0% encontró este documento útil (0 votos)
217 vistas11 páginas

Definiciones de Muerte y Resurrección

Este documento define la muerte y la resurrección desde diferentes perspectivas. Explica que la muerte es el fin del proceso homeostático y de la vida de un ser vivo. Luego explora las concepciones de la muerte en varias religiones como el cristianismo, budismo y griega antigua. También discute las creencias sobre lo que ocurre después de la muerte, incluyendo la resurrección en el cristianismo. Finalmente, analiza el concepto de muerte en la masonería como una "muerte simbólica" que da paso a un renacimiento esp
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
0% encontró este documento útil (0 votos)
217 vistas11 páginas

Definiciones de Muerte y Resurrección

Este documento define la muerte y la resurrección desde diferentes perspectivas. Explica que la muerte es el fin del proceso homeostático y de la vida de un ser vivo. Luego explora las concepciones de la muerte en varias religiones como el cristianismo, budismo y griega antigua. También discute las creencias sobre lo que ocurre después de la muerte, incluyendo la resurrección en el cristianismo. Finalmente, analiza el concepto de muerte en la masonería como una "muerte simbólica" que da paso a un renacimiento esp
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 11

DEFINICIONES DE MUERTE Y RESURRECCIÓN

La muerte (a veces referida por los eufemismos deceso, defunción, fallecimiento, finamiento,
óbito, expiración, perecimiento, fenecimiento o cesación) es un efecto terminal que resulta de la
extinción del proceso homeostático en un ser vivo; y con ello el fin de la vida.

Establecer el origen etimológico de la palabra muerte nos lleva a trasladarnos hasta el latín. Y es
que en concreto descubrimos que aquella procede del vocablo latino mors, mortis que es el que
daría lugar con el paso del tiempo al verbo morir.

La muerte es el término de la vida a causa de la imposibilidad orgánica de sostener el proceso


homeostático. Se trata del final del organismo vivo que se había creado a partir de un nacimiento.

Existen distintos tipos de muerte. Así, en primer lugar, podríamos hablar de la llamada muerte
natural que, como su propio nombre indica, es aquella que se produce a consecuencia de la vejez
que tiene la persona en cuestión.

Pero, por otro lado, está la llamada muerte violenta que es aquella que experimenta alguien a raíz
bien de un traumatismo contundente y de forma fortuita o bien como consecuencia de que otro
individuo ha decidido acabar con su vida. Así, alguien muere de muerte violenta cuando es víctima
de un asesino u homicida.

Muerte

El concepto de muerte, de todas maneras, ha variado a lo largo de la historia. En la antigüedad se


consideraba que la muerte, como evento, tenía lugar cuando el corazón dejaba de latir y el ser
vivo ya no respiraba. Con el avance de la ciencia, la muerte pasó a entenderse como un proceso
que, a partir de un cierto momento, se vuelve irreversible.

En la actualidad, una persona puede haber dejado de respirar por sus propios medios y, sin
embargo, seguir con vida a través de un respirador artificial Por otra parte, puede hablarse de
muerte cerebral para hacer referencia al cese completo e irreversible de la actividad cerebral.

Más allá de la biología, existe una concepción social y religiosa sobre la muerte. Se suele
considerar a la muerte como la separación del cuerpo y el alma. Por lo tanto, la muerte implicaría
el final de la vida física pero no de la existencia. La creencia en la reencarnación también es
bastante común.

Un esqueleto cubierto con una especie de túnica y una guadaña es el símbolo de la muerte. A la
Muerte como figura se la conoce como Parca. Por ejemplo: “Cuando la Parca viene a buscarte, no
hay nada que hacer”

Importancia de la muerte

La muerte es algo sumamente natural. Si la muerte no fuera inevitable, los organismos estarían
sometidos a una competencia feroz por los recursos, o quizá ni siquiera habría vida en absoluto.
Desde un punto de vista científico, la vida es un punto de equilibrio autosustentado en el que se
mantienen las criaturas mientras sean capaces de tomar del medio ambiente lo que necesitan
para ello.
La muerte es el aumento de la entropía o del gradiente de desorden dentro de los sistemas
vivientes. Eventualmente, el desorden crece, y el sistema colapsa. Ocurre en todos los sistemas
termodinámicos que la física es capaz de describir, y ocurre también con los seres vivos:
eventualmente, decaen y mueren, y retornan al ciclo de la naturaleza toda la energía química y la
materia que se hallaba acumulada en sus cuerpos.

