legal, no
realiza voluntariamente y conscientemente la conducta positiva para hacer que nazca, o

21
para que se mantenga vivo un derecho sustantivo o procesal” (Derecho de Obligaciones 5a
Ed. Edit. Cajica, Puebla México. 1978. Pág. 857)

Nuestra Corte Suprema, se ha pronunciado en un sinnúmero de fallos al respecto,


de entre los cuales nos parecen clarificadores los siguientes:

“La caducidad, entendida como una sanción, debe ser conceptualizada como la
extinción de un derecho por falta de manifestación de voluntad por el interesado, dentro
del término establecido por la ley, en orden a realizar las diligencias necesarias para hacer
efectivo el derecho que se le ha conferido. Tal sanción puede ser aplicada de oficio por el
tribunal, en el ejercicio de su jurisdicción y atiende, especialmente, a la negligencia
demostrada por el titular de un derecho al permanecer en la inactividad por determinado
tiempo"; "en consecuencia, es la actividad o interés del titular el que debe necesariamente
ser expresado dentro del plazo legal, pero, ciertamente, debe ser manifestado en la forma
establecida por la ley" (Corte Suprema, 25 de mayo de 2004, 4ª Sala, rol Nº 2.683-03,
"Gastón Moraga Guajardo con Nisa Navegación S.A.")

“Quinto: Que al respecto cabe señalar que la caducidad, esto es, “la extinción de un
derecho por el incumplimiento del interesado, dentro del término estipulado, de las
obligaciones que se le imponen expresamente por la ley pertinente , en nuestro
ordenamiento jurídico carece de un tratamiento orgánico, lo que no obsta a que en
numerosas oportunidades se haga referencia a ella como una sanción por no ejercer un
derecho o no ejecutar un acto o ejercerlo extemporáneamente quedando, en
consecuencia, ineficaces. Como ejemplos pueden citarse la Ley de Letras de Cambio y
Pagarés, que prevé el “perjuicio de la letra; la Ley sobre Cuentas Corrientes Bancarias y
Cheques, que establece la caducidad si el cheque es presentado a cobro fuera de los plazos
por ella regulados y el Código de Minería, el que la regula para los casos en que en los
trámites de constitución de una pertenencia minera no se haya cumplido con los requisitos
y actuaciones para los que se establecen plazos fatales, entre otros.”(C. Suprema 6 de
octubre de 2010. Rol 5666-10)

22
En síntesis, la caducidad es una sanción por la falta de ejercicio oportuno de un
derecho.

En materia laboral, esta institución ha sido tratada por los juristas y profesores
señores Thayer y Novoa, quienes señalan que, en relación a estos plazos por ser de
caducidad, “se precisa que la demanda se interponga dentro de dicho plazo, sin que sea
necesaria su notificación. Asimismo, por ser un plazo de caducidad puede ser declarado de
oficio por el Tribunal” (Manual de Derecho del Trabajo. Tomo III. Pág. 106)

Sobre este punto ha fallado, entre otros, la Iltma. Corte de Apelaciones de


Temuco, en fallo de fecha 17 de mayo de 2013 que señala en lo pertinente:

“2.-Que, el artículo 486 del Código del Trabajo, señala, en su inciso final, que: “La
denuncia a que se refieren los incisos anteriores deberá interponerse dentro de sesenta
días contados desde que se produzca la vulneración de derechos fundamentales alegada.
Este plazo se suspenderá en la forma a que se refiere el artículo 168”, plazo que al ser de
caducidad opera ipso jure.

3.-Que, habiéndose producidos, con fecha 13 de septiembre de 2012, los hechos


específicos que fueron objeto de la denuncia formulada el 7 de enero del 2013, es posible
constatar que a la fecha de la denuncia habrían transcurrido prácticamente cuatro meses,
plazo que supera en exceso los 60 días que dispone el artículo 486 del Código del Trabajo.
7 de enero de 2013”. (Rol 76-2013).

