MONICION DE ENTRADA
Buenos tardes, hermanos y amigos. Que el Señor se fije en cada uno de
nosotros y nos conceda de su paz.
Estamos en el Domingo Veintiocho del Tiempo Ordinario. La Liturgia de
la Palabra de hoy hace hincapié en el agradecimiento, esa respuesta del hombre
a los dones recibidos. El cristiano debe ser una persona siempre agradecida,
una persona que vive dando gracias, porque es consciente de que todo lo recibe
gratis de Dios: todo es regalo, todo es gracia. Y quien recibe gracias, gracias
debe dar. Sólo quien tiene el sentido de la gratuidad es sensible a la gratitud.
Seguros de la presencia del Resucitado aquí y ahora en medio de
nosotros, pongámonos de pie y hagamos de esta Eucaristía una verdadera
acción de gracias.
MONICION PRIMERA LECTURA (2 Reyes 5,14-17)
El general sirio, curado, regresa para agradecer al profeta, pero Eliseo
le hace ver a quién debe dirigir su gratitud. Escuchemos…
MONICION SEGUNDA LECTURA (2 Timoteo 2,8-13)
Pablo le recuerda a Timoteo las gracias recibidas por el bautismo y lo
invita a seguir anunciando las maravillas de Dios a todas las personas.
Escuchemos con atención.
MONICION EVANGELIO (Lucas 17,11-19)
Hoy Jesús nos trae esta Buena Noticia: el que supera la prueba de la fe
se cura, pero el que supera la prueba de la gratitud se salva. Abramos los oídos,
la mente y el corazón, y pongámonos de pie para la proclamación del Santo
Evangelio.
ORACIÓN DE LOS FIELES
El Señor nos mira con amor y nos llama continuamente a seguirlo.
Conscientes de nuestra fragilidad y de los apegos que habitan en nuestro
corazón, invoquemos su ayuda diciendo todos:
Protégenos, Señor, con tu poder.
Por la Iglesia de Dios, para que no se canse de dar testimonio profético
en esta sociedad cada vez más cegada por la indiferencia y el desapego
al Señor. Roguemos al Señor. Protégenos, Señor, con tu poder.
Por los gobernantes de las naciones, para que frenen las ambiciones,
pongan fin a las guerras y conflictos sociales, y permitan que en todas
partes broten la paz y la justicia. Roguemos al Señor. Protégenos,
Señor, con tu poder.
Por quienes sufren a causa de las injusticias y de la desigualdad, para
que el Señor, que siempre escucha sus plegarias, se apresure en
socorrer a estos, sus hijos predilectos. Roguemos al Señor.
Protégenos, Señor, con tu poder.
Por las familias que viven en discordia, especialmente los matrimonios
que están a punto de separarse, para que el Señor llegue a esos hogares
con su amor, los transforme en generadores de paz y sean testigos del
amor de Dios. Roguemos al Señor. Protégenos, Señor, con tu poder.
Por todas las familias que experimentaron la desvastación de Río Socopó,
para que sean asistidas espiritual y psicológicamente, puedan superar
todos sus traumas y recuperar su estabilidad emocional. Roguemos al
Señor. Protégenos, Señor, con tu poder.
Por todo el equipo de Gobernantes, Médicos, enfermeras, Docentes,
Obreros y cocineras que están dando asistencia en esta emergencia
natural que se presentó en nuestro pueblo, para que sean instrumentos
valiosos de tu amor en la práctica de la misericordia, que sigan
desarrollando con optimimismo sus labores diarias. Roguemos al Señor.
Protégenos, Señor, con tu poder.
Por todos nosotros, para que el Señor nos haga siempre verdaderos
discípulos libres, testigos de la alegría de tenerlo a Él como único bien.
Roguemos al Señor. Protégenos, Señor, con tu poder.
MONICION DE OFRENDAS:
FRUTAS:
Señor te ofrecemos estas frutas que son cosecha de tu amor misericordioso,
sudor y sacrificio de nuestros campesinos signo de una tierra generosa, haz
señor, que también tu gracia fructifiquen en nuestras almas como germinan las
semillas en el campo, con este símbolo queremos hacerte semejanza Señor de
nuestro humilde y generoso corazón, que entregamos hacia ti como significado
de nuestra vida para que nos sigas guiando por tu camino y conquistando almas
para tu reino. RECÍBELAS SEÑOR
ACCIÓN DE GRACIAS
Te damos gracias, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno. Porque
aunque somos siervos pecadores y sin mérito alguno, has querido alimentarnos
misericordiosamente con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo nuestro Señor
Jesucristo, que esta sagrada comunión no vaya a ser para nuestra ocasión de
castigo sino causa de perdón y salvación que sea para nosotros armadura de fe,
escudo de buena voluntad; que nos libre de todos nuestros vicios, y nos ayude a
superar nuestras pasiones desordenadas; que aumente la caridad, paciencia,
obediencia y humildad, y nuestra capacidad para hacer el bien; que sea defensa
inexpugnable contra todos nuestros enemigos, visibles e invisibles; y guíanos de
todos nuestros impulsos y deseos, que nos una más íntimamente a Ti, único y
verdadero Dios, y nos conduzca con seguridad al banquete del cielo, donde tú,
con Tu Hijo y el Espíritu Santo, eres luz verdadera, satisfacción cumplida, gozo
perdurable, y felicidad perfecta, por Cristo nuestro Señor. AMÉN