Esta imagen es motivo de veneración y culto en muchas tradiciones culturales, como las Catrinas
en México, populares durante la celebración del Día de los muertos, o San La Muerte en otras
naciones hispanoamericanas.

¿QUÉ HAY DESPUÉS DE LA MUERTE?

Esta es la gran pregunta a la que nadie ha encontrado una respuesta científica. Es decir, nadie que
haya experimentado la muerte puede “volver” para contarnos lo que es, y quienes la
presenciamos desde “afuera”, simplemente vemos el cese de las funciones vitales, la pérdida de la
conciencia (de haberla) y la lenta pero indetenible descomposición del cuerpo.

Las religiones intentan otorgarle una explicación de la muerte, y al mismo tiempo en indicar algún
consuelo, algo que nos permita vivir la vida en paz, a sabiendas de que la muerte es,
sencillamente, impredecible e inevitable. De hecho, algunas de las respuestas al respecto de las
principales tradiciones místicas o paranormales son:

Según la tradición monoteísta. Que comparten las religiones del cristianismo, el judaísmo y el
islam, la muerte es el instante de separación del cuerpo y el alma, siendo el primero perecedero y
efímero, pero la segunda eterna y elevada. Sin embargo, estas religiones comparten también la
idea de que las almas, despojadas del cuerpo, serán sometidas a juicio por Dios, quien evaluará si
son merecedoras de la salvación eterna, descrita de modos muy distintos como un espacio de
gracia y plenitud junto a Dios; o bien del castigo eterno, y por ende del infierno, donde serán
sometidas a sufrimientos para compensar el mal que hicieron en su paso por la Tierra. Los criterios
con los que las almas deberán ser juzgadas, sin embargo, varían de una religión a la otra e incluso
de una iglesia a la otra, dentro de las sectas de una misma religión.

Según la tradición budista. También llamada védica, la vida sería una rueda de reencarnaciones en
la que se está constantemente volviendo, aunque no necesariamente bajo forma humana:
aquellos que vivan sus vidas de un modo profano y brutal, descenderían en la escalera de la vida,
encarnando en criaturas cada vez más básicas; pero aquellos que persigan la iluminación y
procuren trascender sus limitaciones emocionales, desapegándose del mundo y sus apetitos
mundanos, se elevarán en la rueda hasta alcanzar el nirvana, el estado de gracia que alcanzó el
Buda, y podrán escapar a la eterna repetición de los sufrimientos vitales.
Según la tradición religiosa de la Grecia Clásica. Las almas de los difuntos viajaban al Inframundo,
también llamado Hades, un lugar en el cual eran meras sombras ambulantes en un viaje hacia la
reencarnación, conocida por los griegos como la «Transmigración de las almas». En el inframundo
las almas podrían beber las aguas del Lete o Leteo, el río del olvido, y dejar atrás su vida pasada,
para luego volver a nacer como otra persona.

Según las especulaciones de lo paranormal. Existiría un “mundo de los muertos” al que vamos a
dar todos los mortales, pero en el que algunos podrían descansar en paz y dejar ir su vida pasada,
y otros en cambio se aferrarían a ella, atormentados por una muerte violenta o prematura, o por
un amor incontenible por una persona todavía viviente. Y así nacerían los fantasmas, los espectros
o las apariciones, también conocidas como “almas en pena”.