Por su parte, el Juzgado de Letras del Trabajo de Coyhaique, en causa RIT T- 3-


2016. , ha señalado en lo pertinente:

“NOVENO: Que considerando que el artículo 486 inciso final del Código del Trabajo
dispone: "La denuncia a que se refieren los incisos anteriores deberá interponerse dentro
de sesenta días contados desde que se produzca la vulneración de derechos fundamentales
alegada…” Que aplicada dicha disposición al caso materia de autos lleva necesariamente a
este juez a concluir que la acción de tutela laboral interpuesta en autos había caducado a
la fecha de interposición de la demanda. En efecto, la denuncia, fue presentada con fecha

23
1° de febrero de 2016. De esta forma, la presentación de la denuncia con la fecha
señalada, según aparece del timbre cargo del tribunal se hizo, al menos, 76 días hábiles
después de que se produzca la supuesta vulneración de derechos denunciada, excediendo
el plazo máximo de sesenta días hábiles contados desde la vulneración denunciada. Una
interpretación contraria, convertiría a la acción hecha valer en el proceso, en permanente,
haciendo inoficiosa la limitación legal temporal contemplada en el artículo 486 inciso final
del Código del Trabajo, disposición que se remite claramente a la época de la vulneración
que se alega y no al momento en que se tome conocimiento de ella por el Servicio. De este
modo, no resulta pertinente, obviar el origen de la conducta que se denuncia, con el
argumento de que sus efectos se siguen produciendo en el tiempo, como lo afirma la
denunciante al evacuar el traslado de la excepción de caducidad, porque con ello se estaría
extendiendo y perpetuando artificialmente la oportunidad legal de una acción de
características tan especiales como la intentada. Además, se debe tener en consideración
que conforme a lo dispuesto en el artículo 486 del Código del Trabajo, la Inspección del
Trabajo cuando toma conocimiento de una vulneración de Derechos Fundamentales,
deberá denunciar los hechos al tribunal competente y acompañar a dicha denuncia el
informe de fiscalización correspondiente, entendiéndose que se persigue el ejercicio de sus
facultades de investigación y así obtener, en términos generales, y en una primera
aproximación, los elementos necesarios para formular la denuncia en sede jurisdiccional y
determinar la prueba que debe ser rendida en la misma y, por lo mismo, no pretende
originar un acto administrativo concluyente, que deba reunir las exigencias propias del
debido proceso para arribar, eventualmente, a una resolución decisiva y categórica. En
consecuencia, la acción de tutela laboral ejercida por la Inspección del Trabajo ejercida
conforme a lo dispuesto en el artículo 486 inciso 5º del Código del Trabajo, se encontraba
caduca a la fecha de la presentación de la demanda – 1° de febrero de 2016- lo que así se
declarará. DÉCIMO: Que atendido lo resuelto en el motivo precedente, no se emitirá
pronunciamiento sobre el fondo de la acción demandada.

Y visto lo dispuesto en los artículos 19 Nº 1 y 4 de la Constitución Política la


República, 485, y 486 del Código del Trabajo, se declara: I.- Que se acoge la excepción de

24
caducidad opuesta por la denunciada. II.- Que no se condena en costas a la denunciante
por estimar el tribunal tuvo motivo plausible para litigar. Regístrese, notifíquese y
oportunamente archívese.”

En este mismo sentido ha resuelto la sentencia del Juzgado de Letras de


Valparaíso, RIT S- 26-2010: “Así las cosas, no resulta pertinente, obviar el origen de la
conducta que se denuncia, so pretexto de que sus efectos se siguen produciendo en el
tiempo, porque con ello se estaría extendiendo y perpetuando artificialmente la
oportunidad legal de una acción de características especialísimas”.

Y en el mismo sentido el fallo RIT S-33-2009 del mismo Tribunal.

“Se debe resaltar que el legislador ha querido en este caso dar la mayor certeza
jurídica posible y no utilizó la fórmula que se establece para los recursos de protección en
el cual el plazo se cuenta desde la ocurrencia de los hechos o desde que se tuvo
conocimiento cierto de los mismos.

Lo anterior, es explicable puesto que nos encontramos frente a un derecho


sancionatorio que aplica una multa y además una pena penal.

En efecto, aparte de la multa que en si es una pena, el hecho de incurrir en una


vulneración de derechos fundamentales trae aparejada la sanción en el artículo 4º de la
Ley N° 19.886, que impide a la condenada por dicha infracción negociar con el Estado por
dos años. Esta pena es una pena penal de acuerdo a lo establecido en el artículo 8º de la
Ley N° 20.393, sobre responsabilidad penal de las personas jurídicas que señala que:
“Serán aplicables a las personas jurídicas una o más de las siguientes penas: 2) Prohibición
temporal o perpetua de celebrar actos y contratos con los organismos del Estado.”

Es evidente que el legislador no ha querido dejar en la incertidumbre una situación


que trae aparejada una sanción laboral como es la descrita y el plazo de interposición de
las acciones en el caso de las presuntas vulneraciones de derechos, debe regirse
estrictamente por lo dispuesto en la ley, en este caso, un plazo de 60 días y en ningún caso
más allá de 90 días de ocurrido el hecho, sin que se posible interpretar de alguna otra

25
forma, so pena de transformar las acciones en imprescriptibles, lo que atenta contra
principios básicos del derecho.

Sobre este punto la I. Corte de Apelaciones de Santiago en causa Rol N° 1408-2011


de fecha 23 de noviembre de 2011, ha señalado que la tesis de las conductas de carácter
permanente que permitan contar los plazos desde que estas cesan en el tiempo “no
encuentra ningún fundamento legal ni reglamentario que la avale”.

En consecuencia, la denuncia de autos ha sido presentada por la denunciante,


vencidos todos los plazos legales, o la menos respecto de todos aquellos hechos ocurridos
con anterioridad a 60 días contados hacia atrás desde la fecha del auto despido, esto es
desde el 13 de marzo de 2020.

En consecuencia, se solicita en esta parte, se sirva acoger a tramitación la presente


excepción de caducidad, sirviéndose en definitiva acogerla, y rechazar la denuncia de
tutela laboral en todas sus partes y con expresa condena en costas.

III.2.3 En subsidio, defensas en cuanto al fondo de la denuncia de tutela laboral.

En subsidio de lo anterior, y para el improbable evento de que S.S. rechazare en


forma total o parcial la excepción de caducidad opuesta en el numeral III.2.2 precedente,
venimos en realizar nuestras defensas de fondo en contra de la acción de tutela laboral
incoada en estos antecedentes de acuerdo se argumenta a continuación:

III.2.3.1 Incumplimiento del artículo 490 del Código del Trabajo en relación con lo
dispuesto en el artículo 446 del mismo cuerpo legal-

La denunciante en el presente caso solicita que se declare que se han vulnerado


sus derechos fundamentales. Para ello, se vale de un relato absolutamente genérico y
falso, a tal punto que no permite sustentar una denuncia de esta naturaleza, ni siquiera a
modo indiciario, a diferencia de lo que astutamente pretende hacer, dando una suerte de
nómina de los eventuales indicios, pero que se sustentas en hechos caducos, o a lo menos
vetustos y faltos de conexión, y especificación para que el tribunal de S.S. pueda

26
considerarlos como indicios propiamente tal, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 493
del Código del Trabajo. En efecto, del texto de denuncia se advierte una absoluta
indeterminación al momento de hacer referencia a la denuncia de tutela, intentando
incluso confundir a S.S. respecto a la procedencia de la acción incoada, al ser al mismo
tiempo de actos ocurridos durante la relación laboral y a su vez con ocasión del
autodespido, existiendo acciones distintas para cada hipótesis. Al respecto se limita a
efectuar alegaciones de derecho, disfrazadas también de tintes constitucionales, que no
otorgan sustento a la pretensión.