CONCEPTO DE LA MUERTE PARA LA MASONERÍA.-

El concepto de “ muerte “ está presente en las Ceremonias Masónicas, desde el primer instante en
que el “ Candidato” llega a un Templo para ser “ Iniciado” en la Institución, que por razones obvias
nadie está autorizado a darlas a conocer .Pero allí se encuentra con el concepto de “ muerte”
simbólica”.

La importancia de este tema, se refleja en las solemnes e importantes Ceremonias fúnebres que
todos pueden observar en la sepultación de un miembro de la Institución en los cementerios. Allí,
todos los miembros con las manos entrelazadas despiden al Hermano que se va al “ Oriente
Eterno”.

Al respecto ,cabe recordar que antiguamente los Masones NO podían ser sepultados en los
cementerios que eran parroquiales ,por lo que la Masonería luchó arduamente por un Estado
Laico, lográndose crear cementerios públicos. He leído el caso del General José de San Martín
( insigne masón) que fue re enterrado al borde de la catedral de Bs. Aires y en estos últimos días,
la intolerancia religiosa de nuevo a ha llegado a Sicilia donde por ley se obligará a los Masones a
declarar públicamente su pertenencia a la Institución.

A través de los años, cada Masón va adquiriendo la certeza de la “ muerte” y como dato ilustrativo
todos debemos saber que el Hombre es el único animal que sabe que un día a de morir y aprende
a no “ temerla” si no a trascender tras ella, por lo que en nuestros Rituales ( ceremonial propio de
un culto, costumbres, conjunto de normas y prácticas) nada se dice del “ más allá” como
contrapartida al Oriente Eterno.

Recapitulando, el concepto de “ muerte” ( en lo personal) no es más que la cesación de la vida,


entendiendo ésta como un organismo biológico en cuya existencia, culmina su ciclo de vida. Por lo
mismo algunos hablan de la Muerte Menor, que es el fin de todo ser vivo que, tiene su carga
genética de ADN y de la Muerte Mayor que está referida a la muerte del ser humano, como ser
supremo, creado a imagen y semejanza del Gran Arquitecto del Universo( Dios).

Si bien, vida y muerte están íntimamente ligadas, la muerte va más allá del criterio restringido, de
la muerte biológica, ya que los fenómenos naturales del macro y microcosmos no tienen una
existencia que culmina en una muerte o final dentro del universo y a la vez dentro del Hombre.
En la Masonería, la “ muerte simbólica” da paso a una Nueva Vida, a un renacer espiritual, por lo
que ¿ habrá alguna otra Institución que venere más al concepto de muerte? Tanto y tanto,
podríamos comentar al respecto, pero la libertad de pensamiento nunca es total, siempre habrá
para algunas mentes timoratas el temor de ser infidentes, por lo demás si algún lector quiere
saber más sobre este concepto mirado desde la óptica masónica, sin problema alguno puede
informarse en la web.

Damos término a esta crónica especial, citando a Machado que dijo que a la muerte no hay que
temerle, porque mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros ya no somos”.

DEFINICIÓN DE RESURRECCIÓN

1. En algunas religiones, vuelta a la vida de alguien que ha muerto.

"los cristianos creen en la resurrección de Jesucristo"

SIGNIFICADO DE RESURRECCIÓN

Andrea Imaginario
Especialista en Artes, Literatura Comparada e Historia

Qué es Resurrección:

La palabra resurrección proviene del latín resurrectio, que quiere decir levantarse de nuevo,
resurgir o alzarse una vez más. Con esta palabra se designa a la acción y efecto de resucitar, de
volver a la vida derrotando a la muerte.

La creencia en la resurrección está vinculada a la interpretación antigua del comportamiento solar,


que cada día nace y muere, solo para volver a nacer al día siguiente.

la resurrección es una figura recurrente en la literatura de la antigüedad. Es atribuida a un misterio


de los dioses, solo realizable por ellos. El conocimiento del poder de resucitar está prohibido a los
seres humanos. Esta idea es común a diferentes sistemas de pensamiento y fe.

La resurrección en la cultura helénica

En la mitología griega la resurrección está presente a través del relato de Asclepio o Escupalio
(nombre romano). Asclepio había aprendido a dominar el arte de sanar a los enfermos al punto de
resucitar a los muertos. Zeus, preocupado por la alteración del orden de las cosas y temeroso de
que este compartiera su conocimiento con los humanos, lo fulminó con un rayo.

También se encuentran rastros de la creencia en la resurrección en los "misterios de Eleusis", una


ciudad de la Antigua Grecia.

La resurrección en la cultura persa


El zoroastrismo o mazdeísmo, religión monoteísta nacida en Persia (Irán) contiene elementos de la
creencia en la resurrección, de donde aparentemente habrían llegado al pensamiento judío, así
como la idea de un mesías, el juicio final, el paraíso y el infierno.

La resurrección en la cultura judía

En el caso de los judíos, la resurrección no era una creencia extendida de todos los creyentes, sino
de algunos grupos. Está vinculada al anhelo de restauración de Israel y era predicada por el partido
de los fariseos, enfrentados por su tradición a los sumos sacerdotes o saduceos.

Para los fariseos, después del fin de los tiempos el pueblo judío vería la gloria de Dios manifestarse
a través de la restauración de Israel en la tierra, y les permitiría a los difuntos resucitar para
disfrutar de este acontecimiento por un tiempo determinado.

En este sentido, los fariseos tendrían, hasta cierto punto, un elemento común sobre el que discutir
con Jesús. En cambio, los saduceos o sumos sacerdotes no solo no creían en la resurrección, sino
que tampoco creían en la vida eterna, motivo por el cual para ellos era tan importante gozar de la
bendición de Dios en vida.

La resurrección de Jesús

Quienes hoy en día representan la fe más extendida en la creencia de la resurrección son los
cristianos. Para los creyentes, Jesús habría resucitado tres días después de haber sido crucificado y
puesto en sepultura. Este sería el signo inequívoco de la divinidad de Jesús. De la fe en su
resurrección se desprende el movimiento de los apóstoles y la expansión del cristianismo por todo
el mundo.

DEFINICIÓN DE RESURRECCIÓN PARA LA MASONERÍA.-

Todos recordamos con cariño nuestra iniciación. Ese especial momento en que dimos ese paso,
muchos, hacia lo totalmente desconocido; otros conscientes y convencidos del paso hacia una
nueva vida, una vida elevada.

Hay aspectos sobre la iniciación que a veces lamentablemente pasamos por alto y es nuestro
deseo detenernos para analizarlos de manera más profunda.

Comenzaremos por analizar, cuál es el sentido en sí de la tradición iniciática y cuál es la función


simbólica de la misma. La vía iniciática primordial es de carácter universal, dado que trasciende
todo sectarismo, confesión o dogma particular. El verdadero camino o senda iniciática es la que
lleva a conocer los misterios superiores del universo y sus fenómenos, elevándose por encima del
plano material para comprender lo puramente espiritual e incognoscible. En este sentido toda vía
iniciática implica una muerte y resurrección o renacimiento; representa el fin, así como el principio
de un ciclo.
Ahora bien, al renacer en la vía iniciática renacemos a una nueva experiencia, se dice que se es un
hombre nuevo. Así igualmente es el nacimiento de cualquier ser humano, hay un principio, una
chispa de vida en medio de la nada y el ciclo comienza. Durante ese ciclo de vida hay un periodo
de gestación y hay un parto, luego del cual vemos la luz dentro del nuevo plano de experiencia
(llamémosle realidad), en el cual iremos expandiendo nuestras capacidades y desarrollando
nuestras habilidades tanto físicas como cognoscitivas.

A partir de este momento, para aquel que en su recorrido por la vida escoge o es escogido para
caminar por la vía iniciática, el ciclo se repite y rara vez somos consciente de ello.