En este sentido:

- No se indica con claridad ni precisión las fechas exactas en que se habían perpetrado
los supuestos actos vulneratorios en su contra, sindicando de un modo
completamente genérico y vago, años y meses, a excepción de lo ocurrido el día 23 de
enero de 2020.
- No informa a S.S. la relación de causalidad entre los supuestos actos y omisiones y los
eventuales daños o afectaciones de derechos fundamentales que habría sufrido.
- No existe claridad en el libelo pretensor de cómo y cuándo se habrían vulnerado las
garantías constitucionales y derechos fundamentales de la sra. Muñoz, puesto que no
se consigna con precisión qué hechos habrían sido los vulneratorios.

Las graves omisiones de las que adolece la denuncia a las que ya hemos hecho
referencia, no son irrelevantes y determinan que el libelo pretensor en sí sea insuficiente
para poder sustentar lo que por medio de él se pretende. En efecto, en el presente caso la
denunciante se ha limitado a presentar alegaciones absolutamente genéricas e imprecisas
respecto a su teoría del caso, tanto en lo que respecta a la acción de tutela como a la
justificación del despido indirecto. Lo que pretende la actora, es obtener indemnizaciones
improcedentes, por medio del uso abusivo y torcido de la acción de tutela laboral.

La indeterminación y vaguedad de la presente demanda queda más claro aún si


analizamos su contenido con más detención. Es del caso SS., que la demanda de autos no
cumple con lo dispuesto en el artículo 490 y 446 del Código del Trabajo, en el sentido de

27
señalar una exposición clara y precisa de los hechos constitutivos de vulneración alegada.
En efecto, el artículo 490 señala:

“Artículo 490: La denuncia deberá contener, además de los requisitos generales que
establece el artículo 446, la enunciación clara y precisa de los hechos constitutivos de la
vulneración alegada acompañándose todos los antecedentes en los que se fundamente.

En el caso que no los contenga, se concederá un plazo fatal de cinco días para su
incorporación”.

En la especie y según ya hemos señalado, la actora en su denuncia se limita a hacer


fundar su acción en los hechos que habrían acaecido durante la relación laboral,
formulando quejas de diversa índole al respecto, y que por cierto, jamás fueron
reclamadas por la sra. Muñoz ni al interior de la empresa, ni ante a la autoridad
administrativa laboral, ni mucho menos en sede jurisdiccional.

De esta forma, se advierte que la demanda de autos no cumple con lo dispuesto en


el artículo 490 del Código del Trabajo, dejando a mi representada en la más completa
indefensión, no pudiendo controvertir específicamente en los hechos las vulneraciones
alegadas.

Sobre la falta de fundamentos de la demanda, debemos recordar que son


requisitos mínimos de la misma, los contenidos en el artículo 446 del Código del Trabajo,
esto es, “(…) ciertas enunciaciones que obligatoriamente debe contener la demanda.

El artículo 446 del Código del Trabajo, en su inciso primer establece:

“La demanda se interpondrá por escrito y deberá contener:

1. La designación del tribunal ante quien se entabla;

2. El nombre, apellidos, domicilio y profesión u oficio del demandante y en su caso de las


personas que lo representen, y naturaleza de la representación;

3. El nombre, apellidos, domicilio y profesión u oficio del demandado;

28
4. La exposición clara y circunstanciada de los hechos y consideraciones de derecho en que
se fundamenta, y

5. La enunciación precisa y concreta de las peticiones que se someten a la resolución

del tribunal” (El destacado es nuestro).

Así, atendido el evidente incumplimiento al artículo 490 y 446 N° 4, del Código del
Trabajo en que incurre la denuncia, esta parte no podrá ser condenada, por no existir una
exposición clara y circunstanciada de los hechos en el libelo que constituirían las
vulneraciones a derecho fundamentales alegada, dejándose en una indefensión fáctica y
procesal a mi representada.