A medida que el hombre se moldea a sí mismo y es a su vez moldeado por sus experiencias se
cuestionará a sí mismo y a los demás infinidad de veces. La incertidumbre o duda, sus
cuestionamientos sobre su propia existencia son la chispa de vida en medio del caos y las tinieblas
que da inicio a este nuevo ciclo en que el hombre irá buscando un propósito y una razón de ser
para su existencia. Ésta es a nuestro parecer, la gestación del nuevo hombre. Lo que consideramos
de primordial importancia en este punto es que a diferencia de su nacimiento, el hombre, es ahora
un ente consciente de sus actos y es encaminado hacia la vía iniciática por medio del despertar de
otro ciclo paralelo dentro de sí mismo: el despertar de su consciencia.

El hombre que ha despertado espiritualmente es como el feto que está listo para salir del vientre a
la nueva experiencia de la vida, a un nuevo mundo donde el aprendizaje será una constante
invariable. Es un recién nacido, su mente, su corazón, están en armonía y a su vez están en blanco,
nada ha corrompido aún su estado primordial y virgen.

Es en este estado que se debe encontrar el hombre como resultado de la introspección y


abandono al propósito de alcanzar una vida elevada, al voluntariamente haber tomado la decisión
de quitar de sí toda huella de negatividad y todo tipo de ataduras, está ahora listo para tomar la
vía iniciática; y recalcamos, este es ahora un acto totalmente voluntario y espontáneo.

Pero esto no es posible sin que el hombre se despoje de sí mismo, debe cerrar el ciclo y
simbólicamente morir en vida (vida profana), para resucitar en el espíritu.

Aquí comienza dentro de esta nueva vida un eterno diálogo con el principio creador, un ciclo
nuevo, el hombre, ahora por encaminarse hacia los más altos ideales y principios, habiéndose
despojado de su vida profana, de su ego, y dispuesto a abrir su mente y su corazón vuelve a ser
como el recién nacido que apenas abre sus ojos a un mundo nuevo, su percepción de la realidad
ha cambiado para siempre, y con ella también… él. No se ha transformado, se ha transmutado. La
iniciación no ha cambiado su aspecto o forma, ha cambiado su esencia y propósito, es un cambio
en la dirección de sus intenciones, el cambio no es físico, es un cambio interno que toca lo
espiritual, se da en un nivel íntimo y permanece su núcleo en lo íntimo, irradiando hacia el exterior
la luz de la verdad en la unidad.

La cámara de reflexión es un sitio para la introspección, es el vientre de la tierra, es el caos de


donde ha de surgir el orden, es el sitio de nuestra gestación, es donde la semilla germina.
¿Pero debemos mirar hacia dentro en búsqueda de qué?

A nuestro parecer; lo que debemos encontrar es nuestro propósito, y de hecho, a esto se nos
incita al hacernos definir cuáles son nuestros deberes para con los demás, para con nosotros
mismos y para con el Gran Arquitecto Del Universo.

Si la gestación de esta vida elevada dentro de nosotros comienza con el despertar de nuestra
conciencia, la luz se ve cuando la voluntad nos hace dar el primer paso hacia nuestro propósito de
alcanzar una vida elevada, en la manera en que personalmente la percibamos como una tarea de
carácter universal como el espíritu mismo y claro está, en armonía con los principios
fundamentales que debemos comprender y que nos brindan el estudio y práctica de la masonería.

Las ceremonias de iniciación solo buscan reforzar exotéricamente lo que ya ha comenzado a


suceder a nivel esotérico dentro del candidato.

El despertar de la consciencia como guía de nuestros actos, la definición de, y el compromiso con
alcanzar nuestro propósito, junto a la voluntad para mantenernos enfocados en nuestra senda
espiritual, son la clave para que realmente entendamos lo que es la adopción de la vía iniciática, lo
que es la muerte del hombre común y corriente, el salir de las tinieblas para abrir mente y corazón
a un entendimiento superior de sí mismo, del universo y de aquel por quien han sido hecho todas
las cosas y sin quien no se ha hecho cosa alguna, de cuantas han sido hechas. La iniciación, es solo
el primer paso en el camino.

La homeostasis (del griego ὅμοιος hómoios, ‘igual’, ‘similar’,1 y στάσις stásis, ‘estado’,
‘estabilidad’2) es una propiedad de los organismos que consiste en su capacidad de mantener una
condición interna estable compensando los cambios en su entorno mediante el intercambio
regulado de materia y energía con el exterior (metabolismo). Se trata de una forma de equilibrio
dinámico que se hace posible gracias a una red de sistemas de control realimentados que
constituyen los mecanismos de autorregulación de los seres vivos. Ejemplos de homeostasis son la
regulación de la temperatura y el balance entre acidez y alcalinidad (pH).

HOMEOSTÁTICO

Relacionado con la homeostasis, que es un estado de equilibrio entre todos los sistemas del
cuerpo. La homeostasis es necesaria para que el cuerpo funcione correctamente.

MELIORISMO Y ECLECTICISMO

por el Q:. H:. Ricardo Igor González Jara

Gentileza de Fernando Palacios


Chile

Introducción

Al hablar de dos conceptos en filosofía distintos, como veremos, son convergentes

y complementarios en su significado masónico.

La francmasonería tiene por finalidad el perfeccionamiento moral, intelectual y

físico del hombre, por consecuencia, el de la sociedad profana.

Con este objeto, insiste a sus adeptos a investigar la verdad y a practicar todas las

virtudes.

Con estas palabras extraídas de nuestros principios, que pueden ser simples pero

profundas, encontramos el significado y trascendencia del eclecticismo y

meliorismo.

El eclecticismo, lo interpretamos como la selección de la mejor verdad, o de lo

mejor de cada escuela filosófica para elaborar un método que nos permita la

conciliación de diferentes pensamientos. En cambio el Meliorismo, si tomamos las

palabras de William James dice:

“El hombre tiene por misión perfeccionar un mundo que es precisamente

susceptible de mejoramiento indefinido”.

Sin duda, que, sin estas herramientas nos seria muy dificultoso o hasta imposible la

búsqueda e investigación de la verdad.

Desarrollo

El meliorismo y el eclecticismo son parte de Nuestras herramientas, métodos y

filosofía, con las cuales nos podemos explicar el porque tomamos lo mejor de cada

escuela y trabajemos para perfeccionarnos y así, perfeccionar al mundo profano,

son estas, las que dan cabida a la Tolerancia, Igualdad y Libertad de conciencia.

Tan amplias, que por un lado, una nos relaciona con las escuelas filosóficas y la

otra con la teoría de la evolución de Darwin.

Para poder entender mejor estos conceptos he querido definirlos a continuación.

Meliorismo: Es la posición opuesta al pesimismo llamada también optimismo

relativo, que parte de la base de que aunque se acepte que en el mundo las cosas
andan mal, que los valores de mayor jerarquía, como verdad, belleza, perfección,

justicia y otros, no se den en los hechos, siempre la vida presenta elementos que es

posible y conveniente desarrollar, y que peor sería aceptar las cosas como están.

Esta tesis ha sido desenvuelta con sagacidad por los autores norteamericanos, en

especial el sociólogo Lester F. Ward, inventor del término, quien se expresa así: "El

optimismo puede decirse que es la tesis; el pesimismo la antítesis, y el meliorismo

la síntesis de la relación del hombre con el universo.

El optimista dice: no hagas nada, porque nada hay que hacer.

El pesimista dice: no hagas nada, porque nada se puede hacer.

El menorista dice: haz algo, porque hay mucho que hacer y se puede hacer”.

Desde un punto de vista etimológico, se puede definir Meliorismo como la doctrina

filosófica según la cual el mundo no es por principio ni radicalmente malo ni

absolutamente bueno, si no que puede ser mejorado y perfeccionado.