Por lo demás debemos recordar que el actor no podrá ampliar por vía de prueba
las deficiencias de su denuncia.

Insistimos S.S. que la acción de tutela laboral de derechos fundamentales


interpuesta en estos autos resulta ser improcedente por una razón de forma, en todo
aquello que diga relación con hechos denunciados como ocurridos VIGENTE LA SUPUESTA
RELACION LABORAL.

En efecto, como ya se ha señalado en lo principal de esta contestación, el


legislador laboral contempla la acción de tutela laboral de derechos fundamentales en el
artículo 485 y siguientes del Código del Trabajo, distinguiendo claramente entre las
eventuales vulneraciones ocurridas durante la relación laboral y aquellas ocurridas con
ocasión del despido. Así el artículo 486 del Código del Trabajo se refiere a la acción de
tutela por hechos ocurridos durante la relación laboral, mientras que el artículo 489 del
mismo cuerpo legal se refiere a la acción de tutela por vulneraciones ocurridas con
ocasión del despido.

En el presente caso no cabe lugar a dudas, respecto de que la acción incoada tiene
como principal fundamento, supuestos actos ocurridos durante la supuesta relación
laboral, esto es, antes del despido de la actora.

29
En ese sentido, y si S.S. considerare que la denuncia que en este acto se contesta
es una acción por vulneración de derechos con ocasión del despido indirecto, todas
aquellas situaciones que describe el actor como vulneratorias y ocurridas vigente la
relación laboral, deben ser desestimadas por S.S.

Adicionalmente y congruente con lo ya señalado,


debemos señalar que no resulta procedente incoar la acción de tutela por hechos
ocurridos durante la relación laboral después de que esta se ha terminado.

Como se ha dicho y es sabido, la ley distingue dos tipos de acciones de tutela


laboral por vulneración de derechos fundamentales, una por hechos ocurridos durante la
relación laboral y otra relativa a vulneraciones provocadas con ocasión del despido,
contempladas en los artículos 486 y 489 respectivamente. En la primera el contrato de
trabajo (cuya laboralidad del vínculo ha sido controvertido en la especie) se encuentra
vigente al momento del ejercicio de la acción de tutela laboral, exigencia que no se
cumple en el presente juicio, ya que el despido indirecto tuvo lugar el día 13 de marzo de
2020 y la demanda se interpuso el 14 de abril de 2020.

Ello, y como bien sabrá S.S., porque la tutela laboral de derechos fundamentales
tiene como objeto hacer cesar las vulneraciones a los derechos de los trabajadores
mientras la relación laboral se encuentra vigente. Por otro lado, si la vulneración se
produce con ocasión del despido del trabajador, se contempla una acción de tutela cuyo
objeto es sancionar los actos vulneratorios que se produzcan en el acto del término
mismo de la relación laboral.

Por lo expuesto, no es posible entonces presentar una acción de tutela por hechos
ocurridos durante la relación laboral, cuando la relación laboral ya ha expirado.

III.2.3.2 Inexistencia de reclamos previos al despido, por parte de la actora, sobre actos
vulneratorios a sus derechos fundamentales perpetrados por el empleador.

A mayor abundamiento S.S., y en lo tocante al fondo de la acción deducida,


vinculado con lo recién expuesto, la sra. Muñoz nunca presentó ningún reclamo al interior

30
de la empresa, ya sea por acoso laboral, mobbing, hostigamiento, vejámenes o cualquier
otra figura, por los hechos que relata en su demanda como vulneración de derechos
fundamentales.

Tampoco presentó reclamo en sede administrativa, esto es ante la Dirección del


Trabajo o alguna de sus reparticiones para que haya iniciado un proceso de fiscalización e
investigación en contra de Blanco y Negro S.A. por lo denunciado, y menos aún, dedujo en
tiempo y forma alguna denuncia por tutela laboral en sede jurisdiccional por los sucesos
ya relatados por el actor y refutados por esta parte.

De ello S.S. se obtiene el artificio de la presente acción, la cual se sustenta en


hechos completamente falsos y exasperados por parte de la contraria, la cual pretende en
definitiva abultar de manera injusta la cuantía de su demanda a través de la interposición
de la acción de tutela laboral.

III.2.3.3 En subsidio, negación de los supuestos actos vulneratorios a los derechos


fundamentales y garantías constitucionales de la actora.

En subsidio, derechamente esta parte niega y controvierte categóricamente todas


las acusaciones contenidas en la denuncia, relativas a actos de hostigamiento, acoso
laboral, presiones indebidas, asilamientos, burlas, actos de discriminación, desalojos y
mobbing, y cualquiera otro que supuestamente fuera ejecutado en contra de doña Ana
Muñoz Ortiz, y en fin, cualquier clase o especie de acos u omisiones que se puedan
considerar como lesivas a sus derechos fundamentales y garantías constitucionales, por
los cuales supuestamente se autodespidió, invocando para ello las causal es de los
artículos 160 N° 7 y 160 N°1 del Código del Trabajo, toda vez que ello nunca ha sido así, y
será obligación de la contraria acreditar sus dichos, ya que, según estimamos, no han sido
proporcionados por la denunciante indicios suficientes que coloquen a esta parte en la
necesidad de probar o acreditar la razonabilidad y proporcionalidad de las medidas
adoptadas, en consonancia a lo dispuesto por el artículo 493 del Código del Trabajo.
Corolario de lo anterior, es que la denunciante será quien deberá acreditar toda la
veracidad de sus alegaciones.

31
III.3 En cuanto a la acción de despido indirecto. Improcedencia de la misma.

III.3.1 Improcedencia de la acción de despido indirecto en al caso concreto al no existir


relación laboral entre las partes.

Como bien S.S. sabrá, el despido indirecto propiamente tal y su acción e


indemnizaciones asociadas, tiene procedencia única y exclusivamente para una relación
efectivamente de carácter laboral y no civil.

De acuerdo a lo argumentado y acreditable en el numeral III.1 precedente, en el


caso de marras no existió una relación laboral, sino que una de carácter civil entre la
actora y mi representada, motivo por el cual desde ya deberá rechazarse por S.S. la acción
por despido indirecto del caso de marras y todas las indemnizaciones y sanciones que se
pretenden a su respecto.

De esta manera, el contrato de prestación de servicios de carácter civil culminó el


día 13 de marzo de 2020, momento en el cual la sra. Muñoz dejó de prestar servicios para
mi representada.

III.3.2 En subsidio, La carta de despido indirecto de fecha 13 de marzo de 2020 no fue


entregada a Blanco y Negro S.A. ni recibida por medio alguno por la misma.

Solo tomó conocimiento del despido indirecto de la actora mediante la


interposición de la presente acción. Con anterioridad, solo había percibido que la sra.
Muñoz no fue más a ejercer sus labores, a la nueva oficina que se le había proporcionado
en el Estadio Monumental durante enero de 2020. Tampoco se le vio asistir más a las
canchas de entrenamiento de la Escuela Femenina.

En razón de lo anterior, corresponderá a la contraria acreditar el cumplimiento de


las formalidades del autodespido de la sra. Muñoz.

III.3.3 En subsidio, Los hechos señalados en la carta de despido indirecto de la actora no


son efectivos. Despido indirecto incausado por las razones que indica.

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Para el evento de que S.S. estime que entre las partes hubo una relación de
carácter laboral y no civil, la carta de autodespido o de despido indirecto – que esta parte
pudo examinar recién mediante los documentos que fueron acompañados por la actora
en su demanda - se base fundamentalmente en los mismos hechos negados por esta
parte tanto en el acápite II de esta presentación como en el acápite III, siendo los mismos
que esboza para alegar la supuesta vulneración de derechos fundamentales.