La Moral Meliorista, es la creencia de que aunque la vida esta llena de crueldad e

injusticia, el mundo tiende a mejorar continuamente por el persistente esfuerzo

humano. Visto de esta manera, el perfeccionamiento moral del hombre consiste en

definitiva no en suprimir el mal sino en triunfar sobre él.

El Meliorismo admite la existencia del mal como un hecho inevitable, por cuanto

todo ser creado es imperfecto y sujeto a decadencia, pero acepta que el bien vence

al mal, que la perfección del mundo es posible y depende del libre albedrío de los

humanos. Por lo tanto podemos con nuestro quehacer aumentar o disminuir la

perfección según el empleo que hagamos de nuestra vida.

No se trata de renunciar a la verdad, sino que al contrario, se trata de descubrirla,

de forjarla sometiéndola a la discusión con los iguales.

El conocimiento y la ciencia, son actividades humanas, llevadas a cabo por seres

humanos, que siempre pueden ser corregidas, mejoradas y aumentadas. El

conocimiento es valioso porque nos perfecciona, porque nos hace mejores, y si no

nos hiciera mejores no valdría la pena.

Eclecticismo: Es el punto de vista que conviene apreciar el valor de los conceptos


derivados de dos o más sistemas de pensamiento o escuelas psicológicas. Un

ecléctico no se apresurará a rechazar en forma arbitraria cualquier hallazgo o

principio por el mero hecho de que no se amolde bien a las premisas establecidas

desde mucho tiempo atrás. Por otra parte es una palabra de origen Griego, que

indica

una

elección

selección

de

algo.

Diógenes Laercio, historiador griego de la filosofía, introdujo el término

eclecticismo, que significa "escuela seleccionadora", para referirse a Potámones,

un oscuro filósofo de Alejandría. Adoptado el término por pensadores posteriores,

nos encontramos a Filón de Larisa (de la Academia Nueva platónica), quien se

plantea el problema en términos actuales. Para este filósofo el problema de la

certeza del conocimiento se sitúa entre el dogmatismo estoico y el escepticismo. El

eclecticismo es un intento de demoler el dogmatismo sin caer en el escepticismo.

Los orígenes del uso de la palabra eclecticismo nos trazan el panorama de las

revelaciones que esta posición puede evidenciarnos actualmente, incluso la

cuestión de su legitimidad científica.

El eclecticismo es un intento de apertura, de reconocimiento de que la verdad, de

donde venga, sin prejuicios ideológicos; es el resultado del compromiso con una

línea teórica particular. Así, los científicos que optan por el eclecticismo quizá se

encuentren, por un lado, desilusionados respecto a una posición teórica cerrada,

que desdeña otros enfoques, a veces ya en una actitud que se acerca más al

fanatismo que al rigor científico. Es una respuesta ante el estancamiento de la

ciencia en el dogmatismo y representa un fruto de la crisis de la ciencia. La

necesidad del ecléctico es la de recuperar lo que se perdió, y que es la actitud


verdaderamente científica de búsqueda desinteresada de la verdad y de

reconocimiento de la ignorancia frente al misterio de la realidad, la cual siempre es

más compleja y nos ofrece más rostros que las teorías que elaboramos sobre ella.

Conclusión

La masonería es meliorista y ecléctica, ya que, mediante sus practicas cotidianas,

busca lo mejor de las idead existentes y lo mejor de las personas, convoca lo mejor

de los hombres libres, de buena costumbres y con deseo de perfeccionarse, busca

exacerbar lo mejor de la espiritualidad y nobles sentimientos de los que la

componen y que esto fluya para el bien de la humanidad toda.

Considero que a los conceptos y a las relaciones expuestas debe ser incluido el

concepto de sincretismo. Palabra que viene del griego synkretismós que significa

unión, coalición, y que se refiere a un sistema filosófico que trata de conciliar

doctrinas diferentes, lo cual es una actitud permanente en la masonería.

BIBLIOGRAFIAS: Diccionario de Filosofía de Ferrater Mora.

Revistas masónicas, marzo-mayo 1986

También podría gustarte