Al ser así, esta parte niega y controvierte todos los hechos expuesto en la carta de
despido indirecto de la actora doña Ana Marcela Muñoz Ortiz, señalando que ninguno de
ellos son efectivos, teniendo la denunciante la carga procesal de acreditar según la ley,
todos y cada uno de los hechos en que funda su despido indirecto, invocando para ello las
causales de término de los artículos 160 N°1 y N°7 del Código del Trabajo.

Ahora bien, la denunciante deberá acreditar la procedencia de ambas causales de


término acreditando la veracidad de los dichos contenidos en tal carta de despido
indirecto, los cuales han sido controvertidos por esta parte.

Pero la carta de auto despido o despido indirecto, no señala con exactitud la causal
de despido invocada por el Art. 160 N°1, como se puede desprender de la siempre lectura
de la misma, la cual solo menciona a tal norma, sin indicar la letra correspondiente,
dejando en indefensión a esta parte.

Sobre el particular, señala el artículo 160 N°1 del Código del Trabajo lo siguiente:

Art. 160. El contrato de trabajo termina sin derecho a indemnización alguna cuando el
empleador le ponga término invocando una o más de las siguientes causales:

1.- Alguna de las conductas indebidas de carácter grave, debidamente comprobadas, que
a

continuación se señalan:

Para luego enumerar tal norma el catálogo taxativo de esta causal en letras que
van de la a) a la f).

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Pues bien, de la lectura de la carta de autodespido de fecha 13 de marzo de 2020,
no se señala en la misma que numeral del artículo 160 N°1 del Código del Trabajo es el
que se invoca para el despido indirecto de la sra. Muñoz, razón por la cual,
indefectiblemente el despido indirecto ha de ser injustificado, por cuanto no se indica por
que causal de despido en concreto procedió a auto despedirse la trabajadora.

En consecuencia, el despido injustificado resulta ser incausado, debiendo ser


rechazada por este motivo además la presente demanda de despido indirecto.

Las causales de término por despido indirecto, se han interpuesto en forma


CONJUNTA, de tal manera que para que pueda ser considerado como justificado el
autodespido de la actora, aparte de que esta deba acreditarlo, entendemos que deberán
probarse y acreditarse AMBAS causales de despido, y no solo una de ellas o ninguna. Pues
bien, en el caso concreto, una de las causales está incompleta, y por este motivo, al ser
invocadas en forma conjunta, el vicio de una afecta a todo el despido indirecto, siendo en
consecuencia incausado, y por tanto improcedente, teniendo que S.S. negar lugar a la
demanda de autos en este extremo.

III.4 En cuanto a la Nulidad del Despido. Improcedencia de la misma.

De acuerdo a lo ya detalladamente argumentado en el numeral III.1 y sus


subnumerales de esta presentación, en lo correspondiente a la naturaleza civil y no
laboral del vínculo habido entre doña Marcela Muñoz Ortiz y Blanco y Negro S.A., se hace
improcedente entonces la sanción de la nulidad del despido pretendida por la actora en su
libelo pretensor, dado que efectivamente al haber sido pagado mediante boletas de
honorarios los servicios que prestaba doña Marcela Muñoz a mi representada, sin mediar
vínculo de subordinación y dependencia, no existió nunca a lo largo del tiempo la
obligación de mi representada de haber pagado cotizaciones de seguridad social de
ninguna índole de la actora, razón por la cual, la sanción de nulidad del despido deberá
también ser rechazada en todas sus partes por S.S.

III.5 Defensa Negativa

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Sin perjuicio de las afirmaciones vertidas en lo precedente, esta parte asume una
defensa negativa en todo aquello que no haya sido reconocido expresamente en esta
contestación. De esta forma, esta parte señala que nada de lo sostenido por la actora en
su denuncia y demanda es efectivo.

IV. Respecto a las indemnizaciones y prestaciones demandadas demandados.

Por todos los motivos ya referidos y argumentados en el cuerpo de este escrito,


esta parte niega y desconoce adeudar todos los conceptos por indemnizaciones,
prestaciones y demás sanciones pretendidos en la parte petitoria del libelo pretensor, no
siendo ellos procedentes en atención a que entre las partes existió un contrato de
carácter civil y no laboral, y por otro lado, no se ejerció en caso alguno por ningún
personero ni representante de Blanco y Negro S.A. acto u omisión constitutiva de
derechos fundamentales de la actora.

Sin perjuicio de lo anterior, y para el improbable evento de que S.S. determinare


que entre las partes hubo una relación de carácter laboral, esta parte viene en oponer
EXCEPCION DE PRECRIPCION respecto a los siguientes conceptos demandados:

6) Diferencia en las remuneraciones de los meses de abril 2014 a marzo 2020, equivalente
al componente en especie de sus remuneraciones y que se dejaron de pagar de un
momento a otro, siendo esto un derecho adquirido y parte integrante de la remuneración
de la actora, suma que asciende a $5.800.000.- Se opone excepción de prescripción en
todo aquello que sea anterior al mes de marzo de 2018, en conformidad al artículo 510
del Código del Trabajo, no reconociéndose adeudar tampoco diferencias por el periodo
siguiente.

POR TANTO; en mérito de lo expuesto, y de las normas legales citadas, y de las


demás aplicables a la materia,

RUEGO A S.S.: se sirva tener por contestada la denuncia por vulneración de


derechos fundamentales en procedimiento de tutela laboral, demanda de despido
indirecto, nulidad del despido y cobro de prestaciones laborales interpuesta en estos

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autos por doña Ana Marcela Muñoz Ortiz, ya individualizada, en contra de mi
representada, Blanco y Negro S.A., sirviéndose en definitiva S.S., rechazarla en todas sus
partes, con expresa condena en costas.

OTROSI: Que en este acto, vengo en contestar la demanda subsidiaria de despido


indirecto, reconocimiento de relación laboral, nulidad del despido y cobro de prestaciones
laborales deducida en estos autos por doña Marcela Muñoz Ortiz, ya individualizada, en
contra de Blanco y Negro S.A., ya individualizada, sirviéndose en definitiva S.S., rechazarla
en todas sus partes, no dando lugar a ninguna de las indemnizaciones ni prestaciones
demandadas, con expresa condena en costas, por todos los argumentos de hecho y de
derecho expuestos por esta parte en lo principal de esta presentación, los que por
motivos de economía procesal se dan por expresamente reproducidos para todos los
efectos legales, solicitando al mismo tiempo a S.S. declarar que el autodespido de la
actora es improcedente en razón de tratarse el vínculo contractual que unió a las partes
en uno de naturaleza civil y no laboral, o en su defecto, un autodespido injustificado,
correspondiendo en consecuencia, y legalmente, a una renuncia voluntaria; rechazando
asimismo la sanción de nulidad del despido y cobro de prestaciones por las mismas
razones ya vertidas en el cuerpo de este escrito, todo con costas.

POR TANTO; en mérito de lo expuesto, y de las normas legales citadas,

RUEGO A S.S.: se sirva tener por contestada la demanda por despido indirecto,
reconocimiento de relación laboral, nulidad del despido y cobro de prestaciones laborales,
interpuesta en estos autos por doña Ana Marcela Muñoz Ortiz, ya individualizada, en
contra de Blanco y Negro S.A., ya individualizada, sirviéndose en definitiva S.S., rechazarla
en todas sus partes, con expresa condena en costas.

EDUARDO Firmado digitalmente


por EDUARDO
CARLOS CARLOS ZARHI
ZARHI HASBUN
Fecha: 2020.07.08
HASBUN 19:35:54 -04'00'

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